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Cadillac: 122 años siendo íconos del estilo americano

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El 22 de agosto de 1902, hace hoy 122 años, uno de los grandes inversores de la primera empresa de Henry Ford, William Murphy, se alió con Lemuel Bowen y el ingeniero Henry M. Leland, para fundar en Detroit la Cadillac Motor Company, empresa encargada de fabricar los autos de esta marca de lujo, una de las que más calado tuvo en el siglo XX en los Estados Unidos.

Cadillac

Tanto Murphy como Bowen habían sido algunos de los principales inversores de los esfuerzos de Henry Ford por perfeccionar la cadena de montaje, que lo llevarían en 1903 —un año después del nacimiento de la Cadillac— a fundar la Ford Motor Company. En agosto de 1902, trabajaron de cerca con el ingeniero Henry M. Leland, figura central durante los primeros años de la empresa, en el desarrollo de un nuevo motor de un solo cilindro, con piezas intercambiables y más barato de producir. El modelo se presentó en Detroit y el nombre de la empresa se extrajo del otrora fundador de la propia ciudad: el explorador francés Antoine Laumet de La Mothe, sieur de Cadillac.

Cadillac Tipo A de 1903

A partir de la venta de la empresa a General Motors en 1909, la Cadillac se centró en la producción de vehículos de lujo, siendo utilizados con enorme prolijidad durante la Primera Guerra Mundial y ganando prestigio de manera continuada a lo largo del siglo XX dentro de los Estados Unidos.

Cuando General Motors compró la empresa en 1909, Cadillac ya se había establecido como uno de los principales fabricantes de automóviles de lujo de Estados Unidos. La completa intercambiabilidad de sus piezas de precisión le había permitido sentar las bases para la producción en masa moderna de automóviles. Estuvo a la vanguardia de los avances tecnológicos, introduciendo sistemas eléctricos completos, la transmisión manual sin choques y el techo de acero. La marca desarrolló tres motores, con su V8 estableciendo el estándar para la industria automotriz estadounidense.

Cadillac tuvo el primer automóvil estadounidense en ganar el Trofeo Dewar del Royal Automobile Club del Reino Unido al demostrar con éxito la intercambiabilidad de sus componentes durante una prueba de confiabilidad en 1908; esto generó el lema de la empresa «Estándar del mundo». Ganó el trofeo nuevamente en 1912 por incorporar el encendido y la iluminación eléctricos en un automóvil de producción.

Se comercializa principalmente en los Estados Unidos, Canadá y México, con escasa participación en el mercado europeo, dado el tipo de automóvil que se produce, no adecuado para Europa. Los nuevos modelos Cadillac son ahora ensamblados en diferentes plantas de GM por todo el mundo permitiendo así usos específicos para las diferentes regiones. Es una empresa automotriz que usó los avances tecnológicos novedosos en cada época en sus automóviles, tales como: los vidrios eléctricos, la radio y el encendido electrónico, los cinturones de seguridad, frenos ABS, asientos eléctricos de posición, faros xenón, motor DOHC de 32 válvulas, entre otros.

Aletas trasera, un elemento distintivo

Desde finales de la década del 40, las aletas traseras de los modelos de la marca, no tenían ningún propósito excepto el de ofrecer un diseño innovador, reconocido por la sociedad de la época que vio durante esos años el auge de los aviones de reacción, los cohetes y posteriormente los primeros vuelos espaciales. Las primeras aletas traseras, inspiradas en los timones gemelos del Lockheed P-38 Lightning aparecieron en 1948. Formaban parte de una prolongación de los laterales que se cortaban verticalmente en la parte trasera de la carrocería. En la parte superior albergaban las luces de posición y freno.

En 1955 se introdujo un nuevo diseño de aleta en Eldorado, mucho más fino y estilizado, imitando aún más fielmente la aleta de una aeronave. Las luces se dispusieron más abajo con tal de acentuar el diseño más punzante en la parte superior. Para 1957 Cadillac extendió un diseño muy similar al aplicado en el Eldorado de 1955 a toda su gama, mientras que Eldorado de 1957 prácticamente separaba las luces traseras de las aletas, dejando un diseño de aleta más simple que destacaba más gracias a una parte trasera mucho más uniforme y redondeada. A partir de 1958, las aletas sirvieron para llenar el depósito de combustible. Se hacía a través de la luz trasera, la cual se liberaba y podía pivotar hacia arriba para acceder a la tapa del depósito. Sirvió para eliminar la habitual tapa lateral, dejando una línea más limpia y suave.

Las famosas aletas de los Cadillac de 1959, diseñadas por Peter Hodak, fueron la máxima expresión de esta moda. Eran las más altas que Cadillac incorporaría en sus modelos. Las aletas rompían en forma de una V cromada en la parte final, y en el centro un par de luces en forma de bala, que recuerdan el haz de luz producido por un reactor. En la base de las aletas, destacaba un cilindro cromado que se asemeja a la boca de un reactor. A partir de 1960 hasta 1964, las aletas fueron decreciendo en tamaño, año tras otro, hasta que desaparecieron en los modelos de 1965 (excepto para los Series 75, el cual fue una continuación del modelo de 1964). Así, cabe remarcar que los faros traseros salientes fueron una clara evolución de las aletas y de la boca cromada inferior tipo reactor, las cuales se moderaron y estilizaron a mediados de los años 1960 y que se conservaron casi intactos desde 1965 hasta finales de la década de 1980 en el Fleetwood Brougham. Aunque actualmente Cadillac no utiliza las aletas como inspiración, sigue diseñando sus modelos, salvando las distancias, con las luces traseras verticales y punzantes como marca distintiva de la firma en todos sus modelos y concept cars.

Íconos del estilo

El diseño es tan determinante para la historia de Cadillac como la innovación tecnológica que vive debajo de la lámina de metal cuidadosamente esculpida de sus autos. Con motivo del 120 aniversario de Cadillac, Michael Simcoe, Vicepresidente de Diseño Global de GM y Bryan Nesbitt, Director Ejecutivo de Diseño Global de Cadillac, ayudaron a seleccionar 12 vehículos Cadillac cuyo estilo representa la profundidad y amplitud del talento de diseño de la marca a lo largo de la historia.

“Elegir una docena de Cadillacs es casi una tarea imposible cuando observas el trabajo de 120 años de diseños de la marca” dijo Bryan Nesbitt. “Desde el impresionante cupé aerodinámico V-16 de la década de 1930, hasta el recientemente develado CELESTIQ que ayudó a inspirar, cada era de Cadillac tiene un lenguaje visual inconfundible que mira hacia el futuro sin miedo”.

Se puede decir que el diseño de automóviles modernos de Cadillac comenzó cuando presentó el LaSalle en 1927, el primer automóvil diseñado por un especialista en estilo, el legendario Harley Earl. A partir de ahí, ha sido un desfile exitoso de diseños memorables y amados, desde El Dorado de 1959 que definió una era, hasta los clásicos contemporáneos como el CTS-V, Cupé y Wagon, han capturado la imaginación de los conductores durante décadas. Esa tradición continúa con CELESTIQ, que representa el futuro del diseño y la innovación de Cadillac y celebra el pasado histórico de la marca.

El riguroso estándar de excelencia que cobra vida en cada faceta de sus vehículos, ha convertido a Cadillac en una parte indeleble de la cultura americana durante sus 120 años de historia.

Los más emblemáticos hasta la década de los 80

Cadillac es sinónimo de lujo estadounidense. Durante los últimos 100 años, el fabricante de automóviles se ha ganado una reputación por sus vehículos grandes y hermosos con diseños icónicos. Con un gran éxito y algunos reveses a lo largo de las décadas, estos son algunos de los vehículos que definieron la marca.

Cadillac V16 de 1930

El Cadillac, que se lanzó en 1930 como modelo y fue el primer automóvil con motor V16 en el mercado, llamó la atención por su innovación y su apariencia. Cadillac era sinónimo de refinamiento, lujo y exclusividad. Se fabricaron poco más de 4000 unidades durante sus 11 años de existencia, y la mayoría se fabricó antes de que la Gran Depresión se afianzara. Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial más tarde en la década, el Cadillac V16 experimentó una lenta desaparición antes de ser reemplazado.

Cadillac Serie 62 Coupé 1948

Los primeros Cadillacs de posguerra llegaron en 1948, con nuevos diseños y alerones traseros inspirados en los aviones de combate. En su primer año se vendieron más de 34.000 unidades, lo que representó la mayor parte de las ventas en ese momento. También estaban disponibles un sedán y un cupé convertible con precios que comenzaban por debajo de los 3.000 dólares. Hoy, costará un poco más conducir esta pieza icónica de la historia de posguerra.

1959 Cadillac Coupé De Ville

Con luces traseras con forma de bala, alerones más grandes que nunca y patrones de parrilla en forma de joya, Cadillac adoptó una nueva dirección de diseño. Un gran V8 debajo del capó generaba 325 caballos de fuerza. El Coupe De Ville de esta generación fue el sello distintivo del refinamiento y el diseño. Con más de 53.000 De Ville vendidos en el primer año, fue otro vehículo exitoso, representando el 37% de todos los Cadillac vendidos.

Cadillac Eldorado 1967

Con un rediseño radical en 1967, El Dorado inauguró una nueva apariencia para el vehículo de octava generación. El diseño fue un gran cambio, con un estilo nítido y más angular, lo que fue bien recibido. El manejo y la facilidad de conducción eran excelentes para la época, lo que facilitó a la empresa obtener grandes beneficios y aumentar las ventas en comparación con la generación anterior.

Cadillac Fleetwood Brougham de 1979

Fabricado por Cadillac hasta 1986, este vehículo fue el más caro y el de mayor nivel de lujo. La denominación Broughham se utilizó para describir los mejores vehículos fabricados por Cadillac, aunque el ahorro de peso y la eficiencia fueron una prioridad en el diseño del vehículo. Aunque este modelo fue una transición de los años dorados de la empresa, fue el último vehículo restante que definió las décadas de posguerra de Cadillac.

1987 Cadillac Allante

Los años 80 y 90 fueron años difíciles para muchos fabricantes de automóviles, incluido Cadillac. La empresa tomó nuevos rumbos con la esperanza de atraer nuevos compradores. El Allante tenía una carrocería fabricada en Italia por el carrocero Pininfarina. Las carrocerías terminadas se enviaban por avión a Detroit para el ensamblaje final, donde Cadillac suministraba el chasis y el tren de rodaje. El vehículo ayudó a Cadillac a mantener una posición en el mercado de los automóviles de lujo. Hoy en día, el vehículo sigue teniendo pocos seguidores, en gran parte debido a la construcción del icónico carrocero Pininfarina.

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