Surgen sospechas de “fraude trans” después de que docenas de funcionarios varones en una pequeña comunidad cambiaran su identidad de género, al parecer, únicamente para obtener beneficios asignados a las mujeres. La oleada de aprobaciones de cambios de género se produce tras la entrada en vigor de la Ley Trans, que suavizaba la normativa en torno a los cambios de identidad legal.
Reduxx
Tan sólo en la pequeña ciudad autónoma de Ceuta, 37 funcionarios varones han cambiado su sexo registral. La gran mayoría de ellos son miembros del Ejército, la Policía Nacional, la Guardia Civil o la Policía Local de la ciudad, y estas nuevas “mujeres” curiosamente han optado por conservar sus nombres masculinos y continuar su vida “como hombres”.
Uno de esos hombres ha salido a presumir de su éxito, afirmando que cambió su género legal tras la implantación de la Ley Trans en España en marzo de 2023.
Roberto Perdigones, un cabo del Ejército de Tierra, de 35 años, cambió su sexo legal a “femenino” después de declarar que se identificaba como “bigénero intersexual”. Él lo explica así: “Externamente, soy un hombre hetero e internamente una mujer lesbiana”.
Perdigones dice que descubrió que cambiar su sexo registral le traería beneficios tras leer una actualización del temario de las oposiciones a Policía Nacional con una lista de las “posibles” identidades de género que uno puede tener.
“Yo, por fuera, me siento hombre heterosexual, pero por dentro soy una mujer lesbiana, lo cual prevalece. De ahí que realizase el cambio legal a mujer”, dice. “Como lo puedo hacer, lo hago”, admitió Perdigones a El Español.
“Antes estaba jodido por cumplir la ley. Ahora, sigo cumpliendo con la ley, pero, tras encontrar mi situación de género, he salido favorecido. Y si alguien me critica, puede estar cometiendo un delito de transfobia”, se jactó.
Perdigones presentó la documentación para solicitar un cambio de sexo legal justo un mes después de que entrara en vigor la Ley Trans. La nueva ley estipula que no son necesarios cambios médicos o físicos para solicitar un cambio de género o de nombre, y amplió enormemente las protecciones de la “identidad de género”. Perdigones sólo tuvo que ratificar que quería el cambio, y se convirtió oficialmente en “mujer” en agosto de 2023.
A partir de ese momento, comenzó a disfrutar de los beneficios: el día que consiguió su nuevo DNI, se presentó en el cuartel con pendientes, pelo largo y barba, ahora capaz de ignorar las normas de vestimenta sin repercusiones.
Pero los beneficios no se limitan a cuestiones estéticas, ya que Perdigones ahora también tiene derecho a una pensión de madre, ya que es una “mujer” con un hijo.
“Por cambiarme de sexo, según me he ido informando, la jubilación me ha subido. Porque las mujeres cobran más en la pensión de jubilación para compensar la desigualdad. Además, cobro un 15% más al tener un hijo”, presumió.
“Incluso tengo una habitación privada en el cuartel, para mí solo, con baño privado. Porque no puedo estar con los hombres al ser mujer, y yo no consideraba adecuado estar con las mujeres biológicas por respeto hacia ellas. El cuarto para mí solo lo he tenido desde el cambio de sexo”.
Perdigones también tiene la intención de seguir ascendiendo en el ejército y se acogerá a las llamadas “medidas de acción positiva” pensadas para incrementar la presencia femenina en los mandos de las Fuerzas Armadas. Como Perdigones se acerca a la edad obligatoria de jubilación para los soldados temporales, conseguir una plaza fija sería beneficioso para él. Perdigones piensa presentarse como “mujer”, ya que las pruebas físicas son menos exigentes y porque, según él, “hay plazas en las que sí buscan un mínimo de presencia femenina”.
Perdigones también planea usar la ley para obtener la custodia de su hijo adolescente, a quien no ha visto desde que tenía 3 años.
“Tengo un hijo de 16 años, de una antigua relación. Como padre, llevaba desde que el niño tiene tres años sin verlo”, dice. “Pero ahora ya no soy padre, ahora soy madre no gestante. Esto hace que pueda luchar en igualdad de condiciones con respecto a su madre biológica. Estoy en el proceso de buscar un abogado para recuperar lo que he perdido”.
Perdigones vive en Ceuta, que es una ciudad autónoma española en la costa norte de África. Consta de 18.5 km² y tiene una población de apenas 85.000 habitantes, 4.500 de los cuales son miembros de las Fuerzas de Seguridad y del ejército, un porcentaje muy superior al del resto del país. Desde la entrada en vigor de la Ley Trans de España en marzo de 2023, Ceuta en particular ha visto un aumento en las solicitudes de hombres empleados por la policía o el ejército que buscan un cambio de sexo legal.
En otras partes de España, los jueces pueden denegar el cambio de sexo registral cuando concluyen que el solicitante está actuando con “ánimo espurio”. Pero no en Ceuta, donde la máxima autoridad legal en el Registro Civil es un letrado de la Administración de Justicia, puesto que ostenta además de manera temporal. Si decidiese rechazar los cambios de sexo, podrían imputarle un delito de prevaricación. Muchos creen que la combinación de una población masculina militar numerosa y las escasas o nulas repercusiones por solicitar un cambio de género, aunque sólo sea para obtener beneficios laborales, han hecho que el fenómeno haya explotado en la pequeña región.
Tan sólo en 2023, 5.139 personas han solicitado el cambio de sexo registral en España. De ellas, el 61,49% de los solicitantes eran hombres. Estas cifras cuadruplican los datos del 2022, cuando los Registros Civiles contabilizaron en total 1.306 cambios, que fueron a su vez 205 más que en 2021. Los últimos datos han dado lugar a que algunos transactivistas expresen su preocupación por el “fraude trans”, a pesar de que estas mismas preocupaciones fueron desestimadas cuando las expresaron las defensoras de los derechos de las mujeres antes de que se aprobara la ley.
En particular, las mujeres expresaron su preocupación por la posibilidad de que los maltratadores utilicen la ley para ocultar su identidad o acceder a sus víctimas a través del sistema judicial. Si un padre maltratador cambia su sexo registral a “femenino”, a ojos del tribunal sería considerado tan “madre” del menor como la madre biológica y tendría más argumentos para reclamar la custodia o para mejorar el régimen de visitas.
Carola López Moya, defensora de menores con discapacidad, señaló este problema en las redes sociales al comentar el caso de Perdigones.
“Dice que ahora como “mujer” va a intentar recuperar a su hijo al que no ve desde los 3 años. Menos mal que el chico tiene ya 16 años, pero me consta que esta ley se va a usar para facilitar la violencia vicaria contra las mujeres.”, dijo, “agradeciendo” sarcásticamente al presidente del Gobierno de España, bajo cuyo mandato entró en vigor la Ley Trans.
En el último año, se han producido varios casos muy sonados de hombres que buscan cambios de sexo registral para obtener los beneficios legales de ser “mujer” o disminuir sus sanciones penales.
Como ya informó Reduxx, un hombre en Cataluña que maltrataba a su pareja (artículo en español) pudo evitar cargos de violencia de género tras cambiar sus documentos legales. Una vez que la policía se enteró de que legalmente era una “mujer”, no pudieron acusarlo de ese delito específico determinado por el sexo ni instituir protecciones especiales para su pareja mujer.
Un caso similar ocurrió en Ceuta, donde un agente de policía cambió su género legal para evitar cargos similares por golpear a su esposa, pero el hombre fue condenado a prisión antes de que su plan pudiera materializarse.
También se han producido varios incidentes en los que reclusos varones han declarado una identidad transgénero para ser trasladados a prisiones de mujeres o para solicitar la reducción de sus penas tras cometer delitos atroces (artículo en español).
