Morfema Press

Es lo que es

Armando Esteban Quito

La dictadura comunista soviética repetía machaconamente sus consignas para que calaran bien en la población. Del mismo modo, la obsesiva repetición del término «sostenible» y la ubicua presencia del logo multicolor de la Agenda 2030 son signos del nuevo totalitarismo que nos están colando por la puerta de atrás en una sociedad debilitada por la Cultura del Miedo y por la pérdida de referentes morales. A esto hay que sumar el poder de la corrección política, concepto creado por el marxismo-leninismo, la cual marca unas lindes ―infranqueables bajo pena de linchamiento u ostracismo― hoy decididas por una misteriosa Autoridad Superior y transmitidas por los obedientes medios de comunicación. Hay que reconocer que la corrección política ha cumplido con su misión: asfixiar el libre pensamiento y crear un miedo generalizado a disentir.

Por: Fernando del Pino Calvo-Sotelo – FPCS

En el caso de la Agenda 2030, la mayoría de las empresas e instituciones repite la consigna como muestra de virtud social, aunque nadie conozca muy bien su contenido. ¿Qué es la Agenda 2030? Y, si es tan importante, ¿por qué no ha sido votada por nadie?

¿Qué es en realidad la Agenda 2030?

La «Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible» es un acuerdo propiciado por la ONU en el año 2015 para sustituir a la olvidada Declaración del Milenio (2000-2015). Una diferencia importante entre ambos textos estriba en que ésta pasó desapercibida mientras que la Agenda 2030 ha sido embutida, encajada, empujada, encastrada, empotrada en la sociedad con tanta fuerza que, en comparación, la alimentación forzada de las ocas parece un acto de libre albedrío de los pobres animales.

La Agenda posee 17 objetivos y 169 metas con la aparente finalidad de «poner fin a la pobreza y el hambre (…) y proteger al planeta». Su lenguaje es voluntarista y rimbombante: «Aspiramos a un mundo sin pobreza, hambre, enfermedades ni privaciones» con un crecimiento «sostenible, inclusivo y sostenido» (soniquete que se repite como un mantra). De hecho, el texto es completamente utópico, lo que por sí mismo debería ser una primera fuente de preocupación, no en balde las utopías del s. XX ―en especial, el comunismo― mataron a más de 100 millones de personas en todo el mundo.

El lenguaje del documento ofrece bastantes indicios sobre su verdadera naturaleza. En sus cuarenta páginas[1] la palabra «sostenible» aparece mencionada 223 veces y la palabra inclusivo, 23. Por el contrario, el término «libertad» sólo se menciona en 3 ocasiones, «familia» sólo en 1 y «propiedad privada», ninguna, o sea, 0, coincidiendo con el eslogan del Foro Económico Mundial de Davos (WEF), «socio estratégico» de la Agenda 2030: «No tendrás nada y serás feliz».

Una de las tres únicas veces en que se menciona la palabra libertad es para afirmar que la Agenda busca «fortalecer la paz universal dentro de un concepto más amplio de la libertad». Es ésta una expresión inquietante, dado que el término libertad no requiere de nuevas reinterpretaciones. Así, dada la naturaleza orwelliana del texto, resulta imperativo acudir a la «neolengua» descrita en la novela 1984, en la que el Ministerio del Amor se dedicaba a la represión y el de la Verdad, a la propaganda más engañosa. De este modo, la traducción real de la frase anterior sería la siguiente: «La Agenda 2030 tiene como objeto fortalecer la dominación universal dentro de un concepto más restringido de libertad». Se comprende mejor, ¿verdad?

Para discernir la verdad sobre la oscura sombra que proyecta esta iniciativa de la ONU ―es decir, del globalismo― es necesario distinguir entre los objetivos que propugna, aparentemente loables, y los medios que propone para alcanzarlos, completamente opuestos a la consecución de dichos fines. Recuerden que el abismo existente entre unos fines aparentemente benéficos y unos medios perversos ha sido precisamente lo que ha caracterizado a las utopías más destructivas de la Historia.

Un programa totalitario y liberticida

La primera crítica que puede hacerse al utópico programa de la Agenda 2030 es su carácter totalitario, pues aspira a controlar la totalidad de la vida de los individuos ―incluyendo qué y cuánto comen, y qué y cuánto consumen―. Como hemos mencionado, el concepto de libertad brilla por su ausencia y es remplazado por un acérrimo estatismo. En efecto, la libertad individual y la iniciativa privada son ninguneadas a favor de un constante intervencionismo estatal al que se atribuye un carácter benéfico y una capacidad sobrehumana de solucionar todos los problemas.

El intervencionismo que propone resulta tan exagerado que recuerda a los Planes Quinquenales de la extinta URSS. Por ejemplo, especifica objetivos concretos de crecimiento del PIB en los países menos adelantados y la «duplicación» (¿por imperativo legal?) del peso de la industria («inclusiva y sostenible») en el PIB de esos mismos países.

Las similitudes con el comunismo continúan, pues también propone reducir no sólo la desigualdad de oportunidades, sino también «la desigualdad de resultados». En esta línea, se compromete a efectuar «cambios fundamentales en la manera en que nuestras sociedades producen y consumen bienes y servicios» y formula un axioma revelador: el crecimiento económico (sostenido, inclusivo y sostenible) «solo será posible si se comparte la riqueza y se combate la desigualdad de los ingresos». Así, aboga por aumentar la progresividad de los impuestos y reforzar «la reglamentación y vigilancia de las instituciones» desde un Estado al que se le otorga «plena soberanía permanente sobre la totalidad de su riqueza, sus recursos naturales y su actividad económica».

Por último, declara pomposamente que actúa «en nombre de los pueblos a los que servimos». Exactamente, ¿cómo y cuándo se han manifestado «los pueblos» sobre la Agenda 2030? ¿Y podrían decirme en qué país el poder político sirve al pueblo en vez de servirse de él?

La ideología y la religión climática en la Agenda 2030

Sin embargo, lo más determinante de la Agenda 2030 es que, lejos de ser un documento políticamente aséptico, posee una carga ideológica muy determinada.

En primer lugar, es materialista, pues omite toda dimensión trascendental del ser humano, convertido en poco más que un animal o un robot, a pesar de que el 72% de la población del planeta ―el pueblo al que dicen servir― cree en Dios (sólo el 10% se declara ateo) y que una amplia mayoría cree que hay vida después de la muerte[2]. Aunque el 62% de la población mundial vive en países donde se conculca el derecho a la libertad religiosa (siendo la religión cristiana la más perseguida[3]), el texto en ningún momento la menciona, como tampoco menciona la libertad de expresión. Asimismo, su desprecio por el ser humano lleva a colocarlo al mismo nivel que las demás criaturas en un mundo «donde todas las formas de vida puedan prosperar sin temor ni violencia».

Cómo no, la Agenda 2030 defiende la ideología de género (palabra repetida 15 veces en el documento): «la incorporación sistemática de una perspectiva de género en la implementación de esta Agenda es crucial». También apoya el aborto bajo el eufemismo de «salud reproductiva de la mujer» y relega a la familia a un puesto secundario en un mundo caracterizado por la relación de servidumbre entre el amo (el Estado omnipotente) y su siervo, un individuo aislado y solo, ninguneando a la familia como unidad fundamental de la sociedad y como sujeto de derechos previos a la existencia del Estado.

En cuanto a su apoyo a la religión climática ―que menciona 20 veces― la Agenda 2030 tiene el mismo tinte pesimista y catastrofista del primer informe del Club de Roma ―un documento seminal del movimiento globalista― con una conciencia de escasez cuya única solución es, aparentemente, la aceptación de una tiranía global dirigida por una élite que quiere hacernos la vida ciertamente incómoda mientras nos salva de un peligro inexistente. Así, repite la habitual letanía apocalíptica climática alertando del «peligro para la supervivencia de muchas sociedades» causado (entre otros factores) por un pretendido aumento de los desastres naturales y de las sequías y un supuesto agotamiento de los recursos, tres afirmaciones no sustentadas por los datos[4].

Naturalmente, la Agenda 2030 propone aumentar la proporción de energías renovables para lograr un suministro de energía «asequible, fiable y sostenible» y «duplicar» la eficiencia energética. El problema es que las energías renovables a las que implícitamente hace referencia (eólica y fotovoltaica) nunca serán ni eficientes, ni fiables ni asequibles al ser intermitentes y depender de la existencia de suficiente viento o radiación solar, que sólo se dan en determinadas latitudes, estaciones u horas del día. Así, las fuentes renovables exigirán siempre un respaldo de energías térmicas tradicionales, lo que implica una cara redundancia de sistemas de generación o, en su defecto, una vida vivida entre apagones intermitentes.

Objetivo: reducir la producción de alimentos

Con similares contradicciones —en lo que quizá sea la prueba más evidente de su hipocresía—, la Agenda 2030 asegura querer poner fin al hambre y duplicar la productividad agrícola mientras propone medidas que promueven justo lo contrario, es decir, que crearán hambrunas. Así, bajo la habitual coartada medioambiental el texto supone una verdadera declaración de guerra al campo, lo que ha llevado en muchos países a una justificada reacción de ganaderos y agricultores que luchan por su supervivencia, que es la nuestra.

En el caso de los ganaderos, la guerra toma la forma de una grotesca demonización del ganado como emisor de metano y de una inmoral campaña contra el consumo de carne y proteína animal, clave para la salud. En el caso de los agricultores, la Agenda 2030 quiere imponer una reducción en el uso de agua, fertilizantes y pesticidas. Con su doblez habitual, afirma querer «aumentar el uso eficiente de los recursos hídricos», pero a la vez obliga a «restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los ríos» (es decir, destruir presas), lo que merma la capacidad de riego. Asimismo, con el pretexto de reducir la contaminación marina, propone primero controlar las «actividades terrestres», incluyendo «la polución por nutrientes» (es decir, los fertilizantes), y luego reducir «la liberación de productos químicos a la atmósfera, el agua y el suelo» (es decir, los pesticidas). Sin agua para alimentar las plantas, sin fertilizantes para nutrir la tierra y sin pesticidas para eliminar las plagas, ¿cómo se va a mejorar la productividad agrícola? ¿No se logrará más bien revertir la maravillosa Revolución Verde, que permitió multiplicar el rendimiento de los cultivos y alimentar a una población creciente? Voy más allá: ¿Creen ustedes que los autores de la Agenda 2030 ignoran que éste será precisamente el resultado?

El caso de Sri Lanka es el canario en la mina. En 2021, el gobierno de aquel país decidió prohibir los fertilizantes químicos y los pesticidas con los típicos argumentos medioambientales. Su presidente alardeó de ello en un discurso en la cumbre climática del COP26 en el que abogó por la agricultura orgánica y por las energías renovables. «El hombre debe vivir en sintonía con la naturaleza», afirmó citando textualmente un punto de la Agenda 2030. Tres años antes, el Foro Económico Mundial (WEF) había publicado un artículo del entonces primer ministro en el que publicitaba su “visión”. El país logró un rating ESG de 98.1 sobre 100 y se convirtió en el niño mimado de la ONU y en un modelo de aplicación de la Agenda 2030. Pues bien, en sólo seis meses la producción agrícola cayó un 20% y los precios aumentaron un 50% mientras ciertos productos, como los tomates y las zanahorias, multiplicaban su precio por cinco. En un país productor de arroz, el gobierno se vio obligado a importarlo, y finalmente llegó la hambruna, las masas asaltaron el palacio presidencial y el presidente huyó mientras el WEF corría a borrar el mencionado artículo de su web, pero el daño estaba hecho: hoy la desnutrición infantil sigue siendo un problema en Sri Lanka[5].

Conclusión

Bajo el bonito manto de unos fines aparentemente nobles, la Agenda 2030 oculta un programa empobrecedor y misántropo y nos dirige hacia un mundo con permanentes cartillas de racionamiento. Afirma querer combatir la pobreza, pero sus políticas no harán más que aumentarla al suprimir la libertad y la propiedad privada, piezas clave para el progreso económico. Enaltece a un Estado al que dota de atributos divinos (omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia) mientras desprecia a la persona, a la que reserva el papel de siervo de la élite gobernante. Hace creer, contra de toda evidencia, que son los Estados y no los individuos los que crean riqueza, olvidando que es el individuo el que crea riqueza y el Estado parasitario el que se apropia de ella. Finalmente, plantea una actitud paternalista y neocolonialista hacia los habitantes de los países más pobres, negándoles la dignidad que les corresponde y la capacidad de ser protagonistas de su destino.

El globalismo que inspira la Agenda 2030 sabe que el control (y la reducción) de la población mundial requiere del control de las fuentes de energía y de los alimentos, y éste es el verdadero objetivo de esa ingeniería social astutamente denominada cambio climático.

Finalmente, como no podía ser de otra manera, desde el punto de vista de sus resultados la Agenda 2030 está siendo un calamitoso fracaso, algo reconocido ya por la propia ONU[6] y el Banco Mundial[7]. En efecto, habiendo transcurrido más de la mitad del plazo con que contaba para lograr sus objetivos aparentes, no se ha reducido la pobreza extrema ni el hambre, la mortalidad infantil y maternal apenas han variado, la mortalidad por malaria, lejos de disminuir, ha aumentado (gracias al veto de pesticidas por razones «medioambientales»), y el «pleno empleo» sigue siendo una quimera.

Sin embargo, a los autores de la Agenda 2030 sus 17 objetivos no les importan en absoluto. Su verdadero objetivo es sólo uno: la dominación, lograda mediante la imposición de un nuevo orden mundial basado en un férreo control estatal y en la servidumbre de un ser humano despojado de derechos.

La última edición del Índice Global de Terrorismo (GTI, por sus siglas en inglés) del Instituto para la Economía y la Paz, publicada en febrero de este año, estima que el terrorismo causó 8.352 muertes en todo el mundo en 2023. Esta cifra es la más alta desde 2017 y representa un aumento del 22% con respecto a 2022. El número de países que registraron muertes por terrorismo cayó a 41, considerablemente menos que el pico de 57 países registrados en 2015 y los 44 en 2022.

María Florencia Melo – Statista

El índice mide el impacto directo e indirecto del terrorismo en 163 países en términos de atentados, muertes, heridos, rehenes, daños a la propiedad y los efectos psicológicos que el terrorismo tiene en la población.

De acuerdo con el reporte, «con diferencia, el mayor ataque terrorista ocurrido en 2023 fue el ataque del 7 de octubre perpetrado por militantes liderados por Hamás en Israel. En el ataque murieron 1.200 personas y fue el mayor ataque terrorista desde el 11 de septiembre, y uno de los ataques terroristas más grandes en la historia». Las consecuencias «han sido inmensas y todavía están desarrollándose, con aproximadamente 25.000 palestinos asesinados por respuesta militar de represalia de Israel hasta febrero de 2024» según una consulta del Instituto al periódico The Guardian ese mes.

Aunque Israel sufrió el mayor ataque terrorista en 2023, no fue el país más afectado por el terrorismo, ya que Burkina Faso ocupa el primer lugar en el índice. En los 13 años que se publica el reporte, es la primera vez que un país distinto de Afganistán o Irak está en lo más alto del ranking. Según el informe, «casi 2.000 personas murieron en ataques terroristas en Burkina Faso en 258 incidentes, lo que representa casi una cuarta parte de todas las muertes terroristas a nivel mundial».

De acuerdo con el índice, a escala mundial, «el grupo terrorista más mortífero por noveno año consecutivo fue Estado Islámico (EI), con 1.636 muertes atribuidas en 20 países».

Hugo Chávez inició su vida política acribillando a centenares de venezolanos, mató a más de mil personas en sus intentos de golpe de estado. Era un asesino en serie, en Estados Unidos le habrían dado 400 años de cárcel por sus crímenes, pero aquí lo liberaron.

Gustavo Tovar-Arroyo

Chávez, junto a su predilecto Maduro, ha sido el peor dictador de la historia de Venezuela, su alma estaba carcomida por el rencor y el resentimiento; su acción política también. Una vez que llegó al poder consumó su peor crimen: masacrar a una nación. Fue inclemente. Moldeado al estilo soviético que su mentor Fidel Castro le inculcó, Chávez inició su paso por el poder odiando a los venezolanos, se mantuvo en él potenciando su odio y murió odiando a diestra y siniestra, tanto fue así que dejó a su compañero de intimidades, Nicolás Maduro, como legado de su odio.

La palabra odio viene del latín odium (conducta detestable) y Chávez no sólo tuvo una conducta detestable, él era detestable. Los romanos usaban odio como referencia política, cuando se regía con aversión y rechazo, se causaba odio en la población (rechazo). Séneca decía Culpa par odium exigit: la ofensa exige un odio a la par, y las ofensas de Chávez y de su manada de corruptos fueron incontables. Insultó a todo venezolano que se le enfrentó con desparpajo e indolencia inéditos. Su intención -soviética- era aniquilar moralmente a todo aquel o aquellos que se le oponían, sin tregua, sin compasión, sin pena, disparaba su resentimiento a mansalva y si el insultado sobrevivía al insulto, la vejación o la vergüenza pública, lo perseguía y lo encarcelaba.

Su catálogo de insultos fue tan variado como feroz: fascista, estúpido, imbécil, retrasado mental, miserable, pendejo, demonio, mierda, desgraciado, troglodita, bandido, jalabola, maldito, traidor, ladrón, asesino, pitiyanqui, tarúpido, vendepatria, ignorante, malnacido, etcétera. Cada palabra era una bala en la frente de la venezolanidad, cada palabra era un puñal en el corazón de Venezuela.

La oposición quedó estupefacta, la nación no estaba acostumbrada a semejante vejamen público, insultar gratuitamente desde el poder…, desde la máxima magistratura no se había escuchado jamás en el siglo XX venezolano. Chávez había sembrado su rencor y cosechó un huracán sociopolítico que jamás fue sanado, hasta nuestros días.

Chavismo la peste

Las elecciones del año 2024 atienden propósitos distintos para el régimen y para los venezolanos. Nicolás Maduro las considera un mecanismo que puede manipular para mantenerse ilegítimamente en el poder por seis años más. Para la ciudadanía representan un derecho constitucional mediante el cual se puede, pacíficamente, remover del gobierno a quienes por veinticinco años han destruido la nación, y reemplazarlos por nuevos liderazgos que conduzcan una transición genuina de Venezuela a la democracia e impulsen su desarrollo, sostenible y en paz.

El régimen dictatorial que ocupa el poder no contempla la posibilidad de ser reemplazado, y utiliza toda clase de herramientas, legales e ilegales, para que los venezolanos abandonemos la lucha firme que todos estamos obligados a dar para provocar la transición a la democracia. Y las combina en una estrategia abominable que busca mantener la falsa percepción de que su mandato ha sido legítimamente ratificado.La información que necesitas para comenzar el día ¡Suscríbete gratis!

El régimen ha marcado las elecciones presidenciales que manda la Constitución para 2024 con la persecución sistemática de dirigentes opositores y con iniciativas para que la oposición sustituya el liderazgo que escogió por abrumadora mayoría en las elecciones primarias de octubre de 2023. A ello se suma, en la estrategia comentada, la reciente convocatoria anunciada por el CNE para realizar las elecciones en julio del presente año.

Las implicaciones y la inviabilidad de una sustitución del candidato presidencial

Las transiciones políticas, como la que aspira Venezuela, pueden pasar por un proceso de elección presidencial, pero implican mucho más que un cambio de gobierno y no se decretan; son procesos que se gestan y desatan del aprendizaje de las sociedades, cuando el sufrimiento, la incertidumbre y la injusticia encuentran la fuerza en un líder que encarna el sentimiento y hace posible la estrategia para avanzar. Ellas requieren de una audacia sólo equiparable a la urgencia por el cambio, y el líder emerge porque se le reconocen atributos de visión, justicia, integridad y coraje para conducir la transición, que otros no pueden emular.

En fin, el debate sobre la designación de un candidato sustituto de la oposición democrática a las elecciones de 2024 implica renunciar a la posibilidad de una transición a la democracia, hoy encarnada en María Corina Machado como líder del proceso, legitimada por la sociedad.

En otras palabras, ese debate tiene como única finalidad impedir el cambio político, pero tal claudicación no es posible porque un liderazgo así legitimado no se puede ceder, heredar o transferir.

El régimen se sabe derrotado en cualquier escenario real de consulta de la voluntad popular, especialmente si ella incluye a María Corina Machado, quien no es simplemente una candidata, sino el líder de la Venezuela posible, escogido por las bases de la sociedad para
conducir nuestra transición.

Por ello el régimen promueve la sustitución del líder a través de algunos miembros de las élites económicas, políticas e intelectuales que ha cooptado a lo largo de veinticinco años usando la extorsión, la represión y el soborno. Se trata de grupos o individuos que, por temor,
comodidad, interés o insensatez, han cerrado sus ojos frente al dolor del país; actores que alimentan el constructo perverso de “buscar que amplíen el tamaño de nuestra jaula”, que actúan en una estrategia mediocre y cortoplacista, pues en algún momento el régimen también arremeterá contra ellos. A estos actores les ha llegado el tiempo de rectificar, de lo contrario, el libro de la historia está abierto y en proceso, y el juicio posterior les será devastador.

La convocatoria del CNE implica la ilegitimidad y la simulación de las elecciones

La legitimidad del proceso electoral convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para que los venezolanos elijamos al presidente de la republica el próximo 28 de julio está en serio cuestionamiento, no sólo porque existen candidatos inconstitucionalmente inhabilitados a quienes se les impide participar, sino porque no se permite el voto de unos diez millones de ciudadanos, cifra que incluye a los nuevos votantes, a quienes no han actualizado su registro y a los millones de venezolanos forzados al destierro que residen en el exterior.

Además, el proceso es una simulación de elecciones libres porque el régimen persigue a los lideres de la oposición que hacen campaña electoral, lo que se muestra, entre otros hechos, en las violentas y ya sistemáticas agresiones a María Corina Machado, en el abierto amedrentamiento a los miembros de su equipo y en las detenciones ilegales y las desapariciones forzosas de ciudadanos como Luis Camacaro, Juan Freites, Guillermo López y Rocío San Miguel.

El cronograma electoral establecido por el CNE, ajustado a hitos de la historia del chavismo, además de inconveniente por los lapsos previstos, es inconstitucional e inaceptable por irrespetuoso de los derechos ciudadanos. Sin embargo, el régimen lo justifica afirmando que fue aprobado por unanimidad por el Consejo Nacional Electoral (CNE). ¿Dónde estuvo la participación de los rectores del Consejo que dicen representar los intereses de las mayorías democráticas? ¿Quién postuló a esos rectores?

¿Cuál es el reto y cual la solución?

El reto para los venezolanos es forzar al régimen a participar en una elección que ofrezca garantías efectivas a la oposición; es no prestarse a las maniobras de la sustitución del líder que escogimos, y, si el régimen pretende arrebatarla de las manos del pueblo, forzarlo a hacerlo exponiéndose claramente ante la nación y toda la comunidad internacional.

Y la verdadera y única solución es volver al Acuerdo de Barbados y rehabilitar a todos los candidatos, echar atrás la convocatoria del CNE y modificar el cronograma electoral, traer observadores internacionales confiables y dar las más amplias condiciones para que todos participemos libremente. De lo contrario, las elecciones serán ilegitimas, el país seguirá aislado y nosotros los venezolanos continuaremos siendo parias a nivel internacional.

Caracas, 11 de marzo de 2023

Carmen Teresa Albanes, Milos Alcalay, Claudio Bifano, Roberto Casanova, Werner Corrales Leal, Santiago Clavijo A., Arnoldo J. Gabaldón, Douglas Jatem, Sary Levy, Ángel Lombardi, Néstor López Rodríguez, José Mendoza Angulo, Vladimiro Mujica, Juan Pablo Olalquiaga, Alberto Ray, Asdrúbal Romero, Benjamín Scharifker, Genry Vargas.

Vía Rumbo Propio

¿Dónde estamos parados? : Sin autonomía de poderes, violencia, emigración de talentos, escasez, no hay estado de derecho, linchamientos, inflación, pobreza, devaluación, control, persecución política.

Preguntándonos ¿qué pasará?: Elecciones, explosión social, transición, cascos azules, asonadas militares, hambruna, fragmentación del país, quiebra del país, cambio de gobierno, permanencia del gobierno. Frustración de un país que pudo haber sido y no fue.

En Rumbo Propio afirmamos que daremos a Venezuela la transformación que tanto necesita. Venezuela está pasando por una crisis social, económica y política. Es nuestro deber luchar por la Venezuela Posible.

El Estado controla todo y nada, una conducta irracional y perversa, Una desconfianza general, pero como nunca antes en nuestra historia queremos confiar en alguien.  Y esta pasando. Cada vez mas las miradas se dirigen a una persona que nos esta inspirando la confianza para creer que el cambio es posible.

En un momento crucial para el futuro de Venezuela la figura de María Corina Machado emerge como la esperanza que encarna la persona ideal para regir desde la presidencia del pais la transformación real y efectiva para un futuro de bienestar.

Su plan de gobierno “Venezuela tierra de gracia”. Tiene como objetivo lograr el desarrollo, crecimiento económico y la riqueza por medio del trabajo “honrado y constante” de los venezolanos. Su plan tiene seis (6) pilares: 1. Transformación del Estado. 2. Política Social. 3. Política Económica 4. Política Energética 5. Política Exterior 6. Seguridad.

1. Transformación del Estado. Aquí María Corina Machado desarrolla su visión liberal al plantear un Estado “al servicio del ciudadano” y en favor de la democracia. Esta transformación institucional pasa por reducir el tamaño del Estado, aumentar su eficiencia, asegurar la independencia del Poder Judicial, así como concretar la Descentralización para convertirnos, en la práctica, en un verdadero Estado Federal. Destaca el principio de la subsidiariedad asignando un rol protagónico al sector privado y a la sociedad civil.

2. Política Social. Plantea un sistema mixto de salud, universal y por valor entregado; inversión en la educación desde la infancia hasta la universidad; un moderno sistema de pensiones adaptado a los ingresos; y una red de apoyo con transferencias directas a las familias.

3. Política Económica. Aquí parte de la tesis de la “estabilización expansiva” como medio para crear riqueza que permita la superación de la pobreza y la expansión de la clase media. Esto pasa por la estabilización de las finanzas públicas, la renegociación de la deuda y compromisos de la República, estabilidad monetaria y una política cambiaria seria para disminuir la inflación y la devaluación, y un agresivo plan de inversiones nacionales e internacionales para fomentar el crecimiento económico.

4. Política Energética. El objetivo: convertir a Venezuela en el Hub Energético de las Américas. Para lograrlo, se propone la privatización y recuperación de la industria petrolera (lo que representaría un cambio de paradigma en nuestra historia), asegurar el suministro de gas y energía eléctrica en los hogares, así como enrumbar al país hacia la transición energética por medio de energías verdes sostenibles.

5. Política Exterior. La meta es clara: recuperar la soberanía nacional para reinsertar a Venezuela en el concierto internacional de naciones y superar el aislamiento generado por desgobierno. ¿Cómo hacerlo? Recuperando el servicio exterior venezolano para así ejercer un liderazgo estratégico en todas las áreas de interés nacional.

6. Seguridad. En este apartado, se sitúa la seguridad del ciudadano y la defensa del territorio como valores democráticos y bienes que le corresponden al Estado garantizar. A grandes rasgos, se proponen desarticular las organizaciones criminales, acabar con la impunidad, retomar el control efectivo del territorio y desarrollar una Doctrina Militar que dé respuesta a las amenazas reales que enfrentamos como nación.

Un plan moderno, serio y racional para atender áreas tan diversas y cuya crisis es de una profundidad que solo al llegar al gobierno y hacer una profunda auditoria de nuestras cuentas como República vamos a comprender.

Celebramos la honestidad intelectual y la seriedad de la propuesta luego de un cuarto de siglo viendo transitar a los peores en el ejercicio del poder.  Aquí hay un enorme potencial que los venezolanos sabremos explotar y viable si logramos recuperar la democracia y sacar al chavismo del poder.

Es allí donde Rumbo Propio como organización política quiere llegar. Que las propuestas no solo sean creíble sino absolutamente factibles.

Imaginamos un país donde los ciudadanos tengan las herramientas y los recursos para vivir una vida plena. Un mundo donde la economía opere en armonía.  El empoderamiento de los grupos marginados y las soluciones energéticas inteligentes hasta los negocios de economía circular. La economía opere en armonía con la naturaleza y dentro de los límites de nuestras capacidades como sociedad. 

Creemos en la dignidad, la singularidad y el valor intrínseco de cada individuo que habita en esta tierra de gracia.  Nuestra palabra y nuestro compromiso con la gestión eficiente de los recursos serán la base desde la cual brindamos los máximos beneficios y oportunidades a todas las comunidades e individuos de todos los segmentos poblacionales sin distingo, ni coerción.  

Lo que estamos planteando es la aplicación del modelo de desarrollo de nuestro ideario de CAPITALISMO LIBERAL  para esa Venezuela Posible.

Nuestra filosofía está basada justamente en un profundo respeto por el ser humano y por sus derechos. Confiamos en que esta orientación, centrada en el ser humano y en la libertad con responsabilidad, es la única capaz de crear progreso y prosperidad, tanto material como espiritual. Lo nuestro es una verdadera revolución moral.

Por eso decimos que el Capitalismo Liberal es la única y verdadera esperanza de los pobres y los excluidos. En ese sentido avanzamos en la Ruta Ciudadana acompañando a nuestra abanderada, María Corina Machado, en su legítima aspiración de convertirse en la próxima presidente de esta Tierra de Gracia.

Con el fin de destacar el rol que la población femenina ha tenido en el país durante los últimos años, el Grupo Editorial El Siglo y La Estrella (GESE) celebrará por sexta vez su proyecto insignia “25 mujeres más destacadas de Panamá”. Revista MÍA se unirá al programa para conmemorar a las mujeres del país.

La Estrella de Panamá

Dinámica

En esta versión se entrevistó a 50 hombres y 50 mujeres quienes postularon a una profesional femenina por categoría en los sectores de cultura, deporte, abogacía, desarrollo sostenible y creadoras de contenido.

En total el proceso de nominación incluyó a 289 mujeres de las cuales 66 son del gremio cultural, 31 son del mundo deportivo, 61 en la abogacía, 65 pertenecientes a la rama de desarrollo sostenible y 66 creadoras de contenido.

Las mujeres con la mayor cantidad de ponderaciones fueron calificadas en primer lugar de acuerdo con el cumplimiento de los criterios de evaluación establecidos y selección de finalistas. (Para mayor información de los criterios de evaluación puedes visitar www.laestrella.com.pa).

El consejo evaluador procedió a verificar los perfiles y criterios de cada participante y posteriormente se determinó quiénes serían las 50 finalistas del año actual (10 por cada categoría). Esto se denominó según su trayectoria, experiencia, innovación, logros, aportes y perfil profesional de acuerdo a la categoría en la que fue nominada.

De igual manera se seleccionaron otras 50 mujeres que competirán por el galardón de mención honorífica, alcanzando un total de 100 profesionales femeninas.

Al momento de culminar la selección, inician las votaciones. El proceso tomará curso durante una semana desde el lunes 11 de marzo a partir de las 3:00 p.m. hasta el viernes 15 de marzo en donde el público toma protagonismo y aporta con su voto la decisión final de quiénes serán las galardonadas.

Las cinco mujeres con más votos en cada categoría se convertirán en “Las 25 mujeres más destacadas de Panamá” del año actual. Para el galardón de mención honorífica, se definirá a una mujer por rubro.

El evento en el cual se conocerán a las ganadoras tanto finalistas como aquellas de mención honorífica será el próximo jueves 21 de marzo. La premiación contará con transmisión en vivo por la plataforma de YouTube y las personas podrán interactuar durante la misma.

Los exhortamos a apoyar a su favorita y estar pendientes a nuestras plataformas digitales @laestrelladepanamaonline y @elsiglodigital para que juntos resaltemos la loable labor de las mujeres panameñas.

Agradecemos a nuestros patrocinadores: Caja de Ahorros, Digicel, Multibank, Inedito, Banco Nacional, Coca Cola Femsa, US Pharmacy, Super Fry, Hotel de Las Américas Golden Tower y Super Fry, por sumarse al proyecto #1 del mes de la mujer.

José Raúl Mulino evalúa no asistir al segundo debate presidencial previsto para este miércoles 13 de marzo, evento al que no ha sido invitado.

Panamá América

“No he sido invitado y la verdad es que lo estoy considerando muy seriamente para no ir; lo digo desde ya, para que no se sorprenda nadie”, dijo el candidato presidencial en entrevista a TVN.

Mulino aclaró que el está preparado para un debate presidencial, pero después de lo que ocurrió en el primero, efectuado hace dos semanas, evalúa si es conveniente participar.

“El tema es que hacer, participar en una chabacanería como la que ya vimos. Los problemas del pueblo panameño son tan graves que uno no está para llegar como candidato presidencial a sacarse trapos sucios”, planteó el abanderado de Realizando Metas (RM) y Alianza.

Recordó que ese podio que posiblemente esté vacío el próximo miércoles es de Ricardo Martinelli, quien fue inhabilitado la semana pasada como candidato presidencial por el Tribunal Electoral (TE).

“Ese es el podio de Martinelli, que no le permitieron asistir”, dijo Mulino.
Cuando se desarrolló el primer debate presidencial, el 26 de febrero, Ricardo Martinelli todavía era candidato por la Alianza para Salvar a Panamá sin embargo no acudió al estar asilado en la embajada de Nicaragua.

El Tribunal Electoral inicialmente había aprobado que Mulino ocupara su lugar, pero después cambió su posición cediendo a las pretensiones de quienes consideraban que no era procedente su participación.

El segundo debate que organiza el TE se desarrollará en el complejo deportivo La Basita en la ciudad de David, Chiriquí.

El encuentro se realizará bajo una metodología distinta, con un público de 60 jóvenes entre 18 y 35 años, quienes serán los que efectuarán las preguntas a los candidatos presidenciales.

Vamos a implementar medidas para mejorar la accesibilidad y disponibilidad de servicios de salud para todos los panameños, incluyendo la ampliación de horarios y el suministro de medicamentos.

En una reciente conversación sobre teorías políticas y su aplicación en la práctica, que sostuve con el Dr. Agustín Arzola Castellanos Profesor de la UCV, llegamos a una conclusión que es terrible y conocida por la humanidad, el socialismo inspirado en marxismo- engelsismo- leninismo, sólo funciona como un sistema policíaco y aplicando el terror como el directorio de la revolución francesa. Ante la interrogante ¿por qué tiene que ser así?, mi colega argumentaba que debe ser de esa manera porque el socialismo le impone a la sociedad que cada día viva peor, y tiene que ser por la fuerza, porque por las buenas la gran mayoría no lo aceptaría. Desde luego que nos referimos al socialismo autoritario que nada tiene que ver con la socialdemocracia.

Por: Ángel Muñoz Flores – Opinión y Noticias

Es lamentable porque el socialismo por sus postulados de igualdad y de justicia llegó a despertar grandes esperanzas, sobre todo en las clases más desposeídas y en las clases medias, empero, una vez en el poder, se convirtió en un autoritarismo más, incluso peor que los que le han precedido. Por ello Hannah Arendt en su libro Los Orígenes del totalitarismo equipara al socialismo de la Unión Soviética con el Nacionalsocialismo alemán. Ella demostró que actúan igual, sus prácticas son idénticas, no olvidemos que antes que el tirano Hitler estableciera los campos de concentración, ya la Unión Soviética había fundado el GULAG, es decir, el gran país socialista fue precursor en esta práctica criminal. El socialismo soviético, el estalinista fue copiado e impuesto en Europa del este en lo que llamaron el socialismo real y las democracias populares, en África, en Asia y también en América, para mejor ejemplo Cuba y Nicaragua. Los métodos son los mismos imposición del partido único, generalmente el comunista u otro, economía centralmente planificada, y desde luego un sistema de espionaje, de represión brutal y la aplicación del terror a la población, así estuvieron muchos pueblos sojuzgados en el pasado y aún en el presente.

Para que este sistema funcione es absolutamente necesario un aparato policíaco que vigile constantemente al ciudadano, sobre todo aquel que piensa y trata de difundir su pensamiento porque representa un peligro para el poder. Debe tener el control de todos los poderes, por ello niega al liberalismo que promovió la separación e independencia de ellos, en este sentido se da la mano con el fascismo. Con todos los poderes en un solo partido es fácil ejercer la represión y persecución de los opositores y disidentes. Deben hacerse del control de los medios de producción, sobre todos de los que producen alimentos para usar el hambre como control social. Desde luego se afianza en un control casi absoluto de los medios de información y en la creación de un gran aparato de propaganda para que la sociedad sólo tenga acceso a la información oficial, ya que existe censura y auto censura. El socialismo impide la alternancia en el gobierno y no reconoce a la oposición, principios fundamentales de la verdadera democracia. El socialismo es una dictadura, una autocracia como cualquier otra, en ocasiones mucho más criminal y con justificaciones seudo ideológicas. Pregúntenles a los chilenos que sufrieron bajo la tiranía de Pinochet, en que se diferenciaban de los que han sufrido la tiranía de los Castros en Cuba.

El presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), Douglas León Natera, sostiene que la “crisis hospitalaria en el país llegó al nivel del holocausto”.

La Patilla

El urólogo pediatra expresó este concepto al clausurar los actos del día del médico, celebrados este domingo 10 de marzo, en la sede del organismo gremial, en honor a José María Vargas.La información que necesitas para comenzar el día ¡Suscríbete gratis!

Las actividades se iniciaron con una ofrenda floral, después una misa de acción de gracias, luego una charla de la hematóloga Aixa Müller, seguido del orador de orden Marco Sorgi, secretario de la Academia Nacional de Medicina.

En su discurso de clausura, León Natera, comentó que el 90 por ciento de la población venezolana se halla afectada por una terrible situación económica y social.

El galeno estima que más de nueve millones de venezolanos han salido del país, por la crisis económica, contrariando cifras de organismos internacionales, que refieren a siete millones de personas.

“Las imágenes y videos de personas caminando por el tapón del Darién, peligrosa y arriesgada ruta montañosa que separa a Colombia y Panamá, son terribles”, dijo.

Holocausto hospitalario

Indicó que la diáspora también afecta al gremio médico venezolano y destacó que la FMV ha perdido la cuenta de cuántos sanitaristas se han ido del país.

“La cifra que manejamos es de 42 mil; Venezuela se está quedando sin médicos, primero por la migración y segundo por los pocos egresados universitarios”.

Refirió de las informaciones de gente comiendo de la basura por la crisis económica y social.

“En el hogar, la familia tiene que decidir entre comprar la comida o ir a la farmacia a ver si encuentran la medicina que le recetó el médico”.
Reiteró que el sistema sanitario del país es un “holocausto”, por la falta de dotación hospitalaria, la negativa del gobierno a discutir la contratación colectiva que el gremio médico reclama de un salario de 1.500 dólares al mes.

Se gradúan y emigran

Los actos del día del médico continuaron con una exposición de Aixa Müller de Soyano, miembro de la Academia Nacional de Medicina

La hematóloga cuestionó la poca formación de los médicos comunitarios integrales y la negativa del gobierno a invertir en la educación universitaria.

En el caso de los médicos dijo que Venezuela forma un capital de profesionales que luego prefieren ejercer en otras naciones.

Las ventajas para esas naciones es que los estudios de medicina son muy costosos, contrariamente en Venezuela por su gratuidad.

Denunció la escasez de materiales para el estudio, carencia de computadoras para las clases y un transporte deficiente tanto para los alumnos como para los profesores.

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Scroll to Top
Scroll to Top