Repsol ha cumplido su promesa de mover inversiones a otros países por el impuesto extraordinario a la banca y las energéticas —comúnmente llamado impuestazo—por parte del Gobierno de España.
La firma multinacional moverá a Sines (Portugal) la inversión del primero de los varios proyectos de hidrógeno verde para el que estaban buscando ubicación. Este giro se debe al anuncio de la semana pasada del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, de que el Gobierno convertirá en permanentes dichos gravámenes.
El desembolso no es uno de los mayores previstos por parte de la petrolera en esta tecnología, ya que el destino será un electrolizador de 4 megavatios (MW) de consumo y de 600 toneladas anuales de producción de hidrógeno que requerirá un desembolso de, aproximadamente, 15 millones de euros.
Esto frente a los 350 megavatios (MW) de electrolización previstos por la petrolera en España, el más grande de ellos en la refinería de Cartagena con 100 MW de consumo y para el que se prevé una inversión de 200 millones de euros. No obstante, estos planes se encuentran en stand-by desde que el Ejecutivo implementó el gravamen sobre los ingresos de las empresas energéticas.
Según adelantó El Mundo, el plan de Repsol con el electrolizador de Sines se une a los 650 millones programados ya en el complejo portugués y se convertirá en el proyecto en firme más grande que ha adoptado Repsol, que superará al otro operativo situado en Vizcaya de 2,5 MW.
Además, la firma advierte así al Ejecutivo de su disposición a derivar sus fondos a otros mercados y que condiciona al avance del marco fiscal el despliegue de entre 3.000 y 4.000 millones de euros de inversión que la petrolera prevé desplegar en España en su Plan Estratégico 2024-2027.
El mensaje a favor de mantener el gravamen de manera indefinida en el ordenamiento jurídico español ha sido un varapalo para las expectativas de Repsol, cuyo consejero delegado, Josu Jon Imaz, El consejero delegado de Repsol, aseguró que esta medida no se iba a prorrogar, indicó durante la conferencia con analistas posterior a la presentación de resultados semestrales del grupo.
Repsol provisionó a principios de año sus expectativas de pago del gravamen extraordinario, que ha fijado en 335 millones, frente a los 444 millones del año pasado. Por lo tanto, la firma ya ha realizado un desembolso de 779 millones de euros en concepto de impuesto extraordinario.
Los proyectos puestos en pausa por Repsol recibirán también subvenciones públicas. El pasado julio el Gobierno aprobó un paquete de casi 800 millones de euros para financiar electrolizadores de hidrógeno, de los cuales Repsol fue adjudicatario de 355 millones para sus proyectos en Escombreras (Cartagena) y en la refinería de Muskiz (Vizcaya), con 160 millones y 155 millones respectivamente.