Una mujer australiana de 80 años falleció durante una excursión en la isla Lizard, al norte del país. Su cuerpo fue hallado el domingo tras una intensa operación de búsqueda.
La mujer participaba junto a otros pasajeros del crucero Coral Adventurer en una caminata por la isla de Lizard, situada a unos 250 kilómetros al norte de Cairns. Según los informes, la pasajera se separó del grupo para descansar, pero no regresó. El barco abandonó la isla al atardecer y volvió horas después, cuando la tripulación notó su ausencia.
Cuando volvieron ya era tarde
La Autoridad de Seguridad Marítima de Australia informó que el cuerpo fue encontrado el 26 de octubre por la mañana y que se ha abierto una investigación sobre el incidente. El organismo señaló que colaborará con otras agencias y que se reunirá con la tripulación del barco cuando este llegue a Darwin a finales de semana. El capitán del Coral Adventurer reportó la desaparición alrededor de las 21:00 del sábado, hora local.
El director ejecutivo de Coral Expeditions Mark Fifield, lamentó profundamente el suceso y aseguró que la compañía ha contactado a la familia de la víctima para ofrecerle apoyo. “Mientras continúa la investigación, lamentamos profundamente que esto haya ocurrido y expresamos nuestras condolencias a la familia”, declaró.
Testigos informaron a medios locales que un helicóptero y varios grupos de búsqueda rastrearon la isla durante la madrugada del domingo. La pasajera había iniciado recientemente un crucero de 60 días por Australia a bordo del Coral Adventurer, un barco con capacidad para 120 huéspedes y 46 tripulantes, diseñado para llegar a zonas remotas de la costa australiana.

«Mamá murió sola»
A comienzos de esta semana, Suzanne Rees, de Nueva Gales del Sur, se encontraba en la primera parada de un crucero de 60 días por Australia, que había salido de Cairns, una ciudad considerada la vía de acceso a la Gran Barrera de Coral.
Los pasajeros –que pagan decenas de miles de dólares para unirse al crucero– fueron transportados a la exclusiva isla para una excursión de un día con la opción de hacer senderismo o bucear.
Suzanne se unió a una caminata grupal hasta el pico más alto de la isla, Cook’s Look, pero se separó de los demás porque necesitaba descansar.
«Entendemos por la policía que fue un día muy caluroso, y mamá se sintió mal durante la subida de la colina», dijo Katherine.
En ese momento, según relata su hija, se le pidió que bajara, sin escolta, y luego el barco se fue aparentemente sin hacer un recuento de pasajeros.
«En algún momento de esa secuencia, o poco después, mamá murió sola».
Katherine dijo que esperaba que una investigación forense «averigüe qué debería haber hecho la empresa para salvar la vida de mamá».
La Autoridad Australiana de Seguridad Marítima aseguró que estaba investigando la muerte y que se reuniría con la tripulación del barco cuando llegue al puerto de Darwin a finales de esta semana.
Un portavoz del organismo informó que el capitán del barco se dio cuenta de que la mujer no había subido al barco alrededor de las 21:00 horas del sábado.
Un equipo de búsqueda regresó a la isla unas horas más tarde, pero las labores para encontrar a Suzanne se suspendieron en la madrugada del domingo, antes de que un helicóptero regresara por la mañana y encontrara su cuerpo.
El miércoles, el director ejecutivo de Coral Expeditions dijo que la compañía “lamentaba profundamente” lo ocurrido y que ofrecía su apoyo a la familia Rees.


