Vía The Brighter Side
En 2020, se publicó en línea un artículo que describía la creación de una posible terapia que podría usarse para combatir todas las cepas conocidas de la gripe. Una semana después, el primer caso de SARS-CoV-2 confirmado en laboratorio desencadenó la pandemia de COVID-19 de dos años y medio de duración en los Estados Unidos.
Curiosamente, antes de la llegada del virus que cerró temporalmente su trabajo, el equipo de estudio internacional detrás del artículo sobre la influenza también investigó estas terapias derivadas del banano (cambur) para los coronavirus. «En ese momento pensamos que MERS sería el gran objetivo, lo que nos preocupaba debido a su tasa de mortalidad del 35 %», dijo David Markovitz, MD, profesor de medicina interna, División de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
MERS, o Síndrome Respiratorio del Medio Oriente, provocó un breve brote en 2015 y resultó en 858 muertes confirmadas. Un artículo en Cell Reports Medicine detalla la eficacia de H84T-BanLec contra todos los coronavirus conocidos que infectan a humanos, incluido el MERS, el SARS original y el SARS-CoV-2, incluida la variante Omicron. Markovitz está acompañado por dos autores principales, Peter Hinterdorfer, Ph.D., del Instituto de Biofísica de la Universidad Johannes Kepler y Kwok-Yung Yuen, MBBS, MD, de la Universidad de Hong Kong. El primer autor del artículo es Jasper Fuk-Woo Chan, MD, de la Universidad de Hong Kong.
«Cuando ocurrió el COVID-19, por supuesto, queríamos estudiar el potencial de la terapia y descubrimos que era eficaz contra todo tipo de coronavirus, in vitro e in vivo», dijo Markovitz. «Ya sea administrado sistémicamente o por la nariz en modelos animales, o profiláctica o terapéuticamente al principio de la enfermedad, funcionó».
H84T-BanLec se deriva de una lectina (una proteína de unión a carbohidratos) aislada de la fruta del banano. Logra sus notables capacidades de bloqueo viral al unirse a los glicanos con alto contenido de manosa, polisacáridos que están presentes en la superficie de los virus, pero muy raramente en las células humanas sanas normales. Después de unirse, el virus no puede ingresar a las células para infectarlas.
Usando microscopía de fuerza atómica y métodos relacionados, el equipo confirmó que H84T desarrolla múltiples enlaces fuertes con la proteína espiga, lo que, dijo Markovitz, probablemente explica por qué es difícil que un coronavirus sea resistente a la lectina.
A pesar de su potencial antiviral, las lectinas se han evitado tradicionalmente como posibles terapias porque son proteínas que pueden estimular el sistema inmunológico de una manera potencialmente dañina, explica Markovitz. Sin embargo, H84T-BanLec se modificó para eliminar este efecto y no mostró efectos perjudiciales en los modelos animales.
Si bien actualmente existen varios tratamientos para el COVID-19, incluidos remdesivir, Paxlovid y anticuerpos monoclonales, tienen niveles variados de efectividad, efectos secundarios y facilidad de uso, y muchos han demostrado ser menos efectivos a medida que el SARS-CoV-2 continúa evolucionando.
H84T-BanLec es una promesa única, según el equipo, porque es eficaz contra todas las variantes del coronavirus, así como contra los virus de la influenza. Markovitz y el equipo esperan que la terapia dé el paso más difícil de modelos animales a pruebas en humanos. El equipo prevé un aerosol nasal o gotas que se pueden usar para prevenir o tratar las infecciones por coronavirus e influenza en situaciones estacionales y pandémicas.
Además, el potencial del uso de H84T-BanLec contra las células cancerosas podría ser un avance significativo en la lucha contra el cáncer. Si bien se necesita más investigación para explorar la posibilidad de usar H84T-BanLec en la terapia del cáncer, sus resultados prometedores contra los coronavirus y los virus de la influenza lo convierten en una adición potencialmente valiosa al arsenal de tratamientos para diversas enfermedades infecciosas.
A medida que el mundo continúa lidiando con la pandemia de COVID-19 y la amenaza constante de enfermedades infecciosas emergentes, la necesidad de tratamientos efectivos y accesibles sigue siendo primordial.
La capacidad única de H84T-BanLec para atacar una amplia gama de virus podría convertirlo en un arma valiosa en esta lucha, y los investigadores continúan trabajando para aprovechar su potencial en forma de terapias humanas seguras y efectivas.
Otros estudios que utilizan proteínas de plátano para combatir el SARS-CoV-2
Desde la publicación del artículo en Cell Reports Medicine en enero de 2020 mencionado anteriormente, los investigadores han seguido investigando el potencial de las lectinas derivadas del banano como terapia para el SARS-CoV-2 y otros coronavirus.
Un estudio publicado en la revista Agentes antimicrobianos y quimioterapia en octubre de 2020 examinó las propiedades antivirales de una lectina de plátano diferente, llamada BanLec. El estudio encontró que BanLec fue efectivo para bloquear la entrada de SARS-CoV-2 en las células pulmonares humanas in vitro, lo que sugiere que podría ser un candidato prometedor para un mayor desarrollo como terapia para COVID-19.
Otro estudio publicado en la revista Frontiers in Pharmacology en diciembre de 2020 investigó la actividad antiviral de una lectina de la planta de banano contra el SARS-CoV-2 y otros coronavirus. El estudio encontró que la lectina, llamada Musa acuminata agglutinin (MAA), pudo inhibir la entrada del SARS-CoV-2 y otros coronavirus en las células huésped. Los investigadores notaron que MAA podría convertirse en un aerosol nasal u otra forma de terapia de inhalación para prevenir o tratar la COVID-19 y otras infecciones por coronavirus.
Además de las lectinas derivadas del banano, los investigadores también han investigado otros compuestos derivados de plantas como terapias potenciales para el COVID-19. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Molecules en octubre de 2020 examinó la actividad antiviral de los compuestos de la planta de grosella espinosa india contra el SARS-CoV-2. El estudio encontró que los compuestos pudieron inhibir la replicación del virus in vitro, lo que sugiere que podrían ser candidatos prometedores para un mayor desarrollo como terapias para el COVID-19.
Si bien estos estudios ofrecen resultados prometedores, es importante señalar que se necesita más investigación para determinar la seguridad y eficacia de estos compuestos derivados de plantas como terapias para el COVID-19 y otros coronavirus. No obstante, el potencial de estos compuestos naturales para proporcionar un nuevo enfoque para el tratamiento de infecciones virales subraya la importancia de continuar explorando la gran diversidad de especies de plantas en busca de nuevos agentes terapéuticos.