Vía Clarín
La saga argentina del avión de la empresa venezolana Emtrasur Cargo, comprado a su vez por el chavismo a la iraní Maham Air llegará a su fin este fin de semana porque en horas se lo llevarán de Ezeiza a los Estados Unidos.
La aeronave fue entregada por la justicia argentina a la estadounidense que pidió en 2022 su decomiso. Altas fuentes confirmaron la información de que ya se lo llevarán entre la noche de este sábado y la madrugada del lunes, pero pidieron evitar dar precisiones sobre la hora en que partirá.
La aeronave está impecable y tal como viene informando Clarín, funcionarios estadounidenses le hicieron mantenimiento permanente para que no perdiera su capacidad de vuelo, lo cargaban de combustible, lo hacían rodar en pista y hasta le arreglaron su tren delantero.
Hay alguaciles, agentes y funcionarios de los Estados Unidos trabajando en ello con las nuevas autoridades argentinas de los ministerios de Seguridad, Justicia e Interior (por Migraciones) para que su despegue sea un proceso de máximo sigilo.
Se da en medio de un oscuro episodio ocurrido el 5 de febrero cuando el ahora ex primer secretario de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Argentina, Jesús Jara Díaz, fue demorado en Ezeiza fotografiando sin permiso y sin credenciales autorizadas a un funcionario de la Embajada de Estados Unidos aquí y al secretario del juzgado federal de Federico Villena. Estos dos últimos estaban revisando la aeronave.
Jesús Jara Díaz, que llegó al país en 2020, fue hombre declarado por la Cancillería argentina “persona no grata”. Y se tuvo que marchar del país. Ahora la embajadora en la Argentina de Nicolás Maduro, Stella Lugo, quedó en una posición difícil de sostener porque no podía desconocer semejante ilícito de su segundo en la seguridad aeroportuaria.
El Boeing 747-300 adaptado como carguero fue retenido en Ezeiza en junio de 2022, cuando aterrizó porque necesitaba combustible y ninguna petrolera accedió entonces a suministrárselo, ya que la aeronave está sujeta al complejo sistema de sanciones de los Estados Unidos por supuesto uso para actividades terroristas internacionales. Boeing es de origen estadounidense.
Además, en su momento, la misteriosa tripulación de 14 venezolanos y cinco iraníes, cuyos objetivos de viaje aquí nunca se conocieron, fue finalmente liberada -se fueron todos a sus países- pero sigue investigada en una causa en la que la DAIA se presentó como querellante por vínculos como el terrorismo de las fuerzas Al Quds, de Irán.
Mientras que Teherán hizo varios reclamos diplomáticos a la Cancillería argentina pidiendo por sus ciudadanos, Maduro y sus ministros se volcaron a las calles venezolanas y en las redes con una campaña nacionalista reclamando por su gente y porque los argentinos «devuelvan el avión».
A principios de enero, el juez federal Villena, de Lomas de Zamora, que tiene la jurisdicción sobre el aeropuerto internacional de Ezeiza, aceptó la solicitud de los Estados Unidos y, tras una larga saga judicial y política -en la que participó La Cámpora, en dominio hasta diciembre de la Justicia y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria-, ordenó la entrega a los Estados Unidos de la aeronave.
