Morfema Press

Es lo que es

Ucrania

Vía France 24

Mientras continúa la invasión rusa de Ucrania, la desinformación juega un papel importante en el conflicto. Moscú ha utilizado esta arma de guerra híbrida en la preparación de su ofensiva militar.

Una estrategia informativa puesta en marcha por Vladimir Putin para apoyar su narrativa y justificar su entrada en la guerra. En ambos lados de la frontera se comparten videos e imágenes desactualizados o manipulados en las redes sociales.

En su justificación de la invasión rusa de Ucrania, el presidente ruso se preocupa sobre todo en invertir los papeles, haciendo que el agresor parezca el agredido. En sus últimos discursos, Vladimir Putin se presentó como el liberador de Ucrania, sobre todo cuando afirmó el miércoles 23 de febrero su voluntad de «proteger al pueblo que sufre la intimidación y el genocidio del régimen de Kiev». Esta narrativa de genocidio no se basa en ninguna prueba.

También ha planteado la idea de una «junta» en el poder en Ucrania, como mencionó el embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, algo que no se acota a los hechos, ya que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski fue elegido democráticamente, sin la sombra de un golpe de Estado.

Finalmente, cuando Vladimir Putin habla de la «desnazificación» de Ucrania, está de nuevo creando un discurso falso. Aunque hay grupos extremistas en Ucrania, como en el resto de Europa, el país no está bajo el yugo nazi.

Ataques de falsa bandera

Para sustentar la tesis de una Rusia atacada por Ucrania, numerosas informaciones falsas circulan en las redes sociales, como los llamados ataques de falsa bandera. En efecto, varios vídeos, que supuestamente muestran la violencia perpetrada por los ucranianos, circulan por las redes, aunque se trata de montajes.

Por ejemplo, un video que muestra a varios soldados avanzando sobre el terreno en un vehículo blindado está circulando. El pie de foto afirma que se trata de soldados ucranianos que entran ilegalmente en territorio ruso, no lejos de la ciudad de Mityakinskaya. En realidad, la escena tiene lugar 180 kilómetros más al sur, en una zona controlada por los separatistas prorrusos. Además, el vehículo utilizado, un BTR-70M, no corresponde al equipamiento del Ejército ucraniano, lo que hace imposible que sea un ataque ucraniano. Estos hechos se restablecieron gracias a la investigación de expertos en código abierto, como el colectivo Bellingcat. 

Censura y propaganda

La narrativa que transmiten estos vídeos falsos es retomada por los medios de comunicación oficiales, como la agencia Tass, y los medios rusos y transnacionales Sputnik y RT. Juntos participan en el establecimiento de la misma narrativa. El organismo ruso de control de Internet, Roskomnadzor, especifica que «los medios de comunicación están obligados a utilizar la información que reciben sólo de fuentes oficiales rusas», bajo pena de sanciones. No hay ningún espacio para las historias independientes.

La gente toma fotografías de los restos de un cohete en la calle después del bombardeo nocturno en Kyiv, Ucrania, el 25 de febrero de 2022. © EFE – SERGEY DOLZHENKO

Así, muchos rusos que viven a pocos kilómetros de los violentos combates acusan a los ucranianos de agresión o creen en una operación especial limitada al Donbass. Por ejemplo, un profesor de academia militar retirado interrogado por la agencia AFP explicó: «Rusia está llevando a cabo un entrenamiento táctico en su territorio. ¿Su misión? No permitir una invasión de Rusia».

Para Vladimir Karavayev, antiguo funcionario del Partido Comunista Soviético, el conflicto se limita a la región del Donbass y está justificado. «No, no creo que (el conflicto) sea a gran escala. No estoy seguro. Además, hay una injusticia allí (en Ucrania): los nazis llegaron al poder» dijo este viernes. 

La desinformación se propaga por las redes sociales

Esta desinformación y propaganda se aprovechan de un contexto de niebla informativa, en el que la avalancha de información dificulta su verificación. Una bendición para inundar Telegram, TikTok, Twitter y otras redes sociales con noticias falsas. La guerra ahora hace que el trabajo sobre el terreno sea aún más difícil.

Ya sea del lado ruso o ucraniano, muchos vídeos falsos han sido compartidos por los internautas en las redes sociales. Por ejemplo, un vídeo de 12 segundos que supuestamente muestra un ataque de la ciudad de Mariúpol en el este de Ucrania este 24 de febrero fue publicado por una cuenta de Twitter.  La leyenda indica «Se registran bombardeos en Mariúpol, Ucrania se encuentra bajo ataque», el vídeo ha ganado decenas de miles de reacciones en redes. 

Sin embargo, el vídeo enseña en realidad una tormenta eléctrica en la ciudad rusa de Volzhsk el 28 de junio de 2021, como comprobó la agencia EFE con la grabación original facilitada por la autora.

Decenas de imágenes supuestamente reflejan cómo está evolucionando el conflicto en Ucrania, sin embargo, a veces se trata de videos de años anteriores, de otros conflictos, y también de localizaciones que no tienen relación con los dos países. 

En las redes sociales, con Twitter a la cabeza, los expertos de la comunidad Open Source Intelligence (Osint) utilizan software libre y fuentes abiertas para desentrañar la realidad de la ficción. En particular, utilizan herramientas de geolocalización precisa, análisis de metadatos, detección de modificaciones visuales y/o sonoras. Un contrapeso considerable a la desinformación masiva.

Vía Reuters

Las fuerzas rusas rompen las defensas de la segunda ciudad más grande de Ucrania, los ataques incendian un gasoducto

Las fuerzas ucranianas luchaban el domingo contra las tropas rusas en las calles de la ciudad de Kharkiv, en el noreste de Ucrania, dijo el gobernador regional Oleh Sinegubov.

«Los vehículos ligeros del enemigo ruso han irrumpido en Kharkiv, incluido el centro de la ciudad», dijo Sinegubov. «Las fuerzas armadas de Ucrania están destruyendo al enemigo. Pedimos a los civiles que no salgan».

Cientos buscaron refugio bajo tierra en el metro de Kharkiv, Ucrania. Foto Getty

Los videos publicados por Anton Herashchenko, asesor del ministro del Interior, y el Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales y Protección de la Información de Ucrania mostraban varios vehículos militares ligeros moviéndose por una calle y, por separado, un tanque en llamas.

Las tropas rusas volaron allí un gasoducto de gas natural, según una agencia estatal de comunicaciones de Ucrania.

Una torre residencial de nueve pisos también fue atacada en Kharkiv durante la noche, dijeron los servicios de emergencia.

El edificio sufrió graves daños y una anciana murió, pero los rescatistas dijeron que unas 60 personas no resultaron heridas porque se habían refugiado en el sótano.

Por Luis Esparragoza en Criptonoticias

Los atributos de Bitcoin permiten a los refugiados de guerra tomar control sobre su dinero. La guerra entre Rusia y Ucrania pone de relieve las bondades de Bitcoin.

En horas de la tarde de ayer se conoció el caso de un usuario que huyó de Ucrania, en medio de la guerra con Rusia, y logró llevar consigo todo su dinero. ¿De qué manera? Con Bitcoin. 

Francesco Madonna, CEO de la firma Helios Fund, relató en Twitter que uno de sus empleados logró salir de Ucrania pocas horas antes de que entrara en efecto una prohibición de salida del país aplicada a hombres de entre 18 y 60 años de edad. 

El hecho fue que esta persona logró depositar sus bitcoins (BTC) en una hardware wallet y salir hacia Polonia, país que hace frontera con Ucrania y donde pretende utilizar un cajero electrónico para convertir dichos BTC en dinero en efectivo. 

«No podía retirar mi dinero. Los bancos no funcionaban para nada. Tengo cerca de 600 dólares, pero los bancos nacionales bloquearon todas las transacciones internacionales y ni siquiera puedo enviarlo a Polonia», afirmó esta persona en los mensajes de texto mostrados. 

Según CoinATMRadar, herramienta que utilizó para localizar los cajeros electrónicos, en Polonia se contabilizan 171 cajeros de Bitcoin

«Bitcoin salvó la vida de este muchacho. Si hubiera desperdiciado su tiempo tratando de sacar efectivo se habría quedado sin cruzar la frontera y habría tenido que ir a la guerra», dijo Madonna. 
 

Bitcoin, el mejor aliado de Ucrania 

Ucrania está luchando esta guerra sin el apoyo militar de sus aliados, pero Bitcoin ha marcado la diferencia. 

CriptoNoticias reportó que hasta ahora se han donado 113 BTC a la causa ucraniana, mientras que la plataforma Patreon bloqueó algunas donaciones que iban a ser utilizadas para financiar armas y equipamiento militar. 

Aunque sí es cierto que algunos nodos de Lightning, la red de segunda capa de Bitcoin, pudieran verse afectados, y que tal vez el precio de BTC no resista el miedo en los mercados, sus características tecnológicas lo hacen idóneo para soportar los embates de la guerra. 

Por Lara Jakes, Eric Schmitt y Edward Wong en The New York Times

Europa enfrenta una nueva emergencia de refugiados, y se espera que las duras sanciones económicas para castigar a Rusia repercutan en todo el mundo.

El jueves, buena parte del mundo se despertó con el temor de una guerra total en Europa después de que el presidente ruso Vladimir Putin ordenara a su Ejército invadir Ucrania. Eso dejó a millones de personas —en Ucrania y Europa del Este, pero también en Estados Unidos y en otros lugares— preguntándose cómo afectaría el conflicto a sus vidas.

En las horas posteriores a la invasión, se informó que al menos 40 soldados ucranianos murieron y se calcula que el conflicto dejará decenas de miles de muertes. Sin embargo, además del derramamiento de sangre que se anticipa, las sanciones económicas para castigar a Rusia repercutirán en todo el mundo.

El aumento de los precios de la energía y la posible ralentización de las cadenas de suministro causarán estragos entre los consumidores. Los ciberataques rusos podrían paralizar las infraestructuras electrónicas. Una nueva crisis de refugiados requerirá asistencia internacional. Y una era de relativa calma en Occidente que ha prevalecido desde el fin de la Guerra Fría podría estar llegando a su fin.

Esto es lo que podría ocurrir a continuación en los frentes militar, económico y diplomático.

Muchos de los soldados estadounidenses que llegaron a Polonia este mes están trabajando con las fuerzas polacas para establecer centros de procesamiento para ayudar a las personas que huyen de Ucrania. Foto Czarek Sokolowski/Associated Press

La OTAN anunció el jueves el envío de refuerzos a su flanco oriental, que se unirán a los cerca de 6500 soldados estadounidenses que el Pentágono ya envió a Europa del Este y al Báltico.

“Estamos desplegando fuerzas de defensa terrestre y aérea adicionales a la sección oriental de la alianza, así como activos marítimos adicionales”, afirmó la OTAN en una declaración. “Hemos aumentado la preparación de nuestras fuerzas para responder a todo tipo de contingencias”.

El Pentágono también reposicionó alrededor de 1000 soldados en Europa. Unos 800 soldados estadounidenses se trasladaban al Báltico desde Italia; 20 helicópteros Apache se dirigían al Báltico desde Alemania, y 12 Apaches iban a Polonia desde Grecia. Ocho cazas de ataque F-35 se dirigían a Lituania, Estonia y Rumanía desde Alemania, según el Pentágono.

Además, las tropas del Ejército estadounidense, incluidas las de las divisiones 82.ª y 101.ª Aerotransportada, se están preparando para acercarse a la frontera de Polonia con Ucrania para ayudar a procesar a las personas que huyen del país, según comentó el jueves un vocero del Ejército.

Buena parte de los 5500 soldados del 18.º Cuerpo Aerotransportado que llegó a Polonia este mes han estado trabajando con el Departamento de Estado y las fuerzas polacas para establecer tres centros de procesamiento cerca de la frontera para ayudar a lidiar con las decenas de miles de personas, incluidos estadounidenses, que se espera que huyan de Ucrania.

En Jasionka, Polonia, un estadio techado se acondicionó con literas y suministros para hasta 500 personas; funcionarios estadounidenses afirman que esa capacidad podría ampliarse con rapidez. En Austria, el canciller Karl Nehammer declaró el miércoles que su país estaba preparado para recibir refugiados. El Departamento de Estado y la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional están financiando organizaciones de ayuda que actualmente proporcionan alimentos, agua, refugio y atención sanitaria de emergencia a las personas de la región que huyeron para escapar de la violencia.

En los siguientes días, la Agencia Central de Inteligencia evaluará el tipo de ayuda que puede proporcionar a Ucrania. Si se desarrolla una resistencia ucraniana en partes del país que Rusia pretende controlar, la agencia podría suministrar en secreto inteligencia y, posiblemente, armamento a las fuerzas partisanas.

“Necesitamos apoyar a la resistencia a la invasión y la ocupación de todas las maneras posibles”, declaró Mick Mulroy, quien fungió como oficial paramilitar de la CIA y funcionario de alto nivel del Pentágono durante la presidencia de Donald Trump. “Deberían ponerse en marcha de inmediato nuestros activos de operaciones especiales y de inteligencia, con una amplia base de conocimientos de 20 años de lucha contra las insurgencias”, agregó.

Se esperaba que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluya a uno o más bancos rusos controlados por el Estado en su lista para las sanciones más severas. Foto Natalia Kolesnikova/Agence France-Presse

El jueves, el presidente de Estados Unidos Joe Biden anunció nuevas sanciones contra Rusia para tratar de disuadir a Moscú de llevar a cabo más actos de violencia en Ucrania y para castigarla por sus acciones, dijeron funcionarios estadounidenses.

Se esperaba que la siguiente ronda de sanciones económicas fuera mucho más severa de lo que los funcionarios estadounidenses describieron como una primera tanda impuesta el lunes y el martes. Esa medida les impediría a los bancos comerciar y celebrar intercambios con buena parte del mundo y afectaría muchas otras operaciones comerciales rusas.

El gobierno de Biden anunció el martes que impondría ese tipo de sanciones a dos bancos, VEB y PSB, pero estos bancos solo se encargan de establecer políticas y no realizan operaciones minoristas en Rusia.

Los funcionarios del gobierno de Biden han estudiado cómo afectarían las sanciones a cada uno de los grandes bancos, incluidos Sberbank y VTB, los dos bancos más importantes de Rusia. Sberbank tiene alrededor de una tercera parte de los activos del sector bancario del país y VTB más del 15 por ciento. Algunos expertos dudan que el gobierno estadounidense incluya a esos dos bancos en la Lista de Nacionales Especialmente Designados por temor a las consecuencias para las economías rusa y mundial. Por ahora, las autoridades estadounidenses no están preparadas para eliminar a todos los bancos rusos del Swift, el importante sistema belga de transferencia de dinero utilizado por más de 11.000 instituciones financieras en todo el mundo.

El Departamento del Tesoro tiene otras listas de sanciones que supondrían costos e infligirían un sufrimiento menos generalizado. Por ejemplo, podría incluir a un banco en una lista que le impidiera realizar cualquier transacción en dólares. Muchas transacciones comerciales internacionales se realizan en dólares, la moneda que sustenta la economía mundial.

También se espera que el Departamento del Tesoro incluya a más funcionarios, empresarios y empresas rusas en la lista de sanciones.

Para la tarde del jueves en Rusia, el mercado de valores del país se había desplomado casi un 40 por ciento.

El Departamento del Comercio de Estados Unidos ha estado haciendo planes para restringir la exportación de algunas tecnologías estadounidenses a Rusia, una táctica a la cual el gobierno de Trump recurrió para doblegar a Huawei, la empresa china de telecomunicaciones. Los controles podrían dañar la cadena de suministro de algunos sectores rusos. Las autoridades estadounidenses comentaron que algunos de sus objetivos incluían a la industria de la defensa y la del petróleo y el gas.

Se esperaba que las autoridades europeas anunciaran sanciones similares a muchas de las previstas por Estados Unidos, como hicieron esta semana. Sin embargo, se han mostrado más cautelosas a la hora de imponer sanciones más duras debido al sólido comercio del continente con Rusia

Aunque Biden ha declarado que contemplará todas las sanciones posibles, por ahora las autoridades de Estados Unidos no planean grandes afectaciones a las exportaciones rusas de energía, que son el pilar de la economía del país. Europa depende de esos productos, y el aumento de los precios del petróleo en todo el mundo provocaría una mayor inflación y más problemas para los políticos. Sin embargo, Alemania anunció esta semana que no certificaría el Nord Stream 2, un gasoducto para el transporte de gas natural que conecta a Rusia y a Europa Occidental. El miércoles, Biden anunció sanciones a una subsidiaria de Gazprom, la enorme compañía energética controlada por el gobierno ruso, que construyó el gasoducto y planeaba operarlo.

“Hemos sido honestos, hemos sido abiertos con el pueblo estadounidense en cuanto a que nuestras medidas —las medidas que tenemos y que estamos preparados para imponer a la Federación Rusa— sin duda no serán gratuitas para la Federación Rusa”, dijo el miércoles Ned Price, el vocero del Departamento de Estado. “Pero el resto del mundo también tendrá que pagar un precio por ellas”.

Aun así, las nuevas cargas económicas llegan en un momento difícil para Biden, que está lidiando con la frustración del electorado por la inflación cuando faltan menos de nueve meses para que se celebren las elecciones de mitad del mandato o elecciones intermedias.

Se espera que los republicanos aprovechen las dificultades económicas adicionales en el país para criticar a Biden y a los demócratas. Una facción fuerte del Partido Republicano —encabezada por el expresidente Donald Trump y que incluye al presentador de Fox News Tucker Carlson— ha estado elogiando a Rusia, minimizando la importancia de defender a Ucrania y criticando a Biden por muchas de sus políticas. Algunos analistas dicen que Putin considera que esas divisiones políticas son una ventaja estratégica.

El secretario de Estado Antony J. Blinken con Linda Thomas-Greenfield, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, en el Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada. Foto Richard Drew/Associated Press

El Departamento de Estado reubicó a su personal desde Ucrania a Polonia, mientras los diplomáticos continúan ayudando al gobierno en Kiev y ofrecen asistencia consular a los ciudadanos estadounidenses que quieran salir de Ucrania. El miércoles, Price calculó que había muchos menos estadounidenses en Ucrania que los 6600 que se creía que había en el país en otoño.

La gran interrogante para el resto del mundo es si la invasión de Putin ha destruido irremediablemente los sistemas internacionales en los que se consideraba a Rusia como un participante legítimo.

“Los acontecimientos de anoche son un punto de inflexión en la historia de Europa y de nuestro país”, declaró el presidente de Francia Emmanuel Macron en un discurso la mañana del jueves. “Tendrán consecuencias profundas y duraderas en nuestra vida”.

Los diplomáticos que representan al Grupo de los Siete de las potencias industrializadas del mundo, la OTAN, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Consejo de Europa tenían previsto reunirse la tarde del jueves para definir los pasos. En el Consejo de Seguridad, Estados Unidos instó a las demás naciones a sumarse a una resolución que condene las agresiones de Rusia y defienda la soberanía de Ucrania. La iniciativa, que se someterá a votación el viernes, también pide ayuda humanitaria para los refugiados ucranianos y el acceso de los trabajadores humanitarios.

Sin embargo, Rusia tiene un veto permanente en el Consejo, lo cual significa que podría descarrilar cualquier resolución que el organismo proponga para frenar a Putin.

El secretario de Estado estadounidense Antony J. Blinken podría viajar a Europa la semana próxima para reunirse con aliados y asegurarse de que siga habiendo un frente unificado contra Rusia. Canceló una reunión con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergey V. Lavrov, programada para el jueves en Ginebra, por considerarla improductiva, mientras el Ejército ruso se preparaba para la batalla.

La noche del miércoles, incluso cuando predijo que el ataque era inminente, Blinken hizo un llamado de último minuto para que Putin tomara una vía diplomática frente al conflicto.

“Si Rusia demuestra que de verdad se toma en serio eso, por desgracia está haciendo todo lo contrario, sin duda tomaremos ese camino”, declaró Blinken en ABC News. “Pero hemos dicho todo el tiempo que de cualquier manera estamos preparados. Estamos preparados para intentar evitarlo por la vía diplomática, a través del diálogo. También estamos preparados si Rusia decide elegir el camino de la agresión”.

No quedó claro de inmediato si esa vía se había cerrado con la invasión.

El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el lanzamiento de una operación militar especial en el Donbass para «proteger a los habitantes de la región del genocidio». 

Se llevaron a cabo ataques con cohetes en Kiev, Kharkov, Odessa, Dnipro, Mariupol, informó el Ministerio del Interior de Ucrania. 

El Ministerio de Defensa ruso dijo que el objetivo era «la infraestructura militar de las bases aéreas de las Fuerzas Armadas de Ucrania». 

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha declarado el estado de emergencia en el país. Así lucen las primeras horas de la nueva guerra.

Kiev. Consecuencias del ataque con cohetesMaría Ostrovska / AP / Scanpix / LETA

Humo sobre el aeródromo militar ucraniano en Chuguev, región de Kharkiv
Aris Messinis / AFP / Scanpix / LETA

Se formaron atascos de tráfico en las salidas de Kiev. Los residentes están tratando de trasladarse a lugares seguros.
Imágenes de Pierre Crom/Getty

Vehículos blindados ucranianos ingresan a Mariupol, una ciudad en la región de Donetsk bajo el control de las autoridades ucranianas.
Carlos Barria / Reuters / Scanpix / LETA

Soldados ucranianos. Mariúpol
Carlos Barria / Reuters / Scanpix / LETA

Instalación militar en llamas cerca del aeropuerto de Mariupol
Carlos Barria / Reuters / Scanpix / LETA
Las estaciones de metro de Kiev se han convertido en un refugio antiaéreo para los residentes de la ciudad.
Valentyn Ogirenko / Reuters / Scanpix / LETA

La capital de Ucrania también fue objeto de ataques con cohetes. En la foto: el lugar donde cayó el proyectil en Kiev.
Serguéi Supinsky / AFP / Scanpix / LETA


Este 2022 se cumplen 60 años de las crisis de los misiles en Cuba. En octubre de 1962 se alcanzó uno de los momentos más tensos de la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos descubrió que, en la isla de Cuba, el gobierno soviético de Kruschev había comenzado a instalar cohetes con ojivas nucleares.

Los paralelismos de la historia son inevitables. He leído algunas hipótesis a propósito de las debilidades en la política actual de Biden, se parecen, en forma y en fondo, a lo que fueron los primeros dos años del gobierno de J.F Kennedy, que llegó a su punto de clímax en ese octubre de 1962.

JFK llegó al poder el 20/01/61, y apenas tres meses después ocurrió la llamada invasión de Bahía de Cochinos, una iniciativa impulsada por cubanos en el exilio, apoyada por la Inteligencia de USA para tomar el poder en Cuba.

La historia apunta a que el fracaso se debió a la indecisión de Kennedy al no aprobar las operaciones aéreas norteamericanas sobre la isla, lo que dejó a los invasores a merced del Ejército cubano.  Un segundo gesto de debilidad de JFK quedó en evidencia el 13/08/61 cuando se inició la construcción del muro de Berlín.

El gobierno de Kennedy consideró el muro como un problema interno de Alemania, y si bien fue duramente criticado, la política exterior de USA no pasó de lo declarativo. A partir de allí, se aceleraron las actitudes retadoras de la URSS, que llegaron a la instalación de los misiles en la isla.

De alguna manera, hoy en 2022, 30 años después del fin de la Guerra Fría, las manifestaciones del poder en el mundo siguen pareciéndose. Allí está Rusia, en plena invasión a Ucrania utilizando “misiones humanitarias” de paz y protección a las zonas que ocho años atrás estimuló para que se separaran de la soberanía ucraniana. Mientras tanto, los Estados Unidos y Europa responden de nuevo con sanciones económicas al gobierno ruso como herramienta disuasiva, dejando a la OTAN guardada en un closet.

Los tiranos del mundo siguen avanzando en sus nuevos modelos del conflicto incluido el poder militar y la toma del territorio. SI Occidente sigue en la pretensión que los va a detener sólo con sanciones y sin asumir otras medidas que tendrán costos, muy pronto veremos a Putin sentado en el palacio de gobierno de Kiev.

Es obvio que un líder consciente siempre preferirá la paz, pero no puede mostrarse débil cuando el proyecto de los agresores es la guerra. Es una historia que se repite y el final siempre depende de las decisiones difíciles de sus protagonistas. Veremos.


Este arículo fue publicado originalmente en AlbertoRay.com el 23 de febrero de 2022

Por Niko Varobiov en Al Jazeera. Traducción libre del inglés por morfema.press

A medida que crece la alarma internacional, los analistas dicen que la intención de Moscú es causar un «caos interno permanente» en Ucrania

El tenso enfrentamiento entre Rusia y Ucrania y los gobiernos occidentales se intensificó drásticamente el lunes por la noche cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció dos regiones disidentes en el este de Ucrania por rebeldes prorrusos como estados independientes y ordenó a tropas rusas entrar en los territorios.

“Considero necesario tomar una decisión que debería haberse tomado hace mucho tiempo: reconocer de inmediato la independencia y soberanía de la República Popular de Donetsk (DPR) y la República Popular de Luhansk (LNR)”, dijo en un discurso televisado.

La medida fue condenada por los países occidentales en una reunión maratónica del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, durante la cual muchos oradores dieron la alarma de una invasión rusa a Ucrania.

Estados Unidos también respondió prohibiendo a los ciudadanos hacer negocios con los territorios rebeldes y advirtió sobre nuevas sanciones, al igual que otros aliados.

El anuncio de Putin se produjo cuando más de 100.000 soldados rusos permanecen estacionados en la frontera con Ucrania, con decenas de miles más participando en ejercicios de entrenamiento en la vecina Bielorrusia, en medio de acusaciones de ataques del ejército ucraniano a posiciones rebeldes, lo que genera temores de que Rusia intervendrá en el país. nombre de los rebeldes y lanzar una campaña más allá de las áreas ya gobernadas por los separatistas.

Ucrania ha negado estar detrás de los ataques.

¿Una invasión para la paz?

Aunque una ley que reconozca oficialmente a la DPR y la LNR aún no ha sido aprobada por el Consejo de la Federación, las cámaras altas del parlamento de Rusia, el asunto podría resolverse el martes.

Putin también instruyó al ejército ruso para que actuara como fuerzas de paz en las «repúblicas» recientemente reconocidas, donde anteriormente había descrito la situación como un «genocidio».

Para complicar aún más las cosas, las dos autoproclamadas “repúblicas populares” también reclaman el resto de las regiones de Donetsk y Luhansk como su territorio, más allá de donde ya controlan. Aún no se sabe si esto significa que las fuerzas rusas intentarán avanzar más hacia Ucrania, más allá de las líneas del frente preexistentes.

“Esencialmente, esto representa una opción mucho menos apocalíptica que el tipo de invasión a gran escala que Occidente ha estado prediciendo”, dijo el experto en seguridad Mark Galeotti a Al Jazeera.

“Sin embargo, la pregunta clave sería si esto significa reconocer a los pseudoestados, que serían políticamente agresivos pero no necesariamente conducirían a una guerra más amplia, o si Moscú afirmaría que tienen derecho a toda la región de Donbas, incluido el gobierno en las áreas retenidas”, agregó Galeotti.

“Eso significaría la guerra”.

Rusia se lava las manos

Hasta ahora, Rusia ha negado ser parte en el conflicto del este de Ucrania, a pesar de que los soldados rusos en servicio han luchado del lado de los separatistas. 

Desplegar abiertamente el ejército en su nombre violaría los Acuerdos de Helsinki de 1975, que incluyen cláusulas sobre la “inviolabilidad de las fronteras” en Europa, y el Memorándum de Budapest de 1994, en el que Rusia acordó defender la soberanía de Ucrania.

Los ancedentes recientes

La RPD y la LNR ahora se encuentran, hasta cierto punto, en una posición similar a las regiones de Abjasia y Osetia del Sur. Durante las guerras civiles que estallaron en Georgia a principios de la década de 1990, las dos zonas disidentes en la frontera con Rusia declararon su independencia.

En 2008, el ejército georgiano intentó recuperarlos por la fuerza, lanzando un asalto contra el bastión rebelde de Tskhinvali, solo para descubrir que el ejército ruso los empujaba de regreso a la capital de Georgia, Tbilisi.

Rusia dijo que sus fuerzas estaban actuando como fuerzas de paz contra la agresión georgiana y reconoció la condición de Estado de Abjasia y Osetia del Sur poco después de la guerra.

Aparte de Rusia, solo un pequeño puñado de países -principalmente aliados rusos como Siria y Venezuela, así como la pequeña isla del Pacífico de Nauru- reconocieron su independencia, mientras que Georgia denuncia lo que llama una ocupación rusa ilegal de su territorio, donde Rusia las fuerzas todavía están estacionadas.

En 2009, un informe de la Unión Europea acusó a Georgia de abrir las hostilidades, y el liderazgo georgiano había hecho de la recuperación de su territorio una prioridad. Sin embargo, muchos ven paralelismos entre el apoyo de Moscú a los rebeldes en Georgia y Ucrania.

La idea es desestabilizar

“Todo esto está sucediendo de acuerdo con el libro de jugadas y el escenario que vimos aquí”, dijo la experta en seguridad georgiana Mariam Tokhadze a Al Jazeera desde Tbilisi. “Es inquietantemente familiar: el bombardeo de una ciudad dormida, la charla sobre el genocidio, ya hemos escuchado todo esto. La idea es desestabilizar un país hasta el punto de que se vea envuelto en un caos interno permanente”

Esta opinión, que el objetivo es el caos, en lugar de la conquista, es compartida por el sociólogo ucraniano Volodymyr Ishchenko.

Ishchenko le dijo a Al Jazeera que el reconocimiento de los separatistas nace de la frustración del Kremlin con el liderazgo ucraniano y el fracaso del presidente Volodymyr Zelenskyy para cumplir con los términos de los acuerdos de Minsk , que pusieron fin a los combates más intensos en el este de Ucrania en 2015 y habrían implicado un compromiso con los rebeldes; así como los cierres de estaciones de televisión en ruso y el arresto de Viktor Medvedchuk, un oligarca y político ampliamente visto como amigo de Rusia.

“Putin esperaba la implementación de los acuerdos de Minsk”, dijo Ishchenko. “Perdió la esperanza comenzando con la represión de Zelenskyy contra Medvedchuk hace un año, y terminando con las reacciones insatisfactorias de Occidente y Ucrania ante la diplomacia coercitiva rusa recientemente.

Es parte de la estrategia de desestabilización gradual de Ucrania, una estrategia mucho más inteligente para Putin que la ‘invasión inminente’ total”.

Según Ishchenko, mientras Rusia dice que está lista para volver al marco de los acuerdos de Minsk, Ucrania “está miopemente aliviada de proclamar que está muerto”.

La coerción como estrategia

“Rusia seguirá aumentando las apuestas en su estrategia de diplomacia coercitiva para desestabilizar Ucrania y forzarla a un ‘Minsk-3’ más ejecutorio o desmantelar gradualmente el estado ucraniano o revisar sus fronteras”, dijo Ishchenko.

Aparte de Rusia, la RPD y la LNR también han sido reconocidas por Abjasia y Osetia del Sur, mientras que el martes el gobierno sirio dijo que apoyaba la decisión de Putin de reconocerlos y que cooperaría con ellos.

El territorio bielorruso se ha convertido simplemente en un área de preparación para el ejército ruso

Mientras Rusia trata de obligar a los Estados Unidos a hacer concesiones en las garantías de seguridad al rodear a Ucrania con tropas, Bielorrusia se ha convertido, en virtud de la geografía, en uno de los frentes en este ataque sin precedentes de ruido de sables.

Desde mediados de enero, Rusia ha estado trasladando tropas desde el Lejano Oriente a las inmediaciones de la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, donde, durante diez días a partir del 10 de febrero, se llevan a cabo ejercicios militares conjuntos ruso-bielorrusos denominados “Resolución aliada”.

No se sabe cuántos soldados están involucrados, pero parece que el número de tropas rusas en Bielorrusia constituye un récord postsoviético

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha hablado de 30.000 soldados rusos, mientras que los expertos militares rusos han dicho que 10.000 es una cifra más realista. De cualquier manera, están acompañados por aviones de combate Su-35S, así como por sistemas de misiles Pantsir, Iskander y S-400.    

El papel de Lukashenko

Lukashenko ha jugado más que un papel secundario en todo esto, y pretende haber iniciado él mismo las maniobras conjuntas. 

Fue él quien anunció los ejercicios a principios de diciembre, y desde entonces ha aprovechado todas las oportunidades para enfatizar que invitó a las tropas rusas porque Bielorrusia necesita proteger su flanco sur de la “amenaza” ucraniana.   

Los ejercicios militares ilustran el nuevo papel de Minsk en la región y muestran cuán lejos se han alejado los acontecimientos de los sueños profesados ​​​​de los funcionarios bielorrusos hace solo un par de años para que Bielorrusia se convierta en una «Suiza de Europa del Este».   

Hasta 2020, Lukashenko explotó las malas relaciones entre Rusia y Occidente al realizar un acto de equilibrio entre las dos partes, vendiendo riesgos a un lado y oportunidades al otro. 

Pero tras la violenta represión del régimen contra las protestas de la oposición por las disputadas elecciones presidenciales de ese año, a Minsk no le queda margen de maniobra con Occidente. 

Cualquier intento de distanciar a Bielorrusia de Rusia apenas se notaría en Occidente y, por decirlo suavemente, no se entendería en Moscú. 

¿Bielorrusia ocupada? 

Si alguna vez hubo especulaciones sobre cómo actuaría Lukashenko en caso de un gran conflicto regional, ese ya no es el caso. 

El territorio bielorruso es simplemente un área de preparación para el ejército ruso, y el alcance de la amenaza de Bielorrusia está determinado por un solo factor: qué tan interesado está el Kremlin en ir a la guerra.  

Al mismo tiempo, Lukashenko no ha cambiado y no se siente cómodo con el hecho de que ya no se le considera el amo de su propio país. 

Le duele la idea de que otros países y sus propios altos funcionarios puedan verlo como un vasallo ruso. En una reunión reciente, Lukashenko argumentó extensamente que no permitiría que el país fuera ocupado. 

Las burlas de EEUU

Al comprender este aspecto del carácter de Lukashenko, Washington ha comenzado a burlarse de él: un funcionario anónimo del Departamento de Estado informó a los medios de comunicación que el dictador bielorruso ya no tenía el control de la situación. 

Esto parece un intento de incitar a Lukashenko a mostrar algún tipo de independencia.     

Al mismo tiempo, Estados Unidos amenaza a Minsk con nuevas sanciones si participa en la agresión rusa contra Ucrania. Esa no es una amenaza vacía: dado que la economía bielorrusa tiene poca importancia para el mundo y ya ha sido golpeada por varias rondas de sanciones económicas, sería políticamente más sencillo para Occidente convertir a Bielorrusia en un nuevo Irán que hacer lo mismo con Rusia.  

Si estallara una guerra, es muy poco probable que el ejército bielorruso participara en la lucha. 

La única excepción sería en la eventualidad apocalíptica de que, tras los ataques rusos contra Ucrania desde territorio bielorruso, Ucrania lanzara contraataques contra Bielorrusia o enviara unidades guerrilleras a Bielorrusia y matara a soldados o civiles bielorrusos.  

Juan Ramón Rallo dice que ante la posibilidad de una guerra se genera importantes cambios en los precios de los activos, razón por la cual la deuda pública de los países solventes y el oro se están apreciando estos días.

Los tambores de guerra en Ucrania asustan a los inversores y provocan cambios importantes en el precio de los activos. Aquellos que ofrezcan una mayor seguridad en momentos de incertidumbre tienden a revalorizarse y, en cambio, aquellos otros cuyos flujos de caja estén más expuestos a los vaivenes del mercado tienden a depreciarse.

Una guerra, dependiendo de su escala, puede generar dos tipos de efectos: por un lado, cambios en las ofertas y en las demandas de algunos bienes (por ejemplo, restricción de la oferta de gas ruso, con el consiguiente encarecimiento de precios, y recomposición de la demanda agregada hacia industrias de tipo armamentístico); por otro, quebrantos que ni siquiera somos capaces de prever (“unknown unknowns”, en la jerga política).

En ambos casos, y ante la duda, mejor refugiarse en valores estables y seguros huyendo de todo lo potencialmente volátil. 

De ahí que la deuda pública de gobiernos solventes y el oro se estén apreciando estos días y, por otro lado, se estén depreciando las acciones y las criptomonedas (dentro de esta última categoría cabría salvar a Bitcoin, que ayer tuvo un comportamiento más que decente, demostrando que se trata de un activo monetario diferencial frente a otras criptomonedas). 

Entre medio, las materias primas, algunas de las cuales podrían verse positivamente afectadas (petróleo y gas) y otras que previsiblemente saldrán perjudicadas.

Sea como fuere, la jornada del 24 de enero en los mercados también demostró que, en ocasiones, “cuanto peor, mejor”. En algunos momentos del día, el pánico vendedor por la perspectiva de guerra fue tan grande que los inversores se dieron cuenta de que, con semejante sangría financiera, la Reserva Federal por necesidad tendrá que rebajar su tono de subidas de tipos en la reunión de esta semana.

Y esa mayor laxitud monetaria es algo que sin duda agrada a los inversores.

De ahí que, tras los mínimos iniciales, las bolsas estadounidenses rebotaran de manera apreciable confiando en la llegada del flotador de la Reserva Federal.

En realidad, esos inversores deberían plantearse que todo ello puede conjugar un riesgo mucho mayor a medio plazo: el de una inflación descontrolada que requiera de subidas de tipos mucho más agresivas en el futuro.


Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 25 de enero de 2022.

Por Caleb Larson en National Interest

Reconociendo la amenaza que representa Rusia, Ucrania ha realizado importantes inversiones en sus Fuerzas Armadas desde 2014

Un informe preparado recientemente por el Servicio de Investigación del Congreso de EEUU (CRS), el instituto de investigación de políticas públicas que informa al Congreso, arroja algo de luz sobre el estado actual del ejército ucraniano.

La asediada democracia de Europa del Este ubicada a las puertas de Rusia está en peligro inmediato de invasión, con más de 100.000 soldados rusos concentrados en las fronteras de Ucrania con Bielorrusia y Rusia.

Fuerzas Navales de Ucrania

La anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y la invasión de la región oriental de Donbas en Ucrania provocaron un cambio significativo en el ejército ucraniano. Si bien Ucrania llevó a cabo una amplia modernización y reformas estructurales, la armada perdió aproximadamente el 70 por ciento de sus barcos y muchos marineros y oficiales desertaron.

A la luz de la armada de Ucrania significativamente debilitada, así como de los avances de Rusia en la tecnología de misiles antibuque, la Armada de Ucrania reestructuró su fuerza en una «flota de mosquitos». Ucrania se centró en adquirir embarcaciones más pequeñas y rápidas en lugar de intentar reconstituir su fuerza anterior.

El ejército ucraniano

Con aproximadamente 150.000 soldados uniformados, el ejército es, con mucho, la rama militar más fuerte de Ucrania. Reconociendo la amenaza que representa Rusia, Ucrania ha agregado más de 140,000 soldados a su ejército desde 2014. Aún así, el ejército ucraniano depende en gran medida del equipo soviético mejorado y tiene una gran necesidad de hardware más moderno.

Otra deficiencia del ejército ucraniano es su fuerza mixta de reclutas profesionales. Los salarios bajos y los beneficios y condiciones de vida inadecuados han resultado en una baja retención de oficiales.

La Fuerza Aérea de Ucrania

Al igual que el ejército, la Fuerza Aérea de Ucrania depende en gran medida del equipo heredado soviético que a menudo tiene más de treinta años. La fuerza también se ve obstaculizada por el hecho de que perdió muchos aviones en 2014. Si bien gran parte del equipo de la Fuerza Aérea de Ucrania está desactualizado, los modernos drones Bayraktar TB2 de fabricación turca recientemente hicieron su debut en combate en el este de Ucrania.

Joyas de la corona de Ucrania

¿La parte más capaz del ejército ucraniano? Sus fuerzas de asalto aéreo y operaciones especiales. Inicialmente con armas ligeras, las Fuerzas de Asalto Aéreo de Ucrania fueron renovadas y rearmadas gracias a la ayuda de los Estados Unidos y la OTAN.

Las Fuerzas de Asalto Aéreo de Ucrania “desempeñaron un papel clave en la lucha contra la invasión rusa del este de Ucrania”, explica el informe de CRS. “Consideradas tropas de élite, las unidades de asalto aéreo originalmente eran infantería ligera bajo el mando del ejército. Por necesidad y experiencia, [ellos] aumentaron de tamaño y se convirtieron en un comando independiente con equipo más pesado”.

El CRS explica que, si bien pueden ser pequeñas, las fuerzas de operaciones especiales de Ucrania han experimentado la mejora más significativa desde 2014. En particular, el 140 ° Centro de Fuerzas de Operaciones Especiales de Ucrania aprobó con éxito la certificación de la OTAN en 2019, lo que permite que la fuerza se despliegue como parte de la fuerza de respuesta de la OTAN..

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