El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha vuelto a provocar indignación con sus declaraciones, esta vez tras el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. En una alocución presidencial posterior al consejo de seguridad, el mandatario ha insistido en colocar a la víctima y al asesino en el mismo plano de protección, afirmando que la prioridad del Estado es «cuidar tanto a Miguel Uribe como a su presunto asesino».
Petro ha calificado el 8 de junio como «un día de dolor nacional«, pero ha centrado su discurso en defender los derechos del menor de edad que fue capturado tras el intento de asesinato. «La primera responsabilidad del Estado es cuidar la vida del menor, porque es un niño. Así nos parezca terrible, los niños se cuidan en Colombia«, ha afirmado el presidente.
Sin mencionar directamente la gravedad del ataque sufrido por Uribe ni expresar una condena firme contra los responsables materiales e intelectuales, Petro ha repetido varias veces que «el Estado se pone al servicio de la vida«, subrayando que el joven agresor es «el futuro del país y una responsabilidad».
Respecto a la investigación, el presidente ha asegurado que se garantizará transparencia absoluta y ha ordenado no escatimar ni un peso ni una sola hora de energía para identificar al culpable intelectual «con su nombre propio«. En una declaración que ha generado polémica, Petro también ha solicitado investigar a la escolta del propio Miguel Uribe, cuestionando que un agresor pudiera acercarse a una figura con protección estatal.
El menor, presunto autor del atentado, fue detenido tras huir herido de la escena del crimen. En el momento de su captura, llegó a decir: «Yo les puedo dar los números», lo que sugiere que podría haber más implicados. Pero mientras la sociedad clama por justicia, el presidente de la nación ha optado por desviar el foco hacia el bienestar del atacante.