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Mastectomía doble, extirpación del útero: una mujer de Ontario presenta una demanda contra los médicos que la ayudaron en la transición de género

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Una mujer canadiense que se identificó como hombre durante 10 años y se sometió a una mastectomía doble y una histerectomía parcial, presentó lo que parece ser la primera demanda de este tipo en Canadá contra los médicos que la ayudaron a obtener los procedimientos médicos irreversibles involucrados en la transición a la condición masculina.

The Epoch Times

Michelle Zacchigna, de 34 años, de Orillia, Ontario, presentó una acción legal en el Tribunal Superior de Ontario contra ocho proveedores de atención médica, alegando que cuando tenía 20 años, varios médicos y profesionales de la salud mental le permitieron “autodiagnosticarse como transgénero y recetar su propio tratamiento sin proporcionar un diagnóstico diferencial o proponer tratamientos alternativos”.

El 21 de febrero, Zacchigna tuiteó que mientras decidía emprender acciones legales, un amigo le dijo que su demanda “no se trataba de ganar o perder, sino de hacer que el leviatán que es la industria de la afirmación de género se diera cuenta de que puede sangrar”.

Su camino de exploración de género comenzó en 2009 cuando a los 21 años dejó una “relación controladora” y comenzó a cuestionar su género. Dijo que había pasado años lidiando con la depresión, la ansiedad, las autolesiones y un intento de suicidio, y luego se topó con una comunidad en línea sobre «identidad de género».

En una entrada de blog, dijo que le tomó menos de un año y medio pasar de cuestionar su género a comenzar con las inyecciones de testosterona. Las hormonas cambiaron su voz para siempre.

En 2012, se fue a Florida y pagó para que le extirparan ambos senos. Sus médicos canadienses, alega, le escribieron la carta de recomendación.

En 2017, siete años después de que le recetaran hormonas, se hizo una evaluación psicopedagógica y dice que le diagnosticaron trastorno del espectro autista, TDAH y trastorno depresivo mayor.

A pesar del diagnóstico, un año después, se sometió a una histerectomía parcial, le extirparon el útero, pero conservaron sus ovarios, pagados por su cobertura de salud de Ontario.

Para 2019, dice que se arrepintió de todos los trámites, que son irreversibles.

Remordimientos

Zaccinga dijo que siempre había querido tener hijos, pero siguió adelante con la histerectomía parcial en 2018.

«En ese momento no estaba en un buen momento mental, así que no puedo recordar por qué pensé que era una buena idea, excepto que, para las personas trans, estaba cubierto por un seguro provincial, y me gustó la idea de no tener más períodos o exámenes de Papanicolaou”, escribió.

Incluso después de una década, dice, “reconocer que no puedo tener a mis propios hijos ha sido devastador”.

“Algunos días, el dolor de lo que me he hecho a mí mismo es abrumador. Lloro y no puedo parar”, escribió.

Dijo que está enojada porque le recetaron hormonas en lugar de ser diagnosticada y tratada por sus problemas de salud mental.

“Viviré el resto de mi vida sin senos, con una voz grave y calvicie de patrón masculino, y sin la capacidad de quedar embarazada. Lo que más lamento es extirpar mi útero completamente sano”,  escribió Zacchigna  en una entrada de blog el 13 de febrero.

Zacchigna creó una campaña de crowdfunding en GiveSendGo para contar su historia y dijo que, si bien su abogado la representa en un acuerdo de honorarios de contingencia, el dinero recaudado cubrirá los gastos de bolsillo, como la obtención de registros y la contratación de expertos.

Detransición

Zacchigna dijo que comenzó a volver a ser mujer en noviembre de 2020, después de darse cuenta de que sufría problemas de salud mental y un «trauma del desarrollo» derivado del acoso severo durante la infancia.

Ella dijo que presentar la demanda ha provocado críticas de algunos que dicen que ella debe asumir la «responsabilidad personal» de su decisión de hacer la transición , particularmente porque era una adulta cuando se sometió a los procedimientos médicos.

En una publicación de blog titulada «En realidad, estuve loca todo el tiempo», describe tener una «creencia delirante» en ese momento de que «no era una mujer y de alguna manera era un hombre».

“Le llevé esa creencia a los profesionales de la salud a quienes se les había enseñado que era más amable afirmar la creencia que cuestionarla. Como resultado, me recetaron hormonas del sexo opuesto que causaron cambios irreversibles en mi cuerpo, y con mi creencia afirmada, continué adelante, haciéndome cirugías que me desconectaron aún más de la realidad de mi feminidad”, dijo.

“Puede que haya estado delirando, pero llegar a la conclusión equivocada fue mi error. Tengo la responsabilidad de descubrir cómo pude cometer un error tan grande”, agregó.

Zacchigna alega que fue negligencia médica por parte de sus médicos “no haber investigado adecuadamente mi creencia delirante”.

“Está claro que los profesionales de la salud que facilitaron mi transición tenían su propia responsabilidad hacia mí”, dijo.

Zacchigna sugiere que los médicos deberían haberle ofrecido terapia, en lugar de aceptar sus creencias al pie de la letra.

El Canadian Gender Report tuiteó el 21 de febrero que la demanda de Zacchigna es la primera de este tipo en Canadá, iniciada por un “destransicionista que busca justicia y crea conciencia sobre la naturaleza imprudente de la medicalización de afirmación de género incuestionable”.

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