Una ciudad sombría apodada «la más deprimente de la Tierra» es tan remota que no se puede llegar por carretera y la esperanza de vida tan contaminada es diez años menor que el promedio nacional.
Por: The New York Post / Traducción libre del inglés de Morfema Press
La ciudad más septentrional del mundo, la remota ciudad minera rusa de Norilsk, está a oscuras durante dos meses al año y tiene un pasado realmente escalofriante.
Hogar de más de 170.000 personas, la pequeña ciudad en la región de Krasnoyarsk Krai de Siberia, al este de Rusia, es una de las ciudades más remotas del planeta.
Norilsk está a poco menos de 1.800 millas de Moscú y a más de 930 millas al norte de la capital regional, Krasnoyarsk.
Ningún camino conduce a Norilsk. Una línea ferroviaria de carga entra y sale de la ciudad, y la ciudad portuaria de Dudinka, a 40 millas de distancia, proporciona una ruta a la ciudad por mar, aunque se congela durante el invierno.
Está tan aislado que cuando los lugareños abandonan la ciudad bromean diciendo que “se van al continente”.
Norilsk solo obtuvo una conexión a Internet adecuada en 2017; hasta entonces, esta ciudad del tamaño de Ipswich dependía de un enlace satelital dudoso.
La única ruta durante todo el año a este remoto rincón de Rusia, por lo tanto, es volar, aunque ni siquiera eso es fácil.
Después de un vuelo de más de cinco horas desde Moscú, los visitantes son recibidos por un infierno apocalíptico construido en el sitio de un campo de prisioneros soviético.
La historia moderna de Norilsk comienza a principios del siglo XX cuando un geólogo descubrió ricos yacimientos de níquel, cobre y cobalto al pie de las montañas Putorana.
Norilsk se asienta sobre los depósitos de níquel, cobre y paladio más grandes del planeta.
En 1936, la URSS comenzó a construir un enorme complejo de extracción en las montañas utilizando alrededor de 500.000 trabajadores forzados de un Gulag cercano.
Durante 20 años, trabajaron en el duro permafrost del Ártico, con 18.000 muertos en condiciones horribles.
Hoy en día, una quinta parte del níquel del mundo proviene de Norilsk y más de la mitad del paladio mundial, un metal que se utiliza en los escapes de los automóviles y en la joyería.
Casi todos los habitantes de Norilsk hoy en día tienen una conexión con la planta de níquel, ya sea porque son empleados directos de Norilsk Nickel o porque trabajan para una de las muchas empresas que dependen de ella.
Pero tener un creador de empleos tan enorme en la ciudad ha tenido un costo terrible.
Norilsk es hoy la ciudad más contaminada de Rusia y una de las diez ciudades más contaminadas del planeta.
Cada año, la planta de níquel bombea más de dos millones de toneladas de gases tóxicos, incluidos dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, carbono, fenoles y más.
Alrededor del uno por ciento de las emisiones globales totales de dióxido de azufre provienen de esta ciudad.
El aire está tan contaminado que muchas personas extraen hollín de la superficie del suelo porque contiene minerales preciosos.
Esto no solo causa lluvia ácida que mata a muchos de los árboles circundantes, sino que también tiene un efecto devastador en los habitantes de Norilsk.
La esperanza de vida de un trabajador en Norilsk es de solo 59 años, 10 años menos que el promedio ruso.
Las tasas de cáncer en la ciudad también duplican las del resto de Rusia.
Un estudio de salud encontró que las tasas de enfermedades de la sangre en los niños son un 44 por ciento más altas en Norilsk en comparación con un niño promedio en Siberia, mientras que las tasas de afecciones del sistema nervioso son un 38 por ciento más altas y las enfermedades óseas y musculares son un 28 por ciento más altas.
RÍO DE SANGRE
En septiembre de 2016, el cercano río Daldykan se tiñó de rojo sangre en escenas escalofriantes.
No se dio ninguna explicación oficial para este fenómeno aterrador, que algunos lugareños atribuyeron a un «mensaje de Dios sobre una guerra mundial inminente».
La razón más probable dada fue una escorrentía en la planta de fundición cercana.
ABC News citó al extrabajador de la fábrica Evgeny Belikov diciendo que un depósito cerca de la planta tenía un color similar y el personal lo conocía como «El Mar Rojo».
“En invierno, la nieve también es roja”, se dice que dijo. “Por un lado, es hermoso, pero por el otro es químico”.
Un portavoz de la compañía dijo en ese momento: “La División Polar de Norilsk Nickel no confirma una fuga de descarga de emergencia de desechos industriales en el río Daldykan que podría haber afectado su estado.
“Sin embargo, se está realizando un monitoreo ambiental alrededor del río y las instalaciones de producción contiguas de la compañía, incluidos vuelos en helicóptero”.
El 3 de junio de 2020, un río en las afueras de Norilsk volvió a teñirse de rojo sangre luego de un derrame masivo de diésel causado por una subsidiaria de Norilsk Nickel.
El vertido de más de 20.000 toneladas de diésel en el Ambarnaya tras el colapso de un depósito de combustible en una central eléctrica llevó a Vladimir Putin a declarar el estado de emergencia y criticar a la empresa filial.
45 DÍAS DE OSCURIDAD
Además de la contaminación tóxica, la ubicación desolada de Norilsk también le otorga pretensiones razonables de ser la ciudad más deprimente del mundo.
Ubicada en el permafrost del Ártico, la ciudad experimenta 45 días de oscuridad continua cada año.
Durante aproximadamente dos tercios del año, la ciudad y sus alrededores están cubiertos de nieve.
La temperatura promedio en Norilsk en enero es -22F, aunque antes ha alcanzado mínimos escalofriantes de -63.58F.
El llamado “síndrome polar T3” es común. Esto es causado por la falta de luz solar y puede provocar olvidos, cambios de humor y deterioro cognitivo.
En cambio, en verano el sol no se pone durante 65 días.
Puede ser desconcertante para algunos que alguien quiera trabajar en “la ciudad más septentrional del mundo”, y mucho menos vivir allí, aunque hay una buena razón por la que tantos lo hacen.
Los trabajadores de Norilsk Nickel pueden ganar más de $986 al mes, en comparación con el promedio nacional de menos de $739.
Tampoco es probable que Vladimir Putin intervenga en el corto plazo, dado que la compañía produce un asombroso dos por ciento del PIB total de Rusia.
La empresa es propiedad del aliado de Putin, Vladimir Potanin, y un antiguo inversor fue el oligarca Roman Abramovich.
Sin embargo, el expropietario del Chelsea vendió su participación del 1,7 por ciento en Norilsk Nickel en marzo de 2019 por 551 millones de dólares.
La compañía dice que está tratando de reducir los niveles de contaminación y, en 2017, anunció una inversión de $ 14 mil millones en un nuevo programa de desarrollo importante.
Este ambicioso plan tenía como objetivo reducir las emisiones de dióxido de azufre en Norilsk y sus alrededores en un 75 por ciento para el año 2023.
Sin embargo, no está claro si este objetivo aún se puede lograr después de la gran interrupción causada en los últimos años por la pandemia de Covid y la guerra de Rusia en Ucrania.
