Durante el largo reinado de la reina Isabel hubo 15 primeros ministros y 14 presidentes de Estados Unidos. Se decía que, de los 13 presidentes estadounidenses que la reina Isabel conoció, Ronald Reagan era su favorito. Y por qué no, Reagan era encantador hasta la médula y ambos compartían el amor por el aire libre, especialmente por los caballos. A menudo, cuando se reunían, salían juntos a dar paseos a caballo por la mañana.
Por: Craig Shirley – Fox News / Traducción libre del inglés de Morfema Press
«Se desarrolló una estrecha camaradería entre los Reagan y la familia real», dijo una vez el asesor presidencial de Reagan, Mark Weinberg. Y, según Weinberg, los paseos matutinos con la reina eran uno de sus placeres favoritos.
Su relación era muy estrecha, más que cualquier otro presidente. La reina y el príncipe Felipe visitaron una vez el rancho Reagan en California cuando la reina estaba en un viaje de 10 días a la costa oeste. El mal tiempo y la niebla detuvieron el viaje planeado a Santa Bárbara en el yate de la reina, Britannia. Así que condujeron hasta el rancho en su lugar, a lo largo de un camino empinado y angustioso de siete millas sin barandas.
El camino se volvió tan traicionero, a mitad de camino, que tuvieron que salir de sus limusinas a prueba de balas y cambiar a SUV. Más tarde se deleitaron con la cocina mexicana, una de las favoritas de Reagan. La comida incluía enchiladas, frijoles refritos y guacamole. No es su cocina británica normal.
He estado en este camino al rancho muchas veces y solo puedo imaginar los pelos de punta que la reina debe haber tenido en una tormenta mientras atravesaba este camino aterrador.
Pero la reina, se informó más tarde, encontró el viaje «encantador y terriblemente emocionante». Tienes que imaginar lo malo que fue; la tormenta derramó tres veces la cantidad normal de lluvia.
En otro viaje, Nancy Reagan voló a San Francisco para cenar con la realeza y pasaron la noche riendo y bebiendo martinis.
En otra ocasión, se reunieron para el 31.º aniversario de bodas de los Reagan, a bordo del yate de la reina. Reagan escribió más tarde en sus diarios: «La Reina y Su Alteza son personas realmente cálidas y simpáticas».
Ella también conocía su historia estadounidense, una vez citó a John Adams como el primer embajador estadounidense en la Corte de St. James.
Los dos líderes disfrutaron inmensamente de la compañía del otro. Y aunque provenían de culturas muy diferentes, formaron una profunda amistad que continuó incluso después de que Reagan dejó el cargo.
En 1989, fue invitado a Gran Bretaña una vez más, donde la reina lo nombró caballero, uno de los dos únicos presidentes estadounidenses en tener este honor. Así que el presidente Reagan se convirtió en «Sir Ronald».
Cuando Reagan murió, su salud le impidió viajar al funeral en Washington, pero envió al Príncipe Carlos con una nota personal para la Sra. Reagan.
Después de una reunión con el presidente, la reina le escribió a Reagan:
«Es correcto que Estados Unidos y Gran Bretaña de vez en cuando reafirmen públicamente nuestro compromiso con los mismos ideales y principios. Espero que esta visita haya servido para fortalecer aún más la amistad entre nuestros países y recordarle al mundo que somos aliados para siempre”.
Dirigía sus cartas a Ronald Reagan como «Sr. Presidente», pero siempre firmaba «Tu buena amiga, Elizabeth».
Dios Salve a la Reina. Descanse En Paz Ronald Reagan.
