BlackRock, Zelenski y el Partido Demócrata se asocian en uno de los negociados más polémicos de las últimas décadas para administrar desde Nueva York el dinero del Fondo de Recuperación de Ucrania.
Por alguna razón que ni las autoridades de Ucrania ni de Estados Unidos todavía no se han dignado a explicar, la mega-financiera BlackRock tomó el control del Fondo de Recuperación de Ucrania el pasado mes de noviembre.
La empresa, dirigida por Larry Fink, uno de los mayores confidentes del presidente Biden y asiduo donante del Partido Demócrata, firmó el 16 de noviembre del año pasado un Memorando de Entendimiento con el Ministerio de Economía de Ucrania.
En este acuerdo, se comprometió a la división BlackRock Financial Markets Advisory a “brindar apoyo de asesoramiento para diseñar un marco de inversión, con el objetivo de crear oportunidades para que los inversores públicos y privados participen en la futura reconstrucción y recuperación de la economía ucraniana”.
En otras palabras, BlackRock se hará cargo de la parte financiera de la “reconstrucción de Ucrania”, el titulo con el que Zelénski ha empezado a pedir donaciones luego de desechar la temática de defensa nacional, debido al masivo apoyo que reciben de la Casa Blanca y de Bruselas y los fuertes avances que ha tenido contra el frente ruso.
Cabe aclarar que este memorando se firmó tan solo 9 días después de que colapsara FTX, el exchange de criptos que había sido utilizado por su dueño, Sam Bankman-Fried, para instalar un esquema ponzi con el dinero de los inversores y de los clientes.
El Ministerio de Economía de Ucrania había estado trabajando con FTX para el lanzamiento del sitio de donaciones en criptomonedas, que fueron resguardadas en la plataforma, y luego convertidas a dólares. Reportes de medios especializados indican que Ucrania estaba en negociaciones con el criminal Bankman-Fried para otorgarle el control financiero del fondo que ahora controlará Larry Fink.
“El Memorando formaliza las discusiones que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y el presidente y director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, sostuvieron en septiembre sobre las posibilidades de impulsar inversiones públicas y privadas en Ucrania“, lee el comunicado oficial de la empresa.
“Las discusiones fueron organizadas inicialmente por Andrew Forrest, fundador de Fortescue Metals Group, quien, según el Sr. Fink, fue fundamental para facilitar la primera reunión entre BlackRock FMA y el gobierno ucraniano”, asegura.
A la fecha, BlackRock ya tomó control de una serie de antiguos activos pertenecientes a oligarcas ucranianos. Entre ellos se encuentran Metinvest, DTEK Naftogaz, Ukrzaliznytsia y Ukrenergo. Estos activos fueron vendidos en subasta a empresas estadounidenses.
Para reconfirmar esta asociación, Zelensky tuvo una serie de reuniones a fines de diciembre de 2022 con la gerencia de BlackRock para discutir los detalles de su trabajo y sus proyectos. Se acordó que una parte de las inversiones occidentales se gastará según lo previsto, o sea para la reconstrucción de Ucrania, mientras que otra parte será invertida en distintos activos financieros para resguardar el dinero.
Queda claro que una de las empresas financieras más grande del mundo selló un cliente fundamental. No, no estamos hablando del gobierno de Ucrania, estamos hablando del bolsillo de 300 millones de contribuyentes norteamericanos.