Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

La nueva campaña contra la corrupción lanzada por el Estado venezolano continúa, y a medida que aumenta el número de detenidos y solicitados parece estarse adentrando en una nueva fase, en la cual parece que el objetivo es mayor: recuperar los fondos públicos que estas tramas habrían sustraído ilícitamente. Para lograrlo. el oficialismo ha presentado el proyecto de Ley Orgánica de Extinción de Dominio.

Acceso a la Justicia

El texto, aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional (AN) el pasado 31 de marzo, prevé, entre otras cosas:

«transferir al Estado la titularidad de los bienes relacionados con actividades consideradas como delito en la legislación contra la corrupción, la delincuencia organizada, el financiamiento del terrorismo, la legitimación de capitales y tráfico ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, aun cuando no se haya dictado sentencia en el proceso penal correspondiente».

Así lo anunció su promotor, el diputado Diosdado Cabello, al dar a conocer el texto.

«Qué hacer con los recursos obtenidos de manera ilícita por quienes cometen este tipo de actos?», se preguntó el legislador, quien agregó: «Esos dineros robados son del pueblo y deben ser administrados por el Estado y ser usados en atender a nuestro pueblo (…) Esta ley le va a meter la mano en los bolsillos a los ladrones».

Cabello se apresuró a recordar que la figura de la extinción de dominio está reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y que otros países de la región tienen instrumentos similares para combatir los delitos contra el erario. Ciertamente, el texto que el Parlamento aprobó en primera discusión es casi idéntico a la ley modelo presentada por el Programa de Asistencia Legal para América Latina y el Caribe de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC).

Esta iniciativa de la ONU obedece al hecho cierto de que la confiscación de bienes es una figura de recuperación de activos que depende de la declaratoria de la responsabilidad penal del titular de estos, y en no pocos casos ello no ocurre, sea porque esa persona fallece o porque nunca es capturada, dejando tales activos en un limbo. Así, la ONU plantea una acción de tipo civil contra los bienes y no contra las personas, separada de la acción penal, una vez que se determine que los bienes fueron adquiridos por medios ilícitos.

Lo dicho explica las razones de la ONU, pero ciertamente una cosa son las motivaciones de esa instancia, y otra muy distinta las que se utilizan en Venezuela.

En ese sentido, la aprobación de una ley como la descrita es un motivo para preocuparse, pues puede ser utilizada muy fácilmente con fines distintos para los que ha sido concebida. A continuación, presentamos cinco razones para ver con recelo el texto:

1. Las limitaciones al derecho de propiedad ya están en la Constitución

La carta magna tiene establecidos como límites al derecho de propiedad la expropiación por causa de utilidad pública y la confiscación de bienes provenientes de actividades ilícitas.

El artículo 116 constitucional estipula que

«no se decretarán ni ejecutarán confiscaciones de bienes sino en los casos permitidos por esta Constitución. Por vía de excepción podrán ser objeto de confiscación, mediante sentencia firme, los bienes de personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, responsables de delitos cometidos contra el patrimonio público, los bienes de quienes se hayan enriquecido ilícitamente al amparo del Poder Público y los bienes provenientes de las actividades comerciales, financieras o cualesquiera otras vinculadas al tráfico ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes».

Así, la extinción de dominio como terminación del derecho de propiedad no está en la Constitución, a diferencia del caso, por ejemplo, de Colombia, cuyo texto fundamental lo contempla en su artículo 34. Incluso, la figura de la confiscación no es por cualquier tipo de delitos, sino por los ya expresados, mientras que en el proyecto de ley de extinción de dominio se agregan otros no contemplados en la máxima norma, como es el caso del financiamiento del terrorismo.

Sin embargo, uno de los puntos más destacados es que el proyecto no contempla el supuesto de que la persona titular de los bienes a los que se le aplique la medida de extinción de dominio sea declarada inocente, una situación que le causaría daños irreparables.

2. Sin límites temporales

El artículo 6 del borrador señala que «la extinción de dominio se aplicará desde el momento de entrada en vigencia de esta Ley, aun en los procesos que se hallaren en curso».

Sin embargo, a la luz del artículo 24 de la carta magna hay que tener presente que esto puede ocurrir siempre que se cumpla con lo siguiente:

«Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto cuando imponga menor pena. Las leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento mismo de entrar en vigencia aun en los procesos que se hallaren en curso; pero en los procesos penales, las pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto beneficien al reo o rea, conforme a la ley vigente para la fecha en que se promovieron».

La Ley de Extinción de Dominio se podría aplicar en los procesos en curso, siempre que no se presenten nuevas pruebas que perjudiquen al imputado, pues se estaría violando el principio de irretroactividad de la ley en los términos que establece la Constitución.

3. Sin garantías

Pese a que uno de los cuatro capítulos del borrador está dedicado a enumerar las garantías de las que gozarán los potenciales sujetos que serán sometidos a este instrumento, otras disposiciones contenidas en él hacen temer que las mismas sean insuficientes. Por ejemplo, el hecho de que el artículo 13 obligue a los funcionarios públicos a denunciar a bienes provenientes de supuestas irregularidades, a riesgo de ser sancionados administrativa y penalmente, abre las puertas para acusaciones sin fundamento.

Con esta norma existe el peligro de violar el secreto profesional, así como vulnerar el derecho de toda persona a que se respete su vida privada. Esta disposición parece buscar legalizar la cuestionada figura de los «patriotas cooperantes», simpatizantes del partido gobernante dedicados a revelar informaciones, con o sin fundamento, de opositores o disidentes del Gobierno, en franca violación de sus derechos a la privacidad y a la reputación.

Lo más grave es que según señala el artículo 24 del proyecto de ley, estos informantes podrían recibir por su colaboración

«una retribución equivalente a un porcentaje del producto que el Estado obtenga por la liquidación de dichos bienes, o del valor comercial de los mismos dependiendo de la colaboración. Este porcentaje lo determinará el juez en la sentencia, de oficio, o a petición del Ministerio Público».

Ello sin duda podría fomentar que se suministren informaciones, sin importar que sean falsas, con el fin de obtener alguna recompensa. 

Además, en un país donde los jueces y fiscales no son independientes ni imparciales, el dejar a su discrecionalidad el monto que recibirán estos informantes puede ir en detrimento de los intereses del Estado, que podría perder más recuperando los activos que manteniéndolos en manos de funcionarios inescrupulosos, convirtiendo en ineficaces las medidas realizadas, pues abriría una nueva vía para el desvío de activos.

4. Sin control

El proyecto de ley establece que los bienes declarados en extinción del dominio serán enajenados a título oneroso por parte del Ejecutivo nacional, y los recursos obtenidos de su venta serán destinados, entre otras finalidades, para financiar el funcionamiento del sistema de protección social y la realización de los derechos humanos, a fin de garantizar el adecuado funcionamiento de servicios públicos de calidad, así como para recuperar, mantener y ampliar la infraestructura pública (artículo 46).

Sin embargo, en la propuesta no se establece ni indica qué mecanismos deberán ser empleados por el Ejecutivo para garantizar y, sobre todo, supervisar el cumplimiento de estos objetivos, a fin de evitar cualquier irregularidad.

Al respecto, debe recordarse que en Venezuela ni siquiera se conoce el presupuesto público ni los poderes del Estado rinden cuentas, por lo que cabe preguntarse cómo se garantizará que esos bienes realmente sean invertidos en el país.

A lo anterior, se añade el hecho de que, mientras se dicta una sentencia, que en la tradición venezolana puede ser algo que tarde años, se entreguen estos bienes en administración a entidades públicas sobre los cuales no rindan cuentas, o peor aún, los utilicen indebidamente para el disfrute de algún funcionario, y en ese sentido, un gran fallo del proyecto es no obligar a dar publicidad sobre cómo se manejan esos bienes, tanto desde que se adjudican cautelarmente como cuando sean definitivamente adjudicados al Estado.

Esto último es muy grave, porque si esos bienes no son debidamente administrados pueden perderse o deteriorarse, aumentando así el daño patrimonial a la República, pudiendo ser esta víctima, una vez más de actos de corrupción.

5. Sin Estado de derecho ni independencia judicial

Por último, no se puede olvidar la situación de la justicia venezolana, en particular el Poder Judicial y el Ministerio Público, que en último término serán los que aplicarán el texto. Según la organización internacional World Justice Project (WJP), Venezuela ocupó en 2022 el último lugar de 140 países evaluados en cuanto al respeto de las garantías y principios del Estado de Derecho. La situación de control de la justicia penal por parte del Gobierno y la ausencia de límites y contrapesos al poder estatal explican, entre otros aspectos, esta mala calificación, como reseñamos en su oportunidad.

Organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos (MDH) sobre Venezuela y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) han afirmado de manera reiterada que los jueces y fiscales son operadores del partido de Gobierno, pues no tienen estabilidad alguna y están sujetos a un estricto control de sus actuaciones y decisiones, por lo que operan bajo un esquema jerárquico de órdenes e instrucciones. 

La ausencia de Estado de derecho y un texto como el del proyecto de Ley Orgánica de Extinción de Dominio, que contiene disposiciones que contrarían principios constitucionales, también previstos en tratados internacionales de derechos humanos suscritos por Venezuela, son una combinación peligrosa para la ciudadanía. ¿Cómo se puede garantizar que la aplicación de la ley se haga de una manera adecuada y que los bienes que se recuperen realmente tengan el destino correcto en un país cuya justicia penal no es independiente?

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

Pese a que la propuesta presentada por el Gobierno venezolano es una copia de la Ley Modelo de la ONU, es peligrosa en un país como Venezuela, y muy fácilmente puede aplicarse con fines distintos a aquellos para los que fue concebida.

Tememos que la iniciativa amparada en la lucha contra la corrupción busque no solo crear mecanismos que le permitan al Gobierno apropiarse de bienes relacionados a actos ilícitos, sino también facilitarle una herramienta política para atacar, perseguir y amenazar a cualquiera persona en Venezuela con apropiarse de sus bienes, sean obtenidos de forma lícita o no. Además, incluso en el primer caso, no habrá manera de comprobar si en las investigaciones y juicios que se lleven adelante en aplicación de la ley se respeten las garantías y derechos de las personas involucradas y si los bienes que pasen a manos del Estado realmente serán dedicados al beneficio del colectivo.

La Asociación Civil Súmate advirtió que la falta absoluta de uno de los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), refiriéndose al puesto de Tania D’Amelio —quien subió al Tribunal Supremo de Justicia como magistrada— mantiene «de forma deliberada» la paralización del ente comicial desde hace un año.

Tal Cual

Para la ONG, la mora ha conllevado «la paralización» de dos organismos subordinados de los que la exrectora formaba parte: la Junta Nacional Electoral y la Comisión de Registro Civil y Electoral.

En ese sentido, afirma que se debe nombrar de manera urgente nombrar al nuevo rector para que asuma las funciones del puesto de la rectora saliente, referidas a la Comisión de Registro Civil y Electoral, para que pueda darse la jornada de inscripción y actualización del Registro Electoral, así como también se permita organizar eventuales referendos.

A su juicio, Súmate señala que no se justifica que después de un año aún no se haya ocupado la vacante dejada por D’Amelio, el directorio del CNE sigue funcionando de forma incompleta. Por ello, asegura que la Constitución y las leyes establecen los mecanismos para suplir la falta absoluta de un rector, que en este caso sería el rector suplente Leonel Enrique Párica Hernández.

El organismo, insistió la asociación civil, «debe asumir su competencia como Poder Electoral para designarlo (a Leonel Párica) en el cargo que le corresponde constitucional y legalmente de rector principal en sustitución de la exrectora D’Amelio».

La posición de Súmate se une a la que esgrimiera el Observatorio Electoral Venezolano (OEV), que cree que esta debería ser una sustitución de simple trámite, sin la intervención de fondo de poder público o autoridad alguna. Esto porque la exrectora principal mantiene vigentes sus dos rectores suplentes.

Lea la nota completa siguiendo este enlace a Tal Cual

El libro de los carroceros italianos famosos rebosa de nombres sinónimos de autos hermosos, entre ellos las casas de Frua, Ghia, Touring, Vignale, Scaglietti, Bertone, y por supuesto, Pininfarina. Ninguno, sin embargo, se ve cerca de igualar el récord de Carrozzeria Zagato.

Por: Fierros Clásicos / Morfema Press

Tal vez el más aventurero y por lo tanto más vulnerable a fracasar por sus diseños y enfoque audaz; Zagato ha resultado, de Italia, el diseñador de los conceptos innovadores mas atrevidos y exitosos como también de fracasos sorprendentemente grotescos en la misma medida.

Ugo Zagato (25 de junio de 1890 – 31 de octubre de 1968) fue un diseñador de automóviles italiano, fundador y director de la empresa el carrocera Zagato, famosa por la ligereza de sus diseños.

De joven comenzó a trabajar para Varesina, una empresa ubicada en Alemania. Continuó en la industria aeronáutica, muy en evolución durante ese periodo de tiempo.

Abrió su propia empresa de carrocerías en Milán y se especializó en la construcción con metal ligero, utilizando gran parte de las técnicas que había aprendido durante el trabajo en la industria aeronáutica.

La compañía creció rápidamente igual que su reputación para la creación de autos aerodinámicos, ligeros, deportivos y de competición.
Alfa Romeo se dio cuenta de su potencial y encargó a Zagato el Alfa Romeo 6C1500 6C1750 y otros autos de carrera. El primer Alfa Romeo con una carrocería diseñada por Zagato fue el G1 Alfa Romeo en 1921.

La división deportiva de Alfa Romeo, Fiat y Lancia fueron los primeros en reconocer los diseños aerodinámicos de Zagato. Fue el responsable de la creación de una serie de autos de carreras legendarios, como el Alfa Romeo 1500, el 1750 Gran Sport – el antepasado de todos los coches GT – y el 2300 8C. Los autos de Zagato ganaron su clase en cada edición de la Mille Miglia, y el nombre del constructor se asoció con algunos de los pilotos más famosos de la historia del automovilismo, entre ellos Ferrari, Nuvolari, Ascari, Fangio, Moss, Scarfiotti, Bandini, De Adamich.

Después de la 2ª Guerra Mundial, vehículos de Gran Turismo, la nueva categoría de carreras: la clase GT. Donde Zagato se distinguio para los principales fabricantes de autos deportivos de la época -. Maserati, Alfa Romeo, Fiat, Lancia, Abarth, Ferrari y Aston Martin Además de los autos que se construyeron oficialmente en pequeñas series.

La empresa también construyó prototipos para otras marcas ilustres, tales como Ford, Jaguar, MG, Rover, Volvo, Bristol y Rolls Royce.

La compañía recibió el premio de diseño italiano, el Compasso d ‘Oro (Golden Compass), por su coherencia de diseño: el estilo Zagato es individual, nunca se ha visto influenciado por las modas del momento.

La estructura Corporativa Zagato, actualmente, está dirigida por Andrea Zagato, la tercera generación de Zagato. Bajo la dirección conjunta de Andrea y su esposa Marella Rivolta-Zagato, la empresa ha sufrido una re-estructuración radical, y considerables recursos se han invertido en los más avanzados ordenadores, programas y herramientas para la creación de prototipos.

1921 Alfa Romeo G1

El primer gran éxito de Zagato llegó de la mano de un ganador de la Mille Miglia con un Alfa 6C 1500, un auto idéntico que obtuvo la segunda posición el año anterior en 1927. Así comenzó su grandeza.

En 1922, con la carrocería Zagato presentaron el Fiat 501.

1922 Fiat 501

En 1943 la fábrica Zagato fue destruida por un bombardeo de la RAF, lo que obligó a la empresa a trasladarse a Saronno, adyacente a Isotta Fraschini.

Expresando un profundo interés en la mejora de la comodidad de los autos, el espacio y la visibilidad hacia el exterior, comenzaron a trabajar en lo que sería conocido como el estilo «Panoramica». Se compone de compartimentos grandes, en forma orgánica que ofrecen ventanas curvas que a menudo desembocaban en el techo, era el uso vanguardista de plexiglás que permitieron estas nuevas ideas.

La idea se vería por primera vez en una Ferrari Coupé en 1949.

1949 Touring Ferrari 166 Inter Coupe

En la decada de 1950 se incorporaron sus hijos Gianni y Elio, Cuando Ugo murió en 1968, se hicieron cargo de la empresa y construyeron una nueva fábrica.

En 1951 un Zagato, el Alfa Romeo 159 gano el Campeonato Mundial Grand Prix.

Entre 1950 y 1960. las carrocerías diseñadas por Zagato destacaron en la mayoría de las marcas de los constructores italianos e ingleses, destacando los modelos: el Fiat 8V, Coupe Abarth, Alfa Romeo Guilietta SV, Aston Martin DB4 GT Zagato, Lancia Flaminia y el Lancia Fulvia Coupé. También colaborando con Ferrari, Lamborghini y Maserati.

A finales de 1960 y entrando en la década de 1970, la empresa comenzó a enfocarse en dos áreas de negocio, Zagato Car SRL y Zagato Design SRL.

Zagato Car SRL se concentró en la producción de automóviles, mientras que Zagato Design SRL se enfocó en productos y diseños para electrodomésticos y vehículos blindados.

Durante la década de 1980, Zagato se encargó de la producción de autos conceptos.

Dos memorables conceptos Alfa Romeo fueron el SZ y RZ, ambos carrozados por Zagato. La última producción de Zagato fue el Lancia Hyena construido durante la primera parte de la década de 1990.

1992 Lancia Hyena

A finales del siglo XX, la empresa fue responsable del diseño de autos para muy criticados profesionalmente. En 1998, la empresa creó un modelo de Lamborghini, el P147, que fue considerado como el sucesor de Diablo.

1998 Lamborghini P147

En esa misma década. la empresa se vio compretida economicamente. El nombre fue cambiado a Diseño SZ y más tarde volvió a cambiar a Zagato Centrostile.

Hoy, el perfil Zagato es de una empresa consultora de diseño moderno y servicios de ingeniería en las afueras de Milán, el centro de la industria de la moda de fama mundial de Italia.

Las instalaciones de la empresa ocupan una superficie de 23.000 metros cuadrados, de los cuales 11.000 metros cuadrados son cubiertos.

Estrechamente orientada a las necesidades cambiantes de la industria del automóvil moderno, la empresa ofrece una infraestructura completa y de gran flexibilidad en la casa de estilo, modelado, ingeniería y construcción de prototipos.

Las actividades de la empresa se ​​dividen en sectores:

La división de diseño cuenta con un equipo internacional de diseñadores y de ingenieros con una amplia experiencia en el transporte y el diseño industrial.

La división de Modelado a escala y modelos maestros utilizando tecnología de última generación, máquinas de fresado de cinco ejes CNC.

La división de Prototipos construye las limitadas series de producción en aluminio y materiales compuestos.

Las últimas tecnologías de comunicación permiten a los diseñadores e ingenieros en las tres divisiones colaboran activamente en la automoción, marina, transporte y proyectos de diseño de productos.

El Monumento a Carabobo, popularmente conocido como La India de El Paraíso, fue realizada por Eloy Palacios entre 1905 y 1911, como una alegoría del nacimiento de la República de Venezuela.

IAM Venezuela

Fue concebido para conmemorar el primer centenario de la Independencia de Venezuela. El presidente Cipriano Castro ordenó un concurso, en 1904, con el fin de seleccionar al artista que realizaría la obra escultórica que sería instalada en el Campo de Carabobo.

El escultor Eloy Palacios presentó una propuesta inspirada en una leyenda de los tamanacos según la cual las princesas indígenas nacían de los «cogollos» de las palmeras, de aquí la alegoría del nacimiento de la independencia de Venezuela. Le fue encargada la obra y comenzó a realizar el fundido en su taller en Munich (Alemania) en donde estaba en calidad de cónsul desde 1901.

Tras el golpe de Estado de Juan Vicente Gómez, este ordenó la instalación de la obra escultórica en Caracas, en el desaparecido Paseo Independencia, en la avenida Carabobo (hoy avenida Páez), debido a que no le parecía adecuado un monumento con una mujer desnuda para ornamentar los desfiles militares conmemorativos de tal ocasión. 

Su inauguración se esperaba para el 5 de julio de 1911, sin embargo, y según recoge una nota publicada en “El Cojo Ilustrado”, esto no ocurrió sino hasta el 21 de agosto ya que el dictador quiso que se incluyera el lema de su gobierno: “Paz, Unión y Trabajo”. Según otras fuentes, la inauguración tuvo lugar el 28 de octubre de 1911. 

El grupo escultórico se colocó entre dos plazas gemelas diseñadas por el ingeniero Ricardo Razetti. Asimismo se instalaron las estatuas de los próceres Alexandre Pétion al Norte y de Camilo Torres al Sur. En los años 50, las dos plazas fueron demolidas para la construcción del distribuidor La Araña y el monumento fue trasladado, en 1966, a su ubicación actual, entre la parroquia El Paraíso y la parroquia La Vega. 

Descripción

En cuanto a su estilo, presenta varios aspectos a considerar: el naturalismo con el que son representadas todas las figuras, el simbolismo que se les confiere (ambos elementos presentes en el arte europeo contemporáneo al autor) y la tendencia monumentalista y estilo conmemorativo producto de la exaltación nacionalista imperante en la época en las jóvenes repúblicas americanas.

El monumento está realizado en bronce, granito gris y verde, y rocas naturales. La base rocosa del monumento es cuadrada y ostenta cuatro cóndores posados que miran hacia los cuatro puntos cardinales. En el espacio que hay entre cada uno, se encuentran placas de bronce con bajorrelieves que representan escenas de la Batalla de Carabobo. Un nivel más arriba se encuentran tres esculturas femeninas tomadas de las manos, alegorías de los países que conformaron la Gran Colombia: Venezuela, Colombia y Ecuador, formando un triángulo del que emerge el fuste de esta reinterpretación de la columna conmemorativa, en granito gris en la parte inferior y verde en la superior, que culmina con tres palmeras unidas y grandes hojas naturalistas. De su centro, sobre un pedestal, se yergue la imponente figura femenina que representa a Venezuela, con sus brazos elevados al cielo llevando en su mano izquierda una antorcha (símbolo de la luz que guía el camino) y en la derecha un laurel (símbolo de victoria). Lleva también el gorro frigio que simboliza la libertad.

Valores patrimoniales

El Monumento a Carabobo fue el primero concebido para representar la batalla que selló la independencia de Venezuela, en bronce y piedra. El artista introdujo como novedad, la recreación del tronco de tres palmeras unidas en el fuste de la columna. La escultura que lo corona, fue la primera representación femenina desnuda en un monumento público de Caracas.

Situación actual

Tras un largo periodo de abandono y vandalismo, la obra fue recuperada en 2006, por Fundapatrimonio de la Alcaldía de Caracas, realizándose la limpieza de las rocas de la base, restitución de las hojas de la palmera e iluminación al monumento. También se realizó un trabajo de paisajismo, sembrando chaguaramos enanos e instalando un sistema de riego para su mantenimiento. Tras unas visitas realizadas en el mes de marzo de 2023, se pudo constatar el deterioro de los jardines con los que quisieron engalanar el entorno, ya que están secos y polvorientos, debido a que es una zona de mucha actividad comercial, tráfico vehicular y paso de peatones. No hay vigilancia alguna ni acordonamiento, por lo que está a merced de quien quiera subirse a ella y la base del monumento ha servido hasta de comedor y dormitorio. No se encontró la placa que debería identificar y fechar la obra.

Ubicación

Conforma la llamada redoma de la India en la que confluyen cuatro avenidas: Páez, O´Higgins, Teherán y Principal de La Vega, al oeste de la ciudad de Caracas, Municipio Libertador.

Sobre Eloy Palacios

Pintor y escultor. Hijo de Félix Palacios y Margarita Cabello. En 1857, fue enviado por sus padres a Múnich (Alemania) para que completara su educación. Concluida su escolaridad, ingresó a la Academia de Bellas Artes de la misma ciudad, donde permaneció durante 5 años. Regresó a Caracas en 1873 y fue presentado por Martín Tovar y Tovar al presidente Antonio Guzmán Blanco, quien le encomendó hacer su retrato; pero el mandatario no quedó satisfecho con el resultado y Palacios cayó en desgracia, por lo cual tuvo que abandonar el país en 1874, tras renunciar a la cátedra de Escultura que venía regentando en la Universidad Central. Vivió durante un tiempo en Trinidad y luego pasó a Costa Rica, donde logró hacerse de distinguida clientela. Con el dinero ahorrado en esos años, volvió a Múnich para abrir un taller propio de escultura donde fundiría las obras de gran tamaño que le habían sido encargadas. Una de estas obras era el monumento a José Félix Ribas en La Victoria, con el cual retornó a Venezuela en 1892, ocupándose él mismo de su instalación; regresó a su taller en Múnich para encargarse del vaciado de los retratos del presidente de Costa Rica, José Morales, de José María Vargas, así como del Simón Bolívar ecuestre de las plazas de Cartagena y Maracaibo. Tras nuevo viaje a Venezuela, recibió de la administración de Juan Vicente Gómez el encargo de un monumento a la batalla de Carabobo, conocido popularmente como la India del Paraíso, y de cuya instalación el propio Palacios se encargaría en 1911. Para 1913, residía en Nueva York, ocupado en satisfacer nuevos encargos y con este motivo, viajó a Cuba en 1915 para hacer los retratos de la familia presidencial. Vivía en La Habana cuando, a raíz de un concurso internacional abierto por el gobierno cubano, obtuvo con su proyecto la buena pro para realizar el monumento al procer cubano Máximo Gómez, en Matanzas, obra que dejó en boceto pues la muerte le sorprendió antes de que pudiera comenzarla. Sus restos fueron repatriados en 1939.

Cuba recurre cada vez más a Rusia y México en busca de petróleo para aliviar una aguda escasez de diésel y gasolina y complementar la disminución de los suministros de crudo y combustible venezolano, según datos y fuentes de envío.

Por: Mariana Párraga, Ana Isabel Martínez y Dave Sherwood – Reuters

Venezuela ha sido durante más de dos décadas el principal aliado político de Cuba y el mayor proveedor de crudo y combustible para la nación isleña, entregando fuel oil para la generación de energía, gasolina, diésel, turbosina y gas para cocinar.

Pero la lucha de la nación sudamericana sancionada por Estados Unidos por producir suficiente combustible para sus propias necesidades la ha dejado incapaz de alimentar completamente a su vecino caribeño. Las exportaciones de petróleo de Venezuela a Cuba en lo que va del año se han reducido a 55.000 barriles por día (bpd) desde casi 80.000 en 2020.

Bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, México ha enviado un volumen creciente de combustible a la nación gobernada por comunistas, según los datos de seguimiento de buques de Refinitiv Eikon.

Cuba también ha importado desde noviembre al menos cinco cargamentos de Rusia, un proveedor desde hace mucho tiempo, así como combustible de terminales del Caribe y Europa, según muestran los datos.

Un tanquero propiedad de la petrolera estatal mexicana Petróleos Mexicanos (Pemex), el Bicentenario, desde abril ha descargado dos veces en una refinería cubana en La Habana, de las pocas que producen gasolina en la isla, según datos de Eikon y TankerTrackers.com.

El barco fue visto tan recientemente como el domingo partiendo del puerto de La Habana.

Un buque separado, de propiedad independiente, el Fortunato de bandera panameña, también ha visitado dos veces puertos cubanos desde enero desde la terminal mexicana de Salina Cruz transportando gas licuado de petróleo (GLP), que generalmente se usa para cocinar, mostraron los datos.

El combustible, aunque no es suficiente para satisfacer la demanda, puede resultar un salvavidas para la administración de Miguel Díaz-Canel, plagada de crisis, que impuso el racionamiento, lo que provocó filas de días para obtener gasolina, diésel y propano en toda la isla caribeña.

Lidia Rodríguez, directora comercial de la petrolera estatal cubana Cupet, dijo esta semana a los medios locales que Cuba tenía bajas existencias de diésel y gasolina, y particularmente bajas de crudo que sus refinerías pueden procesar.

«Estamos tratando de evitar la escasez total de combustible en el país», dijo, refiriéndose al racionamiento.

El gobierno de Cuba dijo la semana pasada que sus proveedores tradicionales de combustible no habían cumplido sus compromisos. Los funcionarios también culpan de la crisis a las sanciones estadounidenses, que complican el financiamiento y el transporte de combustible a Cuba.

«Somos conscientes de que Cuba compra petróleo de una variedad de países, tanto sancionados como no sancionados, para combatir la actual crisis energética de la isla», dijo a Reuters un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Los suministros de Rusia y México parecen estar compensando, en parte, un volumen insuficiente de combustibles terminados venezolanos y entregas de crudo venezolano más pesado, que son más difíciles de procesar y producen menos gasolina, dijo Jorge Piñón de la Universidad de Texas en Austin.

La petrolera estatal venezolana PDVSA y la Secretaría de Petróleo, Pemex, y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México no respondieron a solicitudes de comentarios.

Una fuente de Pemex, que no estaba autorizada a hablar públicamente y pidió permanecer en el anonimato, dijo que la empresa recientemente suministró crudo a Cuba, sin dar detalles.

México, que anteriormente envió petróleo y otra ayuda a Cuba en situaciones de emergencia, recibe médicos de Cuba y recientemente firmó un acuerdo para importar materia prima cubana para un proyecto de tren.

Venezuela envió un cargamento de crudo el fin de semana a la isla y prevé enviar más petróleo y gasolina en los próximos días, según cronogramas de PDVSA.

PROBLEMAS DIARIOS

Mientras Cuba lucha por encontrar nuevas fuentes de combustible, la vida cotidiana se complica.

El martes, funcionarios cubanos dijeron que su desfile del Día del Trabajador el 1 de mayo, un sello distintivo del orgullo nacional, sería «reformulado» debido a las limitaciones de combustible. Varias universidades también han anunciado clases en línea ya que el combustible para el transporte se ha agotado. La producción y el transporte de alimentos también están empezando a sufrir.

Funcionarios cubanos dicen que están negociando con proveedores de petróleo extranjeros, pero no han proporcionado detalles, lo que deja a algunos residentes de la isla sintiéndose impotentes.

En una parada de autobús abarrotada el martes por la mañana en Alamar, a solo 15 minutos al este de La Habana, Rubén Infante, un trabajador del tabaco de 37 años, dijo que espera hasta tres horas diarias, en cada sentido, para que lo lleven a la cercana capital.

«Mira la cantidad de gente aquí, todos esperando un auto para La Habana», dijo Infante, y señaló que todavía llega tarde al trabajo todos los días. «Y no hay elección, porque si no (trabajas), no comes».

La agencia de asistencia alimentaria de las Naciones Unidas anunció este miércoles que amplía sus operaciones en Venezuela al proporcionar comidas calientes a 16.000 niños y adultos en más de 100 escuelas.

Por: Regina García Cano – The Independent

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que comenzó a entregar alimentos a venezolanos necesitados en 2021, ofrecerá comidas calientes como programa piloto en escuelas públicas cuyas cafeterías han sido equipadas y mejoradas. Las escuelas se encuentran en el estado noroccidental de Falcón, donde la actividad económica depende en gran medida de las refinerías de petróleo propiedad del gobierno, cuya producción se ha hundido desde la década pasada. Los trabajadores restantes no pueden comprar alimentos con su cheque de pago mensual de $5.

“Las comidas escolares son más que un plato en la mesa”, dijo en un comunicado Laura Melo, directora de la agencia en Venezuela. “Un plato de comida fresca y sabrosa es un incentivo importante para que los niños asistan y permanezcan en la escuela, donde pertenecen. Todo a partir de ahí es una victoria: mejor aprendizaje, mejor salud y nutrición, mejores oportunidades para ellos y sus familias”.

El Programa Mundial de Alimentos inició operaciones en Venezuela entregando canastas de alimentos a través de las escuelas. En enero, llegó a más de 450.000 personas en 2.000 escuelas en ocho estados. La agencia planea ayudar a un millón de venezolanos para fin de año.

La agencia estimó en 2020 que un tercio de los venezolanos no estaban comiendo lo suficiente y necesitaban ayuda. Las escuelas donde ahora opera han visto un aumento de hasta un 30% en la inscripción.

Millones de venezolanos luchan para comprar alimentos todos los días como resultado de la prolongada crisis social, económica y política de su país. Hoy, cerca de la mitad de ellos viven con menos de 1,90 dólares al día, la referencia internacional de la pobreza extrema. El salario mínimo pagado en bolívares es el equivalente a $5 por mes, por debajo de los $30 de hace un año.

Los maestros, profesores y empleados públicos ganan el salario mínimo más bonos, y a menudo recurren a actividades paralelas o remesas de parientes en el extranjero para llegar a fin de mes mientras los precios de los alimentos y los servicios siguen aumentando. La inflación interanual en marzo fue estimada en 501% por un grupo de economistas independientes.

A través de una red nacional de organizadores vecinales del partido gobernante, el gobierno distribuye todos los meses paquetes de productos secos a las familias por menos de medio dólar. Aquellos que pueden hacer otro pago de aproximadamente la misma cantidad pueden obtener pollo o mortadela de los camiones que se presentan en los barrios de vez en cuando.

Las comidas calientes proporcionadas por la agencia de la ONU incluirán productos locales frescos.

“Este tipo de programas son una plataforma sólida para ayudar a generar demanda de alimentos nutritivos producidos localmente, lo que también significa oportunidades de desarrollo para las comunidades”, dijo Melo

La actividad económica venezolana se hundió un 8,3% en el primer trimestre, poniendo fin a un repunte de dos años mientras la producción de petróleo se derrumba, según un grupo de investigación liderado por la oposición.

Por: Fabiola Zerpa – Bloomberg

La aceleración de la inflación que está corroyendo el poder adquisitivo de los venezolanos, así como la intensificación de la recaudación de impuestos, llevaron a una disminución en la demanda de los consumidores y la producción industrial, según Angel Alvarado, director del Observatorio de Finanzas liderado por la oposición. El gobierno de Venezuela no publica regularmente los datos oficiales del producto interno bruto.

“Estamos de vuelta en el hoyo”, dijo Alvarado. “Hemos perdido el crecimiento que experimentamos en los últimos siete trimestres”.

Los datos muestran las limitaciones de la reciente recuperación de Venezuela, mientras que la industria petrolera, la principal fuente de ingresos por exportaciones del país, no logra una recuperación sólida en medio de escándalos de corrupción y falta de inversión.

La economía había mostrado signos de estabilización luego de una de las recesiones más profundas en la historia mundial entre 2013 y 2020, durante la cual más de 7 millones de personas huyeron del país.

La producción de petróleo de Venezuela cayó en el primer trimestre a pesar de que Chevron Corp. casi duplicó su producción en el país a 90.000 barriles por día, luego de obtener la aprobación federal el año pasado para reiniciar los envíos de crudo venezolano a las refinerías estadounidenses. Esto indica que la producción de la petrolera estatal PDVSA “cayó fuertemente”, dijo Alvarado.

Ucrania echa este miércoles la vista 37 años atrás para recordar el desastre nuclear de Chernobyl, considerado el peor de la historia, y advertir del riesgo que persiste a día de hoy por la ofensiva militar lanzada por Rusia en febrero de 2022. Para el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, las fuerzas rusas utilizan la táctica del “chantaje”.

Europa Press

“Hace 37 años, el accidente en la planta nuclear de Chernobyl dejó una cicatriz enorme en todo el mundo”, ha recordado el mandatario en su cuenta de Twitter, en alusión a una explosión que propagó en 1986 una nube radioactiva en gran parte de la extinta Unión Soviética y que supuso la exposición de más de ocho millones de personas.

El régimen soviético no reconoció hasta el año siguiente la necesidad de ayuda internacional por un accidente cuyas consecuencias efectivamente persisten a día de hoy y siguen siendo visibles en la zona de exclusión. Nadie ha vuelto a Prípiat, el pueblo más cercano, y la ‘zona cero’ de la central permanece cubierta por un sarcófago.

Según la cifra oficial de fallecidos, reconocida por la comunidad internacional, solo 31 personas murieron como resultado inmediato de la explosión, mientras que la ONU estima que solo 50 muertes pueden atribuirse directamente al desastre. En 2005, no obstante, anticipó que un mínimo de 4.000 podrían haber fallecido como resultado de la exposición a la radiación.

El temor a un nuevo desastre se disparó en 2022, después de que las fuerzas rusas tomasen algunas de las principales centrales de Ucrania tras lanzar la invasión. En las primeras semanas llegaron a controlar la central de Chernobyl –en concreto del 24 de febrero al 31 de marzo–, si bien a día de hoy el enclave que más preocupa está en la parte este del país, el principal frente de combate.

Los rusos controlan desde principios de marzo la central nuclear de Zaporizhia, que con seis reactores está considerada la mayor de Europa. Durante este último año, ha sufrido cortes eléctricos frecuentes y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha avisado de que depender tan a menudo de generadores de emergencia es jugar con fuego.

“Debemos hacer todo lo posible para prevenir que el Estado terrorista utilice instalaciones nucleares para chantajear a Ucrania y al mundo”, ha enfatizado Zelensky este miércoles. El presidente ucraniano reclama la retirada de Rusia de todas las zonas ocupadas, si bien desde Moscú no contemplan concesión alguna.

El OIEA, teórico garante global de cuestiones de seguridad relativas a temas nucleares, mantiene una misión permanente en la central de Zaporizhia, pero no ha logrado que las partes en conflicto pacten una zona de seguridad en torno a estas instalaciones para evitar cualquier potencial accidente.

El director general de la agencia, Rafael Grossi, advirtió la semana pasada de que está “profundamente preocupado” por la situación en torno a la central nuclear de Zaporizhia, en cuyas inmediaciones el personal de la agencia sigue detectando explosiones frecuentes que, en ocasiones, evidencian “intensos bombardeos”.

El martes 25 de abril, el viceasesor principal de Seguridad Nacional, Jon Finer, viajó a Colombia para encabezar la delegación interinstitucional de Estados Unidos a la Conferencia Internacional sobre Venezuela.

Departamento de Estado de los Estados Unidos

Durante su visita a Colombia, Finer se reunió con el presidente Gustavo Petro. También se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores Álvaro Leyva, la jefa de Gabinete Laura Sarabia, el ministro de Justicia y del Derecho Néstor Iván Osuna y el viceministro técnico de Hacienda y Crédito Público Gonzalo Hernández Jiménez para dar seguimiento a la reciente reunión bilateral del presidente Biden y el presidente Petro en Washington celebrada la semana pasada.

Durante la conferencia, Finer dejó claro que Estados Unidos sigue firmemente comprometido con el pueblo venezolano y continuará trabajando con la comunidad internacional en apoyo de la restauración de la democracia y el Estado de derecho en el país, a fin de que los venezolanos puedan reconstruir sus vidas. Describió la visión de Estados Unidos de un enfoque paso a paso en el que se responda a las medidas concretas dirigidas a restaurar la democracia venezolana que conduzcan a elecciones libres y justas con el correspondiente alivio de las sanciones por parte de Estados Unidos.

Finer estuvo acompañado por el asesor presidencial especial para las Américas Chris Dodd, el director sénior del Consejo de Seguridad Nacional para Asuntos del Hemisferio Occidental Juan González y el vicesecretario adjunto del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental Mark Wells.

En abril de 1986 los operadores cometieron en la sala de control del reactor número cuatro de la Central Nuclear V.I. Lenin de Chernóbil, una serie de errores fatales. La explosión subsiguiente arruinó la tierra, mató a muchas personas y a otras tantas les dejó secuelas inimaginables. Esta es la historia de algunas de ellas. Publicado en National Geographic con motivo del 30 aniversario del desastre

En la macilenta luz de una nevada mañana de primavera, los objetos dispersos por el suelo de una guardería abandonada hablan de otra época, antes de que los niños de Prípiat perdieran su inocencia. Sandalias y diminutas zapatillas de ballet. Figuritas de cartón de Lenin cuando era niño y de su etapa de dirigente juvenil, el equivalente soviético de los cromos de futbolistas. En la sala contigua, muñecas rotas y desnudas yacen en las camas donde los pequeños dormían la siesta. En la pared del gimnasio hay fotos de los niños haciendo ejercicio.

La vida en Prípiat llegó a un estremecedor final. Antes del alba del 26 de abril de 1986, a menos de tres kilómetros al sur de lo que entonces era una ciudad de 50.000 habitantes, el reactor número cuatro de la central nuclear de Chernóbil estalló. Treinta personas murieron a consecuencia de la explosión y del incendio, o resultaron expuestas a radiaciones letales. La estructura destruida ardió durante 10 días, contaminando 142.000 kilómetros cuadrados en el norte de Ucrania, el sur de Bielorrusia y la región rusa de Briansk. Fue el peor accidente nuclear que ha conocido el mundo.

La lluvia radiactiva, 400 veces superior a la radiactividad liberada en Hiroshima, expulsó a más de 300.000 personas de sus hogares y desencadenó una epidemia infantil de cáncer de tiroides. Con los años, las pérdidas económicas –costes sanitarios y de limpieza, indemnizaciones y pérdida de productividad– se han cifrado en cientos de miles de millones de euros. A medida que los errores y el secretismo del gobierno fueron saliendo a la luz, Chernóbil (Chornobyl, como hoy se la conoce en la Ucrania independiente) incluso aceleró la desintegración de la Unión Soviética. Los restos extremadamente radiactivos del reactor cuatro aún están bajo el «sarcófago», una deteriorada cripta de hormigón y acero construida a toda prisa después del accidente y que 20 años después amenazaba con desplomarse. Los trabajos para reemplazarlo se iniciaron hace 10 años: una estructura arqueada, del tamaño de un estadio, que se deslizaría sobre el sarcófago y lo cerraría herméticamente. Se espera que la estructura, aún sin finalizar, este completamente construida para 2017. El reactor quedará así fuera de la vista. Pero la gente de la región nunca lo borrará de su pensamiento, porque ante sus ojos aún se desarrolla una catástrofe a cámara lenta.

Los primeros cálculos de que habría decenas o incluso cientos de miles de muertos a consecuencia del accidente de Chernóbil han sido desechados. Pero el daño genético producido se cobra lentamente sus víctimas. Nadie puede predecir los efectos definitivos, pero un informe fidedigno de 2005 calculaba que el polvorín de cáncer encendido por Chernóbil se cobraría 4.000 vidas hasta la fecha. Aun así, los efectos más insidiosos de Chernóbil podrían ser las heridas psicológicas sufridas por los que abandonaron un hogar malogrado y por los millones de personas que siguen viviendo en la zona contaminada. «Los efectos psicológicos son devastadores –dice Mijaíl Malko, físico en Minsk–. Muchas mujeres sienten que darán a luz bebés enfermos o hijos sin futuro.»

Crónica de un accidente nuclear

Olesia Shovkoshítnaya no sabe si culpar o no a Chernóbil por sus jaquecas y su mala memoria. Pero guarda buenos recuerdos de su infancia en Prípiat, ciudad construida en la década de 1970 para el personal de la central de Chernóbil. «Era un lugar acogedor, con árboles y rosas –recuerda Olesia, que ahora vive en Kíev, unos 110 kilómetros al sur de Chernóbil–.Yo jugaba al ajedrez y a balonmano, nadaba y formaba parte de un coro. Disfruté mucho de mi infancia.» Esa vida se acabó cuando tenía 10 años. A la 1.23 de aquella madrugada de abril, los técnicos cometieron un error en una rutinaria prueba de seguridad del reactor cuatro. El reactor de núcleo de grafito, un diseño soviético, tenía una inestabilidad inherente, y en cuestión de unos segundos la reacción nuclear en cadena se descontroló. El agua de refrigeración del reactor se vaporizó instantáneamente, rompiendo las barras combustibles. Los reactores occidentales están encerrados en el interior de gruesos edificios de acero y hormigón, pero éste no tenía materiales resistentes que contuvieran la explosión. El estallido levantó el techo, dispersó las entrañas del reactor alrededor del edificio y provocó un feroz incendio en lo que quedaba de núcleo de grafito. La madre de Olesia, que trabajaba de técnico en la central, acudió como siempre esa mañana a su puesto de trabajo, varias horas después del accidente. Olesia fue a la escuela. «Hacía calor –recuerda–. Nos encerraron dentro. No entendía por qué.» Después de las clases, dijeron a los niños que se fueran directamente a casa.

La madre de Olesia regresó por la tarde y cerró las ventanas. Después se presentó un funcionario del ayuntamiento con comprimidos de yodo, que protegen contra el yodo 131 radiactivo. También le dio a su hija un trago de vodka, una bebida que en tierras soviéticas estaba considerada como protectora frente a la radiación. Su padre, que era ingeniero, regresó ese mismo día de Moscú, donde acababa de obtener el doctorado. Irónicamente, su tesis trataba de la probabilidad de una catástrofe en una central nuclear. Después contaría a Olesia que de camino a casa vio niños chapoteando en los charcos que se formaron tras regar la carretera. Les rogó que entraran en casa. Estaban impregnándose de radiación.

A la mañana siguiente las autoridades anunciaron que se había producido un accidente y que la ciudad sería evacuada. Ese día, 1.100 autobuses de toda Ucrania se alinearon en Prípiat. A las 5 de la tarde, la ciudad estaba vacía.

La ciudad de Slávutich fue construida a 50 kilómetros de Pripiat para sustituir la ciudad, alojaba al personal de los tres reactores restantes de Chernóbil hasta que fueron clausurados, el último de ellos en el año 2000. En su plaza están grabados en mármol negro los nombres y los rostros de las primeras víctimas del desastre. Dos trabajadores de la central murieron por la explosión y el fuego. Los otros, 22 trabajadores y seis bomberos, recibieron elevadísimas dosis de radiación y sucumbieron en unos meses.

Durante los días que siguieron a la explosión, otros miles de trabajadores, llamados «liquidadores », fueron conducidos a toda prisa hasta Chernóbil para dominar el infierno radiactivo. Mineros del carbón excavaron bajo el núcleo para bombear nitrógeno líquido y enfriar así el combustible nuclear. Pilotos de helicópteros arrojaron 4.500 toneladas de plomo, arena, arcilla y otros materiales para sofocar las llamas. El ejército hizo incursiones cronometradas al techo de la central para echar en el interior del reactor los bloques humeantes de grafito desalojados por la explosión. Apodados irónicamente «biorrobots »,muchos de esos 3.400 hombres que participaron en la operación absorbieron en unos segundos la dosis de radiación de toda una vida.

El 6 de mayo las llamas del reactor fueron al fin extinguidas, y un ejército de liquidadores se puso a trabajar en la construcción de un sarcófago y en la concentración de los residuos radiactivos en varios cientos de vertederos cerca de Chernóbil. Los primeros días, los médicos que controlaban el estado de los liquidadores comprobaron que el número de leucocitos bajaba y temieron por su salud. Casi todos se recuperaron.

La mortífera huella de Chernóbil

Pero ahora, una nueva oleada de afecciones puede estar aquejando a los 240.000 hombres y mujeres que trabajaron en el frente del desastre. Las cataratas, un mal característico de los supervivientes de las bombas atómicas en Japón, van en aumento. Más preocupante es un estudio realizado entre los liquidadores rusos que atribuye al accidente 230 muertes en los años noventa por cardiopatías, leucemia y otros tipos de cáncer.

La conexión entre Chernóbil y las enfermedades cardíacas es controvertida. La exposición a la radiación puede dañar los vasos sanguíneos, pero algunos científicos creen que la elevada incidencia de cardiopatías puede atribuirse al consumo de alcohol y tabaco, al estrés y a una dieta inadecuada. Tal vez el goteo de casos registrados hasta ahora sólo sea el principio, pues ya se preveía un aumento del cáncer. Pasaron entre 20 y 25 años antes de que aparecieran cánceres inducidos por la radiación entre los supervivientes de las bombas atómicas.

Los millones de personas que vivían a sotavento de Chernóbil también corren un riesgo. La explosión inicial arrojó material radiactivo al oeste del reactor, salvando a Prípiat de un impacto directo y aniquilando una franja de pinos conocida como el Bosque Rojo por las espectrales agujas rojas de los árboles muertos. «Los vientos fueron favorables», dice Ronald Chesser, un ecólogo de la Universidad Tecnológica de Texas que estudia la nube radiactiva como modelo de lo que ocurriría si una bomba sucia (explosivos con material radiactivo) estallara en Estados Unidos.

En aquel momento, cuando el reactor ardía fuera de control, el viento arrastró la nube hacia el norte. El 70% de la radiactividad se extendió por Bielorrusia y contaminó casi una cuarta parte del país. Pero el gobierno soviético no informó a la población. Mientras que los niños de Prípiat ya estaban tomando comprimidos de yodo horas después de la explosión, las autoridades de Bielorrusia no empezaron a distribuir píldoras hasta transcurrida una semana o más. Todo ese tiempo los niños bebieron leche con trazas de yodo 131 radiactivo procedente de vacas alimentadas con hierba contaminada. Este potente isótopo de rápida desintegración se concentró en la glándula tiroides de los humanos.

A partir de 1990, Alexei Okeánov, de la Universidad Medioambiental Internacional Sajárov, y otros observaron un marcado incremento del cáncer de tiroides infantil. Antes de Chernóbil, en Bielorrusia había dos o tres casos al año en niños menores de 15 años. En 1995 hubo 90. Hasta el momento, a 4.000 niños y adolescentes de Bielorrusia, Rusia y Ucrania se les ha diagnosticado este cáncer, y la mayoría vive en Gómel, región de Bielorrusia altamente contaminada justo al norte de Chernóbil. Aunque el cáncer de tiroides tiene uno de los índices de curación más altos entre los tumores malignos, al menos nueve niños murieron y los supervivientes deben seguir tomando medicamentos de por vida.

Ahora que ha pasado una generación desde el accidente, el cáncer de tiroides vuelve a ser raro entre los niños. Pero en los adultos, la incidencia puede estar aumentando. Okeánov dice que el registro nacional de cáncer de Bielorrusia revela un aumento en Gómel del cáncer de colon y de vejiga, aunque algunos consideran que el mayor control después del accidente explicaría en parte el incremento de casos diagnosticados.

Un informe elaborado en el año 2005 por el Foro Chernóbil un grupo de expertos creado por el Organismo Internacional de Energía Atómica, la OMS y otras agencias de la ONU, indica que de los millones de personas expuestas a la nube radiactiva de Chernóbil, unas 4.000 morirán de leucemia y otros tipos de cáncer inducidos por la radiación. El hecho de que esta cifra haya sido recibida con alivio da la medida de los temores suscitados tras el accidente.

El impacto de Chernóbil no acaba con las muertes por cáncer. Al principio, «no pensamos en el impacto psicológico en los supervivientes», reconoce Mijaíl Balonov, secretario científico del Foro Chernóbil. Convencidos de que están condenados, algunos viven atemorizados, y otros prescinden de cualquier precaución: comen setas contaminadas, abusan del alcohol o llevan una vida sexual promiscua y sin protección. Al sufrimiento se añade el desplazamiento de cientos de miles de personas que fueron evacuadas de las regiones más contaminadas o huyeron por propia voluntad. Olesia Shovkoshítnaya asegura que la vida como «niña de Chernóbil» no ha sido fácil. Su familia se alojó durante tres meses en casa de unos parientes, en el este de Rusia, antes de que le fuera asignado un apartamento en Kíev y dinero para comprar muebles.

Como era previsible, a sus nuevos vecinos no les sentó bien el torrente de evacuados y el trato preferencial que recibían las víctimas oficiales de Chernóbil. «Decían que ellos también vivían en una zona contaminada. Pero no recibían ninguna compensación», cuenta Olesia. Quienes se quedaron siguen viviendo en un paisaje contaminado. Los dos radionucleidos más generalizados de Chernóbil, el cesio 137 y el estroncio 90, permanecerán en el ambiente durante decenios. Los campos se abonan con potasio para que los cultivos absorban menos cesio, y se les añade cal para bloquear el estroncio. Extensas regulaciones fijan lo que se puede cultivar en cada tipo de suelo. La tierra más contaminada (200.000 hectáreas) todavía sigue en barbecho, aunque el gobierno de Bielorrusia está tomando medidas para recuperarla.

Campos sembrados de sal

Recuerdo mi visita en 2005. En un portón y un puesto de guardia a 30 kilómetros del reactor, los campos de cultivo se acababan. Éstos daban paso al bosque, oscuro, fragante y aún inquietante en mi cuarta visita en diez años a la zona de exclusión, un área estrictamente controlada casi el doble de grande que Luxemburgo. En el centro de ese yermo accidental se erguía el sarcófago, gris, maligno y más oxidado de lo que recordaba. Construido en seis meses, estaba previsto que durara como máximo 20 años. Una de las vigas que soportaba el techo de acero corrugado se apoyaba precariamente sobre una pared del edificio del reactor, gravemente dañada, y el lado oeste de la estructura se había combado varios centímetros. Ninguna juntura estaba soldada, porque los operarios no pudieron acercarse lo suficiente. Cualquier eventualidad –un terremoto, un tornado o una nevada copiosa– podría haber derribado la estructura. El propio sarcófago, conocido como el refugio, podría haberse desplomado por sí solo. El frágil refugio contiene una cantidad estimada de 180 toneladas de combustible nuclear, parte en el núcleo del reactor y parte en forma de «lava» altamente radiactiva (una mezcla de barras combustibles, hormigón y metal, que se fundió durante el incendio posterior a la deflagración e inundó el laberinto de salas debajo del reactor). Dentro de ese armatoste hay suficiente uranio y plutonio enriquecidos para fabricar decenas de bombas atómicas.

Pero la amenaza más inmediata es el agua. Hace unos años los operarios calcularon que había 1.000 metros cuadrados de grietas y orificios en el sarcófago, por los cuales penetraba la lluvia y la nieve fundida hasta sus entrañas. El agua debilita aún más la estructura y se filtra hacia el medio ambiente cargada de contaminantes radiactivos. El agua puede actuar además como moderador nuclear, es decir, como sustancia capaz de promover una reacción en cadena. Aunque el riesgo se considera mínimo, una nueva reacción en cadena podría causar otra explosión de vapor, que haría estallar el sarcófago, dispersaría trozos de combustible y emitiría toneladas de fino polvo radiactivo.

La noche del 26 de junio de 1990, después de dos semanas de intensas lluvias, los detectores en una de las salas inundadas de «lava» registraron un espectacular aumento de los neutrones, señal de una inminente reacción en cadena. Cuatro días después, un físico de un centro técnico de la vieja ciudad de Chernóbil, a 16 kilómetros de distancia, acudió a toda prisa para verter sobre la «lava» nitrato de gadolinio, una sustancia que absorbe los neutrones. Los neutrones volvieron a su nivel normal.

Actos de heroísmo como éste han tenido un alto coste a lo largo de los años. El centro técnico, dependiente de la Academia de Ciencias de Ucrania, es el hogar de los «vigilantes», científicos que trabajan en el sarcófago, exponiéndose a elevados niveles de radiación cada vez que comprueban el estado del combustible del reactor. Junto a la entrada hay una lista de las varias decenas de personas que han muerto, muchas de ellas sin llegar a los 50 o a los 60, y en muchos casos de cáncer o por una enfermedad del corazón.

En los últimos dos años se ha sellado el 90% de las aberturas, y un nuevo sistema aspersor esparce gadolinio en la sala central. La mayor parte del agua de lluvia se extrae, pero se deja una pequeña cantidad para eliminar el polvo. Pero Yuliya Marúsich, que trabaja en el departamento de información de la central nuclear, declara en un tono imperturbable: «El refugio era y sigue siendo peligroso. Es una amenaza para quienes trabajamos aquí, para los vecinos y para el medio ambiente».

Marúsich, una fumadora empedernida con el pelo teñido de naranja, me hace pasar para que eche un vistazo. Con dosímetros de radiación en los bolsillos y mascarillas en la cara, recorremos una serie de pasillos hasta llegar a un puesto de control, donde un ingeniero de la central me enseña un diagrama con los niveles de radiactividad. El punto «álgido» registrado en el sarcófago, con 3.400 roentgens por hora, supondría una dosis letal para una persona en cuestión de minutos. Lo más adentro que Marúsich puede llevarme es la sala de control del reactor número cuatro. Allí fue donde los operarios del turno de noche vieron con horror cómo la reacción en cadena escapaba de su control. Aunque las placas del techo han desaparecido, dejando al descubierto tuberías y una masa de cables y alambres, los paneles de instrumentos están intactos. En el año 2000, la sala fue impregnada con una solución descontaminante de color rosa. Los residuos que aún quedan en las paredes tienen un inquietante parecido con la sangre.

Conviviendo con la radiactividad

Lejos de la zona cero, la naturaleza se ha adueñado de los 5.200 kilómetros cuadrados de tierras abandonadas en la zona de exclusión. Más de un centenar de lobos merodean por el bosque, cigüeñas negras y pigargos europeos amenazados anidan en las ciénagas, y varias decenas de caballos de Przewalski, una raza rara que se extinguió en libertad hace décadas, medran en la zona tras la suelta realizada en 1998. Los pinos también están recuperando el Bosque Rojo, aunque en algunos puntos de radiactividad persistente son achaparrados y de aspecto deforme, con las agujas demasiado cortas o demasiado largas y con racimos de brotes donde normalmente no debería haber más que uno. Este bosque transfigurado por la radiación es una anomalía.

Los ecólogos se maravillan de la resistencia de la naturaleza ante la adversidad radiológica. También las personas han demostrado ser resistentes. La zona de exclusión fue totalmente evacuada tras la explosión de Chernóbil, pero al cabo de unos meses comenzaron a regresar algunos residentes, desafiando a las autoridades ucranianas. Actualmente 400 personas, casi todas mayores, viven en los deteriorados pueblos de madera dispersos por la zona, y el gobierno les ha proporcionado electricidad y autobuses para que vayan de compras a las ciudades cercanas. En Opáchichi, un pueblo de 19 habitantes, un gallo y varias gallinas se pavonean junto a la desvencijada cabaña de Anna y Vasili Yevtushenko. «Ésta es nuestra hija», dice Vasili, y después, señalando la página opuesta, añade: «Ésta es nuestra vaca». Una semana después del accidente, Anna y Vasili fueron evacuados a un pueblo a 160 kilómetros. «No nos gustaba el sitio. El clima no era bueno»,me cuenta Vasili. Dos años después volvieron a Opáchichi. «Aquí tenemos todo lo que necesitamos», asegura. Luego me enseña los resultados de los análisis de sangre que ambos se hicieron en 2004. Todo parece normal. «Si hubiera algo, ya habríamos muerto», dice.

Si Opáchichi es el vestigio de una pesadilla nuclear, Prípiat es como el reloj hallado entre los escombros de Hiroshima, con las manecillas inertes marcando para siempre el momento de la detonación. Cerca de una guardería y de un polideportivo con piscina, ahora vacío y lleno de basura, que Olesia recuerda de su infancia, se yergue una noria de feria oxidada, con los asientos amarillos chirriando al viento. La habían instalado precisamente para la celebración del 1 de mayo de 1986. El palacio de cultura Energetik, un auditorio donde se organizaban conciertos y espectáculos de danza, preside una plaza desolada. Los álamos crecen a través del pavimento. El musgo que se ha adueñado de las grietas hace que el contador Geiger se dispare. Aunque las lluvias han limpiado algunas superficies, una maraña de puntos calientes hará que este armazón sin alma siga siendo radiactivo durante toda una vida. «Lo que resulta más siniestro en el centro de Prípiat no es la destrucción del hormigón y el acero –dice Ron Chesser–, sino la ausencia de gente, el silencio.» Con el tiempo, los radioisótopos completarán sus períodos de semidesintegración, y los temores de los supervivientes se desvanecerán.

Ocupación durante la guerra del 2022 y altos niveles de radiactividad nuevamente

El nivel de radioactividad en la central nuclear de Chernóbil en Ucrania es «anormal» y subió después de que las tropas rusas ocuparon el área, afirmó este martes el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

«El nivel de radioactividad, yo diría que es anormal», indicó el jefe del organismo, el argentino Rafael Grossi, durante una visita a la planta. «Todavía no tenemos paz, la situación aún no es estable. Debemos estar en alerta», advirtió.

«Hubo momentos en los cuales los niveles subieron debido al movimiento de equipamiento pesado que las fuerzas rusas trajeron aquí y cuando se fueron. Hemos estado haciendo un seguimiento diario», agregó.

A su llegada al sarcófago que cubre los restos radiactivos del reactor nuclear, dijo que la ocupación por parte de las fuerzas rusas había sido «absolutamente anormal y muy, muy peligrosa».

El ejército ruso se había apoderado de la central nuclear de Chernóbil el primer día de la ofensiva de Moscú contra Ucrania, el 24 de febrero, haciendo prisioneros a los soldados ucranianos y deteniendo al personal civil.

Según las autoridades ucranianas, los rusos se retiraron el 31 de marzo de Chernóbil.

Grossi lleço acompañado por un grupo de expertos «para entregar equipos vitales» (dosímetros, trajes de protección) y efectuar «controles radiológicos y de otro tipo», según el OIEA.

Estos expertos deben «reparar los sistemas de vigilancia a distancia, que dejaron de transmitir los datos hacia la sede» del OIEA en Viena (Austria) poco después del inicio de la guerra.

Prípiat, hoy abandonada, se usa para estudiar las pautas de contaminación radiactiva en las ciudades. Chernóbil fue como una gigantesca bomba sucia que esparce radiación con una explosión convencional.
Aquejados de cáncer de tiroides, Oleg Shapiro, de 54 años, y Dima Bogdanóvich, de 13, son atendidos en un centro especializado de Bielorrusia. Shapiro arriesgó su salud demoliendo casas contaminadas cerca del reactor destruido. Dima nació mucho después de la explosión, y aunque es poco probable que haya desarrollado este tipo de cáncer como consecuencia de ella, la gente de la región sigue atribuyendo a Chernobil una amplia variedad de trastornos.
En una institución de Bielorrusia viven niños discapacitados psíquicos. Se dice que los niños nacidos en la región tienen un mayor índice de defectos congénitos y retraso mental. Un estudio de la ONU ha comprobado que el accidente dejó un legado de miedo en madres primerizas.
El día del desastre, los niños, ajenos al accidente nuclear, jugaron en esta guardería de Prípiat, la ciudad de los empleados de la central. Fueron evacuados al día siguiente.
Las partículas radiactivas arrastradas por el viento cayeron en su mayoría cerca del reactor (nube representada abajo), lo cual obligó a evacuar miles de kilómetros cuadrados a ambos lados de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia.
Lejos de la zona cero, la naturaleza se ha adueñado de los 5.200 kilómetros cuadrados de tierras abandonadas en la zona de exclusión.
Con trajes protectores y máscaras antigás, la imagen muestra los trabajos de perforación que se llevaron a acabo en 2005 para colocar las vigas de refuerzo en el interior del endeble sarcófago de hormigón, una estructura construida apresuradamente tras la explosión para aislar los escombros radiactivos del reactor cuatro. Su función fue mantener en pie la estructura hasta que se construyera una nueva. La radiación en el interior es tan elevada que no se podían realizar turnos de más de 15 minutos.
Hace treinta y siete años, los operadores cometieron aquí, en la sala de control del reactor número cuatro, una serie de errores fatales. La explosión subsiguiente aún arruina la tierra y muchas vidas
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