Vía ABC
Una fuente de alto rango afirma que este equipo intervino en la instrucción de cómo insertar material explosivo en los dispositivos tecnológicos del grupo terrorista
Los ataques masivos a los beepers y los walkie-talkies de Hizbulá han dejado abiertos numerosos interrogantes, entre ellos quién ayudó a orquestar esta operación troyana. Una fuente, perteneciente a la seguridad libanesa, le dijo a Reuters que la Unidad secreta israelí 8200, es la que estuvo involucrada en la etapa de desarrollo de la operación contra Hizbolá, que duró más de un año. Y afirma que este equipo intervino en la instrucción de cómo insertar material explosivo en los dispositivos tecnológicos.
Unas declaraciones sobre las que no hicieron comentarios ni el ejército israelí ni la oficina del primer ministro. Pero que pone bajo la lupa a esta particular unidad también conocida como Yehida Shmone Matayim, considerada por los expertos como la gran escuela internacional del ciberespionaje. Está compuesta por una legión de jóvenes brillantes, cuidadosamente seleccionados a los que se les alienta a pensar ‘fuera de la caja’ para resolver algunos de los problemas más complejos a los que se enfrenta el Estado de Israel.
Trabajan en las zonas de combate y su líder llegó a declarar que su unidad ha sido la encargada de ayudar a seleccionar los objetivos de Hamás mediante el programa ‘Evangelio’, desarrollado por ellos y que se basa en IA. Para Yossi Melman, corresponsal de inteligencia y asuntos estratégicos para el periódico Haaretz, como para otros especialistas, esta unidad está entre las cinco primeras del mundo en defensa y ofensiva cibernética, y al nivel de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos o el Cuartel General de Comunicaciones del gobierno británico.
«La dura realidad de la región donde se encuentra Israel es lo que la lleva a desarrollar las mejores capacidades tecnológicas para tener superioridad sobre el enemigo», ha señalado Melman a los medios.
Yossi Kuperwasser, exfuncionario de inteligencia militar y ahora director de investigación del Foro de Defensa y Seguridad de Israel, señaló que no había confirmación de que esta unidad de inteligencia militar estuviera involucrada en el ataque. Pero aclaró que los miembros de 8200 eran algunos de los mejores del ejército israelí, y que prestaban servicio en un departamento en el centro de las capacidades de defensa de Israel. «Los desafíos que enfrentan son inmensos, muy exigentes y necesitamos que las mejores personas se involucren en eso», acotó.
Inicios, funciones y operaciones
La función de la Unidad 8200 es operar en la guerra cibernética para neutralizar toda amenaza contra el Estado y los ataques terroristas, según aclaraba un oficial de alto rango de las Fuerzas de Defensa Israelí (FDI). El medio ‘Jerusalem Post’ destacaba que están a la vanguardia de la inteligencia de señales y las operaciones encubiertas.
«La unidad opera en la dimensión cibernética para diversos propósitos con el fin de lograr la superioridad de inteligencia en todos los niveles…, desde el nivel combatiente hasta el nivel político», señala la FDI. Y una de sus claves es que es capaz de generar un flujo rápido de información.
El FDI detalla que la unidad proporciona productos operacionales que son relevantes para las fuerzas de combate y tiene una gran influencia en las áreas tácticas, operativas, estratégicas e internacionales. «Trabajan estrechamente con todas las divisiones y comandos en todos los sectores». No en vano, es un semillero de alta tecnología israelí.
«El 90% del material de inteligencia en Israel proviene de la Unidad 8200», dijo a Forbes, Yair Cohen, que sirvió 33 años en la 8200. «No existe una operación relevante del Mossad o cualquier agencia de seguridad de inteligencia, en la que la Unidad 8200 no esté involucrada», afirmó.
En sus orígenes tuvo distintos nombres, como SM2 o 515. La Unidad 8200 desciende de las unidades de inteligencia creadas en 1948. Consiguió romper la clave del ejército egipcio escuchando sus conversaciones en las discusiones sobre los acuerdos de armisticio al final de la Guerra de Independencia. Y en la Guerra de los Seis Días , grabaron la conversación entre el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser y el rey de Jordania. En ella afirmaba falsamente que la Fuerza Aérea Egipcia había estado atacando de forma exitosa los aeropuertos de Israel.
Asimismo, cuando en 1985, Yasser Arafat alegó no tener relación con el secuestro del crucero Achille Lauro, la Unidad 8200 filtró una conversación que indicaba una realidad distinta. En 2010, los especialistas en ciberataques atribuyeron a esta unidad la operación en la planta nuclear iraní de Natanz. Fue atacada por un virus informático, de nombre Stuxnet, que tomó el control de mil máquinas que participaban en la producción de materiales nucleares y les dio instrucciones de autodestruirse. Y en 2018, las FDI dijeron públicamente que esta unidad había desbaratado un ataque aéreo del Estado Islámico contra un país occidental.
Pero este equipo también estuvo expuesto a ataques, Ronen Bergman, periodista especializado en inteligencia israelí, llegó a explicar que una bomba de Hizbolá, camuflada como un teléfono móvil explotó en el cuartel general de la Unidad 8200, en febrero de 1999.
Un semillero donde ‘todo es posible’
Los miembros de la Unidad desarrollan sus propios programas para enfrentarse a escenarios imposibles. El excomandante de la 8200 Yair Cohen comentaba a Forbes que en una misión a principios de 1980, después de que ingresase en la unidad le dijeron: «Necesitas 300 millones de dólares, pero sólo tienes tres. No puedes tener 10 personas, tienes sólo a tres. Y debes mirar al futuro y tratar de analizar qué esconde, antes de que tu enemigo comience a comprar y usar esta tecnología concreta».
Y Avi Shua, un ex miembro de 8200, quien cofundó Orca Security aseguró a los medios que la premisa de este equipo es que «ya sea un problema con la debilidad del software, matemáticas, cifrado o para hackear algo… debes ser capaz de hacerlo por tu cuenta».
De ahí que numerosos miembros de este equipo se convirtieron en los emprendedores que han ayudado a levantar el sector de alta tecnología israelí, con sus empresas más punteras y su pensamiento creativo. Y para crecer también cuentan con el respaldo del Estado, tal como confirma ‘The Wall Street Journal’.
Kobi Samboursky, antiguo miembro de 8200 y miembro de Glilot Capital Partners, detalla que «la unidad tiene una alta tasa de rotación de jóvenes reclutas que reemplazan a los veteranos… Lo más importante aquí es la cultura del ‘se puede hacer’, donde todo es posible», afirmó a Reuters.
La élite del 1%
En el Congreso Mundial de Ciberseguridad de 2023, directores de importantes empresas tecnológicas de ciberseguridad y ex miembros de la Unidad 8200 desvelaron algunas claves de su funcionamiento. Explicaron que con 18 años pasan unas serie de pruebas de donde normalmente destacan dos perfiles, los que se someten fácilmente a las órdenes de un superior, los Rosh Katan, en contraste con los Rosh Gadol compuesto por personas capaces de pensar rápidamente y de forma audaz para la toma de decisiones.
El 1% de las mentes más heterodoxas son los que pasarán a la Unidad 8200. Aunque la observación de potenciales miembros puede darse incluso antes de que el candidato alcance la mayoría de edad. Detectando así a futuros prodigios y piratas informáticos mediante el programa Magshimim.
Durante cinco años se forman en espionaje, programación, matemáticas y física. Tras su servicio obligatorio, los que deciden continuar se especializan durante otros 10 años. Pero incluso los que se van una vez al año pueden volver para reciclarse y aprender nuevas habilidades.
Esta unidad fue la que asumió parte de la culpa por no detectar el ataque de Hamás el 7 de octubre. Su comandante incluso anunció la semana pasada su dimisión por este grave error.
Sin embargo, como ya destacaba en el Congreso de 2023, Daniel Krivelevich, perteneciente actualmente a la empresa de seguridad Palo Alto Network, matizó que también son adiestrados mentalmente, especialmente tras alguna misión fallida. «Si neutralizamos solamente el 80% de un ataque, ¿cuenta cómo un 80% de victoria o un 20% de derrota? Aunque siempre queremos ganar al 100% no siempre es posible, y es esencial mantener la mente fuerte en esos momentos», destacó como un pensamiento básico dentro de este equipo.