El Lunes Santo o también llamado ‘Lunes de Autoridad’ emerge en la Semana Santa como el segundo día lleno de significado y reflexión, es un período que se extiende desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección.
En este día, las personas de fe reflexionan sobre dos eventos fundamentales, primero, se recuerda la expulsión de los mercaderes del Templo de Jerusalén por parte de Jesús, este acto de autoridad y purificación resalta la importancia de la sinceridad y la reverencia en la adoración a Dios.
Cuando llega, encuentra el lugar convertido en un mercado. “Mi casa, casa de oración será llamada; pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones” es la frase que pronuncia, para proceder a la expulsión de los mercaderes del templo de Jerusalén, (versículo de la biblia Marcos 11, 15-18).
Además, se conmemora la Unción de Jesús por parte de María, la hermana de Lázaro, esta tomó un perfume costoso y ungió con él los pies y la cabellera de Jesús durante una cena en su honor, este gesto íntimo no solo simbolizaba el respeto y la adoración hacia Jesús, sino que también prefiguraba su muerte y sepultura, anticipando el sacrificio que estaba por venir.
El evangelista Juan también relaciona este evento con el hecho de que Judas Iscariote, uno de los discípulos de Jesús, critica el «despilfarro» del perfume, insinuando que podría haberse vendido y dado el dinero a los pobres, sin embargo, Jesús defiende a María, elogiando su gesto y sugiriendo que este acto de amor y devoción es apropiado en vista de su inminente muerte.
