Este artículo te lleva detrás de escena, revelando la historia de fondo y el trabajo meticuloso y la creatividad involucrados en la realización de esta clásica película de terror.
Protagonizada por Fay Wray, Robert Armstrong y Bruce Cabot, la película cuenta la historia de un simio gigante llamado Kong que se enamora de una hermosa joven que le ofrecen como sacrificio.
King Kong se estrenó en la ciudad de Nueva York el 2 de marzo de 1933 y recibió críticas entusiastas, que elogiaron especialmente su innovadora animación stop-motion y su convincente banda sonora.
En 1991, la Biblioteca del Congreso reconoció la película como “cultural, histórica y estéticamente significativa”, consolidando su estatus como un hito cinematográfico.
King Kong es famoso por sus efectos especiales pioneros, que incluyen animación stop-motion, pintura mate, retroproyección y miniaturas, todos creados mucho antes de la era digital.
Willis H. O’Brien y su asistente, Buzz Gibson, dieron vida a las criaturas prehistóricas de la Isla Calavera a través de una meticulosa animación stop-motion.
Este proceso requería mucho trabajo, ya que cualquier pausa podía provocar movimientos e iluminación inconsistentes.
Para mantener la continuidad, se utilizó un dispositivo llamado medidor de superficie, con el fin de realizar un seguimiento del rendimiento de la animación stop-motion.
La icónica pelea entre Kong y el Tiranosaurio tardó siete semanas en completarse.
El telón de fondo de la isla que se ve cuando la tripulación de Venture llega por primera vez fue creado utilizando pinturas sobre vidrio.
Luego, esta escena se compuso con elementos de aves separados y se proyectó hacia atrás detrás del barco y los actores para crear un efecto visual perfecto.
Las escenas de jungla se lograron utilizando un set en miniatura con fondos pintados sobre múltiples capas de vidrio para transmitir la ilusión de un follaje de jungla profundo y denso.
Para tomas más complejas, donde los actores de acción real interactuaban con la animación stop-motion, se utilizaron dos técnicas: el proceso Dunning y el proceso Williams.
El proceso Dunning, inventado por el director de fotografía Carroll H. Dunning, utilizaba luces azules y amarillas filtradas y fotografiadas en película en blanco y negro.
Esta técnica implicaba empaquetar dos tiras de película simultáneamente en la cámara, creando la toma compuesta final en la cámara.
Se utilizó en escenas como el momento culminante en el que un avión se estrella desde lo alto del Empire State Building y donde los nativos corren en primer plano mientras Kong lucha contra otros en el muro.
El proceso Williams, creado por Frank D. Williams, no requería luces de colores y era adecuado para tomas más amplias.
Este método, utilizado en escenas como la de Kong sacudiendo a los marineros de un tronco y abriendo las puertas, empleaba una impresora óptica para combinar múltiples tiras de película en una sola imagen.
Otra técnica utilizada para combinar actores en vivo con la animación stop-motion fue la proyección en pantalla trasera.
Este método implicaba colocar una pantalla translúcida detrás del actor, sobre la cual se proyectaban imágenes desde un proyector.
En el caso de King Kong, primero se filmó la animación stop-motion. Luego, la actriz Fay Wray pasó un agotador período de veintidós horas colocada en un árbol falso, reaccionando a la escena de batalla proyectada.
La filmación stop-motion se proyectó en la pantalla translúcida detrás de ella mientras la cámara filmaba su reacción.
Esta configuración envolvente le permitió a Wray representar de manera convincente la observación de su personaje de la batalla animada. El intenso rodaje la dejó físicamente dolorida durante días.
O’Brien y su equipo de efectos especiales emplearon de forma innovadora la retroproyección en decorados en miniatura.
Integraron una pequeña pantalla en el set en miniatura donde se podían proyectar imágenes de acción en vivo.
Para evitar el sobrecalentamiento o el incendio, se utilizó un ventilador para enfriar el metraje proyectado.
Esta técnica de retroproyección en miniatura se utilizó notablemente en la escena donde Kong intenta capturar a Driscoll, quien se esconde en una cueva.
A lo largo de los años, algunos medios de comunicación han sugerido que, en algunas escenas, Kong fue interpretado por un actor con un traje de gorila.
Sin embargo, los historiadores de cine coinciden ampliamente en que todas las escenas en las que aparece Kong fueron creadas utilizando modelos animados, con la excepción de «primeros planos» específicos que muestran la cara y la parte superior del cuerpo de Kong.
Para estas tomas, los realizadores utilizaron un modelo mecánico de tamaño real de la cabeza y los hombros de Kong.
Los operadores controlaban los ojos y la boca del modelo para simular movimientos realistas, distinguiendo estas secuencias por su acción suave (a diferencia del temblor característico de la animación stop-motion) y la claridad del metraje, debido al tamaño del sujeto fotografiado.