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Es lo que es

DBuford

Por Luis Alberto Perozo Padua

Caracas no siempre ha sido la capital de Venezuela. Otras ciudades han sido Capital de la nación. En los últimos 240 años de historia, Venezuela ha tenido 7 ciudades que han funcionado como capitales del país

1.- Santa Ana de Coro (Coro, estado Falcón)

Es la primera Capital de Venezuela (Provincia de Venezuela) y la tercera ciudad fundada en territorio nacional. Coro fue fundada el 26 de julio de 1527 por Juan Martín de Ampíes, oficial del ejército español. Previo a ésta, este conquistador pacta infructuosamente respetar la autoridad del Cacique Manaure, máxima autoridad de los Caquetíos, cuando por mandato del emperador Carlos I de España, llega a tierra firme el primer Gobernador y Capitán General Ambrosio Alfinger, en representación de los Welser para explorar, fundar ciudades y explotar los recursos del amplio territorio comprendido entre el Cabo de la Vela y Maracapana (cerca de Barcelona).

Ante tal situación, Santa Ana de Coro es Capital de Venezuela entre los años de 1527 y 1545.

En 1993, la UNESCO declara a la ciudad como Patrimonio de la Humanidad gracias a su historia, cultura y su bien conservada arquitectura de la época colonial y republicana. Este es el primer sitio en Venezuela que se declara como tal.

2.- Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de El Tocuyo (El Tocuyo, estado Lara)

Fundada el 7 de diciembre de 1545 por el funcionario real Juan de Carvajal. Se comenta que, en medio de un “vacío de poder” a cargo de Phillipe Von Hutten, Juan de Carvajal movilizó a la mayoría de las familias de Santa Ana de Coro a un valle muy fértil con el fin de que allí pudieran sembrar y criar animales. Allí en el valle, ubicado junto al río Tocuyo, se estableció con estas familias fundando la ciudad de El Tocuyo y convirtiéndola en la nueva Capital de la Provincia de Venezuela.

En los años siguientes, de El Tocuyo saldrían diferentes expediciones para ir poblando ciudades en la Provincia de Venezuela. Por tal razón, desde entonces, se le califica como la “Ciudad Madre” de Venezuela.

El Tocuyo es Capital de Venezuela entre los años de 1545 y 1577.

3.- Nuestra Señora de la Anunciación de Nueva Valencia del Rey (Valencia, estado Carabobo)

Fue fundada el 25 de marzo de 1555 por Alonso Díaz Moreno. Valencia ha sido capital de Venezuela en tres ocasiones: la primera en 1812, durante la Guerra de Independencia y cuando los poderes públicos del Gobierno Provisional se trasladaron allí; la segunda inmediatamente después de la disolución de la Gran Colombia en 1830 y la tercera en 1858, luego del triunfo de la Revolución de Marzo.

Actualmente, Valencia es la ciudad más poblada de la Región Central y la tercera más poblada de Venezuela.

4.- Maracay (estado Aragua)

Fundada por Andrés Pérez Almarza en 1697. La “Ciudad Jardín”, como también se le conoce, ha sido capital de Venezuela en dos ocasiones: La primera en el año de 1814 y recordada por jugar un papel importante en la lucha de independencia de España; y la segunda entre los años de 1908 y 1936 durante la presidencia del Benemérito general Juan Vicente Gómez. En la primera ocasión, Maracay se erige capital cuando el generalísimo Francisco de Miranda establece allí su Cuartel General. En la segunda y por motivos similares, por ser el lugar desde donde el general Gómez gobernará la nación. La selección de Maracay, en esta ocasión, obedece a motivos meramente personales, ya que la ciudad, en su clima y en su paisaje, “le recuerda a su natal Táchira”.

En la actualidad, Maracay –además de ser capital del estado Aragua- se mantiene como una de las cinco ciudades más importantes de Venezuela.

5.- Santo Tomás de la Nueva Guayana de la Angostura del Orinoco (Ciudad Bolívar, estado Bolívar)

Se registra su fundación el 21 de diciembre de 1595 por Don Antonio de Berrío, procedente de la Nueva Granada. En el Congreso Constituyente de Angostura, el 15 de febrero de 1819, se decreta a la Ciudad de Angostura como Capital Provisional de Venezuela, hasta lograr la liberación de Venezuela, resolución que se consolida con la victoria en La Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821.

Este Congreso, celebrado en Angostura representa el segundo congreso constituyente de Venezuela y la razón histórica para que, entre los años de 1819 y 1821, ésta sea la Capital Provisional de Venezuela.

6.- Nuestra Señora de Guadalupe de La Victoria (La Victoria, estado Aragua)

No se tiene certeza en la fecha de su fundación. Existen dos versiones: una primera donde se señala que fue fundada en 1593 por el Capitán Francisco de Loreto, y la segunda que nombra como responsables al Capitán Pedro Gutiérrez de Lugo y al Padre Gabriel de Mendoza y como da fecha de fundación el 18 de noviembre de 1620.

Como conmemoración del Bicentenario de la Batalla de La Victoria, el 12 de febrero de 2014, el presidente de la República, Nicolás Maduro, suscribe el Decreto que la eleva como Capital Internacional y Cultural de Venezuela por un día, ganando además el reconocimiento como “Ciudad de la Juventud Venezolana” con la inauguración de los monumentos: Paseo Bicentenario de La Victoria y Parque Nacional Cerro de la Juventud. 

7.- Santiago de León de Caracas (Caracas, distrito Capital)

La actual Capital de Venezuela fue fundada el 25 de julio de 1567 por Diego de Losada. A la fecha, la ciudad de Caracas ha sido capital de Venezuela unas cinco veces en diferentes ocasiones: 1577 a 1812 en tiempos de la Provincia de Venezuela, 1813 a 1814 durante la Segunda República, 1817 a 1819 en la Tercera República, 1830 a 1908 entre los gobiernos de José Antonio Páez y Cipriano Castro y finalmente a partir de 1936, luego del fallecimiento del general presidente Juan Vicente Gómez y con la llegada al poder del general Eleazar López Contreras.

Caracas es el principal centro administrativo, financiero, político, comercial y cultural de Venezuela.

Pierde y recupera su Capital

El 12 de julio de 1821 cuando se promulga la Constitución de Cúcuta, también conocida como la Constitución de la Gran Colombia o Constitución de 1821, donde se crea Gran Colombia, ocasiona que la ciudad de Caracas pierda la capitalidad de la República de Venezuela.

Posteriormente, el 30 de abril de 1826, el general José Antonio Páez inicia un movimiento en la ciudad de Valencia, conocido como La Cosiata, con la finalidad de separar a Venezuela de la Gran Colombia.

El 22 de septiembre 1830, Venezuela se separa definitiva de la Gran Colombia y el 30 de mayo 1831, el Congreso de Venezuela fija definitivamente la capital de Venezuela en Caracas.

Fuente: CorreodeLara.com

Los “peros” son un arma u objeto volador no identificado, de uso muy frecuente en Venezuela y en todo el mundo hispánico, probablemente inspirado en el castizo cotilleo de la península. Coloquialmente se utiliza, en el mejor de los casos, como una manera inofensiva de temperar los desbordamientos y efusiones elogiosas a las que parece estamos obligados con el prójimo, particularmente y en proporción a la relevancia y poder del antes aludido prójimo.

Por ello y no obstante mi personal resistencia al expediente de los “peros”, voy a iniciar esta breve serie sobre María Corina Machado, quien luce destinada a erigirse –y a mi juicio ya lo ha hecho- como el referente y la líder de la sociedad civil venezolana, ya que se ha mantenido ajena a los vaivenes morales, éticos y estéticos de este proceloso mar, que excede los 24 años del “proceso”.

La crisis del liderazgo político es planetaria, en muy pocos momentos en la Historia se ha visto un más deplorable panorama de nulidades, y no solo en el plano intelectual, sino en virtudes, hábitos y costumbres que deberían ser normales sin necesidad de encomio, en cualquier ciudadano de “a pie” en cualquier lugar del globo, como gustan decir ahora.

Basta echar una ojeada, aun incluyendo a China y la India de tan ajena consistencia a la occidental, para reforzar esa sensación de vacío y orfandad.

No podemos negar la alta cuota de responsabilidad que tenemos todos, en la caótica dirección política de la oposición venezolana, frente a un régimen sencillamente impensable, que rebanó (y espero que se imaginen la escena) los logros materiales e institucionales alcanzados en 40 años de esfuerzos, muchas veces denodados, por darle al país una ilusión de progreso y permanencia.

En este alucinante panorama, que pareciera retrotraernos al “Bosco” y su jardín de horrores, ¿Cuáles son los “peros” de María Corina?

Resulta que de una evaluación crítica, objetiva, aséptica –hasta donde es posible- los pecados, falencias, deficiencias, defectos de la aspirante, en cualquier caso los que se le achacan terminan siendo risibles, los expedientes, negociados, coimas y abusos, que algún osado se atreve a inventar o insinuar, se han estrellado TODOS ante la escueta realidad de una vida austera, normal, ordenada. Es decir, ante la la escueta realidad de que no existen.

Es verdad que “la revolución bonita” de Chávez Frías prohijó un retortijón estético y un colapso ético, cuyos productos nos obligan a recordar a aquellos personajes surgidos a guisa de caricatura del antiguo régimen, que llamaron ”incroillables” que aterraran al buen gusto parisino, en plena Revolución francesa. Un charro exhibicionismo de lupanar de puerto. La estética de la «revolución bonita» –si es que tiene alguna- es la consagración del mamarracho. No obstante todo esto es banal, frívolo, prescindible, excedentario. He buscado en el arsenal de los críticos de María Corina, elementos de más peso, ocultos crímenes cobijados en algún funambulesco desván medieval. No veo nada consistente, ¡gracias a Dios!, que enturbie un perfil excepcional de cualidades, dedicación y buen gusto, aún haciéndoles caso, tendremos que luchar por una candidata valiente, inteligente, tenaz y para colmo de buen gusto. ¡Qué tragedia!

Es una fortuna para este devastado país que aún nos quede una adalid de tales cualidades y consistencia. A trabajar: María Corina ya…

Desde hace casi 20 años, la organización Foro Penal se ocupa de defender a los considerados presos políticos de Venezuela. Con 200 abogados y 6.000 activistas en todo el país, documentan los casos de detenciones arbitrarias, fallas en los  procesos judiciales, así como las denuncias de tortura y maltrato. El presidente del grupo, Alfredo Romero, ofrece a RFI una radiografía de la situación

El último reporte de Foro Penal, de fecha 4 de septiembre de 2023, da cuenta de 282 presos políticos en Venezuela. Casi la mitad no ha recibido condena y en casos extremos, ni siquiera han visto iniciar su juicio, lo que constituye una franca violación a la ley venezolana. Pero esa cifra no es tampoco un fiel reflejo de la realidad. Los números son aún más altos, según explica Alfredo Romero, de visita en los estudios de RFI en París.

“Existe lo que hemos denominado el efecto de ‘puerta giratoria’. Este tipo de regímenes – no sólo el venezolano sino también el cubano, el ruso y hasta el chino-  encarcelan personas y excarcelan otras al mismo tiempo, a los efectos de no sostener, digamos, un número de presos políticos. Lo digo porque el número real de presos, las personas que han pasado por las cárceles terribles políticas en Venezuela, superan los 15.700 solo desde el año 2014, es decir, desde el año del actual gobierno de Nicolás Maduro.

Cuando hablamos de un preso político no es sólo una prisión arbitraria, hay una intención política detrás de la prisión. Incluso hay personas que han estado encarceladas por supuestamente asesinar a alguien y es simplemente un invento, una creación a los efectos de encarcelar a alguien que querían excluir del juego político. Puede ser un estudiante que protesta en las calles o ciertos líderes políticos. Muchos de los que competían políticamente con el gobierno actual estuvieron presos en algún momento, luego fueron  excarcelados y tuvieron que salir del país.

RFI: ¿En qué condiciones están encarceladas estas personas, estos presos políticos? 

Alfredo Romero: Hay dos centros de reclusión que son los peores.  Por el aislamiento, por la falta de posibilidad de visitas incluso de los abogados. Uno de ellos es la Dirección General de Contrainteligencia Militar, que es lo que se conoce como el DGCIM.  Un edificio en el sector Boleíta de Caracas, donde lamentablemente hasta ahora se han denunciado muchos casos de torturas, documentados incluso por la Organización de Naciones Unidas, por la Misión de Determinación de Hechos.

El otro lugar es el Helicoide, que es la sede de los servicios de inteligencia civil. Es el Servicio Bolivariano de Inteligencia. En esos dos sitios se encuentran los presos políticos más emblemáticos, como Javier Tarazona, defensor de Derechos Humanos, Roland Carreño, periodista que trabajaba con Leopoldo López. Está Edwin Marín Chaparro, un militar que se convirtió en enemigo importante del Gobierno. Se encuentran dos ciudadanos estadounidenses presos que se retienen como una especie de rehenes para negociaciones con el gobierno de Estados Unidos.

Esos dos sitios son bastante particulares, donde las personas salen realmente con problemas psicológicos graves.

RFI:  La Corte Penal internacional ha iniciado una investigación formal sobre distintos hechos en Venezuela. Hablamos de persecución política, detenciones arbitrarias, tortura, violencia sexual. Crímenes que habrían sido cometidos por autoridades civiles, miembros de las Fuerzas Armadas venezolanas, aliados o simpatizantes del gobierno de Maduro. ¿En qué estatus está esa investigación sobre Venezuela por parte de la CPI? 

Alfredo Romero: El caso de Venezuela es excepcional, es el único país de todo el continente americano que tiene una investigación por crímenes de lesa humanidad. De hecho, que se haya abierto una investigación formal, implica que ya existen suficientes evidencias para determinar que se han cometido crímenes de lesa humanidad. Es decir que eso no están en duda.  Ahora, ¿quién los cometió? ¿Quiénes son los perpetradores? Eso es lo que se va a establecer ahora, pero formalizar una acusación contra personas específicas puede tomar mucho más tiempo.

¿En qué momento va a haber una acusación específica? ¿En qué momento va a salir una orden de captura contra alguien o una orden de comparecencia para que la persona asista y se lleve a cabo un proceso? No lo sabemos específicamente, pero no creo que tarde mucho. 

RFI: Alfredo Romero, ya para finalizar queríamos hablar un poco sobre su visita aquí a París. Está presentando el documental llamado “En Clave de Justicia”, hecho por Foro Penal, que mezcla música con testimonios de presos políticos y sus familiares. ¿Cómo se combinan esos dos elementos, qué es lo que se muestra exactamente en ese documental? 

Alfredo Romero: A veces es difícil entender a un abogado como yo, admitido ante la Corte Penal internacional, que además soy músico. Yo siempre he dicho que primero soy ser humano, luego músico y luego abogado. En ese orden. La música ha sido un canal de comunicación infalible, maravilloso, en el tema de derechos humanos.  Nadie se puede negar a la música cuando en cada canción hay un mensaje de libertad de algún preso político o una denuncia sobre una víctima de alguna tortura.

El documental es un recorrido por toda Venezuela en la época de la pandemia.  Llegábamos a pueblos remotos con unas cornetas – a veces totalmente acústico porque no había electricidad-  y la gente se acercaba. Cantábamos las canciones y las víctimas del sector hablaban de sus casos. ‘Que aquella fue torturada, que su hijo fue encarcelado, que su hijo fue asesinado, que su padre está preso en tal lugar…’ Y la persona que venía a escuchar se sentía muy identificada porque, lamentablemente, todos en Venezuela son víctimas de algo. Entonces había una compenetración en ese ambiente y así lo hicimos en diferentes lugares del país.

También es un poco curioso porque la gente me ve a mí y a Gonzalo Himiob, que es el vicepresidente del Foro Penal, como abogados formales que hablan de derecho.  Y de repente nos ven con una guitarra, cantando, vestidos con una franela, en un pueblo remoto. Y a la gente le llama la atención ese contraste, ¿no? 

Por:Andreina Flores para Radio France International RFI

Por Beatrice E. Rangel

El 1 de enero de 1942, los Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, China y otras 22 naciones enfrentadas a Alemania, Japón e Italia, establecieron una coalición en la que los miembros se comprometieron a trabajar para el establecimiento de un sistema de seguridad internacional incluyente y efectivo. El Presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt sugirió el nombre de Naciones Unidas. Y así se quedó para siempre.

En las deliberaciones para su creación se insistió en crea una organización internacional en la cual estuviesen representadas todas las naciones del mundo y cuyos objetivos principales serian evitar guerras; prevenir conflictos y fomentar el desarrollo.

Cuando se inició el diseño de la arquitectura institucional la mayoría de las democracia liberales se pronunciaron por el establecimiento de un cuerpo directivo capaz de proteger la paz; evitar intervenciones militares y dirimir conflictos antes de que estos se tornaran en guerras. Y estos objetivos sirvieron de argumento para la creación del derecho a veto para los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

Si juzgásemos estas premisas a partir de la evidencia empírica llegaremos a la conclusión que quienes así justificaron la entronización del derecho a veto estaban todos aplazados en geopolítica. Porque para comenzar los grande beneficiarios de estas políticas fueron precisamente quienes tenían y aun tienen el poder de fomentar guerras y realizar intervenciones militares exitosas. Y una vez ejecutadas este tipo de políticas la mejor forma de evadir la acción de la comunidad internacional es mediante el veto. Así quedó demostrado en el uso de este recurso. Desde la creación de las Naciones Unidas Rusia ha recurrido 120 veces al veto en 78 años. Estados Unidos, por su parte, ha recurrido al veto 82 veces. En síntesis Estados Unidos y Rusia han sido los usuarios más recurrentes del veto.

Desde le punto de vista de la protección de la paz el derecho a veto no ha sido capaz de impedir 285 conflictos armados que incluyen la Guerra de Corea; La Guerra de Vietnam; la Guerra Irán-Irak; la invasión de Afganistán por la Unión Soviética, la invasión de Irak por los estados Unidos y la invasión de Ucrania por Rusia. En términos de recursos destinados, bajas e impacto económico estas guerras sumadas compiten con la destrucción de la Segunda Guerra Mundial.

Ni hablar de invasiones militares ya que estas han estado a la orden del día desde 1945 sobre pasando 300 en los últimos 75 años. En este siglo la Segunda Guerra del Congo; la limpieza étnica ejecutada en Ruanda; la guerra civil de Siria; el conflicto de Darfur; el actual conflicto de Sudan y la Guerra de Yemen prometen sobrepasar la destrucción de la Segunda Guerra Mundial.

En síntesis, la idea que dándole poder de voto a cinco naciones iba a establecer un dispositivo de estabilidad que impediría destruir la paz y que aparecieran conflictos han probado estar equivocada. La evidencia así lo demuestra y nos indica que llego la hora de hacer que el consejo de Seguridad tome sus decisiones por mayoría calificada como ocurre en toda democracia. Porque el sistema del veto no solo ha resultado inútil para los propósitos de la ONU sino que ha creado una parálisis en la organización que le impide actuar de manera eficiente. Y es por ello qué según encuestas de opinión de firmas acreditadas el 60% de la ciudadanía de 70 países del mundo piensa que habría que abolir las Naciones Unidas.

La magnitud y rapidez de la diáspora venezolana ha convertido este tema en asunto de discusión frecuente entre venezolanos y gente que sigue con atención lo que ocurre en el país. No es para menos. La emigración ocurrida desde el 2015 hasta ahora, estimada en unos 8 millones de connacionales, representa la diáspora más grande del mundo cuando se le considera como porcentaje de la población de origen. Con 30 millones, la china es la más grande en términos absolutos, pero ese número solo representa el 3,5% de la población de China.

En nuestro caso se trata del 25% de lo que era la población venezolana hace apenas unos años. Si el gigante asiático hubiese sufrido una hemorragia poblacional de la magnitud venezolana, eso se traduciría en 361 millones de chinos viviendo fuera de su país, lo cual equivaldría a una población mayor que la de todos los Estados Unidos hoy. El otro hecho significativo es la rapidez con que se ha producido esa salida de compatriotas. Mientras que la emigración china es una historia de décadas, cuando menos, la de Venezuela es algo de muy pocos años, producto exclusivo del régimen chavista.

“Los venezolanos que siguen en Venezuela son los que, aún sin saberlo o  proponérselo, hacen que siga existiendo un país llamado Venezuela por el cual se batalla”

Al tiempo que se relatan las enormes penurias y dificultades que una gran mayoría de estos emigrantes venezolanos enfrentan para escapar de las calamidades chavistas, se celebran también sus capacidades para salir adelante, establecerse en territorios distantes, y emprender nuevas actividades en las cuales resultan muchas veces exitosos. En realidad, la literatura sobre los emigrantes en general habla de algunas cualidades particulares que poseen estos individuos, entre las cuales destaca su capacidad de emprendimiento.

Se señala que una persona dispuesta a salir de donde está para tratar de comenzar una nueva vida en un lugar distante, posiblemente nada familiar, cuyo idioma y costumbres no conoce, es una persona con alta motivación al logro y capacidad para tomar riesgos, factores muy asociados al talento emprendedor. Por esta razón, en la medida en que esa diáspora se mantenga conectada con el país de alguna forma, ella representa un activo valioso para cuando llegue la oportunidad de la reconstrucción nacional, conjuntamente con los valerosos venezolanos que han elegido quedarse en su tierra natal, a quienes también hay que recordar y honrar por su coraje.

Al enaltecer las virtudes de los que han emigrado no olvidamos a los héroes anónimos que permanecen en el país resistiendo al régimen de mil maneras. A ellos no les toca cruzar el Darién. Viven en el Darién. Los que se quedan en Venezuela por decisión propia, junto a los que permanecen allí por no tener la posibilidad de algo distinto, no solo luchan por sobrevivir, sino que también desempeñan un papel crucial en mantener viva la llama de la esperanza por la recuperación del país. Son el punto de referencia de aquello por lo que se está luchando. En un sentido más profundo se mantienen como guardianes de la identidad venezolana, garantizando que las futuras generaciones puedan conectarse con sus raíces. La resiliencia es una de las cualidades más admirables que se puede poseer, y es una característica inherente a aquellos que han decidido quedarse en Venezuela. Han aprendido a adaptarse a circunstancias cambiantes, a encontrar soluciones creativas y a mantener la cabeza en alto, incluso en los momentos más difíciles.

Los venezolanos que siguen en Venezuela son los que, aún sin saberlo o proponérselo, hacen que siga existiendo un país llamado Venezuela por el cual se batalla. Muchos de ellos, cuando abren el grifo que no da agua, cuando pasan el suiche de una luz que no prende, cuando se paran en una estación de gasolina donde no hay gasolina, mantienen la demanda y la presión de un país que quiere ser normal, que quiere vivir como un país civilizado. Ellos mantienen en jaque al régimen. Están escribiendo la historia de un país que se niega a rendirse. A través de pequeñas victorias cotidianas, están sentando las bases para un mañana que refleje la fuerza y la determinación del pueblo venezolano.

En última instancia, al celebrar el valor de los que se van celebramos también el valor de los que se quedan en Venezuela, reconociendo y honrando la resiliencia y el sacrificio de aquellos que día a día enfrentan la adversidad en nuestra tierra natal. Ellos mantienen viva la llama de la esperanza y construyen los cimientos de un futuro digno de la lucha que están librando. Son el alma valiente de Venezuela, y su legado será recordado con gratitud y admiración por las generaciones venideras. A mis compatriotas que viven en Venezuela hago este reconocimiento.

Este artículo fue publicado originalmente en La Gran Aldea el 20 septiembre 2023

A medida que nos acercamos a la celebración de las primarias organizadas por la oposición se acerca también una encrucijada que luce inevitable. Se trata de lo que sucederá el día después de las primarias, cuando se conozca el nombre de la persona ganadora en ese proceso.  ¿Cómo reaccionará ante esa encrucijada el régimen de Nicolás Maduro, cómo reaccionará la oposición, cómo reaccionará el mundo exterior que observa nuestros acontecimientos?

Ya nadie desconoce el acentuado favoritismo del cual disfruta María Corina Machado. Su triunfo aparece como el más probable de los resultados de esa primaria.

Al concretarse su victoria surgirá de inmediato una primera encrucijada: ¿aceptará el régimen de Nicolás Maduro a María Corina Machado como candidata de la oposición para las elecciones presidenciales de 2024? Aunque en este momento pesa sobre ella una “inhabilitación”, caprichosamente impuesta por el régimen como maniobra política, ello no excluye la posibilidad de que consideraciones estratégicas por parte del régimen y factores de presión externos puedan llevar a levantar tal sanción, de la misma manera unilateral como fue impuesta.

Si ello no sucediera María Corina Machado y Venezuela estarían ante una segunda encrucijada, (a), aceptar la inhabilitación y lograr la aceptación del régimen y el respaldo unificado de la oposición para que la ganadora “inhabilitada”, gozando de la aceptación popular, pueda designar su remplazo, o, (b), seguir adelante con su candidatura, con el apoyo popular, enfrentando una inhabilitación a todas luces arbitraria, lo cual provocaría una crisis política doméstica y regional de resultados impredecibles.

Las dos alternativas

La primera alternativa sería de naturaleza fundamentalmente estratégica y creo que obtendría el apoyo de la sociedad civil en su dimensión más amplia. Más difícil sería obtener el apoyo del grupo de partidos que integran el frente opositor, a pesar de ser un paso lógico y estratégicamente válido, dada la existencia de agendas fuertemente personalistas en el seno de esa oposición.

El  mérito estratégico de esta alternativa pudiera ser muy grande si María Corina logra designar un remplazo que posea un calibre democrático y de liderazgo similar al exhibido por ella. No digo con esto que su remplazo deba ser de su mismo nivel carismático, puede serlo menos, pero si deberá poseer su mismo nivel democrático y de integridad ciudadana, ya que – de ganar – su gobierno deberá estar identificado plenamente con las actitudes políticas y cívicas que le han dado a María Corina Machado su inmensa popularidad. Existen venezolanos de las características deseadas de integridad, honestidad y competencia y de las condiciones físicas y mentales necesarias para representar dignamente esa candidatura ((yo puedo pensar en, al menos, tres).

La segunda alternativa tendría una naturaleza fundamentalmente principista y encarnaría el lema que ha animado la candidatura de María Corina Machado, ese de ir hasta el final. Se presentaría su victoria electoral en las primarias como la expresión verdaderamente legítima de la voluntad popular, en contraste con la decisión arbitraria de su inhabilitación, la cual –puede argumentarse– representa un acto de poder abusivo, llevado a cabo por un régimen ilegítimo, tanto de origen como de comportamiento. No sería incorrecto catalogar la maniobra del régimen de inhabilitar a candidatos que pueden derrotarlo como un  golpe de estado, práctica criminal que se ha hecho costumbre en estados fallidos como Venezuela y Nicaragua.

Me adhiero a los principios

No puedo ocultar mi preferencia por la segunda alternativa, ya que está en línea con lo que Max Weber denominó la ética por convicción, es decir, el hacer lo que se debe hacer en adhesión a principios y valores de rango universal, sin que las consecuencias de la decisión la influyan. No se puede negar que esta es la alternativa más arriesgada, ya que plantearía un conflicto político y social de primer orden en el país y, probablemente, en la región.  La otra alternativa arriba descrita sería más afín a lo que se ha llamado ética de responsabilidad, la cual representa una actitud respetable, aunque la veo como de efecto a corto plazo, sin que vaya a resolver la cuestión de fondo que afecta la vida, el alma misma, de la nación, la cual tiene que ver con Venezuela como país de libertad y de justicia o como país que tolera la coexistencia pacífica con liderazgos criminales.

La médula, la esencia del problema venezolano de hoy es ético, no estratégico, no es de corto plazo sino de largo plazo, su enfermedad no es tanto del cuerpo como del alma. Por ello, su intento real de solución deberá abordarse en adhesión a principios y valores que son universales e inmutables y que no dependen de la coyuntura. Por ello parece necesario enfrentar el problema venezolano desde una perspectiva principista, aunque ello sea el camino más difícil, en lugar de hacer concesiones a un régimen claramente represivo e ilegítimo.

En Venezuela abundan hoy los líderes políticos de corte tradicional quienes ven la posible solución del dilema nacional desde una perspectiva pragmática, de acomodo con el régimen, lo cual lleva a la aceptación de “comer sapos” para obtener concesiones del régimen. Estos grupos definen a quienes hablan de principios como rígidos fanáticos y hasta como sedientos de sangre y de violencia. Ello obedece a una tendencia actitudinal histórica basada en lazos de amistad y de lealtades tribales, más que en la aplicación impersonal de la ley. El precio que hemos tenido que pagar por este enfoque de amable celestinaje ha sido alto, el de una sociedad donde hoy impera la impunidad y donde la viveza criolla y la audacia irresponsable son objeto de admiración. Esta tendencia ha llevado a parte de nuestro liderazgo a la colaboración con el régimen, a suprimir el conflicto al costo de la entrega moral, lo que he llamado en otros escritos “barrer la basura debajo de la alfombra”.

Cuando se abandona el blanco y negro ético se entra en el mundo del gris moral, de infinitos matices, una selva del espíritu en la cual es casi inevitable perdernos.

Conclusión

En base a estas consideraciones, soy partidario de ir hasta el final, aunque respetaría la alternativa estratégica de nombrar un reemplazo para destrancar el juego, solo si María Corina es quien tenga la última palabra sobre su identidad, la cual debe poseer impecables credenciales. Tal alternativa más pragmática no llevaría a torcer el rumbo positivo de la nación en el largo plazo, ni obligaría a comer sapos.

Vía Statista

El 15 de septiembre es el Día Internacional de la Democracia y este año el tema es “Empoderar a la próxima generación”. Según la ONU, esto pretende centrar la atención «en el papel esencial de los jóvenes en el avance de la democracia y en garantizar que sus voces sean incluidas en las decisiones que tienen un profundo impacto en su mundo».

Esta infografía, basada en un análisis recopilado por Our World in Data, destaca cuán frágil puede ser la democracia. La proporción del mundo que vive en una democracia electoral o liberal alcanzó su punto más alto en el año 2000, cuando la cifra era del 54 por ciento. 

Esto sufrió una fuerte caída en 2019, cayendo del 50 por ciento a solo el 32. Si bien la fragilidad de la democracia también es evidente en otras partes del gráfico, este es el ejemplo más dramático durante el período evaluado.

La principal causa de esta disminución fue la India y su degradación por parte de Freedom House a una «democracia parcialmente libre» y a una «autocracia electoral» por parte del Instituto V-Dem de la Universidad de Gotemburgo desde la victoria de Modi en las elecciones del país de 2019. 

Esta última degradación se justificó por la supuesta «presión creciente sobre las organizaciones de derechos humanos, la creciente intimidación de académicos y periodistas y una serie de ataques intolerantes, incluidos linchamientos, dirigidos a musulmanes», que provocaron un «deterioro de los derechos políticos y las libertades civiles».

El ascenso de la democracia ha sido uno de los mayores logros humanos colectivos del último siglo, ya que ha permitido que grandes porciones de la población mundial vivan en relativa libertad y tengan la capacidad de alterar la política y la sociedad de su país. ¿Esta expansión ya ha alcanzado su punto máximo?

En las siguientes líneas voy a enumerar algunos de los factores por los cuales en este momento usted –quien lee este artículo– tiene que pasar horas y horas, hasta dormir, en las colas de las estaciones de servicio para surtir gasolina a su automóvil.

1-. Cuando Hugo Chávez Frías llegó al poder inició un proceso paulatino y acelerado de desprofesionalización de la industria petrolera nacional, reemplazando la meritocracia por la partidocracia petrolera.

2-. Aunado a lo anterior, Petróleos de Venezuela (PDVSA) centró sus nuevos esfuerzos y recursos no a la producción o mantenimiento de la empresa, sino al desarrollo de una estrategia de intervención de la industria en asuntos políticos. 

Es decir, PDVSA pasó de extraer y refinar petróleo a ser una oficina de activismo y financiamiento político.

3-. La corrupción que emergió en el seno de la Pdvsa roja, rojita hizo que enormes cantidades de recursos se perdieran, dejando así de reinvertir en la adecuación de procesos, mejoramiento de equipos y mantenimiento de los mismos en el del holding estatal.

4-. Hugo Chávez aprovechó el aumento exhorbitante de precio del barril de petróleo para forjarse un liderazgo internacional a punta de petrodólares. Destinó millones y millones a estructurar su imagen en el plano internacional, dejando a la industria a la intemperie. 

5-. ¡Cuba! ¡Cuba! Primero Chávez y después Nicolás Maduro han enviado miles y miles de barriles de crudo venezolano a la isla caribeña, para que el gobierno de La Habana no solo satisficiera su demanda interna sino que vendiera nuestro petróleo en el mercado internacional. Entiéndase, el petróleo venezolano competía con su propio petróleo pero vendido por los cubanos.

6-. Asimismo, crearon ese adefesio de PetroCaribe que sólo sirvió para que un monto de islas chuparan el petróleo nacional sin pagar lo justo y lo necesario por el mismo. A estas alturas nadie tiene claro cuánto en verdad nos adeudan todas las naciones del Caribe.

7-. Aunado a todo esto, la fuga de capital humano –capacitado y experimentado– dejó a nuestra principal industria sola y en las peores manos posibles, lo que explicaría el actual caos operativo, entre otras cosas.

8-. El mayor desfalco de la historia; era un secreto a voces, sin embargo ya tenemos algo de claridad, el señor Tareck El Aissami estuvo detrás del mayor robo de la historia de algún Estado o empresa. Una cifra incalculable y caos impronunciable fue lo que saquearon los amigos de El Aissami,  y aún nos falta por conocer mucho más.

Por todas estas razones, y otras tantas que se quedaron en el tintero, usted apreciado lector tiene que pasar calamidades para poder echar combustible. 

Por esa razón el país de la mayor reserva petrolera del mundo no tiene gasolina para su gente y por eso las calles no tienen asfalto para estar adecuadamente pavimentadas.

Por estas causas regresa el racionamiento de carburante, y por estos motivos es que necesitamos un nuevo gobierno, eficiente, serio, responsable y liberal que transforme al país para bien.

Así o más claro.

Las importaciones por parte de Brasil de combustibles de Rusia han aumentado el 370 % entre enero y agosto respecto al mismo periodo del año pasado, totalizando 2.600 millones de dólares en estos ocho meses, según estadísticas oficiales brasileñas

Brasil ha aumentado en un 370 % sus importaciones de diésel ruso en lo que va de año, pero el ministro brasileño de Minas y Energía, Alexandre Silveira dijo a EFE que este incremento se debe a los precios y no está motivada “en absoluto” por cuestiones diplomáticas.

Silveira explicó que el diésel ruso estaba a precios “extremadamente competitivos” desde comienzos de año, pero aseguró que “hace poco más de un mes ese ciclo está disminuyendo”.

Esto no tiene absolutamente nada que ver con relaciones diplomáticas internacionales. Esto tiene que ver con el mercado interno”, aseveró Silveira, quien se encuentra en Nueva York para presentar los proyectos de transición energética del Gobierno brasileño ante la ONU y ante inversores internacionales.

Las importaciones por parte de Brasil de combustibles de Rusia han aumentado el 370 % entre enero y agosto respecto al mismo periodo del año pasado, totalizando 2.600 millones de dólares en estos ocho meses, según estadísticas oficiales brasileñas.

Este fuerte incremento ha situado a Rusia como el segundo proveedor de combustibles de Brasil tan solo por detrás de Estados Unidos, país al que, en el mismo periodo, ha reducido sus compras de combustibles en un 61 %, hasta los 3.400 millones de dólares.

El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está manteniendo una posición neutral en la guerra de Ucrania y ha defendido en foros internacionales el cese inmediato de las hostilidades, para la búsqueda de una solución pacífica negociada entre Kiev y Moscú.

Silveira responsabilizó de los altos precios de los combustibles en el mercado brasileño a las políticas “irresponsables” del expresidente Jair Bolsonaro por “desmantelar” las refinerías que estaban en construcción en el país.

En ese sentido, aseguró que el Gobierno de Lula trabaja para retomar esas obras, con el objetivo de elevar la producción interna de combustibles y alcanzar la autosuficiencia en diésel y gasolin

Brasil es un país productor y exportador de crudo, pero debido a su baja capacidad de refino se ve obligado a importar derivados para atender a su demanda interna.

Vía Visual Capitalist

En 2022, se generaron 29.165,2 teravatios hora (TWh) de electricidad en todo el mundo, un aumento del 2,3% respecto al año anterior.

En esta visualización, analizamos los datos de la última  Revisión estadística de la energía mundial y preguntamos qué impulsó al mundo en 2022.

El carbón sigue siendo el rey

El carbón sigue liderando la carga en lo que respecta a la electricidad, representando el 35,4% de la generación de energía mundial en 2022, seguido por el gas natural con un 22,7% y la hidroeléctrica con un 14,9%.

Más de las tres cuartas partes del total de la electricidad generada con carbón en el mundo se consumen en sólo tres países. China es el principal usuario de carbón y representa el 53,3% de la demanda mundial de carbón, seguida de India con un 13,6% y Estados Unidos con un 8,9%.

La quema de carbón (para generar electricidad, así como para la producción de metalurgia y cemento) es la  mayor fuente de emisiones de CO2 del mundo. Sin embargo, su uso en la generación de electricidad ha crecido un 91,2% desde 1997, año en que se firmó el primer acuerdo climático global en Kioto, Japón.

Energías renovables en aumento

Sin embargo, aunque las energías no renovables disfrutan de su tiempo bajo el sol, sus días podrían estar contados.

En 2022, las energías renovables, como la eólica, la solar y la geotérmica, representaron el 14,4% de la generación eléctrica total con una extraordinaria tasa de crecimiento anual del 14,7%, impulsada por grandes ganancias en la energía solar y eólica. Los no renovables, por el contrario, sólo lograron un anémico 0,4%.

Los autores de la Revisión Estadística no incluyen la energía hidroeléctrica en sus cálculos de energía renovable, aunque muchos otros, incluida la  Agencia Internacional de Energía , la consideran una “tecnología de energía renovable bien establecida”.

Con la hidroelectricidad trasladada a la columna de energías renovables, juntas representaron más del 29,3% de toda la electricidad generada en 2022, con una tasa de crecimiento anual del 7,4%.

El horrible año nuclear de Francia

Otro gran avance en el informe de este año fue la energía nuclear.

Además de las interrupciones en la  planta de energía nuclear de Zaporizhzhia  en Ucrania, los cierres de la flota nuclear de Francia para abordar  la corrosión  encontrada en los sistemas de inyección de seguridad de cuatro reactores provocaron una caída del 4% en el uso global, año tras año.

La cantidad de electricidad generada mediante energía nuclear en ese país cayó un 22% hasta los 294,7 TWh en 2022. Como resultado, Francia pasó de ser el mayor exportador mundial de electricidad a un importador neto.

Impulsando el futuro

Convertir la energía mecánica en energía eléctrica es un proceso relativamente sencillo. Las centrales eléctricas modernas son maravillas de la ingeniería, sin duda, pero siguen funcionando según el mismo principio que el primer generador inventado por  Michael Faraday  en 1831.

Pero cómo se obtiene la energía mecánica es donde las cosas se complican: el carbón impulsó la primera revolución industrial, pero calentó el planeta en el proceso; el viento es libre y limpio, pero poco fiable; y la fisión nuclear genera de forma fiable electricidad libre de emisiones, pero también genera residuos radiactivos.

Con  temperaturas récord  en todo el mundo durante el verano, resolver estas tensiones no es sólo académico y el informe del próximo año podría ser una prueba crucial del compromiso mundial con un futuro de energía limpia.

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