Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

Aquellos que luchan por entender a alguien que está dando un relato emocionante y rápido de una aventura, o que pierden el hilo de una conversación durante un cóctel ruidoso, podrían tener problemas para detectar cambios rápidos en el sonido, y una nueva investigación de la Universidad de Maryland podría ayudar. .

En un estudio reciente publicado en el Journal of the Association for Research in Otolaryngology (JARO), los investigadores del Departamento de Ciencias de la Audición y el Habla descubrieron que las personas de 18 a 30 años y de 65 a 85 años con audición normal, así como los participantes de edades más avanzadas grupo de edad con discapacidad auditiva— podrían ser entrenados para aumentar su capacidad de diferenciar cambios sutiles en la velocidad, o “frecuencia”, de los sonidos. Dichos cambios pueden dificultar la comprensión del habla en situaciones difíciles, como en entornos ruidosos o reverberantes, o cuando se escucha a personas que hablan rápido.

“Hemos visto alguna evidencia de que estos déficits de procesamiento temporal podrían mejorarse en modelos animales, pero esta es la primera vez que lo demostramos en humanos”, dijo la profesora asociada Samira Anderson, autora principal de la publicación. Sus coautores incluyen a los profesores Matthew Goupell y Sandra Gordon-Salant.

Para la capacitación, los participantes del grupo experimental de 40 personas compararon varias series de tonos rápidos (piense en pitidos o clics) en nueve sesiones durante tres semanas. En comparación con los miembros del grupo de control de 37 personas, a quienes se les pidió que detectaran un solo tono en , los del grupo experimental mostraron una mejora general.

Lo más significativo es que las personas mayores con audición normal que se someten a un entrenamiento pueden esencialmente restaurar su capacidad para discriminar cambios rápidos en el tiempo de los sonidos a niveles similares a los observados en adultos jóvenes.

Este estudio de discriminación de frecuencias es uno de los tres proyectos de la UMD financiados por la subvención del proyecto del programa Neuroplasticidad y Envejecimiento Auditivo de $8,2 millones otorgada en 2017 a Gordon-Salant, director del Laboratorio de Investigación Auditiva de la UMD e investigador principal de los proyectos. Cada uno busca examinar cómo el cerebro envejecido contribuye a las dificultades de percepción auditiva y del habla y, en última instancia, si el entrenamiento cognitivo y auditivo específico puede ayudar a restaurar el procesamiento auditivo efectivo, con enfoques claramente diferentes.

Oyentes

Reclutamos a 301 oyentes para un ensayo clínico controlado aleatorio doble ciego y determinamos si cumplían con los siguientes criterios audiométricos y de edad para estos grupos: audición normal joven (YNH, edad 18–30 años), audición normal mayor (ONH, edad 65– 85 años) y mayores con discapacidad auditiva (OHI, edad 68–85 años).

La audición normal se definió como umbrales de tonos puros ≤ 25 dB HL (re: ANSI 2018) de 125 a 4000 Hz en el oído derecho. El deterioro de la audición se definió por un promedio de tonos puros de alta frecuencia (umbrales promedio a 1, 2 y 4 kHz) > 30 dB HL y umbrales a 2 y 4 kHz < 70 dB HL (para garantizar la audibilidad de la señal).

Se requería que los umbrales de audición fueran simétricos (sin diferencias interaurales > 10 dB en ninguna frecuencia) para todos los oyentes, y no había espacios aire-hueso > 10 dB en ninguna frecuencia. Las puntuaciones de reconocimiento de palabras fueron > 70% para una sola lista de 25 palabras de la prueba NU-6 (Tillman y Carhart 1966) presentada bilateralmente a 75 dB HL en silencio.

La función del oído medio era normal bilateralmente según los valores promedio de la presión máxima timpanométrica, la admitancia máxima, el ancho timpanométrico y el volumen equivalente. Los reflejos acústicos estuvieron presentes de 500 a 2000 Hz, provocados ipsilateral y contralateralmente. Finalmente, se registraron las respuestas auditivas del tronco encefálico (ABR) y las latencias de la Onda V fueron < 6,8 ms sin asimetrías interaurales > 0,2 ms.

Los criterios adicionales incluyeron los siguientes: una puntuación de aprobación de ≥ 26 en la Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA; Nasreddine et al. 2005), antecedentes negativos de enfermedad neurológica, una puntuación de aprobación en la tabla de detección de la vista de Snellen ≤ 20/50 (Hetherington 1954 ), ser un hablante nativo de inglés y obtener un diploma de escuela secundaria.

Todos los procedimientos fueron revisados ​​y aprobados por la Junta de Revisión Institucional (IRB) de la Universidad de Maryland, College Park. Los oyentes dieron su consentimiento informado y fueron compensados ​​monetariamente por su tiempo.

Los 125 oyentes que cumplieron con los criterios del estudio fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos de entrenamiento: experimental y de control activo. De estos, 48 ​​oyentes no completaron el estudio. Diecisiete oyentes fueron despedidos por: incumplimiento de la capacitación (3), datos de mala calidad (7), un evento adverso (1) y un retraso de tiempo excesivo asociado con COVID-19 (6).

Veintiséis oyentes se retiraron del estudio debido a problemas médicos o de transporte. Once oyentes se perdieron durante el seguimiento. El número final de oyentes en cada grupo de entrenamiento fue de 40 experimentales (14 YNH, 16 ONH y 10 OHI; 30 mujeres) y 37 de control activo (15 YNH, 14 ONH y 8 OHI; 28 mujeres).

Tenga en cuenta que falta el 1 % de los datos de oyentes (31 de 2618 mediciones) debido a problemas aislados durante la recopilación de datos o debido a datos anómalos que no convergieron.

Conclusiones:

El estudio de discriminación de frecuencia es el primero en mostrar que «el entrenamiento auditivo promueve cambios neuronales en el cerebro, conocidos como neuroplasticidad», dijo Gordon-Salant. “Los resultados ofrecen una gran esperanza en el desarrollo de programas de entrenamiento auditivo clínicamente factibles que puedan mejorar la capacidad de los oyentes mayores para comunicarse en situaciones difíciles”.

Para realizar movimientos coordinados, dependemos de neuronas sensoriales especiales en nuestros músculos y articulaciones. Sin ellos, el cerebro no sabría lo que está haciendo el resto de nuestro cuerpo. Un equipo dirigido por Niccolò Zampieri ha estudiado sus marcadores moleculares para comprender mejor cómo funcionan y describe los resultados en Nature Communications .

Brighter Side News

Vista, oído, olfato, gusto, tacto: todos estamos familiarizados con los cinco sentidos que nos permiten experimentar nuestro entorno.

Igualmente importante, pero mucho menos conocido, es el sexto sentido: «Su trabajo es recopilar información de los músculos y las articulaciones sobre nuestros movimientos, nuestra postura y nuestra posición en el espacio, y luego transmitirla a nuestro sistema nervioso central», dice el Dr. Niccolò Zampieri, jefe del Laboratorio de Desarrollo y Función de Circuitos Neurales del Centro Max Delbrück de Berlín.

“Este sentido, conocido como propiocepción, es lo que permite que el sistema nervioso central envíe las señales correctas a través de las neuronas motoras a los músculos para que podamos realizar un movimiento específico”.

Este sexto sentido, que, a diferencia de los otros cinco, es completamente inconsciente, es lo que evita que nos caigamos en la oscuridad y lo que nos permite llevarnos una taza de café a la boca con los ojos cerrados por la mañana. Pero eso no es todo: “Las personas sin propiocepción en realidad no pueden realizar movimientos coordinados”, dice Zampieri.

Él y su equipo han publicado ahora un artículo en la revista “Nature Communications”, en el que describen los marcadores moleculares de las células involucradas en este sexto sentido. Los hallazgos deberían ayudar a los investigadores a comprender mejor cómo funcionan las neuronas sensoriales propioceptivas (pSN).

Las conexiones precisas son cruciales

Los cuerpos celulares de pSN se encuentran en los ganglios de la raíz dorsal de la médula espinal. Están conectados a través de fibras nerviosas largas a los husos musculares y los órganos tendinosos de Golgi que constantemente registran el estiramiento y la tensión en cada músculo del cuerpo. El pSN envía esta información al sistema nervioso central, donde se utiliza para controlar la actividad de las neuronas motoras para que podamos realizar movimientos.

“Un requisito previo para esto es que pSN se conecte con precisión a diferentes músculos de nuestro cuerpo”, dice el Dr. Stephan Dietrich, miembro del laboratorio de Zampieri. Sin embargo, casi nada se sabía acerca de los programas moleculares que permiten estas conexiones precisas y le dan al pSN específico del músculo su identidad única. “Es por eso que usamos nuestro estudio para buscar marcadores moleculares que diferencian el pSN para los músculos abdominales, de la espalda y de las extremidades en ratones”, dice Dietrich, autor principal del estudio, que se llevó a cabo en el Centro Max Delbrück.

Orientación para las fibras nerviosas nacientes

Utilizando la secuenciación de una sola célula, el equipo investigó qué genes en el pSN de los músculos abdominales, de la espalda y de las piernas se leen y se traducen en ARN. “Y encontramos genes característicos para el pSN conectado a cada grupo muscular”, dice Dietrich. «También demostramos que estos genes ya están activos en la etapa embrionaria y permanecen activos durante al menos un tiempo después del nacimiento». Dietrich explica que esto significa que hay programas genéticos fijos que deciden si un propioceptor inervará los músculos abdominales, de la espalda o de las extremidades.

Entre sus hallazgos, los investigadores de Berlín identificaron varios genes para las efrinas y sus receptores. “Sabemos que estas proteínas están involucradas en guiar las fibras nerviosas nacientes hacia su objetivo durante el desarrollo del sistema nervioso”, dice Dietrich. El equipo descubrió que las conexiones entre los propioceptores y los músculos de las patas traseras estaban deterioradas en ratones que no pueden producir ephrin-A5.

Un objetivo es mejores neuroprótesis

“Los marcadores que identificamos ahora deberían ayudarnos a investigar más a fondo el desarrollo y la función de las redes sensoriales específicas de músculos individuales”, dice Dietrich. “Con la optogenética, por ejemplo, podemos usar la luz para activar y desactivar los propioceptores, ya sea individualmente o en grupos. Esto nos permitirá revelar su rol específico en nuestro sexto sentido”, agrega Zampieri.

Este conocimiento eventualmente debería beneficiarse a los pacientes, como aquellos con lesiones de la médula espinal. “Una vez que comprendamos mejores los detalles de la propiocepción, podremos optimizar el diseño de las neuroprótesis, que se hacen cargo de las motoras o capacidades sensoriales que se han visto afectados por una lesión”, dice Zampieri.

2022 estaba destinado a ser el año de la justicia en Venezuela. Así lo aseguraron las altas autoridades, quienes vendieron la idea de que las reformas legislativas que pusieron en marcha a finales de 2021 y las institucionales emprendidas en los primeros meses del año, como la designación de un «nuevo» Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), estaban destinadas a mejorar y hacer más eficiente al Poder Judicial; y, por consiguiente, haría innecesaria la intervención de la Corte Penal Internacional (CPI) para investigar y castigar los crímenes de lesa humanidad presuntamente ocurridos en el país. Sin embargo, pronto quedó en claro que las promesas de cambio no eran tales.

Acceso a la Justicia

La sexta reestructuración que el máximo juzgado ha sufrido desde el año 2000 quedó en una simple simulación, y la reducción de treinta y dos a veinte en el número de magistrados no ha traído el «profundo proceso de transformación del sistema de justicia», anunciado por el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, cuando juramentó en abril pasado a los miembros del organismo rector del Poder Judicial.

Lo anterior no debería sorprender, visto que el 60% de los «nuevos» miembros del organismo rector del Poder Judicial ya venían ocupando ese cargo y fueron reelectos. Esto a pesar de que el artículo 264 de la Constitución señala claramente que «los magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia serán elegidos por un único período de doce años».

El Parlamento obvió esta disposición de la carta magna y en la reforma que en enero pasado hizo a la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia (LOTSJ) abrió las puertas para que los funcionarios en ejercicio se pudieran postular para un nuevo mandato, al establecer tal posibilidad en la disposición transitoria segunda de esa ley.

Menos magistrados, mismo TSJ

El «nuevo» TSJ es muy similar al anterior, su única diferencia es que tiene menos magistrados. Sin embargo, como en el anterior, estos tienen vínculos importantes con el Gobierno o el partido de Gobierno: una inmensa mayoría de sus miembros (85%) tienen nexos familiares con altos funcionarios, han ocupado puestos en el Ejecutivo durante las administraciones del fallecido Hugo Chávez o de Nicolás Maduro, han militado en el Partido Socialista de Unido de Venezuela (PSUV) o simplemente han respaldado sus actuaciones, una situación que genera dudas más que razonables respecto a su independencia.  

Por ejemplo, la actual presidenta de la Sala Electoral, Caryslia Beatriz Rodríguez Rodríguez, se desempeñó temporalmente como alcaldesa de Caracas tras la renuncia de Erika Farías, mientras que la actual integrante de la Sala Constitucional, Tania D’Amelio, fue durante una década rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE) y antes de eso diputada por el extinto Movimiento Quinta República (MVR).

Esta situación provocó alarma internacionalmente. «Los vínculos abiertos de varios magistrados, incluidos los suplentes, con los partidos políticos plantean preocupaciones sobre la independencia del Poder Judicial y la separación de poderes», denunció la exalta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en julio del año pasado.

El nombramiento de magistrados afectos al oficialismo explica por qué el máximo juzgado continúa avalando las decisiones del Gobierno y rechazando todas aquellas que se oponen a ellas. Ejemplos recientes son los cuatro fallos de la Sala Político Administrativa que desecharon las demandas contra el instructivo salarial dictado por la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) interpuestas por un grupo de universidades, sindicatos y jubilados, o la sentencia de la Sala Electoral que suspendió parcialmente las elecciones de autoridades de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en las cuales el oficialismo salió mal parado.

Por su parte, la Sala Constitucional ha continuado interviniendo colegios profesionales y organizaciones sindicales.

Los problemas siguen iguales

En los casi ocho meses que han transcurrido desde que la elección de este «nuevo» TSJ, el organismo no ha adoptado ninguna medida tendiente a atacar uno de los problemas más serios que quejan a la justicia venezolana: la provisionalidad.

Esto tampoco debería ser sorpresa, porque desde 2004 el máximo juzgado no adjudica un solo cargo de juez mediante concursos de oposición. La última vez que un magistrado habló del asunto fue en 2009, cuando el entonces director de la Escuela Nacional de la Magistratura, Arcadio Delgado Rosales, prometió que en 2010 se retomarían, algo que no ocurrió.

Acceso a la Justicia, en un informe publicado en mayo de 2022, reveló que, en el mejor de los casos, de los 844 jueces penales que hay en el país, solamente 164 son titulares (19,43%) y 609 son provisorios (72,16%).

Al ser jueces provisorios, temporales, accidentales, suplentes o itinerantes, el TSJ no considera que estos funcionarios gocen de estabilidad en el cargo y, por lo tanto, los puede remover sin ningún procedimiento previo que le garantice su derecho a la defensa. Esta situación los hace vulnerables y susceptibles a recibir instrucciones para mantener sus puestos, según han advertido tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.

No es de extrañar que la Misión Internacional Independiente de Determinación de Hechos para Venezuela, nada más revisar la reforma de la Ley Orgánica del TSJ advirtiera que la remodelación del organismo podría «perpetuar» los problemas que aquejan a la justicia.

Cambios de rostros, no de políticas

Pero no solo en el TSJ se produjeron presuntos cambios. La AN también designó a los nuevos titulares de los organismos subordinados al TSJ, tales como el director de la Escuela de la Magistratura y la Inspectora General de Tribunales. Asimismo, hubo la designación de un «nuevo» Defensor Público General.

No obstante, no se cumplieron los planes de renovar al Ministerio Público, organismo que viene siendo dirigido por Tarek William Saab, quien llegó allí por decisión de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de 2017. Tampoco ha habido cambios respecto de la Defensoría del Pueblo, cuya máxima autoridad, Alfredo Ruiz, también fue designado por la ANC

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

Las modificaciones en el TSJ no se han traducido en un cambio beneficioso para los ciudadanos. Problemas como la provisionalidad de los jueces se mantienen intactos, mientras que la máxima instancia judicial sigue actuando como defensor del Gobierno, sin importar lo que digan la Constitución, las leyes y los tratados internacionales en materia de derechos humanos suscritos por Venezuela.

Sin embargo, esta maniobra parece no haber logrado su principal objetivo: cerrarle las puertas a la Fiscalía de la CPI, al intentar hacerle creer que se están investigando presuntos crímenes de lesa humanidad o que están tomando medidas para hacer justicia en Venezuela. Así, el fiscal del organismo, Karim Khan, ha pedido continuar sus averiguaciones.

Para muchos responsables políticos occidentales, la invasión rusa de Ucrania es la crisis más importante del momento. Es comprensible: una guerra abierta de esta magnitud en Europa marcó un momento histórico en el continente, realineando la gran estrategia de las principales capitales europeas y revitalizando la alianza transatlántica.

Por: Ishaan Tharoor – Infobae

Mientras tanto, los efectos dominó de la guerra -conmociones en las cadenas de suministro, los mercados energéticos y los sistemas alimentarios mundiales- han alimentado otras crisis lejanas, desde África Occidental hasta el sur de Asia.

Pero hay mucho más de lo que preocuparse en el mundo. Dos estudios recientes -uno de un grupo de reflexión y otro de una organización humanitaria internacional- exponen los retos que deberían acuciar a los responsables políticos mundiales en 2023.

La Encuesta Anual sobre Prioridades Preventivas, publicada por el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), encuestó a más de 500 funcionarios, responsables políticos y académicos estadounidenses sobre la probabilidad de que se produjeran determinados acontecimientos este año y cuál sería su impacto en los intereses de Estados Unidos. El informe clasifica estas contingencias en tres grupos de posibles puntos calientes y crisis, al menos desde el punto de vista de Washington.

Curiosamente, el informe señalaba que por primera vez desde 2008, cuando se empezó a realizar la encuesta a las élites de la política exterior, “la posibilidad de que una organización terrorista extranjera infligiera un ataque con víctimas masivas a Estados Unidos o a un aliado del tratado no se propuso como contingencia plausible”. En otras palabras, “desde la perspectiva de quienes responden, la era del 11-S ha terminado”, dijo Paul Stares, director del Centro de Acción Preventiva del CFR, en una sesión informativa celebrada el martes.

Las siete amenazas más acuciantes en 2023 enumeradas por la encuesta son las siguientes:

  • . el advenimiento de “una grave crisis a través del estrecho” que arrastre a Estados Unidos a un enfrentamiento con China por Taiwán;
  • . una escalada en la guerra de Ucrania que vea “un desbordamiento de armas no convencionales en los países vecinos”;
  • . un ciberataque que afecte a las infraestructuras críticas de Estados Unidos;
  • . el colapso económico y el malestar social en Rusia a causa de las consecuencias de la guerra, lo que llevaría a una espiral desestabilizadora;
  • . la intensificación de las pruebas de armas nucleares y misiles balísticos de largo alcance por parte de Corea del Norte;
  • . la adopción de medidas encubiertas o directas por parte del gobierno derechista de Israel contra el programa nuclear iraní, con la diplomacia sobre las capacidades nucleares de Teherán en un callejón sin salida;
  • . y la posibilidad de que los desastres naturales y el malestar social en Centroamérica generen una nueva oleada migratoria hacia Estados Unidos.

“Todas las conversaciones que he mantenido sobre Ucrania a lo largo del año han girado en algún momento en torno a Taiwán”, afirmó Suzanne Maloney, vicepresidenta y directora de política exterior de la Brookings Institution, un destacado think tank. En la misma sesión informativa del CFR, Maloney aludió al sentimiento generalizado de preocupación en Washington de que China se esté preparando para una invasión de la democracia insular a sus puertas.

Este resumen de lo que más preocupa a los responsables políticos estadounidenses sigue pasando por alto otro mundo de crisis. El mes pasado, el Comité Internacional de Rescate (IRC) dio a conocer su lista anual de vigilancia de emergencias de los 20 países con mayor riesgo de calamidad humanitaria. Ucrania, aunque sumida en una guerra ruinosa, sólo ocupa el 10º lugar en la clasificación del IRC. Otros países se encuentran en condiciones aún más calamitosas: a la cabeza de la lista se encuentran las naciones del Cuerno de África, Somalia y Etiopía, azotadas por la sequía y la guerra. Cientos de miles de personas viven ya en condiciones de hambruna en estos dos países, y las agencias de ayuda advierten de que se avecinan depredaciones mucho mayores. En Somalia, cerca de la mitad de la población necesita ya ayuda humanitaria.

Luego está Afganistán, que bajó del primer puesto de la lista de vigilancia sólo por la gravedad de las crisis en África Oriental. El colapso económico agravado por la toma del poder de los talibanes ha sumido en la miseria a gran parte del país. El estancamiento político en torno a Kabul -los talibanes son parias internacionales y tienen sus reservas de divisas congeladas por las sanciones estadounidenses- no hace sino empeorar las cosas. “A pesar de los esfuerzos para comprometer al [gobierno talibán], no se ha acordado un plan para abordar el colapso económico de Afganistán”, señaló el IRC. “Con casi toda la población viviendo ahora en la pobreza y preparándose para otro largo invierno, una escalada de las necesidades humanitarias es un riesgo en 2023″.

Como informé anteriormente, para las organizaciones humanitarias, la guerra de Ucrania ha sido una doble tragedia: desencadenó una serie de presiones en cascada que afectaron a naciones pobres de otros lugares, al tiempo que hizo que las súplicas de las agencias de ayuda el año pasado cayeran en cierto modo en saco roto. Sabíamos desde hace meses que Somalia se enfrentaba a una devastadora epidemia de hambre, pero los responsables humanitarios afirman que la financiación y la respuesta internacional han llegado tarde.

Los 20 países de la lista de vigilancia del IRC representan alrededor del 90% de las personas que necesitan ayuda humanitaria en el mundo, el 81% de las personas desplazadas por la fuerza de sus hogares, el 80% de las que padecen inseguridad alimentaria aguda y sólo el 1,6% del producto interior bruto mundial. Su precariedad es, en sí misma, un reflejo de las enormes desigualdades que conforman el sistema mundial.

“La mayoría de las crisis en los países de la Watchlist no son nuevas”, escribió David Miliband, Presidente y Consejero Delegado del IRC, en el prólogo del informe anual. “Pero el hecho de que estas crisis sean prolongadas no las hace menos urgentes. La razón principal por la que estamos viendo nuevos y preocupantes niveles récord de necesidad es porque tres aceleradores clave de las crisis -los conflictos armados, el cambio climático y las turbulencias económicas- están llevando la crisis de larga duración a nuevos extremos. Y, en algunos casos, también están desencadenando nuevas crisis”.

El gobierno del Reino Unido emitió este jueves un comunicado en el que ratificó su compromiso con la democracia en Venezuela y rechazó la legitimidad de la administración que estableció Nicolás Maduro en las últimas elecciones de 2018, señaladas de fraudulentas.

AFP

El anuncio se dio luego de que el pasado 30 de diciembre, la Asamblea Nacional establecida en 2015 decidiera poner fin al interinato presidido por Juan Guaidó desde el 5 de enero del corriente año, ya que “no cumplió con su objetivo” de poner fin a la dictadura de Maduro. Sin embargo, el Parlamento seguirá vigente a fin de “resguardar” los activos en el exterior y seguir “luchando” contra el régimen chavista.

La resolución contó con el respaldo de 72 miembros y sólo 29 votos en contra; ocho personas se abstuvieron.

“Respetamos el resultado de esta votación. Seguimos considerando a la Asamblea Nacional elegida en 2015 como la última Asamblea Nacional electa democráticamente en Venezuela y tomamos nota de la votación que extiende su mandato por un año más”, se lee en el escrito.

Es por ello que, la falta de estándares democráticos internacionales en el país llevan al Reino Unido a no “aceptar la legitimidad de la administración establecida por Nicolás Maduro”.

De cara a las elecciones presidenciales que se están organizando para 2024, el comunicado añade que continuarán trabajando junto a los socios internacionales para conseguir que éste sea un proceso democrático, libre y justo, tal y como ocurre en estos países.

“La restauración de las instituciones y prácticas democráticas en Venezuela es esencial y ayudará a poner fin a las múltiples crisis que afligen al pueblo venezolano”, concluyó el escrito.

El panorama de la oposición en Venezuela

Tras el cese de las actividades de la presidencia interina de Guaidó, la Asamblea dispuso designar a la cabeza del órgano a tres diputadas que están en el exilio. Se trata de Dinorah Figuera, quien asumió como presidente; y Marianela Fernández y Auristela Vásquez como vicepresidentes.

Con este cambio de rumbo en la directiva de la Asamblea, Fiuguera aseguró que una de sus prioridades será conseguir nuevamente el apoyo internacional sobre el Parlamento.

Desde su creación, en 2015, la Asamblea llegó a contar con el respaldo de casi medio centenar de países -entre ellos, Estados Unidos, principalmente durante la era de Donald Trump- pero, con el correr de los años, ese número fue disminuyendo.

Para ello, se dispuso el cierre de oficinas de enlace en el exterior y, en cambio, se avanzará con trabajos “ad honórem” de representantes del antichavismo en estos países.

Por su parte, otro de los desafíos de la oposición para este 2023 será hacer frente a las primarias electorales de cara a los comicios del año entrante. Guaidó se manifestó en los últimos días para proponer una reunificación que consiga derrotar a Maduro.

“El problema que tenemos hoy es reunificar la alternativa democrática. Reunificada, Maduro es derrotable al 100%”, mencionó a la agencia de noticias AFP este lunes.

En tanto, consultado sobre su posible candidatura, omitió dar una respuesta precisa. “Mi candidato es la unión. Mi candidato, entonces, es la primaria. Cuando tengamos primarias, cuando tengamos cronograma, tomaré una decisión”, dijo.

Prisoners Defenders denunció que hay 1.057 presos políticos en Cuba en estos momentos, 29 nuevos en diciembre. En su más reciente informe, la ONG hizo hincapié en que “la represión del régimen aterroriza y amordaza a la población civil de todas las capas sociales”.

Infobae

“Cada mes, Cuba sigue hostigando, amenazando, citando y deteniendo a miles de personas, y encarcelando y procesando penalmente a una media de más de 30 nuevos presos políticos al mes. El pueblo vive atemorizado y amordazado. Cuba se ha convertido en una gran cárcel para la gran mayoría de la ciudadanía. A pesar de las miserias que vive Cuba, la enorme represión consigue que los cubanos vivan con auténtico temor por su seguridad y limiten en altísimo grado sus libertades más fundamentales”, denunció la organización en su último reporte mensual.

Y siguió: “Al faltar el soporte ideológico o moral para justificar razias y barbaries contra los derechos humanos, las relaciones internacionales y la búsqueda de ingresos ilegales llevan a Cuba a potenciar irremediablemente la dependencia del bloque totalitario mundial, ahora encabezado por varios países, entre ellos Rusia e Irán”.

“Así es, pues mientras el apoyo interno del pueblo de Cuba se ha esfumado y el gobierno se aferra al poder mediante la represión más escatológica, resulta enormemente significativo que en paralelo Cuba está apoyando públicamente a Rusia y aplaudiendo la invasión de Ucrania, una masacre demostrada y evidenciada por miles de crímenes de guerra y la violación de la soberanía de un Estado, lo que contradice todos las soflamas propagandísticas sobre ‘soberanía’ y ‘autodeterminación’ de Cuba, dos de los ejes de propaganda troncal del gobierno de La Habana desde sus inicios”, remarcó.

La ONG luego indicó que basta ver las declaraciones de Miguel Díaz Canel “felicitando” a Vladimir Putin en Rusia por la “anexión de territorios ucranios” y el apoyo a Putin en Naciones Unidas, donde “Cuba hace una denostada labor diplomática para conseguir voces a favor de Rusia frente a la condena de la mayoría de los países del mundo. Igualmente forma parte de este accionar el hecho de que La Habana apoye al gobierno criminal de Teherán y se niegue a condenar la represión salvaje que dicho régimen está cometiendo contra las mujeres y su pueblo”, subrayó.

Con cierre de datos a fecha del 31 de diciembre de 2022, la lista de prisioneros políticos de Cuba -siguiendo a Prisoners Defenders- contiene un total de 1.057 sufriendo condenas judiciales o disposiciones de limitación de libertad por parte de las fiscalías sin supervisión judicial alguna, en flagrante violación de la ley internacional y el debido proceso.

La organización detalló que, de los 1.057 prisioneros políticos, siguen en la lista 31 niños y 5 niñas, en total 36 menores, que aún cumplen sentencia (27 de ellos) o están siendo procesados penalmente (9 de ellos). “Hay que tener en cuenta que esta elevada cifra, sin embargo, no contempla otros muchos niños que ya han salido de la lista por haber cumplido íntegramente sus condenas. Buena parte de los menores se encuentran en prisiones presuntamente para menores, pero son centros de carácter totalmente penitenciario que eufemísticamente se denominan ‘Escuelas de Formación Integral’. En estos centros penitenciarios, con celdas, se confinan, como ya denunció el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas este mismo 9 de junio de 2022 en su Informe de Conclusiones, un mínimo de 150 niños por debajo de los 16 años cada año en Cuba. El mismo Comité destacó también como son, además, en torno a 260 los niños de 16 y 17 años cada año en Cuba los que sufren privación de libertad en prisiones convencionales. 410 menores, por tanto, sufren prisión al año en Cuba, según ha podido confirmar la propia Naciones Unidas”.

El reporte indica también que 16 de los menores mencionados están siendo procesados o han sido ya condenados por “sedición”. “La pena media de estos menores condenados por sedición es de 5 años de privación de libertad, un castigo en promedio superior al que sufrían, antes del 11J, los adultos en prisión política”, remarcó.

Y acotó: “De nuestra lista actual, 190 manifestantes han sido acusados de sedición y al menos 175 han sido sentenciados a un promedio de más de 10 años de privación de libertad cada uno. 938 prisioneros políticos presentes en la lista han sido sentenciados con penas de hasta cadena perpetua en 18 casos”.

Luego desarrolló que al menos 123 mujeres (incluyendo varias de género trans) siguen aún con autos y condenas políticas y de conciencia. Todas las mujeres trans en prisión de conciencia han estado y están encarceladas entre hombres, sufriendo situaciones indescriptibles para su condición sexual, denunció la ONG.

Por último, brindó la clasificación actual de los 1.057 prisioneros políticos en Cuba, que es la siguiente: 768 convictos de conciencia, 258 condenados de conciencia y 31 casos de otros presos políticos.

James Bedford está muerto, pero es uno de los pocos que murió con la esperanza de simplemente despertar en un futuro más o menos distante. Sin contar creencias religiosas, claro.

Por: La Vanguardia

No es el único, pero sí el primero de su clase. Murió hace hoy exactamente 55 años, y desde entonces su cuerpo permanece congelado -criopreservado- a la espera de los milagros de la ciencia.

Bedford, un profesor de psicología en la universidad de California, padecía un cáncer renal que luego hizo metástasis en los pulmones, algo intratable en esa época. Murió el 12 de enero de 1967, y poco antes se abrazó a una idea revolucionaria, un producto típico de la efervescencia del progreso científico de los 60.

La criogenización nació en esa década de las maravillas que comenzó con un presidente estadounidense prometiendo poner un hombre en la Luna y terminó con uno caminando efectivamente por el satélite. La década en la que todo parecía posible renovó una idea que venía rondando en varias mentes y se terminó de cristalizar en un libro autogestionado por un profesor de Física de la universidad de Michigan, Robert Ettinger.

En su obra de 1962, Ettinger concretamente propuso que se congele a las personas recién fallecidas como modo de llegar a futuros tratamientos médicos y a una reanimación. La idea prendió con el combustible imaginativo de la época y enseguida se formaron asociaciones y centros para llevarla adelante.

En 1965, la primera organización en el mundo dedicada a la criopreservación, la Life Extension Foundation (LES), quería promover sus actividades y ofreció congelar de forma gratuita a un voluntario. Nunca llegó a hacerlo, pero voluntarios no faltaron.

Varios intentos, y Walt Disney no fue uno de ellos

Hubo varios intentos fallidos. El primero, el de una habitante de Springfield, Ohio, en mayo de 1965. La prensa de la época no se pone de acuerdo en qué fue lo que falló: si la oposición de familiares y del líder religioso de su comunidad, o problemas con los equipos, o la negativa del hospital en el que había muerto a practicar ciertos procedimientos. Probablemente todo junto.

Un par de meses después, el brillante científico Dandridge Cole, especializado en temas astronómicos y desvelado por el progreso científico, falleció de un ataque al corazón. Tenía sólo 44 años y había expresado a todo el que quisiera escucharle que deseaba ser congelado para una reanimación en el futuro. Después de una ardua discusión de familiares con su amigo y colega Robert Prehoda, químico y especializado en criogénesis, se decidió no cumplir su deseo. Según palabras de Prehoda, “prevaleció la razón y a Dan se le dio un entierro digno”.

En abril de 1966, concretamente se llegó a congelar a alguien: se trató de una mujer no identificada en la flamante corporación Cryocare de Phoenix. La anciana, que había sido embalsamada, fue directamente congelada, aunque había pasado un largo período en su estado previo. Después de un par de meses, su cuerpo fue retirado, aunque su experimento fue la antesala para el gran evento.

En plena ebullición del tema y con el mundo esperando el primer caso exitoso, en diciembre de 1966 murió Walt Disney , lo que dio pie a uno de los malentendidos y mitos urbanos más extendidos del siglo XX. El tío Walt no fue criopreservado, aunque el imaginario popular lo ubique como pionero.

Ese lugar lo ocupa Bedford, que murió el 12 de enero del 67. Minutos después de su último aliento, en un asilo de ancianos en Los Ángeles, su cuerpo fue puesto en suspensión con métodos muy primitivos. El proceso estuvo a cargo de la recién formada Cryonics Society de California, dirigida por Robert Nelson. En el equipo colaboró, al parecer con renuencia, el pesimista Prehoda.

Aunque despertara, es improbable que su cerebro no esté dañado

El primer escenario fue el mismo asilo en el que Bedford pasaba sus últimos días, lo que permitió reducir drásticamente el tiempo transcurrido entre la muerte y el congelamiento, evitando los protocolos de los hospitales. También contribuyó al éxito que el cuerpo de Bedford fue perfundido con agentes crioprotectores.

El segundo escenario fue el garaje de Prehoda, donde se completó el proceso sin más contratiempos que la aparición sorpresiva de la esposa del científico. Según las crónicas, no tomó a bien la presencia del cuerpo a medio congelar en su casa.

De todos modos, la vitrificación (la técnica empleada hoy en día para preservar óvulos, por ejemplo) aún no existía, así que a Bedford le inyectaron Dimetilsulfóxido. Hoy se sabe que es improbable que ese tratamiento haya mantenido sin daños el cerebro.

No por estar congelado el cuerpo de Bedford se mantuvo inmóvil. Y gracias a eso hoy todavía tiene esperanzas.

El cuerpo de Bedford todavía tiene esperanzas

Como el jefe de la Cryonics Society transfirió su cuerpo congelado a los familiares de Bedford, el primer criopreservado se salvó del “Desastre de Chatsworth”. Fue un fallo en la bomba de vacío de una bóveda en la que Nelson guardaba nueve cuerpos congelados, que arruinó el proceso. Fue un golpe durísimo para la criopreservación y embarró a Nelson para siempre.

A salvo de ese inconveniente, el cuerpo de Bedford primero pasó dos años en un laboratorio de Phoenix, Arizona. En 1969 fue trasladado a otro en California, donde estuvo hasta 1982, cuando fue llevado a la Fundación Alcor Life Extension, donde se mantiene hasta hoy.

El último examen que le hicieron al cuerpo fue en 1991, cuando trasladaron a Bedford de su criocápsula original a una más moderna sin que sufriera daños perceptibles en el proceso.

La misma esperanza con la que murió en 1967, exigua y a larguísimo plazo, de todos modos se mantiene. La criónica perdió vigor en estas décadas, aunque sigue teniendo sus adherentes. De hecho, junto a Bedford en Alcor hay otros 147 “pacientes” en su misma condición. El último ingreso data de octubre del año pasado.

De todos ellos, Bedford es el más antiguo. Y le correspondería el derecho a ser el primero en ser revivido en un futuro que asoma muy, muy lejano. Por lo pronto, no tendría nada que perder, salvo que, llegado el día de una eventual resucitación, Bedford esté en un lugar del que no quiera regresar.

El expresidente Donald Trump está cuestionando el cronograma del descubrimiento de documentos clasificados en noviembre en el Centro Penn Biden, una revelación hecha por los abogados del presidente Joe Biden a principios de esta semana.

The Epoch Times

“Creo que lo sabían mucho antes del 2 de noviembre ”, le dijo Trump a John Solomon, el fundador de Just the News, en su podcast publicado el 11 de enero.

Refiriéndose a Biden, Trump agregó: “Creo que probablemente lo supo desde el principio y creo que mucho de eso tenía que ver con Ucrania, porque esos eran los documentos que guardaba. Y no, creo que sabían de esto desde hace mucho tiempo y no hicieron nada al respecto ”.

Richard Sauber, asesor especial del presidente, dijo el 9 de enero que los documentos con marcas clasificadas fueron encontrados en un armario cerrado con llave en el Centro Penn Biden para la Diplomacia y el Compromiso Global en Washington el 2 de noviembre. El mismo día, los abogados de la Casa Blanca notificó a la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA) y la agencia tomó posesión de los materiales al día siguiente, agregó Sauber.

El mandato de Biden como vicepresidente terminó en enero de 2017. Un mes después, se convirtió en profesor en la Universidad de Pensilvania y se le asignó el papel de dirigir el Centro Penn Biden de la escuela, que se inauguró oficialmente en febrero de 2018. Según el sitio web de la universidad, Biden también tenía una oficina en el campus de la escuela en Filadelfia.

Biden recibió una licencia sin sueldo en abril de 2019, cuando anunció que se postularía para presidente.

El 10 de enero, Biden dijo que estaba “ sorprendido de enterarse ” de que se encontraron documentos clasificados en su antigua oficina privada.

“Me informaron sobre este descubrimiento y me sorprendió saber que había registros del gobierno que fueron llevados a esa oficina”, dijo Biden. “Pero no sé qué hay en los documentos”.

“He entregado las cajas, ellos han entregado las cajas a los Archivos”, agregó Biden. “Y estamos cooperando plenamente, cooperando plenamente con la revisión”.

Estándares dobles

Cuando se le preguntó cómo los documentos de la vicepresidencia de Biden podrían “cambiar la ecuación” con respecto a la investigación del fiscal especial Jack Smith sobre los documentos del gobierno encontrados en Mar-a-Lago, Trump dijo: “Bueno, creo que eso cambia por completo”.

“Estaba perfecto bajo la Ley de Registros Presidenciales”, agregó Trump. “No hice absolutamente nada malo”.

Los agentes del FBI incautaron más de 11.000 documentos y fotografías sin marcas clasificadas del resort de Trump, incluidos alrededor de 100 documentos marcados como clasificados o de alto secreto. Sin embargo, Trump ha dicho que desclasificó los materiales cuando dejó el cargo.

Trump sugirió que el FBI debería registrar las propiedades de Biden, así como las de su hijo Hunter Biden.

“ ¿Qué pasa con todos estos lugares que tiene? ”, preguntó Trump. “ ¿Qué hay de su casa? ¿Qué hay de la casa de Hunter? Ya sabes, ¿quién va a entrar allí como lo hicieron conmigo? ¿Quién va a hacer eso? ”

Los legisladores republicanos, incluido el presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy (R-Calif.) y el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el representante James Comer (R-Ky.), han criticado a la administración Biden por su doble rasero en el manejo de documentos clasificados.

“El presidente Biden mantuvo documentos CLASIFICADOS de cuando era vicepresidente en su grupo de expertos, pero envió a su Departamento de Justicia tras el expresidente Trump. Solo los presidentes, no los vicepresidentes, tienen la autoridad para desclasificar materiales”, escribió la representante Debbie Lesko (R-Ariz.) en Twitter el 10 de enero.

Agregó: “El doble estándar y el sistema de justicia de dos niveles del Departamento de Justicia están a la vista”.

Sin embargo, el presidente del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes, Pete Aguilar (D-Calif.), durante una conferencia de prensa el martes, calificó las críticas del Partido Republicano a Biden como “hipocresía republicana en su máxima expresión”.

China

También hablando en el podcast, Trump sugirió que Beijing probablemente podría haber visto los documentos clasificados encontrados en el Centro Penn Biden, y señaló que el régimen comunista había pagado millones en donaciones a la Universidad de Pensilvania.

En abril, el New York Post informó que la Universidad de Pensilvania había recibido un total de $54,6 millones en donaciones de China entre 2014 y 2019, citando registros públicos.

“El hecho es que China estaba pagando, a través de Penn, que, ya sabes, fui a la escuela en Penn, fui a la Escuela de Finanzas de Wharton, amo a Penn, pero estaban pagando todo este dinero a Joe Biden”. dijo Trump. “Y tienen el Centro Biden allí. Y me imagino, están pagando todo este dinero, me imagino que tenían acceso absoluto a esos documentos. Y vieron esos documentos”.

Trump hizo acusaciones similares el lunes, cuando escribió en su cuenta de Truth Social que el Centro Penn Biden “ está financiado por China ” y que “ 54 millones de dólares ” de Beijing habían ido al Centro.

El portavoz de la Universidad de Pensilvania, Stephen MacCarthy, en un comunicado a Newsweek sobre las publicaciones de Trump en Truth Social, negó las acusaciones.

“ La afirmación de que el Centro Penn Biden recibió $54 millones de China es una tontería total”, dijo MacCarthy. “El Centro Penn Biden nunca ha solicitado ni recibido obsequios de ninguna entidad china o extranjera”.

“De hecho, la Universidad nunca solicitó obsequios para el Centro”, agregó MacCarthy. “Desde su inicio en 2017, ha habido tres obsequios no solicitados (de dos donantes) que combinados suman $1,100. Ambos donantes son estadounidenses. El cien por ciento del presupuesto del Penn Biden Center proviene de fondos universitarios”.

En las últimas semanas he estado viendo una falacia narrativa interesante que se vende al público en general cuando se trata de los diseños de los globalistas.

Zero Hedge

Los principales medios de comunicación y otros ahora están sugiriendo abiertamente que en realidad está bien oponerse a ciertos aspectos de grupos como el Foro Económico Mundial . Te dan permiso para preocuparte, pero no te atrevas a llamarlo conspiración.

Esta propaganda es una desviación de las negaciones abyectas que estamos acostumbrados a escuchar en el Movimiento por la Libertad durante la última década o más. Todos nos hemos enfrentado a la disonancia cognitiva habitual: las afirmaciones de que los grupos globalistas «simplemente se sientan a hablar sobre temas económicos aburridos» y nada de lo que hacen tiene relación con la política global o su vida cotidiana. En algunos casos incluso nos dijeron que estos grupos de élites “no existen”.

Ahora, los medios admiten que sí, tal vez los globalistas tienen más que una pequeña influencia sobre los gobiernos, las políticas sociales y los resultados económicos. Pero, lo que no le gusta a la corriente principal es la afirmación de que los globalistas tienen intenciones nefastas o autoritarias. Eso es solo una locura de sombrero de papel de aluminio, ¿verdad?

La razón del cambio narrativo es obvia. Demasiadas personas fueron testigos de la verdadera agenda globalista en acción durante los bloqueos por la pandemia y ahora ven la conspiración por lo que es. Los globalistas, a su vez, parecen haberse sorprendido al descubrir muchos millones de personas en oposición a los mandatos y las negativas a cumplir fueron claramente mucho mayores de lo que esperaban. Todavía están tratando de impulsar su marca de miedo covid, pero el gato está fuera de la bolsa ahora.

No pudieron obtener lo que querían en Occidente, que era una tiranía médica perpetua al estilo chino con pasaportes de vacunas como norma. Entonces, la estrategia globalista ha cambiado y buscan adaptarse. Admiten cierto nivel de influencia, pero fingen ser benévolos o indiferentes.

La respuesta a esta mentira es relativamente sencilla. Podría señalar cómo Klaus Schwab del WEF saboreó la emoción del brote pandémico inicial y declaró que el covid era  la «oportunidad» perfecta  para iniciar lo que el WEF llama el «Gran Reinicio».

También podría señalar que la visión del Reset de Klaus Schwab, lo que él llama la  “4ta Revolución Industrial” , es un verdadero mundo de pesadilla en el que la Inteligencia Artificial lo maneja todo, la sociedad se condensa en enclaves digitales llamados “ciudades inteligentes” y las personas son oprimidas. por impuestos al carbono. Podría señalar que el WEF apoya activamente el concepto de  la “Economía Compartida”  en la que “no serás dueño de nada, no tendrás privacidad” y supuestamente estarás contento con eso, pero solo porque no tendrás otra opción.

Sin embargo, de lo que realmente quiero hablar es del proceso mediante el cual las élites esperan alcanzar su época distópica, así como la mentalidad globalista que se presta a los horrores de la tecnocracia. La suposición ingenua común entre los escépticos de la conspiración es que los globalistas son seres humanos normales con los mismos impulsos y deseos limitados que el resto de nosotros. Pueden tener algo de poder, pero los eventos mundiales siguen siendo aleatorios y ciertamente no están controlados.

Esto es una falacia. Los globalistas no son como nosotros. No son humanos. O, debería decir, desprecian a la humanidad y buscan acabar con ella. Y, debido a esto, tienen aspiraciones completamente diferentes en comparación con la mayoría de nosotros, que incluyen aspiraciones de dominio.

Lo que estamos tratando aquí no son personas normales con conciencia, ética o empatía. Su comportamiento es mucho más parecido al de los psicópatas y sociópatas de alto funcionamiento que al de la persona común en la calle. Vimos esto en exhibición completa durante los bloqueos de covid y los intentos viciosos de hacer cumplir los pasaportes de vacunas; sus acciones traicionan su juego largo.

Eche un vistazo a los comentarios de la primera ministra de Nueva Zelanda y asistente del WEF, Jacinda Ardern, de hace un año. Admite la táctica deliberada de crear un sistema de clases de dos niveles dentro de su propio país basado en el estado de vacunación. No hay remordimiento ni culpa en su comportamiento, está orgullosa de tomar acciones tan autoritarias a pesar de numerosos estudios que prueban que los mandatos son ineficaces.

Sin embargo, más allá de la respuesta covid, sugiero que las personas que niegan la conspiración globalista profundicen en las raíces filosóficas de organizaciones como el WEF. Toda su ideología se puede resumir en un par de palabras: futurismo y divinidad.

El futurismo es un movimiento ideológico que cree que todas las innovaciones «nuevas», sociales o tecnológicas, deben suplantar los sistemas existentes anteriores en aras del progreso. Creen que todas las viejas formas de pensar, incluidas las nociones de principios, herencia, sistemas de creencias religiosas, códigos de conducta, etc., son muletas que impiden que la humanidad alcance la grandeza.

Pero, ¿cuál es la grandeza que buscan los futuristas? Como se mencionó anteriormente, quieren la divinidad. Una era en la que el mundo natural y la voluntad humana están esclavizados por las manos de unos pocos elegidos. Caso en cuestión: la siguiente presentación de 2018 del «gurú» del FEM, Yuval Harari, sobre el futuro de la humanidad tal como lo ven los globalistas:

Las conclusiones de Harari tienen sus raíces en prejuicios elitistas e ignoran numerosas realidades psicológicas y sociales, pero podemos dejarlas de lado por un momento y examinar su premisa básica de que la humanidad tal como la conocemos ya no existirá en el próximo siglo debido a la «evolución digital» y «hackeo humano».

La base de la visión WEF se basa en la idea de que los datos son el nuevo Santo Grial, la nueva conquista. Esto es algo sobre lo que he escrito extensamente en el pasado (consulte mi artículo  ‘Inteligencia artificial: una mirada secular al anticristo digital’ ), pero es bueno verlo expresado con tanta arrogancia por alguien como Harari porque es una evidencia innegable: Los globalistas piensan que van a construir una economía y una sociedad completamente centralizadas basadas en datos humanos en lugar de producción. En otras palabras, USTED se convierte en el producto. El ciudadano medio, sus pensamientos y sus comportamientos, se convierten en el stock en el comercio.

Los globalistas también creen que los datos son más valiosos porque pueden explotarse para controlar el comportamiento de las personas, para piratear el cuerpo y la mente con el fin de crear marionetas humanas o crear superseres. Sueñan con convertirse en pequeños dioses con conocimiento omnipotente. Yuval incluso proclama con orgullo que el diseño inteligente ya no será el reino de Dios en el cielo, sino del nuevo hombre digitalizado.

Si bien Harari habla de boquilla sobre «democracia» frente a «dictadura digital», continúa afirmando que la centralización puede convertirse en el sistema de gobierno de facto. Dice esto no porque tema a la dictadura, sino porque esa siempre ha sido la intención del WEF. El globalista argumenta que no se puede confiar en los gobiernos para que tengan el monopolio de la fuente digital y que alguien debe intervenir para regular los datos; pero “¿quién haría esto?”, se pregunta.

Él ya sabe la respuesta. La ONU, un edificio globalista, ha dicho constantemente que debería ser el órgano rector que tome el control de la inteligencia artificial y la regulación de datos  a través de la UNESCO . Es decir, Harari está jugando tímidamente, sabe que las personas que intervendrán para controlar los datos son personas como él.

En ningún momento del discurso de Harari sugiere que cualquiera de estos desarrollos deba ser obstruido o detenido. En ningún momento ofrece la idea de que la digitalización de la humanidad está mal y que hay otras formas mejores de vivir. En realidad, se burla del concepto de «volver» a las viejas costumbres; solo el futuro y la Tabula Rasa (pizarra en blanco) son prometedores para los globalistas, todo lo demás es un impedimento para sus diseños.

Pero aquí está la cosa, lo que los globalistas están tratando de lograr es una fantasía. Las personas no son algoritmos, a pesar de lo mucho que a Harari le gustaría que lo fueran. Las personas tienen hábitos, sí, pero también son impredecibles y son propensas a despertares repentinos y epifanías en el momento de crisis.

Los psicópatas tienden a ser personas robóticas, actuando impulsivamente pero también de manera muy predecible. Carecen de imaginación, intuición y previsión, por lo que no sorprende que organizaciones de psicópatas como el WEF le den un valor tan obsesivo a la IA, los algoritmos y una fría evolución tecnocrática. No ven sus datos Shangri-La como el futuro de la humanidad; lo ven como SU futuro: el futuro de los no humanos, o los antihumanos, por así decirlo.

¿Quién producirá todos los bienes, servicios y necesidades requeridas en este nuevo mundo feliz? Bueno, todos los peones, por supuesto. Claro, los globalistas ofrecerán grandes promesas de una economía de producción impulsada por robots en la que las personas ya no necesitarán realizar trabajos de baja categoría, pero esto será otra mentira. Seguirán necesitando gente para sembrar los cultivos, mantener la infraestructura, encargarse de la fabricación, luchar por ellos, etc., simplemente nos necesitarán menos.

En el fondo, una economía basada en datos es una economía que depende de la ilusión.

Los datos son vaporosos y muchas veces sin sentido porque están sujetos a los sesgos del intérprete. Los algoritmos también se pueden programar según los sesgos de los ingenieros. No hay nada intrínsecamente objetivo en los datos; todo depende de las intenciones de las personas que los analizan.

Por ejemplo, para usar la anécdota de Harari de un algoritmo que “sabe que eres gay” antes que tú; cualquier grupo retorcido de personas podría simplemente escribir código para un algoritmo que le diga a la mayoría de los niños fácilmente manipulables que son homosexuales, incluso cuando no lo son. Y, si eres lo suficientemente crédulo como para creer que el algoritmo es infalible, entonces podrías creer que numerosas falsedades son ciertas y convencerte de comportarte en contra de tu naturaleza. Ha permitido que un fantasma digital sesgado dicte su identidad y se ha vuelto «hackeable».

Mientras tanto, los elitistas se hacen ilusiones de superar sus limitaciones mortales «hackeando» el cuerpo humano, así como leyendo la mente de las masas y prediciendo el futuro en función de las tendencias de los datos. Esta es una obsesión que ignora los impredecibles salarios del alma humana, ese mismo elemento de conciencia e imaginación del que carecen los psicópatas. Es algo que no se puede hackear.

La legitimidad del sistema basado en datos y la piratería de la humanidad a la que aspira el WEF es menos importante de lo que las masas pueden estar convencidas. Si se puede persuadir a la persona promedio para que implante su teléfono celular en su cráneo en un futuro cercano, entonces sí, la humanidad podría volverse pirateable de una manera rudimentaria.

Los algoritmos suplantan entonces la conciencia, la empatía y los principios. Y, sin estas cosas, toda moralidad se vuelve relativa por defecto. El mal se convierte en bien, y el bien en mal. 

De la misma manera, si se puede persuadir a la humanidad para que deje sus teléfonos celulares y viva una vida menos centrada en la tecnología, entonces el imperio digital de los globalistas se derrumbará con bastante facilidad. No existe un sistema que las élites puedan imponer que haga realidad su conciencia digital sin el consentimiento del público en general.

Sin un vasto marco global en el que las personas adopten voluntariamente los algoritmos en lugar de su propia experiencia e intuiciones, la religión globalista de la centralización total muere. El primer paso es aceptar que la conspiración sí existe. El segundo paso es aceptar que la conspiración es maliciosa y destructiva. El tercer paso es negarse a cumplir, por cualquier medio que sea necesario.

La FundéuRAE (Fundación del Español Urgente) otorgó el título de palabra del año 2022 a la expresión “inteligencia artificial”. En una entrada publicada en su página web a finales del pasado mes de diciembre, la Fundación explicaba que la selección de este concepto se debía a su gran presencia en los medios de comunicación y al debate social durante los últimos doce meses, provocados ambos por “los diversos avances desarrollados en este ámbito y las consecuencias éticas derivadas”.

Xataka

En este sentido, la aparición de chatbots ha supuesto un gran avance en el campo de la Inteligencia Artificial y ya está teniendo consecuencias en el ámbito de la educación.

Chatbots para hacer la tarea de clase. Según The Guardian, algunas universidades australianas han detectado que ciertos alumnos están empleando chatbots para realizar sus trabajos de clase, como ensayos o incluso exámenes. Estos bots conversacionales son aplicaciones de sotfware que emplean Inteligencia Artificial mediante la cual producen respuestas automáticas, y pueden usarse para proporcionar servicios de atención al cliente las 24h, por ejemplo. Sin embargo, parece que algunos universitarios australianos lo están utilizando para sacar el curso adelante.

Revisión de los métodos de evaluación. El periódico británico señala que las ocho principales universidades australianas, asociadas en el denominado Group of Eight (Grupo de las Ocho en castellano), se han visto forzadas a modificar sus métodos de evaluación. Según el Dr Matthew Brown, principal representante del grupo, las universidades han tenido que revisar “cómo se llevarán a cabo las evaluaciones en 2023”, muchas de las cuales optarán para ello por fórmulas tradicionales como “un mayor uso de los exámenes y tests a papel y bolígrafo”.

Las universidades buscan anticiparse. Brown indica que las Universidades llevan tiempo abordando el uso de la Inteligencia Artificial mediante la formación de los estudiantes y del profesorado, así como con la utilización de estrategias de detección específicas para los textos generados por los chatbots. Adicionalmente, señala que el rediseño de la evaluación es clave y que supone “un trabajo continuo para nuestras universidades, mientras buscamos adelantarnos a los desarrollos de la inteligencia artificial”.

Nueva York prohíbe ChatGPT en los colegios. En noviembre de 2022, la empresa OpenAI, (fundada, entre otros, por Elon Musk en 2015), lanzó ChatGPT, un chatbot capaz de procesar requerimientos breves del usuario y responder mediante textos de gran extensión. El potencial de este programa, capaz de resumir reuniones de trabajo, es tal que, para evitar un mal uso por parte de los estudiantes, el departamento de educación de Nueva York decidió prohibir el acceso a este chatbot en todos los dispositivos empleados en los colegios e institutos públicos de la ciudad, tal y como informó recientemente The Wall Street Journal.

Gran exactitud en las respuestas. La clave del éxito de estos programas está en la velocidad con la que producen las respuestas autómáticas y la exactitud de las mismas. Recientemente, Paul Taylor, profesor de salud informática (‘Health Informatics’ en inglés) en la University College de Londres, publicó un artículo en la revista London Review of Books donde explicaba cuáles habían sido las respuestas de Chatbot a determinadas preguntas que el docente había incluido en algunos exámenes. Taylor afirmó que la inteligencia artificial era capaz de responder de forma “coherente, completa y ciñéndose al tema, algo que los estudiantes a veces no consiguen”.

Los detectores de plagio, sobrepasados. El profesor añadió que los verificadores de plagio no son útiles, ya que el algoritmo de ChatGPT “responde de forma diferente a cada interacción, por lo que los estudiantes no obtendrán la misma respuesta que yo recibí”. Finalmente, Taylor concluye que en el futuro será necesario establecer nuevos tipos de exámenes o reunir a los alumnos en una sala sin acceso a internet para que hagan los tests.

Un uso correcto es positivo. Por otro lado, los chatbots pueden ser una herramienta útil a nivel educativo, si se usa de la forma correcta. El profesor de educación primaria Stewart Brown publicó la semana pasada un tweet donde afirmaba que ChatGPT podía reducir el volumen de trabajo de los docentes, y como ejemplo colgó un vídeo en el que el chatbot redactaba las instrucciones de un ejercicio de clase a partir de las pautas proporcionadas por el maestro.

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