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González Urrutia y la escalada entre Venezuela y España

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Por María Santacecilia en DW

La aprobación de una proposición no de ley del Congreso español sobre González Urrutia desató la ira de Caracas.

La salida de Edmundo González Urrutia de Venezuela ha tenido una serie de efectos colaterales que han desembocado en una crisis institucional con España. La misma partida hacia Madrid del exdiplomático estuvo envuelta en cierto misterio y desmentidos entre ambos Gobiernos. Mientras las aguas en Caracas parecían calmadas tras la marcha del excandidato opositor, en Madrid estallaban las críticas del Partido Popular, que lleva desde poco después de la celebración de las elecciones del 28 de julio instando al Gobierno español a reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.

Votación de una proposición no de ley

Para el PP, el Ejecutivo de Pedro Sánchez debe ser el primer país en dar ese paso, que aún no han dado ni Estados Unidos ni la Unión Europea, quienes temen otro experimento similar al de Guaidó. Tras la llegada de González Urrutia a Madrid, todo se precipitó. Primero con las críticas de la oposición al asilo concedido al exdiplomático, acusando al Ejecutivo de haberle quitado un problema a Maduro. Después, con la votación de una proposición no de ley en el Congreso español para reconocer a González Urrutia como presidente electo de Venezuela.

Contra todo pronóstico, fue aprobada. «La proposición del PP ejerce presión sobre el Gobierno de Sánchez, al punto de que varios de sus socios de gobierno, como el Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria la aprobaron”, dice a DW desde Madrid Miguel Ángel Martínez Meucci, doctor en Conflicto Político y Procesos de Pacificación. «Podrían venir además resoluciones parecidas en parlamentos autonómicos”, prosigue Martínez Meucci.

Tormenta en Caracas

En cualquier caso, la aprobación del Congreso español para reconocer a Edmundo González Urrutia presidente electo de Venezuela queda como un pronunciamiento sin mayor trascendencia política, ya que es el Gobierno quien fija la política exterior. Sin embargo, en Caracas se desató la tormenta: «Eso que hizo el Congreso de Diputados es equivalente a una declaración de guerra contra el pueblo de Venezuela y contra el Gobierno legítimo y no lo vamos a aceptar», dijo airado Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y principal negociador de Maduro.

Rodríguez propuso romper los vínculos diplomáticos, consulares y comerciales con España: «¡Que se vayan de aquí todos los representantes de la delegación del Gobierno del Reino de España y todos los consulados y todos los cónsules y nos traemos a los nuestros de allá!», clamó Rodríguez, y pidió a la Comisión de Política Exterior del Legislativo aprobar una resolución que luego tendría que revalidarse en la plenaria de la cámara.

Inhibir la respuesta internacional

¿Estaba Rodríguez tensando la cuerda diplomática o realmente está a punto de producirse una ruptura total de relaciones? «Es un intento de impedir que posiciones como la que expresa la proposición aprobada, que asume a Edmundo González como vencedor del 28-J, puedan ir cobrando mayor fuerza en España y otros países”, dice Martínez Meucci, para quien las palabras de Jorge Rodríguez son, de momento, solo «amenazas”.

Con él concuerda el abogado venezolano especialista en relaciones internacionales Mariano de Alba, para quien el objetivo del Gobierno venezolano es «inhibir la respuesta internacional producto del fraude del 28 de julio”. Las relaciones entre España y Venezuela han vivido varios altibajos en los últimos años, aunque sin una ruptura completa de relaciones. Lo que Jorge Rodríguez planteó iría mucho más allá: «Veo al Gobierno venezolano capaz de romper las relaciones completamente, porque está en una lógica de autoaislarse de Occidente. El Gobierno de Maduro apuesta mucho a lo que puede obtener de sus vínculos con países no occidentales, como Rusia y China», prosigue Mariano de Alba, en conversación con DW.

También en la Unión Europea

El Gobierno español ha optado de momento por la calma. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, aseguró que la embajada de España en Venezuela trabaja «con absoluta normalidad” y que el interés es que nada cambie. Por su parte, Pedro Sánchez ha alejado la posibilidad de reconocer a González Urrutia al margen de la Unión Europea.

El jueves, Sánchez se reunió con Edmundo González en un encuentro despojado de elementos políticos, al que no asistieron los medios de comunicación. Fue el propio presidente español el que compartió en X unas imágenes de la visita, con un texto en el que alude a la democracia, el diálogo y los derechos del pueblo de Venezuela, pero en el que no se refiere a la victoria en los comicios reivindicada por la oposición venezolana.

Mientras, el PP sigue impulsando el reconocimiento de González Urrutia como presidente. A petición de varios grupos, entre ellos el Partido Popular Europeo (PPE), la Eurocámara debatirá el martes (17.9.2024) sobre el asunto. Aunque tratarán de consensuar una resolución común que someterán a votación dos días después, los grupos parten de posiciones muy diferenciadas en lo que concierne al reconocimiento de González Urrutia.

La proposición aprobada ayer en el Congreso español impulsa la posición del PP europeo con respecto a Venezuela, «ya que pide al jefe de Gobierno una posición más definida», dice Martínez Meucci. «Todo ello fortalece la tesis política de que no hay que esperar a que el régimen de Maduro presente las actas, sino que ya toca aceptar el resultado que muestran las actas oficiales que la oposición ha colgado en un portal web”. (ers)

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