1923: Ese año marcó el inicio de la expedición que, dirigida por Sylvanus Morley (1883-1948), excavó las ruinas mayas de Chichén Itzá gracias al patrocinio de la Carnegie Institution of Washington y el apoyo de la National Geographic Society.
Por: National Geographic Historia
El enclave ya había despertado la curiosidad de los arqueólogos en el siglo XIX, pero Morley dio el impulso definitivo a las investigaciones con el hallazgo de 400 columnas (el actual grupo de las Mil Columnas), la reconstrucción del templo de los Guerreros y la identificación del edificio El Caracol como observatorio astronómico, además de propiciar el turismo al alentar la construcción del ferrocarril que uniría Mérida con Chichén Itzá.
Descifrar los pictogramas mayas se convirtió en la obsesión de Morley durante los 18 años siguientes y, a pesar de declarar que detestaba la selva, se instaló todo ese tiempo con su mujer en la hacienda Chichén, al pie de las ruinas. El resultado de su intenso trabajo lo materializó en numerosas obras, tanto dirigidas a especialistas como al público en general. Entre todas destaca el libro The Ancient Maya (1946), donde reveló teorías que cimentaron la base de estudios posteriores.
Un arqueólogo de película
Se dice que Spielberg y Lucas se inspiraron en Morley para crear el personaje de Indiana Jones, dada su doble condición de arqueólogo y espía. En la Primera Guerra Mundial Morley debía localizar supuestas bases de submarinos alemanes mientras cartografiaba el litoral de México y Centroamérica. También pasaba informes de los competidores locales a las compañías estadounidenses United Fruit Company e International Harvester.
Este arqueólogo estadounidense se especializó en el estudio de la cultura maya y sus jeroglíficos, y su figura de explorador sirvió como inspiración para el personaje de Indiana Jones.
El sitio de Chichén Itzá
Patrimonio de la Humanidad desde 1988, Chichén Itzá, en la Península de Yucatán, es uno de los sitios arqueológicos maya que más información ha desvelado acerca de este pueblo de mesoamérica. Está dedicado al dios Kukulkán, que presidía el sitio, y fue construido durante el periodo clásico tardío, que abarca desde el 800 d.C. al 1100 d.C.
