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La intensidad de los ataques con misiles balísticos de Irán contra Israel ha disminuido notablemente desde el inicio de la escalada militar el 13 de junio, tras la Operación León Naciente de Israel contra instalaciones nucleares y militares iraníes.

Estimaciones basadas en reportes preliminares indican que los lanzamientos han caído desde un máximo de aproximadamente 200 misiles balísticos el primer día a unos 30 misiles diarios el 16 y 17 de junio, lo que sugiere una reducción tanto en la capacidad operativa como en el inventario de misiles iraníes con alcance a Israel. Sin embargo, las cifras deben interpretarse con cautela debido a la falta de datos oficiales y la variabilidad entre fuentes.

Para proporcionar un contexto más amplio, es relevante señalar que Irán lanzó ataques con misiles contra Israel en dos ocasiones previas en 2024:

13 de abril de 2024: Irán disparó unos 300 misiles y drones en respuesta a un ataque israelí contra su consulado en Damasco. De estos, aproximadamente 110 misiles balísticos y 30 misiles de crucero fueron reportados, con la mayoría interceptados.

1 de octubre de 2024: Irán lanzó entre 180 y 240 misiles balísticos en represalia por los asesinatos de líderes de Hamás y Hezbolá. La mayoría fueron interceptados, con un impacto fatal en Cisjordania

El 13 de junio, Irán respondió al ataque israelí con una ofensiva que incluyó, según reportes no oficiales, cerca de 200 misiles balísticos y un centenar de drones. En los días siguientes, los lanzamientos se redujeron: aproximadamente 100 misiles el 14 de junio, 75 el 15 de junio, y 30 misiles diarios el 16 y 17 de junio, según publicaciones en X y medios internacionales. En total, se estima que Irán ha disparado entre 370 y 450 misiles balísticos desde el inicio de la escalada, junto con cientos de drones, de los cuales más del 90% fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea de Israel, con apoyo de aliados como Estados Unidos y Jordania.
Merma en el inventario de misiles con alcance a Israel

Las cifras citadas son aproximaciones basadas en reportes de medios, publicaciones en X y estimaciones no oficiales, y están sujetas a revisión

Antes del conflicto, estimaciones de inteligencia estadounidense e israelí situaban el arsenal total de misiles balísticos de Irán en alrededor de 2,000 a 3,000, aunque no todos tienen el alcance necesario (más de 1,000 km) para llegar a Israel. Se calcula que entre 1,000 y 2,200 misiles, principalmente de rango medio como los modelos Ghadr, Kheibar Shekan, Fattah-1 y Khorramshahr, eran capaces de alcanzar territorio israelí. Sin embargo, los intensos bombardeos israelíes han impactado significativamente este inventario:

Lanzamientos realizados: Con un estimado de 370 a 450 misiles disparados entre el 13 y el 17 de junio, Irán habría consumido entre el 20% y el 45% de su arsenal de misiles con alcance a Israel, dependiendo de si el inventario inicial era de 1,000 o 2,200 misiles.

Destrucción en tierra:

Israel ha informado haber destruido más de 120 lanzadores de misiles superficie-superficie en Irán, lo que representa aproximadamente un tercio de los lanzadores de largo alcance, según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), Brig. Gen. Effie Defrin. Además, ataques en sitios como la base de misiles de Khorramabad y otras instalaciones han dañado o destruido misiles almacenados y capacidades de producción. Esto podría haber eliminado un número indeterminado de misiles adicionales, potencialmente entre el 10% y 20% del inventario total, aunque no hay cifras exactas.

Impacto total estimado

Combinando los misiles lanzados y los destruidos en tierra, se estima que Irán ha perdido entre el 30% y el 60% de su arsenal de misiles balísticos con alcance a Israel en solo cinco días. Publicaciones en X sugieren que, al ritmo actual, el stock podría agotarse en menos de un mes si no se reabastece o si la producción no se recupera rápidamente.

La reducción en los lanzamientos diarios y la pérdida de infraestructura clave, como silos y lanzadores, se atribuyen a los ataques israelíes contra sitios de producción de misiles, defensas aéreas y depósitos de almacenamiento. Reportes indican que Israel ha priorizado la destrucción de misiles de rango medio y sus sistemas de lanzamiento, lo que limita la capacidad de Irán para sostener una campaña prolongada. Sin embargo, Irán aún conserva un número desconocido de misiles avanzados, como el Haj Qassem, que ha demostrado evadir defensas aéreas israelíes en algunos casos, aunque su disponibilidad es limitada.

Limitaciones de las estimaciones

Las cifras sobre el inventario y su merma son aproximaciones basadas en fuentes abiertas, incluyendo reportes de medios, declaraciones militares israelíes y publicaciones en X, y presentan varias incertezas:

Variabilidad en el inventario inicial: Las estimaciones previas al conflicto oscilan entre 1,000 y 2,200 misiles con alcance a Israel, y algunas fuentes inflan el total a 3,000 o más sin distinguir entre misiles de corto y mediano alcance.

Falta de datos oficiales: Ni Irán ni Israel han publicado un recuento exacto de misiles destruidos o lanzados, y las declaraciones públicas suelen estar influenciadas por objetivos propagandísticos.

Capacidad de producción: Aunque Israel ha dañado instalaciones de fabricación, Irán podría intentar reabastecer su arsenal a mediano plazo, pero la producción de misiles avanzados es lenta y costosa.

Información no verificada: Publicaciones en X, como las que afirman que Irán tiene solo 2,200 misiles o que podría quedarse sin stock en un mes, carecen de evidencia concluyente y reflejan opiniones no siempre fundamentadas.

Implicaciones y perspectiva

La disminución en los lanzamientos y la merma del inventario sugieren que las operaciones israelíes han degradado significativamente las capacidades retaliatorias de Irán, al menos en el corto plazo. Sin embargo, Irán aún podría optar por estrategias asimétricas, como ataques con drones o el uso de proxies como los Houthis, para mantener la presión sobre Israel. Los ataques iraníes han causado daños limitados pero significativos, con al menos 24 muertos y cerca de 600 heridos en Israel hasta el 16 de junio, incluyendo impactos en Tel Aviv, Haifa y una refinería.

Mientras Israel mantiene la superioridad aérea sobre Irán y continúa targeting su infraestructura militar, la capacidad de Teherán para sostener una campaña de misiles parece cada vez más comprometida. No obstante, la incertidumbre sobre el tamaño real del arsenal restante y la posibilidad de una escalada regional mantienen la tensión en la región.

Nota: Las cifras citadas son aproximaciones basadas en reportes de medios, publicaciones en X y estimaciones no oficiales, y están sujetas a revisión. La ausencia de datos oficiales de ambas partes, la variabilidad en las estimaciones del inventario inicial y la naturaleza dinámica del conflicto limitan la precisión de estas cifras.

En una declaración tan temeraria como oportunista, el presidente venezolano Nicolás Maduro responsabilizó este lunes a la Corte Penal Internacional (CPI) y a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del conflicto armado entre Irán e Israel, acusándolas de ser “cómplices del genocidio del pueblo palestino en Gaza” y de no haber impedido la guerra.

Ambas son culpables de esta guerra porque han sido cómplices del genocidio del pueblo palestino”, declaró el mandatario, sin mostrar evidencia ni explicar cómo cortes sin poder coercitivo directo sobre Estados beligerantes podrían haber evitado una escalada armada entre dos potencias regionales.

Estas afirmaciones, carentes de base jurídica, contrastan con el historial reciente de ambos tribunales. En mayo de 2024, el fiscal de la CPI, Karim Khan, afirmó que “el gobierno venezolano no ha demostrado que haya realizado investigaciones genuinas ni juzgado a los responsables de crímenes de lesa humanidad” en su territorio, ratificando así la continuación de la investigación formal contra altos funcionarios chavistas desde 2021.

De hecho, la CPI sí ha actuado en relación con Palestina e Israel: en 2021 abrió una investigación sobre crímenes cometidos por todas las partes en los Territorios Palestinos, y en 2025 solicitó órdenes de arresto contra autoridades israelíes por presuntos crímenes de guerra. Esto desmiente el señalamiento de «inacción» por parte de Maduro.

¿Defensor de la paz o propagandista de sus aliados?

El presidente no mencionó en ningún momento a Irán —uno de los actores principales del conflicto— con quien su régimen ha estrechado lazos en inteligencia, defensa y petróleo. Solo en 2024, Caracas firmó acuerdos confidenciales con Teherán que incluyeron tecnología de vigilancia y cooperación energética.

Maduro tampoco condenó los ataques contra civiles o las acciones de grupos armados no estatales, limitándose a señalar que “las imágenes que se ven en redes sociales son muy fuertes” y a pedir “respeto a la vida y al derecho internacional”.

Silencio ante la CIJ cuando lo acusa, ataque cuando no le sirve

La mención a la Corte Internacional de Justicia también resulta contradictoria. El mismo Maduro ha desacatado las decisiones preliminares de la CIJ en el caso del diferendo territorial con Guyana por el Esequibo, donde el tribunal rechazó los intentos venezolanos de detener el proceso y reafirmó su jurisdicción.

En noviembre de 2023, la CIJ instó a Venezuela a no tomar acciones unilaterales que alteraran el statu quo territorial, después de que el gobierno organizara un referéndum sin efectos jurídicos para justificar la anexión de ese territorio. Caracas, sin embargo, siguió impulsando una narrativa de «recuperación soberana» ignorando el procedimiento internacional en curso.

La postura de Maduro muestra así un doble estándar: acusa a las cortes cuando no se alinean con sus intereses, pero las ignora o desacata cuando estas lo enfrentan directamente. En palabras de la profesora y analista María Teresa Romero: “Maduro manipula el derecho internacional para legitimar una política exterior al servicio de su supervivencia interna”.

Paz sin democracia no es paz

Mientras el presidente habla de convivencia y armonía entre Estados, su propio gobierno reprime manifestaciones pacíficas, encarcela opositores y mantiene un control absoluto sobre el poder judicial. La CPI, en su investigación, ha señalado indicios de “una política de Estado” dirigida a silenciar a la disidencia por medio de detenciones arbitrarias, tortura y violencia institucional.

En ese contexto, los llamados de Maduro a la paz internacional suenan vacíos. Más que una contribución a la resolución de conflictos globales, sus declaraciones parecen un intento de desviar la atención sobre su propio historial represivo y reposicionarse en el tablero geopolítico apelando a una causa que despierta solidaridad internacional: la palestina.

Vía The Economist

Israel ha aniquilado a la cúpula militar del país y sus defensas aéreas. Aviones de guerra israelíes realizan incursiones diurnas sobre Teherán. El 16 de junio, las fuerzas armadas israelíes afirmaron haber destruido más de 120 lanzamisiles iraníes, aproximadamente un tercio del total. Irán sigue disparando misiles balísticos contra Israel, que están matando israelíes, pero las salvas son menores que las de abril y octubre del año pasado. Israel también afirmó haber destruido el cuartel general de la Fuerza Quds, el brazo expedicionario de la Guardia Revolucionaria Islámica.

Pero ¿cuánto daño ha infligido Israel a la infraestructura nuclear de Irán, aparentemente el principal objetivo de esta guerra? Empecemos por Natanz, donde Irán tiene una planta de enriquecimiento, un lugar donde se centrifuga uranio en centrifugadoras subterráneas para separar el isótopo específico necesario para una bomba. Israel ha atacado la planta de enriquecimiento de Natanz bombardeando su fuente de alimentación y generadores. Es probable que esto haya dañado las centrifugadoras, que se supone que no deben detenerse.

Olli Heinonen, exinspector de armas de la ONU, señala que las ondas de choque de los bombardeos y cualquier interrupción del suministro de agua para refrigeración o de los sistemas de control electrónico también pueden provocar grietas en las máquinas. Calcula que Irán tardaría «años» en recuperarse de tales daños. El Wall Street Journal también cita a un funcionario israelí que afirmó que la cámara subterránea de Natanz podría haber «implosionado», aunque no está claro cómo habría ocurrido.

Enriquecer uranio en centrifugadoras es solo una parte del proceso de fabricación de armas. Primero hay que convertir el uranio en una forma que pueda enriquecerse. Y después, hay que convertirlo en metal para el núcleo de una bomba. Israel bombardeó las instalaciones que realizan esta tarea en Isfahán el primer día de la guerra.

Una vez que se tiene el núcleo de la bomba, aún es necesario convertirlo en un arma utilizable. Esto requiere fabricar explosivos alrededor del núcleo para hacerlo implosionar. Israel ha bombardeado un sitio en Parchin que se utilizó para modelar ese proceso, un sitio que también fue atacado el año pasado. Se necesitan científicos que entiendan la militarización. Israel ha matado al menos a 14 de ellos, según informes de prensa que citan a funcionarios israelíes, así como a muchos de los altos funcionarios que supervisaron su trabajo. Israel también ha bombardeado la sede del SPND, la organización que lideró el trabajo nuclear de Irán después de 2003, en Teherán. Israel también ha atacado varios otros sitios en la capital, incluyendo aquellos que supuestamente fabricaban sustancias químicas y «componentes únicos» necesarios para una bomba.

Todo esto supone un revés significativo para el programa nuclear iraní. Pero hay un inconveniente. La instalación de enriquecimiento más importante de Irán, enterrada bajo una montaña en Fordow (véase la foto superior), cerca de la ciudad de Qom, parece estar intacta. Funcionarios iraníes han declarado que fue atacada, pero el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) afirma que no hay indicios de daños. La instalación está tan profundamente enterrada que a Israel le resultaría difícil destruir sus salas subterráneas con bombas convencionales, aunque no descarto una operación terrestre israelí si las defensas iraníes en la zona se debilitan lo suficiente. Además, tampoco hay indicios de que Israel haya atacado otra instalación más reciente, y quizás incluso más profundamente enterrada, al sur de Natanz, conocida como Monte Kolang Gaz La.

Los acontecimientos de los últimos cuatro días plantean una pregunta importante. ¿Podría Irán ahora lanzarse a por una bomba? Irán afirma haber sacado equipo y material nuclear de Natanz antes del ataque. «Ahora tenemos un problema grave», señala el experto Ian Stewart. «No sabemos dónde se encuentra el material enriquecido de Irán». El país tiene suficiente uranio enriquecido al 60% para diez bombas. En teoría, Irán podría usar centrifugadoras en Fordow para enriquecerlo al 90% (de grado armamentístico) en tres días. Si considera demasiado arriesgado hacerlo en un sitio conocido, podría intentar el proceso en otro lugar. «Irán también podría instalar un número menor de centrifugadoras en un cobertizo en algún lugar», dice el Sr. Stewart, y realizar la tarea en pocas semanas. El 14 de junio, Irán declaró que ya no cooperaba con el OIEA «como antes» y que no informaría al organismo sobre «nuevas medidas especiales para proteger los materiales y equipos nucleares».

La idea de que Irán pueda construir una bomba rápidamente bajo bombardeo presupone tres cosas. La primera es que Irán está en condiciones de mover centrifugadoras y material nuclear por todo el país en secreto. Israel ha demostrado un notable nivel de penetración de inteligencia en Irán, por lo que esto no puede darse por sentado. La segunda es que Irán cuenta con suficiente liderazgo y experiencia para completar el proceso de armamentización. Si usted fuera gerente o científico en el área de armamento, probablemente estaría evitando su teléfono móvil en este momento. La destrucción de plantas de fabricación de combustible es probablemente el mayor obstáculo para la armamentización, suponiendo que Irán no disponga de instalaciones encubiertas para este fin. En tercer y último lugar, Irán debe decidir si apresurarse a conseguir una bomba es la mejor manera de disuadir a Israel —quizás de un cambio de régimen— o si eso podría, de hecho, desencadenar la participación estadounidense en la guerra, causando daños mucho más duraderos a Fordow y otros emplazamientos.

El 15 de junio, Donald Trump indicó que quería que Israel e Irán llegaran a un acuerdo. Sin embargo, otras fuentes informaron a The Economist que sigue abierto a la idea de intervenir, argumentando que sería mejor asestar un golpe duradero a Irán que dejar el trabajo a medias, lo que resultaría en un Irán herido, enojado y con acceso continuo a material nuclear y cavernas subterráneas fortificadas.

Pero si Trump se uniera a la contienda, enfurecería a muchos de sus partidarios de MAGA. «Mediremos nuestro éxito no solo por las batallas que ganemos», dijo a la multitud en su toma de posesión el 20 de enero, «sino también por las guerras que terminemos, y quizás lo más importante, las guerras en las que nunca nos involucramos».

Vía Ecoinventos

Investigadores en California revelan que restaurar selvas tropicales enfría más de lo estimado gracias a compuestos químicos naturales.

  • Reforestar = enfría el planeta, sobre todo en trópicos.
  • Restaurar todos los bosques: -0,34 °C global.
  • Aporta ≈ 25 % del enfriamiento necesario.
  • No basta: reducir emisiones sigue siendo clave.
  • Bosques tropicales: más eficientes, menos efectos adversos.
  • Reforestar mejora calidad del aire (con matices).
  • Restauraciones locales también sirven.
  • Retos: alimentación, uso de suelo.
  • Potencial enorme, pero no mágico.

¿Plantar árboles realmente ayuda a enfriar el planeta?

Los bosques tienen un papel clave en frenar el calentamiento global. Restaurarlos puede ser más eficaz de lo que se pensaba, especialmente en zonas tropicales. Sin embargo, no es una solución completa: sin reducir drásticamente las emisiones, los árboles no podrán revertir por sí solos los efectos del cambio climático.

Restauración forestal: impacto global y cifras

Un estudio del equipo de la Universidad de California, Riverside, muestra que restaurar los bosques a su extensión preindustrial (unos 12 millones de kilómetros cuadrados) podría reducir la temperatura media global en 0,34 °C. Esta cifra equivale aproximadamente a una cuarta parte del calentamiento total acumulado hasta hoy.

Esa superficie es 135 % del tamaño de Estados Unidos y se alinea con estimaciones de restauración global que contemplan plantar 1 billón de árboles. Desde la Revolución Industrial, se calcula que el planeta ha perdido cerca de la mitad de sus árboles (≈3 billones).

Más allá del carbono: enfriamiento químico

Lo novedoso del estudio es que no se enfoca únicamente en el secuestrar CO₂, sino también en el efecto químico que los árboles tienen sobre la atmósfera. Los árboles emiten compuestos orgánicos volátiles biogénicos (BVOC, por sus siglas en inglés), que fomentan la formación de nubes y reflejan la luz solar, ayudando así a enfriar la atmósfera.

Estos efectos químicos suelen quedar fuera de los modelos climáticos tradicionales, lo que subestima el potencial de los bosques.

Zonas tropicales: el epicentro del beneficio

Los bosques tropicales son los más eficaces. Absorben más carbono, emiten más BVOC y no provocan el efecto de oscurecimiento superficial que sí ocurre en latitudes altas (lo que allí puede incluso contribuir al calentamiento).

Además, los trópicos ofrecen más beneficios netos para el clima con menos contras. Esto los convierte en la prioridad para cualquier estrategia de reforestación global.

Calidad del aire: otro beneficio relevante

El modelo predijo que una restauración a gran escala reduciría en 2,5 % el polvo atmosférico en el hemisferio norte. En los trópicos, los BVOC aumentan la formación de aerosoles, lo que puede empeorar ciertos tipos de contaminación, aunque también mejoran los niveles de ozono troposférico, contribuyendo a una mejor calidad del aire en algunos contextos.

Restauraciones locales: pequeñas acciones, grandes efectos

No hace falta reforestar medio planeta de golpe. Proyectos locales y regionales pueden generar cambios climáticos significativos, incluso si son modestos en extensión. Cada paso cuenta.

Dificultades en la implementación

El estudio asume una restauración total, incluso en zonas actualmente urbanizadas o destinadas a la agricultura. Esto genera conflictos con la seguridad alimentaria y el uso de la tierra. Reforestar no puede implicar desatender a una población mundial de más de 8.000 millones de personas.

Por eso, se insiste en evaluar cuidadosamente dónde y cómo reforestar, priorizando terrenos degradados o abandonados, y dando especial atención a los trópicos.

Ejemplos de éxito: caso de Ruanda

Ruanda destaca por combinar protección forestal y desarrollo económico. El turismo ecológico genera ingresos que se reinvierten en las comunidades locales, dando un incentivo real para conservar los bosques en lugar de talarlos.

La restauración forestal es una herramienta poderosa para un futuro más sostenible. No solo captura carbono, sino que mejora el ciclo del agua, protege la biodiversidad, mitiga desastres naturales como inundaciones y sequías, y reduce la erosión del suelo.

Además, puede convertir suelos degradados en ecosistemas funcionales, brindar empleo rural y contribuir a la resiliencia climática de comunidades vulnerables.

Plantar árboles ayuda. Mucho. Pero no sirve de nada si seguimos quemando el planeta.

Las FDI también atacaron una base militar iraní en el oeste de Teherán.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron la Red de Noticias de la República Islámica de Irán (IRINN), operada por IRIB, el lunes por la tarde porque la red estaba siendo utilizada con fines militares por las Fuerzas Armadas iraníes, según informó el ejército.

El edificio estaba siendo utilizado bajo la apariencia de actividad civil, encubriendo el uso militar de la infraestructura y los activos del centro. El ataque dañó directamente las capacidades militares de las Fuerzas Armadas iraníes, según las FDI.

Exterior de la sede la TV estatal iraní luego de ser bombardeada | Foto BBC

El ejército añadió que el «ataque preciso» se llevó a cabo basándose en inteligencia, y antes del ataque, las FDI advirtieron a la población civil circundante, incluso a través de llamadas telefónicas.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dijo justo antes del ataque que la «boca de propaganda e incitación iraní está a punto de desaparecer». Añadió que la evacuación de las residencias circundantes había comenzado.

Las FDI ya habían atacado una base militar en el oeste de Teherán, según informaron los medios iraníes, y las imágenes vistas por The Jerusalem Post lo confirmaron.

Al mismo tiempo, el portavoz de las FDI en árabe, Avichay Adraee, emitió una advertencia de evacuación en persa a los residentes del tercer distrito de Teherán en una publicación en redes sociales el lunes.

Adraee notificó a los residentes que las FDI atacarán la infraestructura militar en la zona en las próximas horas, como lo ha hecho en los últimos días en Teherán.

El tercer distrito se encuentra en el este de Teherán y es una zona afluente donde residen muchas oficinas gubernamentales.

Jerusalem Post, Sun

Por Isaac Berenstein

En un mundo ideal, los Estados no tendrían que defenderse solos. La comunidad internacional, a través de mecanismos multilaterales y normas compartidas, actuaría con firmeza frente a amenazas existenciales. Pero el mundo real, como lo ha vivido Israel durante décadas, es muy distinto. Cuando las instituciones fallan, la diplomacia se vuelve ilusoria y los ataques se acumulan sin respuesta, entonces queda un derecho primario, tan antiguo como la civilización: el derecho a defenderse.

Una guerra por otros medios

Desde el Líbano, desde Gaza, desde Siria, desde Yemen. Durante años, Irán ha dirigido, financiado y armado una red de grupos que no solo niegan el derecho de Israel a existir, sino que actúan como extensiones militares de su estrategia regional. Hezbollah, Hamás, las milicias chiíes y los Houthis no son actores independientes: son instrumentos del régimen teocrático de Teherán para cercar y desgastar a Israel sin asumir el costo político de una guerra convencional.

El 7 de octubre de 2023 no fue un “incidente aislado”. Fue la explosión de una lógica acumulada de impunidad y odio, financiada con petróleo sancionado y proyectada con drones, túneles, adoctrinamiento y misiles. Israel no enfrentaba solo a Hamás: enfrentaba a la estrategia iraní en su fase más letal.

El momento de actuar

Frente a ese asedio, Israel ha optado por no esperar. Ya no se trata solo de interceptar cohetes o de responder con bombardeos quirúrgicos: se trata de interrumpir el corazón logístico y financiero que alimenta ese ecosistema hostil. Si Irán puede seguir enriqueciendo uranio, construyendo misiles y exportando guerra a través de sus apoderados, ningún alto el fuego tendrá sentido.

El reciente ataque a infraestructura crítica en Irán —sea parcial o escalonado— no es una agresión gratuita, como algunos insisten en presentar. Es la ejecución del principio más básico del derecho internacional: la legítima defensa ante una amenaza inminente y sostenida, cuando todas las demás opciones han fracasado o han sido manipuladas.

¿Y la moralidad?

Defenderse no solo es legal. Es moralmente necesario cuando la alternativa es la aniquilación progresiva.

Israel ha sido forzado a actuar solo, no por arrogancia, sino por abandono. Occidente ha preferido la contención pasiva, la diplomacia inconducente, el silencio cómplice frente a los crímenes de los aliados iraníes. Mientras tanto, el pueblo iraní, que lucha por sus libertades y su dignidad, también sufre bajo una dictadura que lo reprime dentro y lo usa como carne de cañón fuera.

Un ataque que debilite las capacidades militares del régimen no es un acto contra el pueblo iraní. Es, quizás, la única forma realista de acercar su liberación.

No, Israel no está solo

Israel no está solo. Tiene la solidaridad moral de millones de ciudadanos libres que reconocen el valor de la vida, de la libertad, de la democracia. Que entienden que defenderse del terrorismo y de los regímenes que lo financian no es solo un derecho, sino un deber ético.

Puede que muchos gobiernos duden, rehúyan el costo diplomático o se enreden en cálculos mezquinos. Pero los pueblos que han vivido bajo regímenes totalitarios, los que defienden el Estado de derecho, los que saben lo que significa vivir bajo amenaza, están hoy del lado de Israel. Del lado de quien no eligió esta guerra, pero se niega a rendirse.

Porque cuando nadie te defiende desde los palacios,
te queda la conciencia de los pueblos.
Y con eso, Israel no está solo.

Está acompañado por la historia, por el derecho y por quienes aún creen que la libertad se defiende, incluso cuando cuesta.

Isaac Berenstein escribe sobre libertad política, antisemitismo contemporáneo y disuasión moral desde una perspectiva judía laica.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó una profunda preocupación por el auge de detenciones arbitrarias y malos tratos en Venezuela, en el marco de un debilitado contexto institucional que pone en entredicho el pleno ejercicio de los derechos y las libertades en el país.

En la apertura de la 59ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Türk afirmó que “Mi oficina está documentando un aumento de las detenciones arbitrarias y la intimidación de opositores políticos y trabajadores de los medios de comunicación en Venezuela tras las elecciones de 2024”.

Además, el alto comisionado austríaco se mostró alarmado por la tortura y los malos tratos a los detenidos, así como las violaciones del debido proceso que enfrenta parte de la sociedad civil.

Durante el evento, Volker Türk también se refirió a las restricciones de los espacios cívicos en varias regiones del mundo, incluido el Tíbet, Xinjiang, Hong Kong o el debilitado entorno para las asociaciones en El Salvador, donde nuevas leyes dificultan que las ONG y los grupos de prensa puedan acceder a financiación extranjera. La persecución de voces disidentes en países como Rusia fue otro de los puntos que el alto comisionado llevó a la opinión pública.

Además, Türk advirtió que los recortes financieros están debilitando tanto a la oficina del Alto Comisionado como a las asociaciones que reciben apoyo de ésta, aumentando así el riesgo de que disminuyan las investigaciones de abusos y el acompañamiento a las víctimas. Según sus palabras, el debilitado esquema de apoyo permitirá que autócratas y grupos represivos actúen con más impunidad.

En el plano económico, el alto comisionado enfatizó que el auge de los aranceles y las restricciones comerciales golpeará con fuerza a los países más vulnerables, como Bangladesh, Vietnam, Camboya o Sri Lanka, aumentando así el acceso limitado de millones de personas a bienes de primera necesidad, a la salud, a la educación y aumentando, además, las desigualdades de género.

“Populistas y autócratas están trabajando duro en sus guerras culturales para desviar así la opinión pública de los problemas reales”, afirmó Volker Türk, mientras aumentan los ataques a las instituciones creadas para salvaguardar los derechos humanos, como la Corte Penal Internacional, sancionada por algunos gobiernos, incluido el de Estados Unidos, Israel o Rusia.

EFE

Por Flor Santamaría

Esta semana la Cancillería del reino de Noruega presentó su reporte titulado “El compromiso de Noruega con la paz y la resolución de conflictos en un mundo convulso”, (Norges innsats for fred og konfliktløsning i en urolig verden), es un conjunto de páginas donde, de un modo propagandístico se describen sus hazañas como paladín en un mundo en conflicto, pero solamente haré referencia al recuadro 3.4 que se titula “Venezuela: En busca de una solución política”

Han pasado seis años desde que este país nórdico se involucró como mediador en el conflicto venezolano, seis años que han sido resumidos en un cuadro de texto que pasa de ser un texto informativo minúsculo y carente de detalles, a una justificación de la mediocridad. Es un texto donde palabras como “compromiso” y “confianza”, “acuerdos y negociaciones” resuenan como un eco en el vacío, dadas las actuales circunstancias en Venezuela.

La gestión de seis años redactada con un discurso genérico y escueto que, a migajas trata de ofrecer alguna cuenta de qué fue lo que hicieron en su papel en la mediación, pero no destaca de ninguna forma, excepto por su auto felicitación.

El cuadro 3.4 es tan falto de detalles que no se menciona cuántos millones fueron destinados a la mediación. Sólo un par de líneas hacen memoria y dan cuenta de que “en 2022 se acordó utilizar los fondos venezolanos congelados para los servicios nacionales de bienestar social”. ¿Qué significa esto en términos reales para la población venezolana? Si no hay más que visitar algún centro de salud pública en el país. O que en tiempo de pandemia se logró que llegaran vacunas y equipo médico. No faltaba más. Llegaron vacunas en una pandemia universal. Dirían los españoles “y tanto, hombre”.
Pero por qué no hay más detalles sobre esto en el reporte noruego. ¿Pidieron facturas de esto a Maduro? O a la oposición, de ser el caso. ¿Hubo orden en estos desembolsos?

En el texto del cuadro 3.4, hay un dejo de reclamo pero con voz triunfante, cuando se quejan de las críticas en Redes Sociales a su gestión, y como en una lucha titánica contra opositores exigentes y dicen “El escepticismo de algunas personas de la oposición hacia el inicio de las negociaciones con el Gobierno fue en ocasiones considerable, y las críticas vertidas contra Noruega en las redes sociales fueron considerables” Pero añaden “Cuando Noruega decidió, no obstante, comprometerse, fue porque los sectores más influyentes de la oposición deseaban las negociaciones y porque la comunidad internacional solicitaba la participación de Noruega”.
Quieren decir que han ayudado a los venezolanos pese a los “ataques” en redes de otros venezolanos que exigieron respuestas contundentes. Bien.

En mi opinión, este reporte sobre Venezuela no se trata de un Mea Culpa, como he leído en algunas cuentas de X, es a grandes luces una autofelicitación por un trabajo maltrecho, especialmente después de la firma de Barbados y del resultado del fraude electoral más flagrante y descarado de la historia democrática de Venezuela, para ser conservadora con mis palabras. Cero responsabilidad, o al menos, reconocimiento de haberse sobrestimado para ser los garantes de un proceso tan complejo.

En el papel se lee que “el Gobierno y la oposición de Venezuela solicitaron a Noruega que actuase como facilitador oficial de las negociaciones para alcanzar una solución política al conflicto” y continúan “El proceso fue solicitado por La comunidad internacional”

Recuerdo las palabras de Maria Cornina Machado, líder de la oposición en el 2024, llamando a la comunidad de mediadores, “hemos hecho todo lo que nos han pedido”, cuando ya se veía lo que pasaría, pero en este reporte, apenas se mencionan las consecuencias de esa “solución política”.

No se habla de cómo recrudeció la persecución y encarcelamiento de líderes opositores, las desapariciones forzadas, secuestros, y ataques a periodistas y militares, ni la operación Tun Tun. Aquí no hay buenos ni malos, hay diálogos y confianza en las partes. Tampoco se hace referencia a la radicalización de la crisis migratoria y el desamparo a los migrantes venezolanos en el mundo entero. La persecución a la diáspora. Nada.

Noruega se desentiende de ese catastrófico desenlace postelectoral, se mete bajo una suave cobija de palabras de aliento auto proferidas, y ha callado ante los gritos de los torturados en las cárceles venezolanas, o de las familias desmembradas, o de los ancianos y niños solos porque se les fueron los suyos. La crisis de Venezuela tiene raíz en el autoritarismo, y ellos lo saben, y siempre lo supieron. Porque así describe el reporte lo que en Venezuela hay, un “conflicto de 20 años que había provocado una de las mayores crisis migratorias del mundo y una gran inestabilidad en la región”.

En esos años de conversaciones con partes de oposición, no quisieron oír a miembros de la diáspora organizada a nivel local, (Noruega), quienes manejaban cifras, quienes enviaron cartas y trataron de entablar conversaciones para acercarles a la opinión pública venezolana, tampoco oyeron a las voces críticas de su posición condescendiente con el oficialismo.

Y sellan el cuadro de texto con las palabras del catedrático de Harvard William Ury, quien también de refilón tuvo un papel indirecto en la mediación, dijo, “En conflictos prolongados y profundamente arraigados, pocas cosas son más valiosas y necesarias que una facilitación tranquila, persistente, paciente [y] neutral por parte de partes que puedan escuchar, mantener la confidencialidad, reunir a las partes y, en general, servir como caja de resonancia de confianza. El compromiso de Noruega en Venezuela es un ejemplo destacado”.

Justifica esto el no condenar con autoridad y contundencia un fraude electoral tras la mediación. Justifica esta negociación el abuso de poder y el autoritarismo o los crímenes de Lesa Humanidad. Pues si así lo creen, están “meando fuera del perol”. El mundo convulso de hoy requiere de voces que restablezcan las democracias. Pero Noruega calla y se aplaude. Se come el pastel solita.

El reporte general de la Cancillería noruega les hace quedar un poco como “el pimentón” presente en todas las salsas, pues son páginas y páginas de participación en muchos asuntos alrededor del mundo en convulsión. Siempre destacan a Colombia, como una especie de condecoración, pero a las luces de los últimos hechos en ese país fronterizo con Venezuela, donde la violencia vuelve con más fuerza, en la forma de sicariato, atentados, explosiones, y la proliferación de grupos armados, en un contexto de poco crecimiento económico, refleja que el estilo de mediación que propone el país nórdico, supone medianos plazos. Por años se han gloriado de su gestión en Colombia, pero no ha sido sostenible en el largo plazo.

Esta última idea de que las mediaciones de Noruega no son robustas, puede ser una buena señal para los venezolanos. Porque, puede que partiendo de la fuerza demostrada en las elecciones del 28 de julio de 2024, que otorgaron la presidencia a Edmundo Gonzalez Urrutia, (reconocido como presidente democráticamente electo por el mundo claramente democrático, valga la redundancia), lleguen a restablecer el orden constitucional en el país, al tiempo oportuno.

Porque si hay algo cierto que reporta la caja de texto 3.4 en el resumen de gestión noruega y es que se unificó a la oposición, no como grupo partidista sino como bloque de rechazo a Maduro. La fuerza de millones de demócratas se unió dentro y fuera del país y dijo NO a Nicolas Maduro en las urnas electorales, iniciando el proceso definitivo hacia la libertad.

En esta reflexión no pretendo exigir de Noruega ese “Mea Culpa”, tampoco que se “rasguen las vestiduras”, pero creo que si un país tenía los medios para ayudar verdaderamente a enderezar la carga en Venezuela, esos eran los noruegos. Si hubieran realmente querido, lo hubieran hecho. En su descripción hablan del trabajo neutral en Venezuela, pero sus afiliaciones políticas están muy comprometidas con un concepto utilitario de izquierda. Partiendo desde ahí, ya habían señales rojas.

El estrés laboral es una realidad para la gran mayoría de los trabajadores, con un 83% experimentándolo según la OSHA de EE. UU. Este estrés se manifiesta en dolores de cabeza, fatiga, insomnio y dificultad para concentrarse. Ante esta situación, estrategias simples y accesibles son cruciales.

La clave está en cómo respiras

Cuando estamos bajo presión, nuestra respiración se vuelve superficial y acelerada, lo que disminuye la oxigenación y aumenta el dióxido de carbono, intensificando la sensación de agitación. Si bien «tomar una respiración profunda» es un consejo común, las investigaciones apuntan a un método más eficaz: el «suspiro fisiológico» o respiración cíclica.

¿Qué es la respiración cíclica?

Esta técnica consiste en:

  1. Inhalar profundamente por la nariz.
  2. Realizar una segunda inhalación corta (como un «sorbo» adicional de aire).
  3. Exhalar lentamente por la boca.

Esta segunda inhalación es clave, ya que ayuda a reabrir los alvéolos pulmonares colapsados, mejorando el intercambio de gases y activando el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de calmar el organismo. Además, activa el nervio vago, esencial para salir del estado de «lucha o huida» del estrés.

Resultados comprobados en solo cinco minutos

Un estudio publicado en Cell Reports Medicine demostró que cinco minutos al día de esta técnica pueden reducir los niveles de ansiedad de forma más efectiva que prácticas como la meditación mindfulness o el box breathing. Los participantes no solo experimentaron una reducción inmediata del estrés, sino también mejoras sostenidas en el estado de ánimo con el tiempo.

Infografía ChatGPT

Ventajas y cómo integrarla en el día a día

La respiración cíclica es una herramienta poderosa por su simplicidad:

  • No requiere tecnología.
  • Es gratuita.
  • Puede practicarse en cualquier lugar (oficina, sala de espera, etc.).
  • Sus efectos se sienten casi de inmediato.

Puedes integrarla fácilmente en tu rutina diaria:

  • Al iniciar la jornada: Para mejorar el enfoque y la toma de decisiones.
  • Antes de reuniones o conversaciones importantes: Para reducir la ansiedad anticipatoria.
  • Durante pausas laborales o después de una situación tensa: Para recuperar el control emocional.

En resumen, aprender a respirar de forma consciente a través de la respiración cíclica no es solo una técnica de relajación, sino una estrategia eficaz para manejar las presiones del entorno y mejorar el bienestar general.

El mundo está convulsionado. Venezuela, obviamente, no escapa de esta lamentable situación. Lo que sucede en el Medio Oriente, entre India y Paquistán o entre Ucrania y Rusia, por mencionar algunas confrontaciones, tiene consecuencias para nosotros.

La globalización, proceso económico de integración, aunque algunos consideran extenderlo hasta lo social y político, está dando muestras de atravesar serias dificultades. A ello hay que sumarle un relanzamiento de los nacionalismos tan en boga en el siglo XIX y principios del XX, cuyas máximas expresiones fueron la concreción de países “hechos y derechos”, como Alemania e Italia. Ahora, decenas de poblaciones enarbolan peligrosos nacionalismos que pudieran revertir la convivencia pacífica o normal de sus integrantes. Incluso, ese llamado del presidente Donald Trump “America First”, de inocultables ribetes de extremo chauvinismo, ha provocado una gran repercusión, especialmente en América Latina, y sobre todo en lo que atañe a la migración.

Hay una atmósfera mundial de preguerra. Los organismos multilaterales, que proliferaron como hongos después de 1945 hasta la fecha, en muchos casos y situaciones en que les ha correspondido actuar, no han dado muestras de eficiencia ni de cumplimiento cabal de sus deberes. La O.N.U., por ejemplo, no ha sido competente en la práctica y ejercicio de sus atribuciones, sobre todo cuando su papel de mediador y hasta protagónico ha sido requerido.

De este lado, muchos piensan que el problema de los otros no es nuestro. Que hasta podría justificarse por aquello que, como

se dice popularmente, con los nuestros basta. No obstante, ello comporta un craso error. Tarde o temprano cualquier conflicto o calamidad afuera, nos alcanzará, aunque sea medianamente. Además, abona a esta realidad que el régimen ni se ayuda internamente, y mucho menos en lo externo. Tanto así que con declaraciones destempladas y “acuerdos” fuera de lugar (como es su costumbre), lo que hace es atizar más el fuego del enfrentamiento. En otras palabras, hace todo lo contrario de servir de puente y enlace para la suscripción de posibles tratados de paz o de discreto negociador para conseguir las distensiones necesarias.

El problema es de nosotros, cuando en el vecino país suceden cosas reñidas con la constitucionalidad o cuando grupos de desadaptados cometen actos de terrorismo. La migración, el problema fronterizo de México con los Estados Unidos; la controversia con Guyana, a la que se agregan Trinidad y Tobago por asuntos petroleros, el delicado panorama de Bolivia y Ecuador son algunas muestras de la intrincada situación continental, y que nos incumbe a todos sin excepción.

El problema de los otros también es nuestro. La “aldea global” como muchos la han denominado, tiene presencia en cada rincón del planeta. Sin embargo, y por encima de todo, hay que ser optimistas. No al estilo panglosiano, pero hay que estar ganado a la idea que esto no es el fin del mundo y mucho menos de la humanidad. El ser humano aun conserva fuerzas intelectuales y valores que permiten superar esta coyuntura. Nuestra milenaria cultura occidental tiene mucho que dar. De peores hemos salido. Lo importante es tener presente que el problema de los otros también es nuestro. Y que sus soluciones tenemos que procurarlas cuesten lo que cuesten.

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