Morfema Press

Es lo que es

Soy negativo, por Rafael Egáñez Anderson

Comparte en

Cuando estamos en espacios densos por mucho tiempo, donde ya el estrés no es estrés sino parte de nuestra química habitual y comenzamos a vivir los achaques cotidianos que se desarrollan en el cuerpo y la mente, la negatividad se apodera de nosotros.

Olvidamos por completo ser intuitivos, de que el corazón es un órgano pensante y de como la negatividad destruye cual virus maligno, toda la esperanza que ayuda al individuo a través de sus sueños, a remontarse de nuevo en ser un hombre positivo.

Creer que la negatividad en su plenitud es simple, es algo casi irresponsable.

Es tan sutil que inclusive un discurso positivo puede ser generado desde el estado negativo en el que estemos.

Es una maquinaria demoniaca que se apodera completa y perfectamente del individuo, no dejándolo avanzar en cualquier idea que signifique logro y expansión.

Lo obvio se hace imposible, el plan de vida se destruye y todo lo anteriormente dicho, fórmula una nueva receta molotov en contra de cualquier idea que signifique “regenerarse” y ser feliz.

La felicidad luce lejana y pasa a ser un estado ansiado, ansioso e inalcanzable.

Si no comprendes que la “negatividad” es una maquinaria maligna, muy bien ajustada y balanceada que invitamos a ser nuestra por omisión o a sabiendas en distintos momentos, no merece la pena sigas leyendo este artículo.

La negatividad es un cocktail molotov mata sueños esperanzadores y aprovecha esos espacios de alta vibración que vas dejando a un lado, para sustituirlos por ideas densas acerca de todo lo que signifique “logro”.

Te ves ensimismado y en letargo constante, preso, paralizado sin poder moverte ni avanzar. Es sentarse a ver al limbo, ya sin buscar respuesta por estar perdido en una masa de energía densa, llena de neblina paralizante y abrumadora.

Estas abrumado.

Tu vida pasa a ser manejado por ese “par” tuyo separado por completo de la realidad y ejecuta perfectamente el plan de convertirte en un zombie, a merced de tus propias limitaciones y estructuras.

Existen grados de negatividad? Claro que si, pero no te dejes llevar por decir … no la sufro mucho! o es solo a veces!porque ella como buena maquinaria, va tomando espacios que hace suyos y con paciencia milimétrica, toma sin soltar lo que ha ganado invadiendo en tus predios.

Si comienzas a ver pesimismo de tu parte, a perder el interés por hacer las cosas cotidianas que te gustaban, tu horario se ha roto y tú jerarquía de valores se ha re programado a menos, entonces es hora que comiences una campaña admirable en contra de tu propio proceso.

Cambiar lo que no queremos cambiar es un problema pero también, no aceptar que estamos en un proceso denso que nos llevará a otro y a otro hasta que en cadena se alimentan y se puedan convertir por ejemplo, en procesos negativos como la depresión, es un verdadero problema.

Comienza a jerarquizar aquello que es pleno y te gusta.

Retoma tus horarios.

Estudia esos hábitos que te alejan de sentirte pleno.

Has una lista de prioridades aunque luzcan pequeñas y siéntete vencedor ante cualquier evento que sea un logro para ti.

Has ejercicios físicos, eso ayuda a cambiar la química de tu cuerpo generando la medicina necesaria para sostener los cambios que vas logrando.

Reúnete con amigos, haz planes con tu familia que por más pequeños y cortos, ayudan a sentir y recordar lo que es realmente ser amado sin juicio.

Levántate cada mañana y gánale a lo negativo; decreta a través de una intención simple, que tu día será alegre, feliz y agradecido con Dios de todo lo maravilloso que te espera.

Todo esto es solo cuestión de realizar a Dios en todo lo que haces, en hacer explosivo en ti el amor verdadero por lo que eres y en confiar que el plan está ahí para cumplirse.

Así te desvíes, siempre llegarás a ese punto en donde te reconocerás como una gran persona.m y sentirás el poder de tu propia existencia.

Tú puedes, estoy contigo!

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Scroll to Top
Scroll to Top