La Policía Federal de Brasil detuvo a dos presuntos terroristas vinculados al grupo extremista libanés Hezbollah, que mantiene fuertes vínculos con Irán, en medio de un clima de alerta tras el asalto de Hamas contra Israel del 7 de octubre.
Según informó el diario O Globo citando a los investigadores, se trata de dos brasileños que habían sido reclutados por Hezbollah y que eran financiados por el grupo terrorista fueron detenidos en San Pablo. Además, se ejecutaron 11 órdenes de allanamiento e incautación en San Paulo, Minas Gerais y Brasilia; y hay pedidos de prisión para dos personas que se encuentran en el Líbano.
Según la investigación, el grupo planeaba llevar a cabo ataques contra edificios de la comunidad judía en Brasil, incluidas sinagogas.
Uno de los hombres fue detenido en el aeropuerto de Guarulhos, en San Pablo, al llegar procedente del Líbano. La Policía cree que llegó con información para perpetrar los ataques. El otro fue arrestado en la ciudad de San Pablo.
Según la policía, la denominada Operación Trapiche tiene como objetivo desbaratar a la banda que busca promover “actos preparatorios de terrorismo”.
Los detenidos están acusados por los delitos de formar o unirse a una organización terrorista y llevar a cabo actos preparatorios de terrorismo. Las penas máximas, si se suman, alcanzan los 15 años y 6 meses de prisión.
Las detenciones recordaron a un episodio similar de 2016, cuando fueron detenidos 11 sospechosos en distintas ciudades de Brasil acusados de planear atentados en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en el marco de la llamada Operación Hashtag. El entonces ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, informó que los servicios de inteligencia habían detectado que los presuntos terroristas habían pasado de comentarios en las redes sociales, Telegram y Whatsapp a “actos preparatorios” de ataques.
Según el ministro, se trataba de miembros de Hezbollah que además habían jurado lealtad a Estado Islámico. Y que uno de ellos se puso en contacto con un sitio web en Paraguay para comprar un rifle AK 47.
Por otro lado, en septiembre de 2018, el empresario Assad Ahmad Barakat, del famoso “Clan Barakat”, acusado por el gobierno estadounidense de ser uno de los principales financistas de Hezbollah, fue detenido en Foz de Iguazú, cerca de la Triple Frontera, tras una orden de la justicia paraguaya por el delito de falsedad ideológica. Luego fue extraditado a Paraguay.
Las autoridades de seguridad paraguayas consideran que Barakat (un libanés con ciudadanía paraguaya) fue clave en el financiamiento del ataque a la mutual judía AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y que es atribuido a Hezbollah.
En un comunicado, la Conib (Confederación Israelí de Brasil) expresó “gran preocupación” por los presuntos ataques contra objetivos judíos en Brasil. “El terrorismo, en todos sus aspectos, debe ser combatido y repudiado por toda la sociedad brasileña. Los trágicos conflictos de Oriente Medio no pueden importarse a nuestro país, donde diferentes comunidades conviven pacíficamente, armoniosamente y sin miedo al terrorismo”, señaló la agrupación.