¿Es Megan Rapinoe la atleta más desagradable de la historia del deporte? Si hubiera alguna pregunta, diría que este último ejemplo de lo horrible que es le asegura el primer puesto.
Por: Bonchie – Red State
Rapinoe jugó el último partido de su carrera profesional el domingo y terminó con ella al margen por una lesión. En los primeros minutos, aparentemente se desgarró el tendón de Aquiles, una lesión grave que tarda aproximadamente un año en sanar.
En la rueda de prensa posterior al partido, decidió que la respuesta correcta a esa situación era burlarse de Dios. Ya sabes, porque es su culpa o algo así.
«Esto es largo, aunque recibiré el tratamiento de Aaron Rodgers, sea lo que sea. Así que voy a llamarlo a él, a quienquiera que haya sido operado, porque necesitamos acelerar esto. Lo pensé un poco. Quiero decir, no soy una persona religiosa ni nada parecido, y si hubo un Dios, esto es prueba de que no existe. Esto es una mierda porque, ya sabes, seis minutos después y me estoy comiendo mi tendón de Aquiles».
¿No es simplemente un placer verla? Sin duda, lo que Estados Unidos realmente necesita es que uno de sus atletas nacionales insulte a más de la mitad de las creencias religiosas del país. Qué muestra tan conmovedora de unidad y respeto que atraerá a más espectadores a un deporte al que la mayoría de la gente ya no presta atención.
Me encanta cómo culpa a Dios por todo. Ese sería el Dios que ella no cree que exista y cuya palabra viola a propósito, maliciosamente y con alegría a diario. Aparentemente, se supone que él es un genio mágico que hace que su vida vaya bien sin reciprocidad alguna. De todos modos, las cosas no funcionan así, pero aun así hay que maravillarse ante la arrogancia.
Esto es indicativo de la visión más amplia del mundo de Rapinoe. Es una persona increíblemente egoísta, y eso se evidencia en cómo constantemente hace que cada situación que involucra a su equipo se centre en ella misma. Su equipo acaba de perder un partido de campeonato por 2-1 y lo único que le importa es no poder terminar el partido. Es muy fácil enraizarla porque ella misma se vuelve muy fácil de enraizar. Olvídese del orgullo nacional. Si este es el tipo de personas que ponemos a la vanguardia, entonces no es merecido.
