Donald Trump se quejó de trato injusto en un testimonio desafiante en el estrado de los testigos en el juicio por fraude civil sobre su negocio en Nueva York el lunes, lo que llevó al juez a amenazar con acortar su testimonio.
Al ser interrogado sobre las prácticas contables de la Organización Trump, el expresidente de Estados Unidos claramente enfureció al juez Arthur Engoron, quien está considerando imponer cientos de millones de dólares en multas y otras sanciones que podrían obstaculizar el imperio inmobiliario que llevó a Trump a la prominencia.
Engoron advirtió a Trump, el favorito para la nominación republicana en las elecciones de 2024, que podría sacarlo del estrado de los testigos si no respondía las preguntas directamente.
«¿Puedes controlar a tu cliente?» Engoron preguntó al abogado de Trump, Christopher Kise. «Esto no es una manifestación política. Es una sala de audiencias».
Trump a menudo evitó respuestas directas y, en cambio, alardeó de sus propiedades y su riqueza. Acusó a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, una demócrata electa, de presentar una demanda contra él para promover su carrera política y acusó a Engoron de reducir el valor de sus propiedades.
«El fraude es en nombre de la corte», dijo Trump.
Ambos hombres alzaron la voz repetidamente mientras el juez intentaba evitar que Trump utilizara el tribunal para expresar sus quejas.
«No estoy aquí para escuchar lo que tiene que decir. Estoy aquí para escucharlo responder preguntas. Siéntese ya», le dijo a Alina Habba, otra de las abogadas de Trump.
Engoron está escuchando pruebas sin jurado. En septiembre, el juez encontró a Trump, sus hijos adultos y 10 de sus empresas responsables de fraude , y describió en términos mordaces cómo los acusados inventaron las valoraciones. El fallo de Engoron podría despojar a Trump del control de algunas de sus propiedades más conocidas, aunque esa orden está en suspenso durante la apelación.
