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Por Acceso a la Justicia

El pasado 10 de enero de 2022 Nicolás Maduro arribó a la mitad de su cuestionado segundo sexenio presidencial (2019-2025), lo cual abrió las puertas para activar el referendo revocatorio previsto en el artículo 72 de la Constitución venezolana. Cumplido el requisito temporal, las organizaciones Movimiento Venezolano por el Revocatorio (Mover), Todos Unidos por el Referendo Revocatorio, Derecha Democrática, así como el partido MIN Unidad, solicitaron ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) poner en marcha esta consulta popular.

Sorpresivamente, el 17 de enero el árbitro anunció, a través de un comunicado de prensa publicado en su página web, que iniciaría el proceso, luego de que aprobara las solicitudes impulsadas por los grupos antes mencionados. 

¿Vocación de enmienda o trampa cazabobos? 

Con su anuncio el CNE parecía dispuesto a facilitar la celebración del revocatorio, sobre todo porque autorizó sin contratiempo alguno la recolección de firmas de los electores. Una actitud muy distinta a la que exhibió en 2016, cuando se dedicó a dificultar y retrasar el proceso impulsado por la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). En esa ocasión el CNE suspendió el procedimiento de activación del revocatorio presidencial, tras cinco sentencias emitidas por cinco tribunales penales estadales sin competencia en materia electoral, que declararon ilegal la recolección del 1% de las firmas que ya habían sido validadas por la máxima autoridad electoral. 

El CNE no exigió a Mover, Todos Unidos por el Referendo Revocatorio, Derecha Democrática y MIN Unidad los nuevos requisitos que arbitrariamente estableció en 2016 y que sirvieron para limitar el derecho de los ciudadanos a solicitar la activación de esta figura constitucional. De esta manera, el árbitro electoral no requirió la polémica recolección de manifestaciones de voluntad equivalentes al 1% de los electores inscritos en el Registro Electoral para que los solicitantes fueran acreditados como legítimos promotores de la consulta. Esto estaba al margen de lo dispuesto en el artículo 72 de la Carta Magna y de la Resolución N° 070906-2770, publicada en la Gaceta Electoral de N° 405 del 18 de diciembre de 2007, contentiva de las “Normas para regular la promoción y solicitud de referendos revocatorios de mandatos de cargos de elección popular”, texto que había servido de marco jurídico para regular el ejercicio de este mecanismo de participación ciudadana ante la falta de una legislación especial en esta materia. 

Pero la anterior no fue la única demanda adicional fijada por el organismo comicial en 2016. También exigió que estas primeras firmas fueran sometidas a una “auditoría”, que realizaría el CNE de acuerdo con una metodología aprobada por el propio árbitro comicial, aparte de otros “trámites” administrativos que fue agregando imprevistamente. 

A contrarreloj 

Pese a que el CNE dejó a un lado requisitos adicionales e inconstitucionales, como los antes mencionados, el pasado 21 de enero anunció los términos y condiciones para llevar a cabo la recolección de las firmas de los interesados en solicitar el referéndum revocatorio. Una simple revisión permite concluir que estas exigencias igualmente tienen como intención obstaculizar la activación de la consulta, como ya ocurrió en 2016, y por ende hacer inviable esta figura constitucional. 

El cronograma de actividades aprobado por el CNE estableció que la “Jornada de recepción” de las llamadas manifestaciones de voluntades para el referendo revocatorio, es decir, de las firmas, se llevaría a cabo el 26 de enero, apenas cinco días después de que el CNE estableciera las condiciones y términos para su realización. 

Al mismo tiempo, indicó que la recolección del 20%, requerido por la Constitución, se realizaría en el horario comprendido entre las 6:00 am y las 6:00 pm., habilitándose para ello 1.200 centros en el territorio nacional, de “acuerdo al peso electoral de cada entidad federal del país”. Esto significa que el CNE apenas dio a los impulsores de la solicitud 12 horas para recoger casi 4,2 millones de firmas de un total de 20.929.987 de electores inscritos en el Registro Electoral aprobado y auditado para las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre del 2021.

Pero como si el limitado tiempo no fuera suficiente, además solo habría 1.200 puntos de recolección en el país, cantidad que también resulta injustificada y que parece no ajustarse a los criterios empleados para la celebración de elecciones nacionales.

Estas condiciones sin duda afectarían la factibilidad de la realización del referendo revocatorio y, también sin duda alguna, representan un fraude al artículo 72 de la Constitución. Desde el propio árbitro electoral, uno de sus rectores admitió que las condiciones impuestas hacían cuesta arriba la celebración de una eventual consulta para decidir la continuidad de Maduro en el Palacio de Miraflores:

“Se tendrían que procesar cinco electores por minuto, por 12 horas, en todas las máquinas del país, sin margen de error”, advirtió el rector Roberto Picón. Con este cronograma apresurado el CNE nuevamente desconoce sus propias normas, en este caso las de 2007, referentes a la promoción y solicitud de referendos revocatorios de mandatos de cargos de elección popular. 

El artículo 24 del instrumento antes mencionado establece que la Junta Nacional Electoral propondrá al CNE, dentro de los 15 días continuos siguientes a la aprobación de la activación del referendo, los centros de recepción de las manifestaciones de voluntad, tomando en cuenta las variantes geográficas y de población electoral.

Por su parte, el artículo 26 establece que la recepción de manifestaciones de voluntades se realizará por un máximo de tres días y no fija limitaciones en el horario para este proceso como las impuestas en este caso por la mayoría de los rectores. El horario fijado abrió la duda sobre qué ocurriría si en los centros de recolección existiesen electores en cola una vez terminado el plazo de 12 horas. ¿Se les impediría ejercer su derecho ante el cumplimiento del cierre obligatorio de estos puntos de recolección o se les permitiría ejercerlo? Esto indudablemente se presta a prácticas fraudulentas. 

Todo o nada 

Lo peor de las condiciones impuestas por el CNE es que reeditó la inconstitucional exigencia de alcanzar el 20% de las manifestaciones de voluntad de los electores inscritos en el Registro Electoral de cada estado del país, y no en función del número total de electores a nivel nacional, tal como se llevó a cabo en 2004 con el único revocatorio presidencial que hasta ahora se ha celebrado en el país. 

Este requisito fue arbitrariamente creado por el CNE en 2016 y avalado por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, que en su sentencia 147 del 17 de octubre de 2016 “interpretó” que el requisito del 20% debe cumplirse por estado, para así mantener la igualdad entre todas las entidades federales. 

Esta práctica sistemática de impedir a los ciudadanos activar los referendos revocatorios se remonta a 2003, cuando el CNE comenzó a establecer trabas y obstáculos que afectaron su ejercicio y lo limitaron más allá de las restricciones previstas en el artículo 72 de la Constitución, a fin de desconocer la iniciativa que había emprendido la sociedad civil y que se conoció como el “Firmazo”, realizado el 2 de febrero 2003, que buscaba activar el revocatorio contra el mandato del fallecido Hugo Chávez. 

A partir de ese momento el CNE, a través de sus normativas, impondría restricciones adicionales para retrasar la ejecución de un eventual revocatorio, e incluso impedir su realización. Entre los obstáculos adicionales que el árbitro incorporó en esa época estaban el que las firmas solo podían estamparse en lugares precisos y en un plazo preestablecido por él. También impidió a los ciudadanos que se encontraban fuera del país el ejercicio de su derecho de respaldar con su firma la solicitud de revocatoria del mandato presidencial. Aunque lo más grave fue el invento de las “firmas planas”, un subterfugio del árbitro comicial —en aquel momento presidido por Francisco Carrasquero, quien más tarde sería nombrado magistrado del TSJ— con la intención de objetar y no validar arbitrariamente manifestaciones de voluntad y, en consecuencia, impedir que se alcanzara el cumplimiento del 20% de las firmas exigidas por el constituyente. 

Estas exigencias impuestas de la manera más arbitraria posible por el Poder Electoral  fueron secundadas por el máximo juzgado del país. Lamentablemente, en la actualidad estas prácticas continúan vigentes, y más bien han sido perfeccionadas desde el órgano comicial a través de una cadena de oprobios sin ningún tipo de reparos. 

Dicho y hecho

Como era de esperarse, las limitaciones que enfrentaron los promotores de la consulta popular repercutieron negativamente en la celebración del evento del pasado 26 de enero. Algunos de esos convocantes de la oposición decidieron retirarse, aunque la consulta siguió su curso con las condiciones impuestas por el CNE.

La jornada estuvo marcada por la escasa información en los puntos de recolección de firmas, el retraso en la instalación de los centros, la agresión a trabajadores de la prensa, así como la movilización de los simpatizantes del oficialismo, sobre todo de funcionarios y trabajadores públicos, que acudieron a manifestar su apoyo a Maduro.

En el ínterin, las pocas personas que asistieron a expresar su voluntad de activar la consulta revocatoria fueron amenazadas y acosadas por grupos afectos al oficialismo. Hay que precisar que estas agresiones fueron alimentadas en días pasados por el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, tras declarar públicamente que una vez transcurrida la jornada de recolección de firmas pediría al CNE la lista de rúbricas.

Esas declaraciones hicieron recordar el triste episodio de la llamada “Lista Tascón”, que era el listado de las personas firmantes para activar el revocatorio contra el mandato de Chávez en 2004, dado a conocer por el ya fallecido diputado del partido Movimiento Quinta República (MVR), Luis Tascón, y que se usó para identificar a quienes estamparon su rúbrica y así discriminarlos. En 2018 la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenaba al Estado venezolano por la violación de los derechos humanos de Rocío San Miguel, Magally Chang y Thais Peña, quienes fueron retiradas de los cargos que desempeñaban en el Ministerio de Relaciones Exteriores, luego de que participaran en la activación de la consulta revocatoria.

Fin de la historia

El 27 de enero, a menos de veinticuatro horas de haberse cerrado el ilegal proceso de recepción de manifestaciones de voluntad para activar la revocatoria presidencial, la Junta Nacional Electoral presentó a la consideración del CNE su informe, en el que dice haber recibido 98,58% de la transmisión de manifestaciones de voluntad, contabilizando 42.421 firmas (1,01% del Registro Electoral). El CNE declaró con una velocidad inusitada sin lugar la solicitud de referendo revocatorio al mandato de Nicolás Maduro y a través de su cuenta de Twitter señaló: «Aprobada sin lugar esta solicitud, se declara también la improcedencia de una nueva solicitud de Referendo Revocatorio contra el mandato del Presidente de la República, Nicolás Maduro, tal como lo establece el artículo 72 de la Constitución».

Así quedan cerradas las puertas al anhelado revocatorio presidencial, se pisotea una vez más la voluntad de cambio de muchos venezolanos y se repite la ya vieja y larga historia de revocatorios entorpecidos por el CNE.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta? 

El CNE elimina toda posibilidad de activar, e incluso realizar de manera libre y adecuada la consulta revocatoria ante la desmedida serie de irregularidades que inexplicablemente impone, así como el propio oficialismo con todo el aparato estatal. De hecho, se repiten prácticas que favorecen abiertamente a Maduro para mantenerlo en el poder.

Las actuaciones del actual árbitro no ofrecen una verdadera garantía de respeto a la voluntad de los ciudadanos, tal como se vio con claridad en la anulación y repetición de las elecciones de gobernador en Barinas, en las que no defendió el derecho al sufragio de los electores. Sin embargo, en ese caso, por lo menos se pudo votar con ciertas garantías; con el revocatorio presidencial ni el rector Picón pudo lograr que el CNE tuviera cierto apego a las normas, y simplemente, no se pudo activar adecuadamente, ni prácticamente realizar.

Pablo Aure, secretario de la Universidad de Carabobo, recordó que la situación en las máximas casas de estudio es sumamente difícil para profesores, trabajadores, obreros, estudiantes, pero la idea no es inmovilizarse si no buscar la manera de poner a producir las casas de estudios.

“Debemos reinventarnos como universidad, estamos vistos como un problema y debemos aportar soluciones, no nos podemos quedar cruzados de brazos, hay que poner a producir la universidad”, señaló en entrevista con Sandy Aveledo, por Unión Radio.

Dijo que lo que pasó con el profesor Salinas es un reflejo de lo que está sucediendo en el sector universitario.

Recordó que antes los ingresos daban para viajar, cambiar casa, carro, salir de vacaciones, ahora los sueldos no alcanzan para alimentos.

Considera que eso se debe a una política que hay que revertir teniendo presencia. “Lo que se está buscando es que nos inmovilicemos”.

Agrego que, “En este momento tan difícil la comunidad está esperando algunas ideas que vengan de la casa del conocimiento, pero qué mensaje estamos dando si nos quedamos en la quejadera”.

A su juicio hay que tratar de colocar a las universidades como centro de producción de verdad, tener una verdadera autonomía, sin tener que recurrir a la empresa privada para resolver los problemas.

Para ello mencionó, por ejemplo, que cuentan con laboratorios y otras áreas que pueden se productivas.

Para www.sandyavaledo.com amplió que se pueden generar alianzas con la empresa privada y el sector público, con clínicas, poner a los investigadores a la orden de las industrias.

También mencionó que la UC cuenta con 300 hectáreas las cuales pueden ser parte de convenios de cooperación, o se pueden colocar vallas publicitarias.

“Se trata de adaptarnos a estos nuevos tiempos y con esos ingresos darle bonos a los trabajares que cumplen con la misión de educar”, manifestó.

Por Avivah Litán en CoinDesk. Traducción libre del inglés por morfema.press

Los infractores de la ley pueden correr, pero no esconderse, en las redes transparentes de criptomonedas

Contrariamente a la tradición popular, las criptomonedas no son un refugio para delincuentes anónimos.

De hecho, debido al análisis inteligente de blockchain, es más fácil seguir los rastros de dinero en blockchains que en las redes de pago bancarias, sin importar la ruta tortuosa que puedan tomar.

Lo que aún es difícil de averiguar, al menos por el momento, es la identidad de los delincuentes que usan varias direcciones de blockchain para mover los fondos robados. Esto es especialmente cierto si usan billeteras autohospedadas.

Las cadenas de bloques son más transparentes que las redes de pago fiduciarias

Las transparentes cadenas de bloques son plataformas mucho más fáciles para rastrear pagos criminales que los sistemas de pago hospedados en silos. 

Hoy en día, unas 23 cadenas de bloques públicas representan alrededor del 99 % de la capitalización total del mercado de criptomonedas. Eso significa que los sistemas de detección de fraude de blockchain deben integrarse con solo 23 plataformas transparentes en lugar de miles de redes de pago fiduciarias y empresariales aisladas.

La parte difícil es convertir los metadatos anodinos de blockchain en información significativa. Si se hace bien, utilizando análisis escalables en tiempo real, los conocimientos automatizados pueden ayudar a los usuarios a ver todas las plataformas de blockchain a la vez, rastrear pagos y direcciones criminales y sospechosos e identificar patrones anormales de movimiento de dinero que a menudo se repiten.

Inteligencia blockchain emergente

Proveedores como Chainalysis Ciphertrace, Elementus y TRM Labs brindan información sobre los rastros de dinero a las autoridades que investigan los ataques. Sus servicios son cada vez más utilizados por los intercambios y los protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) para prevenir el fraude en primer lugar.

En 2021, los piratas informáticos de alto perfil dieron como resultado que los delincuentes devolvieran los fondos robados o que las fuerzas del orden los recuperaran. 

A los delincuentes les resulta difícil esconderse de los investigadores que identifican las direcciones donde se encuentran estacionados los fondos robados. Una vez que se marcan los fondos robados, no se pueden sacar fácilmente de la cadena de bloques sin que las partes vigilantes y las fuerzas del orden los incauten.

Simplemente, cada vez es más difícil para los delincuentes sacar los fondos robados de las redes criptográficas. Vemos esto repetidamente, por ejemplo, en los hackeos de Poly Network y BadgerDao y la congelación de la moneda estable tether .

Vincular direcciones a identidades: el eslabón perdido

La detección de direcciones de cadena de bloques utilizadas por delincuentes no arroja la identidad del propietario de la dirección. No se requiere KYC (o procedimiento de conocimiento de su cliente) para usar una cadena de bloques a menos que un usuario se incorpore a través de un proveedor de servicios de activos virtuales (VASP) que cumpla con las regulaciones. La mayoría de los delincuentes usan monederos autohospedados y son sus propios «bancos».

Varias nuevas empresas llenan esta brecha de conocimiento de identidad para las fuerzas del orden que se enfocan en delincuentes o inversores que analizan estrategias de inversión exitosas. Estas nuevas empresas identifican a los propietarios de las direcciones raspando sitios web y utilizando análisis para asociar direcciones con múltiples atributos de usuario, como perfiles de redes sociales, geolocalizaciones, números de teléfonos móviles y direcciones de correo electrónico. Recopilan datos de redes oscuras, redes sociales y foros de código abierto, y compran datos de fuentes propietarias cuando es posible.

Cientos de empresas ya participan en agregaciones de datos Web 2 similares para respaldar la inteligencia de amenazas, el marketing, la aprobación de préstamos y otros casos de uso, generando mercados de datos rentables por valor de miles de millones de dólares.

Con el tiempo, los usuarios se autenticarán cada vez más en las aplicaciones Web 3 utilizando billeteras blockchain. Los proveedores de servicios deberán confiar en el análisis de datos de blockchain para la mitigación de riesgos, el marketing, el monitoreo del criptomercado y más. 

El análisis de datos de blockchain se convertirá en un gran mercado rentable, sujeto a restricciones regulatorias.

Pushback: protocolos de privacidad para direcciones de blockchain

Las direcciones de cadena de bloques son clave para las identidades de Web 3, por lo que los comerciantes de criptomonedas sensibles a la privacidad toman medidas para mantener el anonimato de las direcciones. Por ejemplo, distribuyen las existencias en varias direcciones, usan mezcladores para realizar transacciones o intercambian monedas de privacidad como monero, pivx o zcash.

Los nuevos protocolos de privacidad patentados van más allá y ocultan direcciones y saldos individuales de la vista del público. Pronto veremos «servicios» de privacidad que permitirán a los comerciantes de criptomonedas realizar transacciones sin revelar las direcciones. Sin embargo, es probable que estos servicios estén centralizados y no sean necesariamente confiables.

A medida que los protocolos de privacidad que ocultan las direcciones de los usuarios ganan más adopción, las empresas de inteligencia de blockchain se basarán en indicadores de identidad alternativos para seguir los rastros de dinero. 

Por ejemplo, pueden identificar un punto final de transacción y usar gráficos sociales para vincular su actividad (p. ej., metadatos de llamadas y mensajes de texto, frecuencias de interacción y tamaño) con inteligencia de fuente abierta que puede conducir a un correo electrónico o un número de teléfono móvil vinculado a una dirección.

Los delincuentes moverán más comunicaciones a canales privados encriptados, lo que hará que su identidad en el mundo real sea más difícil de determinar. El juego del gato y el ratón continuará, y es probable que los malos ágiles se mantengan un paso por delante de los buenos empantanados por procesos burocráticos.

El ‘Salvaje Oeste’ se asienta

Es un mito que las redes blockchain son paraísos criminales. Los informes del Grupo de Acción Financiera Internacional ( GAFI ) y los proveedores de inteligencia de blockchain confirman este hecho con números concretos.

Sin duda, a los delincuentes les resultará cada vez más fácil esconderse en el código espagueti de miles de sistemas hospedados que en redes transparentes y mucho menos blockchain.

Finalmente, la noción de que los usuarios controlan su identidad Web 3 solo llega hasta cierto punto. Las personas, criminales o no, no tienen ningún control sobre los metadatos públicos que se utilizan para determinar las identidades del mundo real. 

Las bases de datos se están acumulando rápidamente para vincular las identidades con las direcciones de la cadena de bloques. Las nuevas regulaciones, como la «Regla de viaje» del GAFI, reducen aún más la privacidad de las direcciones al forzar la exposición de los datos de información de identificación personal (PII) asociados.

Al final, la mayoría de los delincuentes perderán en ambos niveles, ocultando las transacciones de la cadena de bloques y ocultando sus identidades en el mundo real.


Avivah Litan es analista VP distinguida en Gartner Research.

Venezuela escaló hasta el cuarto país más corrupto del mundo, ante semejante logro el dirigente nacional de VenteVenezuela, Omar González Moreno, compadeció a la ciudadanía «por el nuevo logro de la usurpación al alcanzar una meta más en su vida de indecencia”.

Agregó que los “Socialistas venezolanos rompieron récord de corrupción, y deben estar celebrando a lo grande no solo por semejante éxito sino por la acumulación de dólares en paraísos fiscales”, sentenció.

Acotó que lo niveles de inmoralidad de todos los socialistas, en cualquier parte del mundo, son inauditos, sin embargo los venezolanos llegaron a un punto superior de descaro e inmundicia política.

Omar González Moreno precisó que los socialistas del país manejaron por años la mayor bonanza petrolera de la historia y el resultado de esa época ha sido miseria para millones de ciudadanos y riquezas para los enchufados.

El líder liberal manifestó que los integrantes del Psuv –que han ocupado cargos elevados– han jugado con la necesidad de una sociedad que fue empujada al hambre y prácticamente a la mendicidad.

Hambre o Covid

El dirigente nacional de Vente Venezuela indicó que los usurpadores del poder optan entre el hambre o el Covid para reducir a la población venezolana a un estado total de sometimiento.

“Nos quieren débiles, enfermos, distraídos; nos quieren vencidos por la necesidad, desesperados por el día a día. Así no quieren esclavizados por una bolsa de comida o por una ayuda miserable. Esa es la receta socialista de ayer y de hoy”.

Omar González agregó que es hora que los venezolanos entiendan que la salida de la crisis es a través de la acción decidida de la población y la construcción de un liderazgo nuevo y unificador de todos los sectores que anhelan la libertad.

María Corina

Para el vocero liberal la figura de María Corina Machado es la más sólida para conducir un proceso de transformación y de democratización del país.

Fue enfático al aseverar que si en el país hubiesen unas elecciones limpias y transparentes el liderazgo de María Corina Machado arrasaría en toda la nación, pues ella representa una opción distinta a las izquierdas y a los socialistas de un lado y del otro.

Por Gabriela Batiz en Fedecámaras Radio

La abogada Ana Gabriela Ojeda, ofreció detalles sobre Caracas Bitcoin Experience 2022, festival que se realizará entre el 28 y 29 de enero en las instalaciones de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) en donde ella es una de las productoras del evento.

Satoshi, LegalRocks y Criptodemi, se unieron para crear esta experiencia con el objetivo principal que el ciudadano pueda instruirse mejor con todo el tema que gira en torno de los Bitcoins.

“Hace poco fuimos a El Salvador, y nos impresionó lo poco avanzados que están en las compras con criptomonedas a comparación de Venezuela que te puedes comprar hasta un par de zapatos con ellas”

Este evento se extenderá dos días de puro aprendizaje por parte de 31 grandes conferencistas que figuran en las más grandes industrias de las criptomonedas. Los temas que se tocaran en las charlas con los ponentes, serán desde los NFTs, los juegos play to earn, hasta las regulaciones y leyes.

También, se podrá disfrutar del evento vía streaming en caso de que no pueda o no quiera asistir presencialmente.

En 2016, “posverdad” fue seleccionada por los Diccionarios Oxford como la palabra del año debido a un aumento del 2.000% en su uso, en comparación con el 2015. ¿Qué es exactamente la posverdad y cuáles sus implicaciones para la democracia?

Una benigna definición de Oxford dice: “la posverdad describe circunstancias en las que los hechos objetivos tienen menos influencia en la formación de la opinión pública que las apelaciones a la emoción y a las creencias personales”. Esta definición no alcanza a decir que la posverdad es más problemática y peligrosa que las simples mentiras de siempre.

Sabemos que mentir es malo. En Éxodo se describen los Diez Mandamientos como pronunciados por Dios. “No dirás contra tu prójimo falso testimonio” es el noveno de los Mandamientos, entendido como imperativo moral del judaísmo y del cristianismo.

La mendacidad es una constante en la historia de la humanidad, pero cambia de forma. La posverdad se diferencia de la mentira en que es una degradación de la verdad. La posverdad ignora y desestima la ciencia, las pruebas, los hechos y la propia verdad. Una característica que define a la posverdad es que quienes la emplean siguen insistiendo en sus posiciones incluso después de que se demuestre que esas posiciones son falsas. La posverdad no significa que la verdad desaparece, sino que deja de ser importante y es sustituida por nuestras emociones y creencias personales.

En nuestra era de posverdad, los sentimientos tienen más peso que las evidencias. El término posverdad se popularizó en 2016 durante tres eventos: el referéndum del “Brexit” en el Reino Unido, las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el referéndum del acuerdo de paz en Colombia, que debía ratificar el acuerdo final sobre la terminación del conflicto entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. En Colombia, en base a sondeos de opinión, se daba por descontada la aprobación del referéndum. La inesperada victoria del “No” se debió a las creencias personales, como ocurrió con el voto del Brexit en el Reino Unido, y a la victoria presidencial de Donald Trump en los Estados Unidos.

Los científicos sociales afirman que hemos desarrollado un cierto desprecio por las verdades incómodas. Tendemos a asociar la verdad con las malas noticias, y no queremos escucharlas. Así, en lugar de buscar la verdad, nos distanciamos de ella. Parece que estamos eligiendo vivir en una era de posverdad.

Las redes sociales, Internet y las noticias por cable amplifican el dominio de la posverdad. En el pasado, las noticias nos llegaban en forma de propuestas bien investigadas, o de opiniones cuidadosamente pensadas de periódicos respetables y otros medios de comunicación. Como ahora podemos elegir, buscamos los medios que refuerzan nuestras propias opiniones. Si FOX News es su fuente de noticias favorita, es poco probable que cambie de canal para MSNBC a fin de informase sobre la política.

Irónicamente, incluso cuando los medios de comunicación quieren ser imparciales, pueden crear un falso equilibrio que favorezcan afirmaciones no verificadas. Esto se debe a que dan la misma importancia a las interpretaciones sin fundamento que a los hechos. Si se dan a las opiniones el mismo peso que a los hechos, todo se vuelve relativo y sujeto a cierta perspectiva. La verdad pierde su valor moral.

Hoy en día, individuos con ideas afines crean clústeres de datos mediante las redes sociales e Internet. Esto da lugar a bolsas de información que ratifican las propias creencias y descartan toda información diferente. Los estudios demuestran que más del 60% de nosotros utilizamos las redes sociales como nuestra principal fuente de información (Pew Research Center). Es decir, obtenemos nuestra información de publicaciones poco fiables en Facebook y similares.

Lo más inquietante es que, según el profesor Filippo Menezer (Universidad de Indiana), cuya investigación se centra en las redes sociales y los medios de comunicación social, prácticamente no hay diferencia en la popularidad entre las noticias falsas y las verdaderas. Durante los últimos días de la campaña presidencial de 2016 en Estados Unidos, las noticias falsas obtuvieron tantos “like” en las redes sociales como las reales. Aparentemente, en política no se gana nada diciendo la verdad.

Lo que entraña la posverdad es que las opiniones tienen el mismo valor que los hechos. Esto es destructivo para la democracia, porque sin hechos en los que podamos estar de acuerdo, el consenso político se vuelve imposible.

El último libro del Dr. Azel es Libertad para novatos.

Por José Manuel Cuevas en Voz de América

Nicolás Maduro ofreció este mes el discurso anual de la Memoria y Cuenta de 2021. Abordó desde la economía y la escolarización hasta la gestión de la pandemia y el caso de Alex Saab. Sin embargo, falta información oficial de soporte y la independiente lo matiza, contradice o desmiente

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ofreció el 15 de enero su rendición de cuentas de 2021 ante la Asamblea Nacional en Caracas. Durante más de tres horas y media, repasó áreas de la economía, política y sociedad, con la mayoría de datos inverificables por falta de fuentes oficiales, en especial desde 2015, y falsos o cuestionables a la luz de organismos internacionales e independientes.

Después de haberlo suspendido al no reconocer a la Asamblea elegida en 2015, Maduro presentó el informe de gestión por segundo año consecutivo. En esta ocasión, repasó cifras de la recuperación económica y petrolera, de la gestión de la pandemia, y de la situación de los hogares y la escolarización, además de posiciones como la del caso de Alex Saab.

Recuperación económica y petrolera

En línea con alocuciones y entrevistas anteriores, Maduro aseguró que “en el tercer trimestre […] la economía logró un crecimiento del 7,6% y las instituciones especializadas proyectan un crecimiento en el año 2021 superior al 4% de la economía venezolana”. No obstante, el Banco Central de Venezuela (BCV) no publica el producto interno bruto (PIB) desde el primer trimestre de 2019, en plena hiperinflación que había iniciado en 2017.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), en cambio, estimó en octubre del año pasado en su informe Perspectivas económicas regionales que el PIB venezolano seguiría en caída, aunque pasando de una variación porcentual interanual de -19,6% de 2018, -35% en 2019 y -30% en 2020, a un -5% en 2021 y un -3% en 2022. El documento advierte que proyectar las cifras de Venezuela es “complicado” porque lleva años sin reunirse con las autoridades del país o por la dificultad para interpretar indicadores en su evolución económica, y que las estimaciones de 2018 a 2021 deben interpretarse “con cautela”.

Mientras tanto, la firma de análisis macroeconómico venezolano Ecoanalítica, que dirige el economista Asdrúbal Oliveros, proyectó una caída del PIB de apenas el 0,5% en 2021 y un crecimiento para 2022 de entre el 4% y el 6%, más moderado que el FMI en el primer caso y en torno a la proyección que compartió Maduro.

Sin datos, el presidente también habló de una “explosión económica comercial” en el cuarto trimestre de “casi el doble” del resto de trimestres de 2021, pero lo último del BCV sobre comercio data de 2018. Asimismo, destacó el crecimiento del comercio exterior al aludir a un aumento del 33% de las importaciones y uno del 4,9% en exportaciones “sobre todo […] no petroleras”, pero los datos del BCV de comercio exterior e inversión extranjera, que Maduro situó en un aumento del 3,1%, van hasta el primer trimestre de 2019.

La Asociación Venezolana de Exportadores, no obstante, destacó en diciembre un aumento del 30% en 2021 incluyendo las del sector petrolero. Mientras tanto, los datos de exportaciones de Venezuela del Banco Mundial llegan hasta 2014 y los cálculos del Atlas of Economic Complexity del Center for International Development de la Universidad de Harvard o del Observatory of Economic Complexity del MIT Media Lab abarcan hasta 2019.

Asimismo, Maduro aludió a un “aumento del 8,7% del consumo de gobierno”, es decir, al gasto estatal para producir bienes y servicios para consumo de la población. Sin embargo, los datos del Ministerio de Economía sobre el sector público restringido y el Gobierno central presupuestario no pasan de 2009, el del Banco Mundial no va más allá de 2014 (14,6 % del PIB) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mencionó en su estudio de Venezuela en 2020 que descendía desde el primer trimestre de 2015.

Además, Maduro sostuvo que Venezuela había llegado al “80% de economía digital”, a partir del bolívar digital, con un aumento de 121.430.000 transacciones en 2020 a 201 millones en 2021, pero omitiendo que ese aumento y la eliminación de seis ceros al bolívar están relacionados con la crisis económica e inflacionaria.

La propia inflación fue otro tema en la intervención. “En los últimos cuatro meses hemos tenido de manera consecutiva la inflación de un solo dígito”, aseguró Maduro. Según el BCV, los datos fueron efectivamente del 7,1% en septiembre, 6,8% en octubre, 8,4% en noviembre y 7,6% en diciembre. Sin embargo, aunque ese último mes fue el duodécimo consecutivo menor al 50%, lo que encaminaría la salida de la hiperinflación, no tuvo el dato más bajo desde 2015, como afirmó el mandatario, dado el propio de octubre.

El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), por su parte, también sitúa los cuatro datos de septiembre a diciembre por debajo del 10%, pero proyecta la salida de la hiperinflación cuando se confirme el dato de febrero.

Maduro también volvió a destacar la producción petrolera del país, en concreto el “importante hito” de haber producido “un millón de barriles diarios”, como ya había celebrado el 24 de diciembre con Petróleos de Venezuela (PDVSA). Sin embargo, la petrolera estatal no suele reportar datos diarios, y expertos consultados por la Voz de América han dudado de la cifra, incluido su exdirector José Toro Hardy, que apuntó a falta de unas capacidades e infraestructuras que ya habían permitido superar los tres millones de barriles.

De hecho, el Ministerio de Petróleo reportó este mes una producción promedio de 871.000 barriles diarios en diciembre, y el informe de enero de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) recoge que Venezuela terminó el mes anterior con un promedio de 681.000 barriles diarios.

Pobreza en tiempos de pandemia

Junto al crecimiento económico, durante su discurso Nicolás Maduro puso el foco en la pobreza. Según él, la pobreza general se redujo del 18,4% al 17,7% en 2021, mientras que la pobreza extrema se mantuvo en 4,1%. Organismos como el Banco Mundial, que tienen como umbral de pobreza extrema un ingreso de 1,90 dólares diarios, tienen datos desactualizados de las fuentes oficiales de Venezuela, pero la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) registró un aumento de la pobreza extrema de 67,7% a 76,6% y otro de la total de 94,2 a 94,5% de 2019-2020 a 2021.

El estudio considera el umbral de pobreza extrema en la incapacidad para adquirir alimentos básicos y atribuye el aumento reciente a la escasez, la hiperinflación y la crisis de movilidad. Asimismo, muestra que la pobreza multidimensional en Venezuela (considerando educación, vivienda, empleo, servicios e ingresos) no ha dejado de aumentar al menos desde 2014, hasta el 65,2% de 2021. Todo esto en una economía que se ha contraído aproximadamente en un 80% desde que Maduro llegó al poder en 2013, según los datos y estimaciones del FMI.

En cuanto a la gestión de la pandemia de la covid-19, el jefe del Ejecutivo venezolano celebró que el país estaba “llegando al 95% de la población adulta vacunada”, probablemente refiriéndose al propio 15 de enero porque el 31 de diciembre de 2021 había asegurado que la tasa iba por el 90%. Ahora bien, el Ministerio de Salud se limita a actualizar los casos activos y recuperados o las personas fallecidas, pero la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que actualiza datos basados en reportes que entregan las autoridades de cada país, sitúa la cifra en un 40,44% a fecha de publicación de este artículo.

Maduro, de paso, aseguró que entre la última semana de diciembre y la primera de enero “Venezuela logró un récord en la disminución de los casos de coronavirus”, con cinco por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, pese a que las versiones oficiales muestran una disminución desde los 794 contagios el 5 de diciembre a 165 nuevos infectados el día 26 y después 110 el 3 de enero, la Comisión Presidencial Para el Control y la Prevención de la covid-19 omitió datos de varios estados en el último mes de 2021, e incluso el 26 solo los registró de quince de los veintitrés.

Hogares, vivienda y escolarización

Como parte de los datos económicos más ligados a la situación social, Nicolás Maduro mencionó un “aumento del 4,9% del consumo de los hogares”, cuyos datos están desactualizados desde mediados de la década pasada tanto en el Banco Mundial como en el Instituto Nacional de Estadística. No obstante, un análisis de diciembre del IIES señaló a partir de la Encovi de 2021 que la población redujo su gasto de alimentos entre un 24 y 34%. Además, el 91,3 % de los hogares del país serían pobres según su gasto en consumo. De este total, el 65,7 % estaría en pobreza extrema y un 25,6% en pobreza moderada.

Para sus autores, los economistas Luis Zambrano Sequín y Santiago Sosa, “los datos reflejan el profundo deterioro en el nivel de ingresos de la población, que ha obligado a los hogares a concentrar sus gastos en bienes perecederos y de primera necesidad”. “El 96% de los hogares reportan haber realizado gastos en alimentos, el 84% en aseo personal y el 75% lo ha hecho en artículos de limpieza”, recoge el análisis, en marcado contraste con los hogares que gastaron en el resto de bienes y servicios, como ropa o recreación.

En paralelo a esa situación en los hogares, Maduro afirmó que la Gran Misión Vivienda Venezuela había superado en 2021 la meta del medio millón anual, “para ser más exactos, [con] 500.154 viviendas” que sumaban a un total de 3.900.000. Eso implicaría haber construido en promedio 1370 al día en un sector que, según el propio presidente de la Cámara de Construcción, Ronald Arias, cerró 2021 con un 98% de paralización a causa de la caída de la financiación, también pública, y de los ingresos del petróleo.

En esa línea, una investigación que la plataforma latinoamericana de innovación periodística Connectas y el medio venezolano El Pitazo publicaron en mayo “logró ubicar y contar solo [un] 5% de las viviendas que asegura el Gobierno ha construido a través de esta misión” en la última década.

En cuanto a niños y jóvenes, Maduro aseguró que el país había “logrado” superar “el 90% de escolarización en promedio en la educación venezolana, y el 84% de la educación pública gratuita y de calidad, en el marco de la educación en general”. Aunque supusiera un logro, el primer dato sería menor al 93% que el propio presidente aportó en el balance de 2020 que presentó hace un año, y el segundo apenas un avance sobre el 83%. Entretanto, la Encovi registró una reducción de la cobertura educativa del 70 al 65% entre 2019 y 2021, y señaló el menor acceso a la educación inicial para menores de entre tres y cinco años, y a la universitaria en el caso de jóvenes de dieciocho a veinticuatro.

Además, según la Encuesta Nacional de Establecimientos Educativos de octubre de 2021, también de la UCAB, 1,21 millones de estudiantes abandonaron la educación básica en Venezuela entre 2018 y 2021, pasando de 7,7 a 6,9 millones, y más lejos de los 8,7 millones que Maduro afirmó en octubre que había. El estudio muestra que la inasistencia en el país está ligada a distintos factores marcados por la crisis, con falta de comida en el hogar, la incapacidad de costear implementos y la falta de servicios básicos a la cabeza.

Alex Saab y otros discursos rumbo a rendir cuentas ante la ONU

Intercalados con las cifras económicas y sociales, Nicolás Maduro incluyó en la intervención distintas posturas de su Gobierno. Volvió a hablar de “guerra económica” al aportar los respectivos datos, así como de las sanciones internacionales, pero no de la recesión con causas internas. También aludió al “secuestro” del “diplomático” Alex Saab, acusado en Estados Unidos por conspiración para lavar dinero presuntamente relacionado con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y tras haber sido extraditado desde Cabo Verde en octubre de 2021.

De igual manera, Maduro buscó legitimarse. “Nadie duda que en Venezuela los cinco poderes públicos están en plena vigencia y en pleno funcionamiento”, aseguró, ante la disminución de su reconocimiento internacional a raíz de la reelección en 2018 y de las legislativas de 2020. Para ello también sostuvo que “la revolución siempre garantizó de manera eficiente” los servicios públicos, omitiendo la crisis energética incluso con Hugo Chávez, y aseguró que las negociaciones con la oposición en México habían supuesto que la “derecha guaidocista” reconociera a su Ejecutivo, cuando el memorando de entendimiento no lo estipulaba.

También a raíz de un balance, pero ya pensando en 2022, el Gobierno de Nicolás Maduro presentó el martes 25 de enero el informe de su tercer examen periódico universal ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para mostrar su desempeño en la materia durante los últimos cinco años. Ya fue criticado por otros Estados, y está a la espera de las recomendaciones finales este viernes 28.

Por Meiling Lee en The Epoch Times

Un médico que ha estado ofreciendo servicios gratuitos de telesalud a pacientes con COVID-19 durante la pandemia dice que el tratamiento temprano para el COVID-19 funciona y afirma que tiene una tasa de supervivencia del 99,99 por ciento.

“Tenemos un equipo de médicos voluntarios gratuitos que donan su tiempo para ayudar a tratar a estos pacientes que acuden a nosotros”, dijo el Dr. Ben Marble, fundador de myfreedoctor.com, un servicio de consulta médica en línea, en una mesa redonda organizada por Sen Ron Johnson (R-Wisconsin) el 24 de enero.

Agregó: “Les entregamos los protocolos de tratamiento temprano tan pronto como podemos, y tenemos una tasa de supervivencia del 99.99 por ciento. Entonces, creo que myfreedoctor.com, los médicos voluntarios gratuitos han establecido la ciencia en esto: ¡el tratamiento temprano funciona, punto!

Marble estaba respondiendo a la pregunta de Johnson sobre qué pueden hacer las personas si ellos o sus seres queridos tienen COVID-19.

Las personas pueden visitar el sitio web myfreedoctor.com, crear una cuenta y completar un formulario de admisión de pacientes si los médicos aceptan nuevos pacientes para ese día. Uno de los médicos se comunicará con usted en menos de 24 horas. Con una gran demanda de sus servicios, los médicos dicen que solo pueden “aceptar una cierta cantidad de pacientes cada día”.

El tratamiento temprano es clave

Marble dice que él y su pequeño equipo de médicos voluntarios prescriben el protocolo de tratamiento del Dr. Peter McCullough, que consiste en hidroxicloroquina, ivermectina, anticuerpos monoclonales, prednisona y otros medicamentos genéricos de bajo costo. También prescriben vitaminas D y C, y zinc.

McCullough, cardiólogo y epidemiólogo, junto con varios médicos, elaboraron un protocolo de tratamiento temprano para brindar atención ambulatoria a los pacientes con COVID-19. Su artículo se publicó en The American Journal of Medicine en agosto de 2020.

El Dr. Pierre Kory, neumólogo y presidente de Frontline COVID-19 Critical Care Alliance (FLCCC), dice que el público no sabe que hay médicos en todo el país que brindarán telesalud y tratamiento temprano para COVID-19.

“En nuestro sitio web, tenemos un botón que dice encontrar un proveedor . Hemos tratado de reunir tantos proveedores de telesalud que atiendan a todos los estados del país”, dijo Kory.

“Estamos tratando de dar a conocer ese mensaje porque se está suprimiendo ese mensaje de que esta enfermedad es tratable”, agregó.

Capturados por la industria farmaceútica

Kory también afirma que existe corrupción a nivel federal al suprimir el tratamiento temprano con medicamentos baratos reutilizados y su disponibilidad y que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés) han sido “capturados por la industria farmacéutica”.

“La corrupción se debe a que no quieren que uses medicamentos genéricos reutilizados que no estén indicados en la etiqueta. No proporciona ganancias al sistema”, dijo Kory, y agregó que “usted sabe lo que está pasando en este país en este momento, es que los CDC han sido capturados por la industria farmacéutica”.

“Enviaron un memorando en agosto de 2021, enviaron un memorando similar en la primavera de 2020, diciéndoles a los médicos y farmacéuticos de la nación que no usen medicamentos genéricos”.

The Epoch Times se ha comunicado con los CDC para hacer comentarios.

Los consejos de los CDC

Los primeros tratamientos fueron y continúan siendo desaconsejados por los CDC, cuya orientación desde el comienzo de la pandemia hasta enero de 2022, solo se centró en que las personas se pusieran en cuarentena durante 14 días, se mantuvieran hidratados, tomaran analgésicos y solo buscaran atención hospitalaria cuando pudieran. No respirar o ponerse azul. 

También advirtieron a las personas que no tomen ningún medicamento no aprobado para COVID-19.

“Las personas han resultado gravemente dañadas e incluso han muerto después de tomar productos no aprobados para su uso para tratar o prevenir el COVID-19, incluso productos aprobados o recetados para otros usos”, escribió el CDC en su página web de tratamientos potenciales .

El enlace web proporcionado para el presunto producto nocivo estaba relacionado con una alerta de salud de marzo de 2020 que advertía sobre un efecto grave para la salud al ingerir fosfato de cloroquina no farmacéutico que se usa para limpiar peceras. Esta alerta se produjo después de que un hombre de Arizona y su esposa tomaran el medicamento no farmacéutico en un intento de automedicarse para el COVID-19.

Durante los últimos dos años, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) solo ha autorizado tratamientos ambulatorios tempranos limitados para COVID-19 que incluyen anticuerpos monoclonales para pacientes de alto riesgo y píldoras antivirales de Merck y Pfizer.

 Sin embargo, el 24 de enero , la FDA anunció que limitaba el uso de los anticuerpos monoclonales de Eli Lilly y Regeneron solo a pacientes «que probablemente hayan sido infectados o expuestos a una variante que sea susceptible a estos tratamientos»

La mesa redonda del .Senador Ron Johnson

Johnson realizó la mesa redonda para ofrecer una perspectiva diferente sobre la respuesta a la pandemia, incluso sobre “el estado actual del conocimiento sobre el tratamiento temprano y hospitalario, la eficacia y seguridad de la vacuna, qué salió bien, qué salió mal, qué se debe hacer ahora, y lo que debe abordarse a largo plazo”.

El panel de discusión estuvo formado por expertos en salud y científicos que incluyeron a McCullough, el Dr. Robert Malone y el Dr. Paul Marik.

Según un comunicado de prensa , Johnson también invitó a más de una docena de figuras destacadas involucradas en el desarrollo, la promoción y el liderazgo de la respuesta a la pandemia, incluida la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky, y el coordinador de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Jeffrey Zients. 

Todas las personas se negaron a asistir al foro.

Ve a continuación el desarrollo de la mesa redonda

Por Gustavo Ocando Alex para BBC News

Partieron desde la Catedral de Machiques, estado Zulia, Venezuela, con destino a la cuna del automovilismo mundial, Detroit, Estados Unidos, en un vehículo Ford Coupé, modelo 28, bautizado como «Fotingo»

José Domingo Márquez, alias «Mingo», acostumbraba extraviarse en la selva de la Sierra de Perijá, en la frontera occidental de Venezuela con Colombia, cuando apenas tenía nueve años.

Tenía un affaire con la aventura. Se perdía por horas entre la maleza o jugaba a orillas de los ríos de su natal Machiques, ignorando las amenazas de culebras y tigres mientras corría su infancia en el año 1928.

Antonio y María, sus padres, se veían obligados a organizar excursiones armadas para buscarle cuando caía el sol.

La irreverencia le ganó regaños. También le propinaron una que otra paliza con un mandador de doble cuero, un palo de jabillo común en esos tiempos para arrear el ganado o espantar a las gallinas.

-Mamaíta, ¡es que yo cuando sea grande me voy a ir leeeejos, muy lejos!

-¡Ay, Santísima Trinidad, Virgen del Carmen, como que me ha salido este hijo medio loco! ¡Amparámelo, Señor!

El artífice, el músculo y el escribano

La idea de viajar fuera de Venezuela hedía a utopía en el seno de familias humildes que sobrevivían a duras penas en el campo en tiempos del gobernante militar Juan Vicente Gómez.

Aún no había carreteras de asfalto y solo trasladarse hasta la capital, Maracaibo, podía tomar hasta un mes.

La poca fe de su madre no le detuvo. «Mingo» contagió de ese espíritu explorador a José Joaquín Rojas, su primo menor y mejor amigo. A todos evangelizaban sobre el «viaje largo» que alguna vez realizarían.

La muerte de Gómez, el florecimiento de la democracia en Venezuela, su admiración de las gestas de Simón Bolívar y el activismo en partidos nacientes como Acción Democrática abonaron su sueño mientras crecían.

Pusieron acento ideológico a su plan a inicios de 1946, cuando cumplían 33 y 27 años: viajarían por tierra hasta Detroit, Estados Unidos, casa matriz de los principales fabricantes de automóviles, para exigir la culminación de la carretera Panamericana.

Renunciaron a sus trabajos en fincas y talleres de mecánica para alcanzarlo.

«Soñaban con comunicar a Venezuela con el resto del mundo. Decían que Bolívar hubiera querido unir a toda América y querían aportar un granito de arena a ese sueño integracionista», contó a BBC Mundo Víctor Hugo Márquez, poeta, escritor, gaitero, hombre de la cultura zuliana e hijo de «Mingo».

Sumaron a un tercer integrante, Régulo Díaz, alias «Kuruvinda», conocido como el cronista oral de Maracaibo.

«Mingo» era la mente maestra, el artífice. José Joaquín, el mecánico, el músculo. Régulo encarnó al escribano versado en idiomas y geografía.

El equipo estaba completo.

Concesionarios de la Ford entregaron felicitaciones escritas a los excursionistas venezolanos. Les ayudaban a reparar o sustituir piezas del carro.

El carro en la porqueriza

El peregrinaje consta en el libro «Jira Machiques-Detroit», publicado hace dos años por la Fundación Beltway y cuyos datos provienen de la investigación de un grupo de viajeros que en 1997 siguió la pista del viaje original.

«Kuruvinda» fue quien propuso designar el trayecto «jira», con jota en vez de ge, alegando que el vocablo tradicional define a un viaje que regresa a su origen tras llegar a destino.

BBC Mundo tuvo acceso al texto. También verificó las entrevistas de los protagonistas, grabadas en casetes antes de su fallecimiento, y examinó testimonios de testigos de la hazaña.

Certificados de concesionarios automovilísticos dan fe de que los venezolanos cruzaron nueve países durante el año que duró su excursión -nueve meses tardaron en llegar a Detroit y volver les tomó otros tres-.

Un dato curioso resalta en los registros históricos del proyecto: «Mingo», José Joaquín y Régulo no tenían siquiera un vehículo con el cual trasladarse.

Lo hallaron en 1946 en una porqueriza. Literalmente.

Los exploradores consiguieron un carro de tercera mano, modelo T Coupé, construido por la Ford Motor Company en el año 1928, con una transmisión de dos velocidades y marcha atrás. Estaba desparramado en el fundo de Arquímides Romero, un amigo, criador de cochinos.

El motor había sido instalado como pulmón de una desgranadora de maíz que permitía alimentar a 200 puercos. La capota era una asquerosa alfombra de metal en la entrada del rancho.

Uno de los guardafangos yacía bajo un árbol; el otro, enterrado boca arriba en el patio, donde servía como bebedero de las gallinas. El chasis esperaba, ruinoso, al lado de un potrero, junto a la caja y la transmisión.

El ganadero les regaló el carro -o sus partes-. Lo trasladaron de inmediato en un camión para armarlas en el taller de su amigo y mentor de mecánica, Nicolás «El Maestrico» Ramírez.

Un gentío se acercó a ver el carro del que todos hablaban. Un panal de abejas, que se había formado alrededor de la caja de velocidades, se alborotó al mover las piezas. Medio mundo sufrió aguijonazos.

Bernardo, hermano menor de «Mingo», ironizó entre carcajadas: «¡Qué molleja de locos son ustedes! Quieren irse a Estados Unidos en una caja de abejas».

Un esperpento

Al carro le ocurrió de todo en la gira: cayó al agua, se le dañaron los frenos y hasta se le averió el motor

Ellos mismos fabricaron las varillas de la dirección hidráulica. También construyeron un cajón cerrado -que sustituyó la maleta- y un parabrisas con su vidrio frontal. Instalaron un viejo tanque de gasolina que hallaron abandonado en un mercado popular de Maracaibo.

Rearmaron dos puertas de reemplazo, sin tapicerías. Le instalaron tres neumáticos con rines de 19 pulgadas y uno de 22, en el tren delantero.

«Era un esperpento», admite el hijo de «Mingo».

Ciudadanos de a pie contribuyeron con el presupuesto inicial de la gira de centavo en centavo de bolívares. Se crearon dos asociaciones civiles para ayudarles a culminar el «Fotingo», como le apodaban a ese modelo en las naciones caribeñas, y sumar dinero para el viaje.

Lo armaron en ocho meses. La placa rezaba: «6221, estado Zulia».

Amarraron un colchón al techo. Detrás del cojín trasero guardaron una capotera con dos mudas de ropa para cada uno. «Kuruvinda» cargó sus lienzos, una cámara fotográfica; «Mingo» y José Joaquín, sus hachas y machetes.

El pueblo se congregó en la plaza Bolívar de Machiques, frente a la catedral, para despedirles el 27 de enero de 1947.

Fue el inicio formal de la gira. Primera parada: Caracas.

El chasco de Caracas

La ida hacia la capital tuvo doble intención: gestionar sus cédulas de identidad y pasaportes; y lograr una audiencia con el presidente socialdemócrata Rómulo Betancourt en procura de su respaldo económico y moral.

En el camino comenzaron a buscar constancias de concesionarios Ford. Querían testimoniar el viaje y, a su vez, diligenciar cualquier ayuda, desde un pote de aceite, una comida, gasolina o quizá alguna pieza de repuesto.

El jefe de Estado los atendió malhumorado. Terminó de encolerizar cuando constató la fealdad del «Fotingo» al asomarse en su balcón.

«¿Ustedes piensan llegar a Estados Unidos en esa cafetera? Devuélvanse a Perijá, que es donde los necesita el partido (AD). Aquí no hay dinero para esas cosas». Los protagonistas nunca olvidaron su frase de desaire.

Los titulares de prensa reflejaron el ánimo apaleado de los trotamundos: «Miraflores está limitado. La gira sale sin un centavo de Caracas».

El viaje cayó en un limbo hasta que, el 6 de marzo de 1947, decidieron proseguir hasta Colombia por San Cristóbal, Táchira. Cruzaron la frontera.

La gira no se detenía ni por Betancourt, ni por nadie.

Colombia: en las gargantas de la selva

«No cambio este día por lo mejor del mundo».

«Mingo» estaba conmovido por la belleza que les sorprendía aquella mañana fría y nublada de marzo entre los páramos de Cañasgordas y Frontino, Colombia.

Habían viajado desde la frontera por una carretera asfaltada que les llevó a Duitama, Tunja, Bogotá, Ibagué, Armenia, Pereira, Manizales y Medellín. El objetivo era llegar a Turbo, en el golfo de Urabá, para toparse con su santo grial: el invencible Istmo de Darién, en la vía a Panamá.

Prosiguieron por la tierra baja del río Atrato, a la altura del poblado de Pavarandocito. Era una región selvática, pluvial e inaccesible.

La habitaban esclavos libertos de piel oscura e indígenas que corrían despavoridos al verles llegar. Nunca habían avistado un carro.

«Mingo», bromista nato, decidió juguetear con ellos. Apagó el motor, esperó a que se acercaran a la fiera de metal dormida y, al saberlos cerca, giró la manivela de encendido para carcajearse mientras corrían aterrorizados.

Repitió el ritual de chanza varias veces. «Me tomó casi una hora familiarizarlos con el vehículo», contó el conductor, años luego, a sus cercanos.

Los venezolanos emplearon yuntas de bueyes para tirar del vehículo en las zonas más barrosas camino al Tapón de Darién. También utilizaron hacha y machete para adentrarse en esos valles boscosos.

De regreso a Colombia

Los puentes rústicos que construyeron gracias a la experiencia ganada en la Sierra de Perijá, sin embargo, sirvieron de poco. A la altura del río Zurrambay, la frustración tocó la puerta.

«Mingo», José Joaquín y «Kuruvinda» construían puentes rústicos derribando árboles y se abrían paso en la selva con hacas y machetes.

«Esos fueron los primeros esfuerzos para abrir camino en selvas vírgenes, tupidas y húmedas. Ahí fue donde no pudimos. Mucho pantano y selva», admitió Régulo, al declarar a reporteros ya en su ancianidad.

Unos canoeros, asombrados de verles tan introducidos en la fronda de esos caños, les advirtieron que no avanzaran un centímetro más.

Si no se devolvían, el carro quedaría hundido bajo el agua en cuestión de horas. Si lograban cruzar, les dijeron, morirían por ataques de los kuna, una tribu indígena de feroz reputación.

La triada de exploradores admitió su fracaso momentáneo. Decidieron echar marcha atrás, regresar a la frontera y escudriñar una nueva vía hasta Panamá.

La gira era famosa en la prensa. La Casa de Nariño -sede del gobierno colombiano- les echó una mano: autorizó que un tren les llevara de regreso desde Medellín a Cúcuta.

Desde los límites con Táchira marcharon con destino a Cartagena y cruzaron gratuitamente a Colón en una goleta conocida como «la Herman».

Un cabestrante que ataba el vehículo se desprendió por un sacudón de vientos en medio de la mar, partiendo de golpe uno de sus espejos retrovisores.

El malogrado «Fotingo» sumaba otra muesca camino a Panamá.

Panamá: fama de «bellacos»

Miguel Maduro, comerciante aficionado a la cacería, escuchó en 1947 un alboroto a las afueras de su negocio de víveres en la avenida central de Ciudad de Panamá.

Tres venezolanos contaban anécdotas de la selva, firmaban autógrafos, rogaban a mercaderes y ciudadanos de a pie por alguna colaboración para concluir su expedición.

Viajaban en «una matraquita llamativa», llena de tanques de gasolina vacíos.

Eran celebridades de paso.

«La gente los aplaudía y todo. Ellos necesitaban el ‘bille’ pa’ seguir pa’ lante. No tenía mucho, pero algo les di», recordó Miguel en 1998, ya a sus 82 años.

Los exploradores consiguieron donaciones múltiples antes de seguir su ruta hacia David y La Cuesta de Los Suspiros, donde se toparon con el inicio montaraz de los senderos que unen a Panamá y Costa Rica.

Eran carreteras «malísimas, horrorosas, de puras montañas», describió aquel vendedor altruista de la avenida central en su ancianidad.

Miguel admiró el coraje de los turistas.

Les elogió con un término reservado en Panamá para los más valientes e intrépidos: «¡se pasaron de bellacos ellos haciendo ese recorrido!».

Costa Rica desventura

El trecho entre Costa Rica y Nicaragua se antojó perverso. Mostró el auténtico rostro de la selva malasangre.

«Mingo», José Joaquín y Régulo abrieron trillas durante 12 días entre La Cuesta y el río Colorado. Los tramos rústicos que favorecían el avance del «Fotingo» se extinguieron.

El plan de un panameño llamado Nicomedes Franco, quien les construyó una balsa a la altura del segundo canal para ahorrarles camino hacia Pueblo Nuevo de Coto, fracasó estrepitosamente.

«La balsa falló, el carro cayó al río», relató a sus 92 años Eloy Bonilla, uno de los hermanos que escoltaron a los viajeros ese día junto a sus bueyes, «Chato» y «Venado».

Ford les desea mucho éxito en este manuscrito del 14 de agosto de 1947.

Esperaron la vaciante de la marea baja, hasta que el agua asomó un retazo del techo. Tiraron de él con los animales y lo lograron extraer de las tragaderas del Colorado tras horas de lucha.

Tuvieron que remolcar el Ford con una vagoneta hasta una estación de tren para viajar a Golfito. El motor, húmedo por el accidente, no funcionaba. José Joaquín empleó a fondo su experticia en mecánica para resucitarlo.

Régulo no pudo acompañarles en la reanudación del viaje, pues tuvo que volar de emergencia a Managua, Nicaragua, para operarse un tumor que le creció en la mano de tanto girar la manivela del «Fotingo».

Sus camaradas lo recogerían en la ciudad, pero tardaron más de lo esperado al adentrarse en los pantanales de la selva del Guanacaste, camino desde Liberia a la fronteriza Peñas Blancas.

Se vieron forzados a fabricar emparrilladas de palos para mover el «Fotingo» por esos lodazales. Coyotes y lobos les rodeaban de noche, atraídos por las fogatas que encendían con la gasolina de sus tanques.

Extravío

«Mingo» había coordinado en San José con Lolita Clachar, experta aviadora y esposa de uno de sus expatrones de Machiques que migró a Centroamérica, el lanzamiento aéreo de provisiones en esas ciénagas.

Solo uno de los paracaídas, el del combustible, cayó a unos 500 metros de ellos. El de los alimentos fue a parar al diantre por culpa de una ventisca.

Las reservas de comida se limitaron a kilos de jobos y guanábana tigre, ambas frutas selváticas. Diarreas y vómitos les descompusieron con el paso de los días.

Se extraviaron, como colofón, tratando de alcanzar los terrenos más altos que bordean el piedemonte. Ya eran finales de julio de 1947.

«Mingo», con las fuerzas disminuidas y viendo a José Joaquín al borde del desmayo sentado bajo un árbol, usó su brújula para volver a la ruta original.

A las dos horas de picar monte a machetazos hacia el norte, halló una trilla, enmontada y estrecha.

Corrió de vuelta a reanimar a su amigo para enfilar hacia el camino recién descubierto. Y un piquete de soldados nicaragüenses los sorprendió allí: les buscaban desde hacía días por órdenes superiores.

En los periódicos había angustia por la desaparición de los excursionistas venezolanos. El diario Noticias Gráficas incluso reportó el fracaso de la gira y se dudó de si seguían con vida.

La muerte, según el doctor del campamento militar de Peñas Blancas, no les hubiese perdonado un día más dentro de la jungla.

México: el camino más bonito

Víctor Hugo Márquez, hijo de uno de los viajeros originales, encabezó un periplo en 1997 para seguir los pasos de sus antecesores

«Mingo» y José Joaquín reactivaron la «jira» a los tres días desde la frontera, rumbo a Managua, donde Régulo les esperó afanoso.

La andanza hacia Norteamérica se reanudó con el lineup completo en un camino menos agreste: recorrieron Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala por calzadas de tierra y asfalto.

No hubo más jungla ni necesidad de usar hachas.

El «Fotingo» llegó a México, en septiembre de 1947, dando tumbos: tenía los frenos dañados y debían detenerlo usando el retroceso -la Ford del D.F. reparó la caja de velocidades como cortesía-.

La pasión y el disfrute suspendieron temporalmente la expedición en esas coordenadas de mariachis, tequila y estrellas de cine.

«Mingo» se enamoró de una secretaria de la emisora XEW, cuyos directivos les concedieron pases gratuitos a todos sus shows de medianoche. Disfrutaron en vivo de artistas como Pedro Infante, María Félix y Jorge Negrette.

Veintiocho días de amoríos y parrandas después, emprendieron camino hacia Estados Unidos. A regañadientes, eso sí.

Penuria y frustración en Estados Unidos

Una mujer de apellido Villalba, dueña del hotel Caracas, ubicado en el lado mexicano de Laredo en la frontera con Estados Unidos, escuchó maldiciones en su comedor una tarde de octubre de 1947.

Los improperios tenían acento venezolano.

«Mingo», José Joaquín y Régulo gastaban sus últimos tres dólares entre sopas y obstinaciones, despotricando contra su desdicha. Agentes de la aduana recién les impidieron entrar a Estados Unidos por no contar cada uno con 400 dólares en efectivo.

La doña, nativa de la capital venezolana, simpatizó con su causa de inmediato.

«¡Yo los voy a ayudar! Amo tanto a mi patria y solo he visto aquí a cuatro venezolanos: al pelotero Vidal López y a ustedes tres».

Su esposo, un británico que se mudó a México en procura de mejor clima para su afección cardíaca, les prestó el dinero con la condición de que se los devolvieran ya en suelo estadounidense.

Procedieron de acuerdo con el plan y así pudieron avanzar hasta Houston, Waco, Dallas, Lebanon, Saint Louis, Saint Elmo y Beecher City.

La General Tires de Texas les donó cuatro cauchos del rin correcto gracias al lobby de un periodista que conoció sobre la «jira». El «Fotingo», al fin, remendó su torsión camino a su destino final.

Por fin, Detroit

Jack Roach, socio de Ford, aseguró que su visita fue «interesante» y esperó que su ayuda les sirviera

A Detroit, Michigan, entraron el jueves 30 de octubre de 1947. Era Día de Brujas. La ansiedad les llevó a manejar directamente hasta la sede principal de la Ford. Imaginaron una recepción esplendorosa. Craso error.

Un vigilante les regañó por parquear en un lugar prohibido -«only five minutes!»-. Henry Ford Tercero, presidente de la empresa, no pudo atenderlos: salía de viaje a Washington para contraer nupcias; no volvería sino hasta dentro de dos meses tras su luna de miel en Europa.

La redención tardó 24 horas. Un veterano de la guerra, a quien conocieron en México y residente de Detroit, les acompañó hasta la planta al día siguiente, previo pacto con amigos obreros de la Ford, quienes acordaron homenajear a los nómadas de Venezuela como merecían, aun sin permiso de los ejecutivos. La admiración, los saludos, las pláticas y los aplausos duraron media hora en la plaza central.

Sin embargo prosperó una solicitud de los empleados a la directiva de donar 500 dólares y un vehículo nuevo a cada uno. El capellán de la fábrica, en respuesta, les prodigó una donación de 90 dólares del fondo sindical.

«Mingo», José Joaquín y Régulo desestimaron una oferta de seis meses de trabajo en la Ford. También declinaron recibir ciudadanía estadounidense a cambio de enlistarse con las tropas que combatían en Alemania.

«Venezuela libera países, no los conquista«, explicaron.

Atendiendo consejos de cónsules de México y Venezuela, viajaron hasta Bufalo, Canadá, para renovar por 90 días sus visas de estada.

De regreso, ya cortos de dinero, condujeron hasta Nueva York. El hambre y el frío les flagelaban. Solo había 15 centavos de dólar en las entrañas de sus carteras.

Decidieron abandonar el «Fotingo», mal estacionado y sin gasolina, en la esquina de Audobon con 179. La frustración les abrigó aquella tarde de noviembre en plena celebración de Acción de Gracias.

Joe, el salvador

Los venezolanos fueron en busca de Joe Costa

Un comerciante local les recomendó hablar con Joe Costa, un puertorriqueño dueño de un negocio cercano conocido como Joe’s Launchonette, quien tenía fama de ayudar a latinos en necesidad.

El hombre fue la salvación. Les recibió como ellos se concebían: héroes que lograron lo insólito, desafiantes de la selva misma mientras la muerte les hacía sombra, todo en pro de la integración latinoamericana.

Hubo vino, fotografías, una cena con pavo.

Costa les prometió tres comidas gratis al día, gestionó con la policía local que no remolcaran el vehículo al garaje municipal y diligenció visitas a instituciones como el Club Automovilístico de Nueva York.

Allí les concedieron la insignia dorada AAA y la membresía de honor.

Adhirieron la estampa, orgullosos, sobre el vidrio frontal.

Venciendo la distancia

El regreso a Venezuela nació en la costa este, en el incipiente 1948.

«Mingo» se adelantó en un vuelo a Caracas para alistar el recibimiento. José Joaquín y Régulo viajaron con el carro, gratuitamente, en el paquebote Anzoátegui de la flota Grancolombiana.

El barco atracó el 16 de enero en La Guaira, centro de Venezuela. El afán viajero se había sellado 22.000 kilómetros, nueve países, y un año y dos días después de su partida.

El «Fotingo» circuló algunos meses más, hasta que lo parquearon al lado de la gasolinera La Periquera cuando alguna que otra pieza se dañó y sus repuestos no se hallaron más en el mercado.

El histórico carro sufrió en Machiques, irónicamente, la suerte que le perdonaron en la Gran Manzana: funcionarios lo remolcaron con una grúa hasta la chatarrería del distrito.

José Joaquín apenas pudo recuperar, en 1952, la insignia AAA dorada y el motor. Régulo guardó el cuaderno de sus memorias, que, a los años, algún alma ignorante botó durante un desalojo de su residencia.

«Mingo», el artífice, la mente maestra, el soñador del empeño integracionista, bolivariano y quimérico que nació décadas atrás en la montañosa Machiques, conservó las fotografías, los autógrafos de celebridades y los certificados.

Hoy, 70 años después, la carretera Panamericana idealizada por aquellos tres zulianos está culminada. Sus 23.000 kilómetros de extensión unen a Alaska con la Tierra del Fuego, en el extremo sur de Argentina, según comprobó un reportaje de BBC Mundo en 2009.

Sin embargo, aún es imposible completar el recorrido sin surcar en barco el trayecto que los tres venezolanos no pudieron domar durante su «jira»: el Istmo o Tapón de Darién.

«Mingo», repentista y amante de la prosa, escribió en 1978, días antes de morir, un poema para conmemorar sus días de hachas, peligros y atrevimientos en las gargantas más toscas de América.

«Sufrir fue mi destino en la constancia,

de pasar centenares de mañanas

desflorando la selva americana,

tramo a tramo, venciendo la distancia.

Entre la niebla gris de primavera,

Venezuela triunfaba con virtudes».

Era su forma de mimar a su legado más trascendente.

Por Ian Allison en CoinDesk

Sun Exchange de Sudáfrica, una comunidad de inversión en energía solar que utiliza bitcoin para recaudar capital y realizar pagos a sus inversores, dice que ha completado el proyecto colaborativo de mayor valor de cualquier tipo en África

El proyecto Nhimbe Fresh en Zimbabue, un productor de bayas y verduras que comprende a 250 pequeños agricultores, recaudó fondos por aproximadamente $1,4 millones en células solares, compradas por más de 1905 personas en 98 países, la mayoría de las cuales realizan transacciones en bitcoin.

Sun Exchange implementó el primer proyecto solar financiado con bitcoin en 2016, que se presentó en el evento Consensus de CoinDesk en Nueva York ese año . Sun Exchange ahora ha financiado más de 50 proyectos solares, recaudando más de $ 9 millones, y es uno de los pocos proyectos ambiciosos de los primeros días que todavía está presente y próspero.

“Estos proyectos se encuentran principalmente en escuelas, granjas, supermercados y residencias de ancianos, muchos de ellos en Sudáfrica”, dijo en una entrevista el fundador de Sun Exchange, Abe Cambridge. “Estas son organizaciones que, de lo contrario, no tendrían el capital disponible para construir su planta solar, ni tampoco querrían ir y endeudarse”.

‘Espiral virtuosa’

La propuesta de Sun Exchange proporciona un componente integrado de compensación de carbono para bitcoiners conscientes del medio ambiente. ( Proyectos como Filecoin Green han estado buscando formas de fusionar la compensación de carbono en criptografía).

Los nuevos paneles solares de la granja Nhimbe Fresh en Zimbabue Foto Sun Exchange

De hecho, existen filosofías paralelas de democratización detrás de las criptomonedas y la energía solar, lo que permite el acceso a las finanzas y la energía, dijo Cambridge.

“Una hermosa especie de espiral virtuosa ocurre cuando inviertes bitcoin en energía solar”, dijo Cambridge. “Se necesitan alrededor de 320 megavatios hora de electricidad para extraer un bitcoin. Pero cuando usa ese bitcoin para comprar energía solar, esos activos de generación que acaba de comprar con su único bitcoin producirán 3,6 gigavatios hora. Entonces, más de 10 veces más energía”.

Sun Exchange permite que cualquier inversionista sea propietario de activos de energía solar, que generalmente son paneles en los techos, que luego recuperan un rendimiento durante un período de arrendamiento de 20 años. El rendimiento es de alrededor del 11% en rand sudafricano (ZAR), que luego se convierte en bitcoin para el pago a las billeteras de los inversores internacionales.

Suavizando la volatilidad de los precios

El proyecto emplea un sistema de promedio de costos en dólares , una forma de suavizar la volatilidad de los precios de bitcoin mediante la compra de la criptomoneda a lo largo del tiempo, para aumentar el potencial de rendimiento de los contribuyentes.

“Los pagos de BTC se realizan mensualmente contra el precio al contado ZAR/BTC en ese momento. Entonces, si el precio de BTC cae medio mes, ganaría el doble de BTC si el precio de BTC se hubiera mantenido igual que el mes anterior. A medida que el precio de BTC se recupera, esa ganancia de precio actúa para aumentar el valor de BTC acumulado”, dijo una portavoz de Sun Exchange a CoinDesk por correo electrónico.

Y hay otros elementos virtuosos en este círculo, como el fortalecimiento de la seguridad energética, la confiabilidad y el acceso en los mercados emergentes, dijo Cambridge. El proyecto de Zimbabue tiene un elemento de almacenamiento de batería en caso de que se produzcan imprevistos relacionados con la red nacional, mientras que Sudáfrica, donde se basan muchos de los proyectos solares de la plataforma, experimenta apagones periódicos.

Sun Exchange también inició recientemente la venta colectiva del proyecto Karoo Fresh , el primer sistema completamente fuera de la red.

“Para mí, parece una trágica pérdida de energía si el valor de bitcoin no se aprovecha de esta manera”, dijo Cambridge. «El hecho de que realmente construimos un portal para ayudar a desbloquear ese valor y lo bueno que puede hacer Bitcoin es, creo, por qué tenemos la tracción en el mercado que tenemos».

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