Vía 14ymedio
La producción es la más baja de la historia reciente y Cuba no podrá cumplir contratos ni abastecer el consumo interno.
La cosecha azucarera de Cuba en 2025 ha sido, nuevamente, la peor registrada, sin llegar siquiera a las 150.000 toneladas, según cálculos de la agencia EFE a partir de datos de la prensa provincial. La cifra queda por debajo de las 160.000 toneladas obtenidas en la campaña anterior y podría ser aún menor, dado que las autoridades no han publicado el resultado oficial.
De los 15 centrales azucareros que participaron, solo 10 hicieron públicos sus resultados, sumando 95.584 toneladas. Los cinco restantes tenían una meta conjunta de 52.068 toneladas, pero solo uno, el central Melanio Hernández, cumplió su plan, por lo que el total real no alcanzó los 147.652 toneladas teóricos.
La magnitud del desastre se refleja en casos como el del central Dos Ríos, en Santiago de Cuba, que produjo apenas 2.700 toneladas de las 20.811 previstas (13%), o el Antonio Guiteras, en Las Tunas, que logró 7.200 de las 45.000 toneladas planificadas (16%). El objetivo nacional era de unas 280.000 toneladas.
Un exfuncionario del desaparecido Ministerio de la Industria Azucarera calificó la situación como un “desastre”, subrayando que el volumen obtenido impide exportar y obliga a importar para cubrir el consumo interno, afectando incluso la producción de ron.
En su época dorada, la industria azucarera cubana llegó a superar los 8 millones de toneladas anuales, con 161 ingenios operativos en 1959. Sin embargo, tras la caída de la URSS y el “redimensionamiento” ordenado por Fidel Castro en el Período Especial, gran parte de la infraestructura quedó obsoleta. Hoy solo funcionan 15 centrales, con graves problemas de mantenimiento, escasez de insumos y falta de mano de obra.
Este colapso significa que Cuba no podrá cumplir sus contratos de exportación con China y continuará sin poder garantizar azúcar suficiente para su población, sumándose a una crisis que impacta a varios sectores productivos y de consumo.