Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

La mayoría de los gobiernos de izquierda de Iberoamérica han expresado su condena contra el bombardeo estadounidense de la pasada noche sobre tres instalaciones nucleares de Irán, con países como Venezuela, Cuba o Chile a la cabeza, mientras que Argentina defiende el ataque y otros países como Brasil, Ecuador o El Salvador por el momento guardan silencio.

La Gaceta de la Iberosfera

Uno de los primeros en reaccionar ha sido el presidente colombiano, Gustavo Petro, que ha republicado el mensaje de su ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia: «La paz no puede construirse con misiles». El comunicado del Ministerio colombiano pide retomar la negociación y «rechaza el uso unilateral de la fuerza». Además emplaza a Teherán a «seguir cumpliendo, de forma plena y verificables sus compromisos en materia de no proliferacion».

«Colombia reafirma su compromiso con la diplomacia, la solucién pacifica de las controversias y el fortalecimiento del multilateralismo como camino para preservar la paz y la seguridad internacionales», ha apuntado.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha condenado «enérgicamente» los bombardeos estadounidenses que «constituyen peligrosa escalada de conflicto en Oriente Próximo».

En un comunicado posterior más prolijo, el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano ha denunciado que esta «cobarde agresión» supone una «grave» violación de la Carta ONU y el Derecho Internacional.

«Hay que detener la agresión de Estados Unidos contra Irán (…), alentada por el gobierno genocida de Israel», ha instado antes de reiterar su solidaridad con el pueblo y el gobierno iraníes. «Con este irresponsable paso, Estados Unidos secuestra de manera temeraria la búsqueda de la paz regional y arrastra a la Humanidad a una crisis de incalculables consecuencias», ha advertido.

Además, recuerda que las instalaciones nucleares iraníes atacadas «están bajo el régimen de salvaguardias del Organismo Internacional de la Energía Atómica», por lo que este bombardeo «viola también de manera grave el Tratado de No Proliferación Nuclear».

«Hacemos un llamado, una vez más a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a ejercer su responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales; a la movilización mundial para condenar la agresión e impedir continúe, y a actuar sin descanso para restaurar la Paz, con la urgencia y la determinación que exige el momento», concluye el comunicado.

Igualmente Venezuela ha condenado este ataque que, según el presidente Nicolás Maduro, «incluso ignora las leyes estadounidenses». El mensaje publicado en Telegram pide «PAZ, PAZ, PAZ». «Es lo que quiere la humanidad, y desde Venezuela alzamos nuestra voz para abogar por la construcción de un mundo de respeto, de igualdad, de diálogo, sin violencia y sin guerras», ha argumentado.

El Gobierno venezolano, uno de los más cercanos a Irán de toda la región, ha manifestado además su «solidaridad absoluta con el noble pueblo de Irán, su gobierno, y con el mundo bueno que lucha por la soberanía y la paz». Un comunicado posterior del Ministerio de Relaciones Exteriores condena también la «escalada irresponsable» que podría tener «consecuencias de proporciones incalculables».

En términos similares se ha expresado el presidente de Bolivia, Luis Arce, contra el ataque «arbitrario» de Estados Unidos a Irán. «Bombardear objetivos de esta naturaleza no solo pone en riesgo la paz regional y global, sino que vulnera principios fundamentales del Derecho Internacional y la Carta de la ONU», ha indicado en su cuenta en X.

Para el presidente chileno, Gabriel Boric, recuerda que «atacar centrales nucleares está prohibido por el Derecho Internacional» y condena este ataque porque «Tener poder no autoriza a utilizarlo vulnerando las reglas que como humanidad nos hemos dado. Aunque seas Estados Unidos. Exigimos y necesitamos paz», ha señalado también en X.

En el otro polo, el presidente argentino, Javier Milei, no ha publicado una reacción formal, pero ha republicado un mensaje con dos fotografías de Milei con Benjamin Netanyahu y Donald Trump y el texto «Después de tanto, que bueno ver a nuestro país del lado correcto de la historia«.

Petare, el barrio más grande de Venezuela, no solo es el lugar de crímenes aterradores. También es un lugar en Caracas que desde 2024 tiene su propio café de especialidad nacido del proyecto Café Petare Blu, un delirio del caficultor urbano Enrique Egaña Wallis y la asociación civil Zona de Descarga.

Por: Kaoru Yonekura – Coolt

“Ese grano —cuenta Egaña— es de una mata que yo llamo ‘La protegida’, que está debajo del Cabletrén Bolivariano, en la comuna Vamos con Todo. Esa mata yo la recogí, la fertilicé, le hice el proceso de postcosecha y mandé a analizar granos con catadores y graders de Origin To You en Bélgica. Ese café, con el estándar de The Specialty Coffee Association, dio 81.19 puntos con un potencial de 83 puntos a los veinte días de haber sido tostado, o sea, una vaina insólita”.

¿Quién lo diría? Aquellas plántulas de café que Egaña donó en 2019 a los hermanos petareños Jaime y Jimmy Pérez, coordinadores de la asociación civil, se convirtieron en un proyecto para la siembra, cosecha, secado, tostado y molido del café para el consumo en las casas de Petare.

“Pero de café de buena calidad —enfatiza Egaña—, al petareño le gusta el café de buena calidad, porque necesita ponerle azúcar. Y mi idea es promover la producción y consumo de café de altísima calidad en las zonas populares, porque es factible. A veces es peligroso, sí, pero es demasiado emocionante”.

Pero Petare Blu no es solo un proyecto de agricultura urbana. También es una iniciativa de convivencia vecinal y articulación ciudadana. Jaime Pérez, coordinador del proyecto, cuenta: “Estoy desde los 12 años haciendo cosas en mi comunidad, y con este proyecto se empezó a restaurar el tejido social. Actualmente tenemos más de novecientas familias con plántulas en el barrio 5 de julio; en José Félix Rivas hay seiscientas; y en Colinas de La Bombilla, doscientas cincuenta y seis. El café es el elemento unificador. Estamos en las comunas Vamos con Todo, Padre Jesús Misa, Rogelio Castillo Gamarra y Aguerrido Tamanaco, aunque sus líderes tengan preferencia hacia el proyecto político del oficialismo. Es un logro. Hay conversación entre gente que no se hablaba”.

Es un logro por más que eso.

Siembra urbana de café en Petare, impulsada por el proyecto Petare Blu. K.Y.

Petare es uno de los barrios más peligrosos de Venezuela. Durante décadas, ha padecido alguna gobernanza criminal, la más reciente, la de Wuileisys Acevedo, alias «Wilexis», quien controló Petare durante la última década y fue presuntamente abatido en enero de este año. Pero la criminalidad persiste, y no solo por la violencia vecinal, hurtos, microtráfico de drogas, extorsión, sicariato de bandas y colectivos armados. Mucho del control actual en Petare es por la incursión policial represiva, sobre todo desde la elección presidencial de Venezuela en 2024.

Explica una vecina del barrio San Blas que pide omitir su nombre: “Desde el 28 de julio, el régimen [de Maduro] se dio cuenta de que los barrios no son ellos. Aquí en Petare, perdió el régimen. Por eso la persecución política y tantas detenciones arbitrarias. Ahora están criminalizando a las oenegés más que antes, y eso que lo único que hacen es trabajar por el barrio”.

Entre todo esto, las matas de café siguen creciendo y el proyecto Petare Blu avanza como puede. Jaime asegura que es porque las comunidades ya entienden que “es un proyecto positivo y lo respaldan independientemente de su postura política. La gente sabe que no es un proyecto subversivo y lo defiende. Te pongo un ejemplo: en la zona 4 del barrio José Félix Rivas había muchos ‘gariteros’ [que suelen ser jóvenes reclutados por alguna banda criminal para vigilar la zona y alertar a la banda ante cualquier irregularidad]. Ellos mismos acompañaron y protegieron a Enrique cuando fue a dar su taller. Otro día, llegó un chamo a otro taller con un arma y se la sacó, la dejó afuera, se puso a escuchar su taller y a llenar bolsas de tierra… Es que, como me dijo una señora cuando comenzamos, ‘Jaime, lo verde abre puertas’ y es verdad”.

Buscando raíces

Petare Blu toma su nombre de Caracas Blu, el grano azulado caraqueño del que todavía se dice —aunque sin evidencia histórica que respalde el mito— que llegó a ser el primer café del mundo con una plusvalía de 15 por ciento sobre los demás.

Lo que no es un mito es la coloración que le da nombre al grano. De acuerdo con Egaña es por “pura química de la tierra” de las que eran las grandes haciendas cafetaleras en Caracas durante la segunda mitad del siglo XIX: “Aquel café tenía la peculiaridad de tener una coloración azulosa-grisácea antes de tostarlo [en vez de ser amarilla o verde]. Se pensaba que era una variedad, un híbrido. Como desde 2010, yo tenía dándole vueltas a la búsqueda del blu y en 2018 me puse a sembrar café por toda Caracas para diferenciar si era la variedad, el suelo o el área. Básicamente, las matas me dieron granos de una tonalidad azulosa por el magnesio, sobre todo en los Altos Mirandinos, donde la concentración es mayor”.

Es decir, más de un siglo después de aquellos granos, todavía se dan, aunque no en Petare. Jaime pone el foco en lo que importa a las comunidades:

“No es solamente buscar ese blu que se perdió en Petare, que todavía no hemos conseguido y que queremos que se dé aquí. También es lo que demostramos: que sí se puede cultivar y beber café de especialidad siguiendo un modelo de agricultura urbana y que gente que ya ni se miraba entre sí, se está reencontrando y reconciliando”.

Enrique Egaña durante un taller comunitario organizado por la asociación civil Zona de Descarga en Petare. ZONA DE DESCARGA

Dando frutos

Petare Blu comenzó en 2019 con catas y degustaciones de café. Entonces, Egaña y Zona de Descarga repartieron las primeras plántulas de la variedad Monte Claro. Así, los petareños supieron que es un café venezolano de alta calidad y rendimiento desarrollado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y registrado en World Coffee Research.

Egaña recuerda: “La idea original era dar las cuarenta mil plántulas en bolsitas con tierra, pero cuesta muchísimo dinero, tanto por las bolsas, como por la tierra y la logística del traslado. Como todo el mundo tiene una bolsita de un kilo de harina para las arepas, pensé que la llevaran con tierra y yo les ponía la matica. Esto fue un error gravísimo, porque Petare no tiene tierra, es bloque tras bloque. Entonces, terminamos dando como veinte mil plántulas y fue un fracaso total. Se lograron sembrar como setecientas nada más”.

Así que Egaña y Zona de Descarga volvieron a comenzar. Además de las degustaciones de café, hicieron talleres de elaboración de compost en bolsitas de harina, cuñetes de pintura y pipotes de basura. Esto también fue reeducar en cuanto al manejo de residuos para mitigar el eterno problema de la recolección de basura que aqueja a Petare. Egaña siempre dejaba plántulas e instrucciones:

“Y un día, en 2022, fui a dar una asesoría técnica a la comuna Vamos con Todo. Me encontré con un mesón de bolsitas llenas, ordenaditas, fue una cosa maravillosa. Ahí fue cuando sentí que arrancó Petare Blu. Sembraron ese lote y me llamaron un sábado: ‘Profesor, necesitamos dos mil matas más’. Yo tenía miles de chapolas y cafecillos, y les hice una entrega exprés. A las dos horas, me llamaron: ‘Profe, ya todo está sembrado’. Después les llevé las bolsas de dos kilos y semillas de Caracas para Caracas”.

Estas semillas son del sector Las Laderas de la montaña Ávila, ubicada en el Camino de Los Españoles, en extremo opuesto de Caracas. Daniel Zarlenca, caficultor donante, recuerda que “las semillas bajaron la montaña, atravesaron toda Caracas, llegaron a Petare con Enrique y allá están esas matas. Es bonito lo que está sucediendo allá desde entonces”.

Pero, como advierte Egaña, para evitar expectativas falsas, el hacinamiento es uno de los mayores desafíos: “Hay que tener claro que en Petare no le puedes pedir a las personas que tengan un pocotón de matas de café en sus casas, pero sí que cuiden la que tengan para que, cuando la vean coqueta con ramas, vayan viendo el resultado de los cuidados y se vayan animando a más”.

La vecina de San Blas señala otro problema: “Justo antes de las elecciones del 25 de mayo [de 2025, para escoger gobernadores, legisladores de estados y diputados de la Asamblea Nacional], un gentío del plan Antonio José de Sucre andaba pintando y arreglando vainas, todos muy amables. Ahora, las nuevas autoridades del municipio andan prohibiendo acciones comunitarias que no estén aprobadas por ellos, pero no proponen nada mejor”.

Pese a todo, seis años después de la primera donación, sectores como 5 de julio y La agricultura han recolectado entre cinco y seis kilos de café y ya tienen más granos esperando por madurar mientras se escribe esta nota. En 2023, el sector El Dorado recibió la visita de diversas agencias del Sistema de Naciones Unidas para conocer el proyecto Café Petare Blu. Un instituto de educación secundaria del sector Guaicoco también tiene matas de café y estudiantes promoviendo su siembra. Todavía los veintidós grupos de WhatsApp —uno por cada sector— reciben asesoría técnica de Egaña y nueve sectores comienzan a organizarse para pasar a la siguiente fase del proyecto en 2026, que es vender el excedente en la comunidad.

Los anhelos florecen: microemprendimientos que contribuyan a la economía local y a la creación de una red de caficultores de Petare, baristas petareños y un Petare verde con matas de café. La pregunta no se va por las ramas: ¿Y el cafecito va a reducir la violencia? Hay que intentar cada día que así sea, porque como dice Jaime: “Por esas tacitas de café de Petare Blu, en mi barrio se han dado conversaciones sobre el acceso al agua potable y hasta de preferencias políticas. Si dejaran de omitir esas conversaciones o de intentar callarlas, quizás sí lo logremos y crezcamos como esas matas que estás viendo y que siguen aguantando todo”.

Un turista causó daños a una pintura del siglo XVIII al perder el equilibrio mientras intentaba tomarse una selfie imitando la pose del retrato en la prestigiosa Galería Uffizi de Florencia, Italia.

Infobae

El incidente ocurrió el último sábado en las salas de planta baja que albergan la exposición «Florencia y Europa: Artes del Siglo XVIII» en los Uffizi. El turista, cuya identidad no ha sido revelada públicamente, intentaba recrear la pose de Ferdinando de’ Medici, Gran Príncipe de Toscana, retratado en una obra del pintor Anton Domenico Gabbiani.

Al perder el equilibrio durante su intento de autorretrato, cayó hacia atrás contra la pintura, causando un agujero a la altura de la bota derecha del príncipe.

Respuesta inmediata del museo y consecuencias legales

El personal del museo identificó rápidamente al responsable y lo reportó a las autoridades policiales por los daños causados. La pintura fue retirada inmediatamente para su reparación, y los expertos determinaron que el daño era relativamente menor, según informó la cadena italiana TG1.

El incidente marca un desafío temprano para Simone Verde, el nuevo director de la galería, quien asumió el cargo recientemente.

Verde expresó su preocupación por la tendencia creciente de visitantes que acuden a los museos, principalmente para crear contenido para redes sociales.

“El problema de los visitantes que vienen a los museos para hacer memes o tomarse selfies para las redes sociales es desenfrenado: estableceremos límites muy precisos, evitando comportamientos que no son compatibles con el sentido de nuestras instituciones y el respeto por el patrimonio cultural“, declaró Verde al medio italiano TG1.

Un sindicato que representa a los trabajadores del museo señaló que el turista tropezó con una plataforma baja diseñada para mantener a los visitantes a una distancia apropiada de las pinturas. Silvia Barlacchi, representante del personal, había expresado previamente sus preocupaciones a las autoridades del museo después de que otro visitante tropezara con la misma estructura, aunque sin causar daños.

“Los visitantes están mirando las pinturas, no el suelo. Esas plataformas son inadecuadas y demasiado oscuras“, explicó Barlacchi, sugiriendo que el diseño actual de las medidas de seguridad podría estar contribuyendo inadvertidamente a este tipo de accidentes.

Patrón de incidentes similares en museos italianos

Este episodio en los Uffizi no representa un caso aislado en el panorama museístico italiano. A principios de este mes, otro turista protagonizó un incidente similar en el Palacio Maffei de Verona, donde se sentó sobre una silla de exhibición inspirada en Van Gogh, cubierta con cientos de cristales Swarovski, causando daños significativos a la delicada obra.

Las imágenes de videovigilancia capturaron el momento en que una pareja posaba con la llamativa silla en una sala vacía. Mientras el hombre fotografiaba a la mujer, quien se inclinaba frente a la silla para crear la ilusión de estar sentada en ella, él decidió ir más allá y realmente se sentó sobre la exhibición.

La silla, diseñada por el artista italiano Nicola Bolla y descrita por los medios locales como “extremadamente frágil y delicada”, se dobló inmediatamente contra la pared, quedando en un estado torcido mientras la pareja salía rápidamente de la habitación.

En julio de 1988, ante las sombrías perspectivas de la guerra contra Irak, respaldado por Estados Unidos, el ayatolá Ruhollah Khomeini, fundador de la República Islámica, decidió a regañadientes aceptar un alto el fuego y poner fin al conflicto.

The New York Times

“Es como beber de un cáliz de veneno”, dijo a los iraníes. Pero la supervivencia de la joven República Islámica dependía de que se lo tragara.

Su sucesor como líder supremo, el ayatolá Alí Khamenei, se enfrenta ahora a una decisión similar. Pero, tras haber dirigido el país desde 1989 y haberlo reconstruido como una potencia regional con ambiciones nucleares, no está nada claro que vaya a tomar la misma decisión.

A sus 86 años, con gran parte de la obra de su vida en ruinas a su alrededor, es posible que prefiera el martirio a la rendición que le exigen el presidente Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La primera respuesta de Irán fue desafiante. “La República Islámica de Irán está decidida a defender el territorio, la soberanía, la seguridad y el pueblo de Irán con toda su fuerza y todos los medios contra la agresión criminal de Estados Unidos”, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

Irán ya ha lanzado una seria descarga de misiles sobre Israel. Es posible que, tal y como ha advertido, ataque a algunos de los 40.000 soldados estadounidenses que se encuentran en la región.

Lo crucial será si la represalia de Irán se prolonga. Si es suficiente para convencer al pueblo iraní de que no ha capitulado, el ayatolá Khamenei podría decidir entablar conversaciones con Estados Unidos para alcanzar un acuerdo sobre la guerra.

Después de todo, en enero de 2020, cuando Trump ordenó el asesinato de una figura clave iraní en su primer mandato, el general de división Qassem Suleimani, con un ataque con drones en Irak, Irán respondió con una ola de ataques con misiles contra las tropas estadounidenses en Irak. Luego se detuvo, por temor a una guerra más amplia que pudiera amenazar al régimen.

Irán tiene varias opciones a su disposición, que muestran tanto resistencia como moderación, según Sanam Vakil, directora del Programa de Oriente Medio y Norte de África de Chatham House, un centro de estudios con sede en Londres. El ayatolá Khamenei podría aprobar la salida del Tratado de No Proliferación Nuclear y expulsar a los inspectores nucleares de la Agencia Internacional de Energía Atómica que han estado supervisando las instalaciones nucleares de Irán. Podría atacar las bases estadounidenses en la región, que en gran parte han sido evacuadas, y activar a los hutíes en Yemen para que reanuden sus ataques contra los barcos estadounidenses en el mar Rojo.

“En realidad, se trataría de una combinación cautelosa de opciones diseñadas para demostrar que Irán tiene la capacidad y la audacia para plantarle cara a Trump, pero que sigue tratando de evitar una escalada regional a gran escala”, afirmó Vakil.

Si Khamenei evita los ataques contra Estados Unidos, esto allana el camino para la diplomacia y le indicará a Trump su intención de reducir la tensión”, afirmó. Trump, al advertir a Irán de los ataques con antelación y limitarlos, al menos hasta ahora, a las tres principales instalaciones nucleares iraníes, también ha mostrado moderación, afirmó. Los ataques estadounidenses, por ejemplo, no han afectado a objetivos políticos ni bases militares.

Pero el ayatolá Khamenei apenas confía en Trump después de que este se retirara unilateralmente del acuerdo nuclear de 2015 que Irán acordó con la Administración Obama y otros Gobiernos en 2018. Incluso si se acordara ahora un nuevo pacto, Vakil se preguntó: “¿Podría confiar en que Trump aliviaría las sanciones y garantizaría la participación de Israel?“.

Irán podría hacer mucho más, por supuesto. Podría intentar cerrar el estrecho de Ormuz al tráfico marítimo, una medida que podría hacer subir los precios del petróleo al impedir que los petroleros salgan o entren en el golfo Pérsico. Podría atacar la infraestructura energética de los Estados del Golfo, como hizo en 2019. Cuenta con un sofisticado programa de guerra cibernética que podría activar. Y podría colaborar con Al Qaeda para atacar los intereses israelíes y estadounidenses en la región y en el extranjero, desde bases hasta embajadas.

Irán hará más, y de forma agresiva, afirmó Ellie Geranmayeh, experta en Irán del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, un grupo de expertos. “Irán sabía que esto iba a suceder y habrá preparado una serie de respuestas”, afirmó, con una escalada inmediata de los ataques contra Israel.

Pero los esfuerzos de Trump por marcar una línea ahora fracasarán, afirmó. Los ataques contra Estados Unidos “son ahora inevitables y serán rápidos y multifacéticos”, dijo Geranmayeh. “Irán sabe que no puede ganar esta guerra, pero quiere asegurarse de que Estados Unidos e Israel también pierdan”.

Mucho dependerá de la evaluación de los daños causados, que aún no están claros. Tampoco está claro dónde se encuentra la gran reserva de uranio altamente enriquecido de Irán, suficiente para fabricar hasta 10 ojivas nucleares con un poco más de enriquecimiento, según el ejército estadounidense. Muchos analistas suponen que Irán lo ha dispersado, tal vez en lugares a los que los inspectores del OIEA no pueden acceder.

El OIEA afirmó el domingo que no había indicios de fugas radiactivas, lo que ocurriría si las reservas de uranio hubieran sido alcanzadas, según Vali Nasr, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins y autor de “Iran’s Grand Strategy: A Political History” (La gran estrategia de Irán: una historia política).

Esa es una de las razones por las que Estados Unidos y Europa deben hacer todo lo posible para mantener a Irán en el Tratado de No Proliferación Nuclear y en el OIEA, afirmó, para que el mundo no pierda sus ojos y oídos sobre el programa nuclear iraní.

Para Nasr, el conflicto no ha terminado, sino que acaba de empezar. Para Irán, afirmó, “será una lucha continua”. No hay “ningún gran gesto tras el cual todo vaya a cambiar”, añadió.

Lo más importante, dijo, “la gran lección para Irán es que necesita una disuasión seria, y una bomba es lo único que funcionará”. Los misiles y los aliados de Irán no lo protegieron, dijo Nasr. Incluso si el ayatolá Khamenei muere, el país ha demostrado ser vulnerable, dijo, y la disuasión nuclear es la respuesta más probable.

Geranmayeh está de acuerdo. “Esta es la gran ironía”, dijo. “Aunque Trump ha tratado de eliminar la amenaza nuclear de Irán, ahora ha hecho mucho más probable que Irán se convierta en un estado nuclear”.

Y eso podría significar un futuro de continuas campañas de bombardeos y contraataques iraníes, dijo.

Aun así, Geranmayeh cree que la diplomacia es la mejor salida para todas las partes. Tras una semana de violencia en la región, dijo, “podría haber una ventana para que Teherán y Washington recobren el sentido común”.

Matthew Kroenig, del Atlantic Council, un grupo de expertos, se muestra escéptico. Con tantos daños en su costoso programa nuclear, dijo en un correo electrónico, “probablemente no lo reconstruirán”. Irán ha “gastado miles de millones de dólares y décadas solo para provocar sanciones y una guerra devastadora con el país más poderoso del mundo. ¿Por qué volver a repetir lo mismo?“.

Si Irán lo reconstruye, dijo, Estados Unidos “puede volver a atacarlos”.

El nuevo secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el surinamés Albert Ramdin, apuesta por abrir un «diálogo» con el Gobierno y la oposición de Venezuela, y evita entrar en discusiones sobre si el país «es una dictadura o no».

EFE

Ramdin, quien en mayo sucedió a Luis Almagro y se convirtió en el primer secretario general de la OEA proveniente de un país caribeño, está preparando la Asamblea General del organismo que se celebrará del 25 al 27 de junio en Antigua y Barbuda.

El secretario general recibe a la Agencia EFE para una entrevista en inglés y español en su nuevo despacho, decorado con tres retratos de personalidades que lo inspiran: Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela.

Pregunta: ¿Cuáles son sus prioridades para la Asamblea General?

Respuesta: Será mi primera Asamblea General en esta posición, lo cual es significativo, especialmente por ser un caribeño elegido para este cargo tras casi 70 u 80 años. Segundo, que se celebre precisamente en un país caribeño lo hace aún más relevante. Tercero, queremos que los Estados miembros aprueben planes para fortalecer la organización, hacerla más eficaz y transparente y demostrar la importancia del multilateralismo.

La OEA tiene un presupuesto modesto, menos de 100 millones de dólares, pero hacemos mucho con eso. Queremos demostrar que somos relevantes.

P: Usted ha dicho que la crisis en Haití es una de sus mayores prioridades. ¿Qué acciones concretas planea para ayudar a ese país?

R: Haití debe ser una prioridad para todos. Es un Estado miembro de la OEA y tenemos el deber moral de ayudarlo. Ha habido más muertos en Haití en los dos últimos meses que en cualquier otro lugar del mundo (sic).

Estamos desarrollando un plan que tiene como pilares la seguridad, la entrega inmediata de ayuda humanitaria, la celebración de elecciones para que Haití tenga un gobierno legítimo y la resiliencia económica. Esperamos tener este plan listo a mediados de julio para presentarlo a los Estados miembros y coordinar esfuerzos con otros socios como la ONU y los bancos regionales.

P: ¿Podría la OEA participar en una misión de seguridad en Haití o respaldar la misión que fue desplegada por la ONU?

R: Podríamos apoyar una misión de seguridad. La OEA no tiene mandato de desplegar fuerzas de paz, ese mandato lo tiene la ONU. Ayudaremos en lo que podamos, pero dentro de nuestras competencias.

P: Se va a cumplir un año de las polémicas elecciones presidenciales en Venezuela. La OEA pidió sin éxito que se publicaran las actas de votación. ¿Prevé algún tipo de presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro?

R: Para nosotros, la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho son principios básicos. Quiero promover un enfoque basado en el diálogo con el gobierno pero también con la oposición en Venezuela, con todos los partidos.

P: Algunos Estados miembros le dirán que Venezuela es una dictadura y que no debe dialogar.

R: Para mí dialogar es un principio básico. No voy a discutir sobre si es una dictadura o no. Para mí es importante que si hay un problema sobre democracia y elecciones tratemos de resolverlo para que haya estabilidad política en el futuro. Solo decir que es una dictadura. ¿y después? Necesito soluciones.

P: Tras la salida de Nicaragua de la OEA, ¿debe la organización seguir atenta a lo que pasa allí?

R: Es importante monitorear su situación política. Nicaragua ya no es parte de la OEA pero es parte del hemisferio. Y los principios de la OEA son importantes en este caso para el monitoreo.

P: La dura política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, ha provocado tensiones con otros países de la región. ¿Cómo prevé abordar esta situación?

R: Cada país controla sus fronteras. Es independiente y tiene sus propias regulaciones. Es importante también que la ejecución de estas regulaciones respete los derechos humanos de los migrantes.

El tema migratorio se puede atender a corto plazo con acciones judiciales y deportaciones. Pero hay un problema estructural en los países de donde las personas emigran. Hay problemas de seguridad, económicos y de perspectivas de futuro. Sin resolver esto, es muy difícil tener una sociedad civil estable. Es importante invertir para crear empleo y mejorar la seguridad.

P: El Gobierno de Trump también es escéptico con los organismos multilaterales. ¿Teme que Estados Unidos se desvincule de la OEA?

R: Espero que no. Hemos tenido conversaciones prometedoras con funcionarios del Departamento de Estado y del Congreso. No es que no crean en el multilateralismo, sino que son escépticos sobre su utilidad. Pero más del 60 % de los problemas de la región son transfronterizos. No se pueden resolver sin cooperación. Si demostramos nuestros resultados, verán los beneficios de apoyar a la OEA.

P: Estados Unidos es el mayor donante de la OEA. Pero hay muchos Estados miembros que deben dinero a la organización. ¿Cómo garantizará la estabilidad financiera?

R: Es un círculo vicioso: si no hay confianza, no hay prioridad en pagar. Pero si demostramos eficacia, los países pagan. Desde que asumí el cargo, tres países ya han saldado sus cuotas, y varios más han prometido hacerlo. Voy a enviar cartas a los países para instarlos a ponerse al día. EFE

Los venezolanos con Estatus de Protección Temporal (TPS) en Estados Unidos que hayan solicitado una extensión de sus permisos de trabajo antes del 5 de febrero mantienen un estatus legal en ese país, aun cuando la notificación de recibido llegara luego de esa fecha.

El Nacional

Según lo informado por la directora de Venezuelan American Caucus, Adelys Ferro, la situación con los venezolanos con TPS avanza “paso a paso”. Aunque el proceso no va con la celeridad deseada por los criollos en ese país, se mantiene encaminado para brindarles protección.

Venezolanos con TPS protegidos

A través de las redes sociales, Ferro explicó que los abogados introdujeron una moción ante la Corte de Distrito en California para pedir a las autoridades que aclaren la “confusión” en torno a los permisos de trabajo. Esto se debe a que algunas empresas comenzaron a informar a sus empleados con TPS de 2023 que no podían seguir trabajando.

Precisó que la página Homeland Security actualizó la sección de TPS para venezolanos, donde aclaran la situación. Los criollos que pidieron la extensión de su permiso de trabajo antes del 5 de febrero, mantienen estatus legal en Estados Unidos, señalaron.

Además, detallaron que esto es válido aun cuando la notificación de recibo llegara luego de la mencionada fecha.

Ante esto, Ferro sugirió a los migrantes venezolanos demostrar a sus empleadores que se encuentran legales para seguir trabajando. Para ello, deben presentar los siguientes documentos:

  • Una captura o impresión de la actualización oficial del DHS sobre TPS Venezuela.
  • El permiso de trabajo vigente, aun cuando la fecha de vencimiento indique el mes de abril de 2025.
  • La notificación de recibo donde se demuestre que la solicitud de extensión del permiso se hizo antes del 5 de febrero.

El pasado 30 de mayo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió un fallo a favor del gobierno de Donald Trump que le permite retirar la protección legal temporal concedida por la Administración de Joe Biden a 532 mil migrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.

La solicitud de emergencia hecha por el Departamento de Seguridad Nacional se aprobó con siete votos de los magistrados a favor y dos en contra.

Un portavoz de la televisión iraní advirtió que hasta 50.000 soldados estadounidenses serán regresados ​​a Washington en «ataúdes» después de que Donald Trump planteara la posibilidad de un cambio de régimen en Teherán.

Daily Mail

El presentador de la televisión estatal Mehdi Khanalizadeh acusó a Trump de elegir «derramar la sangre de sus soldados», antes de agregar: «El presidente de Estados Unidos en la Oficina Oval eligió recibir los ataúdes de hasta 50.000 soldados estadounidenses en Washington».

Esto ocurre mientras Irán advierte que Estados Unidos debe esperar «duras consecuencias» por atacar sus instalaciones nucleares, y amenaza con que su entrada en el conflicto con Israel «ampliará el alcance de los objetivos legítimos».

Trump declaró anoche que se han producido «daños monumentales» «en todos los sitios nucleares de Irán» y pidió un cambio de régimen en la República Islámica.

El presidente estadounidense escribió en su página Truth Social que las imágenes satelitales que obtuvo mostraron que las instalaciones nucleares iraníes fueron «destruidas» y señaló que el mayor daño «se produjo muy por debajo del nivel del suelo».

Los medios iraníes informaron luego que Israel estaba llevando a cabo hoy nuevos ataques contra las instalaciones nucleares de Fordow, y los medios israelíes dijeron que las FDI estaban apuntando a una carretera de acceso al sitio.

Mientras tanto, enormes nubes de humo se elevaban sobre Teherán mientras Israel lanzaba una ola de ataques «con una fuerza sin precedentes», incluido un cuartel general militar, donde mataron a «cientos» de miembros de la guardia.

Hay tantas cosas que decir tras el bombardeo estadounidense de tres instalaciones nucleares clave iraníes que es fácil perderse en los apasionantes detalles. Así que, por ahora, voy a intentar dar un paso atrás y explorar las fuerzas globales, regionales y locales que dan forma a esta historia. ¿Qué está pasando realmente aquí?

Por: Thomas L. Friedman – The New York Times

Se trata de un drama muy, muy grande, y no se limita a Oriente Medio.

En mi opinión, la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin en 2022, con el único objetivo de borrar su democracia del mapa y absorberla en Rusia, y los ataques contra Israel en 2023 por parte de Hamás y los aliados de Irán en Líbano, Yemen e Irak fueron manifestaciones de una lucha global entre las fuerzas de la inclusión y las fuerzas de la resistencia.

Se trata de una lucha entre países y líderes que ven cómo el mundo y sus naciones se benefician de un mayor comercio, una mayor cooperación contra las amenazas globales y una gobernanza más decente, si no democrática, frente a regímenes cuyos líderes prosperan resistiéndose a esas tendencias porque los conflictos les permiten mantener sometido a su pueblo, fortalecer sus ejércitos y facilitar el robo de sus tesorerías.

Las fuerzas de la inclusión se habían ido fortaleciendo de manera constante. En 2022, Ucrania estaba cada vez más cerca de unirse a la Unión Europea. Esta habría sido la mayor expansión de una Europa unida y libre desde la caída del Muro de Berlín en 1989, ya que habría añadido a Occidente una enorme potencia agrícola, tecnológica y militar y habría dejado a Rusia más aislada —y más desfasada con respecto a su propio pueblo— que nunca.

Al mismo tiempo, la administración Biden avanzaba rápidamente en un acuerdo para que Estados Unidos forjara una alianza de seguridad con Arabia Saudí. A cambio, Arabia Saudí normalizaría sus relaciones con Israel, e Israel iniciaría conversaciones con los palestinos sobre una posible creación de un Estado. Esta habría sido la mayor expansión de un Oriente Medio integrado desde el tratado de paz de Camp David entre Egipto e Israel en 1979.

En resumen, Ucrania parecía dispuesta a unirse a Occidente e Israel parecía dispuesto a unirse a Oriente.

¿Qué ocurrió entonces? Putin invadió Ucrania para detener el primer movimiento, y Hamás y otros aliados de Irán atacaron Israel para detener el segundo.

Por lo tanto, mi primera pregunta tras el ataque del domingo por la mañana contra Irán es: ¿entiende el presidente Donald Trump de qué lado está Putin en esta lucha global? Irán y Rusia son aliados cercanos por una razón. Irán ha estado proporcionando a Rusia los drones que ha utilizado para matar de forma más eficaz a soldados y civiles ucranianos. No le pido a Trump que lance una bomba sobre Rusia, pero sí le pido que proporcione a Ucrania el apoyo militar, económico y diplomático que necesita para resistir a Rusia, tanto como lo está haciendo Estados Unidos con Israel para derrotar a Hamás e Irán.

Es la misma guerra. Putin y los ayatolás quieren exactamente el mismo tipo de mundo. Un mundo seguro para la autocracia, seguro para la teocracia, seguro para su corrupción; un mundo libre de las brisas de las libertades personales, el estado de derecho y la libertad de prensa; y un mundo seguro para el imperialismo ruso e iraní contra vecinos de mentalidad independiente.

China siempre ha tenido un pie en cada bando. Su economía depende de un mundo inclusivo, saludable y en crecimiento, pero sus líderes políticos también han mantenido fuertes lazos con el mundo de la resistencia. Así que Pekín juega en ambas ligas: compra petróleo a Irán, pero siempre le preocupa que, si Irán consigue una bomba nuclear, algún día pueda dar una copia a los separatistas musulmanes de Xinjiang.

Dicho esto, las compras de petróleo de China a Irán son una parte crucial de esta historia. Esas compras son la mayor fuente de ingresos externos de Teherán, lo que le ha permitido financiar a Hamás, Hezbolá y (hasta hace poco) Siria. Como informó mi colega Keith Bradsher desde Shanghái, las ventas de petróleo a China representan hoy en día el 6 % de la economía iraní y equivalen a aproximadamente la mitad del gasto público.

Ahora veamos esta lucha desde un punto de vista puramente mediooriental.

En este caso, tengo una perspectiva muy personal. Por pura coincidencia, comencé mi carrera como corresponsal extranjero novato para UPI en Beirut en 1979.

Estas son las cuatro grandes noticias que cubrí durante mi primer año, con mi máquina de escribir manual: la Revolución Islámica en Irán que derrocó al sha, la toma de la Gran Mezquita de La Meca por yihadistas puritanos que intentaban derrocar a la familia gobernante saudí, la firma del tratado de paz de Camp David entre Israel y Egipto y, menos conocida pero no menos importante, la inauguración del puerto de Jebel Ali en Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, que se convertiría en uno de los más grandes del mundo. Se convertiría en el centro mundial que conectaría el Oriente árabe —a través del comercio, el turismo, los servicios, el transporte marítimo, las inversiones y las aerolíneas de clase mundial— con casi todos los rincones del planeta. Abrió una puerta de enorme importancia a través de la cual despegó la globalización del mundo árabe.

Y así comenzó una titánica lucha regional entre las fuerzas de la inclusión y la resistencia en Oriente Medio. Por un lado estaban los Estados que estaban dispuestos a aceptar a Israel, siempre y cuando avanzara con los palestinos, y que también buscaban integrar la región más íntimamente con Occidente y Oriente. Por otro lado estaban las fuerzas de resistencia lideradas por Irán, los Hermanos Musulmanes y varios movimientos suníes puritanos y yihadistas que se incubaron originalmente en la Arabia Saudí posterior a 1979 y más tarde extendieron su influencia a las mezquitas de toda la región.

Todos ellos buscaban expulsar las influencias occidentales de la zona, acabar con la existencia de Israel y derrocar a los gobiernos proestadounidenses, como los de Jordania, Egipto y la familia gobernante saudí.

Estados Unidos e Israel libraron esta guerra con sus ejércitos, mientras que grupos como Al Qaeda y el Estado Islámico lo hicieron con células terroristas e Irán lo hizo creando lentamente una red de ejércitos proxy en el Líbano, Siria, Yemen e Irak que le permitió controlar indirectamente los cuatro países, e incluso ganar terreno en Cisjordania y la Franja de Gaza. Teherán nunca tuvo que arriesgar ni un solo soldado; dejó que sirios, libaneses, iraquíes, yemeníes y palestinos murieran por sus intereses. Sí, los problemas en Oriente Medio fueron producto no solo de la ocupación israelí, sino también del imperialismo iraní, entre otras cosas.

Hace un par de años, cité a Nadim Koteich, analista político libanés-emiratí y director general de Sky News Arabia, quien dijo que la red de resistencia iraní buscaba “tender puentes entre milicias, rechazistas, sectas religiosas y líderes sectarios”. El objetivo era crear un eje antiisraelí, antiamericano y antioccidental que pudiera presionar simultáneamente a Israel en Gaza, Cisjordania y la frontera con el Líbano, así como a Estados Unidos en el Mar Rojo, Siria, Irak y Arabia Saudí desde todas las direcciones.

Por el contrario, añadió Koteich, Estados Unidos, sus aliados árabes e Israel buscaban tejer e integrar mercados globales y regionales —en lugar de frentes de batalla— que contaran con conferencias de negocios, organizaciones de noticias, élites, fondos de inversión, incubadoras tecnológicas y rutas comerciales importantes. Esta red de inclusión trascendió las fronteras tradicionales, “creando una red de interdependencia económica y tecnológica que tiene el potencial de redefinir las estructuras de poder y crear nuevos paradigmas de estabilidad regional”, afirmó Koteich.

Quienes advierten contra el cambio de régimen en Teherán suelen señalar a Irak como ejemplo aleccionador.Pero esa analogía es errónea. El esfuerzo de Estados Unidos por construir una nación en Irak fracasó durante años en gran medida (aunque no exclusivamente) a causa de Irán, y no a pesar de él. Teherán, con la ayuda de su representante en Siria, hizo todo lo posible por sabotear el cambio de régimen en Irak, sabiendo que si Estados Unidos lograba crear un gobierno multiconfesional, razonablemente democrático y secular en Bagdad, supondría una enorme amenaza para la teocracia iraní, al igual que una democracia ucraniana prooccidental exitosa sería una enorme amenaza para la cleptocracia de Putin.

Por cierto, nadie lo sabe mejor que el nuevo y frágil gobierno democrático de Siria, que se ha mostrado reacio a condenar el bombardeo de Irán por parte de Israel. Esa es una señal de que los sirios saben quién mantuvo en el poder a su tirano, Bashar Assad, durante todos esos años: Irán.

Es muy probable que muchos suníes y chiíes del Líbano e Irak estén apoyando en silencio a Trump y al primer ministro Benjamin Netanyahu. Creo que la mayoría de la población de estos países no quiere formar parte de la resistencia. Por primera vez en décadas, Siria y el Líbano están siendo reconstruidos por líderes decentes, imperfectos, sí, pero con mucha menos manipulación ideológica extranjera. La ausencia de la influencia maligna de Irán no es una coincidencia. Es un requisito previo para ello.

La otra condición previa fue la aparición del príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudí en los últimos ocho años. Su misión, aunque nunca se ha expresado con tantas palabras, ha sido revertir las tendencias puritanas que se apoderaron de Arabia Saudí y que se exportaron, tras el fallido golpe de Estado de los yihadistas, cuando la familia gobernante saudí trató de protegerse de una repetición haciendo que Arabia Saudí y la región fueran más religiosas.

La reconversión de Arabia Saudí por parte del príncipe heredero Mohammed como el mayor motor del comercio regional, la inversión y la reforma del islam ha sido una aportación vital para los integracionistas del mundo árabe. Es un líder imperfecto que ha cometido algunos errores graves, entre los que destaca el asesinato del periodista Jamal Khashoggi por parte de su Gobierno, pero también está revirtiendo el giro fundamentalista saudí de 1979, lo cual es muy importante.

No hago predicciones sobre lo que sucedería en Irán si cayera el régimen. Podría ser un caos sobre otro caos. También podría ayudar a liberar al pueblo iraní y a sus vecinos de la inestabilidad provocada por Irán.

Pero ese no es el único requisito previo para que este drama actual tenga un final digno. Ahora bajemos un nivel más y centrémonos solo en Israel.

Creo firmemente que dos (y a veces tres) cosas contradictorias pueden ser ciertas al mismo tiempo. Y una de esas dualidades hoy en día es que Israel es una democracia con mucha gente que quiere formar parte del mundo de la inclusión. Pero tiene un gobierno mesiánico que es el más extremo de su historia y aspira abiertamente a anexionar Cisjordania y posiblemente también Gaza. Esa aspiración es una amenaza fundamental para los intereses estadounidenses, los intereses de Israel y los intereses de los judíos en todo el mundo.

Parafraseando algo que me dijo el otro día mi amigo Nahum Barnea, columnista israelí de Yedioth Ahronoth: Me opondré sin complejos a la agenda anexionista de Netanyahu, a su negativa a siquiera considerar un Estado palestino en condiciones seguras y a su intento de derrocar al Tribunal Supremo de Israel, como si Israel no estuviera en guerra con Irán. Y alabaré sin complejos a Netanyahu por enfrentarse a este terrible régimen iraní, como si Israel no estuviera en manos de sus propios supremacistas judíos liderados por Bibi, que amenazan con su propio estilo un Oriente Medio más inclusivo. Elogiaré sin complejos a Trump por sus esfuerzos para reducir la capacidad de Irán de fabricar bombas nucleares, como si no estuviera involucrado en un peligroso proyecto autocrático en su país. Y me opondré con todas mis fuerzas a las medidas autocráticas de Trump en su país, como si no estuviera enfrentándose a la autocracia de Irán en el extranjero. Todo esto es cierto y hay que decirlo.

Si queremos que las fuerzas de la integración triunfen en esta región, lo que Trump ha hecho hoy en el ámbito militar es necesario, pero no suficiente.

El verdadero golpe de gracia a Irán y a todos los que se resisten —y la piedra angular que facilitaría enormemente a Arabia Saudí, Líbano, Siria e Irak la normalización de sus relaciones con Israel y la consolidación de la victoria de las fuerzas de la inclusión— es que Trump le diga a Netanyahu: «Sal de Gaza a cambio de un alto el fuego de Hamás y la devolución de todos los rehenes israelíes. Deja que una fuerza árabe de mantenimiento de la paz se instale allí, con la bendición de una Autoridad Palestina reformada, y luego comienza lo que tendrá que ser un largo proceso de construcción por parte de los palestinos de una estructura de gobierno creíble a cambio del cese de toda construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania. Eso crearía las mejores condiciones para el nacimiento de un Estado palestino allí».

Si Trump puede combinar la reducción del poder de Irán con la construcción de una solución de dos Estados —y ayudar a Ucrania a resistir a Rusia con la misma determinación con la que ayuda a Israel a resistir a Irán—, hará una contribución real a la paz, la seguridad y la inclusión tanto en Europa como en Oriente Medio que sería histórica.

Donald Trump y Benjamín Netanyahu apuestan a un acuerdo diplomático con Iran para evitar una guerra inédita en Medio Oriente.

Por: Román Lejtman – Infobae

Pero el líder religioso Ali Khamanei aparece en una reluctante posición bélica, tras los bombardeos de Estados Unidos a las instalaciones nucleares en Fordow, Natanz e Isfahan.

“El enemigo sionista ha cometido un grave errorha cometido un gran crimen; debe ser castigado y está siendo castigado; está siendo castigado ahora mismo”, posteó Khamenei en su cuenta oficial en X.

La posición del líder religioso chiita no debería sorprender.

Antes del ataque directo a Irán, Trump abrió un backchannel con Recep Erdoğan -presidente de Turquía- paracerrar un acuerdo diplomático de último minuto.

El canciller iraní Abbas Araqchi y Steve Witkoff -enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente- negociaban los términos del acuerdo y el escenario del cónclave bilateral.

El presidente Erdoğan ofreció Estambul, y Trump ya había autorizado que J.D. Vance -vicepresidente de Estados Unidos y Witkoff viajaran a Turquía para reunirse con Araqchi.

Sin embargo, todo quedó en la nada: Araqchi le dijo a Witkoff que no había podido hablar con Khamenei.

Y horas más tarde, Trump ordenó la ofensiva aérea con los aviones B-2 y las bombas anti-bunkers.

En este contexto, es poco probable que Khamenei se incline por la vía diplomática para resolver el enfrentamiento de Irán contra Estados Unidos e Israel.

Y todas las variables que maneja el líder religioso implican un conflicto sin antecedentes en Medio Oriente.

Anoche, en Jerusalén, no se descartaba que Khamenei ordene un ataque terrorista contra las bases militares de Estados Unidos en Siria o Irak.

El Pentágono tiene 2.500 efectivos en Irak, desplegados en las bases aéreas de Al-Asad y Arbil, mientras que en Siria está la base de Al Tanf, que es crucial para combatir a los restos de ISIS y proteger a Israel.

Si Khamenei avanza contra estas bases militares, la réplica de Trump causaría un efecto dominó en la región. Iran aún tiene la capacidad militar de Hamas y Hezbollah, que por ahora se han mantenido al margen.

De todas maneras, Israel ya está en alerta máxima ante posibles ataques terroristas de Hamas, Hezbollah y los hutíes, que responden a las órdenes de Irán.

Al margen de los posibles ataques propios a bases militares o blancos civiles por medio de Hezbollah o Hamas, Iran puede causar un daño económico a Estados Unidos si cierra el estrecho de Ormuz.

El Estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el mar Arábigo, y es clave para el comercio mundial de petróleo. Durante el primer trimestre de 2025, por Ormuz se transportó 15 millones de barriles diarios de crudo y condensado.

Irán tiene suficiente poderío militar para cerrar el estrecho y causar una crisis económica global. El parlamento iraní ya aprobó su clausura, y la decisión final está en manos de Khamenei.

Trump no dudará un sólo segundo en atacar Irán, si su líder religioso cierra Ormuz. Un caída del transporte de petróleo puede disparar el precio de la gasolina en Estados Unidos y aumentar la inflación anual.

Y a diferencia de la ofensiva aérea contra las instalaciones en Fordow, Natanz e Isfahan, la Casa Blanca estaría respaldada públicamente por Arabia Saudita, Qatar y Emiratos, si ataca Irán para evitar que colapse el estrecho de Ormuz.

El ataque preventivo de Israel contra Irán apuntaba a destruir su proyecto nuclear. Estados Unidos se sumó a la ofensiva, y ahora busca un escenario diplomático para bajar las tensiones geopolíticas.

Pero Khamenei necesita revalidar su liderazgo religioso y la vía diplomática no le sirve frente a la tensión interna y la guerra de desgaste que lidera Estados Unidos junto a Israel.

Desde esta perspectiva, Trump apuesta a Vladimir Putin para contener a Khamenei y forzar un consenso bilateral que aplaque una escalada bélica en la región.

Rusia e Irán son aliados.

Putin recibe al canciller iraní Araqchi en Moscú, y le transmitirá los mensajes que recibió durante sus conversaciones reservadas con Trump y Netanyahu.

El Presidente de Rusia tiene diálogo fluido con Trump y Netanyahu, y puede ser un protagonista clave en las actuales circunstancias. Para Putin sería un win-win: ayuda en Medio Oriente y luego cobra en Ucrania.

Putin comentaría a Araqchi que Estados Unidos pretende cerrar el conflicto y tener la certeza absoluta sobre la destrucción del proyecto atómico iraní. Al menos, esas son las intenciones que le describieron Trump y Netanyahu en sus últimos contactos reservados.

Es decir: Washington y Jerusalén apuestan a un acuerdo con Teherán. En caso contrario, si Khamenei rechaza esa posibilidad, Estados Unidos volvería a atacar Irán.

Y el objetivo militar ya no sería desmantelar la iniciativa nuclear de los ayatollahs para evitar que fabriquen la bomba atómica.

Trump apuntaría a forzar la caída del regimen teocrático, un objetivo geopolítico que es respaldado -además de Israel- por los países más influyentes de la Liga Árabe.

La tensión entre Estados Unidos e Irán sigue escalando. En las últimas horas el Parlamento iraní aprobó una moción para cerrar el Estrecho de Ormuz, en respuesta a los recientes ataques aéreos estadounidenses contra tres instalaciones nucleares en territorio iraní.

Por: Rossana Marín – Infobae

Si esta propuesta recibe la aprobación final del líder supremo, Ali Khamenei, el impacto sería profundo: podría alterar los mercados energéticos globales, elevar los precios de los combustibles y afectar directamente la economía global.

¿Por qué es tan importante esta ruta marítima?

El Estrecho de Ormuz -ubicado entre las costas de Irán y Omán- es un paso marítimo estrecho pero estratégico que conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el mar Arábigo. Con 161 kilómetros de largo y solo 34 kilómetros de ancho en su punto más angosto, este corredor alberga dos canales de navegación de apenas 3 kilómetros cada uno, utilizados intensivamente por buques petroleros.

Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), en el primer trimestre fiscal de 2025 transitaron por allí casi 15 millones de barriles diarios de crudo y condensado, además de 8 millones de barriles de productos petroleros. Esto representa aproximadamente el 20% del comercio mundial de petróleo.

Asimismo, su proximidad a tierra firme —en particular a la costa iraní— deja a los buques expuestos a ataques con misiles o a la interceptación por lanchas patrulleras y helicópteros.

Qué significaría un posible cierre

Aunque Irán no es el principal exportador a través del Estrecho —ese rol lo desempeña Arabia Saudita— su ubicación geográfica le otorga un control estratégico sobre la vía. Si se concreta el cierre, los mercados asiáticos serían los más afectados, pero Estados Unidos también sufriría consecuencias: cerca de 2 millones de barriles diarios de crudo con destino al país pasan por esa ruta.

Especialistas anticipan un alza abrupta de precios. “El cierre del Estrecho podría provocar un aumento inmediato del 30 al 50% en los precios del petróleo”, explicó Marko Papic, estratega jefe de BCA Research a Newsweek.

“El precio del crudo podría superar los 100 dólares por barril, aunque no está claro cuánto tiempo se mantendría ese nivel”, agregó.

Greg Kennedy, director del Economic Conflict and Competition Research Group en el King’s College London, advirtió que el efecto no será solo regional. “No es un acto limitado al Golfo, tiene repercusiones estratégicas globales”, señaló.

Por su parte, el analista Brian Krassenstein alertó que “si se cierra el Estrecho, el precio de la gasolina en Estados Unidos podría alcanzar entre 5 y 7 dólares por galón, dependiendo de la duración del bloqueo”.

Además del impacto directo en los consumidores, expertos prevén una ola de especulación, compras anticipadas y acaparamiento de reservas por parte de otros países. Esto podría generar una competencia feroz por el suministro restante, lo que elevaría aún más los costos.

La situación también podría desencadenar un efecto dominó en los mercados financieros.

Papic explicó que un shock petrolero de esta magnitud podría alterar el comportamiento de inversión de las empresas estadounidenses, impactar el gasto de capital y debilitar la confianza en la economía, afectando tanto al mercado laboral como al bursátil.

En medio de esta incertidumbre tras la medida adoptada por el Parlamento iraní, desde Washington, el vicepresidente estadounidense JD Vance advirtió que sería “un suicidio” económico para el propio régimen iraní: “Toda su economía pasa por el Estrecho de Ormuz. ¿Por qué harían eso? No creo que tenga ningún sentido”.

En esa línea se pronunció el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, quien animó al régimen chino, aliado de Teherán, a interceder para evitar que la República Islámica bloquee el Estrecho.

“Animo al gobierno chino en Pekín a que les llame al respecto, porque dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo”, dijo en diálogo con Fox News. Y agregó: “Si lo hacen, será otro terrible error. Es un suicidio económico para ellos si lo hacen. Y tenemos opciones para afrontarlo, pero otros países también deberían tenerlo en cuenta. Perjudicaría a las economías de otros países mucho más que a la nuestra”.

Incertidumbre y temor a una escalada de las tensiones

Tras los ataques a las instalaciones nucleares de IsfahánFordow y Natanz, Irán evalúa sus opciones. Mientras tanto, decenas de petroleros intentan salir del Estrecho, según alertó el inversionista Spencer Hakimian en X. “Hay cerca de 50 grandes buques tratando de abandonar la zona. La industria espera un bloqueo inminente”, escribió.

El Ministerio de Transporte Marítimo de Grecia, por ejemplo, recomendó este domingo a los armadores del país que revisaran el uso del estrecho.

En respuesta, el presidente Donald Trump advirtió en su plataforma Truth Social: “CUALQUIER REPRESALIA DE IRÁN CONTRA ESTADOS UNIDOS SERÁ RESPONDIDA CON UNA FUERZA MUCHO MAYOR QUE LA PRESENCIADA ESTA NOCHE”.

Ante este escenario, no se descarta una respuesta militar de Estados Unidos y sus aliados para garantizar la seguridad de la navegación comercial, en un contexto donde los márgenes de error pueden ser catastróficos.

A pesar del voto parlamentario, la decisión final recae en el ayatolá Ali Khamenei.

Durante años, el régimen persa ha amenazado en reiteradas oportunidades con bloquear este paso como represalia ante las sanciones internacionales en su contra. Pese a esas amenazas, Teherán siempre ha evitado cerrar el Estrecho incluso en épocas de alto conflicto, como durante la guerra con Irak en los años 80.

Estrategias de diversificación petrolera

A pesar de la importancia estratégica del Estrecho de Ormuz para el comercio global de crudo, varios países productores han tomado medidas para diversificar sus rutas de exportación y reducir su exposición a posibles bloqueos, según fuentes del sector.

Irán ha incorporado desde julio de 2021 una terminal petrolera en Jask, situada en el extremo oriental del Estrecho, que le da la posibilidad de enviar parte de su producción al extranjero sin transitar por la vía fluvial principal. Hacia finales del año pasado, los depósitos de esta nueva instalación comenzaron a almacenar crudo, dotando a Teherán de cierta flexibilidad operativa.

En el caso de Arabia Saudita, la opción de evitar el Estrecho de Ormuz y el sur del Mar Rojo queda sustanciada en un oleoducto de 1.200 kilómetros, que, atravesando el país, conecta regiones productoras con una terminal en el Mar Rojo para redirigir envíos hacia Europa.

Por su parte, Emiratos Árabes Unidos tiene la capacidad de enviar hasta 1,5 millones de barriles diarios a través de un conducto que transporta crudo desde sus campos petroleros hasta el puerto de Fujairah, sobre el golfo de Omán, al sur del Estrecho.

Irak, desde el cierre de su oleoducto hacia el Mediterráneo, depende por completo de las instalaciones portuarias de Basora para exportar su petróleo, precisando necesariamente la utilización del Estrecho para todos sus envíos.

Mientras tanto, Kuwait, Qatar y Baréin carecen de alternativas y transportan todo su crudo por vía marítima a través de Ormuz. La mayor fracción del petróleo circulando por este punto de paso está destinada al mercado asiático.

Sin embargo, la coyuntura actual es inédita, y la comunidad internacional observa con atención.

El creciente conflicto con Israel y Estados Unidos reaviva el temor de una interrupción del tráfico marítimo. Un eventual bloqueo del Estrecho representaría no solo una crisis energética, sino también un desafío geopolítico de gran escala. Las próximas horas y días serán clave para determinar si se impone la diplomacia o se agudiza la confrontación.

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