Por Benjamin Tripier
La inestabilidad política y económica en Venezuela se traduce en una crisis humana profunda, donde la población lucha día a día por sobrevivir en un contexto de pobreza extrema, servicios colapsados y desesperanza.
Sin embargo, la resiliencia de los venezolanos y eventos recientes que desafían al régimen abren una ventana de oportunidad para el cambio. La clave está en una planificación estratégica que ponga a la gente en el centro, reconstruya la confianza y siente las bases para un futuro más estable y equitativo.
Venezuela atraviesa un momento crítico, donde la inestabilidad política y económica define la vida diaria de sus ciudadanos. Este análisis se centra en el impacto humano de la crisis, priorizando la dimensión social y el sentir de la población, sin perder de vista los factores económicos y políticos que la sustentan.
La información integrada, basada en fuentes recientes, refleja un país al borde del colapso institucional, con una población agotada pero todavía resiliente, enfrentando un futuro incierto.
El chavismo, percibido como un gobierno de facto sin legitimidad ni legalidad, se aferra al poder en medio de divisiones internas y una creciente pérdida de apoyo popular y militar.
Eventos como el «arrebatón» de la presidencia tras el 28 de julio de 2024 y la reciente extracción de cinco opositores y la madre de María Corina Machado desde la Embajada de Argentina en mayo de 2025 han intensificado la polarización.
Esta operación, descrita como una maniobra «quirúrgica» por la oposición, expuso vulnerabilidades en el aparato de seguridad chavista, mientras el régimen intenta presentarla como una negociación.
La represión ha escalado, con más de mil presos políticos y una justicia instrumentalizada que fomenta la impunidad y la desconfianza. La repetición de procesos electorales sin garantías y la fragmentación opositora alimentan la apatía y la desilusión, dejando un sentimiento generalizado de impotencia.
La economía venezolana enfrenta un escenario devastador. La devaluación del bolívar ha sido extrema, con picos que superarán 2000% para mayo del 2025; y la inflación subsecuente que amenaza con acompañarla.
La indexación del gasto público agrava la inestabilidad cambiaria y dificulta el control inflacionario. Las sanciones petroleras, endurecidas por la no renovación “definitiva” de la licencia de Chevron anticipan una caída drástica en la producción petrolera, posiblemente a 500 mil barriles diarios o menos.
Y lo pongo entre comillas, porque con esto de los lobbys en acción, ya no se sabe si consiguen algo más. Difícil, pero posible. Porque los tres “cubanos locos” no solo tienen razón en lo de los “barriles de sangre” sino que tienen poder propio en los temas que apuntan a la pronta salida de Maduro.
Esto reduce los ingresos del Estado, limita el acceso a combustible y afecta el sistema eléctrico, entre otros. La escasez de financiamiento interno, la recesión y la informalidad del empleo (que supera 80%) restringen la actividad económica.
Más de 88% de la población vive en pobreza multidimensional, con 50% en pobreza extrema, y 80% de los hogares no cubre la canasta básica. La dolarización transaccional beneficia a una minoría, mientras la mayoría subsiste en precariedad.
La vida diaria en Venezuela es una lucha constante por la supervivencia. La población enfrenta carencias básicas:
- economía y alimentos: los bajos ingresos, calificados como “malos” o “pésimos” por la mayoría, no alcanzan para cubrir necesidades esenciales. La inflación y la devaluación encarecen los alimentos, y la desnutrición crónica persiste;
- servicios básicos: la electricidad, el agua, el gas y el internet son intermitentes o inexistentes, considerados un lujo;
- salud: el sistema de salud pública está colapsado, con escasez de medicamentos y atención médica;
- seguridad: la delincuencia y la falta de protección ciudadana son preocupaciones constantes; y
- educación: el deterioro del sistema educativo limita las oportunidades de los jóvenes.
Hoy en el hogar todos deben aportar para cubrir gastos, reflejando el esfuerzo colectivo por sobrevivir, aunque 60% de los emprendimientos generan menos de 300 dólares al mes. Adultos mayores, familias con niños y jóvenes en zonas rurales o barrios populares son los más afectados.
El componente socio-emocional es alarmante: la desesperanza, el enfado, la frustración y la tristeza dominan, y la resiliencia social está al límite. La política, aunque relevante, queda relegada frente a la urgencia de comer, tener luz o sentirse seguro.
El panorama inmediato es sombrío. La intensificación de las sanciones y la inestabilidad interna agravarán la crisis económica, aumentando la pobreza y la migración hacia países vecinos.
Sin embargo, eventos como la extracción de opositores sugieren que el régimen no es invulnerable, abriendo escenarios para un cambio. La transición requiere planificación estratégica, con énfasis en la recuperación petrolera (vía privatización), la reducción del aparato estatal, la reinstitucionalización y la atracción de inversión extranjera.
La primera etapa (1-2 años) será crítica, exigiendo acuerdos de gobernabilidad que incluyan al chavismo disminuido y un cambio mental para superar el pasado y construir un futuro viable.
Sí quiero incorporar, poco a poco flashes de futuro, por una parte, porque lo siento cierto, y por la otra para que los que están preparando las políticas públicas del futuro, las tomen en cuenta:
- la situación exige planificadores con capacidad predictiva y agilidad para operar en un entorno hostil, con reglas de juego variables, en el peor ciclo recesivo e inflacionario de la historia del país;
- se destaca la necesidad de analizar el entorno y cómo es percibido, ya que condiciona la planificación estratégica y definir la identidad del país… No olvidar que las redes sociales y la digitalización influyen en la reputación;
- la transición de un país pobre a uno rico implica conciencia del presente, refuerzo de fortalezas, y corrección de debilidades; porque son internas, presentes y dependen enteramente de nosotros, mientras que las oportunidades y amenazas son externas, futuras y no dependen de nosotros. Son cuatro dimensiones que deben trabajarse en forma independiente y con perfiles profesionales diferentes;
- manejar la estrategia implica transformar cinco dimensiones: social, política, económica, gobierno-Estado (internas) y el entorno internacional (externa). Es imposible ser rico de forma aislada, el gobierno debe crear las condiciones para armonizar estos elementos;
- existe un concepto de «día después» o «día cero» como el momento de cambio de sentido; el fin de un modelo y el inicio de otro con una perspectiva de gestión diferente;
- se proponen etapas para esta transición, como una «etapa de control de daños para evitar o administrar el colapso» que duraría de uno a dos años, conviviendo con la inercia del pasado y tratando de administrar la gobernabilidad … Esta etapa requerirá acuerdos de gobernabilidad que deberían incluir al chavismo, aunque disminuido, para re-institucionalizar el país. La recuperación de la industria petrolera es vista como fundamental. En la CERAWeek 2025, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia participaron y se planteó la necesidad de la privatización para recuperar la industria, dado que no se tienen los recursos ni el tiempo para otra solución;
- se discute la necesidad de preparar expositores venezolanos con un perfil más técnico para eventos como CERAWeek para mostrar el potencial real del país, independientemente de la parte política;
- otros aspectos clave para la transición incluyen: achicar sustancialmente el aparato estatal, trasladar/compartir/privatizar actividades de perfil privado, institucionalizar el sistema de justicia, recuperar el recurso humano necesario (propio o importado), realizar un road show internacional para presentar oportunidades de inversión, integrar una legislación transicional de emergencia, dar prioridad a las relaciones con países vecinos (EE UU, Colombia, Brasil. Argentina y Guyana) como el primer anillo de poder e influencia, y operar bajo un nuevo contexto de seguridad y defensa;
- la corrupción debe ser enfrentada con pasos decisivos, aunque no desaparezca de inmediato;
- la planificación debe ser a largo plazo (30-50 años), pero con horizontes más cortos (ej. siete años divididos en etapas de 2-3 años) para ajustar supuestos…. La primera etapa (1-2 años) es crítica, tiene más variables para anticipar y está más influenciada por la inercia del pasado;
- es crucial el cambio mental, pensar fuera de la caja y deslastrarse de sentimientos negativos, mirando el mañana y no el pasado. También es clave compartir un mensaje de resiliencia a la población, anticipando que las cosas pueden empeorar al principio antes de mejorar; y
- la comunicación juega un papel fundamental, incluyendo el desarrollo de «salas situacionales» para analizar eventos, prevenir problemas, identificar «puntos ciegos» y generar ventajas predictivas. Estas salas deben integrar información de diversas fuentes, incluyendo mapas de actores/poder/influencia, análisis de redes, búsquedas en Google, encuestas, noticias e información privilegiada. Deben hacerse mediciones periódicas del humor social y necesidades para guiar la gestión.
No debemos dejarnos engañar por “cantos de sirenas” porque seguramente, si los seguimos, la pasaremos mal. Hay una sola realidad que debe ser compartida por todos y cada uno de los venezolanos en un momento crítico en el cual, si los empresarios comenzaran a tomar distancia y a llamar a las cosas por su nombre, este gobierno se hubiera terminado ya desde hace tiempo…. Claro que, con algunos costos personales, equivalentes a los que se “chupan” todos los días los cuerpos de seguridad.
Porque en esa dirección, uno se pregunta asombrado, cómo y con qué sentido de la ética, gente que uno conoce que tiene una familia, amigos y parientes, puede negociar con, por ejemplo, Delcy Rodríguez, mirándola a la cara, sabiendo que las mismas palabras que usa para darles ventajas preferenciales, son las que usa para ordenar capturas, tortura y muerte.
Y eso no tiene justificación ni muestra ningún tipo de explicación para los buenos. Porque ya, en este momento, seguir justificando el acompañamiento “para el bien general, de los accionistas o del personal”, no se sostiene… todos los días se llevan a alguien nuevo.
Y claro… pese a ser gente educada, caen en mirar para otro lado, porque todavía no fueron por ellos (Noel Álvarez, expresidente de Fedecámaras, ¿alguien lo mencionó en todos los actos empresariales de estos días?), pero indefectiblemente, también irán por ellos… y nadie los defenderá… entrarán en la oscuridad y nadie sabrá de ellos. Porque para que se los lleven no hace falta que hayan cometido algún acto deshonroso como los mencionados pero los tratarán igual o peor.
Pareciera que la dirigencia del empresariado no termina de entender que, para el chavismo, son solo “compañeros de ruta” que en cualquier momento los dejan tirados en la cuneta (“echados al pajón”, decía Caldera) … y los recogerá el Dgcim o peor Hezbolá. Cuídense, y cuiden a sus familias…
Recomendaciones
- Para el chavismo gobernante de facto: priorizar la liberación de presos políticos, reducir la represión y dejar de lado la percepción de ilegitimidad que los caracteriza, y anula cualquier posición seria de acercamiento. Los tienen catalogados como maulas y embaucadores poco serios. Esto podría aliviar tensiones internas y externas, facilitando negociaciones para buscar una transición pacífica, mitigar sanciones y estabilizar la economía.
- Para la dirigencia opositora (María Corina Machado): articular un mensaje claro de resiliencia y esperanza, acompañado de un plan concreto de transición que priorice la atención a las necesidades básicas (alimentos, salud, servicios). Fortalecer la comunicación con la población y aliados internacionales para consolidar el apoyo popular y presionar por el cambio político que estamos a punto de conseguir.
- Para los dirigentes empresariales que negocian con el chavismo: diversificar estrategias de supervivencia, invirtiendo en proyectos sociales que apoyen a las comunidades más vulnerables (como programas de alimentación o salud). Esto no solo mejora la reputación empresarial, sino que fortalece la cohesión social y reduce la dependencia de un régimen inestable. Por el camino que van, los seguirán por el barranco. Y ya no hay ni excusas y explicaciones para mantenerse a su lado. Si te mantienes, es que están con ellos… No hay otra.