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EEUU

Por Meiling Lee en The Epoch Times

Un médico que ha estado ofreciendo servicios gratuitos de telesalud a pacientes con COVID-19 durante la pandemia dice que el tratamiento temprano para el COVID-19 funciona y afirma que tiene una tasa de supervivencia del 99,99 por ciento.

“Tenemos un equipo de médicos voluntarios gratuitos que donan su tiempo para ayudar a tratar a estos pacientes que acuden a nosotros”, dijo el Dr. Ben Marble, fundador de myfreedoctor.com, un servicio de consulta médica en línea, en una mesa redonda organizada por Sen Ron Johnson (R-Wisconsin) el 24 de enero.

Agregó: “Les entregamos los protocolos de tratamiento temprano tan pronto como podemos, y tenemos una tasa de supervivencia del 99.99 por ciento. Entonces, creo que myfreedoctor.com, los médicos voluntarios gratuitos han establecido la ciencia en esto: ¡el tratamiento temprano funciona, punto!

Marble estaba respondiendo a la pregunta de Johnson sobre qué pueden hacer las personas si ellos o sus seres queridos tienen COVID-19.

Las personas pueden visitar el sitio web myfreedoctor.com, crear una cuenta y completar un formulario de admisión de pacientes si los médicos aceptan nuevos pacientes para ese día. Uno de los médicos se comunicará con usted en menos de 24 horas. Con una gran demanda de sus servicios, los médicos dicen que solo pueden “aceptar una cierta cantidad de pacientes cada día”.

El tratamiento temprano es clave

Marble dice que él y su pequeño equipo de médicos voluntarios prescriben el protocolo de tratamiento del Dr. Peter McCullough, que consiste en hidroxicloroquina, ivermectina, anticuerpos monoclonales, prednisona y otros medicamentos genéricos de bajo costo. También prescriben vitaminas D y C, y zinc.

McCullough, cardiólogo y epidemiólogo, junto con varios médicos, elaboraron un protocolo de tratamiento temprano para brindar atención ambulatoria a los pacientes con COVID-19. Su artículo se publicó en The American Journal of Medicine en agosto de 2020.

El Dr. Pierre Kory, neumólogo y presidente de Frontline COVID-19 Critical Care Alliance (FLCCC), dice que el público no sabe que hay médicos en todo el país que brindarán telesalud y tratamiento temprano para COVID-19.

“En nuestro sitio web, tenemos un botón que dice encontrar un proveedor . Hemos tratado de reunir tantos proveedores de telesalud que atiendan a todos los estados del país”, dijo Kory.

“Estamos tratando de dar a conocer ese mensaje porque se está suprimiendo ese mensaje de que esta enfermedad es tratable”, agregó.

Capturados por la industria farmaceútica

Kory también afirma que existe corrupción a nivel federal al suprimir el tratamiento temprano con medicamentos baratos reutilizados y su disponibilidad y que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) han sido “capturados por la industria farmacéutica”.

“La corrupción se debe a que no quieren que uses medicamentos genéricos reutilizados que no estén indicados en la etiqueta. No proporciona ganancias al sistema”, dijo Kory, y agregó que “usted sabe lo que está pasando en este país en este momento, es que los CDC han sido capturados por la industria farmacéutica”.

“Enviaron un memorando en agosto de 2021, enviaron un memorando similar en la primavera de 2020, diciéndoles a los médicos y farmacéuticos de la nación que no usen medicamentos genéricos”.

The Epoch Times se ha comunicado con los CDC para hacer comentarios.

Los consejos de los CDC

Los primeros tratamientos fueron y continúan siendo desaconsejados por los CDC, cuya orientación desde el comienzo de la pandemia hasta enero de 2022, solo se centró en que las personas se pusieran en cuarentena durante 14 días, se mantuvieran hidratados, tomaran analgésicos y solo buscaran atención hospitalaria cuando pudieran. No respirar o ponerse azul. 

También advirtieron a las personas que no tomen ningún medicamento no aprobado para COVID-19.

“Las personas han resultado gravemente dañadas e incluso han muerto después de tomar productos no aprobados para su uso para tratar o prevenir el COVID-19, incluso productos aprobados o recetados para otros usos”, escribió el CDC en su página web de tratamientos potenciales .

El enlace web proporcionado para el presunto producto nocivo estaba relacionado con una alerta de salud de marzo de 2020 que advertía sobre un efecto grave para la salud al ingerir fosfato de cloroquina no farmacéutico que se usa para limpiar peceras. Esta alerta se produjo después de que un hombre de Arizona y su esposa tomaran el medicamento no farmacéutico en un intento de automedicarse para el COVID-19.

Durante los últimos dos años, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) solo ha autorizado tratamientos ambulatorios tempranos limitados para COVID-19 que incluyen anticuerpos monoclonales para pacientes de alto riesgo y píldoras antivirales de Merck y Pfizer.

 Sin embargo, el 24 de enero , la FDA anunció que limitaba el uso de los anticuerpos monoclonales de Eli Lilly y Regeneron solo a pacientes «que probablemente hayan sido infectados o expuestos a una variante que sea susceptible a estos tratamientos»

La mesa redonda del .Senador Ron Johnson

Johnson realizó la mesa redonda para ofrecer una perspectiva diferente sobre la respuesta a la pandemia, incluso sobre “el estado actual del conocimiento sobre el tratamiento temprano y hospitalario, la eficacia y seguridad de la vacuna, qué salió bien, qué salió mal, qué se debe hacer ahora, y lo que debe abordarse a largo plazo”.

El panel de discusión estuvo formado por expertos en salud y científicos que incluyeron a McCullough, el Dr. Robert Malone y el Dr. Paul Marik.

Según un comunicado de prensa , Johnson también invitó a más de una docena de figuras destacadas involucradas en el desarrollo, la promoción y el liderazgo de la respuesta a la pandemia, incluida la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky, y el coordinador de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Jeffrey Zients. 

Todas las personas se negaron a asistir al foro.

Ve a continuación el desarrollo de la mesa redonda

Si, cinco años atrás, Donald Trump iniciaba su presidencia con los más oscuros presagios de la prensa nacional e internacional, que auguraban todas las desdichas imaginables, incluyendo la imposición de un régimen de terror, un empobrecimiento pavoroso del país e incluso una guerra nuclear (ahí están las hemerotecas), Biden llegó hace ahora un año a la Casa Blanca con los parabienes de todos, fuera y dentro, y previsiones de bonanza y vuelta a la normalidad.

Por: Carlos Esteban – La Gaceta de la Iberosfera

Un año ha bastado para pulverizar esas ilusiones, como bastó un año del neoyorquino para que la economía experimentara una insólita mejora en todos los frentes.

Es dudoso que nadie pueda, sin sonrojarse, mirar al primer año de Biden y pretender que ha sido una «vuelta a la normalidad» (la razón más repetida para votar al demócrata) o que las cosas no están peor que entonces en casi todos los frentes, desde el económico al sanitario, desde la protección de derechos y libertades hasta la situación en las fronteras, desde la tensión exterior a la división interior.

No es extraño que en solo un año, el año de la esperanza, la popularidad de Biden haya caído más deprisa que la de ningún otro presidente desde finales de la Segunda Guerra Mundial y ahora esté, según las encuestas más recientes, en torno a un tercio de la población. Ya saben: el presidente con mayor apoyo electoral de la historia, de creer la historia oficial.

Pero sería del todo injusto comparar Trump con Biden. El primero fue un ‘outsider’, un presidente con una personalidad arrolladora (para lo bueno y para lo malo) y toda la maquinaria burocrática en su contra, incluyendo al Pentágono y las agencias de Inteligencia. Biden, por el contrario, cuenta con el absoluto favor del aparato de Washington, pero personalmente parece cada día más un muñeco de guiñol que repite las palabras escritas por otros en un teleprónter.

Para su asalto a la Casa Blanca en 2019, los demócratas seleccionaron al antiTrump, no meramente en programa, sino en perfil personal. Frente a un empresario ajeno a la política con ideas rompedoras y muy definidas, sus rivales escogieron al eterno aspirante, a un anciano político de carrera con evidentes problemas cognitivos, acompañado de una mujer, Kamala Harris, universalmente aborrecida entre las propias bases del Partido Demócrata.

En su discurso inaugural, como es costumbre, Biden prometió darle la vuelta a todo lo que supuestamente Trump había hecho mal y, a un año vista, ni el más esperanzado de los demócratas puede afirmar con sinceridad que las cosas estén mejor. De hecho, al circo de Washington le han crecido todos los enanos.

Empezando por uno de los puntos fuertes de Trump, el económico

La inflación se ha disparado al 6,8%, el nivel más alto desde los últimos años del desastroso mandato de Jimmy Carter. Nada indica que se trate de un fenómeno pasajero y que, de empeorar, podrían dinamitar las opciones del Partido Demócrata en las elecciones legislativas del próximo noviembre, que probablemente dejarán ambas cámaras en poder de los republicanos, complicando la estrategia de una Administración que ha dado pruebas de pretender gobernar en solitario.

El Washington Post (también conocido como ‘el blog de Jeff Bezos’) señalaba recientemente que «la fuerte demanda de consumo, la permanencia de los problemas con la cadena de suministro y la aparición de la variante ómicron amenazan con prolongar una aguda subida de los precios hasta bien entrado 2022». También el crecimiento económico de Estados Unidos ha tenido que revisarse a la baja: las previsiones para el primer trimestre de este año, calculadas inicialmente en un 5,2% se han tenido que rebajar a un exiguo 2,2%.

Acorralado por Rusia e ignorado por China

En el frente exterior, un año de Biden ha bastado para poner de manifiesto la decadencia del gigante norteamericano y el deterioro del clima internacional. El primer año de mandato demócrata, con el desastre afgano incluido, termina con un mundo más cerca de una confrontación directa entre dos potencias nucleares de lo que nunca ha estado desde el fin de la Guerra Fría.

Este mismo mes, Estados Unidos y Rusia han mantenido conversaciones sobre la situación en Ucrania. Para rebajar la tensión en la frontera, Putin exige garantías de que Ucrania no entrará en la OTAN y que Washington no instalará armas ofensivas en un territorio desde el que podrían alcanzar Moscú en escasos minutos.

La buena noticia es que el líder ruso ha ordenado a diez mil de sus cien mil efectivos estacionados en la frontera con Ucrania que regresen a sus bases en el interior de Rusia, supuestamente. Pero la amenaza de Putin de que actuará de forma decisiva si Ucrania recibe la promesa de entrar en la OTAN podría no ser un farol, y parece un riesgo demasiado alto tratar de averiguarlo.

Con China, las cosas no están mucho mejor. Pekín no ha renunciado a ninguna de sus reivindicaciones territoriales en su zona de influencia, incluyendo la anexión forzada de Taiwán, y a lo más que Washington puede esperar es a que China se tome un tiempo mientras digiere Hong Kong, que a todos los efectos ha dejado de ser un territorio especial.

Guerra a su población

Pero si el mundo está más dividido y enfrentado al año de entrar Biden en la Casa Blanca, más próximo a un estallido bélico, la situación interior no es mejor en absoluto. Si acaso, es peor, porque desde el primer momento la administración declaró la guerra a una buena parte de sus compatriotas, sus rivales políticos.

En su discurso inaugural, Biden reveló que la mayor amenaza interna para la seguridad nacional era el ‘supremacismo blanco’. Esto, en un país que ha sido fatalmente azotado en varios atentados por el terrorismo islámico y que acababa de salir de una verdadera serie de ‘razzias’ de pillaje, violencia y destrucción en una veintena de ciudades por parte de Black Lives Matter y Antifa, resulta más que sorprendente.

No hay supremacismo blanco, punto, y la expresión es solo una etiqueta para demonizar a los votantes de Trump y, en general, a los disidentes de la tiranía ‘woke’. Y uno de sus primeros pasos fue la consagración de la payasada del 6 de enero en un ‘intento de golpe de Estado’, lo peor que le había pasado a Estados Unidos desde Pearl Harbour: borren eso, peor que Pearl Harbour, según la vicepresidente Harris.

Esa narración se está ahora viniendo abajo, gracias a investigaciones periodistas independientes cuyas conclusiones apuntan a una operación del FBI para satanizar al trumpismo y desactivarlo en un momento en que un número altísimo de norteamericanos dudaban de la limpieza de las recientes elecciones.

Niños propiedad del Estado, padres investigados por el FBI

Por su parte, el nuevo fiscal general, Merrick Garland, el pasado octubre, dio instrucciones al FBI para que investigara como ‘terrorismo’ el caso de los padres que, en los consejos escolares, se opusieran al lavado de cerebro al que someten a sus hijos.

Hay tres protestas generalizadas de los padres contra la educación que se imparte ahora, una de orden práctico y dos de orden ideológico, y las tres giran en torno al mismo debate que se da en España con la Ley Celaá, a saber: si los hijos son responsabilidad de los padres y la escuela debe respetar los principios morales de los padres o si, como se pretende desde el poder, son propiedad del Estado, que puede programarles con la ideología ‘woke’.

La primera entre las ideológicas es el adoctrinamiento en la llamada Teoría Racial Crítica, de cuyos postulados se concluye que Estados Unidos es un error, un país fundado exclusivamente sobre el racismo y la opresión de una raza sobre las demás. Todo en la historia norteamericana debe juzgarse a través de ese prisma y el resultado debe ser que los niños blancos se avergüencen de su patria.

La segunda es la ideología de género, la idea de que no existe un sexo definido (o es irrelevante) y se debe animar a los niños a que ‘exploren’ sobre su verdadera identidad sexual. Todo, a espaldas de los padres.

En cuanto al asunto práctico es el de las mascarillas y, en general, las restricciones draconianas que se imponen a los niños en los colegios con la excusa de la pandemia. Estos tres puntos de fricción han abierto los ojos de muchos padres, que se han dado cuenta de que la escuela se ha convertido en centros de subversión que enseñan a los niños a despreciar los principios de sus padres.

Papelón pandémico

Y, hablando de pandemia, el papelón de Biden en este asunto, que oscureció los últimos meses de la presidencia de Trump, ha sido especialmente desastroso. Desde la propia campaña electoral, Biden argumentó que el todavía presidente era responsable de la extensión del virus y que él, Joe, se comprometía a «no paralizar el país, sino paralizar el virus».

Su política en este sentido ha sido aprobar un mandato vacunal tan abiertamente tiránico e inconstitucional, tan desastroso para la economía y el empleo y para el propio funcionamiento de la sanidad y tan divisivo, que el Tribunal Supremo se ha visto obligado a bloquearlo después de que lo hicieran varios tribunales federales.

Al final, Biden ha izado en esto bandera blanca, reconociendo que «no hay solución federal contra la pandemia» y devolviendo a los estados la responsabilidad política sobre las medidas de contención de la pandemia. No es que todos los estados hayan estado a la espera de este permiso presidencial para hacer de su capa un sayo. Algunos, como la Florida de Ron DeSantis o el Texas de Abbott, llevan ya tiempo en rebeldía frente a Washington, aplicando un régimen sanitario mínimamente intrusivo que respeta la libertad personal y que ha cosechado unos resultados sanitarios que son la envidia de muchos vecinos más estrictos.

Catástrofe humanitaria en la frontera

Pero la comparación entre la presidencia de Trump y el primera año de la de Biden adquiere rasgos especialmente llamativos en lo que fuera la política estrella en el programa del neoyorquino: la inmigración ilegal.

Biden anunció el primer día su intención de darle la vuelta a todas las medidas adoptadas por Trump en este sentido, y aún resonaban sus palabras en la sala de prensa cuando se inició un éxodo sin precedentes desde el otro lado de Río Grande hacia los Estados Unidos.

Fue y sigue siendo una catástrofe humanitaria sin paliativos, y de nada sirvió que la vicepresidente, encargada de solucionar la crisis, volara a los países de origen para pedir a sus ciudadanos que no marchasen hacia Estados Unidos.

El resultado, hasta la fecha, es la entrada de una masa ingente de simpapeles (y sin ningún tipo de control sanitario sobre su condición con respecto al covid, por cierto), calculada en dos millones de personas muchas de las cuales abarrotan esos centros de detención que, durante la administración Trump, la prensa comparaba con campos de concentración.

Las encuestas muestran que todas las esperanzas que los norteamericanos hayan podido depositar en Biden hace un año, toda ilusión ante un posible «regreso a la normalidad», se han volatilizado. Y aún quedan tres años.

El Consejo del Noroeste de Arkansas se ha adentrado en el mundo de las criptomonedas al regalar bitcoins por un valor de 10.000 dólares a trabajadores profesionales. La única condición: tienen que instalarse en la región.

Múdate y obtén Bitcoins

El noroeste de Arkansas es ampliamente considerado como uno de los mejores lugares para vivir en los Estados Unidos debido a sus oportunidades de trabajo y bajo costo de vida. A pesar de sus ventajas, la región consta de apenas 540.000 habitantes.

Para atraer a más personas a establecerse en el área, las autoridades locales han lanzado un programa de criptomonedas. Según él, los profesionales de la tecnología y los empresarios pueden solicitar USD 10,000 en bitcoins si se mudan a vivir allí. 

El presidente y director ejecutivo del Consejo del Noroeste de Arkansas, Nelson Peacock, presentó más detalles sobre la oferta:

“Estamos ofreciendo a los profesionales y empresarios tecnológicos remotos USD 10,000 en bitcoins para traer sus talentos a la región. ¿Por qué bitcoin? El noroeste de Arkansas está experimentando un crecimiento explosivo en el sector tecnológico, específicamente dentro de las tecnologías habilitadas para blockchain, y este incentivo adopta la tendencia creciente de las criptomonedas como una opción de pago por parte de los empleadores».

Vale la pena señalar que las personas aún pueden optar por recibir los USD 10,000 en efectivo en lugar de en forma de bitcoin. 

Además, las autoridades también regalarían una bicicleta de montaña a quienes deseen llamar al Noroeste de Arkansas su nuevo hogar. 

La bicicleta ayudaría a los recién llegados, ya que el área consta de cientos de millas de senderos para bicicletas que han hecho que los entusiastas de las actividades al aire libre acudan en masa a esta parte de Estados Unidos.

El alcalde de Missouri prometió dar USD 1.000 en BTC

El verano pasado, el alcalde de Cool Valley, Jayson Stewart, reveló intenciones de dar a cada uno de los 1500 residentes de la ciudad 500 o 1000 dólares en bitcoins. 

El político, que llamó a las criptomonedas «oro digital», opinó que la clase de activos podría transformar la vida de los habitantes y enriquecerlos.

“Tengo amigos cuyas vidas han cambiado por completo, como pasar de tener un trabajo regular de nueve a cinco a tener un valor de más de 80 millones de dólares en cuestión de unos pocos años”, dijo Stewart en ese momento.

No obstante, su plan de criptomonedas tenía un problema, ya que los destinatarios no podrían vender BTC durante cinco años. Por lo tanto, los residentes se beneficiarían más, ya que el precio del principal activo digital podría llegar a “medio millón de dólares” para entonces, dijo el alcalde.


Vía Crypto Potato

El presidente Biden y sus asesores predijeron durante meses que la inflación sería solo transitoria, un problema temporal que se desvanecería a medida que la economía se recuperara y se aliviaran los problemas de la cadena de suministro.

Pero los nuevos datos del miércoles desafiaron la noción de cuánto durarán los altos precios, lo que exacerbó el problema en el que se ha convertido la inflación para la Casa Blanca con solo 10 meses antes de que los votantes acudan a las urnas, reseña The Washington Post

Los precios aumentaron un 7 por ciento durante el período de 12 meses que finalizó en diciembre, lo que convirtió a 2021 en el peor año de inflación desde 1982, según un nuevo informe publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales.

El aumento de los precios de casi todo, desde gasolina y comestibles hasta autos usados ​​y materiales de construcción, podría intensificar una crisis política para Biden y su Partido Demócrata.

La inflación tiene un impacto directo en las billeteras de la gente común y, según los expertos en opinión pública, corre el riesgo de empañar la forma en que se sienten acerca de una economía que, por otras medidas, es estable y se fortalece.

El desempleo es bajo, los salarios están subiendo y el mercado de valores es saludable. Pero mientras los precios suban, Biden podría pagar un precio político en las elecciones intermedias de noviembre, que determinarán el control de ambas cámaras del Congreso.

Las consecuencias

“Esto va a tener enormes consecuencias en el otoño”, dijo el veterano encuestador republicano Frank Luntz.

Dijo que los votantes en los grupos de enfoque que ha realizado han estado cada vez más ansiosos y que, si bien la pandemia de coronavirus sigue siendo una de las principales preocupaciones, el aumento del costo de los bienes se está volviendo más dominante.

“De todos los problemas económicos, este es el número uno”, dijo Luntz. “Y es el número uno porque ya sea que sea de clase media alta o de clase media baja, todavía se ve afectado”.

Los precios de diciembre aumentaron un 7 por ciento en comparación con hace un año, el ritmo más rápido en 40 años.

El cincuenta y cuatro por ciento de los estadounidenses cree que la economía del país está empeorando, según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac publicada el miércoles, y muchos culpan a Biden. Alrededor del 57 por ciento dijo que desaprobaba el manejo de la economía por parte de Biden, mientras que solo el 34 por ciento dijo que lo aprobaba.

Varios bancos estadounidenses han formado un grupo para ofrecer su propia moneda estable totalmente regulada en un esfuerzo por abordar la protección del consumidor y las preocupaciones regulatorias con respecto a las monedas estables emitidas por entidades no bancarias.

El Consorcio USDF es una asociación de instituciones financieras aseguradas por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) que se lanzó el 12 de enero.

Los miembros fundadores del consorcio incluyen New York Community Bank (NYCB), NBH Bank, FirstBank, Sterling National Bank y Synovus Bank, según el anuncio, reseñado por Crypto Potato

Un par de firmas fintech también forman parte del grupo, ya que facilitarán la promoción y adopción de la nueva moneda estable, agregó.

Monedas estables acuñadas por bancos

El USDF es una moneda estable acuñada por un banco que tiene como objetivo competir o dominar las monedas estables emitidas de forma privada como Tether (USDT) y USDC de Circle.

La nueva moneda estable será acuñada exclusivamente por bancos estadounidenses y se podrá canjear 1:1 por efectivo de los bancos miembros, agregó. El objetivo es ofrecer lo que el consorcio denominó «más protección al consumidor» sobre las monedas estables no reguladas.

USDF operará en Provenance Blockchain, una red empresarial de prueba de participación lanzada en mayo de 2021 por Provenance Foundation, una empresa con sede en San Francisco, California.

El CEO de Figure Technologies, Mike Cagney, mencionó los posibles casos de uso para las finanzas descentralizadas y comentó: «USDF abre infinitas posibilidades para el mundo en expansión de las transacciones DeFi».

Andrew Kaplan, director digital y de banca como servicio de NYCB, agregó:

“Como una forma de moneda digital creada y administrada por bancos estadounidenses regulados dentro del Consorcio USDF, USDF permitirá un amplio uso de un sistema de pagos en tiempo real en cadena que satisface principios importantes de seguridad y solidez, cumplimiento de estándares contra el lavado de dinero. y estabilidad financiera”.

El anuncio no indicó cuántas monedas estables se acuñarían en el lote inicial o cuándo estarían disponibles para los usuarios que deberán cumplir con los procedimientos KYC/AML antes de poder abrir una billetera.

A fines del año pasado, varios senadores anticriptomonedas criticaron a las monedas estables alegando que representan un riesgo para la economía de los EE. UU.

Perspectiva del ecosistema

Actualmente hay $170 mil millones en monedas estables en circulación con un volumen de negociación de alrededor de $60 mil millones en 24 horas, según CoinGecko. Esto representa alrededor del 7,8% de la capitalización total del criptomercado en este momento.

Tether sigue siendo la moneda estable dominante con 78.500 millones de USDT en circulación, según el informe de transparencia de la empresa . Esto le da a Tether una participación de mercado general del 46%, una cifra que ha ido disminuyendo gradualmente a pesar de las nuevas acuñaciones regulares de tokens. El suministro de Tether ha aumentado un 223% desde el mismo período del año pasado.

La segunda moneda estable más grande con un suministro en circulación de 44,1 mil millones es USDC, que tiene una participación de mercado del 26%. El BUSD de Binance ocupa el tercer lugar con 14.100 millones de tokens o el 8,3% del mercado de monedas estables. Terra USD (UST) ha cambiado a DAI por el cuarto lugar con un suministro actual de 10.500 millones, según CoinGecko.

La tasa interanual de inflación en Estados Unidos subió en diciembre hasta el 7 %, dos décimas por encima de la de noviembre y la cifra más alta registrada desde 1982, informó este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales del país.

Se trata de la mayor subida interanual desde junio de 1982 —con Ronald Reagan al frente del Gobierno estadounidense y Paul Volcker dirigiendo la Reserva Federal, ambos ya fallecidos— y está en línea con las predicciones de la mayoría de analistas, que ya preveían un aumento de los precios cercano al 7 %.

Reseña El Economista que la inflación sigue imparable en EEUU y buena parte del mundo. El nuevo dato de IPC correspondiente a diciembre revela que los precios crecieron a una tasa interanual del 7% en diciembre en la mayor economía del mundo, niveles no vistos desde junio de 1982, los precios no crecían a semejante velocidad desde hace casi 40 años. Esta ha sido la enésima sorpresa al alza de la inflación.

La energía y los coches usados siguen siendo los componentes que están empujando a los precios en general en términos interanual. En términos mensuales (cuánto han subido los precios mes a mes), la inflación se ha situado en el 0,5%, siendo los coches nuevos, los usados, la ropa y la comida los componentes que más han contribuido a este indicador.

Los analistas de Oxford Economics destacan precisamente esa fortaleza mensual de los precios: «Los cuellos de botella en la cadena de suministro en medio de una fuerte demanda mantendrán la tasa de inflación elevada al menos hasta el primer trimestre antes de que los desequilibrios entre oferta y demanda se reduzcan gradualmente y la inflación se modere en el segundo semestre de 2022″.

El último respiro que dio la inflación fue en agosto de 2021, cuando la tasa de precios se estabilizó, ya en niveles muy elevado, en el 5,2%, desde entonces el IPC en EEUU no ha parado de subir.

Además, las tasas de crecimiento interanuales de los precios han ido rebasando las expectativas del mercado mes a mes (en noviembre los precios subieron un 6,8%máximos desde 1982), lo que ha obligado a la Fed a mostrar un tono más agresivo del que tenía previsto, aunque por ahora casi todo son palabras y los tipos de interés se mantienen en cero y el balance del banco central en máximos históricos.

La inflación toca máximos desde 1982 en EEUU

«Esta tasa de inflación tan elevada y rígida ha cogido por sorpresa al banco central. La Fed ahora ve como su máxima prioridad garantizar que la inflación se modere hacia el objetivo a largo plazo del 2%. Para ello creemos que la Fed aumentará los tipos en marzo y se producirán hasta cuatro subidas del precio del dinero en total en 2022. Además, según los comentarios agresivos de los funcionarios de la Fed, es probable que la reducción del balance (ajuste cuantitativo) comience a mediados de año», sentencian desde Oxford Economics.

No obstante, la Fed espera que la inflación comience a moderarse pronto de forma natural, un mensaje que también comparten otros ‘jugadores’ de mercado. En principio, una vez que los precios comiencen a compararse (calcular la tasa de variación) con los de 2021, el IPC interanual debería dar muestras de relajación o desinflación, es decir, un crecimiento menor, pero que seguirá siendo positivo.

La inflación seguirá siendo claramente positiva en 2022 porque los datos mensuales revelan que las empresas siguen trasladando poco a poco sus amentos de costes a los bienes y servicios finales que adquieren los consumidores. Esta misma semana, Jerome Powell, presidente la Reserva Federal, aseguró que el banco central está listo para endurecer su política monetaria si percibe que las expectativas de inflación se desanclan.

Este es el texto de una conferencia pronunciada por el autor como parte de la Serie de Conferencias del Centro Benson en la Universidad de Colorado, Boulder, el 8 de febrero de 2021.

Soy un intelectual estadounidense negro que vive en una época de desigualdad racial persistente en mi país. Como hombre negro, me siento obligado a representar los intereses de «mi gente». (¡Pero esa referencia no es inequívoca!) Como intelectual, siento que debo buscar la verdad y decir las verdades que se me da a conocer. Como estadounidense, en este momento crítico de «ajuste de cuentas racial», siento ese imperativo con más urgencia. Pero, pregunto, ¿cuáles son mis responsabilidades? ¿Están en conflicto entre sí? Exploraré esta pregunta esta noche.

Mi conclusión: «Mis responsabilidades como hombre negro, como estadounidense y como intelectual no están en conflicto». Defiendo esta posición lo mejor que puedo en lo que sigue. También trato de ilustrar la amenaza que representa la “cancelación de la cultura” para un discurso racional sobre la desigualdad racial en Estados Unidos que nuestro país requiere ahora con tanta desesperación. Finalmente, intentaré modelar cómo debe responder un intelectual que realmente ama a “su gente”. Haré esto enunciando en voz alta lo que se han convertido cada vez más en verdades indescriptibles. ¡Así que prepárense!

Empiezo con una provocación: considere esta historia del periódico de mi ciudad natal, el Chicago Sun-Times, que se publicó el 31 de mayo de 2016. (Las cosas solo han empeorado desde entonces). Le pido que tenga paciencia conmigo porque estos detalles importan. Debemos mirarlos directamente a la cara:

Seis personas murieron, incluida una niña de 15 años, y al menos otras 63 resultaron heridas en tiroteos en Chicago durante el fin de semana del Día de los Caídos.

El número total de personas baleadas durante el fin de semana de este año superó el feriado de 2015, cuando 55 personas fueron baleadas, 12 fatalmente, durante el fin de semana del Día de los Caídos.

El homicidio más reciente ocurrió el lunes por la noche en el vecindario de Washington Park en el South Side.

Los oficiales que respondieron a una llamada de disparos alrededor de las 11 p.m. encontraron a James Taylor tirado en el suelo cerca de su vehículo en la cuadra 5100 de South Calumet, según la policía de Chicago y la oficina del médico forense del condado de Cook. Taylor, que vivía en la cuadra 6500 de South Ellis, recibió un disparo en el pecho y fue declarado muerto en el lugar, dijeron las autoridades.

Los testigos en la escena no cooperaron con los detectives.

Casi al mismo tiempo, un hombre fue asesinado a tiros en el vecindario de West Rogers Park en el North Side.

Los oficiales que respondieron a una llamada de disparos alrededor de las 11 pm encontraron a Johan Jean, de 39 años, tirado en una pasarela en la cuadra 6400 de North Rockwell, dijeron las autoridades.

Jean, que vivía en la cuadra 100 de North Ashland en Evanston, recibió un disparo en el cuello y fue trasladado al Hospital Presence Saint Francis en Evanston, donde luego fue declarado muerto, dijeron las autoridades. La policía dijo que tenía 25 años.

Una fuente dijo que el tiroteo se debió a una disputa entre dos mujeres. Uno de ellos tiene un hijo con el hombre y el otro era su novia. Ambas mujeres iban armadas y el hombre finalmente recibió un disparo durante la discusión. No se recuperaron armas del lugar.

Alrededor de las 5.20 pm del sábado, un hombre fue asesinado a tiros en el vecindario de Fuller Park en el South Side.

Garvin Whitmore, de 27 años, estaba sentado en el asiento del conductor de un vehículo con un pasajero, Ashley Harrison, de 26 años, en la cuadra 200 de West Root, cuando alguien se acercó al vehículo y le disparó en la cabeza, según policía y la oficina del médico forense.

Whitmore, de la cuadra 5800 de West 63rd Place, fue declarado muerto en el lugar a las 5.29 p.m., dijeron las autoridades.

Todas las víctimas eran personas negras. Sesenta y tres disparos, seis muertos, un fin de semana, una ciudad. Aquí está la cuestión: informes como este podrían multiplicarse docenas de veces, sin esfuerzo. Si un intelectual negro realmente cree que «Black Lives Matter», entonces, ¿qué se supone que debe decir en respuesta a informes tan nauseabundos, que «no hay nada que ver aquí?» Yo creo que no.

La violencia a tal escala que involucra a negros como perpetradores y víctimas plantea un dilema para alguien como yo. Por un lado, como ha observado el jurista de Harvard Randall Kennedy, las élites debemos representar a la mayoría de los afroamericanos respetuosos de la ley que se acobardan temerosamente dentro de sus hogares ante tal violencia. Debemos hacerlo no solo para mejorar la reputación de nuestro grupo como en la «política de la respetabilidad», sino principalmente como una condición previa para nuestra propia dignidad y autoestima.

Por otro lado, las élites también debemos contrarrestar la demonización de los jóvenes negros en la que la cultura estadounidense en general lleva tiempo participando febrilmente. Incluso mientras condenamos a los asesinos, no podemos evitar ver con simpatía la difícil situación de muchos jóvenes pobres. quienes, aunque no incorregibles, han cometido delitos. Debemos luchar con complejas causas históricas y contemporáneas internas y externas a la experiencia negra que ayudan a dar cuenta de esta patología. (No hay forma de evitarlo. Esto es patología. El comportamiento en cuestión aquí no está bien. Que uno pueda aducir explicaciones socio-psicológicas no resuelve todas las cuestiones morales).

¿Dónde está el intelectual negro que se respeta a sí mismo para tomar su posición? ¿Debe simplemente actuar como portavoz de la propaganda del movimiento con el objetivo de contrarrestar la «supremacía blanca»? ¿Tiene algo que decirle a su propia gente sobre cómo vivimos algunos de nosotros? ¿Hay espacio en los discursos públicos estadounidenses para un compromiso moral matizado, sutil y sofisticado con estas preguntas? ¿O son mera forraje para lo que equivale a argumentos tendenciosos, cínicos y abiertamente políticamente partidistas en favor de algo llamado “equidad racial”? ¿Y qué pasa con los llamados «intelectuales blancos»? ¿Tienen que permanecer mudos? ¿O deben limitarse a recitar consignas antirracistas?

No conozco todas las respuestas aquí, pero sé que esas víctimas tenían nombres. Sé que tenían familias. Sé que no merecían su destino. Sé que los intelectuales negros deben ser testigos de lo que realmente está sucediendo entre nosotros; debe luchar con causas históricas y contemporáneas complejas tanto dentro como fuera de la comunidad negra que influyen en estas tragedias; debe decir la verdad sobre lo que está sucediendo y no debe esconderse de la verdad con tópicos, eufemismos y mentiras.

Sé, a pesar de los factores causales que estén en juego, que los intelectuales negros debemos insistir en que cada joven es capaz de elegir una forma de vida moral. Sé que, por el bien de la dignidad y el amor propio de mi pueblo, así como por el futuro de mi país, los intelectuales estadounidenses de todos los colores nunca debemos perder de vista en qué consiste una forma de vida moral. Y, sin embargo, nos temo que estamos en peligro inminente de hacer precisamente eso. Este es el por qué.

La primera verdad inefable: restar importancia a las disparidades de comportamiento por raza es en realidad un «engaño»

Los problemas de comportamiento socialmente mediados se encuentran en la raíz del problema actual de desigualdad racial. Son reales y deben afrontarse directamente si queremos comprender por qué persisten las disparidades raciales. Ésta es una necesidad dolorosa. Los activistas de la izquierda de la política estadounidense afirman que la «supremacía blanca», el «sesgo implícito» y el «racismo anti-negro» a la antigua son suficientes para explicar la desventaja de los negros. Pero este es un engaño que se basa en «cancelar la cultura» para mantenerse. Aquellos que hacen tales argumentos, en efecto, lo desafían a no estar de acuerdo con ellos. Amenazan con «cancelarlo» si no acepta su cuenta: debe ser un «racista»; debe creer que algo está intrínsecamente mal con los negros si no atribuye el comportamiento patológico entre ellos a la injusticia sistémica. Debes pensar que los negros son inferiores porque ¿de qué otra manera se podrían explicar las disparidades? “Culpar a la víctima” es el delito por el que te condenarán, si tienes suerte.

Afirmo que esto es un desafío; truco de un polemista. Porque, al final del día, ¿qué están diciendo esas personas cuando declaran que el “encarcelamiento masivo” es “racismo”, que el alto número de negros en las cárceles es, evidentemente, un signo de antipatía racial? Para responder, “No. Es principalmente una señal de comportamiento antisocial por parte de criminales que resultan ser negros ”, uno corre el riesgo de ser descartado como un réprobo moral. Esto es así, incluso si el altavoz es negro. Pregúntele al juez Clarence Thomas. Nadie quiere ser cancelado.

Pero todos deberíamos querer estar en contacto con la realidad. El sentido común y muchas pruebas sugieren que, en general, las personas no están siendo arrestadas, condenadas y condenadas por su raza. Quienes están en prisión son, en su mayoría, quienes han violado la ley, quienes han lastimado a otros, o robado cosas, o han violado las normas básicas de comportamiento que hacen posible la sociedad civil. Ver las cárceles como una conspiración racista para confinar a los negros es una propuesta absurda. Ninguna persona seria podía creerlo. Realmente no. De hecho, es evidente que quienes se están quitando la vida en las calles de St. Louis, Baltimore, Filadelfia y Chicago se están comportando, para un hombre, de manera despreciable. Además, quienes soportan el costo de dicha patología, casi exclusivamente, son otros negros. Una ideología que atribuye este comportamiento violento al racismo es ridícula. Por supuesto,

O considere la brecha en el rendimiento educativo. Los defensores del antirracismo, en efecto, te desafían a que notes que algunos grupos envían a sus hijos a colegios y universidades de élite en cantidades descomunales en comparación con otros grupos debido al hecho de que su preparación académica es magníficamente mayor y mejor y más fina. Te desafían a declarar que tal excelencia es un logro admirable. Uno no nace sabiendo estas cosas. Uno adquiere tal dominio intelectual a través del esfuerzo. ¿Por qué algunos jóvenes adquieren estas habilidades y otros no? Ésta es una pregunta muy profunda e interesante, que estoy dispuesto a considerar. Pero la simple respuesta, «racismo», es ridícula, como si tales disparidades no tuvieran nada que ver con el comportamiento, con los patrones culturales, con lo que los grupos de pares valoran, con la forma en que la gente pasa su tiempo, con lo que identifican como crítico para su propio respeto por sí mismos. Cualquiera que realmente crea tales tonterías es un tonto, mantengo.

Se dice, irónicamente, de los asiáticos, según el guión políticamente correcto, que son una «minoría modelo». Bueno, de hecho, se puede argumentar bastante convincentemente que la «cultura» es fundamental para su éxito. Lea el libro de Jennifer Lee y Min Zhou, The Asian American Achievement Paradox. Han entrevistado a familias asiáticas en el sur de California, tratando de aprender cómo estos niños ingresan a Dartmouth, Columbia y Cornell con tasas tan altas. Descubren que estas familias exhiben patrones culturales, adoptan valores, adoptan prácticas, se involucran en comportamientos y siguen disciplinas que las orientan de tal manera que facilitan los logros de sus hijos. Desafía el sentido común, así como la evidencia, afirmar que no lo hacen o, por el contrario, afirmar que la escasez de afroamericanos que se desempeñan cerca de la cima del espectro intelectual: estoy hablando aquí de la excelencia académica y de los bajos número relativo de negros que lo exhiben — no tiene nada que ver con el comportamiento de los negros; que este resultado se debe únicamente a las fuerzas institucionales. Eso, francamente, es un absurdo. Ninguna persona seria podía creerlo.

Nadie cree realmente que el 70 por ciento de los bebés afroamericanos que nacen de una mujer sin esposo sea (1) algo bueno o (2) debido al racismo anti-negro. La gente dice esto, pero no lo cree. Están fanfarroneando, desafiándolo a observar que los fracasos del siglo XXI de los afroamericanos para aprovechar al máximo las oportunidades creadas por la revolución de los derechos civiles del siglo XX son palpables y condenatorias. Estos fracasos se niegan en todo momento, y estas negaciones se sustentan en una amenaza de «cancelar» a los disidentes por ser «racistas». Esta posición simplemente no es sostenible. El fin de la segregación de Jim Crow y el advenimiento de la era de la igualdad de derechos fue transformador para los negros. Y ahora, medio siglo después, todavía tenemos estas disparidades. Esta es una plaga vergonzosa para nuestra sociedad, estoy de acuerdo. Pero el simple hecho del asunto es que una considerable responsabilidad por este lamentable estado de cosas recae sobre nosotros mismos los negros. ¿Nos atrevemos los estadounidenses a reconocer esto?

Los críticos de izquierda pregonan la brecha de riqueza racial. Actúan como si señalar la ausencia de riqueza en la comunidad afroamericana fuera, ipso facto, una acusación del sistema, incluso cuando los inmigrantes negros caribeños y africanos están iniciando negocios, penetrando en las profesiones, presentándose en las instituciones de la Ivy League en números descomunales, etc. Al hacerlo, se comportan como otros grupos de inmigrantes en el pasado de nuestra nación. Sí, son inmigrantes, no nativos. Y sí, la inmigración puede ser positivamente selectiva. Yo reconozco que. Sin embargo, algo anda terriblemente mal cuando los patrones de comportamiento adversos fácilmente visibles en la población afroamericana nativa pasan sin ser discutidos adecuadamente, hasta el punto de que cualquiera que se atreva a mencionarlos corre el riesgo de ser cancelado como racista. Este engaño no se puede sostener indefinidamente. A pesar del resultado de las elecciones recientes, creo que ya estamos comenzando a ver el colapso de este castillo de naipes.

Una segunda verdad inefable: el «racismo estructural» no es una explicación, es una categoría vacía.

La invocación del «racismo estructural» en la argumentación política es tanto un engaño como un garrote. Es un engaño en el sentido de que ofrece una “explicación” que no es una explicación en absoluto y, en efecto, desafía al oyente a volver. Entonces, por ejemplo, si alguien dice: «Hay demasiados negros en prisión en los Estados Unidos y eso se debe al racismo estructural», lo que te atreven a decir es: «No. Los negros son tantos entre los criminales, y por eso hay tantos en prisión. Es culpa de ellos, no del sistema «. Y es un garrote en el sentido de que el uso de la frase es principalmente un movimiento retórico. Los usuarios ni siquiera pretenden ofrecer argumentos basados ​​en la evidencia más allá de citar el hecho de la disparidad racial en sí. El argumento del «racismo estructural» rara vez entra en juego de causa y efecto. Más bien, afirma causas oscuras que nunca se especifican completamente, mucho menos demostrado. Se supone que todos debemos saber que es culpa de algo llamado «racismo estructural», instigado por un entorno de «privilegio blanco», fomentado por una ideología de «supremacía blanca» que supuestamente caracteriza a nuestra sociedad. Explica todo. Frente a cualquier disparidad racial, la causa es el «racismo estructural».

La historia, diría yo, es bastante más complicada de lo que sugerirían esas historias de “sólo así”. Estas disparidades raciales tienen múltiples causas entrelazadas e interactuantes, desde la cultura hasta la política y la economía, desde el accidente histórico hasta la influencia ambiental y, sí, también las acciones nefastas de actores particulares que pueden o no ser «racistas», así como sistemas de leyes y políticas que ponen en desventaja a algunos grupos sin haber sido así. Quiero saber de qué están hablando cuando dicen «racismo estructural». En efecto, el uso del término expresa una disposición. Me llama a la solidaridad. Pide mi lealtad, mi afirmación de un sistema de creencias. Es una forma muy traviesa de hablar, especialmente en una universidad, aunque ciertamente puedo entender por qué podría funcionar bien en Twitter.

Otra verdad indescriptible: debemos poner en perspectiva los asesinatos policiales de estadounidenses negros

Según la base de datos cuidadosamente documentada que mantiene el Washington Post , hay alrededor de 1200 disparos fatales de personas por parte de la policía en los EE. UU. Que enumera, lo mejor que puede determinar, cada caso de un tiroteo policial fatal. Aproximadamente 300 de los asesinados son afroamericanos, aproximadamente una cuarta parte, mientras que los negros representan aproximadamente el 13 por ciento de la población. Así que esa es una representación excesiva, aunque todavía mucho menos que la mayoría de las personas que mueren. Más blancos que negros son asesinados por la policía en el país cada año. No lo sabrías por la retórica de los activistas.

Ahora, 1200 pueden ser demasiados. Estoy dispuesto a considerar esa idea. Me complacería hablar sobre la capacitación de la policía, su reclutamiento, las reglas de participación que tienen con los ciudadanos, la responsabilidad que deben enfrentar en caso de que traspasen su autoridad. Todas estas son preguntas legítimas. Y no es una disparidad racial aunque, como he señalado, también hay una disparidad en la tasa de participación en la actividad criminal que debe tener en cuenta además de los negros. No estoy haciendo ninguna afirmación aquí, de una forma u otra, sobre la existencia de discriminación contra los negros en el uso de la fuerza por parte de la policía. Este es un debate sobre qué pruebas se podrían aportar. Es muy posible que haya alguna discriminación racial en el uso de la fuerza por parte de la policía, especialmente la fuerza no letal.

Pero, en términos de asesinatos policiales, estamos hablando de 300 víctimas al año que son negras. No todos son inocentes desarmados. Algunos están involucrados en un conflicto violento con agentes de policía que les lleva a ser asesinados. Algunos son casos como el de George Floyd —problemáticos en extremo, sin lugar a dudas— que merecen el escrutinio de las personas interesadas. Aún así, debemos tener en cuenta que este es un país de más de 300 millones de personas con decenas de áreas urbanas concentradas donde la policía interactúa con los ciudadanos. Diariamente ocurren decenas de miles de arrestos en los Estados Unidos. Por lo tanto, estos eventos, que son extremadamente lamentables y que a menudo no reflejan bien a la policía, son, sin embargo, bastante raros.

Para ponerlo en perspectiva, hay alrededor de 17,000 homicidios en los Estados Unidos cada año, casi la mitad de los cuales involucran a perpetradores negros. La gran mayoría de ellos tiene a otros negros como víctimas. Por cada negro asesinado por la policía, más de 25 personas negras encuentran su fin a causa de los homicidios cometidos por otros negros. Esto no significa ignorar la importancia de responsabilizar a la policía por cómo ejercen su poder frente a los ciudadanos. Es simplemente notar lo fácil que es exagerar la importancia y el alcance de este fenómeno, precisamente como lo han hecho los activistas de Black Lives Matter.

Por lo tanto, la narrativa de que algo llamado «supremacía blanca» y «racismo sistémico» han puesto una «rodilla en el cuello» metafórica de la América negra es simplemente falsa. La idea de que, como persona negra, no me atrevo a salir de mi puerta por temor a que la policía me rodee, me dispare o me aporree hasta la muerte por mi raza es simplemente ridícula. Eso es como no salir al aire libre por miedo a ser alcanzado por un rayo. La interpretación tendenciosa de cada uno de estos incidentes en los que surge un conflicto violento entre la policía y un afroamericano, de modo que el incidente se lee como si fuera la instanciación de los últimos días del linchamiento de Emmett Till, esa postura, me veo obligado a informar , es simplemente absurdo. El miedo a ser «cancelado» es lo único que impide que muchos blancos fuera de la derecha alternativa lo digan en voz alta. El «silencio blanco» sobre el antirracismo no es «violencia». Tampoco es un acuerdo tácito. Pero debería preocuparnos.

También quiero enfatizar los peligros de ver los asesinatos policiales principalmente a través de una lente racial. Estos hechos son lamentables independientemente de la raza de las personas involucradas. Invocar la raza, enfatizando que el oficial es blanco y la víctima es negra, supone tácitamente que la razón por la que el oficial actuó como lo hizo fue porque el joven muerto era negro, y no necesariamente lo sabemos. Además, una vez que adquirimos el hábito de racializar estos eventos, es posible que no podamos contener esa racialización simplemente en casos de policías blancos que matan a ciudadanos negros. Es posible que pronto nos encontremos en un mundo en el que hablamos de criminales negros que matan a víctimas blancas desarmadas, un mundo que ninguna persona reflexiva debería recibir, ya que hay muchos casos de criminales negros que dañan a personas blancas.

Se trata de delincuentes que dañan a las personas, a quienes se debe tratar en consecuencia. No sustituyen a su raza cuando actúan mal. Las víctimas blancas de crímenes cometidos por negros no deberían verse a sí mismos principalmente en términos raciales si les roban el automóvil, o si alguien los golpea y les quita la billetera o irrumpe en su casa y abusa de ellos. Esas cosas suceden a diario en este país. No deberíamos querer vivir en un mundo donde tales eventos se interpretan principalmente a través de una lente racial. La gente está jugando con fuego, creo, cuando aportan gratuitamente esa sensibilidad a la interacción policía-ciudadano. Ese no será el final de la historia.

Sin embargo, otra verdad indescriptible: hay un lado oscuro en el juego de la culpa de la «fragilidad blanca»

Asimismo, sospecho que lo que estamos escuchando de los progresistas en la academia y los medios es solo una cara de la carta de la “blancura”. Es decir, me pregunto si la visión del mundo de la «culpa de los blancos» y la «apología de los blancos» y el «privilegio de los blancos» no pueden existir excepto también para dar a luz una reacción violenta del «orgullo blanco», incluso si esta última rara vez es expresado abiertamente, siendo políticamente incorrecto hacerlo.

Enfrentado por alguien que constantemente me golpea sobre los males del colonialismo, instándome a derribar las estatuas de «hombres blancos muertos», insistiendo en que me disculpe por lo que mis antepasados ​​blancos hicieron a los «pueblos de color» en años pasados, exigiendo que saldo mi deuda histórica a través de reparaciones, etcétera. Bien podría comenzar a preguntarme, ¿fui yo uno de estos “opresores blancos”, exactamente sobre qué fundamentos se encuentra la civilización humana en el siglo XXI? Podría comenzar a enumerar las grandes obras de la filosofía, las matemáticas y la ciencia que marcaron el comienzo de la «Era de la Ilustración», que permitieron que existiera la medicina moderna, que dieron lugar al núcleo del conocimiento humano sobre los orígenes de las especies o de los seres humanos. universo. Podría empezar a enumerar los grandes logros artísticos de la cultura europea, las innovaciones arquitectónicas,

Ahora, todo lo que acabo de decir ejemplifica la retórica «racista» y «supremacista blanca». Deseo estipular que yo mismo nunca diría algo así. No intento justificar esa posición. Simplemente estoy notando que, si yo fuera una persona blanca, podría tentarme, y no puedo evitar pensar que está tentando a una gran cantidad de personas blancas. Podemos señalarlos con el dedo todo lo que queramos, pero son parte del paquete del racista-traficante. Si uno va a seguir esta ruta, debe esperar esto. ¿Cómo podemos hacer de la «blancura» un lugar de implacable acusación moral sin que también se convierta en la base del orgullo, de la identidad y, en última instancia, de la autoafirmación?

Uno corre el riesgo de ser cancelado por decir esto, pero la idea correcta es la idea de Gandhi y Martin Luther King: trascender nuestro particularismo racial mientras enfatizamos la universalidad de nuestra humanidad. Es decir, la idea correcta —aunque sólo sea intermitente y gradualmente— es continuar con nuestra marcha hacia la meta de la «ceguera racial», avanzar hacia un mundo en el que el valor de ninguna persona dependa de la herencia racial. Ésta es la única manera de abordar eficazmente un legado de racismo histórico sin tropezar con un chovinismo reaccionario. Promover la anti-blancura (y Black Lives Matter a menudo parece coquetear con esto) puede hacer que uno coseche lo que se siembra en una reacción a favor de la blancura. Aquí tenemos otra verdad inefable que, como intelectual negro responsable, es mi deber informarle.

Sobre la infantilización indecible de la «fragilidad negra»

Yo agregaría que hay una suposición de “fragilidad negra”, o al menos de falta de resistencia de los negros acechando detrás de estos argumentos contra el racismo. Los negros son tratados como niños a los que uno no se atreve a tocar. Uno no se atreve a decir la palabra incorrecta frente a nosotros; hacer cualquier pregunta que pueda ofendernos; para exigirnos algo, por temor a que nos afecte de manera tan adversa. La presunción es que no se puede disentir, criticar, pedir cuentas ni pedir nada a los negros. Nadie pregunta a los negros: «¿Qué le debes a Estados Unidos?» ¿Qué tal no solo lo que Estados Unidos nos debe, reparaciones por la esclavitud, por ejemplo? ¿Qué le debemos a América? ¿Qué tal el deber? ¿Qué tal el honor?

Cuando se quita el albedrío de las personas, se elimina la posibilidad de hacerlas responsables y la capacidad de mantener el juicio y los estándares para poder evaluar lo que hacen. Si un joven que resulta ser negro no tiene opción de unirse o no a una pandilla, tomar un arma y convertirse en un delincuente, ya que la sociedad le ha fallado al no proporcionarle una vivienda adecuada, atención médica, apoyo económico, oportunidades laborales, etc. ., entonces se vuelve imposible discriminar efectivamente entre los jóvenes negros que recogen y no recogen armas y se convierten en miembros de una pandilla en esas condiciones, y mantener dentro de la sociedad afroamericana un juicio sobre el comportamiento de nuestros compañeros y afirmar las expectativas. de vivir correctamente. Ya que, no sabes, todos somos víctimas del racismo anti-negro.

Es más, hay una profunda ironía en declarar primero que Estados Unidos blanco es sistemáticamente racista, pero luego montar una campaña para exigir que los blancos reconozcan su propio racismo y libren a los negros de sus consecuencias. Quiero decirles a esos defensores: “Si, de hecho, tienen razón en que sus opresores son racistas, ¿por qué esperarían que respondieran a su llamado moral? De hecho, se está poniendo a merced de la corte, al mismo tiempo que denuncia que la corte es implacablemente parcial «. La lógica de tal defensa se me escapa.

Sobre el logro de la «verdadera igualdad» para los estadounidenses negros

En medio de la agitación contemporánea, recuerdo el período posterior a la Emancipación, hace más de 150 años. Hubo un breve momento de sentimiento a favor de los libertos durante la Reconstrucción, inmediatamente después de la Guerra Civil, pero se desvaneció y emergió la larga y oscura noche de Jim Crow. Los negros retrocedieron. Pero, a raíz de este revés, surgieron algunos de los mayores logros de la historia afroamericana. Los libertos que habían sido liberados de la esclavitud en 1863 eran casi universalmente analfabetos. En medio siglo, su creciente tasa de alfabetización rivaliza con todo lo que se ha visto, en términos de una población masiva que adquiere la capacidad de leer. Ahora, eso fue realmente muy significativo, ya que ayudó a traerlos al mundo moderno.

Ahora miramos a la familia negra que lamenta, quizás, la alta tasa de nacimientos de madres que no están casadas, etc., pero ese es un fenómeno moderno posterior a 1960. De hecho, la salud de la fibra social afroamericana que salió de la esclavitud fue notable. Se han escrito libros sobre esto. Se construyeron negocios. La gente adquirió tierras. La gente educó a sus hijos. Las personas adquirieron habilidades. Se enfrentaron constantemente a la oposición en cada paso del camino, «no es necesario que los negros se postulen», «solo los blancos», esto y aquello y lo otro, y sin embargo, construyeron una base a partir de la cual se podría lanzar un Movimiento de Derechos Civiles a mediados del siglo XX. siglo, eso cambiaría la política del país. Como le gusta decir a mi amigo Robert Woodson: «Cuando los blancos estaban en su peor momento, los negros estábamos en nuestro mejor momento». Tal potencialidad parece haber sido, en cierto modo, olvidado mientras nos arrojamos, como digo, a merced de la corte. «No hay nada que podamos hacer.» «Estamos postrados aquí». “A nuestros niños no les va tan bien, nuestras comunidades están en problemas, pero aquí estamos y les exigimos que nos salven”.

Esta es la misma población de la que se puede contar una historia tan noble de logros extraordinarios en condiciones inimaginablemente adversas. Por lo tanto, levantarse con las botas es una especie de cliché, y la gente se reirá cuando lo diga, y pondrán los ojos en blanco y todo eso. Asume la responsabilidad de tu vida. Nadie viene a salvarte. No es trabajo de nadie más criar a sus hijos. No es trabajo de nadie más recoger la basura frente a tu casa, etc. Asume la responsabilidad de tu vida. No es justo, y creo que este es otro engaño. La gente piensa que hay algún ser benévolo en el cielo que se asegurará de que todo salga bien, pero no es así. La vida está llena de tragedias, atrocidades, barbaridades, etc. Esto no es justo. No está bien. Pero así es el mundo.

Aquí, entonces, está mi última verdad inefable, que pronuncio ahora desafiando la «cancelación de la cultura»: si los negros queremos caminar con dignidad, si queremos ser verdaderamente iguales, debemos darnos cuenta de que los blancos no pueden darnos igualdad. . De hecho, tenemos que ganar el mismo estatus. Por favor, no me cancelen todavía, porque estoy del lado de los negros aquí. Pero me siento obligado a informar que la igualdad de dignidad, la igualdad de posición, la igualdad de honor, la seguridad en la posición de uno en la sociedad, la igualdad de poder inspirar el respeto de los demás, esto no es algo que pueda simplemente entregarse. Más bien, es algo que uno tiene que arrebatar de un mundo cruel e indiferente con trabajo duro, con nuestras propias manos, inspirados en el ejemplo de nuestros antepasados ​​esclavizados y recién liberados. Tenemos que igualarnos. Nadie puede hacerlo por nosotros.


Glenn Loury es profesor de economía y miembro de la facultad del Watson Institute de la Brown University y miembro principal del Manhattan Institute. Puedes seguirlo en Twitter @GlennLoury.

Este artículo fue publicado originalmente en Quillette el 10 de febrero de 2021. Traducción libre del inglés por morfema.press

Múltiples acciones internas del gobierno chino contra empresas de tecnología locales e internacionales y la creciente tensión con Estados Unidos están conduciendo aceleradamente al aislamiento tecnológico de China. El resultado de estos hechos apunta a la conformación de dos plataformas tecnológicas en el planeta, la global y la china.

Especial de Laszlo Beke

Ello incluye no solamente software y hardware paralelo, sino también el manejo de fuentes de financiamiento separadas. Los efectos de las acciones restrictivas dentro de China llevarán a un debilitamiento del emprendimiento y la creatividad tecnológica china. En días recientes estos fenómenos se han ido multiplicando y afectan a organizaciones tan importantes como Lenovo, Wikipedia y Sense Time.

Lenovo – un objetivo de los nacionalistas en China

Lenovo abrió el camino a la nueva generación de empresas de tecnología de China. Nacida en 1984, adquirió el ThinkPad de IBM en 2005 y eventualmente toda la línea de productos Intel de IBM. Hoy en día es una empresa que cotiza en la bolsa, factura US$60.000 millones anualmente, emplea 52.000 personas y vende sus productos en 180 países. Es muy ambiciosa, en doce años pasó a ser la empresa de PC’s con la mayor participación de mercado en el mundo.

En los últimos años, una huella global que anteriormente era un distintivo de honor se está convirtiendo en un lastre dentro de China. El extraordinario éxito del gigante fabricante de computadoras ha derivado en ataques de influenciadores chinos preguntando si Lenovo ha traicionado a China. En el último mes, se ha visto envuelta en una nueva controversia donde se cuestiona si la empresa es “antipatriótíca” y solo responde a los mercados internacionales. Sima Nan, un influenciador con millones de seguidores que se ha hecho famoso por propagar narrativas nacionalistas, ha posteado 19 videos relacionados a Lenovo, en lo que aparenta ser una cruzada contra la empresa. En uno de los videos, se argumenta que el hecho que 14 de los 27 principales ejecutivos no sean chinos representa un riesgo de seguridad para el gobierno chino. Asimismo, cuestiona que los ejecutivos de Lenovo estuvieran devengando millones de dólares en sueldo. Hace 3 años, Lenovo también fue atacada en los medios sociales por apoyar la posición de Qualcomm sobre la de Huawei en una reunión de estándares de telecomunicaciones, cuando se trataba de un asunto exclusivamente técnico.

Esta es una situación en la cual Lenovo se ha encontrado en los últimos años. Se le ha acusado de priorizar los mercados internacionales sobre el mercado local, de no prestar apoyo a otras empresas chinas como Huawei y de olvidar sus raíces como una empresa del estado. A pesar de sus recursos e influencia, Lenovo nunca ha logrado encontrar la forma de aprobar el continuo examen de lealtad al que es sometido por los guerreros del teclado nacionalistas chinos.

La guerra sobre la Wikipedia China – una alerta para el Internet Abierto

El gobierno chino bloquea el portal desde 2015 y ha criminalizado su acceso. Eso ha llevado a millones de chinos a usar Baidu Baike, un producto local que no es gratuito y que es aprobado por el gobierno. A pesar del bloqueo de China, el portal se mantiene como una de las diez versiones más activas en Wikipedia en el mundo, con el apoyo adicional de editores en Taiwan y Hong Kong. También se encuentran bajo escrutinio más intenso los usuarios chinos de Wikipedia, existiendo desde hace años reportes de detenciones. Al igual que los dedicados usuarios de Apps bloqueados en China como Instagram, Telegram, and Twitter, ello no ha impedido que cientos de voluntarios pasen a través de Gran Muralla-Firewall con VPN’s y que conformen el pequeño y dedicado grupo de la comunidad de Wikipedia China.

Los problemas en la comunidad de Wikipedia China comenzaron en 2017, cuándo se fundó la organización de los Wikipedianos de China Continental. Un grupo de editores pro-Beijing logró ser elegido en posiciones administrativas. A partir de allí, el hostigamiento de ciertos editores no fue castigado y el ambiente empeoró. Los ataques personales fueron estimulados y se tomaron represalias contra los que manifestaban opiniones divergentes y finalmente en Enero 2018, tres de los miembros de los Wikipedianos asaltaron físicamente a otro después de una reunión en Beijing.

El pasado mes de Septiembre, la VicePresidencia de Confianza y Fiabilidad de la Fundación Wikimedia acusó a siete usuarios de alto nivel de estar involucrados en una “infiltración” de la Wikipedia china. Una investigación encontró que esos editores veteranos estaban “coordinando para influenciar la enciclopedia y las posiciones de autoridad hacia una postura pro-Beijing a través de la intromisión en las elecciones del administrador y amenazando e incluso asaltando físicamente a otros voluntarios”. Aparentemente, los editores acusados por Wikipedia también estarían creando otra versión de la misma en China. Ya tiene 400.000 artículos y se podrá acceder en China, por supuesto obedeciendo a los censores del gobierno.

Restricciones estadounidenses

Sense Time, el emprendimiento chino en Inteligencia Artificial relanzó su oferta pública de acciones por US$767 millones en Hong Kong. El anuncio ocurrió una semana después que la cotización fue pospuesta, una vez que se prohibió la inversión estadounidense en la empresa. Estados Unidos ha acusado a Sense Time de desarrollar software de reconocimiento facial para determinar la etnicidad de las personas, con foco en la identificación de los Uyghur. El aplazamiento de la cotización ocurrió después que el Departamento del Tesoro colocó a Sense Time en una lista de “empresas del complejo complejo militar-industrial chino”, donde se prohíbe a estadounidenses la inversión en ciertas empresas.

Todo esto sucede dentro de la creciente tensión entre China y Estados Unidos. La semana pasada, el Congreso de Estados Unidos pasó un proyecto de ley que requiere que las empresas deben probar que productos importados de la región de Xinjiang no han sido producidas con trabajo forzoso. Estados Unidos ha acusado a China de genocidio en la represión de la minoría Uyghur musulmana allí. También, la semana pasada Estados Unidos impuso restricciones adicionales en el fabricante chino de drones DJI y otras siete empresas chinas.


Se hace referencia a The war over Chinese Wikipedia is a warning for the open internetChinese nationalists have a new target: Lenovo y China artificial intelligence firm relaunches SenseTime $767m listing.  También aparece en mi Portal https://bit.ly/3yXrJYa. La imagen es cortesía de pixabay.

“América para los americanos”, fue pieza fundamental de la política exterior de Estados Unidos en relación a Latinoamérica desde que el presidente James Monroe la anunció en 1823 cuando su país no tenía, ni la fuerza ni los medios para implementarla frente a los poderes imperiales de la época.

Hoy, sin embargo, la nación norteña convertida en la primera potencia mundial pareciera no estar interesada en aplicarla ante la creciente presencia e influencia de la Rusia de Putin en Venezuela. En efecto, 50 años después de la crisis de los misiles, Rusia ha regresado a buscar su lugar en las Américas. Ya no es solo Cuba su centro de interés. Ahora lo es Venezuela convertida desde Hugo Chávez en su aliado estratégico con sus extraordinarias riquezas mineras y petroleras, y en especial por su ubicación geográfica cercana a Estados Unidos, y además está subordinada a la tutoría político y militar de Cuba. Su antigua aliada.

Veamos: Rusia no solo ejerce poder en la actividad petrolera en Venezuela, sino incluso en las operaciones de la empresa refinadora del Estado Venezolano CITGO en Estados Unidos, la cual procesa el 4% de la refinación de ese país. Lo logra adquiriendo por medio de su empresa petrolera Rosneft el 49,9% de la compañía. Si bien es cierto que esta nueva realidad ha despertado preocupaciones en el Congreso de Estados Unidos, lo que parece pasar desapercibido es que el desafío ruso a la doctrina Monroe, no es solo en el control petrolero de Venezuela, lo cual comparte con China, el mayor acreedor de Venezuela. El mayor y más peligroso desafío es el apertrechamiento bélico sofisticado a un verdadero y reconocido narcoestado como es el caso actual de Venezuela.

Putin, conociendo la naturaleza criminal y delictiva del régimen iniciado por Hugo Chávez y continuado por Nicolás Maduro, es sin duda, cómplice de un régimen que por sus características representa un inminente y real peligro para la paz y la seguridad internacional. A pesar de esta realidad, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cúpula política del mundo y precisamente encargada por su acta de esta responsabilidad, está secuestrado por dos de sus miembros permanentes: China y Rusia que vetarían incluso incluir el tema en su agenda. El propio secretario general de la ONU, de acuerdo con el artículo 99 de la Carta de la ONU, podría llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre el caso de Venezuela, sin embargo solo dos de sus predecesores se han atrevido a invocar este artículo: Hammarskjold y Waldheim.

Esta realidad hace poco viable que Naciones Unidas atienda con la urgencia que demanda que uno de sus países miembros se haya convertido ante los ojos del mundo en un narcoestado, hasta el punto de que el vicepresidente de Venezuela, Tarek el-Aisami, ha sido indiciado por la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos como un importante narcotraficante y lavador de dinero. Un hijo adoptivo y un sobrino de Nicolás Maduro están siendo procesados en un tribunal de Nueva York por narcotráfico. Un número importante de generales han sido incluidos en la lista Clinton de narcotraficantes.

Siendo esta la realidad de la tragedia venezolana, solo la aplicación de la doctrina Monroe, asociada al grupo de países de la región más importantes, llamado el Grupo de Lima puede intentar un desalojo del régimen que tiene secuestrada a Venezuela pero que representa un gravísimo peligro para todas las Américas.

En este particular cabe recordar que Estados Unidos intervino en dos ocasiones en Venezuela. La primera, en 1895 cuando el presidente Grover Cleveland casi llegó a un conflicto armado con Inglaterra para impedir que se apropiara de un territorio en controversia con Venezuela en la colonia británica de Guyana, y la segunda entre 1902 y 1903 cuando el presidente Theodore Roosevelt hizo que Alemania, Inglaterra e Italia levantaran el bloqueo naval que le habían impuesto a Venezuela para el cobro de la deuda de su Gobierno.

Es cierto que la doctrina Monroe y sobre todo su llamado corolario Roosevelt, implicaba, una especie de carta blanca para la intervención de Estados Unidos en la región, pero ambas intervenciones coincidieron tanto con el interés de Estados Unidos de hacer respetar su doctrina por los poderes europeos, como en el de la propia Venezuela indefensa ante el Imperio británico. Así justamente está Venezuela nuevamente, ocupada por cubanos, rusos, chinos y afiliados a las peores causas de la humanidad en materia de terrorismo y de narcotráfico.

En las circunstancias actuales, el presidente de Estados Unidos podría agregarle su propio corolario Trump de que su Gobierno compartiría responsabilidades con los de la región para impedir que algunos de ellos pueda convertirse en un narcoestado. En este sentido, leer la intervención del presidente Grover Cleveland ante el Congreso de su país puede inspirarle y animarle. Cleveland dijo: “El mantenimiento de la doctrina Monroe es vital para nuestro pueblo y nuestro Gobierno, para la paz y la seguridad de nuestra nación. No hay ninguna calamidad mayor para una gran nación que iguale a aquella que signifique una sumisión supina ante la injusticia, y la consecuente pérdida de dignidad y honor nacional”. Ayer era ante el Imperio británico. Hoy, ante la Rusia de Putin.

Este artículo fue publicado originalmente en El País el 6 de noviembre de 2017

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