Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

Luis Eduardo Abdel Martínez Hidalgo, un nombre que resuena en la política venezolana, nació el 2 de diciembre de 1956 en Maracay, estado Aragua. Con 68 años, Martínez no solo ha cultivado una amplia carrera política, sino también una sólida trayectoria profesional. Es ingeniero agrónomo, con maestrías en negocios y ciencias gerenciales, y un doctorado en Derecho Contencioso Administrativo. En su vida personal, está casado, es padre de cuatro hijos y abuelo de cuatro nietos.

XenderoFM

Trayectoria Política

Martínez ha dedicado gran parte de su vida al servicio público. Ha sido gobernador del estado Monagas en dos ocasiones, diputado regional en tres oportunidades, concejal en una, y actualmente se desempeña como diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela. Su carrera ha estado marcada por su afiliación a varios partidos políticos, incluyendo Acción Democrática (AD), Copei, Bandera Roja (BR), Movimiento Republicano (MR), Unión Nacional Electoral (UNE) y Derecha Democrática Popular (DDP). Se autodefine como un político de tendencia socialdemócrata, con una visión económica humanista.

Compromisos y Finanzas

En cuanto a su financiamiento, Martínez afirma que hasta hoy se ha sostenido con sus ingresos propios. Ha sido rector durante 14 años de la Universidad Tecnológica del Centro de Venezuela y chancellor de Millennia Atlantic University por 15 años. Además, es miembro de varias juntas directivas de compañías privadas en Venezuela y de corporaciones en el extranjero, lo que le ha permitido mantenerse en el sector privado durante 24 años.

Opiniones y Creencias

En cuanto a temas controvertidos, Martínez tiene posiciones claras. No está a favor del derecho al aborto y es indiferente respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, muestra un firme compromiso con las iniciativas para reducir el calentamiento global, a las que apoya entusiastamente. Religiosamente, se identifica como católico.

Propuestas y Prioridades

Martínez tiene una agenda definida para su posible presidencia. Entre sus primeras acciones de gobierno, planea decretar un aumento general de sueldos, salarios, jubilaciones y pensiones, respetando la Constitución Nacional. Además, propone indultar a los presos políticos. Sus prioridades incluyen la recuperación económica con inclusión social, asegurar sueldos y pensiones dignas, facilitar el regreso de los millones de venezolanos que han emigrado, y mejorar la educación y el sistema de salud.

Preferencias Culturales

Fuera del ámbito político, Martínez tiene gustos personales que reflejan su carácter. Su libro favorito es «Economía humanista: algo más que cifras» de José Luis Sampedro, mientras que su canción preferida es «Dalai Lama» de Mecano. En cuanto al cine, «El último emperador» de Bernardo Bertolucci ocupa un lugar especial en su lista. Su eslogan de vida, «Unidos se vive mejor», encapsula su visión de unidad y colaboración.

El Simulacro de Votación y el Camino hacia las Elecciones

Recientemente, los venezolanos participaron en un simulacro de votación que permitió probar el sistema de votación y familiarizarse con la boleta electrónica. Este ejercicio es crucial, dado que el conteo regresivo para las elecciones presidenciales ha comenzado. A partir del 4 de julio, el país entra en un periodo decisivo que culminará con la elección el 28 de julio. Martínez, como candidato de la oposición, se enfrenta a un reto significativo en su búsqueda por la presidencia.

Redes Sociales

Para quienes deseen seguir de cerca sus actividades y propuestas, Martínez está activo en redes sociales bajo el nombre @luisemartinezh.

Luis Eduardo Martínez se presenta como un candidato con una vasta experiencia en el ámbito público y privado, con propuestas claras y una visión definida para el futuro de Venezuela. Su enfoque en la recuperación económica, la inclusión social y el fortalecimiento de los derechos y libertades individuales resuena con muchos venezolanos en la búsqueda de un cambio significativo.

No se trata de defender un candidato por una ideología o por considerarlos buena o mala persona. Se trata de evidenciar si se tiene la habilidad para liderar un país

El reciente debate entre el expresidente Donald Trump y el Presidente Joe Biden-inédito en los EEUU-será recordado como un evento lamentable, difícil, como lo que no debió suceder.

No entraremos en el análisis de fondo sobre el debate de ideas, porque no lo hubo. Un encuentro complicado donde el Presidente Biden hizo notoria sus [in] capacidades para responder y por ende, para desempeñar el cargo más poderoso del planeta, mientras Donal Trump hizo de la ocasión una marejada de intercambios impropios, donde se puso de lado la majestad del cargo. Que Biden responda con improperios y Trump replique con mofa, no es debate, es un mal espectáculo. Una escena minada de miedos como lo decía Da Vinci: “Aquél que más posee más miedo tiene a perderlo”, y ese sufrimiento de quien esperan un mal, puede conducir a la subyugación, a la liberación o al pánico.

Biden debió pasar el testigo…

Me comentaba un buen amigo y profesor: En la política y en la vida, es muy peligroso tener por inteligente, al astuto. Los inteligentes se reúnen con personas que saben que son más inteligentes que ellos. Los astutos-amantes del cortejo y la galbana-se rodean de ignorantes. Lo contradictorio es que a veces el inteligente necesita un poco de astucia y el astuto demanda-sin duda-de un mínimo de inteligencia. El justo medio del miedo, es el amor y la humildad. El amor que espanta el miedo. Y mientras el miedo ahuyenta la inteligencia y la bondad, la humildad, rescata el amor, que rescata la luz. Por eso pienso que el debate entre Biden y Trump estuvo dirigido por miedos, por sufrimientos, por una inteligencia turbia ausente de humildad y amor, por preferir una mala combinación de astucia y tozudez.

El partido demócrata ha debido anticiparse a las consecuencias. La imposibilidad de Joe Biden de responder, pensar y desplazarse con agilidad, impide el buen desempeño de su liderazgo. No me refiero a incapacidades graves o prolijas, porque es justo reconocer que Biden es un hombre de decente y regia trayectoria; un presidente que ha tratado de reunificar su país y ha enfrentado conflictos muy complejos como la guerra contra Ucrania e Israel. Pero ello es presente y pasado. ¿Y el futuro?

Sus notorias limitaciones comienzan a tener un impacto visible y triste. El debate puso en evidencia su letargo para responder con contundencia los ataques de su oponente. En términos de gestión [económica, política exterior, seguridad y defensa, programas sociales, infraestructura]; análisis de realidades post pandémicas; terrorismo; agresiones de guerra; revisión de estadísticas: inflación, desempleo, crecimiento económico; la geopolítica: China, Rusia, Irán; los retos de paz en el Oriente Medio o en el Atlántico Norte; alianzas con Europa, Asia, Latam, Canadá, nada no se abordó. Todo quedó diluido en lo personal, en lo hiriente y trivial.

Pensar que la responsabilidad de lo ocurrido se agota en Joe Biden sería simplista. Comenzando por su entorno familiar y siguiendo por su equipo de trabajo, más sus compañeros de partido, haberlo sometido a este esfuerzo, es reprochable. Algunos piensan que “un debate no marca diferencia en una campaña electoral”. Pienso que en una sociedad polarizada, donde la ventaja de uno sobre otro es pequeña, estos eventos son definitorios. Este mal-espectáculo marcó un antes y un después en la contienda Trump-Biden, en la política norteamericana. Los invito a revisar la sobriedad del debate entre Obama y Romney 2012. Creo que el elector merece respeto.

Trump es un jugador que no escatima contra su adversario, esté de pie o en la lona. Va por todo: sea personal, institucional, público o privado. Los primeros diez minutos [del debate] parecían una pelea donde ‘el árbitro’ debía parar el combate. Pero como no se trataba de un pugilato, el plató continuó. Un evento inmensamente democrático prácticamente en cadena nacional [más de 45 millones de televidentes] se convirtió en un 90 minutos de miedo y frustración. Miedo que se notaba en la mirada perdida de Biden o en la retina filosa de Trump. Miedo de los moderadores [que no supieron sobrellevar la agenda]. Miedo de los comentaristas antes y después del evento y miedo de los ciudadanos. No importa ser republicano o demócrata. Lo que importa es que estos hombres se dejaron atrapar por su sufrimiento a perderlo todo, que oscurece la nobleza y el entendimiento.

No se trata de defender un candidato por una ideología o por considerarlos buena o mala persona. Se trata de evidenciar si se tiene la habilidad para liderar un país. Es la estabilidad entre oriente y occidente, el norte y el sur. Es poder tomar decisiones por el bienestar de sus ciudadanos y la paz del mundo. ¿Puede Biden seguir al frente del cargo? ¿Puede Trump congeniar con un equipo que sea capaz de reunificar a los EEUU y enfrentar con mayor solidez los graves conflictos que afectan y que se avecinan? Biden debió pasar el testigo. Trump debió demostrar clemencia.

Los electores no son conscientes, son niños. Habemus Democracia

En Venezuela fuimos embaucados por una narrativa seductora. Después de aquel célebre “por ahora” Chávez convertido en candidato presidencial por causa de un sobreseimiento que lo libró de toda culpa tras un golpe de estado, supo conectar con una población fatigada de establishment y bipartidismo repartirto. No analizo causas ni “oferta política”, porque [Chávez] no la ofreció. Hablo de las consecuencias de su elección. Tampoco hablo de la variable personalidad. Hablo de polarización. [A Chávez] le bastó con arengar “freír en aceite la cabeza de Adecos”, y denostar de Carlos Andrés Pérez [víctima de su golpe de estado] para pasar de un 5% de preferencia a un triunfo electoral. Lo dejaron correr por libre en momentos donde hizo gala la antipolítica, la fragmentación y la astucia. Tampoco hubo consenso para unirse contra Chávez. Alfaro et al tarde piaron asistidos de un apalancamiento “notable”, que le abonó el camino al comandante que por mucho menos de lo que él hizo, ha perseguido, inhabilitado, encarcelado y torturado. No lo digo yo. Lo dice la Corte Penal Internacional de La Haya.

En política los eventos se prevén y se evitan. Era notorio lo que Chávez traería a Venezuela, insisto, en términos de fractura grupal. Es notorio lo que puede significar la polarización para EEUU y el mundo. No personalizo. Me refiero estrictamente a la polarización que acabó con Venezuela, Argentina, Nicaragua, Bolivia, Irán o Siria. La división y la violencia como hilo conductor del desmontaje institucional, constitucional y democrático. Por ese camino transita España, Colombia y México. La esperanza es que en EEUU sus instituciones son fuertes. La conciencia ciudadana es determinante y libertaria y el respeto por la constitución, más que un deber es un sentimiento. No existe una FFAA alienable, una CSJ hipotecable, un Poder legislativo intervenido o libertad de expresión con mordaza.

Pasar el testigo en términos de alternancia de poder y endoso es parte del juego democrático en EEUU. Dos periodos. No más. O uno, o menos por allanamiento o por incapacidad. Un sistema inteligente, auto controlable. En Venezuela los caudillos no saben de alternancia o relevo. EEUU es historia permanente de alternabilidad. Biden debe reflexionar de cara a su historia republicana. Rómulo Betancourt supo separarse, cediéndole a Leoni y a otros. Ahí nace la democracia, no antes. Nixon se marcha y deja a Gerald Ford. Triunfa la justicia y la institucionalidad sobre la política. Lyndon Johnson decide no aspirar a la elección [1964] y dejó el camino abierto a Hubert Humphrey quien perdió contra Nixon. Decisiones sabias, estadistas. Antes de marcharse Rómulo respetó el pacto de Puntofijo; Nixon acató la ley y Johnson dejó firmada el Acta de los Derechos Civiles y Políticos de 1964 [con una popularidad del 49%]. Habemus democracia.

No importa la brecha cultural. Sí importa como factor de contención. En Venezuela no pudimos contener la vorágine revolucionaria. EEUU sí cuenta con una reserva institucional sólida. Pero cuidado. Los electores son como niños. Y cuando “los niños” no saben manejar y los padres tienen que salir a trabajar, todos quedan atrapados en la granja [Dixit George Orwell].

Y ahora qué…

Al tiempo de escribir estas líneas todo hace pensar que Donald Trump ganará las elecciones. Se especula que Biden considera dejar su postulación. Too little too late? [muy poco, muy tarde]. Trump tendrá en sus manos la oportunidad de oro para reconciliar a su país y el mundo entero. No se trata de wishful thinking [cándida ilusión]. Es entender lo políticamente correcto.

En Venezuela tuvimos la oportunidad de relanzar la democracia, impulsar un modelo de inclusión social, recomponer la economía y convertir [Venezuela] es un país próspero y desarrollado. Venezuela estuvo a las puertas de la quinta ola de redención político-social después de la de Bolívar, Páez, Gómez y Betancourt. Los cuatro reyes de la baraja. Pero decidió convertirse en un urogallo como Bóves o Zamora, lo cual nos trajo los lodos que hoy tenemos.

Trump tendrá en sus manos redimir a su nación, la V ola después de Lincoln, Roosevelt, Kennedy y Reagan. Sería recordado como el hombre que pudo contener sus miedos más profundos, para convertirse en el hombre ahuyentando sus sufrimientos, redime. Tiene el carácter para lograrlo. Y el linaje de una nación aferrada a su constitución.

No sólo los demócratas están en pánico. El miedo es universal. El mundo necesita de un esfuerzo político enorme para evitar la guerra e imponer la paz. Confío en la voluntad del pueblo norteamericano. Si sus líderes no leen y acatan su carta magna y sus enmiendas, sus instituciones lo harán leer y respetar. Y el miedo superado al decir de Aristóteles, los hará libres.

Como alertó Aldous Huxley: “El amor ahuyenta el miedo y recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”.

Derrotemos el pánico, con el sano dolor, del amor y la inteligencia…

ORLANDO VIERA-BLANCO
02/07/2024

@ovierablanco

Pantomima o no, golpe o autogolpe, fue una intentona militar la perpetrada en Bolivia que puso a prueba el talante democrático de buena parte de la comunidad internacional, acentuado especialmente en el continente americano. La gran mayoría de los países, presidentes, organismos y demás instituciones multilaterales que la integran, le salió al paso a ese hecho castrense con posiciones muy firmes que presagiaban un eventual aislamiento y graves consecuencias para un régimen de cachuchas.

Esta aventura obliga a un detenido análisis por su repercusión en el actual ámbito político venezolano, caracterizado por un invasivo tutelaje militar que opera sobre el poder civil, cimentado con los antivalores del 4F; como también obliga al análisis de los peligros que este militarismo encarna para el rescate de la democracia en el país. De esta situación tiene conocimiento detallado esa comunidad por lo evidente que les resulta a sus jefes de misiones en nuestro país.

Los presidentes de gobiernos democráticos: Petro de Colombia, Da Silva de Brasil, Boric de Chile, López Obrador de Mexico, Arévalo de Guatemala, Luis Lacalle Pou de Uruguay, Laurentino Cortizo de Panamá, Peña de Paraguay, Castro de Honduras, Abinader de República Dominicana, Chaves de Costa Rica, Boluarte de Perú; así como países con gobiernos dictatoriales o autoritarios, como el de Cuba con el cínico Díaz-Canel “indignado por el atropello a la democracia” y la Nicaragua del impresentable Ortega, han repudiado el golpe de Estado o han manifestado su preocupación ante el escenario de un posible autogolpe en Bolivia, como ha sido el caso de Milei de Argentina, Bukele de El Salvador y Biden en Estados Unidos.

En la región, como un todo, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, condenó los hechos al declarar que el organismo no tolerará “ningún quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia o cualquier otro lugar”.

Por su parte, la Unión Europea, con España a la cabeza, ha rechazado categóricamente esa fallida intentona. Más cauteloso, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó “a todos los ciudadanos, incluyendo a las Fuerzas Armadas, a proteger el orden constitucional en Bolivia, luego del intento golpista perpetrado por grupos militares” .

Visto en contexto lo anterior, es bueno tener presente que en el caso venezolano, Nicolás Maduro -ilegítimo presidente de origen y desempeño- también rechazó ante la comunidad internacional el «golpe de Estado» contra su homólogo Luis Arce, que no exime ni justifica al autogolpe como salida, y con ello se ha sometido al rígido escrutinio de la comunidad internacional que supone el acatamiento de las reglas del juego democrático en todas la etapas de esta liza electoral y poselectoral.

Sin embargo, conscientes como estamos del doble discurso que caracteriza a Maduro y su camarilla, no podemos dar por descontado que sus palabras lo comprometen. De hecho, su ministro de la Defensa, Padrino López, nos hace dudar si tomamos en cuenta la abierta violación de nuestra Constitución cuando ha manifestado su apoyo incondicional a Nicolás Maduro y el respaldo a su reelección, con una arenga intimidatoria, infestada de un parcialismo político vedado por nuestra carta magna, al expresar su apoyo al socialismo del siglo XXI y defender el proyecto revolucionario con las manos en el fusil para resguardar el orden, y así “…despejar el dilema de volver al colonialismo, al entreguismo, al proimperialismo o estar del lado de la patria insurgente, valiente, corajuda, bolivariana, antiimperialista”.

Ojalá se trate de una simple bravuconada para congraciarse con su jefe, rusos, iraníes y cubanos; de ser así, no tendría a futuro problemas de mudanza. El inconveniente sería que este exceso pase a mayores por tratar de mantener a todo trance la hegemonía de este nefasto régimen promilitarista en contra de la voluntad del pueblo venezolano manifestada electoralmente. La comunidad internacional está expectante y nosotros decididos a hacer valer esos resultados.

Por Víctor A. Bolívar –
julio 3, 2024

A Luisa Ortega Díaz se le reconocía como una ficha dura del chavismo hasta 2017, cuando abrió una zanja que la separó del gobierno de Nicolás Maduro a punta de críticas. Lo acusó –entre otras cosas– de tener una «ambición dictatorial». Fue un duro golpe, porque ella había ganado respeto en la base oficialista durante su rol como Fiscal General de la República, nombrada en 2007 justo en el clímax de la popularidad de Hugo Chávez.

Por: Juan Pablo Arocha – Tal Cual

Hoy Ortega Díaz está exiliada en España. Fue destituida meses después de encender el ventilador de cuestionamientos hacia el gobierno de Maduro, y huyó ante el temor de ser detenida. Desde Madrid mira con esperanza las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio: «Venezuela lo que necesita es recuperar la institucionalidad. Que cada Poder haga lo que le corresponde y obedezcan a la Constitución y la ley. Ese día podremos volver con tranquilidad y seguridad. No vamos a correr el riesgo de que nos invente un delito», advierte.

A punto de iniciarse oficialmente la campaña electoral para el 28 de julio, Ortega Díaz observa que «el pueblo de Venezuela está dando una importante lección: quiere votar, quiere elegir, está cansado de Maduro». Se trata, a su juicio, de un importante viraje de estrategia ciudadana, pues cree que en los últimos años se habían improvisado algunas acciones que habían hecho perder el camino del voto. «La democracia se defiende con más democracia».

El «cansancio» que ve Ortega Díaz sobre la figura de Maduro no lo observa sólo en las encuestas, que ubican al jefe de Estado con apenas 25% de intención de voto frente a un consolidado opositor Edmundo González Urrutia (52%, según Delphos). «Están cansados muchos de ellos (en el oficialismo). Al menos con los que he conversado, quieren bienestar para el país, quieren que cambie».

De tantos años en el chavismo aún conserva amistades. «Yo mantengo contacto, incluso con algunos que están hoy con Maduro. Están dispuestos a irse», vaticina. Eso sí, advierte que atravesar la jornada electoral del 28 de julio no será sencillo: «No se trata sólo de ir a votar el día de las elecciones, sino de cuidar el voto. Hay que prepararse para que, cívicamente, se pueda defender el resultado, donde indudablemente va a ser avasallante la derrota de Maduro».

Lea la nota completa siguiendo este enlace a Tal Cual

Vivimos en una época en la que una gran parte del mundo —en particular las sociedades de Europa, América del Norte y Asia— ya no considera que tener hijos sea algo deseable o que valga la pena. Mientras que antes, quedarse sin hijos era algo de lo que la gente se avergonzaba, aunque no fuera por decisión propia, ahora vivimos un momento histórico único en el que muchas personas proclaman con orgullo que no tienen hijos como algo que celebrar o de lo que enorgullecerse.

Por: David Thunder – MercatorNet

Por supuesto, hay muchas personas en el medio , que quieren tener hijos, pero no pueden, por razones biológicas, o que quieren tener hijos, pero se sienten demasiado apretadas económicamente para que funcione. Pero el patrón general es claro: cuanto más indeseable se vuelve tener hijos o se lo considera “poco práctico”, más estamos viendo una implosión demográfica.

En muchas sociedades del mundo, las tasas de natalidad promedio están cayendo muy por debajo del nivel de reemplazo de la población. Este mapa de 2021 de “Nuestro mundo en datos” (basado en los datos de Perspectivas de población mundial publicados por la división de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas) indica que, fuera de África, hay un puñado relativamente pequeño de países que siguen teniendo tasas de natalidad por encima del nivel de reemplazo y, por si siente curiosidad, ninguno de esos países se encuentra en Europa o América del Norte, ni tampoco se incluyen Rusia, China, Japón o India.

Este giro de los acontecimientos plantea algunas cuestiones existenciales y pragmáticas muy serias, cuestiones que nuestro sistema político y mediático actual tal vez no esté lo suficientemente maduro para abordar. En primer lugar, ¿por qué tener hijos se considera tan negativo que mucha gente lo evita o lo pospone todo lo posible? En segundo lugar, ¿por qué la gente presenta el hecho de no tener hijos como si tuviera algún mérito especial o fuera algo que se debiera celebrar? En tercer lugar, ¿qué significa el descenso de la natalidad para el futuro de las sociedades y culturas occidentales?

¿Por qué tener hijos está visto tan negativamente?

Empecemos por la negatividad que rodea el embarazo y la crianza de los hijos. Como padre por segunda vez, puedo entender, al ver el embarazo de mi esposa, que el embarazo es difícil, por decirlo de manera educada. Como padre de dos niños pequeños, comprendo perfectamente que criar a los hijos y prepararlos para enfrentarse al mundo es increíblemente exigente y, a veces, emocionalmente estresante.

Pero hay muchas cosas que hacemos en la vida que son increíblemente exigentes e implican superar miedos, lidiar con la ansiedad y esforzarnos más allá de nuestros límites anteriores, desde deportes profesionales hasta trabajos altamente competitivos; sin embargo, vemos estas demandas como desafíos, no como desincentivos, porque percibimos una recompensa al asumir tales tareas o las vemos como socialmente importantes.

¿Por qué no extender esa lógica a la procreación y la crianza de los hijos? ¿Por qué nos centramos en el costo, el estrés, la ansiedad y otros aspectos negativos de tener hijos, mientras que en esencia desestimamos o subestimamos el inmenso privilegio y alegría asociados con la tarea de traer nuevos hijos al mundo? ¿Será porque no tenemos buenos modelos de padres felices y realizados?

¿O es porque estamos tan obsesionados con tener el control de nuestras vidas que la sola idea de tener una personita que dependa completamente de nosotros nos aterroriza? ¿O es porque muchos de nosotros estamos demasiado apegados a nuestras comodidades materiales y estilos de vida sin compromisos como para estar abiertos a los sacrificios que exige la crianza de los hijos?

¿Por qué celebrar tener una vida “sin hijos”?

Cualesquiera que sean las razones que impulsan a la decisión de no tener hijos, es cada vez más frecuente en grandes extensiones del planeta Tierra. La decisión en sí es más o menos lógica, una vez que se supone que las personas están “jugando a lo seguro”, o se sienten presionadas económicamente, o simplemente prefieren una vida más cómoda.

Lo que puede parecer un poco desconcertante es por qué la gente habla con alegría y orgullo de llevar una vida “sin hijos”, casi como si tuviera algún mérito. Tomemos como ejemplo el siguiente tuit de un político local de Irlanda: “Esta mujer de 41 años, soltera y sin hijos tuvo la mejor noche de su vida anoche en Taylor Swift”.

No me malinterpreten. No digo que debamos volver a los tiempos en que las personas debían sentir un profundo sentimiento de culpa por no tener hijos, ya fuera por elección propia o por infertilidad. Pero sin duda resulta extraño sugerir que llevar una existencia “sin hijos” es algo de lo que deberíamos estar orgullosos o algo a lo que deberíamos aspirar.

Si una cantidad suficiente de niños de una sociedad no tiene hijos, esa sociedad se debilita y se autodestruye. La tarea de criar hijos es una de las mayores contribuciones que una persona puede hacer a su sociedad. La gente no suele andar por ahí diciendo: «Estoy feliz de vivir sin un Nobel» o «Estoy feliz de no tener trabajo», porque si bien la dignidad y el valor de una persona no dependen de tener un premio Nobel o de tener un empleo, la gente no suele aspirar a estar «libre de un Nobel» o «libre de trabajo». ¿Por qué, entonces, alguien debería aspirar a estar «libre de hijos»?

¿Qué significa la disminución de la tasa de natalidad para el futuro de las sociedades y culturas occidentales?

Por último, ¿qué significa la disminución de la natalidad para el futuro de las sociedades y culturas occidentales? A corto y mediano plazo, crea necesariamente escasez de mano de obra, lo que perjudica la eficiencia económica y la prosperidad. También hace que el modelo occidental tradicional de Estado de bienestar sea inviable, ya que este exige que las contribuciones de los trabajadores superen los costos de las prestaciones sociales, que se vuelven paralizantes en una población que envejece y con costos de atención médica que se disparan.

Desde un punto de vista puramente demográfico, se podrían reponer las poblaciones moribundas con jóvenes de África, Afganistán, Venezuela o Kazajstán, ya que esas sociedades tienen tasas de fertilidad sostenibles, pero la idea de que toda escasez de mano de obra, incluida la altamente especializada, se cubrirá con inmigrantes sin un doloroso y costoso período de transición parece ingenua.

Además, incluso si eventualmente se pudiera cubrir la escasez de mano de obra con inmigrantes capacitados, esto no quita el hecho de que las personas inmersas en ciertas culturas y formas de vida, incluidas las occidentales, en esencia no están reproduciendo su forma de vida a un ritmo suficiente para evitar la extinción cultural.

Si los que tenemos la suerte de vivir en sociedades libres y económicamente avanzadas valoramos nuestra propia cultura y forma de vida; si pensamos que las libertades individuales que a menudo damos por sentado y el acervo de conocimientos y costumbres que hemos acumulado a lo largo de muchas generaciones son algo que vale la pena transmitir, entonces el hecho de que esta cultura particular esté terminalmente enferma y se encamine hacia su propia desaparición debería ser motivo de preocupación para nosotros.

Si pensamos que hay otra cultura esperando entre bastidores para reemplazarla, una que sea igual de buena, si no mejor, entonces tal vez no veamos nuestra propia desaparición cultural como algo tan grave. Tal vez incluso la veamos como una oportunidad. Pero no tengo claro que haya una cultura diferente esperando entre bastidores para ayudarnos a renovar nuestra prosperidad económica y preservar valores como la libertad personal, el imperio de la ley, la tolerancia y la apertura que han definido a las sociedades occidentales durante generaciones.

La alarma antifascista es más falsa que una promesa de Sánchez, si cabe. Funcionan como ese pájaro de la Pampa que retratan los versos del Martin Fierro y cuya táctica le gustaba extrapolar a Ortega y Gasset: «Pero hacen como los teros/ para esconder sus niditos:/ en un lao pegan los gritos/ y en otro tienen los güevos». O, hablando de Sánchez, hacen lo de Pedrito: «¡Que viene el lobo, que viene el lobo!», para echar unas risas con el susto de la gente. Hasta que al final no funciona.

Por: Enrique García-Máiquez – La Gaceta de la Iberosfera

Lo de la ultraderecha les ha venido funcionando hasta ahora y es al revés: no les entra el miedo, sino que nos lo meten. Hay una serie de problemas planteados en las sociedades europeas que ya no se pueden negar y que crecen. Por supuesto, la inmigración masiva e ilegal; pero también la multiculturalidad a espuertas, la inseguridad creciente, la desindustrialización, el hundimiento demográfico, la inflación demagógica, el adoctrinamiento woke, la corrupción de las élites y la descomposición de la moral popular, etc.

Si el auge de «la ultraderecha» preocupase de verdad a los partidos clásicos y a los medios mainstream, el remedio sería sencillísimo. Bastaría con solucionar esos problemas que he enumerado. Ni siquiera todos, incluso. Ni completamente. Sobraría con hacer un poder en la dirección adecuada. La gente, en su mayoría, volvería a votar a los partidos con marchamo de respetabilidad a los que han votado siempre, al rebufo de la dichosa superioridad moral de la izquierda. Si votan contra corriente y arrostrando el desprecio de la «opinión publicada» es porque no se les ha dejado otra opción.

Naturalmente que los partidos clásicos podrían atender esas demandas, que son todas de sentido común, y que atendieron con sus políticas hasta no hace mucho. No quieren no sé por qué demonios. Tampoco quieren hacer de ninguna de las maneras algo tan de primero de básica de democracia elemental cómo es oír las demandas de la gente.

Ni atendernos ni escucharnos ni oírnos. Solamente quieren espantarnos con el lobo de Pedrito y los gritos de los teros pampeños. Por eso dicen lo de «la ultraderecha». No es, por tanto, que «la ultraderecha» les dé miedo. Si se lo diese de verdad, atajarían de inmediato los problemas que hacen que la gente vote más y más a los partidos de derecha alternativa. No la votan por «derecha», sino por «alternativa»: la que ofrecen cuando los demás sólo les dan más de lo mismo y desdén si protestan.

En definitiva, les da miedo solucionar los problemas de la gente —no me explico por qué— y quieren dar miedo a la gente hablando de la «ultraderecha», creándoles, de paso, otro problema, siquiera sea de conciencia. Pero la gente ya le tiene más miedo a sus propios problemas que a los juegos de manos y de espejos de la demagogia ajena. Encima, tanto Víktor Orbán como Giorgia Meloni están gobernando sin altercados ni pérdidas de derechos civiles ni de libertades públicas. El lobo de Pedrito ha venido y resulta que era un perro pastor. Eso es lo que está pasando. Es sencillo.

Sentada en el sofá de su prima, Lucía recibe en sus manos un gran paquete con mucha emoción. Susurra un tímido gracias y abre la caja. Está contenta. También aliviada. Dentro del paquete no hay maquillaje ni ropa, lo que cualquier otra adolescente desearía, hay al menos 12 paquetes de toallas sanitarias que sus primas juntaron para obsequiarle. Lucía, que ahora luce unos ojos llorosos y una sonrisa avergonzada, es una de las millones de niñas, adolescentes y mujeres que viven en pobreza menstrual en Venezuela.

Por: Erika Hernández – El Nacional

La gestión menstrual adecuada es un aspecto fundamental en la salud y el bienestar de las mujeres en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, en medio de la crisis que enfrenta Venezuela, se ha convertido en un desafío significativo que afecta negativamente la vida de muchas de las venezolanas en edad reproductiva.

Es el caso de Lucía, que a sus 16 años ve su vida limitada cuando tiene la menstruación por falta de productos de higiene menstrual. En su casa, donde su padre es el único proveedor de una numerosa familia de ocho integrantes, la alimentación es la prioridad. Tanto Lucía como sus tres hermanas pequeñas y su madre deben recurrir a alternativas caseras, entre ellas trapos y cartones, para contener el flujo durante esos tres a cinco días al mes. Tampoco salen de la humilde casa en la que viven en una zona rural del estado Miranda, a casi dos horas del pueblo más cercano, por miedo a mancharse en público.

Según Global Citizen, la falta de acceso a productos sanitarios, baños en mal estado o mal distribuidos, una gestión de desechos precaria y una limitada educación sobre gestión menstrual son características claras de los casos de pobreza menstrual.

¿Qué es la pobreza menstrual?

La pobreza menstrual indica que no garantías por parte del Estado y cualquier otra estructura socioeconómica para que las mujeres puedan tener unas condiciones adecuadas para vivir su menstruación, de acuerdo con Verónica Colina, coordinadora de Redes, Activismos y Formación de Cepaz.

El concepto está estrechamente relacionado con la pobreza multidimensional. Es decir, en la mitad de los hogares venezolanos (51,9%) que viven en pobreza multidimensional, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2023, hay pobreza menstrual debido a los bajos ingresos, carencias en los servicios básicos y deterioro de la educación. Además, la mitad de dichos hogares no percibe ingresos suficientes para cubrir la canasta alimentaria, lo que los pone en una situación de pobreza extrema.

El informe Ser Mujer en Venezuela: Diagnóstico comunitario y propuestas para la acción humanitaria, publicado en 2022 por la Alianza Con Ellas, reveló que 25% de las mujeres venezolanas no tiene acceso a productos de higiene menstrual, es decir, una de cada cuatro no tiene acceso a esto pese a que 5 de cada 10 mujeres, niñas y adolescentes de las comunidades populares encuestadas, tienen una duración del periodo menstrual de entre tres y cinco días.

Pero la pobreza menstrual va más allá de la falta de acceso a productos de higiene, también incluye las dificultades para acceder al servicio de agua. Según el Informe de Seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja 2023 de HumVenezuela, 69% de la población tiene restricciones severas de acceso al agua. Esto impacta de forma diferenciada a las menstruantes que no pueden llevar a cabo una correcta gestión de su higiene menstrual.

Ante esta situación, Cármen Herrera, directora de Programas y Proyectos de EmpoderaMe, destaca que si bien la pobreza menstrual en Venezuela afecta de manera diferenciada a las niñas, adolescentes y mujeres de zonas rurales, es una problemática que alcanza a todos los estratos sociales. «No importa que vivas en una buena zona y tengas las condiciones económicas para cubrir todas tus necesidades, si no tienes servicio de agua para transitar dignamente la menstruación, vives en pobreza menstrual. Lo mismo pasa en los lugares de trabajo, en escuelas, universidades y lugares de esparcimiento que no cuentan con un baño adecuado», dijo en entrevista con El Nacional.

La pobreza menstrual también incluye la parte educativa. 63% de las mujeres, niñas y adolescentes con edades comprendidas entre los 9 y 49 años obtienen información sobre higiene menstrual del aprendizaje transmitido por la familia; sin embargo, 50% de las mujeres de 50 a 59 años no tiene información y nunca han recibido orientación médica sobre el tema, de acuerdo con el informe La salud de las mujeres en Venezuela: crisis del sistema sanitario y covid-19, publicado en 2021 por Avesa.

La falta de conocimiento perpetúa los tabúes y estigmas que giran en torno a la menstruación, que en algunos casos pueden llegar inclusos a ser motivo de discriminación de las personas menstruantes.

Esta realidad de muchas mujeres y personas menstruantes en Venezuela, sobre todo en pueblos y comunidades populares, afecta sus actividades durante el período, genera inseguridades y hace que sean más propensas a infecciones. En la encuesta realizada en 2023 por la Alianza Con Ellas, conformada por un grupo de ONG venezolanas, se observó que muchas niñas y jóvenes optan por no asistir a clases y esto reduce las posibilidades que puedan tener en su futuro, ampliando las brechas de género para ellas.

Una de las prioridades del plan de Acción de Género de la Unicef (2018-2022) era promover el acceso a la información e insumos para la menstruación, con el fin de empoderar a niñas, adolescentes y mujeres.

Lea la nota completa siguiendo este enlace a El Nacional

Un reciente estudio de la UNESCO, titulado «El precio de la inacción», alerta sobre las consecuencias económicas del abandono escolar prematuro y la falta de adquisición de habilidades básicas, tanto cognitivas como no cognitivas. El estudio presenta evidencias que demuestran que, si no se toman medidas urgentes, el costo global de esta problemática alcanzará la enorme cifra de $10.000 millones anuales para el año 2030.

Por: Ramón Cardozo – DW

Estos costos no solo recaen sobre los gobiernos (costos fiscales). Una parte sustancial es asumida por los hogares (costos privados) y se derivan, entre otras causas, de la pérdida de ingresos futuros debido a menores oportunidades laborales; de la necesidad de pagar por educación privada o complementaria; y de los gastos adicionales en salud y seguridad como consecuencia de una educación inadecuada. Para el caso de la región de América Latina y el Caribe, el estudio de la UNESCO estima que los costos privados ascenderán a $1.776 millones anuales para el 2030.

Cuantificar en Venezuela los costos sociales (fiscales y privados) a causa de la desescolarización prematura y la deficiencia de habilidades básicas es una tarea sumamente compleja y desafiante. La política de opacidad gubernamental impuesta desde el año 2010 por el régimen chavista ha obstaculizado significativamente la recopilación y el análisis de información relevante y necesaria para este tipo de evaluaciones. 

Sin embargo, a pesar de las limitaciones , diversos actores –investigadores, ONG y gremios de educadores– han logrado compilar, a lo largo de los últimos años, un conjunto de estadísticas reveladoras que ponen de manifiesto la magnitud de la profunda crisis educativa que atraviesa Venezuela tras más de dos décadas de revolución bolivariana. A partir de estos indicadores, se puede inferir que los hogares venezolanos y la sociedad en su conjunto están asumiendo un elevado costo, tanto en términos monetarios como sociales, como consecuencia de la desescolarización prematura y de un bajo nivel de competencias cognitivas o socioemocionales.

Alta exclusión del sistema escolar  

Las cifras de abandono escolar prematuro en Venezuela de niños y jóvenes en edad escolar (3 a 24 años) han experimentado un aumento prácticamente sostenido durante los últimos diez años. Según datos de las nueve ediciones anuales de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (ENCOVI), realizada por la Universidad Católica Andrés Bello, esta tasa pasó del 27% en 2014, al 34% en 2023.

Para el año 2023, de una población total de 11,6 millones de niños y jóvenes en edad escolar, 3,9 millones (34%) se encontraban totalmente excluidos del sistema educativo. Esta exclusión se agravaba aún más al considerar que 2,6 millones (34%) de la población escolarizada asistía de forma irregular a los centros educativos. De manera que, para ese momento, de cada 10 venezolanos en edad escolar, 3 estaban excluidos del sistema educativo, 4 asistían de forma irregular a las aulas y solo 3 lo hacían de forma regular.

Las proyecciones para el cierre del presente año escolar 2023-2024 presentan una situación aún más graves. De acuerdo con las declaraciones a medios de comunicación de Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), la deserción escolar este año supera el 50%.

Para hacernos una idea del impacto económico que puede ocasionar la tasa de deserción escolar en la economía de los hogares venezolanos, podemos tomar como referencia el caso de Perú. En este país, con una tasa de no escolarización en la educación secundaria superior al 18%, los costos económicos para los hogares debido al abandono escolar prematuro alcanzarían para el 2030 el 6 % del PIB previsto para ese año, según el informe de la UNESCO.

Escaso nivel de habilidades cognitivas básicas

Según se aclara en el informe de la Unesco, «pasar más tiempo en la escuela no significa necesariamente un mayor aprendizaje. Es posible que los estudiantes completen la educación primaria o secundaria y salgan con habilidades deficientes». Es por ello que en este informe se considera por separado la proporción de niños y jóvenes con habilidades cognitivas inferiores a las básicas (verbales y analíticas). Estas habilidades corresponden a las competencias del nivel 1 (alfabetización funcional) del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA).

En el año 2010, el régimen chavista suspendió en Venezuela la aplicación de las pruebas PISA. Como una alternativa para monitorear la calidad de la educación secundaria en Venezuela, la Universidad Católica Andrés Bello implementó en el año 2019 el Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (SECEL).

Los resultados de la edición SECEL 2022-2023, basados en más de 23.000 pruebas diagnósticas, revelan que la tasa de reprobación alcanzó un alarmante 78,37% en el área de habilidades cuantitativas. Esto significa que solo 2 de cada 10 estudiantes lograron una calificación aprobatoria de 10 o más puntos sobre 20, con una nota promedio de apenas 7,53 puntos. En el ámbito de las habilidades verbales, la situación también es crítica, con un 55,04% de estudiantes reprobados y una calificación promedio de 9,11 puntos sobre 20. La gran mayoría de los estudiantes, por tanto, no alcanzó el nivel mínimo requerido en ambas áreas.

Para ilustrar el impacto económico que pueden generar los bajos niveles de habilidades cognitivas básicas en los hogares venezolanos, podemos volver a tomar como referencia el caso de Perú. En este país, según señala el informe de la UNESCO, el 60% de los niños, incluyendo aquellos que no asisten a la escuela, no alcanzan los niveles de habilidades cognitivas básicas. Este panorama se traduce en costos privados anuales que, para el año 2030, ascenderán al 18% del PIB estimado para ese año.

Los costos no monetarios de la crisis 

El informe de la UNESCO también subraya las consecuencias no monetarias del abandono escolar prematuro y la falta de adquisición de habilidades básicas, que conllevan altos costos sociales. Entre estas consecuencias se encuentran el matrimonio infantil, el embarazo precoz, la violencia de pareja y un aumento en la incidencia de delitos.

Los datos del «El precio de la inacción» indican que cada año adicional de escolaridad secundaria puede reducir de forma significativa el riesgo de que las niñas se casen y tengan hijos antes de los 18 años. Las cifras también apuntan a que las jóvenes con habilidades básicas deficientes enfrentan un riesgo 69% mayor de abandonar la escuela antes de tiempo y tienen un 59% más de probabilidades de quedar embarazadas a una temprana edad.

En términos de delincuencia, el reporte señala que el abandono escolar prematuro aumenta la incidencia global de homicidios en un 8,7%, de robos en un 4,7%, de agresiones físicas en un 4,4% y de violencia sexual en un 2,9%. La deficiencia en las habilidades básicas presenta riesgos aún más altos, con una incidencia de un 39% mayor en robos, un 37% mayor en agresiones físicas y un 27% mayor en violencia sexual.

A la luz de los hallazgos del estudio de la UNESCO, Venezuela enfrenta importantes interrogantes que exigen respuestas urgentes: ¿Qué porcentaje de los altos índices de embarazo precoz, matrimonio infantil y uniones tempranas que ocurren en el país se deben al fracaso del sistema educativo? ¿En qué medida la delincuencia que azota al país tiene su origen en la profunda crisis educativa que la aqueja? ¿Qué proporción de los elevados índices de pobreza que agobian a los hogares venezolanos es consecuencia directa del sistema educativo fallido? ¿A cuánto ascienden los incalculables costos que los venezolanos han pagado y seguirán pagando por esta tragedia?

La profunda crisis del sistema educativo venezolano, legado de un cuarto de siglo de revolución bolivariana, se erige como el problema más crítico que amenaza el futuro de la nación.

Rodolfo Muñoz, director de Cáritas Cumaná relató en el programa Háblame bajito, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias la situación que se vive en Cumanacoa después del paso del huracán Beryl.

Por: Héctor Ignacio Escandell Marcano – Radio Fe y Alegría

Informó que muchas familias perdieron sus viviendas producto de las inundaciones y que el aparato productivo de la región está afectado, “los conucos, las haciendas, las fincas, los animales, se han perdido algunos de ellos”, dijo Muñoz.

Ayuda para los afectados

El representante de Cáritas Cumaná informó que ya pidieron apoyo a Cáritas Venezuela para gestionar ayudas.

De igual forma, instalaron centros de acopio en todas las iglesias de Cumaná para recoger agua, medicamentos, alimentos no perecederos y otros insumos que están necesitando las familias de las zonas afectadas.

También tienen un equipo médico que puede trasladarse a la zona para ayudar a las autoridades en la respuesta.

Recordó que Cáritas se enfoca en poblaciones vulnerables, en niños y mujeres lactantes, pero lo que están viviendo todos es una tragedia.

Rodolfo Muñoz no ofreció ninguna cifra de afectados, pero sí describió la situación como trágica.

¿Cómo es Cumanacoa?

De acuerdo con Muñoz, Cumanacoa es una de las ciudades más importantes del estado Sucre, después de Carupano y Cumana.

El río Manzanares rodea a la ciudad, el poblado se construyo a la margen del río, describió el representante de la organización.

Según los datos que le suministró el padre Jesús Rodríguez, párroco de Cumanacoa, la ciudad está afectada en un 80 % aproximadamente. Podrían ser entre 4 o 5 mil las viviendas afectadas.

Las fotografías muestran la magnitud de los daños, que también incluye vehículos.

De igual forma, reconoció estar preocupado por las poblaciones campesinas alejadas de la ciudad.

¿Hay más zonas afectadas?

Hasta el momento, desde Cáritas solo conocen afectaciones en el municipio Montes por el paso del huracanes. Sin embargo no se descarta que otros municipios estén afectados.

Fallecidos y desaparecidos por las inundaciones

En la población de Cumanacoa, en el estado Sucre dos personas murieron y otras cinco están desaparecidas, según el ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos Ichaso.

El suceso ocurrió en el marco del desbordamiento del río Manzanares debido al coletazo del huracán Beryl que sigue causando estragos a su paso por las costas venezolanas.

Desastre en Cumanacoa

De acuerdo con la fuente oficial, el desbordamiento del río Manzanares en el municipio Montes del estado Sucre, causó inundaciones en varias zonas residenciales en Cumanacoa, por lo cual más de 6 mil viviendas están afectadas: algunas colapsaron, causando aumento exponencial de personas damnificadas.

Según reportes de Protección Civil y otros organismos de emergencias y prevención de desastres, Cumanacoa quedó bajo las aguas. En medio de la tragedia una cantidad no precisada de personas fueron rescatadas.

Civiles, policías, militares, funcionarios de organismos nacionales y de emergencias participan en la labores de salvamento.

Joe Biden abrió una instancia de diálogo político con Nicolás Maduro para asegurar la elección presidencial en Venezuela, que está prevista para el 28 de julio y puede significar la caída de la dictadura populista y el comienzo de un gobierno democrático. Maduro tiene otras intenciones: exigirá que la Casa Blanca levante ciertas sanciones económicas en contra del régimen caribeño y libere millones de dólares que Estados Unidos congeló por su origen ilícito.

Por: Román Lejtman – Infobae

A diferencia de otras oportunidades, la negociación entre Estados Unidos y Venezuela no sucederá en América Latina, Europa o Medio Oriente. Si no hay obstáculos burocráticos o tecnológicos, los negociadores asignados por Biden y Maduro se conectarán a internet y hoy mantendrán un inédito cónclave virtual.

Dan Erikson, consejero Nacional de Biden, y Francisco Palmieri, encargado de Negocios de Estados Unidos en Venezuela y Colombia, representarán a la Casa Blanca. Hasta anoche no estaba definido si Brian Nichols, subsecretario del Departamento de Estado para América Latina, se sumaba también a la reunión bilateral.

Jorge Rodríguez, titular del Parlamento de Venezuela, y Héctor Rodríguez, gobernador del estado de Miranda, expondrán los intereses del régimen en nombre del dictador Maduro. Jorge Rodríguez es una pieza clave de la dictadura venezolana y siempre juega en tándem con Maduro.

La reunión virtual aparece de manera abrupta cuando faltan menos de cuatro semanas para los comicios presidenciales en Venezuela. Maduro reveló el cónclave en una maniobra política y mediática que sorprendió a la Casa Blanca. Hasta ahora los encuentros bilaterales entre Estados Unidos y Venezuela se informaban ex post facto.

“Yo he recibido la propuesta durante dos meses continuos del Gobierno de los Estados Unidos para restablecer las conversaciones y el diálogo directo, luego de pensarlo durante dos meses he aceptado, el próximo miércoles (por hoy) se reinician las conversaciones con Estados Unidos”, dijo Maduro en su programa de televisión.

El dictador venezolano persigue a la oposición, desborda las cárceles con presos políticos y ha vetado la candidatura presidencial de María Corina Machado, principal figura de la resistencia al régimen populista.

En este contexto, Erickson y Palmieri protagonizarán la reunión virtual para asegurar que el gobierno no suspenda los comicios ante una posible derrota de Maduro frente al diplomático Edmundo González, que es apoyado por Machado y encabeza todas los sondeos de opinión.

Al dictador populista le interesa recuperar la denominada Licencia General 44 que tenía acordada con Estados Unidos, y los cientos de millones de dólares que la Casa Blanca congeló ante la sistemática persecución política que ejecuta el régimen.

La Licencia General 44 permitía a las empresas extranjeras hacer contratos de producción de gas y petróleo en Venezuela sin violar las normas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), así como también utilizar el sistema financiero de los Estados Unidos para cancelar pagos vinculados con operaciones comerciales realizadas en territorio venezolano.

Pero Maduro inhabilitó a Maria Corina Machado, arrestó a miembros de la oposición y reprimió la actividad proselitista, tres actos dictatoriales que violaron la letra y el espíritu del denominado Acuerdo de Barbados, en su momento negociado entre el régimen y los partidos opositores.

En este complejo escenario, la Casa Blanca canceló la Licencia General 44 como represalia directa al régimen, que ahora Maduro exige recuperar como condición relativa para garantizar la continuidad del proceso electoral en Venezuela.

La Casa Blanca no aceptará las exigencias económicas y financieras de Maduro. Biden desea que haya elecciones limpias en Venezuela, y que Maduro acepte el resultado de las urnas aunque eso signifique abrir la transición democrática.

Desde esta perspectiva, ante las posiciones antagónicas que llevarán Jorge Rodríguez y Dan Erikson al cónclave virtual, será muy difícil que la reunión entre Estados Unidos y Venezuela arroje resultados políticos en el corto plazo.

Maduro ya demostró su vocación dictatorial y no sería la primera vez que opte por violar la ley para resguardar su propio espacio de poder.

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