Raymond Leo Burke nació el 30 de junio de 1948 en Richland Center, Wisconsin, en el seno de una familia irlandesa y fue el menor de seis hermanos. Desde temprana edad se interesó por la vida religiosa y comenzó su formación en el Seminario de la Santa Cruz en Wisconsin, continuando más tarde en la Universidad Católica de América en Washington D.C. Su carrera académica lo condujo a Roma, donde logró títulos en Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana.
Fue ordenado sacerdote por el papa Pablo VI el 29 de junio de 1975 en la Basílica de San Pedro. A lo largo de su carrera, Burke ha escalado posiciones en la jerarquía eclesiástica. Alcanzó el grado de cardenal en 2010, otorgado por el papa Benedicto XVI.
El cardenal Raymond Burke ha expresado resistencia a algunas reformas del Papa
Destacó por su sólida postura a favor de las tradiciones litúrgicas, como la misa en latín. Además, ha expresado resistencias a algunas reformas del papa Francisco, como la comunión para divorciados que se han vuelto a casar o la inclusión de personas LGBTQ+ en la comunidad católica.
Sus declaraciones han generado polarización. Burke critica que se minimice la discusión sobre temas como la defensa de la vida y el matrimonio natural. En sus palabras: “Se da la impresión, o así se interpreta en los medios, de que él piensa que hablamos demasiado sobre el aborto, demasiado sobre la integridad del matrimonio entre un hombre y una mujer, pero de eso nunca se puede hablar demasiado”.
En los últimos años, el papa Francisco ha tomado medidas significativas respecto a Burke, como su destitución del Tribunal Supremo del Vaticano en 2014, puesto que le había otorgado Benedicto XVI.
Posteriormente fue nombrado Patrono de la Soberana Orden Militar de Malta, función que ocupó hasta 2023. Ese mismo año, Francisco revocó su apartamento subvencionado en el Vaticano y su salario como cardenal jubilado, lo cual se interpretó más como un ajuste de privilegios que como un castigo.
Apoyo a Trump
Burke ha manifestado su apoyo a Donald Trump. Junto con las críticas de Francisco hacia Trump y su política de construcción de un muro en la frontera, Burke defendió al republicano en su primer gobierno diciendo que estaba “defendiendo los valores de la Iglesia”.
Este apoyo ha suscitado el interés de Trump por ver a Burke como el nuevo Papa. A medida que se acerca el cónclave, las casas de apuestas han posicionado a Burke como el sexto favorito para ocupar el trono papal.
Otros candidatos destacados incluyen al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin; al arzobispo de Budapest, Peter Erdö, y al cardenal de Filipinas, Luis Antonio Tagle, alineado con las posturas más progresistas de Francisco.