El presidente Donald Trump manifestó que «volverá a traer de vuelta de sus cenizas» al Gran Almirante Don Cristóbal Colón, quien fuera denostado por la izquierda woke, el globalismo progre y socios varios, en especial a partir de 2020. Recordamos que, en ese año, la barbarie desatada por el Black Lives Matters se encarnizó volteando con la picota y mancillando estatuas y bustos de Colón, San fray Junípero Serra, la reina Isabel, Miguel de Cervantes y hasta Thomas Jefferson; atacando iglesias católicas y reformadas.
Por: Ignacio F. Bracht – Fundación Disenso
«Durante la barbarie desatada por el Black Lives Matters, se vandalizaron estatuas de Colón, fray Junípero Serra, Isabel la Católica o Miguel de Cervantes»
En busca de un relato, negador de la historia, la turba incendiaria fue abonada previamente desde los claustros universitarios, donde debemos recordar, el comité académico de la Universidad de Stanford, en California, ya había resuelto años antes retirar el nombre del fraile mallorquín Junípero Serra (el único hispano que posee una estatua en el Capitolio), de una calle que lo recordaba en el Campus universitario, acusándolo entre otros conceptos de «genocida y mutilador» de los pueblos nativos, cuando Serra fue, justamente lo contrario. Fundador de nueve misiones de las treinta que jesuitas y franciscanos establecieron en la costa oeste y que hoy la toponimia rescata en sus diversos nombres.
El hoy santo, se destacó por sus obras de evangelización, su laboriosidad, defendiendo siempre a los indios de la autoridad política, haciendo deponer a un gobernador por su protesta escuchada por el virrey Bucareli, en el vasto virreinato de Nueva España en el siglo XVIII.
«Trump ha vuelto a tomar la decisión de celebrar el Columbus Day después de que Joe Biden lo eliminase en 2021 e implantara una fiesta celebratoria de los pueblos aborígenes»
Esta muy acertada decisión del presidente Trump, de volver a celebrar los segundos lunes de octubre el Columbus Day, fiesta más vinculada a la comunidad italiana de origen (por considerar a Colón nacido en Génova, algo que aún hoy la historiografía discute), pero que es compartida por todos los hispanos, ya que el navegante llegó a América en nombre de Castilla, es decir, España. El fasto patrio fue establecido con carácter federal por el presidente Franklin D. Roosevelt en 1934, que continuó hasta 2021, cuando Joe Biden lo eliminó, poniendo en su lugar la fiesta celebratoria de los pueblos aborígenes.
Pero, por encima de esta justa y merecida reparación histórica, se nos presenta que no se puede comprender la historia de los Estados Unidos sin resaltar su pasado español en las dos terceras partes de su actual territorio. Es que el Imperio español en América se extendió desde el cabo de Hornos hasta los confines de Alaska, abarcando los actuales Puerto Rico, Nuevo México, California, Texas, Oregón, Idaho, Luisiana, Florida, Arizona, Alabama, Montana, Wyoming, Georgia (donde los jesuitas levantaron varias Misiones y donde se imprimió en una imprenta suya el primer libro de Norteamérica: la Biblia), entre otros.
«Toda la herencia hispana en Estados Unidos fue silenciada por los heraldos de la Leyenda Negra antiespañola, las corrientes indigenistas y el marxismo woke»
Asimismo, la independencia de las Trece Colonias en 1776, no se habría concretado sin el apoyo de Francia, pero en particular de España, que aportó dinero, armas, su flota en el Caribe y el golfo de México y soldados (peninsulares, criollos -entre estos Francisco de Miranda- e indígenas), que combatieron a los británicos en Baton Rouge, Natchez y Pensacola, descollando don Bernardo de Gálvez, gobernador de la Luisiana. Este firme apoyo de España a los insurgentes liderados por George Washington, hicieron posible la derrota final de los británicos en Yorktown, logrando la independencia. Otro dato histórico de color es el Tratado de amistad y alianza firmado por la Nación Cherokee y diez pueblos indígenas con el soberano español en 1796, acatando la soberanía hispana. Todo lo mencionado fue silenciado por los heraldos de la Leyenda Negra anglosajona, hoy revivida por las corrientes neoindigenistas, pringadas de marxismo y relato woke.
«Los gobiernos del Foro de San Pablo y el Grupo de Puebla han tratado de denostar la Hispanidad, conformada por la lengua común, la fe católica y el mestizaje cultural y de sangre»
Bienvenida sea la determinación del presidente Trump que rescata a Colón y al legado hispánico en América, algo que se pretendió borrar de la historia estadounidense, en concordancia con los postulados y acciones realizadas en Hispanoamérica por los gobiernos del Foro de San Pablo y Grupo de Puebla, como Hugo Chávez y Nicolás Maduro, Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa, Andrés Manuel López Obrador y su sucesora Claudia Sheinbaum, todos con el común denominador de denostar la Hispanidad, conformada por la lengua en común que es el español, su mayoritaria fe católica, el mestizaje cultural y de sangre y abarcativa a la inmensa población indígena, en pos de enarbolar un impostado indigenismo excluyente y sectario, para borrar las reales raíces de nuestros orígenes.
