Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

Venezuela podría estar al borde de un retorno histórico a la democracia, un cambio que resonaría en toda América Latina y abriría el camino para que millones de venezolanos que han huido de la represión y el colapso económico regresen a casa.

Por: Roberto Patiño – The New York Times

Pero Venezuela no puede hacerlo sola.

Antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio, la oposición fragmentada del país se unió para respaldar a un único candidato presidencial, Edmundo González, quien lidera las encuestas por más de 20 puntos. La oposición abandonó la estrategia de boicot al voto y ha llevado a cabo una campaña enérgica y organizada que, a pesar de los intentos cada vez mayores del gobierno por infundir miedo en el electorado, ha logrado cautivar a los venezolanos. Según una encuesta reciente, dos tercios de los votantes registrados planean emitir su voto este mes, en comparación con el 46 por ciento de los votantes que se presentaron en las últimas elecciones presidenciales, en 2018.

Pero el mismo obstáculo se interpone en el camino de unas elecciones libres y justas que ha estado presente durante la última década: el presidente Nicolás Maduro. La democracia de la nación se ha marchitado bajo su mandato, junto con su economía. Existe una posibilidad muy real de que, si se enfrenta a una derrota electoral, Maduro y sus aliados manipulen los resultados, no solo para aferrarse al poder sino también para evitar ir a prisión. El presidente, miembros de su gobierno, la élite militar y otros aliados enfrentan cargos criminales por parte del Departamento de Justicia de EE. UU., recompensas del Departamento de Estado de EE. UU., sanciones individuales y una investigación de la Corte Penal Internacional sobre crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen.

Todavía se puede evitar que opten por ese camino. Estados Unidos puede apoyar al pueblo venezolano en su lucha por la democracia creando una salida legal para Maduro y sus aliados, de modo que, si pierden las elecciones, acepten ceder el poder. Es una oportunidad que no se presentará nuevamente pronto, y la ventana para aprovecharla se está cerrando rápidamente. Sin ella, un escenario probable después de las elecciones será más represión, más migración forzada y más sufrimiento.

¿Cómo sería una salida negociada para Maduro? Washington podría hacer una oferta sólida y creíble de que no procesará legalmente a Maduro ni a su círculo de aliados si reconocen una derrota electoral y abandonan el poder. El reciente resurgimiento de las conversaciones entre Estados Unidos y Venezuela es la oportunidad perfecta para presentar esta oferta. Para que sea creíble, también debería comunicarse directamente a otros gobiernos latinoamericanos y anunciarse públicamente. Si Maduro acepta la oferta, la transición a la democracia podría ocurrir con rapidez. Si la rechaza, la oferta aún podría ejercer una presión significativa sobre él, ya que los miembros de su coalición podrían presionarlo para que la acepte, reconociendo los beneficios que obtendrían con los términos propuestos.

¿Por qué Washington debería considerar esa opción? Un retorno a la democracia en Venezuela sería una gran victoria de política exterior para el gobierno de Biden en este momento de incertidumbre electoral de cara a las elecciones. Podría ayudar a limitar el aumento de la migración a la frontera sur estadounidense: alrededor del 40 por ciento de los venezolanos dicen que están pensando en dejar el país si Maduro permanece en el poder, y potencialmente reducir la influencia de Rusia y China en un país que posee las mayores reservas de petróleo del mundo.

Además, ninguna otra política ha funcionado. El año pasado, el gobierno de Biden levantó algunas sanciones para alentar a Maduro a realizar una votación libre y justa. Pero después de que María Corina Machado, la principal candidata de la oposición que surgió de las primarias de la oposición, fuera inhabilitada de participar en las elecciones presidenciales, EE. UU. volvió a imponerlas.

Crear una salida no se trata de absolver a Maduro ni de recompensar el mal comportamiento. Se trata de desmantelar un régimen destructivo sin sumir al país en un mayor caos. Los líderes de la oposición venezolana, incluidos González y Machado, han dicho que apoyarán negociaciones que podrían incluir garantías de no represalias legales para todas las partes después del voto, un reconocimiento de que el camino hacia la democracia está lleno de complejidades y compromisos.

Para que esta estrategia funcione, otros líderes internacionales deben unirse. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con sus lazos históricos con el chavismo (Hugo Chávez una vez lo llamó el “hermano mayor” de la izquierda latinoamericana), está en una posición única para mediar en este delicado proceso. Cuando fue elegido en 2022, Estados Unidos, junto con otros países latinoamericanos y Europa, desempeñaron un papel crucial al reconocer rápida y decisivamente su victoria cuando el partido de Jair Bolsonaro cuestionó la legitimidad del voto. Es hora de que Lula devuelva el favor. Apoyar esta transición no solo se alinea con los valores que dice defender, sino que también serviría a su interés propio al resolver una crisis que ha desestabilizado la región durante más de una década.

Ya se ha hecho antes. Transiciones políticas negociadas en Sudáfrica y Chile, por ejemplo, muestran que ofrecer una salida digna a los líderes atrincherados puede facilitar un cambio pacífico y duradero. Sudáfrica, después del desmantelamiento del apartheid y sus primeras elecciones democráticas, creó una forma de justicia transicional con su Comisión para la verdad y la reconciliación, que podría otorgar amnistía a los perpetradores que admitieran sus crímenes. Ese enfoque permitió que la responsabilidad y la reconciliación coexistieran y ayudó a Sudáfrica a sanar y avanzar.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional también podría considerar suspender las investigaciones del tribunal como parte de un acuerdo entre una oposición exitosa y el gobierno saliente que cree un procedimiento nacional, incluidas comisiones de verdad, reparaciones y reformas institucionales, para garantizar que se haga justicia dentro de un contexto nacional.

Convencer a los venezolanos de que acepten una salida digna para Maduro no será fácil. Muchos están marcados por los abusos de los derechos humanos y la corrupción generalizada que han tenido lugar durante el mandato de Maduro. En mi propio trabajo, apoyando a comunidades que han sido brutalizadas por el aparato de seguridad del gobierno, he sido testigo de la profunda destrucción infligida en las vidas de las víctimas del régimen. También he visto las profundas cicatrices dejadas en los prisioneros políticos que fueron torturados y en sus familias, incluido el caso de un amigo mío que fue asesinado bajo custodia. Para muchos de nosotros, la inclinación natural puede ser buscar una rendición de cuentas inmediata, e incluso venganza.

Pero estamos en una encrucijada. Centrarse en los beneficios inmediatos y prácticos de la salida de Maduro del poder, como la restauración de las instituciones democráticas y el Estado de derecho, la estabilidad nacional y la recuperación económica, en última instancia, serviría a todos los venezolanos. Este es el momento de priorizar el bien mayor y que los intereses del pueblo prevalezcan sobre la política de la venganza.

Los venezolanos están listos para movilizarse por un cambio pacífico el 28 de julio. Su valentía merece un apoyo inquebrantable de la comunidad internacional. Los gobiernos de Estados Unidos y Brasil deben cumplir sus promesas de defender la democracia asegurando que se respete la voluntad del pueblo venezolano. Su éxito sería una victoria importante en un momento global frágil. El mundo está mirando y la historia recordará a aquellos que apoyaron al pueblo venezolano en su lucha.

Antes de que el presidente Biden anunciara que suspendería su campaña de reelección y respaldara a la vicepresidenta Harris, las encuestas recientes que se habían realizado después de su desastroso desempeño en el debate mostraban poca diferencia entre cómo se comparaba con el expresidente Trump en comparación con cómo lo haría Harris.

Fox News

Según el New York Times, Harris se sitúa unos dos puntos porcentuales por detrás de Trump en las encuestas recientes. La diferencia del 46% al 48% es ligeramente mejor para Harris en comparación con el resultado promedio de Biden en las encuestas: tres puntos porcentuales por detrás del candidato presidencial republicano, 47% a 44%.

Una encuesta del New York Times/Siena College realizada en el estado indeciso de Pensilvania entre el 9 y el 11 de julio, antes de que Biden abandonara la campaña y antes del intento de asesinato de Trump en un mitin en Butler, Pensilvania, mostró que Harris estaba solo un punto porcentual por detrás en un hipotético enfrentamiento contra Trump.

En Virginia, Harris tenía una ventaja de cinco puntos porcentuales, en comparación con Biden, que solo superaba a Trump en las encuestas en el mismo estado por un margen muy estrecho, según el Times. Harris obtuvo resultados ligeramente mejores que Biden en ambos estados entre los votantes negros, los votantes más jóvenes y las mujeres.

Según una encuesta de Washington Post-ABC News-Ipsos realizada del 5 al 9 de julio, el 70% de los demócratas e independientes con tendencia demócrata indicaron que estarían «satisfechos» si Biden se retirara de la carrera y Harris fuera nominada para postularse como candidata presidencial demócrata de 2024 .

En una pregunta abierta, esa encuesta mostró que el 29% de los demócratas e independientes con tendencias demócratas nombraron a Harris como su elección para la nominación demócrata si Biden se retiraba.

El 7% de los demócratas y los independientes con tendencia demócrata mencionaron al gobernador de California, Gavin Newsom, mientras que el 4% dijo que quería a la ex primera dama Michelle Obama como reemplazo de Biden. El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, obtuvieron cada uno el 3% del apoyo, aunque la mitad de los demócratas no especificaron un candidato alternativo.

A medida que aumentaba la presión de los legisladores demócratas y los donantes para que Biden se hiciera a un lado, una encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos AP-NORC publicada la semana pasada concluyó que aproximadamente seis de cada diez demócratas creen que Harris haría un buen trabajo como presidenta. Aproximadamente dos de cada diez demócratas no creen que lo haría, y otros dos de cada diez dicen que no saben lo suficiente como para decirlo.

Los resultados de una encuesta de CNN realizada por SSRS y publicada el 2 de julio indicaron que tres cuartas partes de los votantes dicen que el Partido Demócrata tendría más posibilidades de quedarse con la Casa Blanca con alguien distinto a Biden en la cima de la lista del partido. En un enfrentamiento hipotético, el 47% de los votantes registrados apoyaron a Trump en comparación con el 45% de Harris, una diferencia que se encontraba dentro del margen de error de la encuesta.

La venezolana María Brea creció en los Frailes de Catia, una barriada del oeste de Caracas, la capital de Venezuela. Su preparación la ha convertido en la primera venezolana en participar en destacados concursos como Operalia y la competencia de Ópera de París.

Por: Fabiana Rondón – La Voz de América

La carrera artística de María Brea se ha caracterizado por una cosa: hacer historia.

La soprano ha marcado varios hitos al convertirse en la primera venezolana en cantar en importantes escenarios de ópera del mundo. En 2022, Brea fue finalista en el Concurso de la Ópera de París, donde cantó en el renombrado Palais Garnier.

Un año más tarde se convirtió en la primera soprano y solista venezolana que cantó con la Filarmónica de Boston. Ese mismo año fue la primera soprano venezolana que participó en Operalia, el principal concurso de la ópera del mundo.

“He sido la primera en muchos lugares, por supuesto que antes de mí hubo grandes sopranos de Venezuela, pero nosotros no salíamos y no éramos tantos en el exterior cantando como es ahora. Yo fui una de las primeras de mi generación en irme de Venezuela y abrirme un camino, he representado a Venezuela en las competencias de ópera más importantes del mundo: entre ellas la de la BBC, la competencia de la ópera de París, siendo la primera venezolana en representar a Venezuela en esta competencia”, explicó la artista en entrevista para la Voz de América.

Al largo historial de reconocimientos que acumula la soprano hay que agregar el Premio Especial Mejor Zarzuela en el Concurso Tenor Viñas de España, que ganó en 2020; su primer lugar en el Distrito de la Ópera Metropolitana de Filadelfia en 2022 y el segundo premio en el Concurso Vocal Ópera Cultura 2019.

“La música me salvó”, dijo. “Crecí con una familia de músicos donde todos los hermanos de mi papá tocan, los hermanos de mi mamá también, además de mi madre que tiene una voz preciosa”.

Su éxito no ha sido obra de la casualidad, es resultado de su arduo trabajo desde que era pequeña.

Brea contó a la VOA que a los 11 años de edad decidió que quería ser soprano y comenzó a prepararse. “La música clásica me habló a mí. Yo elegí volverme cantante de ópera a los 11 años porque mi papá me trajo unos discos y eso me hizo descubrir que era lo que yo quería para mí”, recordó.

La venezolana se formó en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, en Caracas. Durante sus años de preparación, contó con el respaldo de personas claves, además de sus familiares. Entre ellas Francis Poleo, quien fue su profesora y la primera soprano a la que Brea oyó en vivo, además del profesor Javier Sansón. En el año 2011, la soprano venezolana fue seleccionada para asistir a la Manhattan School Music, en Nueva York, con una beca que cubría 70 % de la matrícula.

Lea la nota completa siguiendo este enlace a La Voz de América

La guerra civil de los demócratas no ha terminado: preparen palomitas de maíz para los días caóticos que se avecinan.

Editorial The New York Post

Puede que el presidente Biden haya  designado a la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora y le haya entregado su aparato de recaudación de fondos en línea, pero los delegados tendrán que estar de acuerdo y aún no está claro si el liderazgo del partido (y mucho menos los donantes) están unidos.

Antes de que Joe cayera, se decía que el expresidente Barack Obama y otros estaban a favor de una especie de “mini primaria” antes de la convención del 19 de agosto. Obama, deliberadamente, no apoyó a Harris, ni siquiera mencionó su nombre el domingo.

Esto sugiere una clara falta de fe en Harris, y es comprensible.

Los principales donantes también habían pedido una convención verdaderamente abierta.

Es significativo que no todos los líderes del partido que se apresuraron a agradecer a Biden por su servicio el domingo se unieron a la coronación de Harris. Los Clinton sí lo hicieron ; Obama y Chuck Schumer, no .

Tal vez no haya consenso todavía, o tal vez los líderes no quieran que parezca que ya tienen planeada toda la transición.

Después de todo, aunque las encuestas muestran que la mayoría de los votantes demócratas querían un candidato más joven, muchos demócratas activistas de base han criticado furiosamente a los líderes por presionar repentinamente para dejar de lado la votación primaria real.

Y no hay que subestimar la ambición de algunos de los principales candidatos, sus donantes y sus asesores, que verán en esto la gran oportunidad de su candidato (o candidata). Ninguna facción puede impedir que alguien se declare candidato.

Lamentablemente, no podemos confiar en ninguna declaración pública en este momento: después de todo, prácticamente todas estas personas han sido completamente hipócritas durante el último mes al menos.

La mayoría de ellos ( y gran parte de los medios de comunicación) se sumaron a la campaña de las “falsificaciones baratas” contra The Post y otros que denunciaban el drástico declive de Biden, hasta ese fatídico debate.

Y algunos de ellos, incluso después.

Por regla general, despreciamos las teorías conspirativas.

Creemos que todas las maniobras tras bastidores que empujaron a Biden a la salida fueron individuos conferenciando en privado sobre lo que era mejor para el partido y actuando por su cuenta, aunque casi de manera concertada: frente al hecho de que Biden claramente llevaría al partido al desastre en noviembre, ¿qué opción tenían?

Pero eso no significa que estén de acuerdo en lo que es mejor para el partido o la nación en el futuro, ni siquiera en lo que pueden lograr.

¿El objetivo ahora es encontrar un candidato que realmente pueda ganar, o simplemente uno que pueda de alguna manera reunificar al partido y no perder demasiado ? ¿Planear otros cuatro años de “resistencia” y aspirar a recuperar la Casa Blanca en 2028?

Digamos que usted piensa que el gobernador Josh Shapiro (demócrata de Pensilvania) —con otro candidato de un estado clave como compañero de fórmula— es la mejor apuesta para derrotar a Trump-Vance: ¿Puede realmente convencer a los delegados de apoyar a un tipo que está bastante a su derecha?

EG: Shapiro está abierto a la elección educativa, algo que es un anatema para los sindicatos de docentes que proporcionan un tercio o más de los delegados a cualquier convención demócrata moderna.

Y si pueden obligar a los delegados a taparse la nariz para nominarlo, ¿no están burlándose de la democracia, supuestamente lo que los demócratas están tratando de preservar contra la amenaza de Trump?

Apoyar simplemente a Harris (que fue elegida vicepresidenta dos veces y ya estaba en la papeleta) podría ser lo más democrático.

¿O tal vez se trate de que la convención reclute a Hillary Clinton, la última candidata del partido antes de Biden?

O tal vez se trate del plan de las “mini primarias” de Obama: es demasiado tarde para repetir las primarias reales .

Todo el mundo sabe que Harris probablemente será tan terrible como Biden: está atrapada con su historial, su campaña primaria para la nominación de 2020 fue una humillación y es casi tan mala hablando en público de manera espontánea como Biden después de su declive.

Francamente: si el partido tuviera una alternativa claramente superior a Biden, no todos habrían conspirado durante tanto tiempo para ocultar su verdadero estado.

Es decir, tenían consenso sobre el Plan A: seguir con Joe hasta noviembre.

Cuando vieron que era un desastre, todos se apresuraron a sacarlo, una tarea delicada que terminó tomando semanas.

(Y dejó a Biden furioso por lo que ve como una traición y una puñalada por la espalda: uno se pregunta si la unción de Harris fue solo su venganza).

Nos parece que los líderes del partido no tuvieron la oportunidad de ponerse de acuerdo sobre un Plan B, y sólo tienen semanas para intentarlo.

Ahora sí que están luchando.

Lo que sería una estrategia de Jorge de Jesús Rodríguez Gómez, presidente de la Asamblea Nacional y jefe de campaña de Nicolás Maduro Moros, se ha enfocado en un mensaje que genere miedo y amenazas sobre los electores. De ahí surge que el candidato de la revolución bolivariana haya dicho que “si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia del poder de nuestro pueblo el 28 de julio”.

Por: Sebastiana Barráez – Infobae

Poco después, Maduro dijo en la casa de una familia que visitó en la popular parroquia La Vega de Caracas, “si la derecha fascista llega al poder sería inevitable una revolución popular y armada”, discurso que se suma a la avalancha de mensajes subliminales de Diosdado Cabello Rondón, vicepresidente del Partido Socialista de Venezuela (PSUV).

Más alarmante aun es que Freddy Alirio Bernal Rosales, en imágenes que causaron profunda preocupación, difunde un video de la juramentación de la Unidad Popular para la Paz y la Defensa de la Patria (UPPAZ), con la excusa de que será para la defensa de la tranquilidad y la prosperidad del Táchira, a la vez que garantizará el triunfo de Nicolás Maduro.

Que sean 1.200 los que integran esa UPPAZ no causaría tanta preocupación, ni siquiera que el gobernador del Táchira asegure que estarán desplegados en los 29 municipios del Táchira. Lo relevante es que asegura que son campesinos, estudiantes y motorizados.

Freddy Bernal, en la juramentación de la Unidad Popular para la Paz y la Defensa de la Patria (UPPAZ)Freddy Bernal, en la juramentación de la Unidad Popular para la Paz y la Defensa de la Patria (UPPAZ)

¿Cómo es que el mandatario de una entidad despliega su propio grupo dizque para garantizar la seguridad, que constitucionalmente corresponde a la Fuerza Armada Nacional y en tal caso al Ministerio del Interior?

Más preocupación aún es por el auge de los grupos irregulares, principalmente de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), que han crecido y se han fortalecido con la presencia de Bernal Rosales en la zona fronteriza.

En aldeas y pueblos esa organización guerrillera extorsiona y coacciona a sus habitantes, incluso se han apoderado de propiedades de venezolanos. “En el caserío El Cocal, municipio Seboruco del Táchira, existe una base de operaciones del ELN; ahí tienen personas castigadas, hacen reuniones donde amenazan y amedrentan a sectores de la población”, dice un vecino en conversación con Infobae.

Explica que “esa base está integrada por unos 120 hombres, la mayoría son colombianos y algunos venezolanos. En ese lugar captan jóvenes de la zona norte del estado Táchira para que integren esa organización”.

“Esa gente sale de día y de noche, portando uniformes y armamento de gran calibre. Están dotados de camionetas Toyota y Nissan nuevas. Ellos pasan por las alcabalas o puntos de control, así sea de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) o de la Policía, sin que se les pueda decir nada”.

El general de Brigada, Juan Herrera, el coronel Hidalgo Valero, y el general de División, Rafael Montero
El general de Brigada, Juan Herrera, el coronel Hidalgo Valero, y el general de División, Rafael Montero

Instigación a la rebelión

La respuesta que le dieron tres organizaciones de militares en retiro, representadas por el general de División Rafael Montero Revette, el general de Brigada Juan A. Herrera Betancourt y el coronel Hidalgo Valero Briceño, es que “el llamado a la sangre y a la guerra civil”, es delito de Instigación a la Rebelión, contemplado en el Código Orgánico de Justicia Militar”.

Montero, que preside el Movimiento de Militares Retirados (MMR); Herrera, quien lidera el Frente Institucional Militar; e Hidalgo, al frente Movimiento Defensores Populares de la Nueva República (DPR), como conocedores de lo que implica la Guerra Civil, están sorprendidos por lo que consideran insensatez por parte de Nicolás Maduro.

Los tres oficiales en situación de retiro advirtieron que “presentaremos la denuncia ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, ante la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y ante el Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI)”.

Consideran que con una expresión como la del mandatario que aspira reelegirse, “puede generarse un Genocidio, incurriendo en violación al artículo 6 del Estatuto de Roma de la CPI”.

Hacen un llamado a los miembros activos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a tener cordura, mientras que a los órganos jurisdiccionales competentes en Venezuela y al Consejo Nacional Electoral (CNE), para que le pongan freno a esta situación tan delicada”.

A su juicio “el proceso electoral tiene que ser serio, pacífico, como una fiesta democrática, y el resultado, que es la voluntad del pueblo, debe ser respetado. La soberanía popular, tiene la mayor jerarquía Constitucional”.

Agregan los representantes del FIM, MMR y DPR que “en caso de violaciones, los órganos de seguridad del Estado y los tribunales competentes deben proceder de inmediato a la detención de los infractores. En casos de llamados a la guerra o a producir un golpe de Estado en contra del pueblo, todos los ciudadanos debemos ponernos en alerta”, finalizaron.

Lea la nota completa siguiendo este enlace a Infobae

Ellos lo saben, aunque traten de hacerse los locos o disimularlo.

La expresión, el rostro y el ánimo los delata. Imposible ocultar la fatídica sentencia del tiempo: todo ha terminado. Se acabó el socialismo del XXI y con este, el cierre definitivo de esta fábrica de dolores y pobreza.

Hubo un empeño, como en todo régimen autoritario, de instalar una hegemonía perpetua, desafiando -de este modo- las leyes de la naturaleza humana y las pautas inexorables que caracterizan los procesos políticos. En otras palabras, pretender un sistema que fuera inmodificable e imperecedero, convencidos -como estaban- que los venezolanos, como minusválidos políticos o vestidos de idiotas, aceptarían tan descabellado propósito.

Sin embargo, la resistencia, con sus errores y omisiones, fue poco a poco haciendo su trabajo y modificando esta agobiante realidad. Más allá de los iniciales aplausos, apoyos e inocentes ilusiones, el comandante fue tejiendo toda una red de complicidad, destapando – de forma sibilina- los demonios antidemocráticos y haciéndose de un grupo que “Los Felicitadores” de Pío Gil, serían apenas unos niños de pecho. Al poco tiempo, los acuerdos, diálogos y contrapesos razonables que deben hallarse en toda democracia, dieron paso a la imposición, a las decisiones caprichosas y, sobre todo, a una regencia violatoria de los más elementales derechos.

Desde un principio hubo desencanto. Paso a paso, el deterioro de la gestión gubernamental se hizo evidente. Los procesos electorales convocados después 1998 fueron arrojando resultados de dudosa exactitud, transparencia y veracidad. Ganaban sí (según pregonaban a los cuatro vientos), pero dejaban como secuela, un tufillo a trampa o manipulación de la voluntad popular.

La crisis se fue acentuando hasta llegar a niveles, como los que vivimos hoy en día, insoportables y que, como contra partida, se hace necesario superar. Han sido 25 años de calamidades, de decisiones erráticas y de transgresiones a la libertad.

La gente quiere un cambio. Y, definitivamente, este se hará presente el próximo 28 de julio. De paso, hay que ser optimistas y convencidos demócratas. Eso de estar por allí, como se dice popularmente, invocando al diablo, pregonando que el gobierno va acometer toda clase de desmanes para impedir o desconocer los resultados, es hacerle un gran favor, pues ello solo trae – indefectiblemente- desaliento, temores y, por supuesto, abstención.

Las cartas están echadas. Tenemos las ases en las manos. Solo nos resta cumplir con nuestros deberes ciudadanos acudiendo a depositar nuestra indeclinable voluntad soberana. Única manera, por demás, de lograr la democracia que tanto anhelamos. El hacer caso omiso a esas consejas malsanas, murmullos catastróficos y opiniones derrotistas, resulta una obligación de primer orden.

Todo terminó. Ya no hay vuelta atrás. Ellos lo saben y nosotros también. Vamos todos el próximo 28 a sepultar esta fábrica de dolores y pobreza.

Vía Rumbo Propio

Hoy nos hemos permitido traer un artículo publicado el 16 de julio de 2022, en lo que fuera el más prestigioso Diario de Opinión. Pionero en la redes en la forma de difundir las ideas de los grandes pensadores y mejores plumas de la intelectualidad venezolana. Dado el momento que vivimos, el artículo de la Académica y Profesora Corina Yoris Villasana, nos parece adecuado en rigor.  Dado el momento que vivimos. Esperamos lo disfruten.

DIFERENCIAS CONCEPTUALES QUE SEPARAN EL ÉXITO DEL FRACASO EN UN DIÁLOGO.

CORINA YORIS-VILLASANA

En nuestro acontecer nacional se ha vuelto un lugar común hablar de “diálogos”. En esta página de Opinión, he escrito algunos artículos al respecto. Pero, voy a insistir en el tema.

Usualmente, por diálogo se entiende una cadena de intercambios de mensajes o «actos de habla» entre varios participantes. Y, recordemos que un «acto de habla es la unidad básica de la comunicación lingüística, propia del ámbito de la pragmática, con la que se realiza una acción». Por lo general, sin embargo, en un diálogo suelen ocurrir series de preguntas y respuestas entre las partes involucradas. Se debe enfatizar que hay distintas clases de diálogos y que cada uno tiene un objetivo muy específico y distintivo; además, la condición sine qua non del éxito de un diálogo estriba justamente en la cooperación que debe existir entre las partes que dialogan.

¿Qué significa este compromiso? Esto representa que cada dialogante está comprometido en velar por cumplir su propio objetivo en el diálogo, y también tiene la obligación de ayudar con la observancia del objetivo por parte del otro participante.

La razón básica por la que cualquier diálogo se convierta en un fracaso siempre se sintetiza en una inobservancia de alguno de estos convenios básicos.

De acuerdo con una excelente taxonomía de los diálogos, Douglas Walton, quien fue un brillante académico canadiense ampliamente conocido y citado por sus obras sobre argumentación, falacias y lógica informal, analiza y evalúa con mucho detalle seis tipos de diálogos en Informal Logic: persuasión, indagación, negociación, búsqueda de información, deliberación y erístico (que abusa del procedimiento dialéctico hasta el punto de convertirlo en vana disputa). Daré una breve descripción de ellos, parafraseando a Walton.

Empecemos por la disputa personal, caracterizada por ser un ataque personal agresor, donde se apelan a las emociones y priva la pretensión de vencer en la discusión a cualquier precio. La principal característica de la disputa es la presencia de riñas ácidas, ausencia absoluta de puntos de vista imparciales y, subsiguientemente, en la generalidad de los casos, los participantes terminan sintiéndose arrepentidos por el abuso de las desatinadas agresiones personales. La disputa tiene como enemiga a la lógica, y, sin lugar a duda, encarna la peor cara de una argumentación. El propósito de la disputa es que cada argüidor «golpee» sin consideración alguna al antagonista, y para ello, se valdrá de cualquier método, sin importar su razonabilidad o justicia. De allí, es fácil concluir que en la disputa abundan las falacias, sobre todo aquellas conocidas como argumentum ad hominem, donde se ataca a las personas y no a sus argumentos, y también están presentes los argumentos emocionales. Cuando una discusión cae en el terreno de una pelea, habitualmente se ha entrado en un terreno muy problemático. Ya no hay razonabilidad alguna que valga.

Otra situación de diálogo es el debate forense, el cual, ciertamente, está más regulado que la disputa. Un elemento diferenciador es la presencia de jueces o árbitros que decretan, posiblemente emitiendo un voto, qué parte ha usado el mejor argumento. Como hemos presenciado muchas veces, en ciertas circunstancias, un debate puede ser evaluado por una audiencia que emite su voto al final del debate. Enfatizo que esa decisión no tiene por qué ser «indiscutible». Obedece a una apreciación sobre la «bondad» de los argumentos usados.

El debate forense es más receptivo al razonamiento lógico que la disputa personal, en tanto el éxito o fracaso es decretado por una tercera persona, quien no está sometida a las agresiones personales que pueden estar contenidas en los argumentos (o pseudoargumentos). Al mismo tiempo, ciertos debates poseen reglas que impiden los ataques personales más graves y otros procedimientos cáusticos o falaces. No obstante, las reglas del debate forense son frecuentemente muy permisivas y terminan aceptando cualquier tipo de argumentos falaces. En más de una ocasión, al ver u oír un debate, bien sea de manera presencial, o en transmisiones digitales, se les da cabida a preguntas contentivas de imputaciones personales muy nocivas, y el interrogado se ve envuelto en situaciones sumamente comprometidas para responder adecuadamente. Justamente en este contexto, suele aparecer la conocida «falacia de la pregunta compleja». Hay algunas preguntas que, por la manera en que están constituidas, se han calificado habitualmente como falaces, porque están preñadas de presupuestos que atrapan a quien se le pregunta en una emboscada independientemente de cómo responda. El ejemplo más famoso es la clásica pregunta: «¿Ha dejado usted de golpear a su cónyuge?».

La principal característica objetable de esta pregunta engañosa es que, independientemente de la forma en que responda, «sí» o «no», acepta haber abusado de su cónyuge en algún momento u otro. La pregunta es un truco coercitivo para atrapar al interrogado y que admita algo perjudicial. Es un ejemplo que resulta muy interesante analizarlo a fondo.

Tenemos un tercer tipo de diálogo, el de persuasión, conocido en ocasiones como discusión crítica. Sus protagonistas son dos participantes y cada uno de ellos sostiene una tesis (conclusión) que debe demostrar. El procedimiento primordial del diálogo de persuasión consiste en que cada participante justifique su propia tesis de acuerdo con las reglas de inferencia de las concesiones del otro participante. Se parte de una situación inicial de un conflicto de opiniones; el objetivo de los participantes es persuadir al otro, y el diálogo se plantea resolver o aclarar un problema. Aunque la obligación principal de un participante en el diálogo de persuasión es probar su tesis a partir de las concesiones del otro participante, también existe una obligación secundaria de cooperar con los intentos del otro participante de probar su tesis. Esta obligación requiere dar respuestas útiles y honestas a las preguntas del otro participante, con el fin de permitirle obtener compromisos de usted en el diálogo que luego puedan usarse como premisas en sus argumentos.

En cuarto lugar, tenemos el diálogo de investigación, cuya situación inicial está caracterizada por la necesidad de conseguir pruebas. Quien investiga persigue encontrar y verificar evidencias, y el diálogo busca probar o refutar una hipótesis. Un elemento esencial en este tipo de diálogo es que las premisas, donde descansa la investigación, solo pueden ser proposiciones cuyo valor veritativo es la verdad, y se ha determinado que son pertinentes y aceptadas a satisfacción de todas las partes en la investigación. Para ejemplificar esta característica, Walton recuerda que el «Informe de la Comisión Warren», elaborado para detallar los hechos que se consideraban relevantes en el caso del asesinato de John F. Kennedy, y, cuyo propósito era establecer una prueba de las conclusiones que se conocían, ha sido una investigación que siempre levantó mucho escepticismo. De tal manera que es de estricta necesidad que una investigación debe eliminar cualquier duda existente probando de manera concluyente alguna proposición escogida.

¿Qué diferencia un diálogo de investigación de uno de persuasión? Esta distinción radica básicamente en que un diálogo de persuasión podría ser sobre un tema como «¿Son las clases presenciales más recomendables para los jóvenes?» donde el propósito no es conseguir una evidencia que permita una conclusión consistente, sino que se trata de evaluar cuál de los argumentos en pro y en contra es más persuasivo. El objetivo básico de la investigación es el incremento del conocimiento y, por lo tanto, la investigación es un tipo de diálogo esencialmente acumulativo. La prioridad probatoria es la característica clave de la investigación, puesto que la investigación está fuertemente dirigida a derivar conclusiones de premisas que puedan establecerse sobre la base de pruebas sólidas. Esto contrasta con el diálogo de persuasión, donde lo mejor que uno puede esperar es un compromiso plausible con una opinión basada en evidencia razonada (pero no concluyente).

En relación con el diálogo de negociación, el objetivo principal es el interés propio, y el método es negociar. La negociación no pretende ser una investigación objetiva de la verdad de un asunto. De hecho, la negociación, en contraste con el diálogo de persuasión, no tiene por qué implicar el compromiso con la verdad de las proposiciones, o la convicción de que los ideales se basan en argumentos sólidos. En la negociación, las opiniones sobre lo que es verdad, o las convicciones sobre lo que es creíble, no están en juego, e incluso pueden ser contravenidas por un buen negociador. Las concesiones en la negociación no son compromisos en el mismo sentido que en el diálogo de persuasión, sino compensaciones que pueden sacrificarse por ganancias en otros lugares. Pero, ojo, se negocian intereses, no principios.

La posición ahora se convierte en una posición de negociación. La prueba lógica no es importante en el diálogo de negociación, dado que este prototipo es completamente antagónico y se basa claramente en el beneficio personal; no pretende ser neutral u objetivo, o de ser una investigación de la verdad. Se pueden hacer coaliciones con socios, pero el objetivo siempre es el interés propio en «hacer un buen trato».

Aunque los tipos de diálogo de persuasión, investigación y negociación son los arquetipos primordiales, susceptibles de ser analizados con el propósito de estudiar los tipos fundamentales de crítica razonada en la argumentación, es preciso señalar otros tres modelos básicos de diálogo que deben tenerse en cuenta. Uno de ellos es el diálogo de búsqueda de información, donde una de las partes constituyentes tiene como propósito encontrar la información que presume la tiene la otra parte integrante del diálogo. Otro, es el de búsqueda de acción, donde el objetivo de una de las partes es lograr que la contraparte realice una determinada acción. Y el tercero, es el diálogo educativo, donde una parte (el instructor) tiene la aspiración de impartir conocimiento a la otra parte (el estudiante). Cada uno de estos paradigmas de diálogo parte de una situación inicial diferente, como diferentes son las reglas procedimentales para llegar a la meta planteada al inicio.

Desde el punto de vista de la argumentación crítica, el diálogo de persuasión (discusión crítica) constituye la «joya de la corona». Es el símbolo de un diálogo razonado, porque tiene reglas preceptivas que, en conjunto, instauran un estándar de cómo debe realizarse el argumento racional esgrimido para persuadir. Sin embargo, es importante saber reconocer los otros tipos de diálogo indicados anteriormente, porque pueden ocurrir errores y malentendidos significativos cuando hay un cambio dialéctico de un tipo de diálogo a otro. Si tal variación pasa desapercibida, puede conducir a interpretaciones erróneas, traspiés y argumentos falaces.

¿Aceptarían los encargados de las «benditas negociaciones» del país que han estado confundiendo desde el inicio estas características indispensables para llegar a acuerdos aceptables? ¿Todavía se preguntan por qué no han logrado entenderse?

Corina Yoris-Villasana

cyoris@gmail.com

@yorisvillasana

Venezuela

La oposición mayoritaria de Venezuela celebró este domingo, a una semana de las presidenciales, encuentros religiosos en Caracas y varias regiones del país en apoyo a la candidatura de Edmundo González Urrutia y para pedir por «la libertad» de la nación caribeña y el fin de «tanta oscuridad».

El Nacional

En Caracas, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), acompañado de su familia y de la líder opositora María Corina Machado, encabezó un acto en una plaza de Caracas al que asistieron decenas de sus seguidores, algunos de los cuales leyeron, con un micrófono, frases cortas con peticiones a Dios.

«Señor, te pedimos que camines junto a nosotros en estas horas cruciales para nuestra nación», dijo una joven que también oró por «cada uno de los presos políticos, exiliados y perseguidos», mientras que una mujer solicitó ayuda para «vencer al mal» y para que triunfe «el amor, la verdad y la libertad» sobre «el odio, la mentira y la opresión».

El ex diputado a la Asamblea Nacional, Juan Francisco García, compartió a través de su usuario en la red social X, imágenes del acto de Maduro en Apure.

En los videos, se evidencia claramente que se puede acceder a la tarima desde atrás con facilidad. Al menos que los gritos sin sentidos imipdan a la gente sensata acercarse.

El juez que investiga a Begoña Gómez ha citado a declarar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en calidad de testigo el próximo 30 de julio a las 11.00 horas. La prueba testifical se practicará en la Moncloa hasta donde se desplazará el titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid.

La Gaceta de la Iberosfera

El magistrado acepta así la petición de VOX y anuncia que será él quien se desplace a la Moncloa para tomarle declaración.

Tras explicar que está investigando posibles delitos de tráfico de influencias y corrupción, considera que es conveniente, útil y pertinente tomar declaración al esposo de la investigada. En otro documento divulgado este lunes a primera hora, el juez Peinado también incluye a Joaquín Goyache, rector de la Universidad Complutense de Madrid, como imputado.

A principios de este mes, Goyache compareció en el juzgado en calidad de testigo. Además, el pasado viernes, el vicerrector de Relaciones Institucionales de la universidad también testificó, señalando que Goyache fue quien ordenó la creación de la cátedra que codirige Begoña Gómez.

Esta decisión del juez se produce después de que Begoña Gómez, la esposa del presidente, ejerciera su derecho a no declarar la semana pasada. En su comunicado, Peinado indica que el delito de tráfico de influencias, por el cual se está investigando a Gómez, incluye la modalidad de «en cadena». Por esta razón, el juez considera «conveniente, útil y pertinente» tomar declaración a Pedro Sánchez.

Dentro de la investigación judicial, la declaración del empresario Juan Carlos Barrabés ha sido fundamental. Durante su testimonio, Barrabés afirmó haberse reunido en varias ocasiones en La Moncloa con Begoña Gómez, algunas veces en presencia de Pedro Sánchez. Debido a esto, el juez ha cambiado recientemente su estatus de testigo a investigado.

En resumen, el juez Peinado continúa avanzando en la investigación de posibles delitos de tráfico de influencias, tomando decisiones que involucran a figuras clave como el rector Goyache y el empresario Barrabés, mientras que Begoña Gómez y Pedro Sánchez se mantienen en el centro de las indagaciones.

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