Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

La Expo Eléctrica Internacional, uno de los eventos más importantes del sector eléctrico en la región, se llevará a cabo en Panamá del 25 al 27 de marzo de 2025, según anunció la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá (CCIAP).

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Este evento, que por primera vez se celebrará fuera de México, coincidirá con Expocomer, Expo Logística y Expo Turismo Internacional en el Panamá Convention Center. La Expo Eléctrica Internacional reunirá a expertos y empresarios para seminarios, análisis de mercado y negociaciones en áreas como iluminación, control, automatización, energía sustentable, electromovilidad, aire acondicionado y refrigeración.

“Este evento fortalecerá aún más la posición de Panamá como un centro ideal en la región para la organización de congresos y eventos internacionales. Los organizadores han elegido nuestro país por su privilegiada ubicación geográfica y su destacada infraestructura logística, que lo convierte en un hub regional de negocios, comercio, transporte y comunicaciones”, destacó Juan Arias, presidente de la CCIAP.

Por su parte, Jaime Salazar Figueroa, Socio y Director Latam de Vanexpo, coorganizadores del evento, señaló que después de 28 años en México, se decidió trasladar la Expo Eléctrica Internacional a Panamá, brindando a la región la oportunidad de modernizarse y actualizarse en el ámbito eléctrico.

Salazar Figueroa también informó que para la edición de 2025 se esperan cerca de 62 empresas mexicanas, junto con otras locales e internacionales, que presentarán sus productos para los mercados centroamericanos, andinos y caribeños. En total, se proyecta la participación de alrededor de 110 empresas del sector eléctrico en Expo Eléctrica Internacional Panamá 2025.

El Director de la Inspectoría General del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá (Minseg), Luis Rodríguez, recibió a representantes de Auditsa Panamá para presentar una plataforma avanzada de atención y seguimiento de denuncias automatizadas, diseñada para optimizar el monitoreo de migrantes y visitantes irregulares en el país.

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La plataforma, detallada por el Director de Tecnología de Auditsa Panamá, Fernando Guzmán, no solo permite rastrear el tiempo de estadía, trayectoria y actividades de los migrantes, sino que también ofrece herramientas de predicción y prevención de delitos. Esto facilita un análisis anticipado de posibles situaciones de violencia y la adecuada atención a las víctimas.

Auditsa Panamá, una empresa de inteligencia y análisis con operaciones en México y Estados Unidos, utiliza tecnología de vanguardia, incluyendo inteligencia artificial para identificar patrones de comportamiento tanto de denunciantes como de agresores. Además, el sistema integra controles biométricos para proporcionar un análisis preciso del comportamiento de los visitantes en el país.

Guzmán mencionó que, si el Minseg decide adoptar esta tecnología, se proporcionará capacitación exhaustiva al personal encargado, con un manual de procedimientos detallado. Actualmente, se realizará una prueba de campo para evaluar la funcionalidad del sistema.

En la reunión, también participaron el Director del Servicio Nacional Aeronaval, Luis Antonio De Gracia; el Subdirector del Servicio Nacional de Fronteras, Larry Solís Velásquez; el Subdirector de la Policía Nacional, Jorge Domínguez, y el Director de Administración y Finanzas del Minseg, Ronald Jaén.

Este avance tecnológico promete reforzar la capacidad de Panamá para gestionar la seguridad de migrantes y mejorar la eficacia en el seguimiento de actividades irregulares en el país.

Las denuncias por pensión alimenticia en Panamá van en aumento, en lo que va del año, se han registrado unos 7,000 casos, lo que a juicio de las autoridades refleja no solo el actuar de la sociedad, sino también una falta de compromiso y es un llamado urgente a tomar conciencia sobre los comportamientos de los progenitores para con sus descendencias.

Panamá América

Dicho incremento ha provocado un colapso en sistema, específicamente en los juzgados que atienden este tema, por ello, se espera que para el año 2025, los juzgados de ejecución de pensiones alimenticias en Panamá y San Miguelito entren en funcionamiento.

Con la apertura de estos nuevos juzgados se espera reducir la incidencia de casos y dar respuesta oportuna a una problemática que afecta a más del 50% de las familias en todo el territorio nacional.

Para la magistrada presidenta del Juzgado Superior de Niñez y Adolescencia, Judith Cossú, este aumento de denuncias revela que los progenitores no están cumpliendo con sus responsabilidades ni con el artículo 319 del Código de la Familia que les demanda proveerle a los niños sus necesidades.

Pese a que existen alternativas de mediación entre las partes como los «arreglos de pagos», las personas no realizan estos desembolsos a cabalidad; situación que se da en más del 90% de los casos.

«Cabe recordar que la pensión alimenticia puede ser hasta los 25 años si la persona está en condiciones de estudio y en provecho de los mismos, de lo contrario, puede ser suspendida» señaló Cossú a Nex Noticias.

La suspensión de dicho pago se hará únicamente cuando se pueda comprobar que el padre o madre presentan una enfermedad grave, se encuentran privados de su libertad o no cuentan con los recursos económicos para solventar la pensión, no obstante, la misma pasará a otros familiares como abuelos o hermanos mayores de edad.

Para el año 2023, se presentaron entre los meses de marzo y octubre un total de 30,000 denuncias por pensiones alimenticias.

Cada poco tiempo nos despertamos con la noticia de que han apuñalado a una persona en éste o en aquel país de la vieja Europa. Cada cierto tiempo se quema una iglesia. A diario nuestras calles se ven invadidas por inmigrantes ilegales que no respetan ni las leyes del decoro, defecando o masturbándose en público. No lo digo yo, busquen en las RRSS y lo comprobarán. El espacio público se ha ido cediendo, al igual que el cumplimiento de las leyes, a esos colectivos que nos amenazan con colonizar nuestros países, subvirtiendo nuestra cultura secular, nuestra religión, nuestra manera de ser. Esgrimen machetes ante la falta de argumentos. La policía teme enfrentarse a ellos porque saben que les puede caer un paquete simplemente por detenerlos.

Por: Miquel Giménez – La Gaceta de la Iberosfera

¿Cómo hemos llegado a este punto? Muy simple, porque los dirigentes europeos, singularmente los de izquierdas, han querido cerrar los ojos ante lo que hace décadas consistía el mayor problema del continente. Recuerdo algunos viajes a la Alemania de los noventa y el problema con la inmigración turca ya era un hecho gravísimo; en Francia pasaba tres cuartas partes de lo mismo con las banlieues y, de hecho, si Sarkozy ganó las elecciones fue por su coraje al atreverse a meterse en una de ellas, porque ni la policía osaba hacerlo; en Bruselas había barrios donde tampoco podías entrar y lo mismo regía para Londres, Liverpool, Hamburgo y muchas otras capitales. Al desaparecer la ley por un malentendido complejo de culpables, los políticos occidentales se inhibieron de hacer cumplir la ley y la democracia dejó de existir a partir de ese momento porque no puede haberla si se consagra la desigualdad por parte del poder. Por eso ahora el concepto democracia vale tan poco en esta Europa que agoniza ante la reacción, lenta pero válida, del europeo medio que cada vez otorga más su confianza a políticas serias en el terreno de esa invasión a la que nos vemos sometidos.

La política de casta, tradicional y cobarde, ha empezado a dar también un viraje. Pero jamás el culpable puede reparar el delito. Por eso Meloni es presidenta en Italia, Viktor Orbán lo es en Hungría, en Francia ha sido preciso que todo el establishment se conjure para que Marine Le Pen no llegase a gobernar y en Alemania AfD está subiendo como la espuma. Es ese nuevo fantasma, el del «o reaccionamos o se nos comen por los pies» que recorre Europa porque se basa no en melindres multiculturales sino en realidades crudas e inaceptables. Y será cada vez más rápido el éxito de estas formaciones patrióticas, porque la amenaza vive entre nosotros y no se corta un pelo. ¿Por qué no reacciona la izquierda? ¿Por qué no lo hace tampoco la derecha tradicional? ¿Por qué ambas coinciden en criminalizar a los partidos que plantan cara al problema? Son preguntas legítimas que mucho me temo no nos van a responder. Los responsables de acabar con esto somos nosotros con nuestros votos. Aquí. Ahora. En legítima defensa.

Hoy en día damos por hecho que el sexo siempre es algo positivo y natural, pero en ocasiones también es fuente de ansiedad y preocupación. Las relaciones íntimas siempre han sido un tema natural, considerado banal, que poco a poco se ha ido normalizando, pero sobre las que aún siguen existiendo factores que pueden presionar y atemorizar.

Por: Belen Filgueira – Infobae

Esa misma “normalización” que se ha extendido en la sociedad puede influir y ser responsable de cierta presión, directa e indirecta, especialmente entre las personas más jóvenes. De hecho, muchas personas que aún son vírgenes acostumbran a tener mucho más miedo a que se sepa que lo son que a cualquier otro aspecto relacionado con su sexualidad.

Y es esa misma presión y obligación la que puede hacer crecer miedos, bloqueos, e incluso llegar a crear una fobia. No querer encontrar el momento íntimo idóneo con la pareja, buscar excusas para evitar las relaciones u obligarse a uno mismo a “hacerlo” para no hacer sentir mal a la pareja son ejemplos de conductas que podrían acabar por desembocar en un problema de erotofobia o miedo al sexo.

“Se trata de un rechazo continuado y persistente al contacto físico o a una situación no física que está relacionada con algún aspecto de la sexualidad, como el miedo a una conversación intima, a estar a solas, a los besos o caricias o a que lo/la vean sin ropa, no solamente es el miedo a la penetración o a la falla eréctil o eyaculatoria. Este rechazo puede ir acompañado de una crisis de ansiedad con taquicardia, taquipnea (aceleración de la frecuencia respiratoria), sudoración en manos y pies y sensación de angustia”, sostuvo en diálogo en con este medio la doctora Beatriz Literat, médico sexólogo clínico y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico.

Algunas personas que sufren esta fobia eligen vivir su vida de manera asexual, es decir, sin tener relaciones sexuales, y otras tienen serias dificultades para mantener relaciones íntimas con otras personas de manera satisfactoria. Generalmente, la causa de esta fobia es el aprendizaje asociativo o condicionamiento clásico que ocurre cuando una persona experimenta un evento traumático relacionado con el sexo y la sexualidad, por ejemplo, al haber sufrido una mala experiencia sexual en el pasado o por haber sido objeto de burlas. Ahora bien, las creencias irracionales y la mala educación sexual también pueden causar que la persona desarrolle esta fobia. Algunos autores afirman que algunas personas son más propensas que otras a desarrollar este tipo de patologías debido a la genética.

Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo, afirma que “las causas de la erotofobia son múltiples: educación restrictiva, creencias religiosas, normativas culturales rígidas, experiencias traumáticas, personalidad fóbica o temerosa, sentimientos de inferioridad, ansiedad social y miedo a la crítica externa. Las causas también pueden limitarse a la creencia de padecer algún problema físico, ejemplo: síndrome del pene pequeño, o a exacerbar un problema existente, ejemplo: sobrepeso, acné, psoriasis, hirsutismo (vello corporal en las mujeres); sudoración, ginecomastia (crecimiento de las mamas en el hombre), etc”.

“Ante cualquier disfunción sexual pueden existir rasgos o indicios de una fobia que puede instalarse cuando la disfunción persiste por mucho tiempo sin poder resolverse. Es el caso de algunas anorgasmias femeninas que se presentan como rechazo al contacto genital o evitación de cualquier tipo de contacto íntimo con el pretexto de falta de deseo sexual. En los varones, es frecuente el acortamiento de la etapa de excitación o juego previo, rechazando las caricias en el cuerpo como si les disgustara, por temor a perder la erección o a eyacular prematuramente”, añadió Literat.

Obviamente el síntoma principal es la ausencia de sexo pero no queda ahí. Las personas con erotofobia sienten una ansiedad extrema frente al sexo y todas las situaciones que recuerdan al mismo. Del mismo modo presentan algunos síntomas físicos como son la boca seca, la hipersudoración, hiperventilación, angustia y tensión muscular. También malestar estomacal, dolor de cabeza y latido acelerado. En definitiva, es muy similar a un ataque de ansiedad. Sin embargo, en ocasiones, se puede padecer este miedo a las relaciones sexuales de manera inconsciente o sin darle la importancia que tiene. Por ello, los especialistas explican cómo distinguirlo a través de una lista de “síntomas” habituales.

Podemos tener fobia al sexo si:

  • Tenemos miedo a las relaciones sexuales. No tiene que ver con la pareja, sino con el hecho de intimar. Se puede estar muy enamorado de alguien y aun así tener miedo a practicar sexo.
  • Nos sentimos incómodos, intimidados o aburridos con cualquier tipo de contacto físico. En casos extremos, se puede sentir hasta repulsión a cierto tipo de contacto, y pensar en ello como sucio o peligroso para la salud.
  • Nos aburren los preliminares y sentimos rechazo al pensar en iniciar la relación íntima. Las relaciones sexuales nos pueden resultar una obligación y nos podemos sentir mal por ‘no cumplir’.
  • No tenemos pareja y lo evitamos a toda costa.

“Las personas fóbicas pueden sentir deseo sexual y ganas de superar el problema, sin embargo el miedo les impide afrontar la situación erótica. Es frecuente que los sujetos sexofóbicos suplanten las fantasías sexuales por fantasías de superación (se imaginan haciendo en un futuro lo que ahora no pueden hacer). También toman como referentes a modelos sexuales externos que se convierten en ideales: ‘Quisiera tener el cuerpo como tal persona’ o ‘Quisiera tener la labia y la audacia para ‘encarar’ como fulano’”, agregó Ghedin.

Según los expertos, se puede hablar de tres perfiles diferentes entre los casos de erotofobia según el origen del miedo o del mal aprendizaje sexual: los más emocionales, los más cognitivos y los más fisiológicos. En cualquier caso, afirman, es necesario diferenciar entre apatía o desgana -la falta de deseo sexual o la desmotivación por el sexo-, rechazo mental, y aversión o fobia, donde hablamos ya de un miedo incapacitante que impediría completamente disfrutar del sexo de forma satisfactoria.

Para Literat, “es fundamental realizar un diagnóstico correcto del cuadro fóbico. Existen fobias no sexuales que están enmascaradas por síntomas relacionados a la sexualidad y pueden ser fobias, rechazos o evitación de situaciones concomitantes con la escena sexual, sin ser estrictamente sexuales”.

Los cinco casos más comunes

Miedo al fracaso. Pueden aparecer pensamientos derivados del miedo a no alcanzar un orgasmo o erección, o a perder esta última. La preocupación lleva a la paradoja de que, cuanto más lo busco -ese orgasmo o esa erección-, menos lo encuentro.

Miedo a no estar a la altura o a decepcionar a la pareja. Tenemos muchas expectativas en la cabeza respecto a la relación sexual: cómo debería ser, cómo comportarnos… Y nos podemos acabar autoexigiendo situaciones o comportamientos que influyen en la percepción de fracaso de la relación sexual y, de esa manera, provocar que luego la evitemos.

Miedo al dolor de la penetración o a ser dañado en alguna parte sensible. O miedo a hacerle daño a la pareja.

Miedo a mostrar alguna parte del propio cuerpo.

Miedo a perder el control de uno mismo, a hacer el ridículo por falta de experiencia o a sufrir por anteriores relaciones que no fueron bien. Paradójicamente, el exceso de control nos hace caer en el descontrol o en el bloqueo de la cosa deseada, provocando así el efecto contrario.

¿Cómo evitar o superar el temor?

Para prevenir este miedo al sexo, Florencia Salort, médico ginecólogo, sexólogo y coordinadora de Extensión Universitaria del servicio de Ginecología del Instituto Universitario del Hospital Italiano, recomienda en primera instancia “reconocer que existe un problema y que este nos afecta la calidad de vida. Luego de la consciencia viene la educación sexual con rigor científico. Por último, por su puesto, hablar de nuestras creencias, nuestros mandatos, sentimientos y necesidades”.

Por su parte, Literat recomienda “tratamientos como las técnicas conductuales de desensibilización sistemática y las técnicas de avanzada, como la PNL, la terapia breve estratégica y el Brainspotting. Son tratamientos que actúan sobre el sistema nervioso central, intentando anular las respuestas automáticas que se generan por repetición del patrón defensivo que los pacientes producen”.

En todo caso, es recomendable acudir a un profesional que nos ayude y supervise la terapia. “Es necesario hacer una evaluación exhaustiva para descartar las posibles causas y orientar el diagnóstico de la fobia específica. El abordaje tiene como objetivo la superación de los miedos y restablecer así la función sexual y la estima personal. Las técnicas cognitivo conductuales y los tratamientos sexológicos ayudan al sujeto a afrontar la situación temida y frenar así la restricción que se provoca en su vida de relación. En algunos casos se requiere medicación para bajar los altos niveles de ansiedad, sobre todo cuando aparecen ataques de pánico o conductas fuertemente aversivas”, concluyó Ghedin.

¿Te sientes deprimido por tu vida sexual? Así es como puedes hacer que las cosas vuelvan a mejorar.

The New York Post

El profesor Geoff Hackett, asesor médico de la empresa de telesalud masculina Hims , compartió cinco opciones de estilo de vida que podrían estar causando la disfunción eréctil (DE), informó The Huffington Post .

La disfunción eréctil (la incapacidad de desarrollar o mantener una erección) afecta al 40% de los hombres cuando tienen 40 años y al 70% de los hombres que tienen 70 años, según la Clínica Cleveland. Más del 50% de los hombres sufrirán algún tipo de disfunción eréctil.

Esto se debe a factores como la salud y el envejecimiento, pero podría verse exacerbado por lo siguiente:

Comida grasosa

Según Hackett, comer alimentos grasos como grasas animales saturadas, grasas trans y colesterol podría impedirle estar a la altura de las circunstancias.

Una dieta rica en grasas podría provocar aterosclerosis en el corazón, que es cuando la grasa obstruye las paredes arteriales y hace que las arterias se estrechen. En el peor de los casos, esto podría provocar un ataque cardíaco y un derrame cerebral. 

En realidad, la disfunción eréctil podría ser uno de los primeros signos de la afección.

“La DE puede ser una importante señal de alerta temprana de que las arterias más pequeñas del pene están siendo afectadas y que las arterias más grandes se verán afectadas a menos que se aborden los problemas médicos. En un gran estudio realizado en Italia, dos años de intensa dieta y estilo de vida produjeron sólo una reducción moderada de la disfunción eréctil”, dijo Hackett.

Azúcar

A menos que el azúcar sea el nombre de su pareja romántica, es posible que desee abstenerse de comerlo. 

Comer una dieta llena de dulces hace que el nivel de azúcar en la sangre suba, lo que hace que el páncreas produzca insulina para bajarlo. 

«Cuanto más azúcar ingiera, con mayor frecuencia ocurrirá este ciclo y más probable será que afecte su salud sexual», dijo Hackett.

También explicó que la disfunción eréctil podría ser un síntoma de diabetes. 

«La intervención médica temprana puede ser útil», afirmó Hackett. 

Drogas y alcohol

Si bien sustancias como el alcohol reducen la inhibición, también pueden aumentar la presión arterial y el colesterol y reducir la testosterona, todo lo cual puede afectar el rendimiento sexual.

«Esto provoca disfunción eréctil, bajo deseo sexual y retraso o ausencia del orgasmo», dijo Hackett. 

Dijo que ciertos “esteroides y suplementos anabólicos” para el rendimiento deportivo y antidepresivos también podrían afectar el deseo y retrasar la eyaculación.

Fumar

Hay otra razón más para dejar de contaminar los pulmones. La nicotina de los cigarrillos es un vasoconstrictor, lo que significa que restringe el flujo sanguíneo a las arterias.

«Los pequeños vasos sanguíneos del pene son especialmente vulnerables y los fumadores tienen entre 1,5 y dos veces más riesgo de sufrir disfunción eréctil», explicó Hackett.

Dijo que los beneficios para la salud derivados del tabaquismo pueden ocurrir en cuestión de semanas, pero un aumento en el rendimiento sexual puede tardar seis meses.

Estrés

Estar estresado puede afectar las hormonas y reducir la libido, explicó Hackett. 

«El estrés se asocia con niveles elevados de adrenalina, lo que provoca dificultad para mantener una erección y también afecta la producción de hormonas sexuales, especialmente testosterona, que puede reducir la libido», dijo. 

Además de la adrenalina, la hormona del estrés cortisol también afecta la producción de testosterona.

Consejos para mejorar la vida sexual

Hackett dijo que ciertos cambios en el estilo de vida pueden marcar la diferencia en la disfunción eréctil, pero si la padece, es posible que desee hacerse un chequeo para detectar problemas de salud.

En cuanto a las formas de mejorar el tiempo bajo las sábanas, Hackett dijo que comer alimentos saludables, practicar ejercicios de respiración, incorporar la meditación o someterse a terapia sexual podría ser útil.

Sin embargo, mejorar las cosas en el dormitorio va más allá de la salud. Aquellos que buscan darle vida a las cosas pueden querer probar la masturbación mutua con una pareja romántica, según investigadores de la Universidad de Southampton en el Reino Unido. 

Una nueva investigación publicada en el International Journal of Impotence Research sugirió que las ondas de radio autoadministradas también podrían hacer que las cosas vuelvan a funcionar. 

Recientemente han surgido muchos otros tratamientos alternativos para la disfunción eréctil, como  un aerosol nasal de acción rápida o incluso  el uso de Botox .

El 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, una iniciativa promovida por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) desde el año 2010.

Día Internacional de

¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual?

La salud sexual es un aspecto esencial del bienestar general, y no debe ser ignorado ni estigmatizado. Por ello, lo que se busca con la celebración del Día Mundial de la Salud Sexual es concienciar a la población acerca de la importacia de los derechos sexuales, la diversidad sexual, así como la salud sexual y reproductiva de una manera placentera, sin discriminación o riesgos.

Asimismo, se trata de divulgar información acerca de los factores de riesgo, enfermedades de transmisión sexual y contagios, así como las precauciones pertinentes para una vida sexual saludable.

¿Qué es la Salud Sexual?

La salud sexual se define como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad. No es simplemente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad.

Para lograr y mantener una buena salud sexual, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos. Esto implica el derecho a tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia, así como el acceso a la educación y servicios de salud sexual.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como «un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia».

La sexualidad abarca aspectos como el sexo, la identidad de género, el erotismo, el placer, la reproducción y la intimidad. Se expresa en pensamientos, valores, creencias, deseos, actitudes, roles y prácticas.

La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) impulsó la creación de esta fecha en el año 2010

La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) es una organización internacional creada en el año 1978 que agrupa a organizaciones no gubernamentales, sociedades científicas y profesionales en el área de la sexualidad humana, cuyo objetivo principal es promover los derechos sexuales, fundamentados en los derechos humanos universales para una adecuada salud sexual.

Promueve la salud sexual a través de campañas, eventos y actividades educativas en diferentes regiones del mundo.

Los derechos sexuales también son derechos humanos

Los derechos sexuales son una parte fundamental de los derechos humanos, ya que garantizan el respeto a la dignidad, la libertad y la igualdad de todas las personas en relación con su sexualidad.

Esto implica el derecho a tomar decisiones libres y responsables sobre su vida sexual, incluyendo el acceso a la educación sexual, a la información y a los servicios de salud sexual y reproductiva, así como la protección contra la violencia, la discriminación y la coerción.

Reconocer que los derechos sexuales son derechos humanos es esencial para promover una sociedad más justa, inclusiva y respetuosa con la diversidad.

A continuación mencionamos los derechos sexuales contemplados en los derechos humanos:

  1. El derecho a la igualdad y a la no-discriminación.
  2. El derecho a la vida, libertad y seguridad de las personas.
  3. El derecho a la autonomía e integridad del cuerpo.
  4. El derecho a una vida libre de tortura, trato o pena crueles, inhumanos o degradantes.
  5. El derecho a una vida libre de todas las formas de violencia y de coerción.
  6. El derecho a la privacidad.
  7. El derecho al grado máximo alcanzable de salud, incluyendo la salud sexual que comprende experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y seguras.
  8. El derecho a gozar de los adelantos científicos y de los beneficios que de ellos resulten.
  9. El derecho a la información.
  10. El derecho a la educación y el derecho a la educación integral de la sexualidad.
  11. El derecho a contraer, formar o disolver el matrimonio y otras formas similares de relaciones basadas en la equidad y el pleno y libre consentimiento.
  12. El derecho a decidir tener hijos, el número y espaciamiento de los mismos, y a tener acceso a la información y los medios para lograrlo.
  13. El derecho a la libertad de pensamiento, opinión y expresión.
  14. El derecho a la libre asociación y reunión pacíficas.
  15. El derecho a participar en la vida pública y política.
  16. El derecho al acceso a la justicia y a la retribución y la indemnización.

Los partidos nacionalistas-populistas antiglobalización de derecha (AfD) y de izquierda (BSW) arrasaron en las elecciones regionales de Turingia y Sajonia el domingo, lo que refleja el descontento de los votantes con los actuales partidos de centroizquierda en el gobierno. Los resultados son un hito importante en la lucha en curso entre las élites gobernantes de Alemania y el pueblo, algo que se está desarrollando de manera similar en todo el continente.

Por: Ellen Fantini – The European Conservative

Aunque a los medios de comunicación les gustaría caracterizar estas elecciones en líneas de derecha/izquierda, o Este/Oeste, la verdad es que estas elecciones reflejan la división entre las élites y la gente común.

Como si fuera una señal, en cuanto las encuestas de salida indicaron resultados favorables para Alternativa para Alemania (AfD), los medios de comunicación de todo el mundo recurrieron a un lenguaje previsiblemente alarmista: muchos medios informaron que se trataba de la primera victoria electoral regional de la “extrema derecha” o “extrema derecha” en Alemania “desde la Segunda Guerra Mundial”. Como si leyeran los temas de debate, otros medios siguieron su ejemplo:

  • El Times afirmó que la AfD es “ampliamente considerada como el primer partido nacionalista de extrema derecha en ganar una elección regional estatal desde el régimen nazi”.
  • Le Monde : “En Allemagne, l’extrême droite remporte pour la première fois depuis l’après-guerre un scrutin régional, en Thuringe” (En Alemania, la extrema derecha gana unas elecciones regionales por primera vez desde la posguerra , en Turingia)
  • Newsweek tituló crudamente una noticia: “La AfD hace historia en las elecciones alemanas 85 años después de que los nazis iniciaran la Segunda Guerra Mundial”.

Para no ser superado, el Manual de Bruselas de Politico señaló ominosamente:

ALEMANIA SACUDIDA POR EL ASCENSO DE LA EXTREMA DERECHA EN LAS ELECCIONES ESTATALES:  Setenta y nueve años después del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, el partido antiinmigrante Alternativa para Alemania (AfD) tuvo un avance durante dos elecciones estatales celebradas durante el fin de semana en el este de Alemania.

La redactora jefe de la cadena pública alemana ZDF, Bettina Schausten, fue mucho menos sobria en su análisis postelectoral y comparó escandalosamente la victoria electoral de la AfD con el ataque de la Wehrmacht a Polonia el 1 de septiembre de 1939.

La histeria no se detuvo en los medios de comunicación. Los sospechosos habituales de la clase política también se hicieron eco. Apenas unas horas después de que se anunciaran los resultados electorales, el canciller Olaf Scholz emitió una declaración pública en la que calificó el resultado como «amargo» y llamó a los partidos de Sajonia y Turingia a forjar alianzas, sin la AfD.

“Todos los partidos democráticos están llamados a formar gobiernos estables sin extremistas de derecha”, dijo Scholz a Reuters el lunes. “Nuestro país no puede ni debe acostumbrarse a esto. La AfD está dañando a Alemania. Está debilitando la economía, dividiendo a la sociedad y arruinando la reputación de nuestro país”.

Las élites políticas alemanas ya están maniobrando y reposicionándose para evitar a toda costa una alianza con la AfD. Se trata, por supuesto, de una táctica probada y comprobada del establishment político moralmente en bancarrota: establecer un cordón sanitario alrededor de cualquier partido que los que ya están en el poder consideren inaceptable.

Según Scholz y sus secuaces, las elecciones sólo son verdaderamente democráticas y justas si las élites políticas aprueban los resultados, al diablo con los votos del pueblo. Pero eso no es democracia, es la tiranía de los poderosos, y mantiene en el poder a las mismas personas que son culpables de la economía debilitada, la sociedad dividida y la reputación empañada de Alemania.

Y con la complicidad de los grandes medios de comunicación, están retratando a la AfD y a sus votantes como una fuerza siniestra que amenaza la libertad y la democracia, como si el mero hecho de que los ciudadanos piensen por sí mismos fuera de alguna manera antidemocrático.

Cuando nuestros dirigentes políticos manifiestan un desprecio tan manifiesto por esos partidos y por las personas a las que representan, es hora de elegir nuevos líderes. Los votantes del domingo en Turingia y Sajonia hicieron precisamente eso: le dijeron a Scholz y a otros que finalmente habían tenido suficiente, suficiente de la decadencia de su país y de la clase media sensiblera .

Los votantes quieren líderes que estén dispuestos a cambiar realmente las cosas, centrándose en el crecimiento económico y poniendo fin a la delincuencia y a la inmigración descontrolada. Y esos sentimientos no sólo se encuentran en Alemania. Existe un claro apoyo popular a la derecha nacionalista-populista en toda Europa.

Los partidos tradicionales y del establishment europeo lo saben, y por eso su reacción instintiva no es la introspección sino la apresurada construcción de un cordón sanitario alrededor de ellos y los intentos de desacreditar a los votantes.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó una vez con arrogancia que los partidos soberanistas del Parlamento Europeo eran “antidemocráticos” y hablaban sólo en nombre de una minoría ignorante (una ironía para alguien del Partido Popular Europeo ). La misma retórica elitista se utilizó contra los partidarios del Brexit.

A los votantes del domingo no les importan esos insultos. Les importan más sus familias, sus hogares y sus regiones, y las consecuencias muy reales de la inmigración descontrolada para la seguridad pública.

Tal vez a Von der Leyen y Scholz les convendría escuchar a Björn Höcke, el líder de la AfD en Turingia, quien dijo a la emisora ​​ARD: “Estamos dispuestos a asumir la responsabilidad gubernamental. Somos el partido popular número uno en Turingia. Los viejos partidos deberían practicar la humildad”.

El mismo mensaje debería ser tomado en cuenta por el establishment político de la vecina Austria. El 29 de septiembre, ese país celebrará elecciones nacionales y los partidos tradicionales ya están asustados, y se prevé que el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), de tendencia nacionalista-populista, obtenga una victoria aplastante.

El Partido Popular Austríaco (ÖVP), un partido aparentemente de centroderecha pero que en realidad pertenece al centro blando, ve lo que está por venir y ha proclamado de manera poco convincente: “¡Necesitamos más centro!”. En Austria, el sentimiento público dice exactamente lo contrario, por lo que ahora ese partido se enfrenta a una derrota aplastante en las urnas. Es probable que los votantes de Austria sigan los ejemplos de Turingia y Sajonia y voten en contra de los viejos partidos. Ellos, junto con los votantes de toda Europa, finalmente están diciendo “¡Ya basta!”.

Los acontecimientos de este verano difícilmente podrían habernos mostrado con más claridad que la actitud pusilánime y autodespreciativa de Europa en la lucha contra el islamismo, tanto aquí como en el extranjero, está poniendo en peligro la democracia y la civilización occidental. Sin embargo, nuestros líderes se niegan a afrontar la verdad.

Por: Mick Hume – The European Conservative

Hasta el reciente anuncio de sus grandes conciertos de reunión, la banda de britpop de los años 90 Oasis solo aparecía en las noticias cada vez que había un ataque terrorista en el Reino Unido; más notablemente después del atentado con bomba en el Manchester Arena de 2017, en el que un terrorista suicida islámico mató a 22 personas, incluidos niños, e hirió a mil más en un concierto de Ariana Grande en la ciudad natal de la banda.

Después de los ataques terroristas, las autoridades tocan el clásico de Oasis “Don’t Look Back in Anger” a cada oportunidad, como si fuera el himno de un régimen totalitario. El mensaje al público es: estén tristes, lloren ante las cámaras, pero no muestren emociones “incorrectas”; no se enojen por la matanza de inocentes por parte de los islamistas; y si lo hacen, los perseguiremos. 

Mientras tanto, los medios de comunicación se confabulan para utilizar términos que suenan neutrales, como “incidente trágico”, para describir los ataques terroristas y relegarlos a un segundo plano en la agenda informativa lo antes posible. Hemos sido testigos de una respuesta similar a los ataques en toda Europa durante la última década.

Sin embargo, los acontecimientos recientes son un duro recordatorio de que esta actitud derrotista hacia el islamismo no hace más que empeorar las cosas y alentar nuevos ataques. Ya es hora de que empecemos a decir la verdad sobre la amenaza que pesa sobre todo lo que apreciamos y a enfadarnos por la negativa de nuestros patéticos dirigentes a hacerle frente.

Ahora sabemos que las autoridades alemanas no sólo no deportaron durante un año a un solicitante de asilo sirio rechazado, sino que además le siguieron entregando 368 euros al mes en prestaciones estatales. Issa al Hassan retribuyó la generosidad de sus anfitriones masacrando a tres personas e hiriendo a otras ocho en un «Festival de la Diversidad» en la ciudad de Solingen. 

¿Cómo reaccionó el establishment político y mediático alemán ante esta masacre? El canciller socialdemócrata Olaf Scholz se apegó primero al guión neutralizador calificando el ataque de “terrible acontecimiento”, como si hubiera sido un desastre natural. Después prometieron controlar los cuchillos, como si la hoja comprada con el dinero de los contribuyentes alemanes hubiera apuñalado de algún modo en el cuello a los asistentes al festival por sí sola, sin la ayuda del inmigrante ilegal que la portaba. 

Pero, sobre todo, los partidos del establishment expresaron su preocupación por la posibilidad de que el partido de extrema derecha Alternative fur Deutschland (AfD) “explotara” la masacre para obtener ventajas políticas en las próximas elecciones. Podríamos pensar que el problema es el asesinato terrorista de ciudadanos alemanes por parte de un inmigrante islamista que no tenía nada que hacer en Alemania. En cambio, imaginan que el verdadero peligro es que los votantes alemanes están enojados por ello.

Luego, los terroristas del ISIS emitieron una declaración en la que afirmaban que el asesino de Solingen era un “soldado del Estado Islámico”. Dijeron que el asesino de 26 años había lanzado su cobarde ataque “para vengar a los musulmanes en Palestina y en todas partes”. Sea cierta o no la afirmación de un vínculo directo con el ISIS, la declaración fue una ilustración brutal de la conexión entre la lucha contra el islamismo en Europa y la guerra más amplia contra el terrorismo islamista, centrada en la guerra de Israel contra Hamás en Gaza.

¿Cómo reaccionaron los dirigentes de la Unión Europea? Discutieron una propuesta para imponer sanciones a los ministros del gobierno israelí y condenaron a las Fuerzas de Defensa de Israel por lanzar una incursión defensiva en Cisjordania, diseñada para impedir que los terroristas islamistas de esa zona llevaran a cabo una repetición planificada de las masacres del 7 de octubre perpetradas por Hamás en Israel. Casi se podría haber imaginado que era Israel, y no el ISIS, el que acababa de reivindicar la responsabilidad del asesinato a sangre fría de civiles en las calles europeas.

Algunos de nosotros podríamos pensar que la amenaza que nos debería preocupar proviene de los islamistas genocidas que quieren destruir a Israel, la única democracia en Oriente Medio. Y, en nuestro país, de los izquierdistas occidentales, a quienes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llama con razón los “idiotas útiles” de Irán y sus aliados islamistas, y cuyo canto “del río al mar” es un código para borrar del mapa al Estado de Israel y expulsar a los judíos al Mediterráneo. 

Sin embargo, para los dirigentes de la UE, como el jefe de política exterior, Josep Borrell, parece que el problema mucho mayor es que esos molestos israelíes insistirán en luchar por su supervivencia librando una guerra contra el culto a la muerte de Hamás y Hezbolá, con el riesgo de molestar así al mundo islámico. Mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel avanzan en su guerra contra el terrorismo, la UE está dejando de apoyar a Israel en todos los frentes. Mientras tanto, en el Reino Unido, un aliado históricamente fiel de Israel, el Estado británico «Blob» ha declarado ahora de hecho la guerra a Israel, y los altos funcionarios están actuando para detener nuevas exportaciones de armas incluso antes de que el gobierno laborista haya anunciado formalmente un cambio de política.

Si te atreves a alejarte de la respuesta conformista y predecible, por supuesto, te arriesgas a ser calumniado políticamente. ¿Cuestionas el impacto de la inmigración descontrolada en la sociedad europea? Eso te convierte en un islamófobo de “extrema derecha”. ¿Sugieres que Israel tiene derecho a defenderse en una lucha a vida o muerte? Bueno, eres nada menos que un “apologista del genocidio”.

Hasta ahí han llegado las guerras de propaganda negra. Cuando la AfD denunció los asesinatos de Solingen como consecuencia de la política de inmigración de puertas abiertas de Alemania, Politico —la voz del establishment de la UE— se quejó de que “las andanadas de críticas de la extrema derecha, en medio de una falta de información sobre el agresor, recordaron los recientes disturbios en el Reino Unido que fueron avivados por afirmaciones falsas de que un presunto atacante [que asesinó a tres niñas] era un inmigrante recién llegado”. 

En Alemania, por supuesto, la AfD tenía razón: el asesino era un inmigrante musulmán ilegal e islamista; alguien que, al menos según la declaración del ISIS, mató a esos alemanes porque eran cristianos. Pero no importan cuestiones tan pequeñas como los hechos. Si uno dice que ya es suficiente, puede ser tachado de «extrema derecha» y acusado de incitar a un motín. 

Seguramente es hora de mostrar algo de enojo ante las amenazas mortales y decir la verdad sobre los islamistas y sus diversos idiotas útiles, ya sean izquierdistas que comparten el odio de Hamás hacia la civilización occidental o patéticas figuras del establishment que no están dispuestas a defender los valores de su propia civilización. 

Debemos hacerles saber que estamos decididos a defender nuestra soberanía nacional y nuestra democracia contra Bruselas y las élites pro-fronteras abiertas, y a apoyar a la democracia israelí contra todos los que se nos acerquen. Y que, sin importar los insultos de “alborotadores de extrema derecha” que nos lancen, nos negaremos a que nos chantajeen emocionalmente y calumnien políticamente para que guardemos silencio.

Se derriban estatuas, se vacían los museos de sus objetos, se difama a los héroes nacionales tachándolos de racistas y criminales. Desde las universidades hasta las escuelas primarias, desde los museos hasta los ayuntamientos, las instituciones encargadas de preservar y transmitir la memoria histórica están librando una guerra contra ella. Las élites de hoy se han vuelto decididamente contra los logros de la civilización occidental y tratan de pintar su legado como tóxico.

Spiked

En su nuevo libro, The War Against the Past: Why the West Must Fight For Its History (La guerra contra el pasado: por qué Occidente debe luchar por su historia) , Frank Furedi explora los factores clave de este giro anticivilizatorio y por qué es tan peligroso. La semana pasada regresó al programa de Brendan O’Neill para hablar de este tema y de otros temas. A continuación, se incluye un extracto editado de la conversación entre Frank y Brendan. Puede escuchar el audio completo aquí .

Brendan O’Neill: ¿Cuánto tiempo lleva la guerra contra el pasado?

Frank Furedi: Desde los años 70, se ha producido un proceso acumulativo por el que la sociedad occidental –en particular en el mundo angloamericano– se ha distanciado cada vez más de su propio pasado. Por supuesto, siempre ha existido una tendencia a criticar la historia, pero desde principios de los años 80, las élites culturales y políticas rara vez se han resistido a esos ataques.

Históricamente, el establishment podría haber defendido la importancia de preservar su legado y tomarlo en serio. Ahora, incluso las élites están cada vez más desencantadas y alejadas de la historia. Lo que tenemos es una guerra unilateral contra el pasado con muy poca resistencia.

Comenzó como un ataque bastante específico y dirigido a cuestiones como la esclavitud en Estados Unidos o cómo se comportó el Imperio Británico en el siglo XIX o principios del XX. Luego, de repente, todas las dimensiones de la experiencia occidental se volvieron tóxicas. Es casi como si los activistas estuvieran tratando de poner en cuarentena ese legado del pasado, sugiriendo que no hay ningún rasgo redentor, que esta es una historia de vergüenza. Obviamente, eso se intensificó en 2020, pero se ha hecho esperar mucho tiempo. El terreno se había preparado para eso durante la década anterior.

O’Neill: ¿Esta hostilidad hacia la historia distorsiona la verdad sobre el pasado?

Furedi: En mi libro hablo de la aparición de la amnesia histórica. Al separar a la sociedad de su pasado y hacer todo lo posible por convertir el pasado en una especie de zona prohibida, la gente está olvidando algunas experiencias muy importantes.

Aunque las cosas se escriben, la gente empieza a tener recuerdos alternativos, por ejemplo, del Holocausto. Estos pueden ser muy diferentes de los acontecimientos del Holocausto real. La versión identitaria del Holocausto es aquella en la que los judíos desempeñan un papel bastante menor y poco destacado. En cambio, hay todo tipo de grupos identitarios que sufren en un grado mucho mayor que el resto. El Holocausto se convierte entonces en un conjunto en el que diferentes grupos pueden afirmar que fueron sus principales víctimas. Vemos esto en el extraño intento de «queerizar» el Holocausto .

Aquí se está librando una lucha por la memoria histórica. Al borrar logros importantes del pasado, lo que se está haciendo es alentar a la gente a olvidar lo que realmente fue el pasado. Hay una cita famosa de Mil novecientos ochenta y cuatro de George Orwell en la que un hombre del Ministerio de la Verdad señala que, en 2050, la gente ya no recordará quién fue Shakespeare. Ya no recordará quiénes fueron todos los filósofos importantes. La gente simplemente no conocerá los escritos y los argumentos de todas esas grandes figuras del pasado.

En realidad, llevamos unos 20 o 25 años de adelanto respecto de ese cronograma. Ya nos encontramos en una situación en la que la gente ya no recuerda quién es el verdadero Aristóteles, porque nos dicen que fue el fundador de la supremacía blanca. A los niños que hoy van a la escuela se les puede decir que Churchill fue un criminal de guerra. Cuando se tiene una visión tan distorsionada de uno de los mayores íconos de la historia británica del siglo XX, no se puede recordar mucho de dónde se viene.

Frank Furedi

O’Neill: ¿Qué pasa con la política cuando nos alejamos del pasado?

Furedi: En estas circunstancias, la política se queda sin recursos. Se convierte en una empresa totalmente tecnocrática y orientada a los procedimientos. Se establecen normas para todo, pero no se ofrece a la gente ninguna opción sustancial. Desde luego, no se les ofrecen ideales que puedan inspirarlos, en particular a las generaciones más jóvenes. Nos estamos acercando a una situación en la que la política se aplana hasta el punto de que deja de tener cualquier tipo de significado.

Las elecciones se convierten entonces en una especie de ritual. Se trata de conseguir votos, más que de un auténtico choque de opiniones. El único antídoto contra esto es recuperar de algún modo la comprensión de la importancia de conectar con lo que nos precedió. Una de las maneras en que podemos hacerlo es tratando de promover un enfoque más soberanista y de construcción de naciones. Porque en el momento en que se habla de nación, soberanía y democracia, invariablemente hay que hacer referencias al origen de esos ideales. No se puede tener un sentido de nación en abstracto. Debe construirse sobre algo que la precedió.

Mediante la promoción de este tipo de ideales y los símbolos que los acompañan, se puede empezar a contrarrestar de forma más eficaz la tendencia actual. Creo que es una posibilidad realista. Muchos jóvenes que se sienten perdidos responderían positivamente si se les expusiera lo extraordinario que ha sido el viaje de la civilización humana. Hay mucho por lo que luchar.

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