Un grupo de investigadores académicos en el área de liderazgo hemos decidido documentar la actuación del Presidente Cortizo y su gabinete durante la crisis actual. La idea es extraer lecciones sobre cómo no se debe proceder en gerencia de crisis ya que todo lo que se debía hacer no se hizo y mucho de lo que se podía hacer…se hizo mal. Increíble¡ Este caso de estudio aspiramos sea utilizado en distintas universidades latinoamericanas a nivel de Maestrías y Doctorado.
Por: Vladimir Petit Medina, PhD
Sin embargo, adelantemos algunas aproximaciones.
Comencemos por establecer cuál es el tipo de crisis de la cual se trata. Siguiendo la clasificación de Lerbirger (1999 ) y Gustavo Romero (2010) se trata de una ¨crisis por actuaciones contrarias a los valores¨ que arranca a partir de una decisión que desata la ira pública. Esto se agrava cuando después de las primeras intervenciones del gobierno también estalla una ¨crisis por confrontación¨ ya que en especial el primer discurso de Cortizo fue percibido como un desaire y reto directo a la colectividad. Y es que el asunto fue muy mal leído por el gobierno. La ira colectiva se dispara a partir de la aprobación por casi todos los representantes de la asamblea nacional del nuevo contrato con Minera Panamá. La rapidez con la cual fue aprobado, la opacidad que caracterizó esa aprobación, el rumor de cobros indebidos y luego la pronta firma del ejecútese del contrato por parte del Presidente corrió como gasolina en medio de un llano con llamas incipientes. Increíblemente lo sucedido obró sobre tres datos que ya sabíamos por las encuestas: el hecho de que la asamblea nacional es la institución peor calificada por los panameños, la enorme debilidad del gobierno de Cortizo y el rechazo general por la corrupción desatada que la mayoría percibe. Bum¡ Comenzó el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS) de inspiración izquierdista. Enseguida la protesta se propagó y anidó en ecologistas, ambientalistas y buena parte del público general.
Y vino el primer mensaje del Presidente Cortizo. En un tono retador y dando como hecho cumplido la entrada en vigencia del contrato soltó esta frase…¨el contrato va y punto¨. Al día siguiente ya el asunto se propagó contagiando a todo aquel que tenía alguna factura por cobrarle al gobierno de Cortizo y tomaron la calle los maestros a los cuales les deben, los médicos a quienes no les han pagado, los policías retirados y todo aquel harto por la corrupción. Las vías se llenaron y poco importó que hubiese infiltrados saqueando. Ni siquiera eso amilanó a los marchistas que tomaron medidas como la de prohibir la capucha para evitar que eso siguiera. Más allá, la ineficiencia del aparato gubernamental se evidenciaba en la actuación policial, sin entrenamiento para algo así en un país normalmente tranquilo.
La temperatura de la protesta obligó a una nueva intervención presidencial. Ahora ofrecía a futuro no permitir más contratos mineros. La promesa fue insatisfactoria y la gente siguió su protesta. Horas después se hizo público un video de la mayoría parlamentaria del partido de gobierno PRD y el alcalde Fábregas manifestando su unidad y solidez en torno al contrato minero.
Más adelante, el Presidente prometió someter el asunto del contrato minero a consulta pública en diciembre. Al día siguiente el Tribunal Electoral anunció que eso era imposible hacerlo por cuanto el TE no tenía presupuesto ni tiempo suficiente para organizarlo.
Cortizo ya estaba cautivo y sin espacio para la maniobra. El mismo labró su encrucijada.
En gerencia de crisis normalmente ¿qué se recomienda?
Lo primero es no mentir y transmitir sinceridad. Ni el tono del Presidente ni su reputación actual ayudaron en tal sentido. Más aún cuando los hechos obraban en su contra. Además su actuación es normalmente taciturna, ajena de los focos públicos incluso escurridiza. En este tiempo se apersonó un poco más dada la gravedad de la situación pero igualmente no cuidó los detalles de puntualidad con las horas anunciadas para sus comparecencias ni los detalles de setting: su apariencia demacrada, ostro endurecido, tono discordante, texto lineal. Así hubiese tenido la razón, la puesta en escena anulaba cualquier posibilidad de darle el beneficio de la duda o tan siquiera seguirle con atención.
Lo segundo que se recomienda es admitir responsabilidad y pedir perdón…pero en reacción inmediata. Para nuestra sorpresa solo después de 10 días y tímidamente, algunos representantes de la asamblea comenzaron a pedir perdón, echándose para atrás. Pero eso ya no era creíble como un propósito de enmienda sino como un movimiento escapista.
Lo tercero es no dar pasos en falso, actuando eficientemente y trabajando en equipo. El terrible error de anunciar una consulta popular que el propio encargado de organizarla (TE) descartó lo dejó en una situación sumamente comprometida.
Lo cuarto es empatizar y comunicar proactivamente. Como ya lo hemos dicho, lo de comunicar no es donde el presidente destaca pero además quizás muy mal asesorado, su tono impositivo del primer mensaje fue una bocanada inflamable que esparció el incendio. Quizás no está claro en los niveles de rechazo a su gobierno, a la bancada del mismo, al candidato oficial y habló como quizás lo hubiese hecho Torrijos o el gobernante más popular y legítimo y no es su caso. Y nada de ponerse en los zapatos de la gente y caminar con ellos. Ni mucho menos dar una respuesta satisfactoria al velo de sospecha que rodea todo lo del contrato minero. Incluso, la foto de la bancada del gobierno con el alcalde…fue una asumida como una provocación y desconoció un principio elemental de la política: evitar nuclear el polo de mayor rechazo. Por el contrario…lo compactaron.
Lo quinto que se aconseja es dialogar y negociar. El tono inicial ahuyentó cualquier posibilidad de lo uno o de lo otro. Solo quedaba entonces tomar la calle y dar rienda suelta a las inmensas insatisfacciones involucradas.
Error tras error….mezcla de mala percepción política con falta de asesoramiento.
¿Cómo poner fin al asunto?
Solo queda tomar acciones correctivas definitivas y que impliquen derogar el contrato. No hay otra manera ya que no hay margen de maniobra.
Y a estas alturas la gran pregunta: ¿quién asesora a Cortizo?
En los inicios debió estar presente y no desaparecido. En vez de dar pasos en firme, dio dramáticos pasos en falso. Comunicacionalmente actuó ineficientemente, los mensajes claves fueron inexistentes. Además se manejaron muy mal dos agravantes que gravitan sobre la administración Cortizo: la imagen negativa y debilidad típica de quien está de salida.
A esta hora continúan los errores.
Todo lo dicho permite la elaboración de un caso de estudio para enseñar a los estudiantes de liderazgo lo que no se debe hacer en gerencia de crisis.
En eso estamos.