Si estaba dormido o no estaba en las redes sociales anoche, probablemente se esté despertando con clips de un incidente violento que ocurrió en los Oscar. Will Smith decidió asaltar el escenario y abofetear a Chris Rock después de que este último hiciera una broma mundana sobre la esposa de Smith.
Por: RedState / Traducción libre del inglés de Morfema Press
Si bien algunas reacciones iniciales fueron que debe haber sido un montaje, hay un video extendido que muestra claramente que no fue así. Este tampoco es el tipo de cosa que escenificas sin admitir inmediatamente que lo fue y reírte.
Las reacciones fueron rápidas, con la mayoría de la gente normal condenando las acciones de Smith, mientras que la multitud de Hollywood parecía más dispuesta a defenderlos. De hecho, minutos después, Smith recibió una ovación de pie tras recibir el premio al mejor actor. Recuerde, estas son las mismas personas que denuncian la masculinidad tóxica solo para celebrarla en el momento conveniente.
Independientemente, creo que este episodio es indicativo de mucho más que Smith sintiendo que necesitaba defender el honor de su esposa en la televisión en vivo por una broma de «GI Jane 2». Los comediantes hacen bromas, y cuando presentan los Oscar, es un hecho que asarán a algunas personas en la audiencia (y esto ni siquiera calificó como eso). La reacción sensata es reírse, que es lo que Smith hizo originalmente antes de que su esposa dejara en claro que eso no era aceptable. La pérdida de control, la caminata en el escenario y la bofetada que se escuchó en todo el mundo siguieron.
Lo que vimos en las acciones de Smith fue un hombre que estaba destrozado y castrado, no por nada de lo que sucedió anoche, sino por un cónyuge que lo había abusado completamente a través del arreglo ridículo y paradójico de un «matrimonio abierto». De hecho, hace unos años (según The Daily Wire ), Jada Pinkett Smith decidió que era una buena idea arrastrar a su esposo a su programa de podcast para poder frotar sal en la herida, sin mostrar ningún arrepentimiento por sus acciones.
El momento más incómodo de Will Smith
El actor de “Bad Boys” estaba al tanto de la aventura, discutió la pareja. “Nunca ha habido secretos”, dijo Pinkett Smith.
Sin embargo, Smith no dio “permiso”, ya que, argumentó Pinkett Smith, “la única persona que podía dar permiso en esta circunstancia en particular era yo mismo”.
Smith estuvo de acuerdo.
“Era una relación”, admitió Pinkett Smith, y agregó: “Tenía mucho dolor y estaba muy rota”.
“Solo quería sentirme bien”, explicó. “Y fue un verdadero placer ayudar a sanar a alguien”.
Pinkett Smith dijo que sentía que estaba tratando de sanar su propio trauma infantil pero tratando de arreglar a otros necesitados como Alsina.
Smith se mostró visiblemente incómodo durante partes de la discusión de «Red Table Talk», y en un momento se comparó con la esposa de un político en una rueda de prensa cuando el esposo revela sus «transgresiones», un término al que Pinkett Smith se opuso.
En lugar de exigir el fin de una situación tan tóxica, Will Smith simplemente la reforzó. Un año después, habló con GQ y proclamó la promiscuidad de su esposa como la «definición más alta del amor». Por supuesto, es todo lo contrario, y es exactamente cómo consigues que un hombre adulto se vuelva loco en los Oscar y abofetea a alguien por hacer una broma leve.
El problema de Smith no es con Chris Rock. Más bien, es con su esposa, lo quiera admitir o no. Los matrimonios no están diseñados para ser “abiertos”. No encuentra felicidad ni propósito al permitir que su cónyuge participe en tal comportamiento. Se vuelve especialmente atroz cuando ese cónyuge exige que te pongas violento para defender su “honor” cuando obviamente ella no defenderá el tuyo.
Estas son las consecuencias de los secularistas que degradan el concepto de matrimonio, tratando de convertirlo en algo que se ajuste a sus deseos hedonistas sin preocuparse por lo que realmente significa. Dios diseñó el matrimonio como un lugar de monogamia, amor y sacrificio. Si bien Smith afirma tener uno de cada tres, no se puede simplemente apostar por el compromiso y el desinterés. La falta de esas cosas es lo que lo ha llevado al punto de tal inestabilidad emocional.
Will Smith es un hombre destrozado. Lejos de sumergirme en él como un cornudo como muchos están haciendo actualmente, en realidad siento una inmensa simpatía por él. Él necesita oración, no derribos en las redes sociales.
