Morfema Press

Es lo que es

DBuford

Por Jorge Puigbó en El Impulso

“ Causa mucho dolor ver las fotografías satelitales que muestran un lago verde con manchas del petróleo derramado … son años de descuido y abandono de las instalaciones petroleras que derraman su carga aceitosa de los miles de kilómetros de tuberías que cruzan el fondo del lago … ”

Una noticia mala tapa la otra y así la humanidad avanza entre sobresaltos. Creo que nos estamos acostumbrando a eso de conocer de inmediato lo que ocurre al otro lado de mundo, la adrenalina produce una especie de adicción y perseguimos en las redes sociales la novedad estresante, disfrutamos de esa especie de alucinógeno que nos amarra a una pantalla por horas y horas. Lo anterior lo menciono porque la tragedia ambiental, el daño permanente al ecosistema, como cotidiana no la percibimos, lo cual no quiere decir que, segundo a segundo, no vaya creciendo y en algunos lugares de la Tierra ya se haya hecho irreversible. Definir algunos porqués es relativamente fácil por no existir dificultad alguna para identificar los principales elementos que la configuran: crecimiento de la población, imposibilidad de limitar el progreso y las necesidades crecientes de elementos que se extraen de la tierra y los cuales hacen posible la subsistencia de la especie. Algunos dirán que es reduccionismo, limitarse a tres simples elementos, pero la respuesta está en que, esos son los principales, engloban a todos los demás. Por otra parte, no debemos descartar que, sumada a la acción del hombre sobre el planeta, existen los cambios en las condiciones del clima producidos por causas naturales imposibles de controlar.

Culpabilizar a alguien de los desastres ecológicos no es ser justos, menos politizarlos, el desarrollo de productos que alargan la vida del ser humano, la protegen, le dan de comer y la hacen más cómoda, no envolvió en sus principios algo turbio, casi satánico, casi conspirativo. La irresponsabilidad imperdonable es que una vez detectado el problema se sigan produciendo. Quien se hubiera imaginado que, el plástico vendido como la panacea para la salvación de los bosques iba a terminar siendo uno de las amenazas más serias para el planeta, o los fertilizantes y agroquímicos que, junto con la aparición de plantas híbridas, hicieron posible la revolución verde, salvando millones de vidas, se convertirían en un problema serio. Nadie pensó que las píldoras anticonceptivas, liberadoras de las relaciones sexuales al impedir el embarazo, y que millones de mujeres toman en el mundo, iban a llenar de hormonas (estrógenos) los desagües de las ciudades y llegarían hasta los ríos produciendo efectos en la reproducción de los peces y en su sistema inmunitario. Impensable era que la simple aspirina, o el diclofenaco, se trasformara en un contaminante, pero consumidos por millones de seres al ser eliminados por la orina afectan a la naturaleza y menos las drogas ilegales.

«Hemos recomendado realizar estudios para medir el impacto a largo plazo que puede tener para la salud humana la presencia de estos residuos en el agua«, le aseguró a BBC Mundo, María del Pilar González, de la Oficina de la ONU para el apoyo al Decenio Internacional para la Acción del Agua y no solo se refería a los productos que mencionamos sino a los jabones, champús, desinfectantes, maquillaje, grasas, aceites y cientos de productos que usamos de diario.

Existe una preocupación mundial referida a las plantas de potabilización del agua, siendo que la mayoría no tiene la capacidad de eliminar muchos de estos contaminantes. Por mala, o manipulada información la mayoría de las personas piensa que no se está haciendo nada al respecto, pero resulta que es todo lo contrario son miles los científicos que diariamente trabajan en la búsqueda de daños al ecosistema y las soluciones para remediarlos.

Leyendo los boletines y artículos del “Massachusetts Institute of Technology”, conocido como MIT por sus siglas, nos conseguimos una noticia verdaderamente alarmante: “… El color del océano ha cambiado significativamente en los últimos 20 años, y la tendencia global es probablemente una consecuencia del cambio climático inducido por el hombre, informan científicos del MIT, el Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido y otros… Para rastrear los cambios en el color del océano, los científicos analizaron las mediciones del color tomadas por el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) a bordo del satélite Aqua, que ha estado monitoreando… durante 21 años… En un estudio que aparece hoy en Nature, el equipo escribe que han detectado cambios en el color del océano en las últimas dos décadas que no pueden explicarse solo por la variabilidad natural de un año a otro.

Estos cambios de color, aunque sutiles para el ojo humano, se han producido en el 56 por ciento de los océanos del mundo, una extensión que es mayor que la superficie terrestre total de la Tierra… En particular, los investigadores encontraron que las regiones de los océanos tropicales cerca del ecuador se han vuelto cada vez más verdes con el tiempo. El cambio en el color del océano indica que los ecosistemas dentro de la superficie del océano también deben estar cambiando, ya que el color del océano es un reflejo literal de los organismos y materiales en sus aguas…”

En nuestro país se perdió totalmente la conciencia conservacionista y encabezado por gobiernos cuyas preocupaciones son otras, progresivamente se ha venido deteriorando el medio ambiente en forma acelerada. Hace mucho tiempo escribí un artículo acerca del lago de Valencia convertido hoy en una inmensa cloaca a donde van a parar todos los detritus humanos de su hoya y los residuos químicos de las empresas. Hasta ahora las medidas que se han tomado han funcionado a medias y por mala gerencia se ha extendido la contaminación a fuentes de agua de otros estados y no hablemos del lago de Maracaibo con sus más de 13.000 kilómetros cuadrados, cuya contaminación es tan grande que atenta no solo contra la vida de las especies que en él habitan sino también amenaza la salud de los pobladores de sus orillas y la economía de la región, recordemos que la industria camaronera que se ha desarrollado en la hoya del lago representa para Venezuela una importante entrada de divisas.

Produce un gran dolor a las personas que, cuando niños, disfrutamos de sus limpias aguas y de los paseos a las islas de Toas y San Carlos, ver las fotografías de los satélites mostrando un lago verde con manchas del petróleo derramado. Pareciera no importarle a nadie esta tragedia, son años de desidia y abandono de las instalaciones petroleras que vierten su aceitosa carga de los miles de kilómetros de tuberías que cruzan por el fondo del lago y a ello se suma los residuos orgánicos de las cloacas, toneladas de productos químicos y fertilizantes que son las que propician la llamada eutrofización, que no es otra cosa que el exceso de nutrientes, como el fósforo, el nitrógeno y el azufre, en las aguas, con el consiguiente crecimiento incontrolado de las cianobacterias, un tipo de bacteria capaz de hacer fotosíntesis y que llegan a crecer en gruesas capas de color verde-azuladas impidiendo el paso de la luz de sol, agotando el oxígeno e impidiendo la vida, siendo que, además producen toxinas potencialmente mortales incluso para los seres humanos. Ahora bien, si nos asusta todo esto, lo primero es tomar conciencia e iniciar las acciones que estén en nuestras manos para contribuir a la solución.

Vía Derecha Diario

La economía sudafricana mantiene una de las tasas de desempleo más altas en todo el mundo, atraviesa un proceso de deterioro generalizado de ingresos desde la crisis de 2008, y la huida de capitales y de personas es cada vez mayor.

Tras casi 30 años de dominio político ininterrumpido del Congreso Nacional Africano, un partido de tendencia socialista y nacionalista-negra, la economía de Sudáfrica se encuentra completamente devastada.

El PBI per cápita no creció absolutamente nada en los últimos 15 años, y de hecho sufrió una caída sustancial de hasta el 1,8% entre el segundo trimestre de 2008 y los primeros tres meses de este año. El país sigue atascado en niveles de riqueza por habitante similares a los que tenía en el año 1981, antes de sufrir un profundo declive hasta mediados de los años 90s.

La falta de reformas estructurales es especialmente dramática para la legislación y el mercado laboral, plagado de rigideces de todo tipo. La tasa de desocupación de Sudáfrica volvió a aumentar y escaló al 32,9% en el primer trimestre del año. Es una de las más altas del planeta, solo superada esporádicamente por otros países como Nigeria (que en 2022 llegó al 33%).

El Congreso Nacional Africano boicoteó cualquier tipo de reforma estructural para flexibilizar la legislación laboral, abrir la economía a la competencia y asentar la garantía de los derechos de propiedad en el país. La precariedad laboral alcanza a más del 60% de la población activa se considera también el subempleo y el trabajo no registrado.

La falta de seguridad jurídica e incluso de integridad física debido a la persecución de ciudadanos blancos (en su mayoría granjeros) en todo el país, provocó una oleada de emigración y fuga de capitales en las últimas décadas. Este proceso contribuyó a la descapitalización del país y a la falta de mano de obra calificada, paradójicamente a la par de las elevadísimas tasas de desocupación.

Se estima que la huída de capitales de Sudáfrica totalizó hasta 185.500 millones de dólares (a valores constantes del año 2018) desde 1995. Paralelamente, cerca de 850.000 personas de origen étnico europeo se vieron obligadas a emigrar del país ante la creciente escalada de la violencia, entre ellos el empresario y magnate Elon Musk.

El presidente Cyril Ramaphosa considera una reforma tributaria para aplicar un impuesto extraordinario al patrimonio. De aprobarse la iniciativa, esto no hará más que profundizar aún más el éxodo de sudafricanos calificados, el éxodo de capitales y la descapitalización generalizada.

Como si todo esto no fuera suficiente, la economía del país africano sigue sufriendo una tasa de inflación superior al 7% interanual, y no logra converger hacia estándares internacionales en esta materia desde la década de 1960.

Por Florantonia Singer en El País

El chavismo emprendió una cruzada para conquistar políticamente los medios masivos. La censura ha apartado a las audiencias de la pequeña pantalla

Hace unas semanas, en la conversación en redes sociales se celebraba el triunfo en MasterChef Australia de la tradicional cachapa, esa torta de maíz cocida en budare y rellena de queso fresco presentada por uno de los más de siete millones de migrantes que han salido del país en la última década. El participante de origen venezolano Antonio Cruz Vaamonde fue la estrella de ese episodio de la versión de este popular formato de Banijay que nunca se ha producido para las pantallas de Venezuela, porque la televisión venezolana ha quedado fuera del furor de los programas de concursos y las franquicias de entretenimiento que, con la irrupción del streaming, han logrado sostener la audiencia de la mayoría de los canales en abierto del mundo.

También se ha quedado sin las coberturas noticiosas en vivo, pues la censura del Gobierno a la vuelta de 20 años ha transformado los medios y los ha desconectado de la calle. Más de 500 medios han cerrado en dos décadas de chavismo, de ellos casi la mitad son radios. En esa cuenta hay un puñado de televisoras regionales y está Radio Caracas Televisión (RCTV), el primer canal de televisión venezolano y el que lograba mayor cuota de pantalla.

En el prime time de la noche de un domingo de julio, cuatro canales repiten Corazón llanero, un programa de difusión musical impulsado por un funcionario de la Administración de Nicolás Maduro. Se transmitía en Vive, creado por Hugo Chávez hace 20 años para promover el periodismo comunitario y cultural; TV Fanb, el canal de la Fuerza Armada que salió al aire durante el primer año en el poder de Maduro; Tves, la señal que nació tras el cierre hace 16 años del crítico RCTV; y en VTV, la emisora del Estado. Aunque el número de canales ha crecido los últimos años, los venezolanos que no tienen acceso a servicios de televisión por cable o plataformas están condenados a una programación vetusta, encadenada y con altas dosis de propaganda chavista.

De 19 canales en abierto, solo ocho son de propiedad privada. La “hegemonía comunicacional” a la que que aspiraba Chávez tiene expresión en esa parrilla. De los ocho canales privados, al menos cinco son de capitales asociados al Gobierno. “La televisión sigue siendo el medio más masivo, pero lo que ha venido pasando en Venezuela es que, con los años de las cadenas de Chávez y el cierre de RCTV, hubo un cambio en el consumo y la gente creó sus anticuerpos a la televisión nacional”, explica Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público.

Mientras los canales estatales estaban vinculados un domingo en la noche, en la televisión privada no había mejores opciones. En dos canales transmitían los resultados de las loterías que ahora ofrecen premios en dólares en un país donde por más de 15 años estuvo prohibido tener monedas extranjeras que no otorgara el Gobierno. Después comenzaría un bloque de novelas brasileñas, mexicanas y colombianas que se estrenaron hace entre 10 y 20 años, como El rey del ganadoLo que callamos las mujeres y Divino niño. En Globovisión en ese mismo espacio dedicaron un extenso segmento a analizar con periodistas los últimos vericuetos de la relación entre Meghan Markle y el príncipe Enrique. Hasta 2012, este fue el único canal 24 de noticias en Venezuela, de intensa cobertura crítica al Gobierno. Antes de su venta, tras la que cambió radicalmente de línea editorial, recibió multas por más de dos millones de dólares por transmitir en vivo un motín carcelario. Esto llevó a los demás noticieros a abandonar gran parte de las coberturas en directo, con consecuencias fuera de la pantalla. “La ausencia de una televisión fuerte ha fomentado aún más la fragmentación del debate en Venezuela y el crecimiento de la desconfianza. La agenda pública hoy se ha empobrecido con la televisión”, agrega Correa.

El libro Consumo informativo y cultural en Venezuela, publicado recientemente, hace una revisión de este sector a través de una encuesta. En 2022, los venezolanos preferían la televisión por cable para entretenerse (47%), seguida por Facebook (37%) y, en el último lugar, la televisión local en abierto (26%). Hacer zapping en Venezuela es mirar un catálogo del pasado tanto en contenidos como en los precarios niveles de producción de los programas. La censura y la autocensura, la falta de inversión en la industria televisiva y la pérdida de calidad de los productos han hecho que el público migre al cable y otras plataformas, concluye la investigación. Es por ello que el cierre de operaciones de Directv en Venezuela en 2020, el servicio de televisión por satélite con mayor penetración en el país, significó un duelo para muchos venezolanos.

“Cuando se fue Directv fue una conmoción en el mundo popular porque era el escape a la televisión abierta tan mala”, destaca Correa, compilador de la investigación junto con Marcelino Bisbal. Además, en Venezuela, donde ha caído brutalmente el poder adquisitivo en medio de una inflación voraz y una recesión que llevó el PIB a un tercio de su tamaño, hay un creciente mercado secundario y pirata de cuentas prestadas en plataformas como vía de acceso a mejores y actuales contenidos ante la inexistencia del crédito bancario en el país, principal método de contratación de servicios de streaming.

Sequía de telenovelas

La televisión venezolana no ha vivido los procesos de reconversión que han ocurrido en otros países como el vecino Colombia, donde las principales cadenas siguen vigentes como grandes productoras de contenido. La crisis económica y el control gubernamental la apartaron de ese proceso. Ya en 2003 la llamada ley Resorte para regular los contenidos impuso un corsé apretado a los productores de la llamada telenovela cultural, un género más apartado del melodrama y más cercano a la realidad y la crítica social. Este año, sin embargo, se ha anunciado el regreso de la producción de dramáticos, con la reina del drama Lupita Ferrer en el elenco. Esto ocurre después de una sequía de telenovelas nuevas de casi una década. El canal Venevisión está apostando por recuperar el mercado venezolano mientras mantiene otras señales internacionales. El rebote de la economía ha vuelto a poner en el panorama las oportunidades en la producción televisiva en un país que en otro tiempo tuvo una de las industrias audiovisuales más potentes e hizo de las telenovelas un producto de exportación, como hoy son los dramas turcos. Esta apuesta tiene por delante el reto no solo de conquistar al público de nuevo, sino también de conseguir talento en un sector desprofesionalizado por la migración y hacer las inversiones para actualizarse. Cuando ya se habla de televisión en 8K, en Venezuela apenas se está entrando a la tecnología HD.

Mientras las cadenas privadas hacen esfuerzos para reactivar la producción, Maduro estrenó hace dos meses un nuevo programa de televisión, el tercero en 10 años de gobierno. En el espacio de dos horas de duración llamado Con Maduro+ el presidente lee noticias, mensajes en redes sociales, interpela a opositores y enemigos de su Gobierno e interactúa con sus funcionarios. Lo acompañan dos jóvenes conductoras para presentar avances de último minuto e informes de gestión, y Sira, un avatar de inteligencia artificial. Maduro también hace de entrevistador en segmentos con público en el estudio. Unas semanas atrás entrevistó a un científico venezolano que ganó un premio de National Geographic por su trabajo en la preservación de la cotorra margariteña. Un par de ejemplares de las aves estaban en el set en una jaula y el mandatario preguntó si mordían. Después de titubear, se abstuvo de meter un dedo por la jaula para probar. Todos los lunes hay un nuevo episodio que se transmite por el canal del Estado que se vincula a la extensa red de señales en abierto y redes sociales de la parrilla chavista.

Por George Friedman en GPF

Hace unos años, me invitaron a una reunión militar en Australia. Cuando entré en la habitación, esperaba ver oficiales australianos. En cambio, la habitación estaba inundada de uniformes estadounidenses y británicos, además de un número menor de neozelandeses, y pensé que podía distinguir a un par de canadienses en la distancia. Me di cuenta de que Five Eyes no era solo un acuerdo sobre el intercambio de inteligencia, sino una alianza militar funcional sin papeleo o, más precisamente, con mucho papeleo que, en conjunto, generaba incertidumbre. Los miembros de los Cinco Ojos, por diferentes razones, no querían formalizar lo que existía en la práctica.

Los Cinco Ojos, sin el nombre genial, se originaron en la Segunda Guerra Mundial. Teniendo enemigos comunes, las cinco naciones crearon un conjunto de alianzas para derrotarlos y, obviamente, para compartir inteligencia. Antes de unirse a la guerra, los estadounidenses apoyaron a Gran Bretaña. Los australianos también enviaron fuerzas. En nuestra casa tenemos una foto del primo de mi esposa australiana, que fue derribado en una misión de reconocimiento que volaba con los británicos sobre Alemania. Después de Pearl Harbor y la derrota británica en Singapur, Estados Unidos se convirtió en el centro de gravedad de la guerra del Pacífico, con los australianos proporcionando fuerzas y bases en Australia, junto con Nueva Zelanda. Los canadienses se habían alineado temprano con Gran Bretaña. Otras naciones estaban involucradas, pero estas cinco tenían la ventaja de tener un idioma común, si no una cultura común. Las fuerzas estadounidenses crecieron más que las británicas, y se llevaron a cabo muchas discusiones acaloradas entre los comandantes británicos y estadounidenses. La desconfianza aún existía, tal como existe entre y dentro de todos los servicios que luchan en la misma guerra.

La guerra tiene su fundamento en la inteligencia, en conocer al enemigo. Los británicos se destacaron en inteligencia humana en Europa y en descifrado de códigos. Los estadounidenses descifraron de manera similar el código japonés, pero no tenían inteligencia en Japón ni en la cadena de islas por la que luchaban. Australia no pudo proporcionar inteligencia humana de Japón, pero podría proporcionar observadores costeros en las Islas Salomón y otras islas, informando sobre el movimiento de los buques de guerra japoneses y los desembarcos japoneses. Los Cinco Ojos coordinaron operaciones, desde invasiones hasta logística, pero en muchos sentidos, la clave fue la inteligencia que pudieran proporcionar.

La relación no se formalizó. Era simplemente esencial. Se mantuvo después del comienzo de la Guerra Fría en base a una fórmula simple. Cualquiera de los cinco miembros compartiría inteligencia, si no métodos de recopilación, con los demás.

El lado militar de la Guerra Fría vio una intensa cooperación entre los británicos y los estadounidenses, con los británicos en el norte de Alemania y los estadounidenses en el frente central. Por temor a un posible ataque nuclear soviético, los estadounidenses necesitaban detectar los misiles entrantes lo más lejos posible. Entonces, se construyó la Línea Distante de Alerta Temprana en el norte de Canadá, y se estableció el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte, con sede en Colorado, lo que les dio a los canadienses acceso a la inteligencia y los métodos estadounidenses para proteger a América del Norte. Para enfrentarse a China, los australianos desarrollaron una armada para unirse a los EE. UU. en el Pacífico, donde los británicos siempre estuvieron presentes. Los neozelandeses optaron por ser quisquillosos y negaron el acceso de EE. UU. a sus puertos a menos que EE. UU. certificara que no había armas nucleares a bordo de sus barcos. Estados Unidos se negó.

El punto que estoy tratando de hacer es que los Cinco Ojos fueron desde el principio, incluso antes de que existiera el término, una alianza militar diseñada para luchar en la Segunda Guerra Mundial y colaborar en la Guerra Fría. Cada país tenía otras alianzas y, a veces, alianzas compartidas, pero los Cinco Ojos constituyen una relación única de intereses compartidos. Al comienzo de la Guerra Fría, Estados Unidos se convirtió en el centro de los Cinco Ojos. Pero el punto es que los miembros de la alianza compartieron la carga estadounidense, por desaconsejable que hayan pensado en la empresa. Cuando Estados Unidos invadió Irak, los británicos asumieron la responsabilidad del sur de Irak. Nueva Zelanda se negó a combatir pero envió tropas a Afganistán.

Hay una dimensión económica en esta relación que rara vez se nota. Las naciones de los Cinco Ojos combinadas tienen alrededor del 7 por ciento de la población mundial, pero más del 28 por ciento de su producto interno bruto. No existe un mercado común de Five Eyes, pero sí una serie de acuerdos comerciales bilaterales intensos en empresas conjuntas de diversa índole. Obviamente, la economía estadounidense es la más grande, pero sobre una base per cápita todos los países deben ser vistos como éxitos económicos, señalaron las quejas internas.

En la práctica, los Cinco Ojos nunca han sido simplemente un acuerdo para compartir inteligencia. También implica la cooperación como fuerza político-militar. Vemos esto en Ucrania, donde Gran Bretaña y los EE. UU. están jugando papeles juntos, y en el Pacífico contra China, donde las armadas de los EE. UU. y Australia, incluidos, con el tiempo, los submarinos nucleares, operan, además de coordinar la presión económica. El Congreso de los EE. UU. está en proceso de autorizar la implementación del acuerdo trilateral AUKUS para, junto con el Reino Unido, proporcionar a Australia submarinos de propulsión nuclear. Esto marcaría una mayor profundización, operativa y tecnológicamente, de la cooperación entre tres miembros de los Cinco Ojos. Además, Australia y el Reino Unido están presionando para lograr una mayor cooperación en otras tecnologías, como las armas hipersónicas y la computación cuántica.

Como dije, cada país tiene muchos aliados. Pero en historia, capacidad militar y poder económico, los Cinco Ojos son únicos. Se han unido por imperativos geopolíticos, pero no se puede ignorar que los países de los Cinco Ojos son los herederos de la cultura inglesa. Todas las naciones tienen inmigrantes e historias de minorías opresoras. Sin embargo, los Cinco Ojos se convirtieron en un poder global combinado porque, por mucho que se irriten entre sí, también se entienden como solo los herederos de una tradición pueden hacerlo. Eso crea un cemento internacional que no está presente en la OTAN o en la alianza chino-rusa.

Me sentí cómodo en la reunión porque entendí los chistes que se contaban. No siempre los consigo en Hungría, donde nací. Comprender los comentarios sarcásticos no es una mala base para las alianzas.


George Friedman es un pronosticador y estratega geopolítico reconocido internacionalmente en asuntos internacionales y el fundador y presidente de Geopolítico Futuros.

Vía Statista

Un estudio de la plataforma de gestión de contraseñas NordPass muestra cuáles fueron las contraseñas más usadas el año pasado en 30 países del mundo, entre los que se encuentran los hispanohablantes Colombia, Chile, México y España.

A pesar de la creciente concienciación sobre la ciberseguridad y de que los métodos para el robo de datos personales son cada vez más sofisticados, parece que los usuarios siguen usando contraseñas débiles para proteger sus cuentas. A nivel global, la contraseña más popular en 2022 fue “password”, seguida de “123456” y “123456789”, todas ellas descifrables en menos de un segundo.

Al parecer, colombianos, chilenos, mexicanos y españoles tampoco ponen las cosas muy difíciles a los ciberdelincuentes, empleando contraseñas tan conocidas como inseguras. En los cuatro países, la clave “123456” encabeza la lista de las contraseñas más empleadas. Esta y otra serie de variantes que juegan con la numeración del 1 al 9 ocupan la mayor parte del top 5 en estos países. En Colombia la única excepción en los cinco primeros puestos es “password”, que es la segunda del listado. En México, destacan “110110jp” y “america1”, y en España, “swing”.

El listado de contraseñas de NordPass se generó a partir de un trabajo conjunto con investigadores independientes especializados en la investigación de incidentes de ciberseguridad que evaluaron una base de datos de 3TB. Las claves fueron enlistadas en función de la frecuencia de uso, al mismo tiempo que el estudio muestra un tiempo estimado en el que cada una de las contraseñas puede ser descifrada por un hacker.

Por Andrés Velasco en Project Syndicate

Cuando un político de derechas con inclinaciones autoritarias (pensemos en Donald Trump) corteja a un dictador genocida como Vladimir Putin, retrocedemos con desagrado pero no nos sorprendemos. Pero cuando un antiguo defensor de los derechos humanos y héroe de la clase obrera respalda a dictadores culpables de carnicerías abominables, a la sorpresa le sigue la aversión. Así es como me siento al ver al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abrazar a Putin y al tirano venezolano Nicolás Maduro. El de Lula es un fracaso moral de proporciones espantosas.

Empecemos por su idilio con Maduro, que es menos conocido en todo el mundo. En una cumbre regional a finales de mayo, los activistas progresistas jadearon cuando Lula afirmó que las violaciones de los derechos humanos y las prácticas antidemocráticas en Venezuela son sólo una “construcción narrativa”. Esto en un país donde, según Human Rights Watch, “unidades policiales y militares han matado y torturado con impunidad en comunidades de bajos ingresos”, y “las autoridades acosan y persiguen a periodistas, defensores de los derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil.”

Cuando otros líderes latinoamericanos protestaron, Lula pasó de lo político a lo personal. Recordemos que Lula fue juzgado y condenado por corrupción, e ingresó en prisión con una pena de 12 años hasta que su condena fue anulada por el Tribunal Supremo en una decisión que, según el Financial Times, “sigue siendo controvertida”. Las acusaciones contra Maduro, espetó Lula, eran “como las mentiras contra mí, que nadie consiguió probar”.

En otro tiempo, Lula podría haber considerado como prueba suficiente el informe sobre Venezuela del Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que documentaba “graves violaciones de derechos”. Ahora ya no.

Una vez perfeccionadas sus habilidades para mimar a un dictador, Lula pasó a Putin. Poco después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, el entonces candidato Lula declaró a la revista Time que Putin y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky tenían la misma responsabilidad en la guerra. Un año después, aún no ha cambiado de opinión.

Antes de la reciente cumbre Unión Europea-América Latina, Lula encabezó un grupo de países que primero vetaron una invitación a Zelensky y luego insistieron en que el comunicado no contuviera ninguna condena de la agresión rusa. Y eso después de haber invitado al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, a Brasilia, donde, como era de esperar, Lavrov agradeció a sus anfitriones brasileños su “clara comprensión” de la situación en Ucrania.

Lula se comporta así por la misma razón por la que los bebés se chupan los dedos de los pies: porque puede. En América Latina, varios gobiernos (Chile, Paraguay y Uruguay entre ellos) se oponen, pero ninguno de ellos es lo suficientemente grande o influyente como para desviar a Lula de su camino. Estados Unidos y los principales países europeos consideran indefendible su postura (“Brasil está repitiendo como un loro la propaganda rusa y china sin fijarse en absoluto en los hechos”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos), pero tienen demasiadas cosas que hacer en otros lugares como para pelearse con Brasil.

Algunos sostienen que Brasil está tratando de hacerse un hueco para una política exterior “independiente” (léase: independiente de Washington, como demuestra no sólo la frialdad de Lula hacia Ucrania, sino también sus reiteradas críticas al papel del dólar como moneda de reserva mundial). Una política exterior independiente suena bien, pero ¿por qué tiene que incluir hacer la vista gorda ante las atrocidades? Francia y los países escandinavos, entre muchos otros, insistirían en que gestionan sus asuntos exteriores de forma autónoma, pero no tienen pelos en la lengua a la hora de condenar a Rusia por la carnicería que ha causado.

Otros afirman que Brasil está haciendo de pacificador al negarse a tomar partido e insistir en que se celebren conversaciones entre las partes enfrentadas. Pero decirles a los ucranianos que tienen que negociar ahora es como decirle a un hombre que está siendo atacado por un maníaco armado con un cuchillo que debe entablar un diálogo franco y fructífero con su agresor. Y la idea de que Brasil medie entre dos países al otro lado del mundo es sencillamente absurda. Cuando llegue el momento de las conversaciones, tal vez India ayude. Quizá Turquía o China envíen a un representante que pueda sentarse a la mesa. Pero… ¿Brasil? ¿en serio?

Otro punto de vista fantasioso es que Brasil lidera un Sur Global que ya no tolerará el colonialismo occidental. Hasta aquí, todo bien. Pero, ¿qué es la guerra de Putin sino un caso de colonialismo, en el que una potencia imperial se empeña en subyugar a un vecino más pequeño y anexionarse su territorio? ¿Hay imperialistas mejores que otros?

El presidente de Chile, Gabriel Boric, un tatuado ex activista estudiantil de 37 años y orgulloso izquierdista, no lo cree así. Boric se ha mostrado indignado por los mimos de Lula tanto a Maduro como a Putin. Negó públicamente que los abusos en Venezuela fueran sólo una “narrativa” y denunció la “agresión imperial” de Rusia en la cumbre UE-América Latina. “Hoy es Ucrania”, advirtió, pero “mañana puede ser cualquiera de nosotros”.

En respuesta, Lula volvió a hacerlo personal, diciendo a los medios que Boric se había expresado mal porque era su primera cumbre de la UE y probablemente estaba “un poco ansioso”. El espectáculo de Lula, de 77 años, despreciando a otro jefe de Estado 40 años menor que él, hizo estremecerse incluso a algunos de mis amigos de extrema izquierda.

La postura de Lula tiene sus raíces en la vanidad y la política interna. La vanidad surge de una visión de Brasil como actor global, pavoneándose en el escenario mundial en compañía de sus compañeros BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Pero comportarse como si Brasil pudiera ejercer un poder mundial comparable al de China, o incluso al de India, es pura locura. La pompa de la cumbre es agradable, pero la sustancia sigue siendo escasa.

Y el historial de los BRICS en la defensa de la paz y la no intervención no es precisamente estelar. Una de sus cumbres tuvo lugar justo después de que Rusia se anexionara ilegalmente Crimea. El mundo les rogó que desinvitaran a Putin. Se negaron.

La política es aún más mundana. La economía brasileña está creciendo este año más de lo que preveían los expertos, pero el escenario mundial de altos tipos de interés y bajo crecimiento (además de una deuda pública interna muy elevada) no augura nada bueno. Además, el partido de Lula no tiene mayoría parlamentaria, por lo que debe negociar la legislación con la oposición. Dadas las sombrías perspectivas en el país, las oportunidades de salir en la foto en el extranjero parecen especialmente atractivas.

Lula ha gozado de mucha buena voluntad internacional desde que volvió a la presidencia, pero sólo porque su predecesor, Jair Bolsonaro, era tan matón y antidemocrático. Lamentablemente, ahora Lula se asocia con tiranos que hacen que incluso el horrible Bolsonaro parezca bueno.


Andrés Velasco, excandidato presidencial y ministro de Hacienda de Chile, es Decano de la Escuela de Políticas Públicas de la London School of Economics and Political Science. Es autor de numerosos libros y artículos sobre economía internacional y desarrollo, y ha formado parte del cuerpo docente de las universidades de Harvard, Columbia y Nueva York.

Por Arturo McFields Yescas en Panampost

Es muy importante no enredarse. La honra es para las instituciones sólidas de Colombia las que han prevalecido, a pesar del presidente y no gracias a su “enorme magnanimidad”. ¡Grande, Colombia! Un ejemplo a imitar.

Los hijos de los poderosos tienen historias similares en Colombia y en toda América Latina. Las denuncias suelen terminar con sabor a impunidad, pocas pruebas o muchas preguntas. Hombres fuertes versus instituciones débiles.

En Venezuela, Nicolás Maduro Guerra, a quien se le conoce como ‘Nicolacito’, maneja todos los negocios sucios del dictador. En 2019 fue sancionado por ser pieza clave en los negocios del petróleo, así como los del denominado “oro de sangre”, el coltán y otros minerales. Sigue viviendo la dolce vita.

En Nicaragua, Laureano Ortega Murillo es uno de los ocho hijos de la dictadura. La gente lo identifica como el número tres. Aficionado a la ópera, los Rolex y autos de lujo. Dirige los negocios y la relación maléfica con China, Rusia e Irán.

En México, Andrés López junior “Andy”, ha estado bajo la lupa por presunta corrupción y tráfico de influencias. El presidente AMLO ha respondido con furia y fuego contra la prensa. Jamás ha pedido una investigación a la Fiscalía. Quizá nunca lo haga.

En Brasil, el hijo del presidente Lula, Fabio Luis, fue señalado por presuntos actos de corrupción, sobornos y enriquecimiento acelerado. Fabio fue absuelto e incluso Lula fue citado como testigo. Una justicia con brazos cortos.

En Argentina Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidente Cristina Fernández, es una figura polémica y poderosa. Ha sido señalado de presunta corrupción y congresistas estadounidenses han pedido sanciones en su contra. Algunos dicen que tiene más vidas que un gato.

El caso de Colombia

El hijo del presidente Gustavo Petro, Nicolás y su exesposa Day Vásquez, fueron arrestados por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Esto no fue un regalo o un acto de magnanimidad del presidente, es simplemente la ley.

El presidente Petro dijo: “Como persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y el que uno de mis hijos pase por la cárcel; como presidente de la República aseguro que la fiscalía tenga todas las garantías de mi parte”.

Sin lugar a duda, los señalamientos de presunto lavado de activos parecieran estar tocando a más colaboradores cercanos al presidente de Colombia. El caso de su hijo Nicolás no es el primero ni será el último.

Instituciones fuertes y no hombres fuertes

Gustavo Petro no respeta la separación de poderes. Apenas en mayo de este año dijo enfurecido al fiscal general “Yo soy su jefe”. El exguerrillero intentó pisotear la separación de poderes al estilo Luis XIV: “El estado soy yo”.

En mayo, Petro también amenazó con una revolución si el Congreso no apoyaba sus reformas irracionales. Nuevamente evidenció su vocación autoritaria e irrespeto por la separación de poderes y la institucionalidad.

Tanto en las arremetidas contra la Fiscalía como en el caso del Congreso, el Presidente Petro no concretó sus amenazas autoritarias. Las instituciones colombianas salieron airosas de un combate contra “el hombre fuerte”.

Es muy importante no enredarse. La honra es para las instituciones sólidas de Colombia las que han prevalecido, a pesar del presidente y no gracias a su “enorme magnanimidad”. ¡Grande, Colombia! Un ejemplo a imitar.


Arturo McFields Yescas es diplomático, periodista y ex miembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK). Fue embajador de Nicaragua ante la OEA.

El peor error de un sector de la oposición venezolana es no entender en que clave anda el país en este momento. Venezuela, hoy en día, no está en clave de consensos, está en clave de rupturas.
Si, es una afirmación gruesa porque lo “políticamente correcto” es decir que nuestro país necesita entendimientos y no desacuerdos.

No es la primera vez que esto ocurre. En las elecciones que hicieron a Chávez presidente, también el país estaba, en ese modo. Venezuela, en realidad, escogió entre dos modos de ruptura y no entre dos modos de consenso. Tanto Salas Romer, como Chávez, eran efectivamente, dos formas de quiebre respecto del modelo anterior. Chávez sacó ventaja en la manera de plantear su opción y todos sabemos que ocurrió.

Todo había comenzado el 27 de febrero del 89. El caracazo, fue el primer aldabonazo y el 4 de febrero, el segundo. Carlos Andrés Pérez, no leyó bien lo que pasaba y tampoco Eduardo Fernández. Eduardo pensó que se había creado un “vacío de poder” y reaccionó de acuerdo al librito, formando un gobierno de unidad nacional, cuando en realidad lo que había en el país no era un vacío de poder, sino que era un vacío de oposición. Caldera, si lo entendió.

Chávez protagonizó la ruptura, pero no supo (o no le interesó) formar un consenso luego. Los estadistas se diferencian (entre otras cosas) de quienes no lo son, en que son capaces de juntar las piezas que se han desperdigado después de las rupturas. Ese, en efecto, será el gran desafío de un liderazgo que sustituya a este régimen. Después de provocar una ruptura con todo lo que ha significado el chavismo, su gran reto será construir un nuevo consenso que nos lleve a convivir civilizadamente por muchos años en el futuro.

Los herederos de Chávez, no lo han hecho mejor, en este asunto de formar nuevos consensos para avanzar y dejar atrás la ruptura. Al contrario, han añadido a la pesadilla nacional, la degradación de las condiciones de vida de nuestros compatriotas; la separación de las familias y la deriva institucional.

Una de las primeras consecuencias de esta situación es el descredito de las elites en todos los estamentos. Por eso, muy pocos creen que esto lo puede arreglar un gran componedor, un consenso milagroso o un conclave de sabios.

La mayoría de los venezolanos intuyen que de nada servirá “poner vino nuevo en odre viejo”
Quizás sea este el error de muchos de los lideres opositores venezolanos que centran sus discursos en ideas (sin duda alguna plausibles) de unidad, de ubicarse en el medio, de no caer en “radicalismos” etc., etc.

El problema es que esa narrativa, por si sola, no llegan a estimular a las grandes mayorías venezolanas que lo que quieren es una ruptura con lo que hoy viven y no tienen confianza en que un “consenso” con los responsables de la tragedia pueda lograrlo. Tampoco confían que pueda lograrlo un “consenso” de los que tuvieron la responsabilidad de enfrentarla y fracasaron en el intento.
Es esta manera de pensar la que no permite leer con claridad el fenómeno de María Corina Machado a la que despachan con el argumento de que es una señora radical que no entiende de consensos y de acuerdos.

En realidad, esta incomprensión viene de la manera incorrecta de interpretar cual será la secuencia de los acontecimientos que pueden sacarnos del abismo. Será una ruptura la que nos lleve a un futuro consenso y no un consenso el que nos traiga la ruptura necesaria. En este caso, el orden de los factores altera sensiblemente el producto.

En el imaginario popular ya se ha instalado la idea de que Machado es la que se ubica en las antípodas del estatus quo que vivimos. Ya eso estaba claro hace mucho, pero MC no representaba una opción viable de cambio electoral hasta que decidió presentar su nombre a las primarias de la oposición. En ese momento, se conjugaron y potenciaron esos dos factores que la han convertido la referencia de ese cambio en todos los sectores de país. Paradójicamente, hoy María Corina es emblemáticamente la figura que la gente vincula con una salida electoral, mientras que el gobierno reedita el esquema de los grupos de choque y el de la negación de los derechos electorales.

Por esa razón, defender las primarias es una lucha consustancial a la ruptura con lo viejo que es lo que el país quiere y, además, la estupenda oportunidad de que los ciudadanos expresen su voluntad sobre el liderazgo que debemos construir, rescatando la fuerza del voto y otorgándole a ese acto de elegir, la dimensión de una rebelión cívica, pero profunda y democrática

Por Juan Szabo y Luis A. Pacheco en La Gran Aldea

Eventos Políticos y otros:La relativa cercanía de las elecciones presidenciales de 2024, sumada al visible deterioro de la situación económica y social en el país -esta semana ha habido extremo racionamiento de agua en la zona capital, por ejemplo- obliga al régimen a crear distracciones e inventar enemigos externos.

Es ese contexto que se deben analizar las acusaciones del presidente de la Asamblea Nacional de Maduro, Jorge Rodríguez, a Juan Guaidó y a la directiva de CITGO, encabezada por Carlos Jordá. Los señala como responsables de la subasta de las acciones de PDV Holding (Matriz de CITGO), que de hecho es una orden de la corte federal del estado de Delaware. La estrategia del vocero del régimen es clara: no solo busca distraer de las dificultades domésticas, sino ocultar que la potencial pérdida de CITGO es consecuencia directa de las acciones de expropiación adelantadas durante la presidencia de Hugo Chávez, y la subsecuente falta de pago durante la administración de Nicolás Maduro. Las empresas en cuestión (CristallexConoco, entre otras), han logrado que las cortes norteamericanas, después de años de litigio, les cancele las acreencias vía el embargo de CITGO.

Hasta ahora, el gobierno de EE.UU. ha mantenido una protección que impide que los activos de la República sean vendidos, subastados o traspasados a los múltiples acreedores de PDVSA y de la República, pero no se sabe hasta cuándo. Mientras tanto, los innumerables escándalos de la PDVSA que controla el régimen siguen sin investigación seria o responsables. El silencio estruendoso de la oposición, ante este y la mayoría de los temas del petróleo, revela una indiferencia preocupante a la deriva de lo que alguna vez fue nuestra principal industria, y contrasta con la algarabía mentirosa que se oye en el Hemiciclo del Capitolio Federal.

En lo económico, los ingresos de divisas, a pesar de un ligero incremento en las exportaciones, han disminuido. La reducción de precios durante el periodo correspondiente a los ingresos de este mes, y el descontrol en los descuentos en los crudos y productos vendidos en el mercado asiático impactaron negativamente los ingresos. A pesar de que no es oficial todavía, se rumora que el precio del diésel volverá al nivel subsidiado que tenía antes del incremento que fue anunciado recientemente.

La moneda oficial continúa erosionándose, al final de la semana el mercado paralelo se ubicaba en 31,86 bolívares por dólar. Asdrúbal Oliveros, de la firma consultora Ecoanalítica, prevé que el año 2023 cerrará con una tasa de cambio por encima de los 60 bolívares por dólar.

Producción:La producción de la última semana continúa afectada por los problemas remanentes del accidente de El Centro de Operación El Tejero (hace ya unas semanas) y por las interrupciones del suministro eléctrico en el estado Zulia.

La producción semanal se ubicó en 718 Mbpd, distribuida geográficamente de la siguiente manera:

La producción de las empresas gestionadas por Chevron promedió 124 Mbpd. Del total de 718 Mbpd de producción, el 69% proviene de empresas mixtas (489 Mbpd) y el restante 32% (229 Mbpd)es producido por esfuerzo propio de PDVSA.

Refinación: En las refinerías nacionales se están procesando un promedio de 215 Mbpd de crudo y productos intermedios. En el Complejo Refinador Paraguaná está por arrancar nuevamente la planta de craqueo catalítico (FCC) de Cardón y con ello se puede esperar alguna producción de gasolina; en el FCC de Amuay continúan los trabajos de  mantenimiento, aparentemente a la espera de algunos equipos. El reformador de Cardón no está operando, según fuentes no oficiales. La Refinería de Puerto la Cruz (en el oriente del país) continúa con una operación limitada debido a la escasez de crudo ligero; mientras que en la Refinería El Palito la unidad de destilación primaria se encuentra fuera de servicio y algunos productos intermedios se han utilizado como materia prima para intentar producir gasolina. Según PDVSA se está produciendo gasolina pero eso no se evidencia en la distribución de esta.

Exportaciones e Importaciones:La semana pasada comenzamos esta sección con la noticia de la suspensión de ventas de coque de petróleo a Maroil, la empresa del ex PDVSA Wilmer Ruperti. Sin embargo, la instrucción fue cambiada y se le está despachando cargamentos desde el Terminal de Jose, mediante ventas ocasionales.

Chevron mantuvo su continuidad operacional, lo que le permitió entregar 146 Mbpd de crudos a sus propias refinerías en la costa del golfo de México, y a otras refinerías interesadas en procesar crudo venezolano: Hamaca, Merey y DCO (Diluted Crude Oil).

Más de 300 Mbpd se embarcaron teniendo como destino final a China, por vía de los intermediarios usuales, y sumados a los barriles entregados en trueque a Irán por condensado. Cuba recibió 32 Mbpd de crudo. De completarse los cargamentos notificados en los dos días finales de julio, la exportación total de crudo alcanzaría 566 Mbpd, además de unos 80 Mbpd decombustible residual a Singapur y Cuba.

Al menos 40 personas murieron y más de 130 resultaron heridas el domingo, 30 de julio, cuando un terrorista suicida hizo estallar explosivos en un mitin político en la provincia noroccidental paquistaní de Khyber Pakhtunkhwa, informó la policía local.

La explosión se presentó en el distrito de Bajaur, en la provincia norteña de Khyber Pakhtunkhwa, este domingo, hacia las 16: horas (11.00 GMT), durante una concurrida reunión del partido religioso Jamiat Ulema-i-Islam (JUI-F).

El partido conservador Jamiat Ulema Islam-Fazl (JUI-F) es conocido por sus vínculos con el islam político de línea dura, en la antigua zona tribal de Bajaur, fronteriza con Afganistán; y es un importante aliado del gobierno de coalición del primer ministro Shehbaz Sharif, que se prepara para las elecciones nacionales, que se celebrarán en noviembre.

«El JUI-F organizó una convención de trabajadores en la ciudad de Khar, en Bajaur, en la que 40 personas perdieron la vida y más de 130 resultaron heridas», declaró para EFE, Aziz Khan, oficial de la comisaría de Policía de la localidad.

La explosión fue causada por una bomba suicida, aseguró el jefe de la policía provincial, Akhtar Hayat, a Reuters. Mientras la administración afgana condenó la explosión en una declaración de su portavoz, Zabihullah Mujahid.

Por el momento, el ataque no ha sido reivindicado por ningún grupo insurgente.

Se ha declarado el estado de emergencia en los hospitales de Bajaur y zonas colindantes, donde fueron trasladados la mayoría de los heridos, dijo el oficial de policía del distrito, Nazir Khan. Los heridos graves fueron trasladados desde Bajaur a hospitales de la capital provincial, Peshawar, en helicópteros militares.

Antecedentes de la situación violenta

Pakistán experimentó un aumento de la violencia armada desde la llegada al poder de los talibanes afganos, en Kabul, en agosto de 2021, que reactivó los ataques de sus hermanos ideológicos paquistaníes, especialmente en las provincias fronterizas con Afganistán de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán.

A finales de 2022, el principal grupo paquistaní, el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), anunció el fin del alto un fuego alcanzado con Islamabad, al que acusó de incumplir sus compromisos en unas negociaciones de paz. La mayoría de los atentados recientes se han dirigido contra fuerzas de seguridad e instalaciones, y no contra concentraciones políticas.

El TTP no es el único grupo militante que lleva a cabo atentados en la zona, que también ha sido golpeada por una sección local del Estado Islámico.

El país ha sido testigo de 271 ataques de militantes armados durante la primera mitad del año, en los que 389 personas fallecieron y otras 656 resultaron heridas, según un informe publicado a principios de julio por el Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán. Un incremento significativo de las cifras en comparación al mismo periodo de 2022, cuando Pakistán sufrió 151 ataques que causaron 293 muertos y 487 heridos.

EFE, Reuters

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