El 9 de noviembre pasará a la historia como un día negro para España. En un hotel de Bruselas, el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez firmó un acuerdo con el partido separatista catalán Junts, liderado por el prófugo Carles Puigdemont. A cambio de los siete votos que necesita Pedro Sánchez para jurar presidente, los socialistas han accedido no sólo a la amnistía, sino que también han aceptado la negociación de un futuro referéndum sobre autodeterminación. Han acordado la presencia de un ‘mecanismo’ internacional (eufemismo para mediador) para “resolver el conflicto” y verificar el cumplimiento del acuerdo por ambas partes; más dinero para el gobierno catalán: Junts quiere que todos los impuestos recaudados en Cataluña permanezcan en Cataluña; y la participación directa del gobierno catalán en las instituciones europeas y organismos internacionales. Todas estas estipulaciones harán avanzar “el reconocimiento nacional de Cataluña”. El PSOE ha cruzado todas las líneas rojas que prometió mantener y ha cedido a todas las demandas de los separatistas.
Por: Álvaro Peñas – The European Conservative
El indulto incluye “tanto a los responsables como a los ciudadanos que, antes y después de la consulta popular de 2014 y del referéndum de 2017, hayan sido objeto de decisiones o procesos judiciales vinculados a estos hechos”.
Además de una amnistía muy amplia, el PSOE se ha comprometido a la creación de comisiones parlamentarias de investigación para examinar otros casos judiciales ajenos al procés. Esto está relacionado con la tesis del ‘lawfare’ planteada por los separatistas, que afirman que el sistema de justicia español sirve a intereses políticos y persigue a los políticos separatistas por razones ideológicas. El PSOE comparte esta opinión.
Esto deja la puerta abierta para que los condenados por corrupción escapen de la justicia. Esto podría incluir el indulto para la familia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, que ha cometido varios delitos, o para Laura Borrás, expresidenta del Parlamento de Cataluña, condenada a cuatro años y medio de prisión. por prevaricación y documentación falsa. Podría haber indulto para casos aún más graves, como el de Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont y exterrorista, procesado por blanqueo de capitales en un caso de narcotráfico.
Este ataque al sistema de justicia ha provocado una respuesta del poder judicial. Las cuatro asociaciones de jueces de España: la Asociación Profesional de la Magistratura, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, el Foro Judicial Independiente y Juezas y Jueces para la Democracia (que es una asociación de izquierda que apoyó la amnistía hasta que se hicieron públicos los detalles de este pacto). )—emitió un comunicado afirmando que el pacto entre los socialistas y Junts “rompe la separación de poderes”. El documento confirma que los jueces “están sujetos únicamente al Estado de derecho”. A última hora de la tarde, la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano que representa al poder judicial, emitió un nuevo comunicado denunciando una “injerencia inadmisible en la independencia judicial y un ataque flagrante a la separación de Poderes”. Este mensaje fue incluso refrendado por dos magistrados designados por el Partido Socialista.
La Asociación del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado también ha declarado su «rechazo absoluto» al acuerdo PSOE-Junts, ya que evidencia una «ruptura del actual régimen constitucional» en muy diversos sentidos, incluido el económico. Las tres asociaciones de fiscales (incluido el grupo de izquierda) también difundieron un documento conjunto en el que calificaron esto como un “ataque sin precedentes a la independencia judicial que se traduce en un desprecio absoluto de nuestro Estado de derecho”.
El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, afirmó que el acuerdo es «un ataque sin precedentes a la democracia». Para Feijóo, la ambición de Sánchez, que “no conoce límites”, está dando la victoria a los independentistas. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue más tajante: «Nos han traído una dictadura por la puerta de atrás y estamos al principio de ella». Por su parte, Santiago Abascal señaló el inicio de una etapa oscura en la historia de España y llamó a la unidad ante el golpe de Estado: “No es momento de partidos, es momento de dejar de lado nuestras diferencias para defender la nación”.
Un intento de asesinato
En medio del revuelo por el pacto de infamia, el veterano político Alejo Vidal-Quadras fue asesinado de un tiro en la cabeza el 9 de noviembre en Madrid. Vidal-Quadras fue presidente del Partido Popular en Cataluña entre 1991 y 1996. Su firme oposición al separatismo condujo a los mejores resultados del PP en Cataluña. Sin embargo, lo puso en la mira del presidente catalán, Jordi Pujol, de Convergencia i Unió (el partido predecesor de Junts). En 1996, Pujol apoyó a José María Aznar, líder nacional del PP, para la presidencia de España. Una de sus condiciones fue que Aznar destituyera a Vidal-Quadras, que tuvo que dejar su cargo. Posteriormente, Vidal-Quadras fue vicepresidente del Parlamento Europeo entre 1996 y 2014. En 2014 abandonó el PP y se convirtió en uno de los fundadores de VOX. Vidal-Quadras se retiró de la política en 2015, aunque ha seguido activo públicamente en diversos medios.
Dos personas orquestaron el ataque. Uno le disparó en la cabeza mientras que el otro le permitió escapar al agresor. Aunque Vidal-Quadras recibió un golpe en la boca, su vida no corre peligro. Algunos medios apuntaron inicialmente a la posibilidad de un robo, pero esa versión pronto fue descartada. También se ha culpado a Irán por la relación de Vidal-Quadras con los grupos de oposición iraníes. Todavía es demasiado pronto para determinar quién está detrás del ataque, pero Vidal-Quadras era un blanco fácil. A diferencia de muchos políticos, no tiene protección.
También es muy conocido por su oposición al separatismo y está vinculado al PP y VOX. Independientemente de las intenciones del tirador, este ataque es un factor desestabilizador importante en la situación actual. Poco antes de recibir el disparo, Vidal-Quadras publicó este mensaje en Twitter:
Ya se ha pactado el infame pacto entre Sánchez y Puigdemont que aplasta el Estado de derecho en España y pone fin a la separación de poderes. Nuestra nación dejará así de ser una democracia liberal y se convertirá en una tiranía totalitaria. Los españoles no lo permitiremos.
El ataque provocó masivas expresiones de cariño y apoyo en las redes sociales, pero también ha habido reacciones violentas. Los jóvenes de Junts acudieron a X para expresar su júbilo: “¡Esta es la manera de destruir el fascismo! Volvamos a aquellos tiempos en los que ‘cazar’ a esta chusma era un deber”. Éste es el partido con el que los socialistas han pactado para lograr «la convivencia y la estabilidad».
Las protestas continúan
El 9 de noviembre, por séptima noche consecutiva, miles de manifestantes salieron a las calles para protestar frente a las sedes del Partido Socialista en ciudades como Alicante, Almería, Barcelona, Cáceres, Granada, Málaga, Murcia y Sevilla, entre otras. En Madrid se manifestaron más de 10.000 personas. Ha sido la manifestación más grande hasta ahora. Como ocurrió el pasado martes, algunos manifestantes encapuchados lanzaron bengalas a la policía y provocaron que los antidisturbios cargaran contra ellos. Una vez más, la policía no tuvo reparos en utilizar gases lacrimógenos y balas de goma, material que no se utilizó contra las protestas mucho más violentas de los separatistas catalanes. La noche se saldó con 14 detenciones.
Las protestas han elevado el perfil de la situación a nivel internacional y cada vez más personas dirigen su atención hacia España. En Bruselas, la Comisión Europea fue informada de que en España se está vulnerando el Estado de derecho gracias a una campaña informativa de Jorge Buxadé, jefe de la delegación europea de VOX. Entregará a todos los comisarios y eurodiputados los comunicados del poder judicial rechazando la amnistía. Queda por ver si la Comisión será tan firme con Sánchez como lo ha sido con los gobiernos polaco y húngaro.
Las protestas también están demostrando que los españoles no se rendirán. Además de las manifestaciones diarias frente a las sedes socialistas, en las próximas semanas están previstas grandes movilizaciones. Incluso si Sánchez jura como presidente, la tensión continuará. Santiago Abascal, que asistió a la manifestación en Ferraz, dejó muy claro que la resistencia civil persistirá y que “el final de este golpe sólo puede ser: el dictador en el banquillo o los que le oponemos en la cárcel”.