La Organización Mundial de la Salud afirmó que más de 300.000 personas se vieron afectadas por el sismo, en la región de Marrakech y sus alrededores. El número de víctimas mortales aumentó a 2.012, de acuerdo a lo informado por el Ministerio del Interior del país africano. La búsqueda de personas atrapadas continúa.
Un total de 300.000 personas se han visto afectadas por el sismo de magnitud 6,8 que golpeó duramente a la ciudad de Marrakech y sus alrededores, de acuerdo a los cálculos que publicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) este sábado 9 de septiembre.
De acuerdo al Ministerio del Interior, el número de fallecidos aumentó a 2.012 y el de heridos a 2.059, de los cuales 1.404 personas se encuentran en estado crítico a causa del temblor, que tuvo lugar a las 23:11 de la víspera, con epicentro a unos 72 kilómetros al suroeste de Marrakech.
La ciudad de Marrakech, adorada tanto por locales como turistas por sus construcciones medievales, mezquitas y palacios y cuyo barrio antiguo es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es la ciudad más grande afectada por el terremoto e incluso edificios emblemáticos se han visto dañados.
Durante la segunda noche tras la catástrofe, son muchos los ciudadanos que durmieron a la intemperie ya que, sobretodo en algunos pueblos, en las colinas del Alto Atlas, muchas de las casas resultaron colapsadas.
Además, entre los habitantes de la zona, el miedo a las posibles réplicas persiste. En ese sentido, France 24 habló durante la jornada con el sismólogo Jérôme Van Der Woerd, quien afirmó que “réplicas fuertes son aún posibles”, por lo que llamó a la prudencia de ciudadanos y autoridades.
La búsqueda de personas no cesa
Los equipos de rescate no han cesado su labores. Las laderas de las montañas han sido las zonas más afectadas debido a que allí muchas de las casas, con frecuencia construidas con adobe y madera, no resistieron el sismo.
«Nuestros vecinos están bajo los escombros y la gente está trabajando duro para rescatarlos utilizando los medios disponibles», dijo Montasir Itri, un residente de la zona de Asni.
En la localidad de Amizmiz, cercana al epicentro del temblor, los rescatistas trabajaron con sus propias manos para sacar los cuerpos de los vecinos atrapados.
«Cuando sentí que la tierra temblaba bajo mis pies y la casa se inclinaba, corrí a sacar a mis hijos. Pero mis vecinos no pudieron», dijo un vecino, Mohamed Azaw. «Desafortunadamente no se encontró a nadie con vida en esa familia», agregó.
Otra población altamente afectada fue la de Tamsghart, en Ansi, donde la carretera de Marrakech se eleva hacia las montañas del Alto Atlas. Las casas en este asentamiento quedaron rotas por la mitad y las mezquitas se derrumbaron parcialmente.
La falta de alimentos se hace evidente entre las poblaciones afectadas
En la zona, la falta de alimentos también comienza a hacerse visible, con carreteras cortadas por rocas y cocinas colapsadas por la caída de los techos. En Amizmiz había una larga fila en la única tienda que permanecía abierta.
Abdellatif Ait Bella, vecino de la zona, tiene una herida grave en su cabeza por la caída de escombros. «No tenemos casa donde llevarlo y no tenemos comida desde ayer», manifestó su esposa, Saida Bodchich.
La Cruz Roja Internacional dijo que el país podría necesitar ayuda para reconstruirse durante años. “Contamos con meses o años de respuesta”, dijo Hossam Elsharkawi, director regional para Oriente Próximo y Norte de África de la Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja.
La Corte Real de Marruecos informó este sábado que el país estará tres días en duelo y las banderas nacionales ondearán a media asta en honor a las víctimas.
Reuters