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Es lo que es

DBuford

Por David Morán Bohórquez

La conciencia ambiental ha crecido desde los Baby Boomers hasta la Generación Z, y las empresas tecnológicas son ahora protagonistas. Lo socialmente aceptable será que la tecnología regenere ecosistemas, un estándar que la Generación Alpha podría imponer.

Las generaciones tienen nombres que resuenan como títulos de una saga: Baby Boomers, Generación X, Millennials, Generación Z. Estos términos, acuñados por sociólogos, demógrafos y hasta publicistas, buscan encapsular las experiencias, valores y contextos históricos de grupos nacidos en ciertas décadas. Pero, ¿son estas clasificaciones un reflejo fiel de la realidad o solo una herramienta simplista para entendernos?

Baby Boomers, Generación X, Millennials, Generación Z: cada una lleva un nombre que evoca una identidad, un momento histórico. Pero más allá de sus etiquetas, me interesa explorar cómo ha cambiado entre ellas la conciencia sobre proteger el medio ambiente. ¿Es esta una preocupación que crece con el tiempo o un reflejo de las circunstancias que cada generación enfrentó? A continuación, miro sus características y reflexiono sobre cómo han abordado —o ignorado— la relación con el medio ambiente

Las generaciones y las megatendencias ambientales

Las generaciones han moldeado nuestra relación con el medio ambiente, desde los Baby Boomers hasta la Generación Z, a través de leyes, movimientos y actitudes cambiantes. Hoy, dos megatendencias definen el panorama energético: la electrificación de la demanda energética, que crece exponencialmente, y la descarbonización de la matriz energética, que busca eliminar los combustibles fósiles. Las empresas tecnológicas son protagonistas clave en tendencias, mientras la rendición de cuentas ESG (ambiental, social y de gobernanza) redefine lo socialmente aceptable. Exploremos cómo estas fuerzas se entrelazan con el pasado, el presente y el futuro del cuidado ambiental.

Baby Boomers: Los hijos del auge (1946-1964)

Los Baby Boomers sentaron bases regulatorias con leyes como la NEPA (1970) y la creación de la EPA en EE.UU., mientras movimientos como el Día de la Tierra marcaban un despertar ecológico. Empresas tecnológicas como IBM impulsaban la revolución informática, pero sin foco en sostenibilidad. La electrificación era incipiente, limitada a hogares y fábricas, y la matriz energética dependía del carbón y el petróleo. Lo socialmente aceptable era el progreso económico sin cuestionar el impacto ambiental. Su legado es contradictorio: avances tecnológicos, pero poca descarbonización.

  • Edad en 2025: 61-79 años.
  • Tamaño estimado: En su pico (décadas de 1970-1980), representaban una gran parte de la población mundial debido al boom de natalidad post-Segunda Guerra Mundial, especialmente en EE.UU., Europa y América Latina. Hoy, con una población global de 8,200 millones y considerando que la esperanza de vida promedio es 73.3 años (OMS, 2020), ajustada al crecimiento, podrían ser entre 700 y 900 millones vivos en 2025. Esto se basa en que representan el 8-11% de la población global, según distribuciones demográficas históricas (Pew Research ajustado a ONU).

Generación X: Los olvidados (1965-1980)

La Generación X vio leyes como la Ley de Agua Limpia (1972) y el auge de Greenpeace. Empresas como Microsoft nacieron, enfocándose en software más que en energía limpia. La electrificación crecía lentamente en hogares y oficinas, pero la matriz seguía anclada en combustibles fósiles. La conciencia ambiental emerge, aunque no era prioritaria. Fueron testigos de un mundo en transición, sin liderar ni la electrificación ni la descarbonización, pero preparando el terreno para ambas.

  • Edad en 2025: 45-60 años.
  • Tamaño estimado: Esta generación es más pequeña que los Boomers debido a la desaceleración de la natalidad en muchos países. Representan aproximadamente el 15-18% de la población mundial (basado en UN World Population Prospects y tasas de natalidad de 1965-1980). Esto daría entre 1,200 y 1,500 millones de personas vivas hoy.

Millennials: Los transformadores digitales (1981-1996)

Los Millennials aceleraron ambas megatendencias. La electrificación de la demanda se disparó con la adopción masiva de dispositivos electrónicos y la Ley de Reducción de la Inflación (2022) impulsó energías limpias. La descarbonización avanzó con movimientos como Fridays for Future. Empresas como Tesla (movilidad eléctrica), Google (IA para eficiencia energética) y Enel (renovables y redes inteligentes) lideran el cambio. Lo socialmente aceptable incluye consumir energía sostenible y rechazar lo no ético. Para ellos, la tecnología debe electrificar y descarbonizar simultáneamente.

  • Edad en 2025: 29-44 años.
  • Tamaño estimado: Son una de las generaciones más grandes debido al crecimiento poblacional en Asia, África y América Latina durante esos años. Se estima que son el 23-25% de la población mundial (Pew Research y ONU), lo que equivale a 1,900-2,050 millones de personas.

Generación Z: Los nativos digitales (1997-2012)

La Generación Z intensifica estas tendencias. La electrificación abarca transporte (vehículos eléctricos), calefacción y más, mientras la descarbonización se acelera con normas de la EPA sobre emisiones y movimientos como Extinction Rebellion. Empresas como Apple (neutralidad de carbono para 2030), Vestas (líder en turbinas eólicas) y Ørsted (transición de fósiles a renovables) son ejemplos clave. La ESG es obligatoria: lo aceptable es que toda empresa tecnológica reduzca su huella y electrifique la vida diaria. Ellos exigen un mundo donde la matriz energética sea limpia y accesible.

  • Edad en 2025: 13-28 años.
  • Tamaño estimado: Con un crecimiento poblacional aún alto en regiones como África y Asia, representan el 24-26% de la población (ajustado a UN Population Division). Esto equivale a 2,000-2,100 millones de personas.

Generación Alpha: El futuro en construcción (2013-presente)

La Generación Alpha heredará un mundo hiperconectado. La electrificación será total, desde hogares inteligentes hasta transporte masivo, y la descarbonización podría lograr matrices 100% renovables. Empresas como SpaceX (innovación tecnológica) o Siemens (soluciones de redes verdes) podrían liderar. Lo socialmente aceptable será un planeta regenerado por la tecnología, con ESG como estándar mínimo.

  • Edad en 2025: 0-12 años.
  • Tamaño estimado: Nacidos en un período de tasas de fertilidad declinantes (2.09 hijos por mujer en 2024, ONU), pero con una base poblacional grande, podrían ser el 16-18% de la población mundial en 2025, o sea, 1,300-1,500 millones. Esto incluye los nacidos hasta febrero de 2025 (unos 12 años de nacimientos a 135-140 millones por año).

Población mundial actual

A febrero de 2025, la población mundial se estima en unos 8,200 millones de personas, según proyecciones del World Population Prospects 2024 de la ONU, que indicó 8 mil millones en noviembre de 2022 y un crecimiento anual de aproximadamente 0.8-1% (unos 70-80 millones por año).

Las nuevas generaciones y lo previsible para el futuro

Millennials y Generación Z ya ocupan roles de poder. En lo empresarial, dirigen compañías tecnológicas sostenibles; en lo político, impulsan leyes verdes; en lo social, normalizan el rechazo al «greenwashing». Para el futuro, es previsible que la Generación Alpha eleve el estándar: la tecnología podría integrarse con la naturaleza (piensa en ciudades inteligentes con cero emisiones), y la ESG evolucionará hacia métricas más estrictas, quizás obligando a las empresas a compensar todo daño ambiental pasado. Lo socialmente aceptable podría ser un mundo donde la tecnología no solo mitigue, sino regenere el planeta.

Los estudios sobre los cambios de percepciones en las generaciones

Existen varios estudios que exploran cómo las diferentes generaciones perciben y se relacionan con los temas ambientales, especialmente el cambio climático y la sostenibilidad.

Por ejemplo, se sabe que las generaciones más jóvenes, como la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) y los millennials (nacidos entre 1981 y 1996), tienden a mostrar una mayor preocupación por el medio ambiente en comparación con generaciones mayores como los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) o la Generación X (nacidos entre 1965 y 1980). Un estudio destacado es la Encuesta Global 2024 a Millennials y Generación Z en España, que reveló que estas generaciones están más dispuestas a reducir su impacto ambiental y exigen acciones más contundentes de gobiernos y empresas frente al cambio climático. Aproximadamente el 60% de los millennials y el 58% de la Generación Z estarían dispuestos a pagar más por productos ecológicos, lo que refleja un cambio en las prioridades de consumo.

Por otro lado, generaciones mayores como los baby boomers muestran una conciencia creciente, pero su compromiso suele ser menor en términos de cambios de hábitos. Un dato interesante del estudio de GlobalWebindex indica que cerca del 46% de los baby boomers estarían dispuestos a pagar más por productos sostenibles, lo que sugiere que, aunque no lideran el movimiento, están empezando a alinearse con estas ideas, quizá motivados por el legado que dejarán a sus nietos.

En América Latina, el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (COP UVM) realizó una encuesta en 2022 que mostró que el 89% de los mexicanos cree que las generaciones futuras no tendrán recursos naturales suficientes para vivir, una percepción que cruza generaciones pero que es más marcada entre los jóvenes de 18 a 34 años, quienes también se sienten más responsables por la contaminación ambiental (78-79% en ese rango de edad).

Otro ejemplo relevante es el Global Shapers Survey del Foro Económico Mundial, que desde hace años ha identificado que los millennials consideran el cambio climático como uno de los problemas más graves a nivel global (48.8% en una edición reciente), seguido por conflictos sociales y desigualdad. Esto contrasta con generaciones mayores, donde la preocupación ambiental existe, pero a menudo se priorizan cuestiones económicas o de estabilidad inmediata.

Las nuevas generaciones en Venezuela

En Venezuela, el pensamiento de las nuevas generaciones respecto a la sostenibilidad ambiental está influenciado por una mezcla de factores históricos, educativos, sociales y económicos, aunque los estudios específicos sobre este tema no son tan abundantes ni centralizados como en otros países. Sin embargo, hay evidencia de un creciente interés y conciencia entre los jóvenes, particularmente en contextos urbanos y a través de iniciativas locales, que reflejan cómo estas generaciones están abordando la sostenibilidad ambiental.

Históricamente, Venezuela ha tenido una relación ambivalente con el medio ambiente, marcada por su dependencia del petróleo y, más recientemente, por proyectos como el Arco Minero del Orinoco, que han generado críticas por su impacto ecológico. A pesar de esto, las nuevas generaciones, como la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) y los millennials (nacidos entre 1981 y 1996), muestran signos de un cambio de mentalidad. Por ejemplo, organizaciones como Tierra Viva han impulsado proyectos como «Generación Sustentable», que buscan aumentar la participación y el liderazgo juvenil en temas de desarrollo sostenible en comunidades urbanas, rurales e indígenas. Este tipo de iniciativas sugiere que los jóvenes están interesados en asumir un rol activo en la protección ambiental, aunque enfrentan desafíos como la falta de recursos y la inestabilidad política.

Desde el ámbito educativo, la Constitución de 1999 (Artículo 107) estableció la educación ambiental como obligatoria, lo que ha sentado una base teórica para fomentar la conciencia ecológica. Sin embargo, estudios y análisis, como los disponibles en plataformas académicas o los informes del Observatorio de Ecología Política de Venezuela, señalan que esta implementación ha sido inconsistente, especialmente en las últimas décadas debido a la crisis económica y social. A pesar de ello, los jóvenes han encontrado formas de informarse y organizarse fuera del sistema formal, a menudo a través de redes sociales y movimientos comunitarios. Por ejemplo, en X se han visto menciones de proyectos que involucran a la juventud en temas de sostenibilidad, lo que indica un interés emergente, aunque no siempre respaldado por datos cuantitativos amplios.

En términos de actitudes, las nuevas generaciones en Venezuela parecen compartir algunas características con sus pares globales: mayor conciencia sobre el cambio climático y disposición a adoptar hábitos más responsables, como el reciclaje o el uso eficiente de recursos. Sin embargo, esta conciencia se ve limitada por las condiciones del país. La crisis económica ha llevado a que muchas personas, incluidos los jóvenes, prioricen la supervivencia diaria sobre acciones sostenibles a largo plazo. Aun así, en encuestas internacionales como el Global Shapers Survey del Foro Económico Mundial, donde se incluyen muestras de América Latina, los millennials y la Generación Z consistentemente destacan el cambio climático como una prioridad, y es probable que los jóvenes venezolanos no sean una excepción, aunque su capacidad de acción esté restringida.

Un aspecto interesante es cómo el pensamiento ambiental de estas generaciones se cruza con la identidad cultural y las realidades locales. En comunidades indígenas, por ejemplo, los jóvenes suelen combinar conocimientos tradicionales con ideas modernas de sostenibilidad, mientras que en áreas urbanas, como Caracas, hay un enfoque más práctico hacia problemas inmediatos como la gestión de residuos o la contaminación del río Guaire. Esto refleja una diversidad en el pensamiento ambiental que no siempre se captura en estudios amplios, pero que es visible en proyectos grassroots y en la narrativa de ONG locales.

Un comentario aparte: Trump y el ambiente, un eco del pasado

Cuando Donald Trump, a sus 78 años, asumió su segundo mandato en enero de 2025, sus primeras acciones ambientales resonaron como un eco de una era pasada. Su decisión de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París por segunda vez, junto con un discurso que prioriza la extracción de combustibles fósiles sobre la sostenibilidad, no sorprendió a quienes recuerdan su primer término (2017-2021). Sin embargo, este «eco del pasado» no es solo una repetición; es un desafío directo a un mundo que, en 2025, genera 31,000 TWh de electricidad y consume 27,000 TWh (IEA, 2025), con generaciones como Millennials (1,900-2,050 millones) y Z (2,000-2,100 millones) exigiendo un futuro descarbonizado.

Un legado de los Baby Boomers

Trump, nacido en 1946, encarna la mentalidad de los Baby Boomers (700-900 millones vivos hoy), una generación que vio la electricidad global crecer de 6,000 TWh en 1971 a 11,000 TWh en 1990 (Enerdata). En su primer mandato, desmanteló más de 100 regulaciones ambientales, desde el Clean Power Plan hasta la protección de especies en peligro (NYT, 2021), abriendo tierras públicas como el Arctic National Wildlife Refuge al petróleo. En 2025, su orden ejecutiva inicial —»drill baby drill»— y la declaración de una «emergencia energética» que debilita la Ley de Especies en Peligro (PBS, 2025) reflejan esa visión: el planeta como recurso, no como responsabilidad. Es un eco de los 70, cuando el crecimiento económico justificaba la explotación sin límites.

Por cierto, la expresión «drill, baby, drill» ha sido utilizada por políticos republicanos en Estados Unidos para promover la expansión de la producción nacional de petróleo y gas. Originalmente acuñada por Michael Steele durante la Convención Nacional Republicana de 2008, la frase ganó popularidad como un llamado a reducir la dependencia energética del extranjero mediante el aumento de la extracción doméstica de combustibles fósiles.

En su campaña presidencial de 2024, Donald Trump retomó este lema, prometiendo incrementar la producción de petróleo y gas en Estados Unidos para reducir los costos energéticos y fortalecer la economía nacional. Sin embargo, la implementación de esta política enfrenta desafíos significativos. A pesar de los esfuerzos por incentivar la extracción, las empresas energéticas han mostrado reticencia a aumentar la producción debido a la caída de los precios del petróleo y a las presiones del mercado para priorizar retornos a los accionistas sobre la expansión de operaciones.

El contraste generacional

Mientras Trump mira al pasado, Millennials y Generación Z —casi la mitad de los 8,200 millones de humanos (ONU, 2024)— empujan hacia adelante. En 2025, el 35% de la electricidad mundial es renovable (IEA), impulsada por su presión por electrificación (consumo subiendo al 4% anual) y descarbonización. Empresas como Tesla, Vestas y Ørsted lideran esta transición, mientras Trump insiste en fósiles que aún dominan el 55% de la matriz global. Su negacionismo climático —»el aire está más limpio que nunca», afirmó en 2025— choca con una juventud que ve el cambio climático como una emergencia palpable, no como una «estafa».

Reflexión final: Un mundo en transformación

La electrificación y la descarbonización son megatendencias imparables, impulsadas por generaciones jóvenes y empresas tecnológicas. Trump representa un retroceso, pero el futuro pertenece a quienes integran sostenibilidad y progreso. En mi opinión, el éxito dependerá de que estas empresas no solo sigan las tendencias, sino que las amplifiquen, convirtiendo la tecnología en el motor de un planeta habitable.

La conciencia ambiental ha crecido desde los Baby Boomers hasta la Generación Z, y las empresas tecnológicas son ahora protagonistas. La rendición de cuentas ESG marca un antes y un después: lo que hoy es aceptable —transparencia, innovación sostenible— será insuficiente mañana si no evoluciona con las nuevas generaciones. El futuro pertenece a quienes usan la tecnología para sanar el planeta. Lo socialmente aceptable será que la tecnología regenere ecosistemas, un estándar que la Generación Alpha podría imponer.


David Morán Bohórquez es ingeniero industrial (UCAB) y miembro de la Comisión de Energía de la Academia de Ingeniería y Hábitat de Venezuela

X: @morandavid

A pesar de ser una las regiones que menos contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, América Latina es, según las Naciones Unidas, la segunda más vulnerables a los desastres naturales a nivel mundial, en gran parte debido a su ubicación geográfica.

En los últimos años, los efectos del cambio climático se han hecho cada vez más evidentes en la región, especialmente en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales.

De acuerdo con datos recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la región registró un total de 323 desastres naturales entre 2020 y 2024, lo que representa un aumento del 23% comparado con las cifras de entre 2015 y 2019.

Sin embargo, los tipos de desastres varían según la región. En México, Centroamérica y el Caribe, los huracanes, tormentas tropicales e inundaciones son los fenómenos más recurrentes, mientras que en países sudamericanos como Argentina, Brasil y Colombia, los incendios forestales, deslizamientos de tierra e inundaciones son los que predominan.

Vía La Nación

La mano derecha de María Corina Machado habló con LA NACION sobre las rutinas del grupo dentro de la residencia diplomática, donde están refugiados hace casi un año y donde hace más de tres meses están sin luz; un reclamo a Brasil y el caso Nahuel Gallo

Sus días dentro de la embajada argentina en Caracas comienzan muy temprano en la madrugada, porque ese es el momento en el que la residencia queda completamente a oscuras y vulnerable ante las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro. Por eso, a la luz de las velas- porque ya van casi 100 días sin servicio eléctrico– vigilan los rincones de la sede diplomática. Durante el día comen enlatados, arroz y fideos, porque tampoco pueden refrigerar otros alimentos. El agua les llega a cuentagotas cada aproximadamente 15 días, mientras observan desde las ventanas a los camiones cisterna que provisionan a las embajadas aledañas de Rusia y Corea. Para no perder la cordura ante el constante asedio -que desde hace 344 días incluye gritos, amenazas, hombres encapuchados armados-, los cinco opositores tienen momentos grupales de reflexión y análisis. Y es en los pocos momentos de conexión con el exterior cuando intentan ser escuchados por un cuerpo diplomático que lleva casi un año sin darles respuestas ni salvoconductos.

Siguen allí adentro Pedro Urruchurtu, coordinador internacional de Vente Venezuela; el exdiputado Omar González; el coordinador electoral Humberto VillalobosClaudia Macero, al frente de la comunicación de Vente Venezuela. También está Magallí Meda, jefa de campaña de la oposición y mano derecha de María Corina Machado, quien cree que la represión del régimen llegó incluso a la esfera diplomática. “Los tienen acosados, amedrentados, aterrados. Nadie quiere hablar de este tema. Pero no pueden seguir jugando a la democracia cuando estás tratando con un régimen criminal”, dijo LA NACION en una entrevista por Zoom.

A una situación que se agrava a diario, en la que todos los asilados han sufrido accidentes graves dentro de la sede, se sumó el miércoles un golpe anímico: el fallecimiento de Fernando Martínez Mottola, el único de los seis dirigentes refugiados originalmente que abandonó la embajada, en diciembre pasado. Ante el abandono diplomático, Meda teme que la próxima tragedia ocurra puertas adentro.

-¿Cómo es actualmente la situación dentro de la embajada?

-La situación aquí adentro cada vez es más compleja. Este proceso ya tiene más de 344 días. Vamos a cumplir un año en pocos días, llevamos 11 meses y medio, y lo único que ha pasado es que se ha ido poniendo cada vez más complicado. Tenemos 96 días sin servicio eléctrico desde que se llevaron los fusibles. Hemos tenido cuatro asedios. El último terminó con que se llevaron los fusibles y dejaron esta casa a oscuras. Hace ya nueve días que se nos dañó la planta [generador eléctrico] que teníamos para mantener refrigerados los alimentos y para poder tener luz en la noche a algunas horas. Además, en esta zona no llega el agua y casi todas las casas tienen que estar pidiendo. Particularmente, en esta casa no llega nada. Tú ves que van constantemente camiones cisternas a la embajada rusa, a la casa apropiada de al lado, a la embajada de Corea. A nosotros no nos permiten la cisterna sino una vez cada 12 o 15 días, cuando les da la gana, y solamente por tres minutos. Viene cargada con 10.000 litros y no nos bajan ni 2000 litros de agua. El agua de la piscina por supuesto está absolutamente estancada, podrida y eso lo usamos para además bajar las pocetas [inodoro]. Por supuesto, el hedor en toda la casa, por mucho que limpiamos, es muy fuerte.

-Sin poder refrigerar los alimentos, ¿Qué comen?

-Pedimos bolsas de hielo y mantenemos refrigerado un poco de lo que queda, porque mucho se dañó y lo botamos. Entonces, hacemos sándwiches, arroz, mucha pasta, latas de atún, cosas de untar. Hemos aprendido a manejar esto de manera de que no nos afecte, porque cada vez se ha complicado mucho más y toca resistir, ¿no? Hasta que esta pesadilla termine.

-¿Cómo hacen para comunicarse con el exterior?

-Estamos cargando los celulares gracias a que al principio a Omar [González, exdiputado] su esposa le mandó un ventilador chino, muy básico, pero resulta que trae como un pequeño panel solar y puedes conectar distintos modelos de celular. Nos turnamos y cargamos los aparatos con ese ventilador. Esa es la situación y es verdaderamente dantesco lo que ha sido el atropello a la diplomacia, el espacio diplomático, el concepto que está establecido en la Convención de Caracas del ´54 que establece la protección de los asilados.

-¿Les permiten que alguien pueda llevarles medicinas o alimentos?

-Ha sido completamente arbitrario. Hace varios meses nosotros podíamos pedir a los mercados, pero cada vez se ha vuelto más difícil. No solamente deciden cuándo una cosa entra, ya que una mañana permiten y a la otra no. Rodeando la residencia hay tres alcabalas [puestos policiales] en las que detienen a los motorizados que nos traen cosas, los amedrentan y amenazan con que los van a meter presos. Es un reto de valentía de cualquiera delivery venir para acá. Tienen miedo. La palabra asedio pareciera que ya no tuviese fuerza. Me parece que casi que está más claro hablar de un bullying criminal diplomático y judicial. Aquí no le permiten la entrada a ningún diplomático, por esa puerta no pasa nadie, ni trabajadores de la propia embajada. La última vez que entraron literalmente fue para decir adiós, porque estaban aterrados, y a los dos días se llevaron secuestrado a uno de ellos y todavía ni siquiera pudo tener contacto con su familia.

-¿Cómo es su día a día?

-Aquí tenemos como un horario que nos permite custodiar y vigilar los alrededores, porque cuando tú vives en este nivel criminal, tienes que estar muy pendiente de todos los frentes de la casa. Omar [González] se levanta en la madrugada, a partir de las 3.30, con mucho cuidado, con una vela. Él baja, prepara un café, se sienta afuera, observa todos los alrededores, se queda a ver si por casualidad está entrando un hilo de agua. Inmediatamente llego yo, que soy la que me levanto de segunda ya que me paro mucho de madrugada y hago rondas por la casa. Es un desvelo de sueño constante porque estás en una situación de incomodidad total sin luz, sin agua, sin alimentos refrigerados. Al bajar, nos preparamos un café y comienza esa rutina de la mañana de análisis. Leemos las noticias, vemos lo que está pasando. Después llega Humberto [Villalobos], que hace su rutina de revisión, es una persona muy operativa, chequea que las cosas más o menos funcionen bien, igual Claudia [Macero] haciéndole seguimiento a su monitoreo completo. Pedro [Urruchurtu] lleva un proceso de mucha introspección y mucha lectura. Cada quien tiene su espacio personal, pero a la vez tenemos unos espacios juntos. Cocinamos juntos, la mayoría de las veces cocina Humberto porque le gusta, y hacemos toda la limpieza de la casa juntos o caminamos en la tarde y después nos sentamos para un proceso de introspección y de evaluación. Y vamos muy temprano a la cama, no a dormir, sino a pensar. La casa está a partir de las 18.40 completamente negra, sobre una montaña, un bloque negro en el que no pasa nada.

-¿Siguen teniendo la posibilidad de comunicarse con sus familias?

-Muy limitado. Yo trato en la medida de lo posible de hablar por lo menos cada dos, tres días con uno de ellos. Tenemos que escoger que para qué usamos las comunicaciones. Obviamente, además, todo aquí está totalmente custodiado, los teléfonos están intervenidos. Es verdaderamente un estado criminal en su completa operación de control ciudadano y eso aplica incluso para un espacio protegido diplomático en territorio venezolano.

-El miércoles falleció su compañero Fernando Martínez Mottola. ¿Cómo recibieron esta noticia?

-Fue muy doloroso. Supimos de lo que le estaba pasando desde el sábado porque le dio un dolor fuerte en el pecho y después tuvo un sangramiento en el cerebro producto de una medicina. Es muy lamentable porque al final del día todo esto es muy injusto. Nosotros somos inocentes. El régimen decidió desaparecer a la oposición política y nos culpa de una cantidad de cosas que no hemos hecho. Convivimos durante muchos meses con Fernando. Era una persona con una rutina super organizada, de ejercicios tres veces al día, de lectura, de comunicación con su familia. Todo esto se empezó a complicar y esto afectó muchísimo, porque al final terminas sin contacto con tu esposa, con tus hijos. Él hizo su proceso de conversación y buscó una salida para quedarse en Venezuela. Consiguió un mecanismo para salir y estando afuera, como yo digo, aquí el que está preso adentro está preso afuera también porque es una situación terrible que afecta a todos los venezolanos y eres parte además de un constante proceso de amenazas. Es muy triste ver que el desenlace de Fernando haya sido su vida, cuando su único delito fue querer una democracia y buscar unas elecciones limpias. Fue un deseo que le costó al final del día este desenlace terrible porque hay mucha presión, mucha angustia. Esto es agotador. Nos preocupa todos los días que no vaya a pasar una tragedia.

-¿Han tenido complicaciones?

Aquí todos han tenido accidentes. Fernando una noche se reventó la cabeza, tocó ayudarlo y curarlo. Omar también, se desvaneció completamente. Humberto tuvo una caída en una de las noches oscuras y llegaron los paramédicos del régimen después de 20 horas para coserlo con más de 20 puntos. Yo rodé por las escaleras una noche y me di durísimo en la columna, pasé una semana casi que no me podía ni sentar. Pedro se cortó la mano con con un cuchillo. Son accidentes que pasan a cualquiera, pero tú estás aquí encerrado desde diciembre sin ningún tipo de acompañamiento del cuerpo diplomático, sin ningún tipo de acompañamiento de los empleados que tenían años trabajando para esta embajada. Es terrible, todo está mal. Aquí puede terminar pasando una tragedia y al final del día, ¿de quién es responsabilidad? Si bien tienes un régimen represor que destruye a la gente emocionalmente y físicamente también hay una corresponsabilidad de los órganos internacionales y de los países que hacen vida en Venezuela y tienen su representación diplomática acá que están permitiendo que esto pase frente a ellos, igual que la iglesia.

-¿Alguno de ustedes contempló entregarse?

-Nosotros nos queremos ir todos los días, pero bajo un mecanismo de protección, no entregarnos al régimen. Lo hemos hecho saber a todos los órganos internacionales que nosotros estamos listos desde el día que entramos, que solicitamos el asilo, y que pedimos la salida a través de los salvoconductos. Queremos salir y conseguir una solución. Sin embargo, no la hemos conseguido.

-¿Tiene contacto con representantes de la Argentina?

-Claro, por supuesto que sí, constantemente. Y con el gobierno de Brasil también, constantemente. Brasil está a cargo de la de la protección de la sede y de la protección de los asilados. Quien debe tramitar el salvoconducto para nuestra salida acá le corresponde al presidente Lula [da Silva] y a Itamaraty [sede de la Cancillería brasileña] hacer la gestión para que eso suceda. A la Argentina le agradezco y reconozco el hecho de habernos recibido y protegido aquí en esta embajada. Si eso no hubiese sido el caso, la historia sería muy distinta. Y nosotros hemos dicho muchas veces que agradecemos que Brasil haya asumido la protección de la embajada, pero sí creemos que ha hecho falta mucha más rapidez en la solución de este conflicto. Porque al final resolver poner una planta -que están en ese proceso- no resuelve el problema de fondo, que es terminar de cerrar este capítulo de amenaza, de amedrentamiento, intimidación. Todas las líneas rojas se cruzaron hace mucho rato en esta embajada.

-¿Y qué respuesta le dan?

-Que todo está en proceso, que están tratando, que no avanzan. Yo creo que es una responsabilidad de la diplomacia universal, es un deber. ¿Para qué está en Venezuela una misión diplomática? Obviamente, protección de sus ciudadanos que viven en el país e intereses financieros. Pero también está el respeto al derecho que te asiste en el marco de la protección diplomática. Eso se borró ya. Nosotros hemos hecho cartas pidiéndole al cuerpo diplomático que nos asista, a la iglesia.

-¿Vieron personal diplomático presentarse en las inmediaciones de la embajada?

-No, para nada, cero. Solamente vimos a una camioneta de Suiza cuando Fernando se fue. Del resto, nada. Y ese es el reclamo que yo tengo. La excusa que te dicen es: ´estamos esperando autorización del superior´. Es aberrante, porque es como ver en tu propia cara cómo puedes llevar los límites hasta un punto de bullying diplomático Aquí tienen que decidir con quién te estás entendiendo, ¿con el canciller o con un criminal? Porque si te estás entendiendo con el canciller, entonces hay mecanismos de entendimiento de una democracia. Pero cuando tú lo que recibes a cambio son mentiras, niegan lo que está pasando, amenazan con que no se acerquen porque los expulsan del país, entonces te estás entendiendo con un criminal. Entonces, nuestro problema es que nadie quiere hablar del tema. Y es porque les da miedo. ¿Qué hacemos? ¿Cómo solucionamos este problema? No pueden seguir jugando a la democracia cuando estás tratando con un criminal.

-¿Ese es su mensaje para Brasil y la Argentina?

-Para Brasil, Argentina, Suiza, Italia, Alemania, Ecuador, para todos los países. Ni siquiera para la Argentina porque honestamente yo creo que cumplió su misión de atendernos y recibirnos, y además fueron expulsados. Brasil tiene que hacer más bajo este parámetro. Está protegiendo esto desde el primero de agosto del año pasado. Insisto, te estás entendiendo con una cancillería que es un criminal que te dice “ese tema no se toca”. Hay que quitarle la capa a la cosa y empezar a entender de qué estamos hablando.

-Donald Trump dijo que va a revocar las licencias petroleras en Venezuela. ¿Crees que esto podría ser parte de una futura solución?

-Es muy pronto para para entenderlo. Yo espero que todo esto sea en el marco de la restitución del estado de derecho. Aquí se ganaron unas elecciones el 28 de julio y precisamente tenemos que dejar de ver esto como si estuviésemos hablando de un presidente que no quiere reconocer el triunfo. Esto es un estado criminal. Tenemos más de 1100 presos inocentes, violaciones del estado de derecho y lo único que los venezolanos estamos pidiendo es que se respete la soberanía nacional. Por eso, todas las medidas que vayan en línea para parar este proceso de persecución, de represión, de operación criminal, hay que usarlas.

-¿Qué más cree que se puede hacer?

-La embajada es muy importante. Tenemos que entender que ya se solucionó el tema político el 28 de julio. Y como el régimen decidió no entregar el poder porque quedaron expuestos, se fue frontalmente a un proceso de represión. Eso es lo que tenemos que parar. ¿Cómo? Hablando, buscando soluciones. Y si no las consigues entonces te tienes que ir a unas medidas más radicales. Y no solamente los venezolanos, el mundo entero. El régimen ni siquiera pudo mostrar un acta y todo lo hicieron con la mentira. Me tratan de criminal, de terrorista, inventaron que Fernando era una criminal y después que cuando lo sacaron era una víctima. Es bullying criminal, judicial, en la calle cuando te paran y te detienen. ¿Cómo se puede vivir en un país así? Todo lo que sirva para detener este estado brutal de represión y de falacia, hay que usarlo.

-Entre los detenidos también está el gendarme argentino Nahuel Gallo. ¿Cree que su detención pudo haber sido una represalia del régimen a que la Argentina les brindó asilo?

-Hay muchas nacionalidades y eso es un mecanismo para quebrar a los países. Es un mecanismo de toma de rehenes para después negociar lo que ellos quieren. En el caso de la Argentina, es para montar toda una narrativa de unas acusaciones terribles sobre la base de la nada. Al final del día estamos hablando de gente inocente por todos lados, simplemente porque les da la gana. Es un mecanismo de generar terror y eso es lo que hay que parar. Y si las medidas que está tomando los Estados Unidos van en la línea de detener el flujo de dinero para parar ese sistema de represión, hay que hacerlo todo, absolutamente todo. Porque no puedes ver para otro lado cuando no se trata de ti, porque te van a llegar igual. Hay que conseguir una solución a esta situación pronto, además, o sea, porque bueno, porque hay que evitar que pase otra tragedia.

Hay movimiento en la olla de presión interna en VenezuelaLa gran mayoría de los venezolanos se manifestó el 28J y siente que su voto fue desaparecido.  La situación económica está empeorando, asimismo los servicios públicos. La emigración es una válvula de escape que se cierra. Existe un liderazgo político de oposición reconocido y operando.  Hay quiebres dentro del régimen. Definitivamente, son indicadores de una ola de presión mayor en marcha. Además, ahora Estados Unidos ya se manifestó.

En todo caso, aprovecho para resumir lo que pienso de la situación geopolítica venezolana para el corto y mediano plazo:

  • Economía – En los últimos días he tenido la oportunidad de escuchar a algunos de los economistas venezolanos más serios y respetados.  Sus proyecciones para año 2025 son para un año peor que el 2024, incluso considerando que no haya alteraciones en la situación petrolera. Los dólares disponibles son menores al año anterior, así que continuará la devaluación, se ampliará la brecha con el dólar paralelo y aumentará la inflación. Incluso, ya se está repitiendo el fenómeno de comprar alimentos en mayor cantidad y almacenar. En conclusión, será una situación mucho más compleja para el grueso de la población.   
  • Régimen – Sin posibilidades de mejora económica, la herramienta principal que tienen disponible es el control y la represión. Esa situación también irá creando más condiciones para la expansión del quiebre interno, el cual está en marcha y en crecimiento desde hace un par de años. Como siempre, buscarán elementos distractores: elecciones, cambios constitucionales o algún conflicto menor con un vecino.
  • Elecciones – El 28J ya probó, que solo existirán elecciones con resultados predeterminados por el régimen. Ahora, todos los partidos y líderes de oposición están inhabilitados para participar en las elecciones.  De manera que aquellos que se presenten como oposición, son los seleccionados por el régimen y recibirán los cargos que el régimen decida asignarles. En la encuesta más reciente de Meganálisis, la calificación más relevante que los encuestados le asignan a Capriles y Rosales es la de traidor. Todo esto llevará a muy poca participación y a unos resultados no legitimados.
  • Oposición – Tal como le he manifestado en múltiples ocasiones, el cambio político se logrará en Venezuela, buscando promover y aprovechar las divisiones dentro del régimen.  El equipo María Corina-Edmundo continuará realizando su excepcional trabajo político interno y externo. Crecerá el número de políticos presos y exiliados.
  • Migración – Las crecientes limitaciones legales y económicas a la inmigración en Estados Unidos y los países latinoamericanos del pacífico limitarán la emigración de los venezolanos. Ello implica, que habrá mayor número de personas descontentas en la población.
  • Estados Unidos a lo interno – En el segundo período de Trump hay una fuerte concentración en el cierre de las fronteras a la inmigración, la expulsión de inmigrantes ilegales y en buscar como disminuir el tamaño del estado.
  • Estados Unidos en el ámbito internacional – En el segundo período de Trump también se está concretando un cambio geopolítico mayor en la política internacional de Estados Unidos. Estados Unidos se enfoca en China como su rival y se orienta al desarrollo alianzas locales, de las cuales necesitará bastantes en el sureste de Asia. Estados Unidos dejará de ser el garante de la seguridad de Europa, así que está tendrá que aumentar su inversión militar y crear mecanismos de trabajo militar conjunto entre los países de ese continente.    
  • Estados Unidos y Venezuela –
    • Desde la perspectiva interna (los MAGA), Estados Unidos negoció con el régimen venezolano la devolución de inmigrantes venezolanos ilegales y la liberación de presos políticos estadounidenses. De estos últimos salieron 6 y se estima que hay 6-8 más.
    • También hay un importante grupo dentro del ejecutivo y legislativo estadounidense, entre ellos el secretario de Estado, que desean aplicar presión para apoyar un cambio político en Venezuela. Con el revuelo creado con Gaza, Ucrania y Europa, además de las presiones del aumento de los aranceles, Venezuela no ha estado en un puesto alto entre las prioridades de Estados Unidos. Sin embargo, el 26/2/25 llegó el momento que se actuó con respecto a Venezuela y se puso fin al programa de licencias petroleras.
    • Posiblemente, Trump fue convencido que se podía conseguir una victoria temprana en Venezuela. También el 26/2/25, el hijo de Trump entrevistó a María Corina.  Es muy posible que ahora se abra un espacio de negociación Estados Unidos-Venezuela y allí es difícil predecir el resultado.
    • Se hablaba mucho del interés estadounidense en el petróleo venezolano. Se exportan desde Venezuela hacia Estados Unidos 300.000 barriles, con poca capacidad de crecimiento, y ello es una cifra insignificante para ese país y totalmente sustituible. Por ello, el petróleo no es un elemento determinante en decisiones futuras de Estados Unidos con Venezuela, pero si lo es para Venezuela.

Por Fernando García Ramírez en Letras Libres

El panorama opositor en México carece de propuestas novedosas o atractivas. Los partidos deben abrirse con urgencia a buscar nuevos liderazgos fuera del trajín político.

Durante muchos años la oposición en México fue testimonial. El fin de Acción Nacional no era conquistar el poder sino continuar una “brega de eternidad”. En 1976 la oposición tocó fondo: el candidato priísta José López Portillo fue candidato único a la presidencia. 

Fue necesario mucho esfuerzo, mucho coraje, para construir una oposición que enfrentara al gobierno, que lo obligara a sentarse a negociar una transición pacífica a la democracia. 

En 1968 la juventud tomó las calles y le exigió al gobierno el cumplimiento de algunas demandas razonables y este le respondió con un baño de sangre. Como consecuencia de la represión, centenares de jóvenes tomaron las armas y el gobierno organizó contra ellos una cruenta guerra sucia. Torturaban a los muchachos, los desaparecían, desde avionetas los arrojaban al mar. Sabiendo que el sistema político no podía continuar por ese laberinto sin salida, Jesús Reyes Heroles propuso en 1977 una reforma política de avanzada, semejante a la apertura democrática que en esos mismos años se estaba construyendo en España. Fidel Velázquez se reunió con Reyes Heroles y le hizo saber que esa reforma era inviable. “A balazos llegamos al poder y solo con balazos nos van a sacar de él”, le dijo el poderoso líder obrero al secretario reformista. El resultado fue una tibia reforma política que, sin embargo, tuvo la virtud de abrir el Congreso a la oposición. 

A mediados de los ochenta el PRI operó en Chihuahua un “fraude patriótico”: no era posible que la oposición gobernara un estado limítrofe con Estados Unidos porque abriría la puerta a la tentación de buscar la anexión al país vecino. Esa fue la lógica de Manuel Bartlett, secretario de Gobernación entonces y hoy destacado prócer de la izquierda morenista. Un grupo de intelectuales atendió el llamado de los panistas chihuahuenses y decidieron denunciar públicamente la elección fraudulenta. Un año antes, en 1985, el terrible terremoto en la Ciudad de México hizo surgir, ante la impotencia del gobierno, a la sociedad civil organizada. De este modo, intelectuales, sindicatos democráticos nutriendo a los partidos de izquierda, empresarios norteños incorporados a las filas de Acción Nacional, una incipiente sociedad civil y, last but not least, una fracción disidente de priistas encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, convergieron en las elecciones de 1988 para derrotar a Carlos Salinas de Gortari, candidato del PRI. El gobierno no aceptó la derrota, se “cayó el sistema” y se robaron la elección. 

La oposición siguió en los noventa empujando en todos los frentes, pero sobre todo concentró sus fuerzas en la creación, consensuada con los elementos progresistas del PRI, de un organismo independiente del gobierno dedicado a la organización de las elecciones con la plena participación de la ciudadanía. 

Faltaba un líder. Cuauhtémoc Cárdenas tenía fuerza moral pero era un mal candidato. Impulsados por el ejemplo de Manuel Clouthier, muchos empresarios se incorporaron a finales de los ochenta y principios de los noventa al PAN para conquistar el poder. Un empresario, guanajuatense y conservador, ex director de Coca Cola, encabezó a la oposición panista con la firme convicción de “sacar al PRI de Los Pinos”. Fox se convirtió en el primer presidente surgido de la oposición. Un gran candidato y un presidente mediocre. La oposición panista ya instalada en el poder se durmió en sus laureles. Ni el PAN ni el PRD, ni mucho menos el PRI como oposición, formaron nuevos cuadros. No se abrieron a la sociedad para incorporar nuevas voces. Los partidos se convirtieron en clubes cerrados, en un negocio que no quisieron compartir con nadie. Surgió el término “partidocracia” para designar esta clase de autismo político: partidos endogámicos, encerrados en sí mismos, alejados de la ciudadanía.

Fue forjándose, durante los periodos de Calderón y Peña Nieto, una grave crisis de representatividad. Los ciudadanos no se reconocían en los partidos existentes. Las prioridades de sus dirigentes no eran las de la gente de a pie. El populismo surgió precisamente de ahí, de esa falta de reconocimiento con los partidos existentes. PAN, PRI y PRD le abrieron la puerta a un movimiento encabezado por un líder carismático que hizo de su rechazo a los partidos establecidos (el llamado “Prian”) su principal bandera. 

El populismo autoritario llegó al poder impulsado por millones de mexicanos desencantados de la democracia. Buscaban, y lo encontraron en López Obrador, un presidente firme al que no le importara el respeto a las leyes y las instituciones. Desde el principio de su administración, López Obrador impulsó una escuela de cuadros al frente de la cual designó al ideólogo y caricaturista Rafael Barajas. El adoctrinamiento no se restringió a ese espacio. Millones de jóvenes han recibido de sus maestros (del SNTE y CNTE, aliados del partido oficial) una educación cargada de ideología. De ahí, a no dudarlo, surgirán nuevos liderazgos. En las concentraciones de Morena, más allá de los tradicionales acarreados, se advierte una multitud de jóvenes militantes. En cambio, en las tres multitudinarias manifestaciones de la sociedad civil opositora la juventud era escasa, lo que predominaba eran personas mayores de 40 años.   

El PRD desapareció, el PRI está deshecho y al PAN lo encabeza una dirigencia que es una continuación de la anterior, que hundió al partido en dos elecciones sucesivas. No se ve que de ahí vaya a salir un nuevo liderazgo. El INE acaba de autorizar a 58 agrupaciones políticas para continuar los dificilísimos trámites para constituirse en nuevos partidos. No es posible saber cuántos sobrevivirán el proceso. Quizá de ahí surjan nuevas voces, aunque las presencias más visibles de las nuevas agrupaciones son políticos reciclados, como Guadalupe Acosta Naranjo, o impresentables, como Eduardo Verástegui. No hay un movimiento juvenil que pueda funcionar como semillero de jóvenes políticos. Hay quienes se entusiasman con el joven Luis Donaldo Colosio, pero su liga con MC (un partido que ha servido de comodín a Morena) y su cercanía con el gobernador Samuel García no son buenas señales.

El panorama opositor luce sombrío. Los partidos languidecen, no hay movimientos juveniles ni escuelas de cuadros, no hay voces nuevas en el tablero político. No hay propuestas novedosas ni atractivas. La oposición está reducida a un papel reactivo. Pareciera que carecen de imaginación para proponer un camino diferente. Las ideas brillan por su ausencia. No se vislumbra en el horizonte, ni de lejos, una figura como la extraordinaria política venezolana María Corina Machado: valiente, inteligente, creativa, audaz, buena oradora que inspira a la gente a la acción. 

Existe en México un sector de la población preocupado por el rumbo que está tomando el país con la tácita desaparición de los poderes que hacían contrapeso al Poder Ejecutivo y de los organismos autónomos, preocupado por la completa colonización partidista del poder judicial. Dentro de ese sector abundan las mujeres y los hombres preparados que no saben cómo participar para frenar el acelerado deterioro nacional. No hay dentro de los partidos canales que los acojan. Las ONG han sufrido los embates gubernamentales bajo la modalidad del retiro de fondos. Estas organizaciones constituyen atractivos acervos de prospectos políticos, como también las universidades y el periodismo. De ahí debe surgir una nueva generación de líderes que se oponga al autoritarismo que avanza. No abogo por la aparición de un liderazgo providencial que lo resuelva todo sino por diversos líderes en áreas específicas que encausen el malestar ciudadano. 

Cada día que pasa, el gobierno avanza en su destrucción institucional, la corrupción se ha impuesto como forma de gobierno, el ejército no deja de ocupar espacios civiles. Los partidos deben abrirse con urgencia a la ciudadanía, deben buscar nuevos liderazgos en lugares ajenos al trajín político. Necesitamos, antes de que sea demasiado tarde, grandes dosis de esfuerzo, creatividad y coraje para rescatar este país que se hunde en el fango autoritario. Necesitamos una María Corina Machado para México. La cita es ahora. No hay tiempo que perder. ~

Vía Univision

Un juez federal había ordenado al gobierno descongelar antes de la medianoche de este miércoles cerca de $2,000 millones en concepto de ayuda exterior que Trump bloqueó al inicio de su mandato.

La Corte Suprema de Estados Unidos pausó este miércoles la orden judicial para que el gobierno de Donald Trump libere cerca de $2,000 millones en concepto de ayuda exterior que el presidente bloqueó al inicio de su mandato.

El juez de distrito estadounidense Amir H. Ali le había dado esta semana menos de dos días para hacerlo, antes de la medianoche de este miércoles, al considerar que la administración no había dado señales de cumplir con las órdenes de su tribunal de hace casi dos semanas para descongelar dichos recursos.

Pero este miércoles, horas antes de que se cumpliera el plazo, abogados del gobierno solicitaron a la Corte Suprema que interviniera de urgencia en el caso.

Finalmente, el presidente de la corte, John Roberts, emitió una breve orden en la que dejó la descongelación de fondos en suspenso hasta que el tribunal tenga la oportunidad de analizar el caso más a fondo y pronunciarse. Pidió a los demandantes que respondan antes del mediodía del viernes, y será entonces cuando la Corte Suprema decidirá los próximos pasos.

Victoria temporal para Trump sobre el bloqueo de ayuda estadounidense en el exterior

El magistrado Ali había respondido previamente a la demanda presentada por organizaciones sin fines de lucro sobre el corte de la asistencia en el extranjero a través de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Departamento de Estado.

El 13 de febrero, el mismo juez había ordenado al gobierno que, al menos temporalmente, retomara el flujo de fondos, incluso para cumplir con sus proyectos de ley.

A pesar de la orden, el personal de USAID y las organizaciones afectadas aseguraron que no sabían de ningún pago que se hubiera recibido desde entonces.

Los grupos sin fines de lucro y empresas que reciben dinero federal para trabajar en el extranjero que presentaron la demanda alegaron que este congelamiento de ayuda exterior viola la ley federal y que ha obligado a cortar el financiamiento incluso de los programas más urgentes que salvan vidas en otros países.

El corte a los fondos se produjo tras una orden ejecutiva firmada por Trump el mismo día en que asumió su cargo, y que estaba dirigida a lo que describió como programas que derrochan dinero y que no corresponden con sus objetivos de política exterior.

Entonces anunció lo que sería una revisión de 90 días, programa por programa de asistencia exterior, para determinar cuáles merecían continuar. Sin embargo, en la práctica, cortó todos los fondos de asistencia exterior casi de la noche a la mañana.

La congelación de fondos ha detenido miles de programas financiados por Washington en el extranjero, mientras que el gobierno y los miembros del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) liderado por el millonario Elon Musk para recortar el gasto federal han sacado del trabajo a la mayoría del personal de USAID mediante licencias forzadas y despidos.

El gobierno cifra sus recortes previstos para USAID y la cooperación exterior estadounidense

Precisamente, el gobierno de Trump dijo este miércoles que eliminará específicamente más del 90% de los contratos de ayuda exterior de USAID y $60,000 millones en asistencia estadounidense en todo el mundo.

Los recortes detallados por el gobierno dejarían pocos proyectos sobrevivientes de USAID para quienes intentan salvarlos en los tribunales.

Las cifras reveladas por el gobierno en un memorando dan una idea de la escala de la retirada del gobierno de la ayuda y la asistencia para el desarrollo de EEUU en el extranjero, tras décadas en las que la ayuda exterior ha contribuido también a los intereses estadounidenses estabilizando a otros países y economías y construyendo alianzas.

El memorándum decía que el gobierno está “eliminando un desperdicio significativo derivado de décadas de deriva institucional”. Se planean más cambios en la forma en que USAID y el Departamento de Estado entregan asistencia exterior, se lee en el texto, “para usar el dinero de los contribuyentes sabiamente para promover los intereses estadounidenses”.

Por Luis Alberto Perozo Padua

“Nosotros lo habíamos predicho. Tarde o temprano iba a suceder lo inevitable. Ayer, por desgracia, los hechos nos dieron la razón.”

El 11 de julio de 1913, Caracas despertó sin imaginar que sería testigo de un acontecimiento que quedaría grabado en su memoria colectiva: el primer choque automovilístico en la historia de la ciudad. Lo que hoy podría pasar como un incidente cotidiano, entonces desató una ola de reacciones que iban desde el asombro hasta el pánico moral.

El sol del mediodía brillaba intensamente sobre las calles empedradas cuando, en la concurrida esquina de Las Gradillas, dos automóviles protagonizaron el hecho inédito. Uno de ellos, conducido por el joven Gustavo Zingg, colisionó con el vehículo manejado por un ingeniero alemán traído por la Casa Blohm. El estruendo del impacto, que se registró a las 11:30 de la mañana, resonó por la zona, atrayendo a una multitud de caraqueños que pronto rodeó los destartalados «aparatos de hierro».

La escena era casi teatral: los caballos de las carretas relinchaban inquietos, los curiosos comentaban en voz alta y las damas, protegidas bajo sombrillas de encaje, observaban con una mezcla de horror y fascinación. 

El choque no solo había detenido el tráfico —mayoritariamente compuesto por coches de caballos— sino que también había detenido el tiempo, obligando a la ciudad a cuestionarse si el progreso era realmente una bendición o una maldición.

La reacción oficial no tardó. El gobierno del Benemérito general Juan Vicente Gómez, siempre atento a mantener el orden, desplegó a la caballería para dispersar a la multitud. 

Las calles adyacentes a la Plaza de Bolívar fueron resguardadas, como si aquel accidente hubiese sido una señal de caos inminente. Las autoridades, preocupadas por las crecientes tensiones sociales, no solo buscaron restaurar el orden, sino también debatieron internamente sobre la posibilidad de restringir la circulación de estos «peligrosos artilugios».

Pero fue la prensa quien llevó la discusión a otro nivel. El diario El Universal, con un lenguaje encendido, publicó al día siguiente un artículo titulado «Un problema que necesita solución», en el que advertía sobre el peligro de permitir que esos «vehículos infernales» circularan libremente por las calles. ¡Iban a velocidades de hasta 20 kilómetros por hora! ¿Podría el cuerpo humano resistir tamaña velocidad? ¿No correría Caracas el riesgo de incendiarse con ese misterioso líquido llamado gasolina? 

En su rotundo sumario, El Universal destacó: “Nosotros lo habíamos predicho. Tarde o temprano, lo inevitable sucedería. Ayer, por desgracia, los hechos nos dieron la razón.”

Posteriormente, sin ocultar el sensacionalismo, reseña: “Este espectáculo, casi terrorífico, no se había visto jamás en la Capital y puede afirmarse, sin cometer pecado, que todo Caracas desfiló por Las Gradillas a mirar el estado en que justo y merecido castigo quedaron los coches.”

Y prosigue con un tono exagerado en su redacción: Y ahora nos preguntamos nosotros: ¿Es esto civilización? ¿Podrá seguir tolerando toda una ciudad que corran por sus calles, como alma que se lleva el diablo, flamígeros aparatos de hierro? Y todo porque a un millonario de la Gran Nación del Norte, quien según informa el cable francés se llama Enrique (Henri) Ford, ¿se le ha metido en la cabeza hacer dinero en esta forma?

Otros periódicos se sumaron a la polémica, debatiendo si estos automóviles, traídos por la modernidad, no representaban más que un capricho elitista que ponía en peligro a la ciudadanía. Se llegó a proponer, incluso, la creación de «zonas exclusivas para automotores» lejos del centro de la ciudad.

Hasta la Iglesia intervino. El sacerdote Jesús María Pellín, desde el púlpito, advirtió contra los «amigos de las cosas nuevas» y comparó los automóviles con las «paradas satánicas». Para algunos, aquellos artefactos representaban un símbolo de decadencia moral y desorden social. 

Otros miembros del clero sugirieron que el avance tecnológico debía ser vigilado cuidadosamente, para no poner en peligro las costumbres tradicionales que, según ellos, sostenían el tejido moral de Caracas.

El reportaje emplazó directamente a personalidades ilustres de la ciudad: “Qué hable la ciencia. Que hable el Dr. Luis Razetti y diga si un organismo puede aguantar el desplazarse a 20 kilómetros por hora. Que hable el Dr. Delgado Palacios, nuestro, más eminente químico y explique si con el ingrediente tan peligroso, como llaman gasolina no puede inflamarse y producir una reacción en cadena que acabe con la ciudad. Que hablen los jóvenes doctores Pepe Izquierdo y Enrique Tejera. Que hablen todos. Que no se callen, que la ciudad y la Patria están en peligro.”

Y concluye el reportaje subrayando un fuerte sentimiento patriótico: “Nuestra consigna: ¡¡Atrás Automóviles!! Sigue siendo la voz del patriotismo y del buen sentido venezolano. La posteridad habrá de agradecemos haberle librado de esta tremenda amenaza.”

Sin embargo, más allá del alarmismo, el primer choque automovilístico de Caracas marcó el inicio de una transformación irreversible. La modernidad había llegado, y con ella, el fin de una era dominada por el ritmo pausado de las carretas. Lo que aquel día fue visto como una amenaza, con el tiempo se convirtió en el motor que impulsó a Caracas y Venezuela hacia el siglo XX.

Hoy, al recordar ese episodio, no podemos evitar una sonrisa. Pero también nos invita a reflexionar sobre cómo las sociedades enfrentan el cambio: con temor, con resistencia, pero también con la inevitable adaptación que trae consigo el paso del tiempo. Porque, al final, el progreso siempre encuentra su camino.

Vía Statista

El Papa Francisco sigue en estado crítico pero estable, según el último parte médico. En los últimos días, varias misas se celebraron en Buenos Aires en las que cientos de fieles se congregaron para rezar por su salud.

El Papa argentino es el segundo Sumo Pontífice de mayor edad de la historia mientras ejerce el más alto cargo de la Iglesia Católica. Sólo otro Papa en función alcanzó una mayor edad que Jorge Mario Bergoglio.

Como muestra este gráfico de Statista, León XIII, con 93 años, fue con diferencia el Papa en ejercicio de mayor edad. Su mandato se prolongó durante 25 años, de 1878 a 1903.

El tiempo más largo documentado como líder de la Iglesia lo pasó su predecesor Pío IX (1846-1878) con un mandato de más de 31 años, antes de morir a los 85 años y nueve meses.

Se estima que sólo San Pedro, primer obispo de Roma, ejerció como Sumo Pontífice por más tiempo (alrededor de 34 años).

Vía BBC Mundo

El premiado actor estadounidense Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, fueron hallados muertos en su casa de Santa Fe (Nuevo México), según las autoridades.

En una carrera de más de seis décadas, Hackman recibió dos Oscar, dos Baftas, cuatro Globos de Oro y un premio del Sindicato de Actores.

El sheriff del condado de Santa Fe, en Nuevo México, afirmó en un comunicado: «Podemos confirmar que tanto Gene Hackman como su esposa fueron encontrados muertos el miércoles por la tarde en su residencia de Sunset Trail».

Hackman tenía 95 años y su esposa, 63.

«Se trata de una investigación en curso, pero en este momento no creemos que haya habido ningún delito», dijo el sheriff Adán Mendoza.

Él fue quien comunicó la noticia a los medios locales poco después de la medianoche del miércoles, añadiendo que además de la pareja había muerto también el perro.

La noticia fue confirmada posteriormente a la agencia de noticias Press Association.

Aunque declaró que no había indicios inmediatos de que se tratara de un crimen, Mendoza no proporcionó una causa de la muerte ni dijo cuándo podría haber fallecido la pareja.

«Todo lo que puedo decir es que estamos en medio de una investigación preliminar de la muerte, a la espera de que se apruebe una orden de registro».

Extensa trayectoria

El célebre actor interpretó más de 100 papeles, entre ellos el de Lex Luthor en las películas de «Superman» de los años setenta y ochenta.

Hackman ganó el Oscar al mejor actor por su papel de Jimmy «Popeye» Doyle en el thriller de William Friedkin «The French Connection» (1971), y otro al mejor actor de reparto por interpretar a Little Bill Daggett en el western de Clint Eastwood «Sin perdón» (1992).

Sus otros papeles nominados al Oscar fueron en la película «Bonnie and Clyde» (1967); como Buck Barrow, en «Nunca canté para mi padre» (1970), y como agente en «Mississippi Burning» (1988).

También protagonizó las exitosas películas «Runaway Jury» (Tribunal en fuga) y «La conversación», así como «Los excéntricos Tenenbaums», de Wes Anderson.

Su última aparición en la gran pantalla fue como Monroe Cole en «Bienvenidos a Mooseport» en 2004.

Por Alejandro Peña Esclusa

Bajo la mirada complaciente de Lula da Silva, el dictador Nicolás Maduro tortura lenta e implacablemente a los miembros del equipo de María Corina Machado, asilados en la Embajada de Argentina en Caracas, cuya custodia corresponde al Brasil.

Mientras Maduro les corta el agua y la electricidad; mientras les niega comida, medicinas y la visita de sus familiares; mientras los asfixia lentamente para obligarlos a salir de la Embajada; Lula calla y sonríe, porque, que no quepa ninguna duda, Lula y Maduro son amigos y aliados.

No se olvide que Lula es el fundador del Foro de Sao Paulo, al cual pertenece Maduro. Durante meses, Lula estuvo encubriendo el mega fraude del 28 de julio, alegando que «no se habían mostrado las actas». ¡Mentira! Las actas oficiales originales están a la vista, en www.resultadosconvzla.com.

Lula se niega a denunciar que Maduro es un tirano. Por el contrario, Lula ha dicho públicamente que Maduro es «víctima de una narrativa». En el pasado, el apoyo de Lula a Chávez fue público y notorio.

En diciembre de 2002, Lula envió el tanquero Amazon Explorer para salvar a Chávez de la huelga petrolera. En 2006, Lula viajó a Venezuela para hacer campaña electoral en favor de Chávez. En 2008, Lula declaró que «Chávez es el mejor presidente que ha tenido Venezuela en los últimos cien años». Los ejemplos continúan.

En suma, bastaría una sola llamada de Lula a Maduro para que se les otorgue el salvoconducto a Magalli Meda, Omar González, Pedro Urruchurtu, Humberto Villalobos y Claudia Macero. Pero no lo hace, porque Lula está de acuerdo con la tortura a estos cinco opositores, cuyo único delito fue ganar una elección a su amigo Maduro.

El Congreso del Brasil debe iniciar un juicio político contra Lula da Silva, por apoyar los delitos de lesa humanidad que comete Maduro. ¿Y por qué apoya estos delitos? Porque, siguiendo los pasos de Maduro, Lula quiere convertir al Brasil en una dictadura, idéntica a las de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y para lograrlo, cuenta con la ayuda su socio, el juez Alexandre de Moraes.

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