En Venezuela, el uso de gas doméstico, también conocido como gas GLP (gas licuado de petróleo), se remonta a más de 60 años. En sus inicios, diversas empresas extranjeras comenzaron a utilizar este combustible para sustituir al kerosene, que era el más común en esa época.
Por: Román Camacho – Contrapunto
Desde entonces hasta la actualidad, han ocurrido numerosos cambios y desarrollos en este sistema de combustible, reflejando tanto la evolución tecnológica como las transformaciones en la estructura del mercado energético del país.
En la actualidad, el sistema de distribución de gas doméstico en Venezuela se divide en varias fases. Aproximadamente un 13% del gas se distribuye directamente a través de tuberías, mientras que un 87% se transporta por vía vehicular, utilizando gandolas equipadas con tanques de 45,000 litros. Este gas, que se genera en las grandes refinerías y centros de distribución del estado, es suministrado a distintas empresas que se encargan de envasarlo en cilindros tanto para uso doméstico como industrial y comercial.
El mercado de distribución de gas está compuesto por empresas estatales y privadas. Las empresas estatales, que son propiedad de las gobernaciones (con excepción de Caracas), representan aproximadamente el 65% del mercado, mientras que las empresas privadas abarcan el 35%. Esta proporción varía según la región; por ejemplo, en Caracas, el 100% de la distribución está bajo control estatal, mientras que en Yaracuy, un 53% del mercado es gestionado por empresas privadas.
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