La alerta lanzada por Estados Unidos y confirmada por las Fuerzas de Defensa indica que el régimen teocrático podría enfocarse en una sede de la inteligencia israelí y sus bases militares como blancos del bombardeo.
Israel se encuentra en máxima alerta ante una doble amenaza: un ataque iraní y la escalada del conflicto con Hezbollah en Líbano. El ejército israelí ha declarado el lanzamiento de una ofensiva terrestre en territorio libanés, intensificando las operaciones tras una semana de ataques aéreos que culminaron con la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en un ataque sobre Beirut.
El ejército israelí advirtió Irán lanzó misiles contra Israel, agregando que se hicieron sonar las sirenas en todo Israel, incluida Jerusalén. Anteriormente las FDI habían dicho que el posible ataque podría ser “de gran alcance”.
A la vez, las FDI revelaron haber realizado más de 70 incursiones con fuerzas especiales en Líbano, destruyendo posiciones estratégicas, túneles y arsenales de Hezbollah. Estas operaciones buscan desmantelar al grupo terrorista y restablecer la seguridad en el norte de Israel, donde 60.000 personas han sido desplazadas por el fuego de misiles.
El Gabinete de Seguridad se reunirá esta noche para discutir la creciente tensión regional. Las autoridades han impuesto restricciones a las reuniones públicas en todo el país, limitando las congregaciones a 30 personas en áreas abiertas y 300 en estructuras cerradas, en un esfuerzo por proteger a la población ante la amenaza de ataques inminentes tanto desde Irán como desde Líbano.
