Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

Los eurodiputados votarán el jueves en Estrasburgo la segunda resolución sobre Venezuela en lo que va de legislatura a propósito de la situación que se vive en el país tras la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro.

La Gaceta de la Iberosfera

La primera reconoció a Edmundo González como presidente electo y legítimo de Venezuela con los votos de Patriotas por Europa, los Conservadores y Reformistas y el Partido Popular Europeo. Aquello supuso la constatación de una mayoría alternativa al consenso entre socialistas y populares en el Parlamento Europeo.

Ahora el PP ha dado un giro y ha debilitado la posición europea negociando con el PSOE un texto que evita exigir a Bruselas el reconocimiento de Edmundo González como presidente legítimo; elimina cualquier referencia a la investigación internacional de Maduro en la Corte Penal Internacional; ignora a los aliados del chavismo, como Cuba, Irán, China y Rusia, que sostienen el régimen; blanquea a la dictadura destacando su aparente colaboración con la ONU mientras continúa la represión contra los venezolanos; y silencia el apoyo de democracias como Estados Unidos, Italia o Argentina, que ya han reconocido a González como presidente legítimo.

«El 10 de enero Nicolás Maduro consumó su golpe de estado, ignorando la voluntad popular y reprimiendo brutalmente a quienes defienden la democracia en Venezuela. Mientras millones de venezolanos se juegan la vida en las calles, el Partido Popular ha decidido ceder ante el socialismo y dar un paso atrás en la defensa de la libertad«, ha señalado VOX. «Pactar con el socialismo es dar pasos atrás. La historia condena a los pusilánimes y a los colaboracionistas», ha insistido Buxadé. «Libertad en Venezuela, libertad en Europa, libertad en el mundo», ha reclamado.

VOX exige el reconocimiento inmediato de Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela; la ruptura de relaciones con el régimen de Maduro y sanciones efectivas contra sus líderes; la suspensión de toda ayuda europea que beneficie directa o indirectamente al chavismo; y la persecución internacional contra Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad. «El socialismo y quienes pactan con él son responsables de perpetuar la opresión en Venezuela», ha concluido.

En la trinchera de los medios de comunicación antiTrump uno de los capitanes más destacados es Darrin Bell. Desde hace ocho años, dedica sus caricaturas en el Washington PostLos Angeles Times y el New Yorker a denigrar a Donald Trump y a sus partidarios.

La Gaceta de la Iberosfera

En sus dibujos, Trump y los miembros del movimiento MAGA (Make America Great Again) aparecen como racistas, sexistas, violentos, nazis, idiotas, violadores, amantes de las armas… Últimamente, ha dibujado a Trump como un abusador sexual. Y aunque Bell vive en el estado-refugio para los progres de California, en el que Kamala Harris obtuvo tres millones de votos más que Trump en las elecciones pasadas, se sintió decepcionado con la victoria del ex presidente.

La prometedora carrera de este guerrero cultural que no ha cumplido los cincuenta años ha concluido al ser detenido en su casa de Sacramento (California) por la Policía local bajo la acusación de poseer pornografía infantil. En el registro de su domicilio, los policías encontraron 134 vídeos de pornografía pedófila, parte de la cual estaba generada por inteligencia artificial. El dibujante está casado con la ilustradora y pintora Makeda Rashidi. Tiene cuatro hijos, lo que convierte en más repugnante su (supuesto) delito.

Bell nació en Los Ángeles en 1975 y, dentro de la miríada de identidades habituales en Estados Unidos, se define como negro y judío. Estudió ciencias políticas y antes de acabar sus estudios empezó a dibujar viñetas con tal éxito que a los veinte años ya las publicaba y le contrataron varios periódicos californianos. También es autor de una tira cómica, Candorville, cuyos protagonistas son afroamericanos y latinos. Al conocerse su detención, la publicación de Candorville se ha suspendido.

El departamento de Policía de Sacramento difundió una nota de prensa en la que explicaba que se ha asignado a Bell una fianza de un millón de dólares debido a la gravedad de las acusaciones y las pruebas en su contra.

Su ingenio y su compromiso político le han supuesto mucho trabajo bien retribuido y también premios. En 2019, recibió el Pulitzer en el apartado de caricatura-política. El jurado elogió sus ataques a Trump: «Por las hermosas y atrevidas viñetas editoriales que abordaron cuestiones que afectan a comunidades privadas de derechos, denunciando las mentiras, la hipocresía y el fraude en la agitación política que rodea a la administración Trump».

Con motivo del Pulitzer, Darrin Bell explicó cuáles eran las ideas que guiaban su trabajo: «Quiero que [los lectores] se lleven la idea de que tenemos que ser más respetuosos con la dignidad humana. Ese es el hilo conductor que intento tejer en cada viñeta que dibujo, ya sea sobre la brutalidad policial o los inmigrantes separados de sus hijos, o sobre Donald Trump».

Como tantos progres, Bell decía a los demás como debían vivir, pero él quedaba exento de sus consejos.

El Cid ganó batallas después de muerto. Donald Trump las venció antes de tomar posesión de la presidencia el pasado lunes: Justin Trudeau dimitióClaudia Sheinbaum acepta controlar la frontera mexicana; Jeff Bezos y otros plutócratas le han financiado las fiestas de la ceremonia del día 20; Mark Zuckerberg reconoció que la Administración Biden aplicó la censura a las redes sociales; y uno de los principales ridiculizadores de él y de sus votantes en los medios ha sido detenido por pornógrafo. ¿Quiénes serán los siguientes?

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, pidió este miércoles en el Foro de Davos (Suiza) a Nicolás Maduro, que asumió este mes como presidente en Venezuela pese a las denuncias de la oposición, “que aprenda a perder unas elecciones” y deje el Gobierno.

EFE

“Llamamos al pueblo venezolano a no dejarse vencer, que asuma el señor Edmundo González la Presidencia y el señor Maduro que aprenda a perder unas elecciones”, dijo Boluarte en Davos, tras participar en un coloquio en el marco del Foro Económico Mundial (WEF).

Boularte indicó que Maduro “no es presidente legítimo ahora en Venezuela” y que “tiene que dejar el Gobierno” y “dejar al pueblo venezolano en libertad”.

Al ser preguntada si se debe contemplar la opción militar, como propone el expresidente colombiano Álvaro Uribe, dijo que “en un mundo democrático y civilizado, primero debe prevalecer el diálogo democrático y el señor Maduro reconocer que ya no ha sido elegido democráticamente”.

“Eso en un mundo democrático, se respeta”, insistió y recalcó que Edmundo González Urrutia es “para todos los países de América y del mundo quien ganó las elecciones”. 

Nicolás Maduro inauguró bajo la lluvia este miércoles los “Ejercicios Bolivarianos 2025, junto al mayor general chavista Vladimir Padrino López y el jefe del Comando Estratégico Operacional, Domingo Hernández Lárez

La Patilla

“Tenemos un país con capacidad para decir que estamos en paz. Hemos combatido de manera preventiva todas las amenazas que se han cernido sobre nuestra patria. Hemos despejado nubarrones, intentonas, para perturbar el desarrollo de nuestra república y hemos perfeccionado al máximo nivel el sistema defensivo de Venezuela, doctrina venezolana, pensamiento militar venezolano con nuestra estrategia, con nuestra táctica, con nuestro método”, comentó Maduro mientras ofrecía un discurso en Fuerte Tiuna, en Caracas.

“Hoy vamos a desplegar los que son los más completos ejercicios que jamás se hayan hecho en Venezuela”, ordenó Maduro, vestido con la indumentaria militar.

“Vamos a cumplir 10 años de haber empezado en el país los ejercicios del Escudo Bolivariano, para defender nuestro derecho a la soberanía plena y permanente. Ha llegado en este amanecer de Caracas y de Venezuela, esta lluvia tenue, con la llegada de la lluvia llega la fuerza espiritual de nuestro comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías”, agregó.

El ex jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, afirmó este martes que las fuerzas de su país mataron a cerca de “20.000 agentes” del grupo terrorista Hamas durante los más de 15 meses de conflicto en Gaza.

AFP

“El brazo militar de Hamas ha sido duramente golpeado. La mayoría de la cúpula de la organización fue abatida”, declaró Halevi en un discurso televisado unas horas después de anunciar su dimisión.

La ofensiva israelí en la Franja de Gaza dejó al menos 47.107 muertos según datos del Ministerio de Salud de Hamas, que gobierna este territorio palestino. La ONU considera que estas cifras son fiables.

Halevi anunció este martes su dimisión, a partir del 6 de marzo, por su responsabilidad en “el fracaso del ejército el 7 de octubre”.

Aquella mañana, con parapentes y topadoras, cientos de milicianos de Hamas franquearon la barrera fronteriza entre la Franja de Gaza y territorio israelí, dotada de sensores de vigilancia.

Su ataque en suelo israelí, que pilló totalmente por sorpresa al ejército, se saldó con la muerte de 1.210 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP en base a información oficial.

En su carta de renuncia, publicada por el ejército, el teniente general Herzi Halevi dijo que renunciaba “debido a mi reconocimiento de responsabilidad por el fracaso (militar) del 7 de octubre”, pero agregó que se iba en un momento de “éxitos significativos”.

Reconoció, sin embargo, que los objetivos de la guerra de Gaza “no se han logrado todos”, añadiendo que el ejército “seguirá luchando para desmantelar aún más a Hamas”, recuperar a los rehenes y permitir que los israelíes desplazados por los ataques militantes regresen a sus hogares.

Poco después de su anuncio, también dimitió el mayor general Yaron Finkelman, que dirigía el mando militar del sur de Israel, responsable de Gaza.

El ataque del 7 de octubre, en el que 251 personas fueron tomadas como rehenes, traumatizó a los israelíes y creó una crisis sin precedentes para los principales dirigentes del país.

Noventa y un rehenes permanecen en cautiverio, 34 de los cuales, según los militares, están muertos.

El primer ministro Benjamin Netanyahu había prometido al comienzo de la guerra aplastar a Hamas y traer de vuelta a todos los rehenes.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, pidió el martes a Netanyahu que siga el ejemplo de Halevi.

Lapid elogió al jefe militar por su dimisión y añadió: “Ahora es el momento de que asuman su responsabilidad y renuncien: el primer ministro y todo su catastrófico gobierno”.

Tras meses de negociaciones infructuosas, los mediadores Qatar y Estados Unidos anunciaron un alto el fuego que entró en vigor el domingo, en vísperas de la investidura de Donald Trump como presidente estadounidense.

Trump, quien se atribuyó el mérito por el acuerdo, dijo que dudaba que el mismo se mantuviera mientras asumía el cargo para un segundo mandato histórico.

“Esa no es nuestra guerra, es la suya, pero no estoy seguro”, afirmó.

Sin embargo, el primer ministro qatarí, el jeque Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al-Thani, dijo el martes en el Foro Económico Mundial que si Israel y Hamas actuaban “de buena fe, esto duraría y, con suerte… conduciría a un alto el fuego permanente”.

Desde que entró en vigor la tregua, la ayuda humanitaria desesperadamente necesaria ha comenzado a fluir a Gaza, y los palestinos desplazados por la guerra han regresado a sus hogares en zonas devastadas del territorio, con la esperanza de que el acuerdo perdure.

Hasta ahora, la tregua ha implicado a Israel y Hamas en un intercambio de rehenes por prisioneros.

El 21 de enero de 1968, un bombardero B-52 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sufrió un accidente aéreo cerca de la base aérea de Thule, en el territorio danés de Groenlandia, durante una misión de alerta por la bahía de Baffin dentro de la operación Chrome Dome.

Lawrence Livermore National Laboratory

La Operación Chrome Dome, iniciada en 1960 fue uno de los programas de alerta global llevado a cabo por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos durante la Guerra Fría, el programa consistía en varios bombarderos estratégicos B-52 Stratofortress armados con armas termonucleares con objetivos asignados en la Unión Soviética, volando en horarios que garantizaran un número considerable de aviones en el aire, en el caso del estallido de la Tercera Guerra Mundial.

El B-52, que transportaba cuatro armas termonucleares, se encontraba en misión de alerta sobre la bahía de Baffin, cuando un incendio en la cabina obligó a la tripulación a abandonar la aeronave antes de que pudieran realizar un aterrizaje de emergencia en Thule.

El bombardero se estrelló contra el hielo marino de la bahía North Star, lo que provocó la explosión del componente de alto poder explosivo de las armas, rompiéndose y dispersando la carga nuclear por la superficie del hielo.

Seis de los tripulantes salieron sin riesgos, pero un miembro, que no tenía asiento eyectable murió mientras intentaba escapar de la aeronave.

El accidente provocó la dispersión de fragmentos pulverizados de plutonio y otros materiales radiactivos a lo largo de una franja de 100 metros a ambos lados de la zona de impacto de la aeronave.

Los Estados Unidos y Dinamarca llevaron a cabo una operación de recuperación y limpieza, que duró varios meses.

La revista Time en marzo de 2009 clasificó el evento como uno de los peores desastres nucleares.

La explosión y el incendio resultantes destruyeron muchos de los componentes que se habían dispersado ampliamente en un área de 1 milla (1,6 km) por 3 millas (4,8 km).

Se encontraron partes de la bodega de bombas a 2 millas (3,2 km) al norte del área de impacto, lo que indica que el avión comenzó a romperse antes del impacto.

El hielo se rompió en el punto de impacto, exponiendo temporalmente un área de agua de mar de aproximadamente 160 pies (50 m) de diámetro; los témpanos de hielo en el área se dispersaron, volcaron y desplazaron.

Al sur del área de impacto, era visible una mancha ennegrecida de 400 pies (120 m) por 2200 pies (670 m) donde se había quemado el combustible del avión; esta área estaba altamente contaminada con combustible de aviación JP-4 y elementos radiactivos.

Los trabajadores daneses que participaron en la operación de limpieza afirmaron que su exposición a la radiación les había provocado problemas de salud a largo plazo.

Aunque no trabajaban en el campamento, los daneses trabajaban en el parque de tanques donde se recogía el hielo contaminado, en el puerto desde el que se enviaban los escombros contaminados, y también prestaban servicio a los vehículos utilizados en la limpieza. También es posible que estuvieran expuestos a la radiación de la atmósfera local.

Muchos de los trabajadores encuestados en los años posteriores al Proyecto Crested Ice informaron de problemas de salud. Una encuesta de 1995 encontró 410 muertes por cáncer en una muestra de 1.500 trabajadores.

El 21 de enero de 1976 el avión supersónico Concorde comienza a operar sus vuelos comerciales de línea regular.

Día Internacional de

Tanto Air France como British Airways iniciaron sus vuelos comerciales desde Londres Heathrow a Bahréin y desde París Orly a Río. Ambos despegaron exactamente a las 11.40 horas.

Son las 15.38 del 2 de marzo de 1969 y se acaba de escribir la primera página de la historia de la aviación comercial supersónica. Tuvieron que pasar siete años más hasta que el Concorde entró en servicio comercial en 1976.

El Concorde es un avión de transporte comercial construido en conjunto por la empresa inglesa Bristol Aircraft Corporation (BAC, que luego se cambió en British Aerospace) y la francesa Sud Aviation (siendo luego Aerospatiale).

El nombre que se le dio al avión, Concorde, es el reflejo del tratado firmado entre los gobiernos británico y francés y las empresas —francesa y británica, respectivamente— Aérospatiale y British Aircraft Corporation. La palabra significa «concordia»: en francés se escribe «Concorde» y en inglés, «Concord», con significados y usos similares en ambos idiomas.

Desde finales de los años 50, las empresas aeronáuticas francesas, británicas, americanas y rusas estudiaban las probabilidades de desarrollar un avión comercial supersónico.

Durante más de 30 años, los viajes supersónicos aceleraron la aviación comercial. Mientras que los aviones comerciales subsónicos tardan alrededor de 8 horas en completar un viaje entre París y Nueva York, el Concorde solo necesitaba alrededor de 3 horas y 30 minutos.

La altitud máxima que alcanzaba era de 18 300 metros y su velocidad de crucero era de Mach 2,02 —2410 km/h— más del doble de la velocidad media de los aviones convencionales.

En total se construyeron 16 aparatos, operados únicamente por Air France y British Airways. El trágico accidente (el único del modelo) en Gonesse, cerca de París, en 2000, marcó el fin de las operaciones, tres años después.

Jutta Kleinschmidt, nacida en Colonia, Alemania, en 1962, es una piloto que ha destacado especialmente por ser la primera mujer que logró la victoria en el Rally París-Dakar hace exactamente 24 años.

Por: Biografías Y Vidas

Jutta Kleinschmidt nació el 29 de agosto en el seno de una familia de clase media baja. Esta alemana de ojos azules muy pronto se independizó de sus padres.

Como no tenía dinero para un auto, a los dieciocho años se compró una moto destartalada, con la que, sin embargo, empezó a correr como turista en el Rally de los Faraones de 1987, y después, a participar en carreras de motocicletas hasta 1992, año en que se proclamó campeona del citado rally en la categoría de motos femenina.

Ese año descubrió el atractivo de los autos de competición, a bordo de un buggy, como copiloto del propio Schlesser, con quien debutó en 1993 y que se convirtió en su compañero sentimental.

Fue una turbulenta relación que se prolongó hasta el Rally París-Dakar de 1998, cuando la pareja rompió de forma poco amistosa, porque Schlesser, que iba por detrás de Jutta, la obligó a detenerse, ya que no podía soportar que ella fuera más rápida.

En 1994 debutó ya como piloto titular en el raid de Tunicia. Con un buggy de la escudería de Schlesser, fue, en 1997, la primera mujer que ganó una etapa del París-Dakar y la primera en liderarlo después de aquella etapa especial. Dicho año, además, acabó quinta en el Dakar-Agadés-Dakar, en el que se convirtió también en la primera mujer que ganaba una etapa.

Después, a fines de 1998, fichó por Mitsubishi, equipo con el que logró su primer podio en 1999 y con el que alcanzó la tercera posición del París-Dakar del mismo año. En la Copa del Mundo de Rallies Todoterreno de 2000 fue subcampeona con 233 puntos, por detrás de Schlesser, con 406, quien le arrebató el liderato en los últimos kilómetros.

Celebrando el Rally Dakar 2001

La victoria providencial Kleinschmidt

Apoyada por la filial alemana de la marca japonesa, Jutta demostró con creces su calidad, pero como no conseguía el título, la empresa no pensaba renovarle el contrato en 2001.

Su victoria fue, pues, providencial. Mitsubishi la aprovechó para cambiar un detalle de su eslogan publicitario (una mujer puede correr el Dakar con nuestro auto, tú también puedes hacerlo). Después del triunfo de Jutta, el comienzo del lema fue modificado: una mujer puede ganar el Dakar….

Jutta se encontró con la victoria en el París-Dakar de 2001 casi sin darse cuenta. Había realizado un Dakar sólido, jugando siempre las mejores bazas, pero sin poder alcanzar el liderato.

Se lo encontró de repente cuando Schlesser fue sancionado con una hora de penalización por haber salido en primera posición en la penúltima etapa, en la que, según el reglamento, ese derecho correspondía al líder de la prueba, Masuoka, perteneciente, al igual que la alemana, a la escudería Mitsubishi.

El japonés, al ver que el francés y su compañero de escudería, Josep Maria Servià, se adelantaban con la intención de hacer que el polvo levantado por sus autos molestase a sus perseguidores, quiso contrarrestar la maniobra con una salida brusca, rompió la suspensión y perdió 50 minutos.

Allí estaba Jutta, que esperaba una oportunidad como aquélla desde hacía años. Aguantó el tipo, siguió el ritmo y, al día siguiente, después de una especial de sólo 25 kilómetros, entró victoriosa en el lago Rosa, en Dakar. Schlesser, que pasó de ser ex novio a convertirse en su rival más acerado, casi llegó a las manos con los comisarios, e impugnó la victoria, que finalmente fue ratificada el 5 de marzo por un tribunal de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

Volando sobre el desierto

Símbolo femenino

Después de este sonado triunfo, Jutta se convirtió en un símbolo de la igualdad entre sexos en Alemania y en otros países, y algunos medios se apresuraron a endosarle sobrenombres como el de la Domadora del Desierto y otro más manido, la Dama de Hierro de los Rallies, con los que aseguró que no se sentía nada a gusto, pues simplemente se consideraba un piloto más entre los hombres.

Pero esa victoria sobre todo acalló a quienes aseguraban que una mujer jamás podría ganar un rally tan competitivo y difícil.

En marzo de 2001, la vencedora del París-Dakar confirmó su posición en el mundo de los rallies al ganar las cinco etapas del segundo tramo del Mundial de Rallies. Ella impidió que Schlesser la adelantara, hasta el punto de hacer que se retirara de la carrera.

No había duda de que Jutta se había convertido ya en una obsesión para los hombres.

Estudió física e ingeniería hasta 1986, realizando la tesis en BMW. Desde 1987 hasta 1992 trabajó para esta empresa, en el departamento de diseño de vehículos. Desde 1993 compagina los trabajos de piloto e instructora.

Morfema Press

El contraste entre lo nuevo y lo viejo difícilmente podría haber sido más marcado.

Por: Mick Hume – The European Conservative

En su toma de posesión en Washington DC, el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, galvanizó a sus partidarios al hacer sonar el tambor en apoyo de todas las políticas populistas que le permitieron ganar las elecciones en noviembre: proteger las fronteras de Estados Unidos y detener la inmigración ilegal masiva; criticar la locura del Net Zero y el «pacto verde»; resistir el activismo trans y la ideología progresista; poner fin a la militarización política de la ley; defender la libertad de expresión frente a la cultura de la cancelación.

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, en el exclusivo centro de esquí suizo de Davos, lejos de cualquier votante basura o ciudadano deplorable, los principales partidarios de todo aquello contra lo que habló Trump se reunieron para calentarse en su carnaval anual de élite, el Foro Económico Mundial (FEM). 

Los miembros de la vieja élite política europea se reunieron con los megaricos y poderosos en el Foro Económico Mundial, tratando de convencerse mutuamente de que su cómodo y cerrado orden mundial realmente no está llegando a su fin, entre ellos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el canciller alemán saliente, Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata, junto con su probable reemplazo, el líder demócrata cristiano Friedrich Merz. Todos ellos brindaron con personalidades como la canciller laborista del Reino Unido, Rachel Reeves.

El presidente Trump tal vez haya tenido que refugiarse en la rotonda del Capitolio de Washington para su ceremonia inaugural y escapar de las temperaturas bajo cero en las calles de DC, pero en un mundo cambiante, fueron los elitistas globalistas en el nevado Davos quienes realmente parecieron estar al margen del frío político.

Como escribí en europeanconservative.com en noviembre, la derrota de la demócrata Kamala Harris, miembro de Washington, por parte de Trump “marca un nuevo punto culminante en la revuelta democrática contra las élites occidentales”. Su notable regreso a la Casa Blanca fue posible gracias al mismo auge populista que se ha extendido por toda Europa, llevando al poder a conservadores nacionales desde Italia y los Países Bajos hasta Hungría y Austria, y sacudiendo el centro de la Unión Europea.

La oligarquía de Bruselas y sus partidarios mediáticos han reaccionado llamando a Trump fascista, calificando de «extrema derecha» a cualquiera que los cuestione y ahora culpando al converso trumpista Elon Musk de supuestamente corromper la democracia europea al difundir «desinformación» y «discurso de odio» en X/Twitter. 

Horas después de la toma de posesión del presidente Trump, a la que asistieron Musk y otros titanes de las grandes tecnologías como Mark Zuckerberg de Meta, muchos miembros de izquierda, verdes y centristas del Parlamento Europeo hacían cola en su sesión plenaria en Estrasburgo para denunciar a Musk y Meta por interferir en las elecciones europeas y exigir más censura en línea. 

Mientras tanto, el atribulado primer ministro socialista de España, Pedro Sánchez, dijo en voz alta lo que pensaban otros líderes europeos y pidió a la UE que defendiera la democracia contra Musk y Trump (aunque, al igual que con el villano de Harry Potter, el malvado Lord Voldemort, no mencionó el nombre del nuevo presidente).

Hablando en nombre de la poderosa Comisión Europea, Henna Virkkunen aseguró a los eurodiputados que Bruselas aplicará normas aún más estrictas en línea, para proteger a los europeos de las malas palabras vigilando el discurso y eliminando la “desinformación” las 24 horas del día. 

Seamos claros sobre lo que está sucediendo aquí. En la UE y más allá, el establishment globalista no quiere ni necesita defender la democracia contra la “extrema derecha” o lo que Sánchez llamó la “tecnocasta”. Quiere defender su propio poder y sus sistemas contra el demos –el pueblo– que se ha atrevido a reelegir a presidentes y primeros ministros rebeldes y a expresar opiniones sin control en las redes sociales. 

No sólo temen a Trump y a Musk. Temen a gente como tú y como yo.

Trump no creó el populismo y Musk no inventó la libertad de expresión. Existe un movimiento masivo mundial de personas normales que están hartas de que las traten con desprecio y exigen que se escuche su voz y se representen sus intereses. 

El volátil presidente y su caprichoso y excéntrico defensor de Internet sin duda han desempeñado un papel importante. Trump ha demostrado ser un catalizador de esa revuelta populista en Estados Unidos, y Musk ha ayudado a crear una apertura que garantiza que las preocupaciones de muchas personas en Estados Unidos, Europa y otros lugares ya no puedan ignorarse. 

Pero, como siempre ocurre con los ataques de los liberales de izquierda a la “desinformación”, es un insulto al electorado sugerir que están siendo manipulados por las grandes empresas tecnológicas o por demagogos engreídos. 

Cuando millones de alemanes acudan a votar el mes próximo al partido antiinmigración Alternative für Deutschland (AfD), por ejemplo, no será porque Musk se lo haya dicho, sino por la crisis que ha creado en la sociedad alemana la política de puertas abiertas del establishment político. 

Musk no es ningún nazi, por mucho que se muestre enfadado en un mitin. Tampoco es un héroe inequívoco de la democracia, con sus exigencias de que el rey Carlos suspenda el parlamento electo del Reino Unido para librarse del fracasado gobierno laborista de Keir Starmer.

Un líder como Trump y una figura como Musk son a la vez productos y facilitadores de la revuelta populista. Veremos con qué firmeza se aferran a sus principios declarados en la práctica; el presidente Trump no tuvo el mejor comienzo al ayudar a imponer el desastroso acuerdo de alto el fuego a Israel, lo que podría dejar a Hamás fuera de peligro, aunque ha prometido respaldar una ofensiva israelí si los islamistas rompen el acuerdo.

Pero, sea lo que sea lo que suceda al final con Trump, Musk o cualquier otro individuo, podemos estar seguros de que la revuelta populista de masas contra las antiguas élites de Davos no va a desaparecer. Los millones de personas que se han puesto de pie y han dicho que ya es suficiente no van a volver a convertirse de algún modo en niños obedientes.

Por ahora, celebremos el triunfo populista con quienes han estado de fiesta en Washington e ignoremos el desdicha de quienes han perdido el champán en sus castillos de Davos. El futuro está en juego, pero seguramente no les pertenece, por mucho que intenten impedir que lo digamos.

Después de años aplicando el marco ideológico woke en sus corporaciones, los Ejecutivos parecen haberse dado darse cuenta de que estos programas están llevando a sus empresas a la ruina económica; una situación que puede agravarse tras la toma de posesión del ya nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La Gaceta de la Iberosfera

Durante 2024, un amplio grupo de empresas de la lista Fortune 500 anunciaron que abandonaban los programas basados ​​en raza y género para sus empleados y que se retiraban de los clubes climáticos de cero emisiones netas.

Ahora, las empresas que han anunciado que cancelarán o reducirán sus programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés) y los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) incluyen a Meta, Walmart, Ford, McDonald’s, Harley-Davidson, John Deere, Tractor Supply Company, Lowe’s, Molson Coors, Nissan, Toyota y Stanley Black & Decker. Además, pocas semanas antes de la celebración de las elecciones presidenciales que dieron la victoria al republicano, seis de los mayores bancos estadounidenses (Goldman Sachs, Citigroup, Wells Fargo, JPMorgan Chase, Bank of America y Morgan Stanley) también tomaron la decisión de abandonar la Alianza Bancaria Net-Zero patrocinada por la ONU.

Esta retirada ha tenido consecuencias directas, como la decisión tomada el pasado 13 de enero por la iniciativa Net Zero Asset Managers (NZAMi) de suspender sus actividades después de que el gigante inversor BlackRock anunciara su retirada del club unos días antes.

«Tanto ESG como DEI están en peligro de extinción«, dijo a The Epoch Times el ex fiscal general de Kentucky y actual director Ejecutivo de la organización 1792 Exchange, Daniel Cameron. «Creo que se debe a que las empresas se están dando cuenta de que gran parte del país simplemente quiere que nuestra comunidad corporativa se concentre en crear y desarrollar excelentes productos y brindar un excelente servicio, en lugar de impulsar o predicar una agenda partidista«, añadió.

Por otro lado, la victoria de Trump ha supuesto un punto de inflexión en la aplicación de estas políticas. «La elección de Trump puso sobre aviso a los partidarios de ESG, y creo que la reciente salida de varios bancos y gestores de activos importantes del cártel anticombustibles fósiles de la ONU confirma que el movimiento ESG está en cuidados intensivos», dijo el congresista Riley Moore al citado periódico.

La ideología ESG, un fracaso anunciado

La ideología ESG se originó en las Naciones Unidas en 2004 como una forma de lograr que las empresas privadas se sumasen a los objetivos climáticos y sociales progresistas conocidos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Los criterios ESG, junto con su componente DEI, fueron aclamados por sus defensores como herramientas esenciales de gestión de riesgos que no sólo eran buenas para la sociedad, sino también para los resultados de las empresas.

Así, la mayoría de las grandes corporaciones se sumó a la idea y empezó a implementar programas de contratación y promoción basados en la raza o en el género de los empleados o candidatos. En 2023, el 90% de las empresas habían implantado programas ESG, según una encuesta de Ernst & Young.

El movimiento fue tan rápidamente asumido por las compañías que se transformó en una industria que dominaba el panorama empresarial. El gigante de los criterios ESG incluía gestores de activos, consultores, agencias de calificación, contables, agentes de representación, gestores de fondos de pensiones y numerosos clubes climáticos. Además, contó con el respaldo de miles de millones de dólares de Wall Street, así como de fondos de pensiones e inversiones estatales y nacionales. Los dólares de inversión impulsados ​​por criterios ESG superaron los 30.000 millones en 2024, según informes de Bloomberg Intelligence, y el banco de inversiones Morgan Stanley informó de que los fondos de «sostenibilidad» representaban aproximadamente el 8% de todos los activos bajo gestión en todo el mundo en 2023.

La Administración Biden también apoyó con fuerza el movimiento ESG. En 2021, el ahora expresidente firmó una orden ejecutiva para «promover la diversidad, la equidad, la inclusión y la accesibilidad en todos los sectores de la fuerza laboral federal». Y en 2022, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos modificó sus normas para permitir que los administradores de activos de pensiones privadas de la Ley de Seguridad de Ingresos de Jubilación de Empleados (ERISA) tuviesen en cuenta «el cambio climático y otros factores ambientales, sociales y de gobernanza» al invertir el dinero de las pensiones.

Además, en marzo de 2024 la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) implementó lo que se conoció como la regla de «contabilidad verde», que requería que todas las empresas que cotizaban en bolsa auditaran y documentaran sus «riesgos relacionados con el clima», sus emisiones de dióxido de carbono y sus estrategias para reducirlos.

La llegada de Trump es el principio del fin

Las cosas van a cambiar a partir de este lunes más de lo que ya lo venían haciendo los últimos meses con empresas que abandonaban sus programas woke ante los malos resultados económicos que estaban obteniendo. El nuevo presidente se ha comprometido a poner fin a los DEI en todo el gobierno federal y en las universidades financiadas por el Estado y, en previsión de ello, el FBI cerró en diciembre su Oficina de Diversidad e Inclusión. Y es probable que la nueva Administración también revierta la regla de contabilidad verde de la SEC y restablezca las políticas anteriores que prohíben la inversión no pecuniaria de los fondos de pensiones.

Sin embargo, los críticos advierten de que esta ideología aún tiene vigencia. «La lucha para erradicar los factores ESG/DEI de las empresas estadounidenses sólo ha comenzado», ha asegurado el gerente de cartera de Inspire Investing, Tim Schwarzenberger, a The Epoch Times.

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