En la época victoriana, el cabello de la mujer se consideraba una parte importante de su apariencia y marcaba su estatus y su feminidad. A menudo se esperaba que las mujeres de esa época se dejaran crecer el cabello, y era de conocimiento común que la gloria suprema de una mujer era su cabello.
El crecimiento del cabello largo se hizo en parte para que los peinados recogidos elaborados pudieran tratarse utilizando el cabello voluminoso que crecía, en lugar de usar ratas, almohadillas o las versiones victorianas de extensiones de cabello.
Muchas mujeres, incluso si tenían el pelo extremadamente largo, utilizaban ratas hechas con su propio pelo cuando un peinado requería mucho volumen.
«Soltarse el pelo» es un modismo actual para referirse a relajarse, en lugar de «estar tenso». En la época victoriana no era sólo un modismo, era un acto que sólo ocurría en el dormitorio cuando una mujer se quitaba las horquillas y se cepillaba el largo cabello.
Sólo su marido (o su doncella) podía verla de esa manera, aunque la noción romántica de trenzas sueltas que implicaban feminidad estaba representada en pinturas y publicidad: mujeres hermosas con cabello increíblemente abundante.
El cabello suelto no era algo que las mujeres «respetables» usarían en público y era principalmente un estilo usado por el arte. Las niñas solían llevar el pelo suelto, pero se esperaba que empezaran a llevarlo recogido alrededor de los 15 o 16 años.
La mayoría de las veces, las mujeres con cabello largo y en cascada eran modelos y actrices destinadas a representar la intimidad y el romanticismo. Para un observador victoriano, las fotografías de mujeres con el pelo largo y suelto serían particularmente excitantes.
Entre las elegantes clases media y alta de la sociedad victoriana, el cabello de una dama se convirtió en el punto focal de interés sexual, la expresión principal de su feminidad.
Para las clases más pobres, mantener largas trenzas en medio de la enfermedad y la mala higiene de la época era muy poco práctico. Muchas mujeres recurrieron a vender su cabello por dinero en efectivo.
Uno de los aspectos más importantes del cabello victoriano era la pulcritud. Independientemente del estilo, el cabello debía mantenerse limpio y brillante.
El foco detrás de los peinados durante este período estaba en la silueta general del cuerpo humano. En la época victoriana, el cabello debía peinarse de manera que el cuerpo pareciera equilibrado.
