En un increíble giro del destino, Rayne Beau, un gato siamés de dos años y medio, se reunió con su familia después de recorrer más de 1600 kilómetros desde el Parque Nacional de Yellowstone hasta su hogar en Salinas, California.
Por La Nación
El felino desapareció durante unas vacaciones familiares en Wyoming, pero gracias a su microchip, pudo ser identificado dos meses después, después de una larga travesía que incluyó varios estados.
Una travesía increíble
Todo comenzó en junio, cuando Susanne y Benny Anguiano, los dueños de Rayne Beau, llevaron a su querido siamés y a su hermana gemela, Starr, al parque nacional durante una escapada en familia. El primer día en el Fishing Bridge RV Park, el gato se asustó y se escapó hacia el bosque. A pesar de los esfuerzos incansables de Benny, quien lo buscó durante horas, no lograron recuperarlo.
“Sentimos una tristeza inmensa al tener que dejarlo atrás”, contó Susanne a CNN, conmovida al recordar el difícil momento. “Parecía que lo estábamos abandonando”. A pesar de volver a casa sin su mascota, la familia nunca perdió la esperanza. Sin embargo, ante la incertidumbre de no saber si Rayne Beau volvería, adoptaron otro gato para hacerle compañía a Starr, quien también estaba afectada por la ausencia de su hermano.
El reencuentro con su familia
La sorpresa llegó 61 días después, cuando la pareja recibió una inesperada notificación: un gato que coincidía con el número de identificación del microchip de Rayne Beau había sido encontrado a unos 300 kilómetros de su hogar, en Roseville, California.
La Sociedad Placer para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA) fue la encargada de identificarlo gracias al chip y contactar a los Anguiano, quienes no podían creer la noticia.
El gato fue encontrado en mal estado, agotado y visiblemente afectado por la odisea que había vivido. Una mujer lo había acogido temporalmente en su hogar antes de llevarlo a la SPCA, donde finalmente fue identificado.
Aunque la familia no sabe con exactitud cómo Rayne Beau pudo recorrer tal distancia, están profundamente agradecidos por su regreso.
“Cada día lo miro y no puedo creer que haya vuelto”, expresó Susanne emocionada. “Recé durante semanas para volver a ver su carita”.
Este extraordinario caso destaca la importancia de los microchips para las mascotas, tecnología que fue fundamental para el reencuentro. “Esperamos que este caso sirva para que más personas vean los beneficios de implantarles un microchip a sus animales”, comentó Leilani Fratis, directora ejecutiva de la Sociedad Placer.
Rayne Beau, un valiente siamés que, contra todo pronóstico, recorrió más de 1600 kilómetros y cruzó múltiples estados, ahora está nuevamente en casa, rodeado del amor de su familia. Un final feliz que trajo alivio a los Anguiano y que deja una enseñanza sobre el poder de la tecnología.