Morfema Press

Es lo que es

DBuford

Un consorcio liderado por BP ( NYSE: BP ) y Shell ( NYSE: SHEL ) anunció el jueves que llegó a un acuerdo con Trinidad y Tobago para explorar tres bloques de aguas profundas en el país.

El acuerdo se produce casi nueve meses después de que el gobierno de Trinidad rechazara las ofertas presentadas originalmente por el consorcio por no cumplir con los umbrales mínimos.

BP y Shell luego modificaron sus ofertas originales para incluir la perforación de al menos tres pozos en aguas profundas bajo un programa de trabajo mínimo propuesto y la adquisición de sísmica 3D de la superficie inexplorada, según Reuters.

El gabinete de Trinidad aprobó el acuerdo, dijo el jueves el ministro de Energía, Stuart Young; la Oficina del Fiscal General aún debe aprobar el acuerdo antes de que se puedan otorgar las licencias.

BP y Shell son los mayores accionistas del proyecto de exportación Atlantic LNG de Trinidad, que tiene una capacidad instalada de 15 millones de toneladas métricas al año pero ha estado produciendo 10 millones de toneladas al año debido a un suministro insuficiente de gas.

El exrector del CNE Enrique Márquez manifestó este domingo en entrevista concedidad a Venevisión que respecto a la asistencia técnica del CNE y el anuncio reciente al país, Márquez estimó que hay un problema de tiempos porque este anuncio «hubiera sido muy bello, hace unos meses cuando empezó a prepararse la Primaria».

Afirmó «no digo que no sea bueno porque sin duda una primaria organizada por el CNE es mucho mejor para el votante y los participantes, pero mis dudas son con el tiempo» y agregó «ya la Primaria está organizada para dentro de un mes, y esto significaría mover la fecha y tomar otra decisiones que no se si esté dispuesta a tomar la CNP. Es un momento inoportuno para esa decisión».En este sentido, advirtió que lo peor que pudiera ocurrir si se acepta el apoyo del CNE es que esto se convierta en un osbtáculo para el proceso.

«El CNE debe adaptarse a la CNP y no al revés. Si va a brindar asistencia técnica debe hacerlo en función de lo que la CNP necesita; y la CNP debe analizar si le conviene entrar en un acuerdo que por medida chiquita, en mi opinión personal, implicaría una postergación y unas reglas del nuevo juegas».

Márquez refirió a las inhabilitaciones que pesan sobre al menos tres candidatos y las calificó de «oficio».

«No estoy de acuerdo, eso hay que revisarlo y así el país tendrá mayor posibilidades de tener paz política. Es muy complicado porque el país vive una polarización terrible que ha contribuido a la mayor crisis de la historia de Venezuela».

También dijo que los líderes de la oposición democrática deben dejar sus egos a un lado y ser capaces de construir una verdadera unidad nacional.

«La oposición tiene que dar el ejemplo, un poco de humildad y dejar el ego guardado en la casa. Hoy hay más candidatos que nunca, eso es bueno, pero no puede haber un predestinado que diga si no soy yo no es nadie. Percibo que viene una pequeña o gran tempestad política».

Por Leonardo Vera

La economía de Venezuela está estancada y hundida. Estancada porque tras un brevísimo periodo de recuperación (de sólo año y medio), hemos entrado a lo largo de este año en una fase de contracción que amenaza con borrar el poco terreno ganando. Hundida, porque somos después de Haití, la economía con el ingreso per cápita más bajo del continente.

En cierto sentido el que estemos hundidos con un ingreso por habitante que no supera los 2.500 dólares y sin ningún estímulo económico de envergadura, nos condena a permanecer por un tiempo indeterminado en una suerte de “trampa de pobreza”. Esto es, en un mal equilibrio donde la sociedad y la economía se adaptan a los niveles y la calidad de vida de una masa de sobrevivientes y consumidores precarios que conviven con una élite minúscula y de grotesco exhibicionismo.

En mercados que no crecen y en un contexto donde la voracidad tributaria, la inseguridad jurídica y la incertidumbre política/institucional campean, la inversión privada no percibe estímulos para moverse y se concentra en ciertos mercados de nicho, de alto riesgo. La inversión pública, por su parte, sigue ausente ante la carencia visible de planes y recursos. Por otro lado, Venezuela está ausente en el radar de los inversionistas foráneos, sea por su aislamiento político, económico y financiero, sea por su marco jurídico-institucional precario, sea por la inestabilidad de su economía, y por las mismas perspectivas de recesión y estancamiento.

Sin inversiones públicas o privadas significativas, con unos niveles de consumo que responden al precario y cada vez más aplastado poder adquisitivo del ingreso, sin el poder arrollador de antaño del gasto del Estado, y careciendo de factores esenciales para poder competir internacionalmente y dinamizar por esa vía la economía, el estancamiento se va convirtiendo en la norma y en la mejor proyección de la actividad económica.

Para seguir promoviendo una recuperación liderada por el consumo privado, el proceso de dolarización de salarios y de recepción de remesas tendría que haber avanzado más, pero en definitiva esos son flujos cuyos ritmos de expansión tienen límites, y cuyo impacto positivo ya fue absorbido por la economía. La dolarización de los salarios en el sector privado ya no avanza mucho más y las remesas son un flujo incierto que ni siquiera conocemos, pues el Banco Central, a los efectos prácticos, es un ente disfuncional.

Pesa como estocada el enorme y prolongado proceso de devaluación del bolívar que ocurrió (y que aún no cesa del todo) desde finales de 2022 y hacia el primer trimestre de 2023. De un precio de 8,20 Bs/US$ a comienzos del cuarto trimestre del pasado año, la divisa norteamericana pasó a 25,15 a finales de marzo de Este año. Es decir, en sólo 6 meses el bolívar se devaluó 206%. Hoy ya va por casi 35 Bs/US$ y enfila hacia la acostumbrada cumbre de cierre de año. Y es que mientras no haya confianza, no habrá forma de parar el apetito por el dólar.

Y sobre todo este ambiente seco y sombrío pesa la decisión de mantener congelado el salario mínimo y toda la escala salarial de los dependientes del sector público, otra fórmula que no ha permitido la recuperación del poder adquisitivo y tampoco ha parado la inflación del todo. ¿Cuánto más debe bajar el poder adquisitivo para parar la inflación? No sabemos. No hay quien sepa de economía entre quienes gobiernan, y los funcionarios que hablan lo hacen como capos para descalificar o para repetir necedades y lugares comunes. Allí no hay cabeza, ni entendimiento.

Algunos analistas independientes respetables han señalado que el último cuatrimestre del año puede mostrar una faceta económica algo diferente por el impacto que puede generar la corriente de mayores ingresos petroleros.

Pero poner las expectativas en la recuperación del sector petrolero no luce hoy una opción verosímil. Ciertamente la producción de crudo ha ido en aumento. En el primer trimestre del año cerró en una media de 731.000 barriles por día (bpd), un alza del 5,4 % respecto a los últimos tres meses de 2022, cuando promedió en 693.000 bpd. En el segundo trimestre de 2023 cerró en un promedio de 808.000 barriles por día (bpd), un alza del 10,5 % respecto a los primeros tres meses del año. Pero ninguno de esos incrementos se tradujo en crecimiento para la economía doméstica. Vale preguntarse por qué.

Lo que se vislumbra ahora para el último cuatrimestre es un ambiente de mejores precios y una posible licencia para ciertas operadoras internacionales. Esto es una buena noticia para las pocas empresas internacionales que aún operan en el país, pero no necesariamente esos mayores ingresos se van a traducir en una palanca de dinamización de la economía interna.

Veamos brevemente un escenario petrolero para el último cuatrimestre del año y luego hurguemos en los cambios cualitativos que hoy pesan sobre los mecanismos de transmisión que tiene el ingreso petrolero sobre el resto de la economía.

El precio promedio del crudo Brent este año ronda los 84,6 dólares el barril, pero en los dos últimos meses ha estado subiendo y a septiembre va por 91 dólares/bl. Venezuela vende sus crudos al menos 20 dólares por debajo de ese precio (e incluso con descuentos aún mayores, por los problemas para comercializar con sanciones). Supongamos que ese pico de precios se mantiene por el resto del año (por 4 meses) y que vendemos crudos 6,5 dólares por encima del precio promedio alcanzado hasta ahora. Supongamos además que producto de alguna flexibilización en las sanciones ciertas operadoras como Chevron, Eni y Repsol bombeen unos 75 mil barriles por encima del promedio del año. ¿Cuál es el ingreso adicional por ventas que ese escenario supone? ¿Cuánto le queda al Estado venezolano?

El ingreso extraordinario sería de aproximadamente 640 millones de US$, y en buena lid, suponiendo un aporte fiscal cercano al 30%, le quedaría la Estado venezolano algo como 192 millones de dólares. Si Maduro decidiera repartir todo ese aporte fiscal adicional sobre los 7 millones de pensionados y dependientes de la administración pública, cada uno recibiría cada mes y hasta el mes de diciembre un bono de 6,8 dólares. Fin de la historia.

Sobre todo esto hay que descontar el hecho de que el arrastre que la operación petrolera tiene sobre la economía es hoy menor al que tenía antaño, cuando alrededor del sector petrolero convivía una economía semi-industrial y con un importante sector conexo. Por otro lado, no es un secreto que para promover la operación de los socios en los proyectos petroleros activos y pagar deudas, PDVSA y el fisco han tenido que ceder aporte fiscal. Así que los efectos marginales directos de arrastre sobre la economía privada o indirectos a través del gasto público, difícilmente pueden hacer el trabajo de antes.

Parece claro entonces que Venezuela no saldrá del foso sin un cambio sustancial y cualitativo en las mezclas de política públicas, y para eso necesitamos, a estas alturas, cualquier otro gobierno.

Leonardo Vera es profesor titular de Economía en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas. Es indivuduó de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas de Venezuela.

Este artículo se publicó originalmente en PolitikaUcab el 19 de septiembre de 2023

Vía The Brighter Side

Vemos la sangre como una fuerza dadora de vida, vital para la supervivencia. Sin embargo, la mayoría ignora el hecho de que cada gota de este fluido carmesí tiene pequeñas variaciones que dividen a la humanidad en distintos grupos.

A-positivo, A-negativo, B-positivo, B-negativo, O-negativo, O-positivo, AB-positivo y AB-negativo no son meras etiquetas; tienen implicaciones mucho más allá de su utilidad hospitalaria.

Tipos de sangre: decodificando los conceptos básicos

En esencia, nuestro tipo de sangre está determinado por la presencia o ausencia de proteínas específicas en nuestros glóbulos rojos, denominadas antígenos. El gen ABO es el programador. Por ejemplo, aquellos con sangre tipo AB producen antígenos A y B. Por el contrario, el tipo O no produce ninguno. Mientras tanto, el sufijo «positivo» o «negativo» depende de otra proteína: el factor Rhesus o Rh.

Esto no es mera jerga científica. Tomemos como ejemplo el tipo de sangre O negativo. Etiquetado como «donante universal», es un salvavidas en caso de emergencia, ya que carece de antígenos o proteínas, lo que significa que cualquier organismo puede aceptarlo sin reacciones adversas.

El Dr. Douglas Guggenheim, un destacado hematólogo de Medicina Penn, señala un enigma evolutivo. «¿Por qué surgieron tales diversidades sanguíneas?» reflexiona. Las teorías sobre el origen van desde lugares ancestrales hasta infecciones que provocaron mutaciones sanguíneas protectoras. «Puede que tu sangre no evolucione con las amenazas actuales, pero ciertamente cuenta historias de encuentros pasados», explica Guggenheim.

La conexión sangre-salud

Estudios recientes están demostrando que los tipos de sangre afectan nuestra salud más de lo que se creía anteriormente, particularmente en el ámbito de las enfermedades cardiovasculares. Esto Asociación Americana del Corazónrevela una correlación sorprendente. En comparación con el tipo O, las personas con sangre tipo A, B o AB enfrentan mayores riesgos de sufrir ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca.

Profundicemos más. Un amplio estudio encontró que aquellos con tipos de sangre A o B tienen un riesgo elevado de 8% de sufrir ataques cardíacos y un aumento de 10% en las posibilidades de insuficiencia cardíaca. ¿Más alarmante? La disparidad en las tasas de coagulación sanguínea. Los tipos A y B presentaron un aumento del 51% en la probabilidad de trombosis venosa profunda y un aumento del 47% en las posibilidades de embolia pulmonar. Estos trastornos de la coagulación, explica Guggenheim, están estrechamente relacionados con la insuficiencia cardíaca.

¿Por qué esta disparidad? Las proteínas de los tipos A y B pueden provocar «obstrucciones» en venas y arterias, lo que aumenta el riesgo de coagulación y enfermedades cardíacas. La conexión sangre-COVID-19 añade otra dimensión. La evidencia anecdótica sugiere que las personas tipo O enfrentan menores riesgos graves de COVID-19, una teoría respaldada por estudios posteriores que muestran cómo el virus interactúa de manera diferente con los distintos tipos de sangre.

Otras implicaciones para la salud

Si bien las personas de tipo O pueden tener algunas ventajas cardiovasculares, no están exentas de desafíos. Podrían experimentar una hemorragia posparto más significativa, una vulnerabilidad subrayada por un estudio sobre la pérdida de sangre posparto. Las lesiones traumáticas también pueden ser más difíciles debido al aumento de la pérdida de sangre.

Además, es posible que las personas del tipo AB quieran tener cuidado con los deterioros cognitivos. Este grupo puede tener dificultades más considerables con la memoria, la concentración y la toma de decisiones en comparación con sus homólogos del tipo O.

Tipo de sangre: ¿debería dictar su estilo de vida?

Los tipos de sangre proporcionan una perspectiva de salud fascinante. Aún así, el Dr. Guggenheim aconseja tener precaución y no sobreinterpretar su importancia. La salud del corazón está determinada por numerosos factores, desde la dieta y el ejercicio hasta los contaminantes ambientales.

Sin embargo, Guggenheim imagina un futuro en el que el asesoramiento médico sea más personalizado. A medida que avance la investigación, podríamos descubrir que una persona con sangre tipo A y un colesterol saludable podría beneficiarse de la aspirina diaria, mientras que una persona con tipo O no.

Por ahora, sin embargo, el mensaje es claro: «Una dieta equilibrada y saludable para el corazón sigue siendo universalmente recomendada, independientemente del ABO», dice Guggenheim. «No dé por sentado que la sangre tipo O otorga inmunidad frente a problemas de salud».

En esencia, los tipos de sangre proporcionan una vía fascinante para una mayor exploración en la medicina personalizada. Al comprender estos matices, podemos tomar medidas proactivas hacia nuestro bienestar y al mismo tiempo anticipar lo que nos deparará el futuro de la atención sanitaria.

Por Asdrúbal A. Romero M.

Después de algunos años de desesperanza, percibo que se ha abierto una ventana de oportunidad para que se produzca el tan ansiado cambio político en Venezuela. No ha sido una visión súbita, sino progresiva. Primero, fue la receptividad a su visita en algunos pueblos tachirenses. Luego vinieron Valera, Boconó, la misma Barinas, San Juan de los Morros. Seguramente he dejado sin nombrar unas cuantas ciudades. Imágenes esperanzadoras que comenzaron a decirme algo sin que yo estuviese demasiado animado para escuchar. Las más recientes provienen de Portuguesa. Todos los testimonios visuales de estas visitas, videos e imágenes, se han unido para ratificar mi creciente convicción de que en nuestro país se está consolidando un fenómeno político.

Lo más inesperado para mí es que el fenómeno María Corina se produce de abajo hacia arriba. Contrariamente a lo que he venido pensando todos estos años, que sería la clase media la responsable, eventualmente,  de liderar el proceso de liberación, está ocurriendo exactamente lo opuesto. A esos ciudadanos del interior de Venezuela les mueve el deseo del cambio y la fe. No hay afán de racionalizar sobre escenarios futuros. Ni pueden darse ese lujo. Simplemente, el deseo de dejar atrás veinticinco años que han sido muy duros y de los que ya están hartos hasta la “coronilla”. Cada uno tiene un relato para respaldar ese hartazgo: hijos sin escuela, esposa muerta por un parto mal atendido, muchachos idos a otro país en cuanto crecieron. En fin, innumerables relatos hundidos en el espacio de una gran tristeza que ha venido acumulándose en profundas capas.

Quienes han convivido con ellos y fueron chavistas crean sus propios relatos para congraciarse con sus nuevos aliados en la esperanza. Los que han sido más violentos en la imposición del dogma maldito, están preocupados. Hasta los colectivos armados que les dan 100 o 200 dólares para que interrumpan una vía e impidan el acceso de la ilustre visitante, consiguen la forma para hacer mal su trabajo y luego alardean de ello –de buena fuente–. El cambio que se ha producido es irreversible. Ya no les soportan, ¡a los del Régimen! Y han conectado emocionalmente con MC. O como ella misma dice: espiritualmente, y cuando lo exterioriza se le percibe distinta, como si esa corriente de espiritualidad infundida desde los más humildes la hubiese transformado.

No todos estamos leyendo de similar manera ese interesante fenómeno que viene desplegándose ante nuestros ojos. En el ámbito de alguna dirigencia opositora y otros precandidatos, cunde una cierta ceguera. De no ser así, ya se habría concretado la iniciativa del CONSENSO DEMOCRÁTICO que expuse en anterior artículo y que me fuese calificada como “ejercicio de candidez”. Sí, seguramente sí, pero válida bajo la premisa de que todos deberíamos estar remando acompasadamente hacia el mismo objetivo de cambio.

En la misma línea de la ceguera, involuntaria o interesada, se ubican identificables sectores de las élites y ciertos influencers. Convergen en un relato: la necesidad de acordarse, con anterioridad a la realización de la Primaria, sobre un plan B. El cual sería aplicado en caso de que el ganador no pudiese inscribir su candidatura en el CNE por inhabilitación. Sugieren concertar, antes de escuchar la voz de los electores, un mecanismo por el cual se designaría al candidato sustituto, o lo que es lo mismo: convenir con carácter previo unas reglas de sucesión.

Ante ese relato se puede anteponer el argumento principista que establece la equivalencia entre sucesión y sumisión. O el jurídico, sobre la aberrante ilegalidad de las inhabilitaciones cuyos razonamientos ya todos los conocemos y compartimos, como también sabemos que al Régimen lo de los principios éticos o el respeto de la legalidad le importan un pepino. Yo privilegio el argumento de la inoportunidad. Sí, proponer un plan B en tales términos es absolutamente inoportuno. ¿Por qué?

El que podamos arribar a las elecciones presidenciales del 2024, con un candidato que la mayoría de los votantes desee acompañar, implicará transitar por un proceso muy complejo e incierto, secuencial en varias etapas y con diversos escenarios en cada una de ellas dependiendo de lo acontecido en las etapas anteriores.

Nos encontramos apenas en la primera etapa, sin la certera esperanza de que el Régimen no intente abortar a la Primaria: ¿Por qué entonces no poner todos los máximos esfuerzos para que ella se realice y arroje el resultado de la mayor preferencia democrática? ¡Vayamos paso a paso! Distraernos ahora en la consideración de escenarios cuando ni siquiera estamos seguros de haber superado el primer desafío al Régimen es, por decir lo menos,  extemporáneo e inoportuno. Supongamos que se realice la Primaria, que resulta exitosísima y arroja una clara diferenciación en la inclinación electora hacia el ganador, esta realidad ya evidenciada tendrá el potencial de activar nuevos escenarios. ¿Qué va a hacer esa comunidad internacional que ha venido instándonos a negociar una salida electoral? ¿Van a quedarse de brazos cruzados ante la pretensión de Maduro de no medirse con el candidato claramente electo en ejercicio de la soberanía popular?

El escenario de un candidato fortalecido por el fervor popular es de un poder tal, que no debemos subestimarlo desde ya incorporándole condicionantes que le disminuyan sus vitaminas. ¡Qué Maduro y sus secuaces deciden hacer caso omiso de todas las presiones, externas e internas, y actuar como Ortega en Nicaragua! En ese momento se analizará. El ganador de la Primaria tendrá que escuchar a los ciudadanos, dialogar con ellos en un proceso que conduzca a una alternativa admitida por la mayoría. Así es que debemos proceder. Primero lo primero. Ocuparnos ahora en el parto de un plan B, es como pinchar con una aguja ese globo de esperanza que ha venido creciendo cuando menos lo esperábamos.

He sido un practicante del realismo excesivo (o del pesimismo mimetizado, como prefieran), aun con esta huraña condición: mi adormecida motivación la ha vigorosamente despertado ese fenómeno insuflador de esperanzas,  que creo debe ser merecedor del más  sagrado respeto. Máxime por provenir de donde viene. Se le irrespeta, cuando insensatos, o traidores, apelan a supuestos racionalismos desinteresados con el fin de desconocer la soberanía popular.

Vía Huffington Post

Tiene una inversión asociada de 9.000 millones de dólares.

Repsol tiene la vista puesta en un nuevo mega yacimiento de gas natural y petróleo de unas magnitudes muy considerables. Según ha recogido El Economista, Repsol, Equinor y Petrobras han presentado, a la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural e Biocombustibles (ANP), las declaraciones de comercialidad y los planes de desarrollo de dos nuevos yacimientos en Brasil. 

Se trata de un prometedor proyecto que abarcará dos áreas de la concesión BM-C-33, en la cuenca brasileña de Campos y a unos 200 kilómetros de Río de Janeiro, y que cuenta además con una inversión aparejada de 9.000 millones de dólares. Para hacerse una idea del volumen de recursos contenidos, ambos servirían para satisfacer el 15% de la demanda total de gas de Brasil.

Según el citado medio, ambos yacimientos localizados a profundidades de agua de hasta 2.900 metros, albergan volúmenes recuperables de gas natural y petróleo/condensado de la friolera de 1.000 millones de barriles.

Una unidad flotante de almacenamiento y descarga

En la mencionada información también se recoge que el proyecto para los campos de Raia Manta y Raia Pintada -la denominación todavía está pendiente de aprobación-, contempla una unidad flotante de almacenamiento y descarga, una FPSO, lo que evitará la necesidad de que los recursos tengan que ser tratados en tierra. Esta tendrá capacidad de producción de 16 millones de metros cúbicos de gas por día con exportaciones promedio esperadas de 14 millones de metros cúbicos de gas por día.

Vía Tal Cual

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó este sábado el «uso indebido» de una convocatoria de referendo hecha por la Asamblea Nacional venezolana electa en 2020 sobre el conflicto con Guyana por el territorio Esequibo.

En un comunicado, el secretario general de la OEA afirmó que el uso de esta figura, de carácter constitucional en Venezuela, «es ilegal según el Acuerdo de Ginebra de 1966». También señaló que «usos indebidos similares de este instrumento han servido de pretexto en el pasado reciente para tratar de justificar las peores acciones entre Estados, incluido el crimen de agresión».

El pasado 21 de septiembre la AN 2020 acordó por unanimidad convocar un referendo consultivo por «la defensa» del territorio Esequibo, tras un nuevo impasse diplomático con Guyana por la aprobación de una ronda de licitaciones petroleras que incluyen la plataforma marítima de esa zona en disputa.

Desde la 78 Asamblea General de la ONU, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, acusó al gobierno de Nicolás Maduro de atentar contra la paz y la seguridad internacional y regional. Por su parte, la Cancillería venezolana amenazó con tomar medidas contra las empresas que ganen la licitación para explorar estos bloques.

Almagro reiteró en su escrito su apoyo a Guyana en su «derecho soberano» de ejercer territorialidad «en su área marítima establecida y anexa».

Pese a recordar que ambas naciones deben resolver su controversia de conformidad con el derecho internacional, el secretario general de la OEA señaló a Venezuela de invadir «la soberanía y los derechos territoriales» de ese país «a través de declaraciones intimidatorias e infundadas que no respetan las convenciones internacionales y el Laudo Arbitral de 1899, por el cual este último está actualmente bajo revisión judicial en la Corte Internacional de Justicia».

La posición de Almagro también ha sido rechazada por la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, quien lo calificó de «esperpento» y de ser un «empleado» más de la Exxon Mobil que busca agredir a Venezuela por medio del Esequibo, territorio que permanece en disputa y que está en juicio ante la Corte Internacional de Justicia.

Mediante un comunicado emitido ayer, El CARICOM, Comunidad del Caribe, compuesta por 15 países miembros y 5 miembros asociados que «reitera su apoyo total e inequívoco a la soberanía e integridad territorial de la República Cooperativa de Guyana, incluido su derecho a desarrollar pacíficamente los recursos de su territorio»

El pasado jueves 21 de septiembre, la Asamblea Nacional de 2020, con mayoría chavista, aprobó realizar un referendo consultivo sobre sobre el Esequibo haciendo uso de una moción legislativa de urgencia. Dicha aprobación ocurrió días después que Venezuela reclamara a Guyana por convocar licitaciones petroleras en zonas marítimas que, para Venezuela, están en disputa. 

Ante este reclamo, Caricom decidió emitir un comunicado en el que expresa su preocupación por las declaraciones del lado venezolano y donde pide que el Caribe se mantenga como “una zona de paz”. 

En el comunicado de cuatro ´párrafos expresan:

La Comunidad del Caribe (CARICOM) toma nota con grave preocupación del contenido de un Comunicado emanado de la República Bolivariana de Venezuela sobre el anuncio realizado por nuestro Estado miembro hermano, la República Cooperativa de Guyana, sobre su intención de abrir ofertas para ciertos bloques petroleros en el aguas adyacentes a la costa de Guyana.

CARICOM considera la intención declarada de Venezuela de “aplicar todas las medidas necesarias” para impedir las operaciones autorizadas por Guyana en sus aguas, como una amenaza de uso de la fuerza contraria al derecho internacional. Tampoco está en consonancia con la posición de larga data de los países de América Latina y el Caribe de que nuestra Región debe seguir siendo una Zona de Paz.

CARICOM también ha tomado nota de la decisión de la Asamblea Nacional venezolana de realizar un referéndum popular para defender el reclamo de Venezuela. CARICOM expresa la esperanza de que Venezuela participe plenamente en el proceso ante la Corte Internacional de Justicia, que ha determinado que tiene competencia en el caso que se le presenta. La decisión final de la Corte garantizará una resolución pacífica, equitativa y acorde con el derecho internacional.

La Comunidad del Caribe reitera su apoyo total e inequívoco a la soberanía e integridad territorial de la República Cooperativa de Guyana, incluido su derecho a desarrollar pacíficamente los recursos de su territorio.

Los países miembros del Caricom de pleno derecho son:

  1. Antigua y Barbuda
  2. Bahamas
  3. Barbados
  4. Belice
  5. Dominica
  6. Granada
  7. Guyana
  8. Haití
  9. Jamaica
  10. Montserrat (territorio británico de ultramar)
  11. Saint Kitts y Nevis
  12. Santa Lucía
  13. San Vicente y las Granadinas
  14. Surinam
  15. Trinidad y Tobago

Los miembros asociados del CARICOM son:

  1. Anguila (territorio británico de ultramar)
  2. Bermuda (territorio británico de ultramar)
  3. Islas Caimán (territorio británico de ultramar)
  4. Islas Turcas y Caicos (territorio británico de ultramar)
  5. Islas Vírgenes Británicas (territorio británico de ultramar)

Cabe mencionar que el CARICOM es una organización regional que promueve la cooperación económica, política y social entre sus estados miembros en el área del Caribe.

El canciller Gil aseguró que la ONU no ha logrado derrotar el unilateralismo

Yván Gil, alertó este sábado que el Comando Sur intenta crear una base militar en el territorio Esequibo en reclamación, con miras a consolidar “el despojo de nuestros recursos energéticos”.

Así lo manifestó en la Plenaria del 78° Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), donde destacó que el gobierno de los Estados Unidos “nuevamente ha intervenido en una disputa territorial que tiene más de 200 años sobre nuestro territorio de la Guayana Esequiba”.

En este sentido, dijo que a través de la empresa ExxonMobil, “el gobierno de los Estados Unidos de América quiere apropiarse de nuestros recursos petroleros”.

Señaló que la ExxonMobil ha incorporado en su nómina al gobierno de Guyana, el cual está otorgando concesiones petroleras en un mar territorial no delimitado, “en violación total del derecho internacional”.

Medidas coercitivas unilaterales

Asimismo, el canciller chavista denunció las medidas coercitivas unilaterales violatorias del derecho internacional y reiteró el respaldo de Venezuela a diferentes países en su justo reclamo por el derecho inalienable a la autodeterminación y la realización de sus legítimas aspiraciones nacionales.

“No es posible disponer de un territorio en controversia de forma unilateral, pero el gobierno de la República Cooperativa de Guyana persiste en su conducta ilegal”, dejó en claro el canciller ante el organismo multilateral.

Venezuela apoya conferencia por la Paz en Ucrania y Palestina

Puntualizó que Venezuela apoya la propuesta del Presidente colombiano Gustavo Petro de convocar una conferencia mundial por la Paz en Ucrania y Palestina.

Exhortó a abordar lo expuesto de una manera balanceada y con suma cautela, a reducir las tensiones y fomentar medidas de creación de confianza, no sólo en la región de Europa Oriental, sino también en la Península Coreana y el Asia Occidental, lo que consideró que permitirá generar un entorno propicio para el éxito de los esfuerzos diplomáticos a favor de la paz.

El Canciller ratificó que Venezuela está comprometida con la Declaratoria de América Latina y el Caribe como una Zona de Paz, destacando que su país participa activamente en el proceso de reconciliación en la República de Colombia, con el convencimiento de que el logro de la “Paz Total” en la vecina nación redundará en la consolidación de la paz regional.

Naciones Unidas no ha alcanzado su propósito

El canciller aseguró que la ONU “no ha logrado cumplir su propósito fundacional y ahora enfrentamos retos mucho más graves”.

Gil recordó que el organismo fue creado como un espacio para “edificar la estabilidad y la cooperación mundial sobre los pilares de la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible”.

En ese sentido, aseguró que “la ONU no ha logrado derrotar el unilateralismo de países que, reproduciendo lógicas coloniales e imperiales, pretenden imponerse por encima de los principios consagrados en la Carta fundacional de esta Organización”.

El Canciller cuestionó como muchas de las agencias, programas y fondos del Sistema de Naciones Unidas no cumplen con su mandato y acaban siendo instrumentalizadas por los intereses de los Estados Unidos de América y sus cómplices.

Por ello, consideró oportuno “refundar la Organización para que sea una institución democrática, en donde todos sus integrantes tengan voz y participen en la toma de decisiones, en igualdad de condiciones”

Por María Zuppelo en Infobae

Los brasileños empiezan a hacer un balance del gobierno y a cuestionar las relaciones internacionales lanzadas por Brasilia desde el pasado mes de enero.

Cuando Lula se prepara para entrar en el décimo mes de su mandato, los brasileños empiezan a hacer balance de su gobierno y a cuestionar los efectos de la política exterior lanzada por Brasilia desde el pasado mes de enero. Lula nunca había viajado tanto al extranjero en comparación con sus dos primeros mandatos, ya ha visitado 19 países e incluso ha pedido, no sin polémica, un nuevo avión presidencial cuyo coste se estima entre 70 y 80 millones de dólares, con despacho y cabina matrimonial.

La actividad diplomática en su palacio presidencial de Planalto también es frenética. Ayer mismo, Lula se reunió con Li Xi, miembro del Comité Permanente del Politburó, el brazo político más estrecho y, por tanto, más poderoso del PCCh, el Partido Comunista de China. Li Xi no sólo es el secretario del Comité Central de Inspección Disciplinaria del PCCh, sino también uno de los hombres más cercanos al presidente chino, Xi Jinping. Como se informa en un perfil detallado sobre él elaborado por el think tank de Washington Brookings Institution, Li Xi es, de hecho, natural de Liangdang, en la provincia de Gansu, donde el padre de Xi Jinping dirigió el levantamiento revolucionario de 1932, el único levantamiento militar dirigido por el PCCh en la región noroccidental del país. “La relación personal entre Xi Jinping y Li Xi”, reza el informe, “ha sido ampliamente difundida en los medios de comunicación chinos, reforzando la percepción pública de que Li es el hombre de confianza del presidente. La rápida carrera de Li Xi en los últimos años sugiere que Xi Jinping pretende convertirlo en un líder nacional en un futuro próximo”.

La reunión con Lula se produjo dos días después de que su Partido de los Trabajadores (PT) firmara un acuerdo de cooperación e intercambio con el PCCh en Brasil. La delegación china fue recibida con grandes honores por la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, que calificó el encuentro de “muy importante para el mundo que queremos, cada vez más multipolar, un nuevo Orden Mundial, menos asimétrico”. Para China, este nuevo ciclo político con el PT de Lula impulsa las relaciones a “un nivel superior”. Son precisamente las relaciones con Pekín las que han abierto un debate en el país sobre lo que parecen ser las contradicciones de la política exterior de Lula en relación con el progresismo de su programa de gobierno. Por un lado, es comprensible que la realpolitik impulse cada vez más las relaciones comerciales. Desde que Lula fue presidente por primera vez en 2003, el volumen comercial (exportaciones e importaciones) de Brasil con China ha pasado de 9.100 millones de dólares anuales a los 150.100 millones actuales. Pekín es el principal socio comercial del gigante latinoamericano desde 2009.

Sin embargo, un reciente estudio de tres investigadores brasileños, Naercio Menezes Filho, del Centro de Gestión y Políticas Públicas del Insper, Vitor Cavalcante y Luca Moreno Louzada, revela una sorprendente paradoja: fueron sobre todo los bolsonaristas quienes se favorecieron de las políticas comerciales con China. El sector agrícola se ha revelado como uno de los principales beneficiarios del “choque chino”, tal y como han definido los estudiosos el impacto de las relaciones con Pekín en el país sudamericano. El sector del agronegocio, recordamos, apoyó al ex presidente Jair Bolsonaro durante todo su mandato y aún sigue haciendo oír su voz en el Congreso con 302 diputados y 81 senadores. En 16 años, el Producto interno bruto (PIB) de Mato Grosso, Tocantins, Piauí y Rondônia, considerados las nuevas fronteras de la agricultura gracias a las exportaciones a China, han crecido a un ritmo mucho más rápido que muchos otros estados – y más del doble que el más rico, San Pablo. En las elecciones de 2022, según el estudio de los investigadores brasileños, los estados con más exportaciones a China votaron mayoritariamente a Bolsonaro, que en el centro-este se llevó el 60,2% de los votos frente al 39,8% de Lula. Un escenario similar ocurrió en el sur, otra región de grandes latifundios y exportaciones a Pekín y donde Bolsonaro ganó con el 61,8% y Lula obtuvo el 38,2%.

A excepción del amplio sector agrícola, la clase media y los pobres no se han beneficiado hasta ahora de las relaciones con China. Por ejemplo, no han llegado nuevos puestos de trabajo, como prometían gigantes de la moda de consumo rápido como Shein. Por el contrario, sectores como la industria textil nacional corren el riesgo de verse desbordados en los próximos años por productos fabricados en China. Además, muchos proyectos de infraestructuras financiados por Pekín, como el de una vía férrea en la Amazonia, asustan a las comunidades indígenas por el posible impacto medioambiental, por no hablar de las inversiones tecnológicas que, de hecho, permitirán a Pekín espiar todo Brasil. Añádase a esto la contradicción teórica que muchos electores empiezan a señalar ahora entre los valores democráticos de los que hace alarde el gobierno de Lula en contraste con la era Bolsonaro y las relaciones políticas con el PCCh que ha impuesto una dictadura en China. Muchos se preguntan cómo se pueden conciliar los derechos de los trabajadores que Lula ensalzó en su reciente encuentro con el presidente estadounidense Joe Biden con un régimen que impide incluso el derecho de huelga. Y cómo se pueden defender los derechos de los pobres y los más indefensos en casa y pactar con un partido como el PCCh que persigue a comunidades enteras como los musulmanes Uigures.

Es precisamente sobre las contradicciones de la política exterior del gobierno que se ha abierto un amplio debate en la prensa brasileña, en particular sobre el reciente viaje de Lula a Cuba para la cumbre del G77. Nacido con el objetivo de unir las voces de los países del llamado Sur Global, que buscaban el ascenso financiero, el G77 se ha convertido en un bloque ideológico al que pertenecen muchos gobiernos no democráticos. En Cuba, los brasileños esperaban que Lula lograra que se pagara la gigantesca deuda que La Habana tiene con Brasilia. Se trata del préstamo que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) otorgó a través de la constructora Odebrecht para construir el Puerto de Mariel y que ascendió a 641 millones de dólares. Hoy La Habana tiene que devolver 538 millones de dólares a los ciudadanos brasileños que financiaron la isla con el dinero de sus impuestos. Sin embargo, en su reunión con Lula, el presidente Miguel Díaz-Canel dejó claro que no puede pagar la deuda y pidió “flexibilidad” al gobierno brasileño, que incluso se ha comprometido, en palabras del asesor de política exterior de Lula, Celso Amorim, a financiar nuevos proyectos de cooperación con los cubanos. A este escenario se añade el hecho de que Brasil nunca se ha beneficiado del puerto de Mariel que ha financiado. Al contrario, el puerto es utilizado estratégicamente por países como China y Rusia.

Incluso en la cuestión del conflicto en Ucrania, la reunión de Lula con el presidente Zelensky en la 78ª Asamblea General de la ONU, celebrada esta semana en Nueva York, no fue suficiente para relanzar una verdadera posición neutral de Brasil como posible mediador de paz en una perspectiva mundial. Al salir de la reunión, Lula dejó escapar ante los periodistas brasileños frases como “escuché la historia de Zelensky” y luego habló de “ocupación” de Ucrania y no de “invasión”. Tanto es así que Zelensky, en su discurso en la ONU, abogó por que América Latina tenga un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero evitó mencionar qué país debería ocuparlo. Brasil forma parte de una alianza informal con Alemania, Japón e India, pero Zelensky sólo mencionó a los tres últimos.

Lo paradójico es que, en su discurso ante la ONU, Lula destacó el papel de Brasil en la lucha contra el hambre en el mundo. “La desigualdad debe provocar indignación”, dijo, “indignación ante el hambre, la pobreza, la guerra, la falta de respeto por los seres humanos”. Pero, el mismo Putin para el que Lula dijo que no habría quien lo detuviera si venía a Brasil para la próxima reunión de los BRICS está desempeñando un papel en la inseguridad alimentaria mundial porque impide que Ucrania, el granero de Europa, exporte su producción agrícola a través del Mar Negro. Sin embargo, ni siquiera Brasil se ha salvado de la paralización – decidida el jueves por Moscú – de las exportaciones de diesel y gasolina de los que el gigante latinoamericano es uno de los principales compradores, junto con Turquía, Túnez y Arabia Saudí. El objetivo es bajar los precios en el mercado interior ruso, pero es posible que Putin utilice el petróleo como arma económica para presionar a los gobiernos occidentales para que levanten las sanciones. Desde el anuncio, los precios en Europa han subido un 5%, mientras que en Brasil, si la decisión de Putin se prolonga durante semanas, existe el riesgo de escasez de diesel y gasolina.

Además, en su discurso ante la ONU, Lula condenó “el riesgo de un golpe de Estado en Guatemala que podría impedir la toma de posesión del vencedor de las elecciones democráticas”, pero no dijo nada de la falta de elecciones democráticas en Cuba, Nicaragua y Venezuela. La dictadura de Nicolás Maduro también se ha convertido en una pesadilla para los miles de brasileños que viven en el vecino estado de Roraima. Una migración desesperada e incesante de venezolanos que huyen de la miseria de su país ha incrementado la violencia en los últimos meses, ha dado nuevas armas a la minería ilegal y al narcotráfico, y ha creado emergencias sanitarias periódicas.

Incluso el acuerdo entre Europa y Mercosur corre peligro de saltar por los aires ahora porque Lula se opone a la cláusula ya aprobada por Bolsonaro pero aún no ratificada que permite a los europeos acceder a licitaciones en Brasil. La senadora Tereza Cristina, del partido Progresistas (PP) y ex ministra de Agricultura, dijo que “el gobierno está usando excusas para retrasar la continuación del acuerdo. La preocupación por la apertura de las compras públicas no es comparable a los beneficios que el acuerdo aportaría a Brasil”. Representantes de la industria brasileña dijeron a Infobae que “este acuerdo puede dar una sacudida positiva a una industria brasileña en crisis y hacerla protagonista de nuevo en la escena internacional. El mercado europeo es un mercado premium no sólo para las exportaciones agrícolas. Con la reducción parcial o total de las tasas nuestra industria volaría en Europa”.

Uno de los mantras de la campaña electoral de Lula fue que con él Brasil volvería de nuevo a la escena internacional y como protagonista, tras la era Bolsonaro. En un duro editorial en el sitio de noticias Metrópoles, el periodista Mario Sabino escribe que “traer de vuelta a Brasil no significa que el Brasil que vuelve haya sido tan grandioso. Si Jair Bolsonaro atacó al comunismo, Lula sigue atacando al capitalismo, bajo el eufemismo de ‘neoliberalismo’. Si Jair Bolsonaro defendió la dictadura militar, Lula sigue defendiendo las dictaduras de izquierda. Si Jair Bolsonaro era el socio de Donald Trump, Lula resultó ser, tal vez no inmediatamente, el socio de Putin. Mejor parar antes de que a alguien se le ocurra hacer voltar ese Brasil”.

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